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Rubén Berbegal Francés. Cronista de la Comparsa del Bando Marroquí. Jesús Redondo. Fotografías

Y SI PUEDE, QUE BAJE DIOS Y LO SIENTA

Incorpóreo y veraz eres tu

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Rubén Berbegal Francés.

Cronista de la Comparsa del Bando Marroquí

Jesús Redondo

Fotografías

Digamos que las presentaciones las dejaremos para mas adelante, las dejaré visibles según vaya narrando, o no… Por otro lado, hay que ver el Ecuador tan peculiar que este 2019 habéis realizado, sí digo ‘’ peculiar ‘’, porque como de costumbre acudíais todos los años desde que dios sabe que, dijo de hacerlo allí, en el Santuario de Nº Señora de las Virtudes, o lo que es lo mismo, ahí en la virgen, como diríais otros.

No obstante si echo la mirada hacia atrás, pero que muy atrás, siempre se repite la misma imagen, el mismo sentimiento, carisma, manera de hacer las cosas, desde que vuestras fiestas, y poco a poco, las mías, dieron comienzo haya por los años…

Cierto es que los años pasan y la fiesta evoluciona, donde un ente viajero, como yo, en sus entrañas posee tanta información que puede catalogar y clasificar según sus recuerdos y emociones, lo que cada Villenero expresa de manera involuntaria en esos 5 dias grandes de Septiembre, sin olvidar el resto del año, con los actos que pertocan en fechas señaladas en el calendario Festero. Una marcha mora, un pasodoble o una marcha cristiana, hacen de un instante un marco entrañable un concierto, un desfile, pasacalle o un sin fin de combinaciones armónicas, donde sin ellas no habría fiesta o la fiesta tampoco tendría significado ninguno, de aquí la importancia de la música.

Decidme la verdad, no os ocurre que cuando oímos la melodía de La Entrada, en esos meses aburridos que nada tiene que ver con Septiembre, un vuelco invade el corazón y una serpentina de nervio recorre nuestro cuerpo, ese o cualquier otro reflejo, o esas noches que se acercan a la emotiva semana grande, donde piensas, ya hace el fresquico de la diana, y lo mismo es el mes de Julio, en su amanecer, para los mas madrugadores.

O ese aroma y olor que desprenden las tradicionales pastas y toñas, que con solo su brisa te traslada a ese momento sea el mes del año en el que estemos, donde el recuerdo nos lleva a estar en cualquier acontecimiento festero.

O por error, cuando olemos la hierbabuena de unos mojitos veraniegos o un plato de caracoles, tapa tan típica en nuestras tierras, siempre hay alguien que dice, me recuerda a la alhabega, que olorcica a fiestas, trasladándonos a la imagen de nuestra patrona, y su caminar a hombros.

Por otro lado, nos aparece un complemento o incluso confeti en sitios donde ni creíamos que podría existir, hay unos segundos de silencio y piensas, madre mía pues no queda aun para fiestas, o donde las anécdotas y nostalgias hacen que pensemos en los que un día nos dieron toda esas fuerza, sentimientos y significados de las fiestas, o te enseñaban las melodías y estrofas típicas de tu comparsa, y hoy ya no están con nosotros...

Perdón, las lágrimas me acaban de aflorar...

Es inevitable no emocionarse cuando en el momento menos insospechado los recuerdos florecen en nuestra cabeza y entorpecen unos segundos la rutina diaria.

Ese ente extraño, aparece en nuestro cuerpo y por un instante nos da fuerza para continuar y luchar por lo que uno quiere, siente y enamora.

Pero es así, nadie manda en los sentimientos de las personas, son las personas las que hacen que esos sentimiento hacia alguien, den fruto de algo maravilloso como es el amor hacia el otro, o hacia uno mismo.

Me enternece cuando en un segundo, es el reflejo de la mejor fotografía que uno puede tener, lo mas grande y poderoso, lo sagrado para uno, el recuerdo en la retina del instante festero, bien favorito o encontrado por casualidad, pero he de decir que las casualidades no existen, si tiene que ocurrir es por algo, no se nos vayan por las ramas, bien..., continuo.

Si me refiero a esa mirada dulce y contagiosa, donde un metro de altura con sus mejores galas hace que se nos caiga el alma cuando con su ingenio desprende el aplauso del público y nos llena de emoción e ilusión para decir, ahí está, ese es mi hijo, no tiene precio esa carita llena de nervio y emoción, o la que más me fascina y me deja sin palabras, una estiradita al nudo de la faja, y mirando abajo tienes a tu princesita o a tu guerrero que te dice, ¿Papi al año que viene también serán las fiestas verdad?, y tu le dices, ¡¡claro que sí cariño!!, y la llenas con el mejor de tus besos, ahí es cuando tu te haces pequeño, y te das cuentas de las cosas importantes de verdad, dejando a un lado lo que sobra.

Y no olvidemos de las parejas, donde muchas, que ahora estaréis leyendo, surgisteis de esas noches de juerga y desenfreno, a esos Troyanos, noches de Guarida o Cábila, que al igual que la famosa Discoteca-Dafnis, ha día de hoy gran parte de la generación de los 90s, hemos formado ese futuro que por aquellos entonces engendrasteis, criasteis como mejor pudisteis y educasteis con la mejor de las artimañas posibles. A parte de todo esto, no se me olvida a las grandes manos que hacen posible las numerosas indumentarias y trajes festeros.

Las personas que durante todo el año se implican en hacer posible que el día cumbre, a la fecha mas esperada de nuestros dias grandes, muestren sus obras de arte. Madres atareadas con el fin de que sus hijos y maridos luzcan de forma natural, el bamboleo de los pantalones al ritmo de la música.

Abuelas llenas de ilusión por haber formado parte de la confección y bordado de las piezas del traje característico de cada comparsa.

Felicidad plena en las caras de los mas pequeños por acompañar en los actos mas peculiares para ellos por primera vez.

Estruendo y ruido de los arcabuces, de unos y de otros dando llamada y anuncio a los dias de convivencia y jubilo de la ciudad.

Silencio sepulcral y respetuoso ante la mirada de nuestra madre la Virgen de las Virtudes abogada contra la peste.

Trajes de escuadra llenos de fantasía, brillo y colorido.

Espera latente la de todo un año por lucir y desfilar por las calles de la ciudad, donde Villena en 5 dias es frenada e inversa de historia y alegría.

Representada por históricas embajadas y conversiones del moro al cristianismo.

Abandono de penas y recompensa mental, dejando atrás si cabe por unos dias de la rutina diaria, convirtiéndonos en gentes de aquellos entonces, donde cada cual hacía justicia a lo que su corazón dictaminaba.

¿Bueno después de esto aun no te imaginas quién puedo ser?, si no es así, yo sigo mi camino.

Agradecimiento, palabras de anhelo, gente que deambula, que va, que viene, personas que se cruzan en tu vida, y dejan huella, esas a las que solo las conoces, como digo yo , en el famoseo festero, en la ‘’ jet set’’ festera, fotos, videos, televisión., pero el día menos pensado tu por tu ingenio, curiosidad o ímpetu a dar los primero pasos en ese mundo, te dan la oportunidad de ser cabo de escuadra o bloque, festero de a pie, o incluso diseñador de la fiesta, algo ya en mayúsculas... madre mía pues no echan horas esa gente, para solo apreciar el resultado final, y sobre todo criticado, a mi me lo vais a contar, estoy en todos los rincones que no se os olvide.

¿Aún no aprecias quién se esconde detrás de estas frases?, bueno os daré una pequeña pista, en el párrafo de arriba si ponéis atención a la lectura en sus iniciales me podréis encontrar.

Sin mi, nada seria lo mismo, ni el suspiro de la mañana al despertar, una fragancia septembrina al caminar, una mirada hacia atrás, una sonrisa de amabilidad, un gesto de pasión, el nervio por acompañar al mas querido, notas al viento, un silbido, una lágrima... que no se os olvide que sin mi nada seria igual.

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