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Entrevista

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Cultura

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TODO es posible, depende de nosotros

Te contamos dos historias de dos hombres que te van a llamar la atención. Una, la de Alfredo Rey; otra, la de Antonio Sánchez-Moreno. Ambos son escritores noveles, trabajan en San Agustín y han presentado su obra en la Feria del Libro de la localidad. Con ellos viajaremos por la India, relajaremos nuestra mente, acompañaremos a un joven en su ardua tarea de salvar la humanidad… pero, sobre todo, nos daremos cuenta de que podemos ser capaces de conseguir lo que queramos, solo es cuestión de proponérnoslo.

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Alfredo Rey en el Retiro.

Alfredo Rey, biólogo de formación, Coach ejecutivo, formador, profesor de yoga y meditación, ahora también trabaja en el proyecto El Laboratorio del Alma (laboratoriodelalma.com). Desde hace 20 años viaja a la India donde pasa largas temporadas.

Fruto de esos viajes es su libro Planeta India. En él nos cuenta diversos aprendizajes que nos servirán para ser más felices en cualquier faceta de nuestra vida, y como a través de la meditación se puede comprender el funcionamiento de la mente y tranquilizarla.

Firma libros en El Retiro el 3 de junio a las 12h, en la caseta 243.

¿Se puede decir que las vivencias que adquieres en tus viajes a la India te impulsaron a escribir Planeta India?

La primera vez que fui a la India conocí a un sadhu (un anciano venerado en la India por su espiritualidad). Simplemente, sentados con él sucedió algo. Nuestras mentes se calmaron simplemente con estar a su lado; igual que alguien que tiene paz, transmite paz.

Así conocí ese estado de paz y equilibro.

Cuando comprendes cómo funcionan las creencias, los pensamientos, las emociones, los deseos…, y además te das cuenta que es posible tranquilizar la mente con técnicas de relajación y de meditación, es cuando puedes ponerla a descansar.

A partir de aquí empecé a meditar y a formarme como coach. Es entonces cuando comprendo cómo funciona la mente, y eso lo intento mostrar en los distintos talleres, conferencias, cursos y en el libro.

Un tiempo después, lo que terminó de marcarte el camino fue lo que viviste en una población situada a los pies del Himalaya. Allí conociste a uno de tus maestros (Sri Hans Raj Maharajii), y sucedieron las visitas a la India y el aprendizaje que ahora compartes en Planeta India

Cuando hice la presentación del libro en una librería en el barrio de las Letras de Madrid, me preguntaron: “qué esperas que suceda con el libro?”. Yo contesté: “en el libro hablo de varios Maestros de la India; que ellos vayan donde quieran ir”.

Empecé a contar mis historias y vivencias en la India en mi blog, y vi que podía tener cierto sentido recogerlas en un libro. En él hay dos tipos de historias: unas, que tienen que ver con lo que se encuentra un extranjero en la India (aventuras, experiencias… contadas de forma divertida); y otras que tienen que ver con la cotidianidad de la India, con proyectos solidarios (no describiendo un proyecto, sino contando historias que nos sucedieron allí), con dejar de sentirse atrapado por las emociones y pensamientos.

En esto último tiene mucho que ver la meditación.

La paz, la sabiduría, la felicidad… todo lo tenemos, pero ponemos muchas capas encima y no las sentimos. Cuando dejamos de dar vueltas y vueltas a la cabeza; cuando vamos quitando esas capas, vamos encontrando la paz y el equilibrio que te decía, porque aceptamos el problema o la situación.

¿Qué ocurre cuando el entorno es duro; cuando pasamos por una pérdida, enfermedad…?

Lo primero es darnos cuenta somos dueños de nuestra propia felicidad.

Lo que hacemos inconscientemente, lo más fácil, es buscar la culpa fuera: “¿por qué me pasa esto a mí?, ¡era el hombre de mi vida!, ¡como ese trabajo no voy a encontrar otro igual!... No, la responsabilidad es nuestra.

Buda decía que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Cuando algo físico o emocional sucede, una pérdida, por ejemplo, duele; pero a partir de aquí, ya depende de nosotros si queremos alimentar ese dolor, alimentando la hoguera que hay en nuestra men-

te con “por qués”, con “no voy a superar esto”…

Lo hacemos inconscientemente, pero se puede aprender a no alimentar esa hoguera. Lo importante es DARNOS CUENTA, ser conscientes. Si yo me doy cuenta que estoy avivando la hoguera, es más fácil dejar de seguir echando palitos en ella. Recordar siempre que lo malo no es más que un juicio nuestro, porque lo que hoy creemos que es malo, a lo mejor mañana nos damos cuenta que fue bueno: “me dejó mi pareja, pero hoy estoy con la mujer de mi vida”.

Todo es bueno y malo, sólo hay que aceptarlo como parte de la vida.

Antonio Sánchez-Moreno, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha orientado su carrera a la educación y a la formación deportiva de los jóvenes. Actualmente es

profesor de Educación Física en

el IES San Agustín. Desde pequeño ha sido un apasionado de la literatura. En su infancia escribió historias de corta extensión y con 14 años comenzó a escribir su primera novela, que sería también la primera de una saga: ‘El legado del destino’, una distopía futurista que no se parece a ninguna que haya leído antes como Los juegos del hambre o Divergente.

Antonio quiere demostrar, principalmente a sus alumnos, que todo lo que realmente queramos lo podemos conseguir, sólo es cuestión de proponérnoslo y trabajar.

El pasado 27 y 28 de mayo presentó en la Feria del Libro de San Agustín sus dos primeros libros de esta trilogía: ‘El legado del destino’ y ‘Los príncipes del mundo’. Sólo el tiempo nos dirá si estamos ante un joven escritor cuya trilogía se lleva a la gran pantalla.

Un joven, Kalen, es congelado por una grave enfermedad y despierta en el año 3813 en un mundo en el que la raza humana está al borde de la extinción. Su cómoda vida ha desaparecido, dejando paso a la incertidumbre y al peligro que representa unos seres creados a partir de células madres modificadas genéticamente llamados necrógelos. Un historia, sin duda, diferente y prometedora, ¿pensada para jóvenes?

Es una historia que empecé a escribir siendo apenas un niño. Se nota mucho la diferencia entre el primer libro y el segundo, por el vocabulario, la mentalidad… En el primer tenía 14 años y cuando escribí el segundo 20 años; y aunque la temática es la que gusta a los adolescentes, es para todos los públicos que les guste la fantasía y la ciencia ficción.

El protagonista es un chico normal, algo que tenía claro que quería transmitir. No es muy fuerte, no es muy rápido, no es muy inteligente, pero se ha encontrado en unas circunstancias desfavorables en contra de su voluntad y se tiene que esforzar para enfrentarse a ellas. Todo el

mundo espera mucho de él y lo tiene que conseguir a base de es-

fuerzo. Todos nos podemos sentir identificados, porque se tiene que enfrentar a algo que no quiere y para lo que no está preparado. De repente se encuentra en un mundo arrasado, con comunidades desperdigadas; y a base de trabajo, esfuerzo y aventuras va consiguiendo algo importante.

Y por supuesto, se tiene que valer de los demás compañeros que van apareciendo en su vida. Constantemente está acompañado por gente con determinadas características que le ayudan.

Precisamente, en el Día del Libro trasladó un mensaje similar en la Casa de Cultura a todos los alumnos: no rendirse nunca a la hora de perseguir lo que queramos, siempre encontraremos ayuda.

Lo que dije en la casa de cultura es que es imposible trabajar solos, incluso los grandes escritores internacionales, por poner un ejemplo, tienen un equipo que les ayudan. El trabajo en equipo es fundamental para todo, pero sobre todo el no rendirnos nunca por miedo, por prejuicio o por “cómo voy a hacer esto si no es lo que se espera de mí”… Siempre hay que perseguir tu sueño, tardes lo que tardes. Mírame a mí, un profesor de Educación Física, con una historia de ciencia ficción en la cabeza, que empieza a escribirla siendo pequeño y que aún no he terminado la trilogía –el tercer libro lo va escribiendo en verano, porque durante el curso además de ser profesor, estudia Psicología y es entrenador y juez deportivo-. El tercer libro de la trilogía pienso que estará publicado en dos años.

No es muy común que un joven profesor de Educación Física que empieza a escribir desde pequeño, que tenga tan buena aceptación en la literatura juvenil –he de decir que en Francia vi publicado ‘Los príncipes del mundo’ en francés y que la historia sea tan buena que pueda llevarse a la gran pantalla, como ‘Divergente’.

Puedes gustar o no gustar, puedes encajar en estereotipos o no, pero siempre habrá alguien a quien le guste lo que haces, y eres TÚ; por eso digo a mis alumnos cuando me preguntan que persigan su sueño, que nunca dejen de hacer nada por miedo a “no gustar”, a “esto no es lo que esperan de mí”… No. Si algo te gusta, trabaja por conseguirlo. Todos tenemos nuestros límites, pero el esfuerzo es la mayor herramienta que tenemos para poder conseguir el éxito en algo.

¿Qué tal en la Feria del Libro?

Ha sido increíble. Lo he disfrutado muchísimo, con mucha ilusión, muchos nervios... me siento un privilegiado. No lo había imagina nunca.

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