Yachting 34 by Editorial Mundial

RET. DE TAPA

AVISO

EDITORIAL

Por Martín Rodrigo Villasante

GRANOS DE TRIGO

fusilamiento llevan, antes de la Navidad, al ruso Fiódor Dostoyevski, encarcelado el 23 de abril de 1849 por conspirar contra el zar Nicolás I. Ojos vendados, escucha tiros. No es su hora: absuelto, lo condenan a cinco años de trabajos forzados en la cruda Siberia. Con Crimen y castigo (1866), otra de sus creaciones maestras ha sido Demonios (1871). Refleja esta obra un tema crucial para Dostoyevski: “El que me ha atormentado: la existencia de Dios”. De esos años “silenciado dentro de un ataúd”, contaba: En verano, encierro; en invierno, frío insoportable. El piso podrido. Suciedad de una pulgada. Imposible no comportarse como cerdos. ¿Quién no atraviesa ángeles y demonios? Demonios del intrincado estrecho de Bass cruzaron los navegantes de la regata Sídney-Hobart de 1998. Contemporánea al sismo en Quetzaltenango, Guatemala, donde liquidan al obispo Gerardi, a dos días de su informe Guatemala: nunca más, con pruebas de terrorismo de Estado, 200.000 indígenas asesinados y 1.000.000 de exiliados. Ese 1998, miles van al primer Día Nacional del Perdón en Australia, en memoria del secuestro de niños aborígenes entre 1869 y 1976. Es Sídney la urbe más grande de Oceanía, término francés acuñado por el geógrafo Conrad Malte-Brun en 1812. Primer asentamiento británico en Australia. Fundada en 1788, con aguas del río Hawkesbury al Norte, por el almirante Arthur Phillip, ideólogo de una colonia penitenciaria en la costa sur de Puerto Jackson. Toma Sídney su nombre de Thomas Townshend, lord Sídney, ministro del Interior británico. Locación de los filmes Mouling Rouge, Star Wars, Matrix. Nobel de Literatura para Saramago ese 1998. “Alegría y dolor no son como el aceite y el agua sino que coexisten”, decía. Aupaban ese 1998 los ángeles a un pescador para ha-

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llar una pulsera de plata de Antoine de Saint-Exuperý, autor de El Principito, cerca de Marsella. Ganaba una multiétnica Francia el Mundial de fútbol (Desailly, nacido en Ghana; Zidane, marsellés de padres argelinos; Karembeu, oriundo del Pacífico; más árabes, más caribeños, más africanos). Vencían ese 1998 los barcos Max Plus y Audaz en el Circuito Atlántico Sur y en la pierna Buenos Aires-Mar del Plata, regatas clásicas del Yacht Club Argentino. Se describía “soñador” el ingeniero Dostoyevski, ya a los 24 años celebridad. Traductor de Eugenia Grandet, de Balzac, para saldar una deuda de 300 rublos. Padecía epilepsia, como sus personajes Murin y Ordínov (La patrona, 1847), Nelly (Humillados y ofendidos, 1861), Myshkin (El idiota, 1868), Kiríllov (Demonios, 1871) y Smerdiakov (Los hermanos Karamázov, 1880). Cáncer padecía Santiago Lange en 2015 antes del oro olímpico en Río 2016. Lo superó entonces para la gloria en la bahía de Guanabara y para sus podios en Miami ahora, a poco de soñar con Tokio 2020. Inhumanos eran los demonios al inicio. En Gilgamesh, toro salvaje. En Beowulf, monstruo de un pantano. En el Génesis, serpiente. En el Libro de Job, demonio que apuesta con Dios. “El Libro de Job nos habla del salvaje misterio de la Creación —anota el alemán George Steiner—, del Ser cuando cobra forma”. En la Literatura infantil, brujas, madrastras, ogros. Todos los enfrentamos. Son como unos granos de trigo. Dostoyevski, también. En su lápida, se lee un versículo de San Juan, epígrafe de Los hermanos Karamázov: Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero, si muere, dará mucho fruto. Invoca el gaucho Martín Fierro: “Que la Tierra no da fruto si no la riega el sudor”. Porque, pudriéndose, nada es infecundo, y sirve al molino para harina del venidero pan. Yace tierra fértil bajo el rastro de la lava ardiente. •

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STAFF Editor responsable y dirección general

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Martín Rodrigo Villasante Directora de imagen

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Martín Rodrigo Villasante Belén Sainz Trápaga Fotografía

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SUMARIO

NAVEGAR, A PESAR DEL MAL RECUERDO Con las seis muertes de 1998 aún en la memoria, los navegantes vuelven a disputar la pierna Sídney-Hobart, atravesando el estrecho de Bass en el mar de Tasmania. Para muchos pescadores experimentados de la zona, “son regatistas que han tenido siempre más pelotas que cerebro”

LA TRADICIÓN DE PONER RUMBO HACIA EL ESTE

Como cada verano desde 1995, el Yacht Club Argentino larga su regata desde Buenos Aires hasta las playas de Uruguay

PENSANDO EN JAPÓN

POR MUCHAS MÁS ALEGRÍAS

Con miras a los Juegos de Tokio 2020, Santiago Lange y Cecilia Carranza volvieron a ganar dos medallas en Miami: en la Skiff Midwinter Regatta y en la fecha de Copa del Mundo

Así como Luis Soubie y Diego Lipszyc en Toronto 2015 (foto), el seleccionado argentino de yachting viaja a Perú para subir al podio en los Panamericanos de Lima 2019

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La largada de la pierna Sídney-Hobart del 26 de diciembre de 1992, cuando resultó triunfador el velero New Zealand Endeavour (2 días, 19 horas, 19 minutos y 18 segundos), entre 110 inscriptos y 102 equipos que lograron cruzar la línea de meta

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Si bien el 26 de diciembre de 1982 el velero Condor, de Bermudas, lideró la largada, terminaría en el 95º lugar, con una marca de 3 días, 6 horas, 6 minutos y 16 segundos (ganó el australiano Scallywag: 2 días, 19 horas, 19 minutos y 16 segundos)

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A toda vela, avanza el viernes 26 de diciembre de 2014 el Comanche, del estadounidense Kenneth Read, competidor en la Copa AmĂŠrica de 2000 y de 2003 con el Stars & Stripes, y tambiĂŠn en las Ăşltimas cuatro piernas de la Volvo Ocean Race de 2005-2006

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En medio de vivaz oleaje, palmo a palmo navegan los 57 barcos de 2002, de los cuales 53 cubrirán el trayecto; encabezó la flota el neozelandés Alfa Romeo I, de Neville Alexander Crichton, millonario distribuidor de vehículos en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica que se sometió a 30 cirugías para superar un cáncer de garganta diagnosticado en 1979, incluso a riesgo de ir perdiendo completamente la voz

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Sobrevuela un helicóptero de Seguridad a la flota en 2002: de izquierda a derecha, aparecen en la imagen el Canon Leopard, el Grundig y Australian Skandia, de Sean Langman, quien finalizaría en el 2º puesto (registró 2 días, 6 horas y 42 minutos, detrás de los 2 días, 4 horas y 58 minutos del Alfa Romeo I)

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Parecen acróbatas los tripulantes de la nave Ambersail, en 2018 primer representante de la historia de Lituania, comandado por Simonas Steponavièius y con una tripulación completamente lituana

GALERร A VOLVO OCEAN RACE

Adelante en las posiciones de la flota, la tripulaciรณn del Wild Oats XI (derecha), salida del jueves 26 de diciembre de 2013

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Las olas salpicando la cubierta, efectúa maniobras en cuclillas uno de los navegantes de la embarcación Hugo Boss, bandera británica, timoneada por Alex Thomson, con 24 años el patrón más joven en dar la vuelta al mundo

YACHT NEWS

RÍO A SUS PIES Situado en la mejor zona de Copacabana, el JW Marriott Hotel Rio de Janeiro es ideal tanto para viajes de negocios como para disfrutar de unas vacaciones en la playa

l Cristo Redentor, el Pan de Azúcar y el Fuerte de Copacabana son algunas de las icónicas imágenes de Rio de Janeiro que pueden verse desde los amplios ventanales del JW Marriott. Y es que este hotel de lujo de nivel internacional tiene, además del respaldo de una marca sofisticada y confiable en todo el mundo, una ubicación inmejorable: está frente a la playa, apenas a dos cuadras

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de la turística Avenida Nossa Senhora de Copacabana y a sólo 24 kilómetros del Aeropuerto Internacional Antonio Carlos Jobim y a 12 del Aeropuerto Santos Dumont. El lobby, grande y luminoso, da la bienvenida a un hotel de estilo cálido y acogedor, donde ningún detalle queda librado al azar. Con una atmósfera refinada y armoniosa basada en la elegancia de lo sencillo logra que los huéspe-

des se sientan cómodos y a gusto. Diseñado por el Arquitecto Paulo Casé e inaugurado en 2001, el hotel tiene 17 pisos y 245 habitaciones, incluyendo 15 junior suites y una suite presidencial adonde se hospedó, entre otros, el ex presidente estadounidense Barack Obama en 2011. Las habitaciones están equipadas con TV, Ipod deck y teléfono, cuentan con Internet de alta velocidad y todos los elementos nece-

sarios para estar cómodo: bata, pantuflas, secador de pelo, plancha, máquina de café, minibar y caja fuerte. El hotel ofrece un servicio de playa que incluye reposeras, sombrillas y toallas, que se entregan diariamente desde las 9 de la mañana y hasta las 5 de la tarde. En la terraza hay una piscina, un spa con dos salas de masajes y un Fitness Center, abierto las 24 horas, además de un food truck para disfrutar al aire libre de su alucinante vista panorámica de la playa de Copacabana. La experiencia JW Marriott se com-

pleta con todas las facilidades para viajes de negocios. Hay diez espacios de reuniones que suman más de 3000 metros cuadrados destinados para eventos y conferencias, con soporte audiovisual y una gran variedad de opciones de catering. El Lounge Ejecutivo situado en el noveno piso está disponible para los huéspedes que se alojan en las habitaciones ejecutivas y junior suites, así como para los miembros del programa Marriott Bonvoy Elite. Por último, las opciones gastronómicas abarcan el Terraneo Restaurant,

The Carioca Bar & Restaurant, el mencionado Food Truck-Moonlounge y el room service. El servicio proporcionado por el staff es muy eficiente y tiene ese plus de amabilidad característico de los brasileños.•

Más información: Av. Atlântica 2600, Copacabana – Rio de Janeiro – Brazil +55 21 2545 6500 jwmarriottriodejaneiro.com

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REGATA SÍDNEY-HOBART

PACÍFICO

INFIERNO

Navidad en el estrecho de Bass Permanece fresco el lúgubre recuerdo de 1998, cuando una brutal tormenta con vientos huracanados de 90 nudos —166 km/h— y olas de hasta 24 metros causó en “la Ruta de los Sesenta Bramadores” seis muertes, cinco barcos hundidos y 55 personas rescatadas. Sin embargo, cada 26 de diciembre desde 1945 continúa largándose esta temible regata de 628 millas náuticas (1163 kilómetros), que sale desde el continente australiano para adentrarse en aguas poco profundas, batirse contra ventarrones endemoniados y recalar en la isla de Tasmania

Tan oscuro es el fondo, que no deja ver nada si no subes hasta el dorso del arco en que la roca es más saliente. Poema Divina comedia, de Dante Alighieri

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Por MartĂn Rodrigo Villasante

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amás un mote describe la vastedad de un hombre. La última resulta inabarcable a la primera. Tenzing Norgay no se llamaba Tenzing Honrgay. Lo bautizaron Namgyal Wangdi. Se supone nacido el 29 de mayo de 1914, vaya uno a saber. Mes y medio antes del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, capital bosnia, episodio que el 28 de julio de 1914 desataría la Segunda Guerra Mundial. La revista Time incluyó a Tenzing Norgay entre las 100 personas más influyentes del siglo XX. Pertenecía a la etnia sherpa o serwa (ser significa ‘Este’ y wa significa ‘gente’), habitantes de las regiones al este del Tíbet en la China, Bután, la India, los Himalayas. La última mujer de pura sherpa, Trugernanner o Truganini, murió en 1876 en Hobart. Su cuerpo fue exhumado, y su esqueleto, dado 98 años al Royal Society Museum. Expuesta al público en una vitrina hasta 1947. En 1976, a un siglo de su muerte, su esqueleto fue incinerado y sus cenizas, esparcidas por sus descendientes. En 1997, la Royal Albert Memorial Museum de Exeter regresó su collar y su pulsera a Tasmania. Budista era Tenzing Norgay. Ladero de travesía de Edmund Hillary, cual Sancho Panza de Don Quijote. Juntos, el espigado neozelandés Edmund Hillary y el simpático sherpa nepalí Tenzing Norgay se convirtieron el 29 de mayo de 1953 en los primeros en hacer cumbre en el Everest, de 8848 metros, el monte más alto de la Tierra. A partir de entonces, Tenzing Norgay hasta empezaría a celebrar todos los 29 de mayo su natalicio. Desde hacía un siglo, 1852, la cima del Everest —llamada así en honor a sir George Everest, coronel, topógrafo y geógrafo galés al servicio de la Corona británica y miembro de la Royal Society— suscitaba el interés de los alpinistas. La primera expedición británica se había llevado a cabo en 1921. Otras hubo en 1922 y en 1924, año en el que Andrew Irvine y George Mallory desa-

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parecieron en la arista norte. En la novena expedición, pisaron la cima Edmund Hillary, montañista, piloto, filántropo y explorador, y Tenzing Norgay. Eran las 11:30. Regresaron para contar la hazaña. Aquel 1953, en Moscú fallecía el dictador Stalin. En París, se estrenaba la tragicomedia Esperando a Godot, del irlandés Samuel Beckett, en la que los vagabundos Vladimir y Estragon esperan a un tal Godot. En Buenos Aires, a pesar de las amenazas de bomba, miles de obreros iban al acto encabezado el Día del Trabajador por el presidente general Juan Domingo Perón. En la abadía de Westminster, era coronada la reina Isabel II. Ganaba Ernest Hemingway el premio Pulitzer por El viejo y el mar. Publicaba el mexicano Juan Rulfo el libro de cuentos El llano en llamas. A tres meses de subir al Everest, sir Edmund Hillary contrajo matrimonio con su primera esposa, Louise Mary Rose, con quien tuvo tres hijos: Peter, Sarah y Belinda. “Cuando pedí la mano de Louise, ¡estaba tan aterrorizado como al subir el Everest!”, bromeaba Hillary. En 1975, camino a la aldea de Phaphlu, donde Hillary ayudaba a construir un hospital, tanto su esposa Louise como su hija Belinda (de 16 años) fallecieron, a poco de despegar, en un accidente aéreo cerca del aeropuerto de Katmandú, la misma ciudad en que Hillary sufriría una caída casi mortal el 22 de abril de 2007. Moriría Hillary, ya en su país, un año más tarde, el 11 de enero de 2008. Su segunda compañera, viuda de uno de sus mejores amigos y con quien se casaría en 1989, fue June Mulgrew. Cuando Edmund Hillary murió, permanecieron a media asta las banderas en Nueva Zelanda y en las bases de la Antártida. Rosas rojas esparcieron en el funeral. Había nacido Edmund Hillary el 20 de julio de 1919. Practicaba montañismo en el secundario. A los 20 años, escaló en su tierra el monte Ollivier. Formó parte de la Royal New Zealand Air Force en la

Segunda Guerra Mundial. Falló en 1952 un intento de ascenso al Cho Oyu (“Diosa Turquesa” para los tibetanos), de 8188 metros. Llegó al Polo Sur por tierra en 1958. Posteriormente, al Polo Norte. Primer ser humano en llegar a ambos polos y a la cúspide del Everest. De 1985 a 1988, transformado en héroe y siendo embajador en el Nepal donde construía escuelas y hospitales, se desempeñó como alto comisionado de Nueva Zelanda en la India y en Bangladesh. Impulsó en los años setenta reformas legales en cuanto al aborto, concepción y esterilización. Era presidente honorario de la Fundación Estadounidense-Himalaya, dedicada a mejorar la vida de los habitantes de los Himalayas. Vivió Edmund Hillary la mayor parte de su vida en Remuera Road, Auckland. Le gustaba leer novelas de ciencia ficción y frecuentar las playas de Waitakere. Sus antepasados residían en Auckland desde 1925. En cambio, Tenzing Norgay vivió hasta su muerte, en 1986, a los 72 años, en el pueblo de Toorig Socing Busty, Katmandú, cercano al Everest. Tenzing Norgay se casó tres veces. Con Dawa Phuti, tuvo un hijo, Nima Dorke, muerto a los 4 años, y una hija, Pem Pem, cuyo hijo Tashi Tenzing escaló el Everest. Cuando su esposa Dawa Phuti falleció, Tenzing Norgay se casó con la prima de su esposa, Ang Lahmu. Su tercera mujer se llamó Dakku, con quien se casó mientras vivía su segunda esposa, acorde a la poligamia de los sherpa. Tuvieron tres hijos varones y una hija. Entre los varones, figuraba Jamling. Paradojas del destino, Jamling fue compañero de Peter Hillary, hijo de Edmund Hillary, al escalar el Everest durante una celebración en 2003 por el 50º aniversario de la proeza paterna. Previo al simbólico ascenso de Peter Hillary y Jamling Norgay en 2003, transmitió Edmund Hillary sus experiencias en 2002 en una charla con motivo de la temida Regata Rolex Sídney-Hobart. Legen-

Una brumosa imagen de la flota en 2011, con el velero Lahana, construido en Nueva Zelanda en 2003, propiedad entonces de Stewart Thwaites (lo llamó Zana y Konica Minolta), antes de que lo comprara Peter Millard en 2009

daria prueba oceánica. (Ese 2002, un poco del cabello y de la piel de la última mujer sherpa, Trugernanner, fueron encontrados en la colección del Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra y devueltos a Tasmania.) Ese 2002, la firma Rolex se transformó en el auspiciante principal de la Sídney-Hobart, instaurada en 1945, fin de la Segunda Guerra Mundial. Son 628 millas náuticas, 1163 kilómetros. Cada 26 de diciembre, desde el puerto de Sídney hasta el puerto de Hobart, en la isla de Tasmania, estrecho de Bass mediante. La aproximación final a Hobart encierra atravesar la bahía de las Tormentas y remontar el imprevisible río Derwent. Capital y ciudad más grande de Tasmania es Hobart, al sur de la isla. Tasmania se llama así en honor al explorador y comerciante neerlandés Abel Janszoon Tasman, primer europeo en haber informado sobre la existencia de esta isla, el 24 de noviembre de 1642. VOLCANES SUBMARINOS Según la Agencia Nacional de Ciencia de Australia (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation, CSIO, por sus

siglas en inglés), bajo el mar de Tasmania se acaba de hallar una cadena gigantesca de montañas volcánicas submarina de más de 3000 metros de altura, a 5000 metros de profundidad. Los científicos investigaban rodeados de una treintena de ballenas jorobadas y de unas 80 ballenas de aleta larga. “Cuando Australia, la Antártida y Tasmania se partieron hace unos 30.000.000 de años, un gran punto caliente apareció por debajo de la corteza terrestre, formó estos volcanes y luego ayudó a que la corteza se rompiera para que todas esas áreas pudieran comenzar a separarse”, explicó la geógrafa Tara Martin a ABC News. Encarna una especie de volcán a vela el Wild Oats XI, barco de Mark Richards. Ganó la SídneyHobart por novena ocasión. Novena. Dio el cañonazo de salida Denis O’Neil, ganador 50 años atrás, en 1968, con el Koomooloo. Salieron 85 veleros en 2018, con vientos del Este-Noreste de entre 10 y 14 nudos (entre 18 y 26 kilómetros por hora). Allí, estaban la embarcación más pequeña, el Gun Runner, del Ejército australiano, 9,20 metros de eslora, al mando del teniente

coronel Maurice “Reece” Young; el australiano Tony Ellis, de 73 años, presente 51 veces en la SídneyHobart; el gaditano Rafa Trujillo, medallista olímpico y tricampeón mundial de la Clase Finn, a bordo del TP52 Envy, de Barry Cuneo; el único equipo femenino, Wild Oats X, al mando de la australiana Stacey Jackson, con varias tripulantes experimentadas en dar la vuelta alrededor del globo, como la inglesa Dee Caffari. Representantes de los seis estados australianos, además de atletas provenientes de la China, Francia, Alemania, Hungría, Hong Kong, Polonia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Un millar de navegantes. Las previsiones meteorológicas señalaban relativa calma y vientos del Norte-Noroeste de entre 15 y 20 nudos (28 a 38 kilómetros por hora), con rachas de 35 nudos (68 kilómetros por hora). Festejó el Wild Oats XI de 2005 a 2008, en 2010, de 2012 a 2014, y ahora, en 2018, en medio de una pugna feroz con otras tres embarcaciones: el Comanche, de Jim Clark y de Neville Crichton, defensor del título, resignado a quedarse antes de largar sin James Spithill, dos veces gana-

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dor de la Copa América, a causa de una cirugía de codo; el Black Jack, de Peter Harburg, medalla de bronce en 2017 y medalla dorada como Alfa Romeo en 2009; y el Infotrack (otrora Perpetual Loyal), del australiano Christian Beck, campeón en 2016. Los cuatro navegaban a solo cinco millas de distancia antes de la definitiva embestida del Wild Oats XI. El Jurado Internacional desestimó la protesta del Black Jack, segundo clasificado, por una supuesta infracción del Wild Oats XI, al no mantener encendido su Sistema de Identificación Automática (AIS, por sus siglas en inglés), instrumento de seguridad obligatorio. Insuperable, el Wild Oats XI apareció en el puerto Battery Point de Hobart la mañana del viernes 28 de diciembre, alrededor de las 8.20 hora local. Demoró 1 día, 19 horas, 11 minutos y 14 segundos. El récord, 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos (2017), pertenece todavía al Comanche. Esta victoria es un alivio para la familia Oatley, propietaria del Wilds Oats XI, después de tres años de frustraciones. Primera vez desde 1964, además, que el defensor del título volvía a imponerse. Mark Richards ha obtenido ocho victorias en tiempo real (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2012, 2013 y 2014) y dos en tiempo compensado absoluto (2005 y 2012, a un año de que Jessica Watson, conocida por navegar alrededor el mundo con 16 años, compitiera junto con otras jóvenes australianas de 21 años o menos edad). Así, se suma el Wild Oats XI a leyendas como el velero británico Rani, dominador en 1945 con una marca de 6 días, 14 horas y 22 minutos. El australiano Morna, triunfador en la segunda, tercera y Sídney-Hobart (de 1946 a 1948). Esta embarcación pero bajo el nombre Kurrewa IV celebraría además otras cuatro veces (1954, 1956, 1957 y 1960). Naves que la han conquistado tres o más

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veces han sido el Astor (1961, 1963 y 1964) y el Bumblebee IV (1979, 1988 y 1990, como Ragamuffin). En 1982, el Condor se impuso en la definición más reñida, por apenas 7 segundos, sobre el Apollo III. El Wild Oats XI se convirtió en bicampeón en 2006 e igualó al Astor de los años sesenta. En 2008, el Wild Oats XI se transformó en primer tetracampeón. El Freya de los hermanos Trygve y Magnus Halvorsen había triunfado tres años consecutivos, entre 1963 y 1965. Aunque no en forma consecutiva, lo mismo había logrado el Love & War en 1974, 1978 y 2006. El Gillawa, de David Kent, tiene el raro privilegio de haber sido el único que ha finalizado tres ocasiones seguidas último. Hubo récord en 1975 del estadounidense Kialoa (2 días, 14 horas, 36 minutos y 56 segundos), luego superado, tras 21 años, en 1996, por el alemán Morning Glory (2 días, 14 horas,7 minutos y 10 segundos). En 1999, el dinamarqués Nokia demoró 1 día, 19 horas, 48 minutos y 2 segundos. El siguiente récord surgió en 2005, cuando el Wild Oats XI se consagró campeón en 1 día, 18 horas, 40 minutos y 10 segundos. Desde 2017, impera el Comanche, con un tiempo real de 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos. Prima la heterogeneidad en cuanto a los acreedores al título por tiempo corregido. De 2005 a 2017, correspondió a cinco barcos de entre 40 y 50 pies; a cinco barcos de entre 50 y 60 pies; a tres barcos de entre 60 y 70 pies; y a dos barcos de 100 pies. Prevalece el tamaño, en cambio, en cuanto a los capaces de lograr el título en tiempo real: los australianos Wild Oats XI, Black Jack e Infotrack, además del estadounidense Comanche. Andrew Cape, navegante del Infotrack, apuntaba antes de la partida del 26 de diciembre de 2018: “Aunque es muy pronto para decirlo, si todo transcurre conforme con el plan,

podríamos hablar de un tiempo entorno a un día y ocho horas”. En 2017, el Comanche había marcado el récord, al cruzar la línea de meta tras 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos, como se había mencionado. Superó al Perpetual Loyal, que en 2016 había registrado 1 día, 13 horas, 31 minutos y 20 segundos, en 2016. Ahora, el Wild Oats XI terminó con una marca de 1 día, 19 horas, 7 minutos y 21 segundos. Lo penalizaron con una hora menos debido a una falta en la largada que pudo haber causado una colisión. Sabe cosechar la máxima gloria el Wild Oats XI. Desde el mismísimo año de su botadura, en 2005, cuando conseguía la primera Triple Corona desde el Rani en 1945 (primero en llegar, primero en la clasificación de tiempo corregido y récord), singularidad que el Wild Oats XI repetiría en 2012, fijando un tiempo que no sería rebajado sino hasta cuatro veranos después, en 2016, a manos de su archirrival, el Perpetual Loyal, con aquel tiempo de 1 día, 13 horas, 31 minutos y 20 segundos. El Comanche, campeón de 2017, había encabezado en la versión 2018 las primeras millas de la LXXIV Regata Rolex Sídney-Hobart. Sin embargo, esa ventaja no le alcanzó. TIERRA DE VAN DIEMEN Forma parte el estrecho de Bass de la ruta de “los Cuarenta Rugientes”, de “los Sesenta Bramadores”, de “los Cincuenta Aulladores”. Dos veces más ancho que el canal de la Mancha, tiene 240 kilómetros de ancho y 50 metros de profundidad. Estuvo seco en la era glacial. Separa la isla de Tasmania de la costa meridional de Australia. El primer europeo que lo descubrió, en 1798, fue el navegante y cartógrafo británico Matthew Flinders, prisionero de los franceses durante siete años en la isla Mauricio. Flinders lo bautizó con el hombre del médico de su tri-

El Wild Oats XI, dejando la bahĂa de SĂdney con el spinnaker desplegado en 2011

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Algunos de los navegantes lastimados del Maximus, el 27 de diciembre de 2006, después de un accidente en la madrugada

pulación, George Bass, cirujano de la Marina Real Británica. Se había recibido George Bass en 1789, año de la Revolución Francesa. Arrecifes, intenso oleaje. Muchos de los cazadores de focas se instalaron en el estrecho de Bass. Muy poco calado, enormes olas. Ya había enseñado sus dientes en 1945. “En el estrecho de Bass, las olas son totalmente empinadas, y el clima, imposible de ser predicho. Si no fuera por la capacidad del hombre de seguir adelante, nadie repetiría una experiencia en la Sídney-Hobart”, afirma el extravagante magnate estadounidense Larry Ellison, tripulante del Sayonara en la Sídney-Hobart de 1998, campeón de la Copa América con Oracle en Valencia 2010 y en San Francisco 2013. Soplaron 86 nudos en 1956 en la Sídney-Hobart. En 1962, la bahía de las Tormentas se cubrió de niebla, y en 1963 la azotaron 70 nudos. Récord de 14 barcos retirados en 1970, vientos de más de 50 nudos. Entre 50 y 60 nudos soplaron en 1974. En 1976, 15 navíos rendidos. En 1977, chubasco con rachas de 85 nudos. En 1988, 38 retirados con palos rotos o problemas en las arboladuras. En 1993, solo 38 de los 104 participantes terminaron, en cuatro días con vientos de entre 45 y 50 nudos y rachas de hasta 70 nudos con olas de 10 metros. Dos barcos hundidos y un hombre al agua que esperó cin-

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co horas a ser rescatado. En 1999, 45 nudos, 30 abandonos entre 79 participantes. En 2001, 80 nudos. En 2004, 45 nudos, 57 retirados entre 116 participantes. El mar de Tasmania está al Susroeste del océano Pacífico, entre la Australia continental y la isla de Tasmania al Oeste, y la isla Norte y la isla Sur de Nueva Zelanda al Este. Su nombre verdadero sería “Mar de Tasman”. De Abel Janszoon Tasman, explorador neerlandés que descubrió Tasmani y Nueva Zelanda en el siglo XVII. Abel Janszoon Tasman llamó “la Tierra de Van Diemen” a la isla de Tasmania, en homenaje a su benefactor, Anthony van Diemen, gobernador de las Indias Orientales Neerlandesas, nacido en Culemborg, provincia de Utrecht, Países Bajos. Era Van Diemen un agente de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Como gobernador general, el poder neerlandés se estableció en Ceilán (hoy Sri Lanka), facilitó a los Países Bajos el monopolio del comercio de especias en las islas Molucas, la conquista de las áreas productoras de canela en Ceilán, la captura de la principal fortaleza lusitana de Malaca y la conquista de la isla de Formosa (actualmente, Taiwán). Tasmania es un estado de la Mancomunidad de Australia, en Oceanía. Población de 519.000 habitantes, y más de 300 pequeñas

islas adyacentes. Los aborígenes de Tasmania fueron exterminados durante “el Genocidio de Tasmania” o “la Guerra Negra”, comienzo del siglo XIX. Conflictos entre colonos británicos y aborígenes tasmanos. El primer enfrentamiento ocurrió el 3 de mayo de 1804. La colonización británica de Tasmania se había iniciado en 1803, cuando se creó el primer asentamiento europeo en la isla, que era una colonia penal. El 1º de diciembre de 1826, se publica en el diario Colonial Times de Tasmania un artículo llamando a los colonos a perseguir a los nativos en defensa propia: La defensa propia es la primera ley de la Naturaleza. El Gobierno tiene que retirar a los nativos; si no, ¡serán cazados como animales salvajes y destruidos! Hay informes sobre las masacres y las mutilaciones de orejas de los aborígenes. Había en Tasmania entre 5.000 y 10.000 habitantes autóctonos, nómadas y cazadores. Andaban desnudos y llevaban el cuerpo cubierto de cicatrices simétricas, practicaban la poligamia y construían sus refugios con ramas. Charles Darwin visitó Tasmania en febrero de 1836. Anotó en su diario: Todos los negros aborígenes fueron confinados (en realidad, como prisioneros) en un promontorio en el estrecho de Bass, cuyo istmo es su guardián. Creo que no fue posible evitar este cruel paso; aunque, sin duda, la mala conducta de los primeros blancos condujo a esta necesidad. Esa isla es casi tan grande como Irlanda. La banda irlandesa de rock U2 titula una de sus canciones Van Diemen’s Land, recordando la deportación que sufrió el líder irlandés John Boyle O’Reilly a la isla cuando era colonia penal, por orquestar una rebelión contra los británicos, causantes de la gran hambruna irlandesa entre 1845 y 1849. En la novela Los viajes de Gúliver (1726), del escritor irlandés Jonathan Swift, se usa “la Tierra de Van Diemen” como punto de referencia geográfica para ubicar a la célebre isla de Liliput, al Noroeste.

¿Qué decir de Hobart? El actor Errol Flynn nació en Hobart. Era hijo del reconocido oceanógrafo, biólogo y antropólogo irlandés Theodore Thomson Flynn, profesor de la Universidad Queen’s de Belfast, y de una joven, Marelle Young. A los siete años, anduvo Errol vagando tres días fuera de casa. En su autobiografía, escribió: El recuerdo principal que guardo de mi infancia es el de unas nalgas martirizadas. Antes de su marcha a Inglaterra para estudiar, lo expulsaron de varios colegios tasmanos. Gracias al renombre de su padre como científico, pudo matricularse en los más importantes colegios de Londres y París. Concluyó sus años académicos en Sídney. Se destacó en todos los deportes. Publicó dos novelas (Beam Ends, en 1936, y Sowdown, en 1946) y una autobiografía póstuma, Errol Flynn: aventuras de un vividor (1959), con una frase suya irónica: En todo el mundo se me identificó como el playboy de Occidente. Ese era yo: un símbolo fálico universal. Practicaba boxeo Errol Flynn. En 1926, conquistó la Copa Davis júnior de tenis. Representó a Australia en los Juegos Olímpicos de 1928 en Ámsterdam. Trabajó de todo: corresponsal en la Guerra Civil Española, marinero, periodista, pescador, lavaplatos, buscador de oro en la isla Salamaua de Nueva Guinea a costa de contraer malaria (que la terminó contrayendo) o disentería, minero de diamantes, cultivador de tabaco, reclutador de mano de obra esclava y dinamitero, peón en una plantación de cocos en 1928. Viajó a los Estados Unidos para representar algunas piezas teatrales. Con su atractivo físico, captó la atención de un cazatalentos de la Warner Bros. Filmó El capitán Blood (1935) y La carga de la Brigada Ligera (1936). El éxito le llegó con Robin de los bosques (1938). Siempre, él mismo grabó las escenas peligrosas. Con sus dobles de riesgo se emborrachaba. Probaba drogas como el opio, la marihuana, la cocaína, y todo tipo de afrodisiacos. No negaba sus adic-

Un miembro del Wild Thing, de Grant Wharington (propietario y patrón), en 2010, cuando chocó contra un barco de prensa; volcó en 2004, perdió un mástil en 2009, se retiró en 2011, lo descalificaron horas antes de largar en 2012 y compitió en 2018

Posa Stacey Jackson el 22 de noviembre de 2018, en Sídney, junto a sus compañeras del Wild Oats X, único conjunto profesional femenino de la historia

ciones, aun al sexo. El divorcio de la primera de sus tres mujeres, Lili Damita, lo arrunió. Era un gran aficionado a la navegación a vela. Tuvo varios veleros: el Flamingo, el Barbary, el Sirocco y el Zaca, con el que recaló en Mallorca en los años cincuenta, visita que le sirvió a Roser Amills como argumento para su novela El ecuador de Ulises. Algunos dicen que Errol Flyn era pronazi, aunque apoyó la República Española y la Revolución Cubana, y que mantuvo relaciones homo-

sexuales con sus amigos Tyrone Power y Truman Capote. Vida turbulenta, llena de escándalos amorosos, judiciales, económicos, y también de dolores, como, por ejemplo, la muerte de uno de sus cuatro hijos, el fotoperiodista Sean Flynn, en Camboya. Murió a los 50 años Errol Flyn, el 14 de octubre de 1959, en Vancúver, Canadá. Había viajado allí el 9 de octubre de 1959 para vender su velero Zaca al magnate George Caldough. Se descompuso a punto de abordar el avión de regreso.

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El director cinematográfico Irving Rapper dijo de él: “Tuvo el mundo entero en la palma de sus manos, y no supo aprovecharlo”. BARCOS Y CÍRCULOS Nueve barcos, nueve círculos. Desde 1945, se celebra de manera ininterrumpida la Sídney-Hobart. Ideada por Peter Luke y amigos. Materializada con la intervención de un oficial de la British Royal Navy, el capitán e ingeniero naval John Illingworth. Servía en submarinos John Holden Illingworth, propietario del Myth of Malham, diseñado por Laurent Giles y ganador de la Fastnet Race en 1947 y en 1949, y de la primera Admiral’s Cup, en 1957. Murió Peter Luke el 23 septiembre de 2007, a los 92 años. Entonces, solamente seguían vivos dos navegantes de 1945: Geoffrey Ruggles, del barco Wayfarer, y John Gordon, del Horizon. John Walker ha sido el navegante más anciano, con 85 años. Nueve barcos, nueve círculos. Nueve barcos participaron del debut. Creció y creció la flota. En 1994, a medio siglo de su origen, ya participaban 371 naves. Hasta 2016, compitieron 5916 barcos y unos 56.000 navegantes, de los cuales 4895 habían cubierto el trayecto. Aquel 1945, los Estados Unidos lanzaban al Japón las bombas atómicas “Little Boy” (6 de agosto, ciudad de Hiroshima, 170.000 muertos) y “Fat Man” (9 de agosto, ciudad de Nagasaki, 80.000 muertos). Nacían por esos años los músicos Bob Marley y Eric Clapton, fallecían los tiranos Benito Mussolini y Adolf Hitler, recién casado con la fotógrafa Eva Braun, hija de un maestro de escuela y de una costurera. Zarpan los barcos de la SídneyHobart cada 26 de diciembre a las 13.00 hora local, pleno Boxing Day, festividad arraigada en la cultura anglosajona. Segundo día de Navidad. También Día de San Sebastián, invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, “el Apolo Cristiano”, soldado del Ejército romano y del emperador Diocleciano acusado de blasfemia por el judaísmo y condenado a lapidación.

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El neozelandés Edmund Hillary y su compañero, Tenzing Norgay, de la etnia sherpa, al este del Tíbet

Con numerosas pancartas reclamando por el cuidado del medioambiente, comenzaba la temporada 1990

Se remonta a épocas de la Edad Media el Boxing Day. Regalan cajas navideñas con dinero, con regalos o con sobras de comida los nobles, los patrones y los sacerdotes a los pobres, a los basureros o a los lecheros, incluso en Alemania, Polonia, Sudáfrica, los Países Bajos, Escandinavia y Cataluña. Se adentran los barcos en aguas espectaculares. Decenas de miles de personas en tierra firme y decenas de barcas en el agua acompañan a los competi-

dores en la largada de esta prueba organizada por el Cruising Yacht Club de Australia (CYCA), con la colaboración del Royal Yacht Club de Tasmania. Iniciada en el descanso del tradicional torneo de críquet de Melbourne. Es uno de los más famosos eventos de Australia la SídneyHobart, tanto como el Abierto de Australia de tenis o de la Melbourne Cup para caballos de carrera, disputada desde 1861. Estampa navideña tradicional, como consecuencia de

A los 82 años, el legendario explorador sir Edmund Hillary, brindando una charla en 2002 antes de la Sídney-Hobart; abajo, la Copa Tattersall George Adams, el premio al ganador de la clasificación general

que una competencia de veleros, la Sídney-Hobart es una competencia de equipos. Otro de los galardones es el Trofeo Jane Tate Memorial, cada temporada para la primera mujer en completar el trayecto. La primera vez que hubo presencia femenina en la Sídney-Hobart fue en 1946, con Jane Tate a bordo del velero Active. Dagmar O’Brien, del Connella, también navegó aquella vez, aunque debió retirarse en el camino. * **

que Australia se sitúa en el primer huso horario del mundo. Prueba náutica transmitida en directo por televisión a millones de personas. Integra la Sídney-Hobart el denominado “Club de las 600 Millas”, con la Rolex Middle Sea Race (Malta, 608 millas náuticas) y la bienal Rolex Fastnet Race (Reino Unido, 603 millas náuticas). Termina esta pierna en Hobart con una gran fiesta al aire libre, bandas musicales, fuegos artificiales, una semana del Festival Taste de Gastronomía. Otorga dos premios principales: a la tripulación más rápida que logra la victoria en tiempo real, un cronógrafo Rolex Oyster Perpetual grabado y el trofeo John Holden Illingworth; a la tripulación con mejor tiempo corregido y vencedora absoluta, un Rolex grabado y la Copa Tattersall. Porque, más

El Infierno es la primera de las tres cánticas de La Divina Comedia del poeta florentino Dante Alighieri. Los siguientes cantos, el Purgatorio y el Paraíso. Está formada por 33 cantos, subdivididos en tercetos. Comienza un Viernes Santo, en 1300. El propio Dante, de 35 años, narra en primera persona. Está Dante a mitad del camino de la Vida, perdido en “una selva oscura” y asaltado por tres bestias: un león (la soberbia), un leopardo (la lujuria) y una loba (la codicia). Lo rescata el poeta romano Virgilio. Ambos se sumergen en los nueve círculos concéntricos infernales. El orden de las penas de los condenados, según Virgilio, depende de la Ética nicomaquea del filósofo Aristóteles. A mayor pecado, menor el espacio físico en que habitan las almas. Antes de entrar, orillas del Aqueronte, Dante ve a los nunca compro-

metidos persiguiendo eternamente una bandera blanca mientras son atacados por abejas y avispas. Virgilio guía a Dante. Franqueado el vestíbulo, llegan a la barca que les permite llegar navegando al Infierno, en cuyo centro está Satanás, inmerso en hielo, llorando y babeando, gigante espantoso con tres caras, una roja, una negra y otra amarillo pálido. Nueve círculos, habitados por personajes diversos. Primer círculo (Limbo). No bautizados y paganos virtuosos, en prados verdes y un castillo con los sabios antiguos: islámicos, como Averroes y Avicena; Virgilio, Homero, Ovidio; el matemático Euclides; Sócrates, Platón y Aristóteles. Segundo círculo (Lujuria). “Malefactores carnales” —Cleopatra, Helena, Aquiles—, impelidos por un viento que los embiste contra suelo y paredes sin descanso. Tercer círculo (Gula). Golosos abatidos por una lluvia de grueso granizo, y ensordecidos por los terribles ladridos de Cerbero, que los desgarra con uñas y dientes. Cuarto círculo (Avaricia y Prodigalidad). Avaros que acumularon bienes materiales y pródigos que los derrocharon, todos empujando grandes pesos. Quinto círculo (Ira y Pereza). Almas de iracundos en la pantanosa laguna Estigia, golpeándose rabiosas y despedazándose a mordiscos. Bajo el agua y hundidas en el lodo,

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CURIOSIDADES Un total de 5509 embarcaciones ha participado desde 1945 hasta 2018, de las cuales han completado el trayecto 4548 barcos (82,56%) y se han retirado 961 naves (17,44%). El barco más pequeño de la historia ha sido el Klinger, de 8,23 metros de eslora. Los hermanos Magnus y Trygve Halvorsen, con 4 éxitos, son los máximos ganadores por tiempo corregido. El barco más antiguo ha sido el Maluka, construido en 1932 y participante en 2008, 76 años después de su botadura. Los navegantes con más participaciones son Tony Cable, con 49 presencias, y John Bennetto y Lou Abrahams, con 44 presencias. Los únicos dos barcos que han logrado la Triple Corona (récord, primero en llegar y primero por tiempo corregido) han sido el británico Rani, en 1945, y el australiano Wild Oats XI, dos veces, en 2005 y en 2012. El timonel más exitoso es Mark Richards, con 9 victorias. El diseñador más ganador es el neozelandés Bruce Farr, con 15 victorias. La primera tripulación completamente femenina ha sido la del Barbarian, timoneado por Vicki Wilman, en 1975. La mujer con más participaciones es la australiana Adrienne Cahalan, con 15 presencias. Se han hundido 9 barcos: el Clywd y el Adjuster (1993); el Winston Churchill, el Stand Aside, el Sword of Orion, el Miintinta y el Midnight Special (1998); el Ray White Koomooloo (2006); y el Georgia (2008). Han muerto 10 navegantes: seis en 1998, Michael Bannister (Winston Churchill), Glyn Charles (Sword of Orion), John Dean (Winston Churchill), Bruce Guy (Business Post Naiad), James Lawler (Winston Churchill) y Phillip Skeggs (Business Post Naiad); uno en 1989, Peter Taylor (BP Flying Colours); uno en 1984, Wally Russell (Yahoo II); uno en 1975, Hugh Vallance (Zilvergeest III); y uno en 1973, John Sarney (Inca).

almas de acidiosos. Sexto círculo (Herejía). Epicúreos, negadores de la inmortalidad del alma y condenados a yacer en

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flamígeros sepulcros destapados. Séptimo círculo (Violencia). Un anillo exterior con los que se dejaron llevar por la violencia, hundidos en el río de sangre hirviendo Flegetonte. Un anillo del medio para los suicidas, transformados en nudosos árboles picoteados y desgarrados por Harpías. Un anillo interior para violentos contra Dios (blasfemadores) y violentos contra la Naturaleza (sodomitas), en un desierto ardiente de arena con una lluvia de llamas. Octavo círculo (Fraude). Diez recintos a los que se llega descendiendo un acantilado en la espalda de Gerión, monstruo alado de tres cabezas, humano, bestial y reptil. Rufianes (proxenetas y seductores), golpeados por demonios. Aduladores, inmersos en excrementos. Los que cometieron la simonía, cabeza abajo y con llamas que les queman los pies. Brujos, astrólogos, y falsos profetas, mirada hacia atrás. Políticos corruptos en brea hirviente. Hipócritas con capas de plomo. Ladrones custodiados por el centauro Caco, escupidor de fuego y mordidos por serpientes. Consejeros fraudulentos, envueltos en llama abrasadora. Divisores de personas, heridos sin cesar por demonios con espada. Enfermos falsificadores, alquimistas e imitadores. Noveno círculo (Traición). Gigantes clásicos y bíblicos, símbolos del orgullo y otros defectos. * ** Denominan los australianos a la Regata Rolex Sídney-Hobart como The Hell Regatta (“la Regata del Infierno”). Permanece fresco el lúgubre recuerdo de 1998, dos décadas ya, cuando una brutal tormenta, de esas que azotan la superficie una vez cada 100 años, originó vientos huracanados de entre 70 nudos (130 kilómetros por hora) con rachas de 90 nudos (166 kilómetros por hora), olas de hasta 24 metros de altura. Enfurecido estrecho de Bass, canal que limita el continente y la isla de Tasmania. Cinco barcos hundidos, 55 navegantes rescatados de sus barcos o de sus balsas de emer-

gencia por helicópteros. Seis vidas perdidas: Glyn Charles, del Sword of Orion; Bruce Guy y Phil Skeggs, del Business Post Naiad; Jim Lawler, Mike Bannister y John Dean, del Winston Churchill. Más recientemente, en 2015, de 108 barcos, tuvieron que retirarse 31 naves en las primeras 24 horas por la dureza de las condiciones meteorológicas frente a la costa australiana. Poseidón descargó en 1998 la peor borrasca en 54 años. Parecían cáscaras de nuez los 115 cascos. Muchos metieron el palo en el agua en varias ocasiones. Desertaron 71 embarcaciones. Solo finalizaron 44 barcos. Pidieron asistencia 16 veleros. Siete fueron abandonados. El sábado 26 de diciembre de 1998, alejada de la bahía de Sídney con la Ópera de fondo, la escuadra puso rumbo Sur para navegar en paralelo a la costa de Nueva Gales del Sur hasta alcanzar el estrecho de Bass. Día soleado, viento cálido. “Todo era como un circo: cervezas, familias, amigos, hermosos veleros…”, recordaba John Gibson, tripulante del Winston Churchill, que en su formato de madera había participado en la primera Sídney-Hobart. No sintió ninguna premonición John Gibson. Era su vez primera. Quizá, era el desparpajo del novato. Viajaba con su hijo. Poco después de la largada, frente frío del Océano Sur. Llegan los primeros informes de una fuerte tormenta al este de Tasmania. Media hora después de zarpar, el parte meteorológico indicaba que el frente de tormenta estaba retrocediendo hacia el camino de la flota. Al Este del estrecho de Bass. Cerca del puerto de Edén, en “el Agujero Negro” o “Triángulo del estrecho de Bass”, zona donde chocan las corrientes del Atlántico contra las corrientes del estrecho de Bass. Pescadores que salen a faenar cada día conocen mejor el área que los navegantes deportivos. El puerto de Edén ha sido caladero de ballenas. Pesca de arrastre, respetar instintos. Los pescadores sabían que lo que se avecinaba en 1998 no era común. Atrapados en un vendaval.

Tig Lowe, Dave Anderson, Sandy Jones y Eric Wing, el 25 de diciembre de 1967, almorzando sobre la cubierta de la nave Carol Anne, de Nueva Zelanda

Cae la noche con nubes y rayos estremecedores. Amanece el domingo 27 de diciembre con olas gigantescas. Horas más tarde, los vientos son ya ciclónicos. “Las sacudidas eran impresionantes —recuerda Gary Ticehurst, piloto de helicóptero de la cadena australiana de radiodifusión ABC (Australian Broadcasting Corporation)—. Las borrascas los arrastraban a unos 100 kilómetros por hora”. Viejos lobos de mar, los pescadores se habían quedado en tierra firme. “Todos los regatistas de la Sídney-Hobart que conozco han tenido siempre más pelotas que cerebro. Por eso, siguieron en sus trece”, ironiza un pescador del puerto de Edén en el famoso documental de la National Geographic sobre la tragedia, titulado Infierno en el Pacífico. Alrededor de las 14:30, se activa la primera baliza de emergencia. Es el Stand Aside, blanco de una ola de 24 metros de altura que destroza el mástil. “El mástil de nuestro barco —aclara Mike Marshman, uno de los

12 tripulantes del Stand Aside— medía unos 19 metros”. Un helicóptero rescata a la tripulación. El Winston Churchill, el más antiguo, con dos vueltas al mundo y 15 veces en la Sídney-Hobart, es golpeado por otra montaña de agua y espuma. Un desastre. Al caer de la cresta de la ola, se parte en dos y se hunde en minutos. Dos balsas salvavidas a la deriva mantienen a salvo por el momento a sus navegantes. Pasarán horas de angustia. El Sword of Orion se enfrenta a una ola de más de 20 metros de altura. Da una vuelta de campana. La botavara, moviéndose descontrolada de un lado al otro de la cubierta, golpea al regatista olímpico Glyn Charles con tanta fuerza que le arranca el arnés. Glyn Charles desaparece en el agua. El velero pierde el mástil. “En mitad del océano, está solo uno mismo y tu barco. No hay escapatoria —afirma Steve Kulmar, del Sword of Orion—. La Naturaleza es más poderosa que uno mismo y tu barco. Nunca debimos haber

estado ahí. Nunca había visto, ni siquiera oído, nada parecido en mi vida. La gente gritando. Parecía que el barco estaba cayéndose”. Ya eran siete balizas parpadeando en un radio de 48 kilómetros. A última hora de la tarde, operación de rescate con 25 aviones y helicópteros, una fragata, media docena de embarcaciones. Ya de noche, se ignora el paradero del Winston Churchill. Hay balsas que se desintegran entre tanta ola. Otros tres navegantes fallecen. Al alba del lunes 28 de diciembre, se suman a la búsqueda aviones civiles. También son auxiliados los sobrevivientes del desarbolado Business Post Naidad, que lleva dos muertos a bordo: el patrón, debido a un ataque al corazón, y un ahogado con su propio arnés. Un avión avista una balsa a 145 kilómetros de distancia de la última posición que se tenía del viejo Churchill. A 28 horas de haber abandonado la nave, un helicóptero rescata a los náufragos en plena noche y bajo extremas

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condiciones meteorológicas. Se sabrá luego que, llegada la noche del domingo 27 de diciembre, una de las balsas del Winston Churchill se dio vuelta. Estaban entre la Vida y la Muerte, sumidos en la más absoluta oscuridad. Otro golpe de ola. Luchan por el oxígeno dentro de esa pequeña bolsa de aire. Alguno tiene que salir a la superficie. Pero salir significa quitarse el chaleco salvavidas y enfrentarse a vientos de 105 kilómetros por hora. En la balsa de Stanley y de Gibson también tenían que tomar una decisión. Le hicieron un agujero a la balsa. Los cinco tomaron un cuchillo, y juntos realizaron el corte. Hasta que otra ola los volvió a tumbar y entonces el fondo de la balsa al descubierto se convirtió en otra amenaza. La balsa era como una enorme rueda de tractor. Goma resbaladiza,

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cuerpos zamarreándose. Cada 20 minutos, una ola gigantesca. Rezaban para que no los golpeara. Una nueva ola los desarmó. Se veían pequeñas luces. Se oían voces gritando en un mar de espuma blanca. “El miedo, la tortura, el dolor —comenta Paul Lumtin, del Winston Churchill— habían terminado”. El martes 29 de diciembre, el Sayonara de Larry Ellison, tripulado por gran parte del todopoderoso Team New Zealand, resultó el primero en aparecer al otro lado del estrecho de Bass. Había podido eludir veloz el corazón de la tormenta. “Creíamos que no podíamos conseguirlo —rememora Larry Ellison—. Las olas medían 15 metros de altura y eran verticales. Como caer desde un edificio de cuatro plantas cada 45 segundos. Eso, durante tres horas. Horrible. Una de las cosas que

más me impactó fue ver cómo experimentados hombres de mar lloraban como niños cuando llegamos a puerto. Todos sabíamos lo cerca que habíamos estado de la muerte. Todos estábamos en silencio, felices de estar vivos”. Según las investigaciones, los meteorólogos de la Oficina Meteorológica Australiana constataron que las condiciones iban a ser mucho peores de los entre 40 y 50 nudos previstos y trataron de avisar a la Oficina de Regatas del CYCA, pero no había nadie trabajando. Las familias de las víctimas y de los sobrevivientes demandaron al CYCA. Hubo críticas a los navegantes por no buscar refugio en la costa, y a los meteorólogos, por no anticipar lo que se avecinaba. Para los pescadores, se trató de un acto de arrogancia. Decían: “Hay que reconocer los límites. El Mar

Imponente vista panorámica de la había de Sídney, con la Ópera de fondo, mientras la flota zarpa en 1998, preludio de muchos momentos de zozobra

no tiene piedad. Cuando el Mar se rebela, te puede dar una patada en el culo”. Larry Ellison les respondía: “No creo que haya sido tanto arrogancia como curiosidad”. John Gibson, uno de los dos supervivientes de una de las balsas salvavidas del Winston Churchill, añade: “Es fantástico estar vivo. Todavía adoro el Mar, pero ahora sé lo que es capaz de hacer. El Mar es el Mar, y nosotros somos seres humanos. El Mar no es nuestro elemento, y en aquella Sídney-Hobart el Mar se volvió loco; las olas se enfurecieron, y nosotros estábamos en un lugar que no nos correspondía. Por eso, murieron seis hombres. Espero que hayamos aprendido la lección”. A partir de 1998, se efectuaron numerosos cambios en las medidas de seguridad. Se convirtió en obligatorio para la mitad de todas las

tripulaciones el Curso de Seguridad y Supervivencia en el Mar, aplicado ahora por la Federación Internacional de Yachting (ISAF, por sus siglas en inglés). Cada tripulante debe llevar una radiobaliza Emergency Position Indicating Radio Beacons (EPIRB) y estroboscopio. Cada balsa salvavidas lleva una EPIRB. Se prohibieron los chalecos salvavidas estilo West West. Resulta ineludible ahora informar las condiciones de la tripulación y del barco a la altura de Green Cape, entrada al estrecho de Bass. Las velas de tormenta llevan una identificación especial. Se controlan los radios antes de la largada. Todas las embarcaciones deben llevar barómetro y un radio de alta frecuencia VHF (Very High Frequency) portátil a prueba de agua. Pero estas máximas precauciones del presente no permiten ya revertir

el pasado. Dos décadas después de la tragedia de 1998, exactamente a las 15:00 del 27 de diciembre de 2018, el CYCA se prepara para rendirles un nuevo homenaje a los seis navegantes fallecidos en aquella endiablada tormenta transmitiendo en el informe de radio las mismas palabras que el 1º de enero de 1999 pronunciaba Hugo Van Kretschmar, entonces comodoro del CYCA, durante el funeral en el muelle de Hobart: Mike Bannister, John Dean, Jim Lawler, Glyn Charles, Bruce Guy, Phil Skeggs. Que el viaje eterno en el que se han embarcado ahora sea bendecido con mares tranquilos y suaves brisas. Que nunca tengan que arrizar o cambiar la vela mayor en la noche. Que vuestras literas estén siempre calientes y secas.•

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YACHT NEWS

POTENCIA DEL MUNDO DIGITAL El nuevo Porsche 911: la octava generación del icónico deportivo tuvo su estreno mundial en Los Angeles

ensación en Los Angeles: la octava generación del Porsche 911 fue presentada en la víspera del Salón del Automóvil. Con su indiscutible ADN de diseño Porsche, el nuevo 911 –que estará llegando a América Latina y el Caribe en el segundo semestre de 2019– continúa siendo la referencia en exclusividad deportiva. Es a la vez moderno y atemporal, con un aspecto mucho más musculoso y un interior que incorpora una pantalla táctil. Los controles inteligentes y los innovadores sistemas de asistencia del chasis combinan de forma magistral el dinamismo sin compromiso que ha dado fama a este deportivo clásico de motor trasero con las exigencias del mundo digital.

La evolución que ha experimentado la siguiente generación de motores bóxer turboalimentados de seis cilindros hace que sean ahora más potentes que nunca, con 450 caballos de fuerza (331 kW) para las versiones S. También ha sido incrementada la eficiencia a través de la mejora del proceso de inyección y de un nuevo diseño para los turbocompresores y para el sistema de refrigeración del aire de sobrealimentación. La potencia es transmitida por medio de una evolucionada transmisión de doble embrague (PDK) y ocho marchas. Otros elementos destacados son los nuevos sistemas de asistencia, entre ellos el modo Porsche Wet para conducir de forma más segura en carreteras mojadas, o el Asisten-

te de Visión Nocturna con cámara de imagen térmica. El motor bóxer turbo de seis cilindros de los 911 Carrera S y 911 Carrera 4S ahora tiene 450 caballos de fuerza (331 kW). Eso supone un aumento de 30 caballos (22 kW) en comparación con el modelo anterior. Ambas versiones del 911 bajan de los cuatro segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h: el Coupé de tracción trasera necesita 3,7 segundos para alcanzar el hectómetro y el 911 Carrera 4S con tracción integral sólo 3,6 segundos. Estas cifras hacen 40/100 más rápidos a los dos autos con respecto a sus antecesores. Y ese tiempo disminuye en otros 20/100 segundos más con el paquete opcional Sport Chrono. Las

velocidades máximas son ahora de 308 km/h (911 Carrera S) y de 306 km/h para la variante de tracción total. El 911 Carrera S recorre en promedio 11,2 kilómetros por litro de combustible (42,5 km/g, 22,4 mpg o necesita de 8,9 l/100 km), de acuerdo con el Nuevo Ciclo Europeo de Conducción (NEDC). El 911 Carrera 4S recorre en promedio 11,1 km/l (42,1 km/g, 26,1 mpg o consume 9,0 l/100 km. Identidad inconfundible El diseño exterior es completamente nuevo y enfatiza el salto en prestaciones del 911 de la serie 992. Los guardabarros son considerablemente más anchos para alojar llantas de 20 pulgadas delante y de 21 detrás. La parte posterior tiene ahora el mismo ancho en todas las versiones, lo que destaca la estilizada línea de la sección central. En el frontal, la carrocería es 45mm más ancha. Las manijas eléctricas de las puertas quedan enrasadas con la carrocería para resaltar el contorno suave del lateral. Entre los nuevos faros de LED se destaca el

diseño del capó, con un rebaje pronunciado que recuerda a las primeras generaciones del 911. La parte trasera está dominada en todas las variantes por un spoiler ajustable, bastante más ancho, y por la elegante tira continua de luces. Además de las piezas del frontal y la trasera, ahora todo en el exterior está hecho de aluminio. El interior es completamente nuevo y se caracteriza por las líneas rectas y bien definidas del tablero, con los instrumentos integrados en él. La inspiración viene de los 911 de la década de los 70. Junto al cuentarrevoluciones central, típico de Porsche, hay dos pantallas sin marco que proporcionan información al conductor. La pantalla central del PCM tiene 10,9 pulgadas y puede ser manejada de forma rápida y sin distracciones gracias a su nueva arquitectura. Por debajo se sitúa un compacto grupo de interruptores con cinco botones para el acceso directo a las funciones importantes del vehículo. Como primicia mundial, Porsche ha desarrollado un modo Wet que es parte del

equipamiento de serie. Esta función detecta el agua del asfalto, adapta los sistemas de control a esas condiciones y alerta al conductor, que puede poner a punto el vehículo haciendo énfasis en la seguridad con sólo pulsar un botón o utilizando el selector de modos del volante (si lleva el paquete Sport Chrono). El sistema de aviso y asistencia de frenado, que también es de serie, detecta el riesgo de colisión con objetos en movimiento e inicia una frenada de emergencia si es necesario. El Asistente de Visión Nocturna con cámara de imagen térmica es una opción que está disponible por primera vez en el 911. El control de crucero adaptativo, también opcional, incluye el control de distancia automático, la función de parada y arranque, la protección para ocupantes y una innovadora función autónoma de Asistente de Emergencia.•

Más información: www.porsche.com

JUEGOS OLÍMPICOS

el sabio DE PIES DESCALZOS Pastor de grandes rebaños Entrando ya en la cuenta regresiva para la cita global del año próximo en Tokio, Japón, el timonel Santiago Lange brilla en las principales competencias internacionales y continúa siendo, a los 57 años, uno de los máximos referentes en todo el planeta. Tal como había acontecido en la temporada 2018, dos veces consecutivas subió al podio de la Clase Nacra 17 con su tripulante, Cecilia Carranza Saroli, en la ciudad de Miami: bronce en la Skiff Midwinter Regatta y bronce en la fecha de la Copa del Mundo Es al borde del dolor y del sufrimiento que los hombres son separados de los niños. Emil Zátopek (1922-2000), atleta checoeslovaco

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Por MartĂn Rodrigo Villasante

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Santiago Lange y Cecilia Carranza, intentando “domesticar” su brioso catamarán cerca de una boya en la ciudad de Miami

PRINCIPALES LOGROS DE SANTIAGO LANGE JUEGOS OLÍMPICOS Oro 2016 Bronce 2008 Bronce 2004

Río de Janeiro, Brasil Pekín, China Atenas, Grecia

Clase Nacra 17 Clase Tornado Clase Tornado

MUNDIALES Oro Oro Oro Oro Plata Plata Plata Bronce Bronce Bronce

2004 1995 1993 1985 2014 2006 1987 2018 2003 1979

Palma, España Rímini, Italia Porto Alegre, Brasil Buenos Aires, Argentina Santander, España Buenos Aires, Argentina La Rochelle, Francia Aarhus, Dinamarca Cádiz, España Torquay, Inglaterra

Clase Tornado Clase Snipe Clase Snipe Clase Snipe Clase Nacra 17 Clase Tornado Clase Snipe Clase Nacra 17 Clase Tornado Clase Cadet

PANAMERICANOS Plata 1995 Plata 1987

Mar del Plata, Argentina Indianápolis, EE. UU.

Clase Laser Clase Snipe

TROFEO PRINCESA SOFÍA Oro 1987 Palma, España Oro 1986 Palma, España Oro 1982 Palma, España

s de noche en Roma. Noche oscura, salvo por el fuego titilante. Corre Abebe Bikila con la musculosa verde. Lleva el número 11. Pantalón rojo. Piel de ébano. Anda descalzo en el calor.

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Clase Snipe Clase Snipe Clase Europa

Descalzo totalmente, gana el oro en los 42.195 metros de esta maratón de los Juegos Olímpicos de Verano de 1960. Talón, planta, punta. La mirada fija clavada en el horizonte. Piensa Abebe en su Mout natal, ubi-

cada en la nunca colonizada Etiopía. Nació el 7 de agosto de 1932. Misma jornada de la maratón de los Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles 1932, ganada por el rosarino Juan Carlos Zabala, “Zabalita” o “el Ñandú Criollo”, criado en un reformatorio, huérfano de padre (el vasco Manuel había desaparecido en la Primera Guerra Mundial) y de madre (la francesa Ana María Boyer). Familia numerosa la de Abebe Bikila. Granjeros en una villa de Jato. Aprendió a leer a los 14 años. Segundo hijo de Wudinesh Beneberu, quien salió al trote de Jato con los suyos en la Segunda Guerra entre Etiopía e Italia (1935-1936) para instalarse en Gorro. Aplausos lo envuelven en la oscuridad de las calles romanas. Gladiadores parecen los soldados italianos portando antorchas a la vera del sendero. Personas sentadas en reposeras o en motonetas Gilera en “la Ciudad Eterna”. Empezó a correr a los 17 años Abebe. Buen nadador, hábil jinete, extraordinario jugador de guna (similar al hockey sobre césped). Ingresó en la Guardia Imperial. Cada día, corría 20 kilómetros, a 2300 metros de altitud, desde las montañas de Sululta hasta la capital, Adís Ababa, “la Flor Nueva”, so-

Podios y más podios para los argentinos Santiago Lange y Cecilia Carranza: aquí, junto a los navegantes australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin (medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016) y los brasileños Samuel Albrecht y Gabriela Nicolino

bre una pradera de pastizales al lado del monte Entoto. Apodado “el Capitán”, corría para entrenar o bien corría para entregar mensajes. Lo descubrió el entrenador sueco Onni Niskanen, funcionario del Ministerio de Educación y de la Cruz Roja, e integrante de la organización no gubernamental Save the Children. (Muchos suecos llegaron a Etiopía en los años cuarenta. Antes de la invasión italiana, Suecia recaudaba fondos para pagar ambulancias de la Cruz Roja, luego bombardeadas por aviones de combate italianos. Onni Niskanen representaba a Etiopía en el Comité Olímpico Internacional en Londres en 1948 y en los Juegos de Helsinki 1952. Evocaba Onni Niskanen: “La primera vez, tardamos tres días en llegar a suelo etíope. Coincidió con una huelga en los ferrocarriles de seis meses. Durante dos años, traíamos de todo en barco desde Estocolmo hasta Djibouti, en la Somalía francesa: estufa de hierro, fósforos, toallas sanitarias. Cuando veía a los chicos etíopes jugar descalzos al fútbol, podía sentir el dolor de los dedos de sus

PRINCIPALES LOGROS DE CECILIA CARRANZA JUEGOS OLÍMPICOS Oro 2016

Río de Janeiro, Brasil

Clase Nacra 17

MUNDIALES Plata Bronce

Santander, España Aarhus, Dinamarca

Clase Nacra 17 Clase Nacra 17

2014 2018

MUNDIALES JUVENILES Oro 1996 Brisbane, Australia Oro 1993 Riva del Garda, Italia

Clase Laser Clase Laser

PANAMERICANOS Oro 2011

Clase Laser

Guadalajara, México

pies crujiendo en mis propios pies. Mientras, yo me mantenía en forma con un grupo de baile folclórico formado por algunos suecos. Fiestas al aire libre. Bailábamos, jugábamos dardos, tiro al blanco, fútbol entre suecos e ingleses”.) Según el investigador Miguel Llansó, Abebe Bikila llegó a Roma 1960 habiendo pulverizado el récord del checoeslovaco Emile Zátopek, “la Locomotora Humana”. Ningún par de zapatillas Adidas se ajustó a

los pies enormes de Abebe. No lograba sentirse cómodo. Le salieron ampollas. Optó por correr descalzo. En marzo de ese 1960, se había casado Abebe con la quinceañera Yewebdar Wolde-Giorgis. Tendría tres hijos y una hija. Su principal adversario en el maratón era el marroquí Radhi Ben Abdesselam. Otros rivales de fuste, el ruso Sergei Popov, martillo y hoz en su remera; el neozelandés Barry Maggee; el británico Arthur Keily; el irlandés

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Abebe Bikila, recibido como un semidiós en Etiopía, tras ganar el oro olímpico en la maratón de Roma 1960

Bertie Messitt; el belga Aurèle Vandendriessche. “Estaba sereno Bikilia —escribe Paul Rambali en su libro Corredor descalzo—. Sus preocupaciones se perdieron en un vacío cavernoso y tranquilo que siempre lo envolvía cuando corría”. A kilómetro y medio de la llegada, Abebe, miembro de la Guardia Imperial de Haile Selassie I, pasaba frente al obelisco de Axum, robado a Etiopía por Italia en 1937. Aceleró y dejó atrás a Radhi Ben Abdesselam. Cruzó en solitario la meta, bajo el Arco de Constantino, afueras del Coliseo Romano y a través de la Vía Apia, con una marca de 2 horas, 15 minutos y 16 segundos, récord mundial. A 25 segundos de Radhi Abdesselam, y ocho minutos más rápido que Zátopek en Helsinki 1952. Hasta allí viajó a competir en yachting el argentino Enrique Lange, padre de Santiago Lange. Pero Abebe no deja de correr: avanza hasta la columna de Trajano. Quiere vengar, de alguna manera, a su pueblo, sometido casi 40 años a Italia, 20 años del dictador Benito

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Mussolini, pasando a llamarse Abisinia. La maratón había rozado la Piazza Venezia, desde cuyo balcón Mussolini anunciaba su campaña en Etiopía. Abebe era el máximo símbolo del “África Negra”, continente que, con la independencia de Ghana en 1957, estaba muy cerca de liberarse de los colonizadores. Se decía: Los batallones de Mussolini necesitaron conquistar Etiopía, pero solo uno de los soldados de Haile Selassie [Abebe Bikila] conquistó Roma. Ganaría Abebe en 1961 la Maratón Clásica de Atenas de 1961, otra vez descalzo, y por última vez, y la Maratón de Mainichi, en Osaka (récord de 2 horas, 12 minutos y 11 segundos). Festejó ante 80.000 espectadores. Precisamente, en el Japón, Juegos de Verano de Tokio 1964, volvería a colgarse el oro olímpico, ante 75.000 espectadores que escuchaban los pormenores por radio. Primer africano negro con título olímpico. Primer etíope con medalla olímpica. Primer atleta con dos medallas doradas olímpicas consecutivas en la maratón y superando

su propio récord mundial (2 horas, 12 minutos y 11 segundos, es decir, tres minutos menos que cuando lo hizo sin zapatos en Roma). En Tokio, competía ya con el número 17, zapatillas blancas como la nieve. Cinco semanas antes (36 días), lo habían operado de apendicitis. Entonces, los corredores debían correr en zapatillas. Al terminar, de nuevo su rutina: tocarse los dedos de los pies dos veces, recostarse boca abajo, y pedalear, pedalear y pedalear con sus piernas en el aire. TÉ A LA INGLESA No muchos son capaces de repetir podio olímpico. Ni siquiera un podio no olímpico. Y concretarlo, además, atravesando esos momentos que marcan un antes y un después en la vida de cualquier ser humano. Abebe Bikila lo ha logrado. Santiago Lange lo ha logrado. Son pastores de grandes rebaños. Hace décadas, el argentino Santiago Lange es “el Capitán”, al igual que Abebe Bikila en su país, de generaciones y generaciones de talentosos navegantes:

Carlos Espínola, Juan de la Fuente, Javier Conte, Serena Amato, Diego Romero, Ramón Oliden, Lucas Calabrese, Facundo Olezza, Dante Cittadini, Teresa Romairone… Con Espínola, Santiago se adjudicó el bronce en la Clase Tornado de Atenas 2004 y de Pekín 2008. Ahora, con Cecilia Carranza Saroli en la Clase Nacra 17, salvando las distancias entre competencias, Santiago Lange repitió podio en la ciudad de Miami, tal como en 2018, en la Skiff Midwinter Regatta y en la segunda fecha de la Copa del Mundo (posterior a Gamagori, Japón, y previa a Hyères y a Marsella, ambas en Francia). Otros argentinos estuvieron en la Copa del Mundo de Miami. Mateo Majdalani y Eugenia Bosco —bronce en la Enoshima Olympic Week de 2018 y representantes nacionales en los próximos Panamericanos de Lima— finalizaron en el 9º puesto de la Clase Nacra 17. En la Clase 49er (encabezada por Erik Heil y Thomas Ploessel, los también británicos Dylan Fletcher-Scott y Stuart Bithell, y los hermanos croatas Sime y Mihovil Fantela), Yago y Klaus Lange, hijo mayor e hijo menor de Santiago, culminaron en el 11º lugar, entre 42 barcos. En la Clase 49erFX (flota en la que se impusieron las campeonas olímpicas brasileñas Martine Soffiatti Grael y Kahena Kunze, seguidas por las neozelandesas Alexandra Maloney y Molly Meech), las argentinas Victoria Travascio y María Sol Branz se posicionaron en el 12º puesto. Año atrás, habían conseguido Santiago y Cecilia el oro en la Skiff Midwinter (delante de los británicos Ben Saxton y Katie Dabson, y de los austriacos Thomas Zajac y Barbara Matz) y la plata en Copa del Mundo (detrás de los australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin). En 2019, bronce en la Skiff Midwinter (detrás de los británicos John Gimson y Anna Burnet, y de los australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin) y también bronce en Copa del Mundo (detrás de los australianos Jason Waterhouse y Lisa Darmanin, y de los brasileños Samuel Albrecht y Gabriela Nicolino).

Levanta los brazos Abebe Bikila en Tokio 1964 al instante de registrar una marca de 2 horas, 12 minutos y 11 segundos para convertirse en el primer maratonista en ganar la medalla dorada dos veces consecutivas

Numerosos podios de Santiago y Cecilia. A la par o aislados. Santiago obtuvo en Juegos Olímpicos un oro, con Cecilia (Río de 2016 en Nacra 17), y dos bronces, con Espínola (Atenas 2004 y Pekín 2008 en la Clase Tornado). En Mundiales, cuatro oros (Palma 2004 en Tornado, Rímini 1995, Porto Alegre 1993 y Buenos Aires 1985 en Snipe), tres platas (Santander 2014 en Nacra 17, Buenos Aires 2006 en Tornado y La Rochelle 1987 en Snipe) y tres bronces (Aarhus 2018 en Nacra 17, Cádiz 2003 en Tornado y Torquay 1979 en Cadet). En Panamericanos, dos platas (Mar del Plata 1995 e Indianápolis 1987 en Snipe). Y tres oros en el Princesa Sofía (1987 y 1986 en Snipe, y 1982 en Europa). Cecilia ostenta ese oro olímpico de Río 2016 con Santiago en Nacra

17. También con Lange en Nacra 17, oro y bronce en Mundiales (Santander 2014 y Aarhus 2018). Individualmente, en Laser, dos oros en Mundiales juveniles (Brisbane 1996 y Riva del Garda 1993), un oro en Panamericanos (Guadalajara 2011) y dos oros en Sudamericanos (Medellín 2010 y Buenos Aires 2006). CIMA DEL CORCOVADO Es habitual ver la imagen de los tres primeros subidos a tres tarimas de diferentes niveles, conocidas como podios. Costumbre no usada en la Antigüedad, la primera ocasión en que se utilizó el podio fue en los Juegos del Imperio Británico para los países de la Commonwealth, celebrados del 16 al 23 de agosto de 1930 en Hamilton, Ontario, Canadá. Hubo 11 naciones (Australia, Ber-

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Inolvidable podio: Roma 1960, Abebe Bikila, serio, entre el sonriente marroquí Abdeslon Rhadi (izquierda), medalla plateada, y el sonriente neozelandés Barry Magee, bronce

muda, Canadá, Inglaterra, Irlanda, Nueva Zelanda, Escocia, Sudáfrica, Gales, Guayana británica, Terranova) y 400 atletas en 59 competencias. Atletismo, boxeo, bolos, remo, natación, saltos ornamentales, lucha grecorromana, y con las mujeres solamente en las pruebas de agua. Sumó Inglaterra 61 medallas, seguida por el Canadá (54) y Sudáfrica (17). Impulsó los Juegos del Imperio Británico un periodista deportivo del diario Hamilton Spectator, Melville Marks Bobby Robinson, presente en los Juegos Olímpicos de Verano de Ámsterdam 1928, donde generó numerosos contactos políticos. Los había propuesto ya en 1900 John Astley Cooper (cuyas gestiones servirían al barón francés Pierre de Coubertin) en un artículo escrito en el diario The Times: Un encuentro panbritánico y pananglicano cada cuatro años significaría un beneficio para el entendimiento entre los países del Imperio Británico. El bautismo olímpico de los podios ocurriría dos años después, en los III Juegos Olímpicos de Invierno: del 4 al 15 de febrero de 1932, en Lake Placid, Nueva York, y, ese mismo año, en los X Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles, del 30 de julio al 14 de agosto. El podio es una de las tantas tradi-

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ciones deportivas más populares. Se intercambian camisetas los futbolistas desde el 14 de mayo de 1931, cuando Francia batió a Inglaterra por 5 a 2, y los galos propusieron a sus oponentes intercambiar casacas. Se entrega una botella de champán al piloto ganador en la Fórmula Uno de automovilismo desde el Gran Premio de Francia de 1950, en Reims: el argentino Juan Manuel Fangio la recibió de manos del mismísimo Paul Chandon Moët. Los basquetbolistas universitarios campeones cortan con tijeras las redes de los aros desde los años veinte, en la ciudad de Indiana, Estados Unidos: inició este hábito el entrenador Everett “Gray Fox” Case. Leche toman desde 1933 los vencedores de la carrera las 500 Millas de Indianápolis. Una chaqueta verde le colocan desde 1949 al golfista que triunfa en el Torneo de Maestros de Augusta, Estados Unidos (en 1937, el Club de Golf de Augusta propuso a sus miembros vestir una chaqueta verde para que se los reconociera entre la multitud). Corona de olivo llevaban en la Antigua Grecia sobre la cabeza los campeones olímpicos, reemplazada desde 1896 por medallas de plata (no de oro, pues no había suficiente dinero para comprarlas; las de plata recubiertas de oro,

metáfora de la Edad de Oro griega, armonía entre los dioses —en la Edad de Plata reinaba la impiedad y en la Edad de Bronce, la guerra y la violencia—, aparecerían recién en los Juegos de Saint Louis 1904). Uno de los podios más recordados es del “Poder Negro”, 16 de octubre de 1968, Juegos Olímpicos de Verano de México. Tommie Smith y John Carlos, pies sin zapatillas envueltos en medias, convirtiendo una tarima olímpica en un púlpito político, y sin siquiera emitir palabra. Solo levantando su puño derecho Smith envuelto en guante de cuero negro, cabeza gacha mirando al suelo. Su compañero John Carlos, cosmopolita neoyorquino hijo de cubanos criado en Harlem y bronce detrás del australiano Peter Norman, puño izquierdo levantado y enguantado. Protesta legítima, tomada como traición por propios y reivindicada por extraños. Afroamericanos expresándose, siguiendo los pasos de Martin Luther King (asesinado a tiros en Memphis el 4 de abril de 1968), Malcolm X, Muhammad Alí. Ávidos de proteger, en el marco del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, a los oprimidos raciales. El australiano Peter Norman los apoyó, y ellos no olvidarían. Cuando Norman murió en 2006, Smith, ya profesor de Sociología, y Carlos, ya en el Comité Organizador de Los Ángeles 1984, viajaron a Australia para cargar su féretro. En la revista Sports Illustrated, contaba Tommie Smith en 1991 a Kenny Moore: “Nací en Texas. Fui el séptimo de los 12 hijos de James Richard Smith, recolector de algodón. Mi madre, Dora, era india. Mi padre era una persona tranquila, de mirada penetrante y ceño fruncido. Te atravesaba con los ojos. Aprendió a leer con la Biblia. Cuando yo era pequeño, iba por los campos detrás de él. Recuerdo los músculos de los caballos, el olor de la tierra abriéndose al paso del arado. Lo seguía horas, recogiendo lombrices para pescar. A los 5 años, tenía que caminar casi

Abebe Bikila corriendo descalzo y de noche en Roma, ante soldados italianos con antorchas y personas sentadas en reposeras; aquí, seguido por el marroquí Rhadi Abdesselem, quien no podría evitar el mítico triunfo del etíope en 2 horas, 15 minutos y 16 segundos

cinco kilómetros para llegar a la escuela, cuidando de no toparme con serpientes de cascabel en los meses calurosos. En la granja, criábamos cerdos y vacas. Mi padre cazaba, y siempre había pan de maíz. Un camión conducido por gente blanca nos llevaba de un lugar a otro para recolectar algodón. Cargábamos nuestros animales, nuestra cama, y nos instalábamos allí algunas semanas. Nos pagaban una sexta parte de lo que nos correspondía”. Valga otro ejemplo de los podios más recordados de los Juegos Olímpicos. Los propios Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli en Río de Janeiro 2016. Santiago, lágrimas en los ojos, mirando al cielo en la bahía de Guanabara. Cecilia, sonrisa plácida, cabeza apoyada en ese hombre tocado por los dioses al que hacía menos de un año le habían extirpado un pulmón canceroso el mismísimo día de su natalicio (22 de septiembre). Los milagros exis-

ten, debían de susurrarse durante la ceremonia, parados ante los brazos abiertos del Cristo Redentor, en la cima del cerro Corcovado. * * * Ya campeón olímpico, Abebe Bikila se toca los dedos de los pies antes de interrumpir su galope en Roma 1960 (récord de 5338 atletas de 83 países). Flamea la bandera de Etiopía con su estrella dorada de cinco puntas, la pentalfa de cinco letras A superpuestas, conocida por los antiguos mesopotámicos y considerada por el filósofo Pitágoras al estudiar el número áureo. “Podría haber corrido 10 o 15 kilómetros más. Quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con heroísmo y determinación”. Haile Gebrselassie, su mejor pupilo, campeón olímpico de los 10.000 metros en Atlanta 1996 y en Sídney 2000, contaría más tar-

de: “Bikila hizo que los africanos pensáramos: si él puede, nosotros también”. Caminaba cada mañana 10 kilómetros hasta la escuela Haile Gebrselassie, a quien muchos auguran la Presidencia de Etiopía. Durante la entrega de premios de Roma 1960, Abebe Bikila se llevó una ingrata sorpresa. Los italianos hicieron sonar su Himno, Il Canto degli Italiani, conocido popularmente como Fratelli d'Italia ('Hermanos de Italia') y presentado en 1847, en vez del Himno de Etiopía, Marcha hacia adelante, querida Madre Etiopía, adoptada en 1922 y escrita en amárico. Etiopía ninguneada. Etiopía, la del Cuerno de África, la del golfo de Edén, frente a la península arábiga. La Etiopía del reino de Aksum, situado en Etiopía, Eritrea, y Yemen, “Región Aromática”, según los romanos, para explotar el incienso y la mirra, próspera gracias al marfil entre el siglo III y el siglo XI. La Etiopía del reino de Saba, so-

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Adelante, en la colorida flota Clase 49erFX, Charlotte Dobson y Saskia Tidey (Inglaterra), bronce en Miami, detrás de las campeonas olímpicas, Martine Soffiatti Grael y Kahena Kunze (Brasil), y de las neozelandesas Alexandra Maloney y Molly Meech. Las argentinas Victoria Travascio y María Sol Branz, 12as

Tras un accidente automovilístico en 1969, las piernas de Abebe Bikila dejaron de correr: cuadripléjico y con mocasines bien lustrados, participaba en competencias de tiro con arco reservadas a personas con daños motrices

Libertadora, lo cual le impidió viajar a los Juegos Olímpicos de Verano de Melbourne 1956. Gumersindo Gómez (15º), nacido en Villa Allende, Córdoba. Y el santafecino Walter Cándido Lemos (50º), quinto de siete hermanos, también acosado por la Revolución Libertadora debido a su defensa del peronismo, admirador de Juan Carlos Zabala (oro en Los Ángeles 1932), de Delfo Cabrera (oro en Londres 1948) y de Reinaldo Berto Gorno (plata en Helsinki 1952, detrás del fenomenal checoeslovaco Emile Zápotek). Francisco Mura, entrenador de Lemos, le decía: “Más que un atleta, que un campeón, quiero formar un hombre”. * * *

ciedad matriarcal mencionada en el Antiguo Testamento y en el Corán. Viajó la reina de Saba desde los confines de la Tierra solo para oír al sabio rey Salomón. “Toda Etiopía corre —declara Haile Gebrselassie—. El deporte tiene un solo idioma, que todos entienden. Una religión, una cultura, un idioma, eso significa correr. Los niños corren en Etiopía para ir a la escuela. Mi entrenamiento comenzó cuando yo tenía tres o cuatro años”. Más o menos esa edad tenía Santiago Lange cuando con su chinchorro (y los pies descalzos chapoteando en

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el agua) era remolcado por el velero familiar en aguas del Río de la Plata, mientras cientos y cientos de veleros de todas las clases y colores iban y venían todos los fines de semana frente a las costas de Buenos Aires, Mar del Plata, San Pedro, Rosario. Hubo tres argentinos en aquella maratón de Roma 1960. Juan Osvaldo Roberto Suárez (9º), oriundo de Wilde, tricampeón panamericano (México 1955, Chicago 1959 y San Pablo) y tricampeón de la legendaria carrera brasileña San Silvestre (1955, 1956 y 1957), perseguido por sabido peronista por la Revolución

Medio millón de personas dio la bienvenida a Abebe Bikila en el aeropuerto. La misma acogida hubiera merecido Santiago Lange en 2016, en una Argentina más atenta a lo superfluo. Especímen Santiago tan exótico como el Gualicho, terópodo de dos dedos, 90.000.000 de años y más de seis metros de largo, dinosaurio descubierto en la Patagonia ese glorioso 2016, al igual que el Notocolossus, “el Gigante del Sur”, 30 metros, el peso de 12 elefantes, dinosaurio hallado en Mendoza. Amén de actos solemnes, esporádicos y oportunistas, tampoco han sido lo suficientemente apreciados los nadadores Alberto Zorrilla (oro en Ámsterdam 1928) y Jeanette Campbell (plata en Berlín 1936), el maratonista Delfo Cabrera (oro en Londres 1948), el pesista Humberto Selvetti (plata en Melbourne 1956), el remero Alberto Demiddi (plata en Múnich 1972). Esperaban en Etiopía saludar a Abebe Bikila el emperador, Haile Selassie I, Ras Tafari Makonnen su nombre original (Ras Tafari significa “Príncipe que Merece ser Respetado o Temido”), y el comandante de la Guardia Imperial, general de brigada Mengistu Neway. El emperador

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Santiago Lange (izquierda), descalzo sobre el arena en una playa brasileña, junto a su hijo menor, Klaus (centro), también navegante olímpico, y a un amigo de la familia

le otorgó a Abebe Bikila la Estrella de Etiopía, el ascenso al cargo de sargento y un anillo de diamantes, a cambio de quedarse él con la medalla olímpica. Hasta le regalaron una casa y un Volkswagen Escarabajo (incluido chofer, pues Abebe Bikila no sabía manejar), automóvil imbuido de halo sombrío. “Otros no conocen a Abebe como yo —comentaba el sueco Onni Niskanen—. No tiene miedo Abebe. Tiene gran fuerza de voluntad y dedicación. Nunca vi a nadie como Abebe. Abebe fue creado por Abebe, no por mí ni por nadie”. Un camión lo trasladó a paso de hombre desde el aeropuerto hasta el Palacio Imperial de Adís Adeba. Lo llevaron en andas. El 13 de diciembre de 1960, mientras visitaba el Brasil el emperador Haile Selassie I (“el León de Judea” para los rastafaris que lo consideraban reencarnación de Yahveh), las fuerzas dirigidas por Mengistu dieron un golpe de Estado. Abebe fue arrestado, y Mengistu, ahorcado. Condenaron a la horca a Abebe, y el emperador lo amnistió. Abebe debe su vida a su medalla de oro, titularon en la prensa. Se tenía confianza Abebe, “la Flecha de Ébano”. Predijo que ganaría los Juegos Olímpicos de 1968 en la ciudad de México, situada a una

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altura semejante a la altura de la ciudad de Adís Abeba. Entrenando, Abebe se lastimó la pierna izquierda en 1967. Rengueaba. En julio de 1968, viajó a Alemania para tratarse. En México, el dolor aumentaba. Sus rodillas renunciaron en la maratón alrededor del kilómetro 17. “No puedo seguir, estoy gravemente enfermo. Ganar una medalla de oro para Etiopía está en tus hombros”. Le hablaba a Mamo Wolde, finalmente ganador del oro olímpico. VOLUNTAD SUPERIOR Daría un vuelco la vida de Abebe Bikila. Sufriría un accidente en la noche del 22 de marzo de 1969, en la ciudad de Sheno. Algunos dicen que en una ruta mojada intentaba esquivar con su Volkswagen Escarabajo a manifestantes estudiantiles ensangrentados y enfrentados a la Policía armada; otros lo acusan de borracho. El emperador lo envió al Hospital Stoke Mandeville, en Inglaterra. (Emergerían en 1948 del Stoke Mandeville las pruebas atléticas para personas con capacidades físicas diferentes tras la Segunda Guerra. Coincidentes con los Juegos Olímpicos de Verano, inaugurados por el rey Jorge VI. Las ideó el neurólogo judío Ludwig “Poppa” Guttmann, de la Royal Society, exiliado en 1939

de la Alemania nazi merced al socorro del Consejo de Ayuda a los Refugiados Académicos. Era el neurocirujano más prestigioso. Trataba a parapléjicos con lesiones medulares desde 1917, en Königshütte, actual Chorzów, Polonia. Doctorado en la Universidad de Friburgo, en 1924. Había en el Stoke Mandeville 26 camas, talleres de carpintería y de relojería, billar, tiro con arco y lanzamiento de jabalina.) Internado, fue visitado Abebe Bikila incluso por la reina Isabel II, testigo el 2 de agosto de 1969 de la apertura del Stoke Mandeville Stadium. Ocho meses de tratamiento. Abebe regresó a Etiopía en silla de ruedas. Quedó cuadripléjico. Sin sus piernas ni sus pies mágicos activos, se dedicaba a vigorizar sus manos. En 1971, compitió con otros parapléjicos. Tiro con arco, sus pies envueltos en unos mocasines brillantes muy bien lustrados. Séptimo, entre 100 atletas. Ese año, formó parte de los Juegos Internacionales para Parapléjicos en Noruega, predecesores de los actuales Juegos Paralímpicos. Compitió en trineos tirados por perros. Terminó primero. También jugaba tenis de mesa. Reflejan las proezas de Abebe Bikila la biografía de Yamada Kazuhiro titulada ¿Te acuerdas de Abebe? (1992). La película El atleta (2009), de Davey Frankel y Rasselas Lakew. La novela Bikila: el etíope olímpico descalzo (2009), de Tim Judah 2009. Sus hazañas son hitos deportivos. A la altura de los cuatro éxitos de Jesse Owens en atletismo ante Adolf Hitler en Berlín 1936: un estadounidense de ascendencia africana celebrando en pleno apogeo nazi. A la altura de los nadadores estadounidenses Mark Spitz (en Múnich 1972, tan solo con 20 años, atesoró siete oros con récord mundial en cada una de las siete pruebas) y Michael Phelps (ocho oros en Pekín 2008, con siete récords). De la gimnasta Nadia Comaneci, merecedora a los 14 años, por primera vez en la historia de los Juegos, de una puntuación perfecta (10) en las barras asimétricas de Montreal 1976 (acumularía tres oros y un bronce). Del

Cecilia y Santiago, en óptimo estado de forma para aimarse a soñar, en el Japón, con la gloria de una nueva medalla olímpica

estadounidense Carl Lewis, “el Hijo del Viento”, tetracampeón en Los Ángeles 1984. Del también velocista Usain Bolt, “el Rayo”, jamaiquino tricampeón en Pekín 2008, bicampeón en Londres 2012 y tricampeón en Río 2016, donde Santiago Lange acuñaba su fábula. Asistiría Abebe Bikila a los Juegos Olímpicos de Verano de Múnich 1972. Invitado especial en la Alemania que intentó recuperarlo en 1968. Ovación de pie al entrar en silla de ruedas. Fallecería cuatro años después del accidente, 25 de octubre de 1973, a los 41 años, en Adís Ababa, por donde solía correr. Hemorragia cerebral. A su muerte, el Estadio Nacional de Adís Abeba llevaría su nombre. El 21 de marzo de 2010, Roma celebró 50 años de la victoria olímpica de Abebe Bikila. Quien resultó vencedor, Siraj Gena, etíope,

corrió los últimos 300 metros como Abebe Bikila. Descalzo. Decía Buda, hombre mortal caminante sobre la Tierra: “Solo sientes tu pie cuando toca el suelo”. Las primeras pisadas de Buda se esculpieron en piedra. Y decía el renacentista Leonardo Da Vinci: “El pie es una pieza maestra de ingeniería, y una obra de arte”. Corre descalzo Abebe. Camina descalzo Santiago. En el césped del Náutico San Isidro, en el Coral Reef Yacht Club de Miami, o desde la Marina da Gloria hasta una playa a siete cuadras de distancia. Sentir arena o tierra en la base, el sostén del esqueleto fortalece a estos hombres épicos. Pisa Abebe áridos caminos etíopes entre matorrales y chozas de barro redondas con techo de paja. Joven pastor descalzo cuidador de rebaños de ovejas. Pisa calles romanas, atrevido gato sigi-

loso, aunque se rían de él Rómulo y Remo, y la loba Luperca. Gruesas y negras como el carbón tiene las plantas de los pies. Suelo carioca pisa Santiago entre palmeras, agua de coco y Pan de Azúcar. Irreverente entre jóvenes portentosos a quienes dobla en edad. Viejo gallo musculoso, anda en bicicleta mansamente o doma olas montado en una tabla de surf. “Los hombres de éxito conocen la tragedia —afirmaba Abebe—. Fue la voluntad de Dios que ganase en los Juegos Olímpicos, y fue también la voluntad de Dios que tuviera mi accidente. Acepto esas victorias, y acepto esta tragedia. Tengo que aceptar ambas circunstancias como hechos de la vida, y vivir feliz”. Conocedores de tragedias, los héroes se entregan al designio superior. Pies descalzos. Silvestres se derraman. Libres entre la maleza.•

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YACHT NEWS

VERSATILIDAD Y CONFIANZA Con una vista excepcional por ubicarse frente a un hermoso campo de golf y, al fondo, el mar, Sheraton Mar del Plata es el destino ideal tanto para un viaje de descanso como para reuniones o eventos empresariales

400 kilómetros de Buenos Aires, Mar del Plata es sin dudas una de las ciudades más lindas de la costa atlántica y uno de los destinos turísticos más elegidos de la Argentina. Dueña de una armoniosa combinación entre

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belleza natural y urbana, en la que las playas, los bosques y las colinas se mezclan a la perfección con la arquitectura de principios del siglo XX. El hotel Sheraton Mar del Plata se encuentra estratégicamente ubicado a 16 kilómetros del Aeropuerto

Internacional Astor Piazolla y a cinco minutos del centro. Esto hace que disponga de todas las comodidades que el huésped puede encontrar en las grandes ciudades, sumado a la tranquilidad de Bahía Playa Grande y de los campos verdes del Golf Club

Mar del Plata, que además le otorgan una vista excepcional. Esa fantástica vista es clave para disfrutar de un buen descanso y de un mejor despertar. El hotel cuenta con 194 habitaciones amplias (163 de estas son standard y 31 son suites) y algunas incluyen una cómoda sala de estar. Todas están equipadas con TV, aire acondicionado, calefacción, minibar, Internet por wi-fi, caja fuerte y plancha, entre otros amenities en los baños, como las confortables batas y pantuflas de Sheraton. A la hora de relajarse, el Neptune Spa and Wellness Center ofrece diversos tratamientos corporales como masajes y cuenta con sauna, baño de vapor y una piscina interior de hidromasajes con agua salada. Está ubicado en la terraza junto con el Gimnasio Sheraton, que permanece abierto las 24 horas para mantener

la rutina de ejercicios durante la estadía, y las piscinas, que las hay de todo tipo: una para niños, una interior y otra exterior, calefaccionadas durante los días fríos del año. En viajes de negocios, Sheraton es ideal porque cuenta con uno de los Centros de Convenciones más grandes del país con más de 3500 metros cuadrados disponibles para montar exposiciones, ferias o cocktails. Tiene nueve salas de reuniones, las más espaciosas con una capacidad para 1500 personas, equipadas con televisores, computadoras, impresoras e Internet de alta velocidad. Además, el hotel ofrece un calificado equipo de profesionales a disposición (fotógrafos, decoradores, traductores, técnicos, guardias de seguridad y servicio de catering) para simplificar la organización de todo tipo de eventos.

Para cada día hay un estilo de cocina diferente y entre las opciones para cenar se destaca el restaurante Las Barcas, con influencia mediterránea y un magnífico menú que fusiona deliciosos mariscos con especialidades italianas y platos típicos argentinos en un ambiente relajado. La Pampa Restaurant & Coffee Shop, por otro lado, es ideal para ir a desayunar o almorzar. Tiene un exquisito buffet y un menú à la carte en una atmósfera casual frente al jardín del hotel. Además, está La Posta Pool Bar, que ofrece las mejores carnes a la parrilla y sandwiches, y el Lobby Bar para degustar unos ricos tragos. Otra ventaja del hotel es que permite llevar mascotas y que tiene un espacio pensado para los más chiquitos, el Sheraton Kids Club, que ayuda a que los niños estén entretenidos en todo momento.•

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LA regata buenos Aires-Mar del Plata

TORCER RUMBOS

SIEMPREVIVA Punta de las Arenas Gordas En la 62ª realización desde que se disputó por primera vez en 1932, cuando se había impuesto la legendaria embarcación Fjord II, de Germán Julio Frers Lynch, el velero María María, de Hernán Mones Ruiz, venció al recorrer 255 millas náuticas en 36 horas, 46 minutos y 16 segundos

Alma que como el viento vaga inquieta, y ruge cuando está sobre los mares, y duerme dulcemente en una grieta. Alma desnuda, de Alfonsina Storni (1892-1938)

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Por MartĂn Rodrigo Villasante

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Distintas imágenes de la poetisa argentina Alfonsina Storni, asidua veraneante en “la Feliz”, fundada el 10 de febrero de 1874

Los veleros surcan las amarronadas aguas del Río de la Plata durante los primeros tramos

orcía rumbos. Rodeada de escritores y de artistas, recitaba sus poesías en La Peña del café Tortoni trepada a una mesa. Recitaba deshojando rosas blancas. La observaban el pintor Benito Quinquela Martín y el tanguero Juan de Dios Filiberto. Ni una sola noche dejó de ir el granadino Federico García en su visita a Buenos Aires entre octubre de 1933 y febrero de 1934. Gabriela Mistral, poetisa chilena, la describía así en las páginas del diario El Mercurio: Cabello más hermoso no he visto. Era dorado, y alguna dulzura rubia quedaba todavía en los gajos blancos. El ojo azul, la empinada nariz francesa, muy graciosa, y la piel rosada le dan alguna cosa infantil que desmiente la conversación sagaz y de mujer madura. Voz metálica tenía Alfonsina Storni. No le alcanzaba la poesía para vivir. Gratis escribía en el periódico socialista La Acción y en la revista latinoamericanista Proteo. Directora de un colegio de la Asociación

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Protectora de Hijos de Policías y Bomberos, provista de gran jardín y de una biblioteca de dos mil libros. En 1924, la revista Caras y Caretas le tomaba una foto en las playas de la ciudad balnearia de Mar del Plata. Gorro hasta las cejas. Atisbo de sonrisa (y de fatalidad). Fruncido el ceño. Piernas hacia un lado cual sirena. Sandalias. Atrás, una niña armando un castillo de arena y un señor de bigotes, musculosa y bermuda al tono, mirando a la cámara. Esa Alfonsina se suicidaría en Mar del Plata (hablar de Alfonsina es hablar de Mar del Plata). No en el sitio de su monumento, del escultor Luis Perlotti. Se leen en esa piedra versos de su poema Dolor: Quisiera esta tarde divina de octubre/ pasear por la orilla lejana del mar;/ que la arena de oro, y las aguas verdes,/ y los cielos puros me vieran pasar… […] Perder la mirada, distraídamente,/ perderla y que nunca la vuelva a encontrar:/ y, figura erguida, entre cielo y playa,/ sentirme el olvido pe-

renne del mar. Financiaron tal monumento, en 1948, a una década de la muerte de Alfonsina, sus viejos amigos del Tortoni. De espaldas al mar. El historiador Félix Luna y el pianista Ariel Ramírez compusieron la canción Alfonsina y el mar… Por la blanda arena que lame el mar Su pequeña huella no vuelve más Un sendero solo de pena y silencio llegó Hasta el agua profunda Un sendero solo de penas mudas llegó Hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó Qué dolores viejos calló tu voz Para recostarte arrullada en el canto De las caracolas marinas La canción que canta en el fondo oscuro del mar La caracola.

Padecía de cáncer Alfonsina. Le extirparon una mama el 20 de mayo de 1935. En enero de 1938, le confesaba a su único hijo, Alejandro, empleado municipal de 26 años, que ya no

aguantaría cirugías. Viajaría a Mar del Plata el 18 de octubre de 1938. Alojada en un hotel de su amiga Luisa Orioli de Pizzigarni, Tres de Febrero 2861, entre Irigoyen y Mitre. Típica “casa chorizo”, luego albergue transitorio. La asistió el médico Felipe Serebrinsky. Quería suicidarse. Lo concretaría el 25 de octubre de 1938. En aquella casona, escribió tres misivas, dictándole el contenido a una empleada del hotel, Celinda Abarza. También, su último poema, Voy a dormir, despachado a Buenos Aires al diario La Nación y publicado al día siguiente de su muerte. Suicidada Alfonsina igual que otras dos escritoras, la griega Safo de Mitilene, promontorio de la isla de Lesbos, “la Décima Musa”, según Platón, y la británica Virginia Wolff. Inducida por la diosa Afrodita, se lanzó Safo al mar desde la roca de Léucade cuando su amor por el mortal Faón no se vio correspondido. Virginia Woolf acabó con su vida al terminar el manuscrito de una última novela, Entre actos. Había estallado la Segunda Guerra Mundial y su casa de Londres quedó destruida por los bombardeos nazis entre 1940 y 1941. Empeoró ese paisaje la fría acogida a su biografía sobre su amigo Roger Fry. El 28 de marzo de 1941, Virginia se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse. Saltó al mar Alfonsina desde un espigón de Mar del Plata. Escolleras de piedra y de rieles de ferrocarril. De no haber sido porque un zapato quedó aprisionado en un hierro, jamás se habría sabido el sitio. Eligió el Club Argentino de Mujeres, creado en 1921 sobre la playa La Perla por Mercedes Dantas Lacombe, doctora en Filosofía y Letras, frente a Plaza España, altura calle Chacabuco. Celinda Abarza creía que Alfonsina seguía durmiendo hasta que encontró aquella nota: Me tiro al mar. Al mismo mar sinuoso que navegan desde 1932, casi un siglo ya, los participantes de la regata Buenos Aires-Mar del Plata del Yacht Club Argentino. Este febrero de 2019, largada de las proximidades del kilómetro 5 del Canal Sur de acceso al puerto de Buenos Aires hasta el Ya-

cht Club Argentino Playa Grande de Mar del Plata. Para veleros con eslora no inferior a los 26 pies, medidos por las fórmulas ORC Internacional, ORC Club, ORC Club Mar del Plata, PHRF, Veleros Clásicos y barcos con Tripulación en Dobles y Reducida bajo la Fórmula ORC Club. Te vas, Alfonsina, con tu soledad ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la está llevando Y te vas hacia allá como en sueños Dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán Por caminos de algas y de coral Y fosforescentes caballos marinos harán Una ronda a tu lado Y los habitantes del agua van a jugar Pronto a tu lado.

Desde 1932 se organiza la pierna Buenos Aires-Mar del Plata. Desde el triunfo del velero Fjord II, de Germán Julio Frers Lynch, nacido el 10 de septiembre de 1899, hijo de Germán Francisco Frers y de Aurora Lynch Pereyra. Desde la dictadura de José Félix Uriburu, inicio de la “Década Infame”. Con Adolf Hitler candidato a la presidencia de Alemania. Benito Mussolini, recibido con pompa por el papa Pío XI. Los británicos arrestando en la India a Gandhi. Época de los III Juegos Olímpicos de Invierno de Lake Placid, Estados Unidos. Aldous Huxley publicando Un mundo feliz. Estrenándose en el cine Lo mejor es lo malo conocido, de Hitchcock. Naciendo el semiólogo italiano Umberto Eco y el humorista argentino Joaquín Salvador Lavado, “Quino”, creador de Mafalda. Es Mar del Plata ciudad del sudeste bonaerense. Recostada sobre el mar Argentino, mencionado en un mapa del libro Tierra del Fuego según las exploraciones efectuadas por el ingeniero Julio Popper (1886-1891). Políglota, Popper. Hablaba rumano, idish, francés, alemán, latín, griego, castellano. Nacido en 1857 en la Bucarest otomana de la cuenca del río Danubio, alpinista recibido de ingeniero en París. Apodado “el Conquistador Patagónico” o “el Quijote del Oro Fueguino”, exterminador de

VENCEDORES 2019 BUENOS AIRES-MAR DEL PLATA Fórmula ORC Club María María, de Hernán Mones Ruiz Fórmula ORC Club Mar del Plata Big Bang, de Omar Lauda Fórmula ORC Club-en Dobles Tata, de Carlos E. Campolo Fórmula PHRF Varón, de Jorge Di Paola

indígenas onas, amigo del escritor Lucio Vicente López, quien despediría los restos de Popper en 1893 —un año más tarde moriría el propio Vicente López tras un duelo con el coronel Carlos Sarmiento— diciendo: “Tenía todos los contornos de los héroes que animan las narraciones extraordinarias de Julio Verne. Era casi un personaje de leyenda, con dotes literarias similares a las de Edgar Allan Poe y a las de Mark Twain”. Es Mar del Plata cabecera del partido de General Pueyrredón. Puerto y balneario. Sede de los Panamericanos de 1995 y de la final de la Copa Davis de tenis en 2008. Forjada en la Belle Époque, entre el desenlace de la guerra del Segundo Imperio Francés contra el Reino de Prusia, en 1871, y el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Psicoanálisis del austriaco Sigmund Freud, naufragio del Titanic, óperas de Richard Wagner y de Giuseppe Verdi, auge del capitalismo y migración del campo a la ciudad, aparición de cafés y cabarés, galerías de arte y exposiciones universales, aviones, buques de vapor, ferrocarriles, telégrafos y teléfonos, rayos X, petróleo y electricidad. Fundada Mar del Plata el 10 de febrero de 1874, cuando hasta Buenos Aires (404 kilómetros) se tardaba por tierra diez días. Concebida por Patricio Peralta Ramos, padre de 14 hijos con Cecilia Robles Olavarrieta. La creó en una estancia sobre la base de la segunda de las tres extintas misiones jesuíticas de la Pampa, denominada Nuestra Señora del Pilar de Puelches en 1746. Abandonada, por la hostilidad de los tehuelches liderados por el cacique Cangapol y adyacente a “la Laguna Las Cabrillas”,

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más tarde “Puerto de la Laguna de los Padres”. Pampas, tehuelches, mapuches la habitaban. En 1519, Fernando de Magallanes, al servicio del Imperio español, primera circunnavegación, se refirió a Mar del Plata como “la Punta de Arenas Gordas”. En 1578, el inglés Francis Drake pondría en su cartografía cabo Corrientes, “Cabo Lobos” o “la Lobería Grande”, relativo a lobos marinos. Europeos se asentarían en 1856, a raíz de relaciones comerciales con el Brasil y un saladero de carne vacuna del portugués José Coelho de Meyrelles, excónsul en Buenos Aires. Peralta Ramos compró esas tierras en 1860. Construido en 1873

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un templo católico: Capilla Santa Cecilia, estilo neobarroco colonial, honrando a la esposa de Peralta Ramos, Cecilia Robles Olavarrieta, muerta en un parto. En 1877, Pedro Luro, al frente del saladero, instaló molino harinero, muelle, barraca. En 1886, llegó el tren, gracias al gobernador Dardo Rocha. En 1888, a cuatro años para el nacimiento de Alfonsina, había “Reglamento de baños”: Está prohibido bañarse desnudo; El traje de baño admitido es aquel que cubra el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla; Está prohibido a los hombres solos aproximarse durante el baño a las señoras, debiendo mantenerse por lo menos a 30 metros.

Las dos primeras décadas del siglo XX, alcanzó notable desarrollo Mar del Plata. En 1903, el paisajista francés Carlos Thays diseñó el Paseo General Paz. En 1904, se levantó el Torreón del Monje, con confitería y club de tiro a la paloma, a cargo del empresario Ernesto Tornquist y en honor al fraile Ernesto Tornero, desde donde, según el mito, el cacique Rucumará saltó al acantilado llevándose a su amada Marina, enamorada de un español. En 1910, centenario de la Revolución de Mayo, se habilitó la estación Mar del Plata Sud del Ferrocarril del Sud. En 1914, la Rambla Bristol. Fue declarada ciudad en 1907, con ley del 25 de julio. En 1912, Francisca Ocampo adquirió en Inglaterra una magnífica casa de madera de dos pisos que hizo trasladar en barco hasta Mar del Plata para emplazarla en Loma del Tiro de la Paloma, hoy Barrio los Troncos. Edificio conocido como Villa Victoria, por otra escritora, Victoria Ocampo. “Las muchachas parecen fritas”, se decía en 1915 de las mujeres que “tomaban Sol”. En 1919, asumió la intendencia el socialista Teodoro Bronzini, hijo de pescador italiano. Impulsaba el turismo de clase media y de obreros a partir de leyes laborales que establecían vacaciones pagas. En 1924, el puerto, al tiempo que el Yacht Club Argentino Mar del Plata ocupaba su sede Playa Grande. En 1932, con la largada de la primera regata Buenos Aires-Mar del Plata y con Alfonsina dando a conocer su obra teatral Dos farsas pirotécnicas, finalizaba la Ruta Nacional 2 para unir Buenos Aires con Mar del Plata. Analogías históricas entre una ciudad balnearia, una poeta, una regata. Cambia la fisonomía de Mar del Plata desde 1940, año en el que Felipe A. Justo se destaca en la Buenos Aires-Mar del Plata con su velero Altair (nombre de la estrella más brillante de la constelación de Aquila, listada por Ptolomeo; Eudoxo de Cnidos, en el siglo IV antes de Cristo; y Arato, en el siglo III antes de Cristo). Aparece en Mar del Plata la

Bucles dorados de la sensible Alfonsina Storni, quien se quitó la vida en Mar del Plata tirándose al océano el 25 de octubre de 1938, enferma de cáncer; horas antes, había despachado por correo el poema “Voy a dormir”, publicado en el diario La Nación al día siguiente de su muerte

Rambla Casino, con esculturas de lobos marinos del artista José Fioravanti; el edificio del Gran Hotel Provincial, diseñado por Alejandro Bustillo. El Hotel Hurlingham de Empleados de Comercio. El Hotel 13 de Julio de Luz y Fuerza. El Royal Hotel de la Metalúrgica, inconcluso tras el asesinato del líder Augusto Vandor. En 1950, reinado en la Buenos Aires-Mar del Plata del Fjord III, de Germán Julio Frers Lynch, inauguraba el presidente general Juan Domingo Perón el complejo portuario industrial marplatense e instalaciones frigoríficas. Al unísono de la hegemonía en 1945 del barco Cangrejo, de Enrique Salzmann, hubo dos submarinos alemanes en “la Feliz” durante la Segunda Guerra Mundial. El 30 de abril de 1945, listos para la operación Arcoíris, contemplando el autohundimiento. El 8 de mayo, el almirante Karl Doenitz anunciaba la rendición del Tercer Reich. El 10 de julio, se entregaban los 54 hombres del comandante Otto Wermuth. El 17 de agosto, los 31 hombres del comandante Heinz Schaeffer. Habían navegado hasta América del Sur por el respeto mostrado en la Argentina al crucero alemán Graf Spee en 1939. Tras rendirse, militares argentinos homenajearon a los alemanes. Por bula papal y en acuerdo con la dictadura de la Revolución Libertadora, en 1957 (éxito del barco Circe, de Carlos Alfredo Sieburger, 4º

en los Juegos Olímpicos de Verano de Roma 1960) se fundó la Diócesis de Mar del Plata. Reformas urbanas a fines de los años setenta, cuando predominaban en tiempo corregido el Fortuna, el Fjord VI, el Atrevido, el Fantasma, el Red Rock III. Mario Russak, intendente de facto, abría la peatonal San Martín y balnearios en Punta Mogotes, demolía hoteles sindicales en Playa de los Ingleses, remozaba la avenida Constitución. La Junta erigía el Estadio Mundialista para la Copa FIFA de fútbol 1978. Empleaba el Recluta, de Carlos Corna, 52 horas, 34 minutos y 54 minutos para vencer en corregido. Se endeudaba la Municipalidad. En “la Noche de las Corbatas”, eran secuestrados 12 abogados, siete desaparecidos y un asesinado. Bájame la lámpara un poco más Déjame que duerma, nodriza, en paz Y si llama él no le digas que estoy Dile que Alfonsina no vuelve Y si llama él no le digas nunca que estoy Di que me he ido. Te vas, Alfonsina, con tu soledad ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la está llevando Y te vas hacia allá como en sueños Dormida, Alfonsina, vestida de mar.

María era la hermana mayor de Alfonsina. María María, el primer velero de esta LXII regata Buenos

Aires-Mar del Plata. Plenamar 40 de Hernán Mones Ruiz. Fabricado por Jorge Petersen y Miguel Nottebhom. Botado en 1989. Aparejo y quilla reformados en 2018. María María ganó la Cinta Azul. Registró en Fórmula ORC Club una marca de 36 horas, 46 minutos y 16 segundos, delante del Silhouette II, de Andrés Entrala. Big Bang, de Omar Lauda, festejó en Fórmula ORC Club Mar del Plata. Tata, de Carlos E. Campolo, en Fórmula ORC Club-Tripulación en Dobles. Y Varón, de Jorge Di Paola, en Fórmula PHRF. Varios laureles en juego existen en la Buenos Aires-Mar del Plata. Copa Atair (ganador en tiempo real), obtenida en 1932 por el Fjord II, de Germán Julio Frers Lynch, Tito Hosmann, Hipólito Gil Elizalde y Claudio Bincaz, y donada al Yacht Club Argentino en 1982. Germán Julio Frers Lynch, punta de lanza de una dinastía de diseñadores navales, dueño de un astillero con su primo Ernesto Guevara Lynch, el padre de Ernesto “el Che” Guevara. El menor tiempo real ha sido del Fortuna III, de Diego Giavedoni: en 2010, 22 horas, 58 minutos y 17 segundos. Copa Atlántico (Fórmula ORC Internacional), instituida en 1933, cuando se impuso el Ingrid, de Martín Ezcurra, con un tiempo corregido de 63 horas, 44 minutos y 24 segundos. En 1934, vencería el Fjord, de Germán Julio Frers Lynch, con 44 horas, 50 minutos y 7 segundos, im-

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par hasta 1963, con el éxito del San Antonio, de Ricardo Galarce, con 42 horas, 13 minutos y 19 segundos. El récord —21 horas, 49 minutos y 45 segundos— es del Mercenario IV, de Luis E. Silva, en 2010. Copa Joanne (Fórmula ORC Club), estrenada en 1980, con victoria del Fatiga, de Genaro O. Ventura, con 42 horas y 27 segundos (el récord, 23 horas, 2 minutos y 43 segundos, lo tomaría el Camila, de Héctor Trajtenberg, en la temporada 2006). Copa Punta Médanos (al ganador de fórmulas PHRF y ORC Club Mar del Plata), inaugurada en 1991, posesión entonces del Manila, de Carlos Cámpora, con un corregido de 40 horas, 48 minutos y 41 segundos. Copa Cupidón III (Tripulación en Dobles y Reducida bajo la ORC Club), donada por Rufino Rodríguez de la Torre y otorgada por primera ocasión en 2005 al San Salvador, de Julio Dos Reis y Rafael Oviedo (28 horas, 14 minutos y 20 segundos en corregido). Trofeo Alejo José Soldati (al tripulante más joven de ORC Internacional, ORC Club, ORC Club Mar del Plata, PHRF), merecida por Toribio de Achával (h.) en 1982 y en manos ahora de Lucas Mones Ruiz, 13 años, tripulante del María María. Para orgullo de su padre, Hernán Mones Ruiz, quien debutó en la Buenos Aries-Mar del Plata en 1988. Tenía 16 años. Largada en La Plata. “La segunda vez que corrí a Mar del Plata, en 1989, fue con viento y frío, a puro vómito —recuerda Hernán Mones Ruiz a YACHTING MUNDIAL—. Abandonaría en 1994 y también en 2010”.

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Satisfecho por el triunfo, es realista Hernán Mones Ruiz. “La Buenos Aires-Mar del Plata tiene siempre un sabor especial para nosotros. Pero sabemos que en la Argentina estamos a años luz de las grandes regatas. Tenemos barcos muy malos. Muchas trabas, administrativas y a causa del bajo calado del Río de la Plata. Pero sí hay en nuestro país muy buenos navegantes”. Acostumbra Hernán Mones Ruiz apuntarse al Circuito Atlántico Sur. A la Buenos Aires-Río de Janeiro. A pruebas del Caribe. A la Copa del Rey de España. A la Copa Giraglia, desde 1953 en el Yacht Club Italiano, con la colaboración del Yacht Club de Francia y de la Sociedad Náutica Saint Tropez. “Yo, la verdad, no quería correr la Buenos Aries-Mar del Plata, porque puede ser una regata muy muy dura. Podemos romper todo. Si nos agarra frente frío, sonamos. Corrimos esta Buenos AiresMar del Plata con una tripulación amateur. Ganamos el Argentino y el Rolex Atlántico Sur, en que navegamos 11 personas, ocho adultos y tres chicos: Santiago Toker, de 15 años; Alfredo Agote, de 14 años; y mi hijo, Lucas, de 13 años, todos excelentes navegantes de Optimist”. Decenas de veces habrá corrido Hernán Mones Ruiz las 255 millas náuticas de la Buenos Aires-Mar del Plata. Con barcos malos, equipamientos malos, velas rotas, 48 nudos de viento de popa quedando a palo seco, el agua volándose, y sin ver nada.… “Líos grandes. Dios estuvo de mi lado un par de veces”. Consintió disputarla en 2019 debi-

do a una sencilla razón: el benévolo pronóstico climático. Zarparon con vientos calmos del Noreste. Primero, hasta Torre Oyarvide. Detrás del Esperanza, de Alejandro Lanciotti. “Izamos spinnakers. El Sur, el Esperanza y el María nos pasaron. Cuando amaneció, elegida la bahía de San Borombón, quedamos adelante. El Silhouette II corrió muy bien. Tuvimos viento de popa desde San Clemente del Tuyú”. A diferencia de la mayoría, decidió irse al mar el María María a la altura de Villa Gesell. “Eso nos hizo ganar. En 30 horas, hasta Pinamar, le sacamos una hora al Silhouette; de Pinamar a Mar del Plata, una hora más”. Resultó Gesell punto de inflexión. La Villa Gesell surgida entre 1931 y, precisamente, 1932, año de creación de la Buenos Aires-Mar del Plata. La Villa Gesell del pionero comerciante Carlos Idaho Gesell, “el Loco de las Dunas”, descendiente de los alemanes Silvio Gesell (vendedor de instrumental quirúrgico para dentistas) y Anna Böttger, padre de seis hijos, nacido el 17 de marzo de 1891, inventor de planchas anticorrosivas para embarcaciones. “Tremendamente táctica es la Buenos Aires-Mar del Plata —agrega Mones Ruiz—. Siempre la gana un barco bien corrido, preparado, un equipo serio. Regata que merece su respeto. De ningún modo es para improvisar. A Punta del Este, uno puede abandonar entre Colonia y Piriápolis, pero a Mar del Plata ¡no hay por dónde escaparse!”. Por eso, llevaron balsas salvavidas, radiobalizas de rescate PLB [Personal Locator Beacon, activado manualmente] y EPIRB [Emergency Position Including Radio Beacon, manual o automática]. “El mar nuestro es muy complicado. Surgen tormentas de 50 nudos de la nada. Más todavía ahora: el clima está áspero”. Erizado, híspido. * * * “Escribo para no morir”, afirmaba Alfonsina. Seudónimo Tao-Lao, evocando el libro Tao Te King del sabio taoísta Lao Tsé. Había nacido

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El María María, de Hernán Mones Ruiz (foto), ganó la Cinta Azul: registró 36 horas, 46 minutos y 16 segundos en Fórmula ORC Club, delante del Silhouette II, de Andrés Entrala

el 29 de mayo de 1892 en la aldea de Sala Capriasca, pueblo del cantón Tesino de la Suiza italiana, a ocho kilómetros de Lugano. Naturalizada argentina en 1920. Infancia de desamparo y exigencia. Niña transgresora, huérfana de padre a los 14 y madre soltera a los 20, cantante, costurera, maestra rural, obrera en una fábrica de gorras, cajera de farmacia, anarquista, escritora, feminista. “Sin creer que las mujeres hemos de regenerar al mundo y asombrar a los siglos, opino que swu voz hace falta en muchas discusiones y que su pensamiento contribuirá a equilibrar la justicia universal”. Temeraria y salvaje... Yo soy como la loba./ Ando sola, y me río del rebaño. La bautizaron con el nombre de su padre, periodista de Rosario, aunque femenino: Alfonsina. Jorge Luis Borges la llamó “comadrita”, compadrito en clave materna. Tercera hija de Alfonso Storni, buen mozo, melancólico y raro, vagabundo, alcohólico y huraño, y de Paulina Martignoni, pintora al óleo y a la acuarela, maestra, soprano y lectora, hablante del francés y del italiano, honda amargura, llorona en las sombras. “Alfonsina quiere decir ‘Dispuesta a Todo’”, le confesaba a su amigo Fermín Estrella Gutiérrez. Elaboraba su padre en San Juan soda y cerveza. En la parroquia de Tesserete, se lee en su partida de nacimiento: Grande poetesa morta al mar della Plata [Gran poetisa muerta en Mar del Plata]. Vivió en Suiza hasta los 4 años. Regresaría a

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San Juan. En 1901, la familia a Rosario para abrir el Café Suizo, cerca del ferrocarril Rosario Central. Ella lava los platos. Inventa incendios, crímenes. Escribe su verso primero a los 12 años. Los bolsillos de mis delantales, los corpiños de mis enaguas están llenos de papeluchos borroneados que se me van muriendo como migas de pan. Muere su padre en 1906. Actriz teatral en Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y Tucumán. Encarna a María Magdalena y a San Juan Evangelista. Actuó en Espectros, de Ibsen; en Los muertos, de Florencio Sánchez; en La loca de la casa, de Benito Pérez Galdós. “Casi una niña y pareciendo ya una mujer, la vida se me hizo insoportable. Aquello me ahogaba. Torcí rumbos”. Estudia para maestra rural en Coronda. Colabora en las revistas Mundo rosarino, Mundo argentino, y Monos y monadas. Su madre se casa. Alfonsina juega tenis, da clases de Recitado y de Buenos Modales en la escuela domiciliaria materna. Canta en 1910 “Cavatina”, de El Barbero de Sevilla de Rossini. En su entrega de diplomas, figura un poema suyo: “Un viaje a la Luna”. Ese 1910 se había visto al cometa Halley. Hubo 427 suicidios por miedo al fin del mundo, murió el escritor León Tolstói y robaron el cuadro La Gioconda del museo del Louvre de París. Alfonsina entona “Libiamo ne' lieti calici”, el brindis de La Traviata de Verdi. A una pensión de Buenos Aires se muda en 1911. En 1913, colabora en Caras y Caretas. Redacta avisos

de yerba y de aceite. Viaja al Uruguay. Conoce a Juan de Ibarbourou y a Horacio Quiroga, futuro amante. Se enamora de Quiroga, entre vino, champán y cigarrillos, jugando a las prendas con un reloj de cadena. Le robó un beso Horacio. Les gustaba el cine, las tertulias, Wagner. En 1916 (a un año de la apertura de la sede Dársena Norte del Yacht Club Argentino, diseñada por el arquitecto parisino Edouard Stanislas Louis Le Monnier), publica su primer libro, La inquietud del rosal. Recorre el cementerio del Buceo y escribe Un cementerio que mira al mar. Conoce a Carlos Quijano, director del diario Marcha, quien la despidió del puerto arrojando fósforos encendidos. Desde 1921, dicta cátedra en el Teatro Infantil Labardén, en la Escuela de Lenguas Vivas, y en el Colegio Nacional de Arte Escénico. De los veinte a los treinta, participa en tertulias en los cafés Los Inmortales y La Brasileña, y en las peñas del Royal Keller (Corrientes y Esmeralda), y del Tortoni. Juana de Ibarbourou diría tras la muerte: Era joven y parecía alegre; su conversación era chispeante; a veces, muy aguda; a veces, sarcástica. Un núcleo de lo más granado la rodeó siguiéndola por todos lados. En ese momento, pudo sentirse un poco reina. Integra Alfonsina el grupo Anaconda, en casa del acuarelista Emilio Centurión. Usa guardapolvo blanco para dar seriedad. Nerviosa, depresiva, descansa en Mar del Plata y en Los Cocos, Córdoba. Se lo recomendaba su amigo y médico José Ingenieros. El 20 de marzo de 1927, a su obra teatral El amo del mundo asiste el presidente Marcelo Torcuato de Alvear. Malas críticas. Interviene en la creación de la Sociedad Argentina de Escritores. Se muda a un décimo piso de Córdoba y Esmeralda, pequeña sala adornada con flores, fotos y dibujos de su rostro en lápiz. Vive en Rosario, y se ahondan sus manías. Viaja a Toledo, Ávila, Madrid, El Escorial, Sevilla, Granada y Córdoba, París y Sala Capriasca. Ginebra y las ruinas de Pompeya. Pensionada en Rivadavia al 900, cerca del Tortoni. En abril de 1921, docente en la Escuela para Niños

“Tremendamente táctica es la Buenos Aires-Mar del Plata —asegura Hernán Mones Ruiz—. Siempre la gana un barco bien corrido. Regata que merece su respeto”

Débiles del Parque Chacabuco, creada por Hipólito Irigoyen para raquíticos. En 1931, el intendente José Guerrico la nombra jurado. Ella se alegra: “La civilización borra cada vez más las diferencias de sexo, porque levanta a hombre y mujer a seres pensantes y mezcla en aquel ápice lo que parecieran características propias de cada sexo y que no eran más que estados de insuficiencia mental”. Canta tangos en el hotel Castelar de mesa en mesa. Mano a mano y Yira yira. La escucha el granadino Federico García Lorca. Le escribe a García Lorca en Mundo de los siete pozos: Forzadle solo, antes de lanzarlo al espacio,/ el arco de las cejas/ hasta hacerlos puentes/ del Atlántico, del Pacífico...// Por donde los ojos,/ navíos extraviados,/ circulen sin puertos ni orillas... El 23 de mayo de 1936, inauguración del Obelisco de Buenos Aires, coincidente con el Fjord de Germán Julio Frers Lynch llevándose la Copa Atlántico, da la conferencia “Desovillando la raíz porteña”, transmitida por radio. En enero de 1938, vacaciona en Colonia. Un día, bañándose en la playa, una ola fuerte y alta le pega en el pecho. Siente un fuerte dolor, pierde el conocimiento. Ya despierta, descubrió un bulto en el pecho. Mensaje del Mar. Regresa a Buenos Aires y se entera del suicidio de Leopoldo Lugones en un recreo del Tigre y de la hija de Horacio Quiroga, Eglé, de 26 años. Va al Tigre todos los domin-

gos. La operan, pensando que era benigno. Cree que el cáncer contagia: se la pasa lavándose las manos con alcohol. No besa a su hijo. Reposa en Los Granados, de la familia de Natalio Botana, dueño del diario Crítica, en Don Torcuato. Parque con pavos reales, osos, monos, ardillas, plantas exóticas, y una enorme biblioteca. A su amiga Fifí Kustow le enseña un revólver. Vive frente al Luna Park. A mediados de 1938, para cuando el velero Sonny de Germán Julio Frers Lynch (madera de cedro, marcos de algarrobo) ha atesorado la Copa Atlántico, aparece Mascarilla y trébol. Viaja a Mar del Plata el 18 de octubre de 1938. A la estación Constitución la acompañan su hijo y Lidia Oriolo de Pizzigatti. Aunque primavera, el jueves 20 escribe en el hotel abrigada con un poncho catamarqueño. Ese sábado despacha al buzón su poema Voy a dormir. El domingo ya no soporta el dolor. A las once y media del lunes se acuesta a dormir. Hacia la una de la madrugada del martes 25 de octubre de 1938, abandona su habitación y se dirige a playa La Perla. Conducen el féretro hasta el Club Argentino de Mujeres de Buenos Aires, altura Maipú al 900. Rosas blancas le coloca Manuel Ugarte, director de la Sociedad Argentina de Escritores. Recordaban sus Dos farsas pirotécnicas (1931), divulgadas en 1932, bautismo de la regata Buenos Aires-Mar del Plata y ad-

quisición del Yacht Club Argentino de la sede Hugo Virgilio Tedín en San Fernando. Las tituló Alfonsina “Cimbelino en 1900 y pico...” y “Polixena y la cocinerita”. Parodia a dos dramas de la cultura occidental: Cimbelino, rey de Britania, de Shakespeare, romance del teatro inglés, y Hécuba, segunda esposa de Príamo, reina de Troya, tragedia griega de Eurípides, discípulo de Anaxágoras y de Protágoras. Imantada por los remolinos de Neptuno, se ha mecía Alfonsina entre romances y tragedias. Purificada y consumida. Buscando paraísos, desesperadamente. Frágil con sus letras cristalinas en la dureza adoquinada del mundo. Expresaba al evocarla el socialista Alfredo Palacios, en el Senado de la Nación, el 21 de noviembre de 1938: “Nuestro progreso material asombra a propios y extraños. Hemos construido urbes inmensas. Centenares de millones de cabezas de ganado pacen en la inmensurable planicie argentina, la más fecunda de la Tierra; pero, frecuentemente, subordinamos los valores del espíritu a los valores utilitarios, y no hemos conseguido, con toda nuestra riqueza, crear una atmósfera propicia donde puede prosperar esa planta delicada que es un poeta”. Alfonsina. Alma desnuda. Rayo de Luna. Errante golondrina. Mariposa triste como la hiedra. Pescadora de versos. Caricia quebrada. Siempreviva, como la marea.•

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YACHT NEWS

Once pasos, cinco chefs Referentes de lujo de la gastronomía mundial idearon un menú irrepetible en la cordillera para el cierre de Tegui en SuperUco, Mendoza, como parte del ciclo ICBC Exclusive Gourmet

odavía no había caído el sol sobre los viñedos de Tunuyán y en la bodega SuperUco, en Mendoza, un equipo de prestigiosos cocineros planeaba el menú del reconocido restaurante Tegui para dar cierre a la segunda versión del ciclo ICBC Exclusive Gourmet. Germán Martitegui, a cargo de este exitoso restaurante, se propuso el desafiante proyecto de ofrecer una cocina de alto nivel en Mendoza utilizando sólo productos orgánicos y que estén a no más de 10 kilómetros a la redonda. Para la gran cena de cierre, generó una cumbre con grandes re-

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ferentes de la gastronomía mundial, que tuvieron la consigna de imprimirle su sello a los productos locales. De esta celebración formaron parte los referentes de Perú Mitsuharu Tsumura –conocido como “Micha” y responsable de MAIDO, número uno de la región según la lista Latin America’s 50 Best Restaurants– y Virgilio Martínez –de Central, posicionado entre los seis mejores de los 50 World’s Best Restaurants–. También participaron Harry Sasson –el chef colombiano que comanda el establecimiento que lleva su nombre, ubicado en Bogotá y que se ubica en el puesto 23 del

ranking de América Latina– y Josean Alija –español y responsable de Nerua, en Bilbao, que está entre los 100 mejores restaurantes del mundo–. “Que estemos acá reunidos cocinando es una experiencia que nunca se había hecho en Mendoza. Cada uno de ellos mantuvo un estilo y se adaptó a las circunstancias, con hidalguía y con mucho humor. Son profesionales increíbles y lo demuestran en momentos como estos. En este menú hay mucha emoción. Vamos a interactuar y la gente se entrega. Para mí, es más como una función de teatro”, reflexionó Martitegui sobre esta experiencia de once

pasos en el Valle de Uco. El ritual comenzó con unos panes de yuca, acompañados con una crema de pistachos y una manteca con ajo negro rallado por encima. A continuación, con la firma de Alija, se sirvieron tomates de temporada de Tunuyán con salsa de moras y hojas de albahaca. Una experiencia inolvidable fue el palmito en dos preparaciones, creado por Sasson: una parte cruda, encurtida al final, y la otra braseada. A esto le sumó el fruto de la planta, el corazón de la palma del chontaduro, que se amalgamó con un Sauvignon Blanc. Luego fue el turno de Micha, con un tartar de trucha curada en sal, palta, cilantro y emulsión de leche de tigre, decorado con maíz cancha. Virgilio Martínez, en tanto, sorprendió con una preparación que sumaba capas de sabores y texturas: queso de cabra, uchucuta (una salsa típica peruana hecha a base de ají rocoto), hierbas deshidratadas y cereales, como maíz morado. Al tiempo que anochecía, el chef español Alija presentó un plato entrañable que rescata una comida típica de campo: las ancas de rana al horno con hierbas y un sofrito. Luego fue el turno de Sasson, con un suculento y clásico sancocho colombiano de gallina, con choclo, zapallo y cilantro, utilizando productos del terroir mendocino, que maridó muy bien un Malbec de Tupungato. Luego, Micha se presentó con un cabrito cocido a la leña en un fuego alimentado por diferentes maderas de

la zona, acompañado por un tacu tacu, una preparación criolla típica peruana. Hacia el final, Martitegui presentó uno de los postres más desafiantes: una cebolla cocinada al rescoldo, rellena con la misma cebolla y una compota de higos, acompañado por queso pecorino. Como cierre, Virgilio llevó a Mendoza toda la intensidad del cacao amazónico con un postre que combinó además menta peruana y mucílago de cacao con unos cristales de hierbas aromáticas. Para este cierre, los sommeliers de Tegui sirvieron un Sauvignon Blanc dulce que reposó tres años

en barrica. Dado que en la cordillera baja rápidamente la temperatura, hubo ponchos para los invitados que quisieran abrigarse. “Lo que ha hecho el equipo de Tegui, liderado por Germán, es algo que no lo he visto en otros países de Latinoamérica. Además, el hecho de poner en valor productos de Mendoza y mostrárselos al mundo es una experiencia gastronómica y cultural increíble”, señaló Micha. Para disfrutar del menú de Germán Martitegui, visitá Tegui en Buenos Aires y aprovechá el 50% de ahorro con tus tarjetas ICBC.•

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La buenos aires-Punta del este

Por Martín Rodrigo Villasante

SELVA DE MÁSTILES

ATLÁNTICO SUR Primeros resplandores del estío En la temporada veraniega 2019,se inscribieron 78 tripulaciones (20 uruguayas, 4 brasileñas, una australiana y una estadounidense) para esta tradicional regata, originada en 1951. Triunfaron el Crioula 29, en la Fórmula ORC Internacional; el Bitácora 2, en IRC; el María María, en ORC Club; y el Sietecerosiete, en J70

Cuando la lucha del hombre empieza dentro de sí, ese hombre vale algo. Robert Browning (1812-1889), poeta inglés

Ballenas en las gélidas aguas del Atlántico Sur, desafío magnético para el navegante

Usó el geógrafo Gerardo Mercator el nombre “Atlas” para su libro Atlas, o meditaciones cosmográficas sobre la creación del universo y el universo en tanto creación, publicado, póstumamente, en 1595

n el Atlántico Sur, hay un archipiélago perdido, las Georgias del Sur. Yace allí la tumba de un colosal explorador británico, Ernest Henry Shackleton. Rodear caminando la bahía de Grytviken hasta pisar el cementerio local. Sepulcro rodeado de montañas. Con una roca de granito escocés en la que aparece una frase del poeta victoriano Robert Browning: Yo sostengo que un hombre debe luchar hasta el final por el precio en el que ha fijado su vida. Nunca se sabrá

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qué precio fijó a su vida Shackleton, enterrado en 1922, tras un infarto en la bahía de San Andrés, entre pingüinos y el monte Paget, pedazo de mármol de 2934 metros en la isla San Pedro, la mayor de las Georgias. A ocho años de haberse transformado en la Antártida en héroe popular, manso estaba Shackleton durmiendo antes de morir en un barco que lo llevaba de vuelta al “Continente Blanco”. Dicen que publicó este anuncio en el London Times, el 29 de diciembre de 1913: Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito. Radicaba la gesta en cruzar la Antártida de mar a mar, a través del Polo Sur. Épica glacial. Zarparían 27 hombres de Shackleton el 8 de agosto de 1914 desde Plymouth, a bordo del Endurance, barco de madera de tres mástiles. No se incorporaría Shackleton sino hasta el 27 de septiembre de 1914, en Buenos Aires (volvería a Buenos Aires en octubre de 1917, cuando lo enviaron para impulsar la propaganda británica en América del Sur, pero no pudo persuadir a la Argentina y Chile para que se implicaran en el conflicto del Triple Entente). El Endurance salió desde las islas Georgia del Sur el 5 de diciembre

hacia la bahía de Vahsel, en el mar de Weddell. Acabaría el Endurance triturado por el hielo el 19 de enero de 1915 y hundido el 21 de noviembre de ese año. Un dicho marinero reza: Lo que el hielo agarra jamás lo suelta. Sumergido el Endurance (‘Resistencia’), describía Shackleton el mausoleo de su nave como “la peor porción del peor mar del mundo. Las condiciones infernales del mar de Weddell nos han vencido”. Tuvieron que desembarcar. Salvarse a pie. En el libro Atrapados en el hielo, de Caroline Alexander, se cuenta que saltaban de témpano en témpano. Comían focas y pingüinos. A la deriva, sin provisiones suficientes ni ropa adecuada, permanentemente mojados a la intemperie, bajo temperaturas inferiores a los 40 grados bajo cero. Al mar se lanzarían luego en tres frágiles chalupas. Llegaron a isla Elefante, desierta, glacial, inhóspita, norte de la península Antártica. Pisaban tierra firme tras 497 días (casi dos años), pero continuaban extraviados. Nadie en Europa estaría preocupado por ellos en plena Primera Guerra Mundial. Eligió Shackleton a cinco hombres para alcanzar, en el bote James Caird, de 6 metros de eslora, las estaciones balleneras de las Georgias del Sur. Enorme distancia, 1300 kilómetros. Podían sucumbir en las aguas heladas del Atlántico Sur. El carpintero Harry McNish fortaleció la quilla, aumentó la altura de las bandas, selló las mejoras con pintura al aceite. Despellejaban pingüinos. Había cinco tripulantes enfermos. “Algunos, con problemas de corazón; otros, con síntomas de congelamiento; uno, chiflado”, apuntaba Shackleton. Mar embravecido entre tormentas. Más hielo, hielo y hielo. Ahora, 17 días hasta isla San Pedro. Rescatados sin haber perdido un solo hombre. Decidieron no morir. Porque Shackleton era un espartano. Imponía normas, acuerdos de lealtad. Carácter y temperamento resultaban tan importantes como la habilidad técnica.

El Circuito Atlántico Sur del Yacht Club Argentino, organizado con el Yacht Club Punta del Este, se instauró en 1995

La expedición de Shackleton de 1914 terminó en fracaso en el Atlántico Sur, pero es recordada como algo más valioso: una guía en la exploración de las catacumbas del alma humana. Contaba Shackleton: La vista resultó decepcionante. Miré desde un empinado precipicio hacia un caos de hielo arrugado, cuatrocientos cincuenta metros por debajo de nosotros. En recuerdos, éramos ricos. Habíamos penetrado el barniz de la superficie. Habíamos sufrido, padecido hambre y triunfado. Nos habíamos humillado y, sin embargo, habíamos tocado la gloria, habíamos crecido con la grandeza del todo. Habíamos visto a Dios en su esplendor, oído el texto que interpreta la Naturaleza. Habíamos alcanzado el alma desnuda del hombre. LA HUELLA DEL FJORD III Tras la proeza de Shackleton, la mayoría de los expedicionarios se derrumbaron. Quebrantados en la bebida o en el juego. Shackleton

se negó a recomendar a tres de sus compañeros cuando la reina de Inglaterra quiso entregarles una medalla de honor. Entre ellos, el carpintero. Terminó sus días Shackleton mendigando en el puerto, comiendo las sobras de los mismos marineros que él había marginado antes. Conocen esta leyenda de Shackleton, seguramente, muchos navegantes. Ese espíritu aventurero y corajudo que implica adentrarse en el helado Atlántico Sur intentaron trasladar los socios del Yacht Club Argentino al denominar una de sus pruebas estivales más notorias: el Circuito Atlántico Sur, instaurado en 1995 y organizado con el Yacht Club Punta del Este. Auspiciado por Rolex, Río Uruguay Seguros, Buquebús, Bodegas Garzón, la Dirección Nacional de Hidrografía y Uruguay Natural, lo conformaron, del 13 al 19 de enero de 2019, cuatro etapas: la regata que va desde Buenos Aires hasta la ciudad balnearia de Punta del Este; el Circuito La Ba-

rra; la Vuelta a Gorriti; y dos pares de Barlovento-Sotavento, también en el Uruguay. En 2018, en la regata Buenos Aires-Punta del Este, sin escalas, de 174 millas náuticas, es decir, unos 323 kilómetros, se registraron olas de dos metros, condiciones climáticas extremadamente duras, tripulaciones cansadas. Este domingo 13 de enero de 2019, largaron 47 veleros con vientos del Este, de entre 15 y 20 nudos. La salida se ubicó en las proximidades del Kilómetro 5 del canal de acceso al puerto porteño. “Fue una regata larga y dura —explica Sebastián Peri Brusa, táctico del Mercenario 4, de la familia Nacarato, ganador de la Cinta Azul en ORC Internacional—. La clave fueron la constancia y las buenas decisiones. Final cerrado con el Pajero y con el Mac”. La primera pierna que unió Buenos Aires con Punta del Este se llevó a cabo en 1951. Victoria de la embarcación Fjord III, de Ger-

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mán Julio Frers Lynch, botado en 1947, construido para participar en la Buenos Aires-Río de Janeiro (se impondría Frers también en 1961, con Fjord IV; en 1966, con Fjord V; y en 1973, con Fjord VI). Era 1951 el esplendor del peronismo. El 17 de octubre, el Canal 7 de televisión iniciaba sus transmisiones con el multitudinario acto político del Día de la Lealtad Peronista, discurso de Evita incluido. Además, primeros Juegos Panamericanos, en el Estadio Presidente Perón del Racing Club. Libia independiente de Italia. Juan Manuel Fangio, campeón de la Fórmula Uno. Desde 1951, nunca una embarcación ha logrado dos triunfos consecutivos. Ya en el Uruguay, se preveían este 2019 cuatro trayectos Barlovento– Sotavento frente a playa La Mansa, bahía Maldonado, dos el miércoles 16 de enero y dos el viernes 18 de enero, aplazadas debido a las lluvias y al viento. El jueves 17 de enero, el Circuito La Barra, de 23 millas náuticas (unos 42,5 kilómetros),

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reemplazado por el Circuito Solanas. El sábado 19 de enero, vientos leves del Sur, la Vuelta a Gorriti, de 15,3 millas náuticas (poco más de 28 kilómetros). Llamada Gorriti por el español Francisco Gorriti, jefe de Montevideo en la primera mitad del siglo XVIII. Ruinas de cañones, playas y bosques, restos de soldados británicos. Visitada por el naturista Charles Darwin en 1829 y refugio para enfermos de cólera en 1885. Deliciosa a pesar del incendio del siglo XIX. Próxima al punto de encuentro entre el Río de la Plata y el océano Atlántico. Compitieron en el Rolex Circuito Atlántico Sur las fórmulas ORC Internacional, ORC Club e IRC, y la Clase J70. Selva de mástiles: 78 inscriptos (20 uruguayos, 4 brasileños, un australiano y un estadounidense). En ORC Internacional, dominó Crioula 29, de Samuel Albrecht, propiedad de Renato Plass, seguido por Mac, de Martín Busch, pertenencia de Fernando Chaín. En IRC, Bitácora 2, de Rodrigo Fontán, delante de

Gaucho, de Diego Codiroli. En ORC Club, María María, de Hernán Mones Ruiz, superando a Llanero, de Guillermo Baquerizas, propiedad de David Said. “Este año, los organizadores agregaron una comida después de navegar, especie de “tercer tiempo” del rugby, mientras nos proyectaban videos de cada regata filmados con drones, y quitaron la comida del Conrad —apunta Hernán Mones Ruiz a YACHTING MUNDIAL—. Además, se realizaban las actividades cercas del puerto. Son cambios que suman. Sí, me pareció mal que Rolex entregara un solo reloj, para el ganador de la Fórmula ORC Internacional. Nosotros no recibimos nada, y es la segunda vez que ganamos. En otras partes del mundo, se llevan premios todos. Quizá, esto sea así en la Argentina, porque acá no hay un público para Maxis de 6.000.000 de dólares”. En J70, se impuso Sietecerosiete, de Guillermo Parada, Sebastián Halpern, y Pablo y Ezequiel Despontín,

Germán Julio Frers Lynch se impuso en 1951 con Fjord III; en 1961, con Fjord IV; en 1966, con Fjord V; en 1973, con Fjord VI

seguidos por Scott Kaufman, Lucas Calabrese (bronce olímpico en los Juegos de Londres 2012 en la Clase 470), Diego Stefani y Javier Ciro, bajo bandera de los Estados Unidos. Desde 1995, entre los máximos ganadores del Atlántico Sur, aparecen Matrero (1995, 2007, 2009, 2010, 2011, 2013), Matador (1999, 2000, 2001, 2002, 2004, 2006), Memo Memulini (2003, 2005, 2009, 2017). * * * Miles de ballenas jorobadas se desplazan entre julio y noviembre de cada año a las aguas templadas y claras del litoral brasileño. Al archipiélago de Abrolhos, la mayor cuna reproductiva del Atlántico Sur, una de las regiones del océano Atlántico. Provendría el nombre Atlántico del titán Atlas. Poseía Atlas, según los griegos, las columnas que soportan el Cielo, de las que formaban parte las Columnas de Hércules, actualmente estrecho de Gibraltar, arco formado por las cordilleras béticas, en el sur de España, y del Rif, en el norte del África, desde hace 21.000.000 de años. Se cerró hace 6.000.000 de años la comunicación entre el mar Mediterráneo y el Atlántico. Desconexión que causó

que una zona del Mediterráneo se evaporase y aumentase la salinidad. Designaba el Atlántico el mar más allá de Gibraltar. También Atlántico provendría de los pueblos libios de los atlantes, descritos por el historiador Herodoto y habitantes del norte del África. En la Edad Media y hasta mediados del siglo XVIII, aparecía el Atlántico mencionado en los mapas como Mar del Nord o Mar del Norte. Usó el geógrafo Gerardo Mercator el nombre Atlas para su libro Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mvndi et fabricati figura (Atlas, o meditaciones cosmográficas sobre la creación del universo y el universo en tanto creación), publicado, póstumamente, en 1595. Joven titán era en la mitología griega Atlas, Atlante o Atlantis, “el Portador”. Hijo de Jápeto y de Clímene. Hermano de Prometeo, Epimeteo y Menecio. Padre, con Hesperis, de las Hespérides o Atlántides: con Mera, de wæœlas Híades, Calipso y las Pléyades. Lideraba Atlas a los titanes en la Titanomaquia o guerra contra los olímpicos. Derrotados, Zeus condenó a Atlas a cargar los pilares que mantenían la Tierra (Gea) separada del Cielo (Urano o Éter). Gemía Atlas sujetando la bóveda celeste cerca del jardín de las ninfas Hespé-

rides. Cuidaban ellas las manzanas doradas que Gea dio como regalo de bodas a Zeus y a Hera. Perseo se presentó ante Atlas como hijo de Zeus. Amenazó Atlas a Perseo, quien sostuvo la cabeza de Medusa ante Atlas y lo convirtió en piedra enorme, la cordillera del Atlas. Sistema montañoso, a lo largo de 2400 kilómetros, en el noroeste del África. Marruecos, Argelia y Túnez. Su pico más alto es el Toubkal, de 4167 metros, al sudoeste de Marruecos. Población mayoritariamente bereber en Marruecos y en Argelia. Separa el Atlas las costas del Mediterráneo y del Atlántico del desierto del Sahara. Otros aseguran que Heracles, descendiente de Perseo, engañó a Atlas como parte de sus doce trabajos. Tras matar a sus hijos, el Oráculo de Delfos le había indicado a Heracles que para purificarse sirviera al rey Euristeo de Tirinto. Consistía su décimo trabajo en llevarse los bueyes de Gerión, dos piernas y tres troncos, seis brazos y tres cabezas, nieto de Medusa. Viajó hasta la isla de Eritea. En cambio, Diodoro Sículo relata que Atlas era un rey de Mauritania, Libia. Sabio filósofo y matemático, astrólogo, descubridor de la esfericidad de las estrellas y artífice del primer globo celeste.

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POSICIONES FINALES CIRCUITO ATLÁNTICO SUR 2019 Fórmula ORC Internacional 1. Crioula 29, de Samuel Albrecht, propiedad de Renato Plass. 2. Mac, de Martín Busch, propiedad de Fernando Chaín. 3. Memo Memulini, de Ricardo Fabini, propiedad de José Rinaldi. Fórmula IRC 1. Bitácora 2, de Rodrigo Fontán. 2. Gaucho, de Diego Codiroli. 3. Tolerancia Cero, de Jorge Ibarborde. Fórmula ORC Club 1. María María, de Hernán Mones Ruiz. 2. Llanero, de Guillermo Baquerizas, propiedad de David Said. 3. Kaizan, de Gabriel Salinas, propiedad de Gabriel Cozar.

Refieren las Columnas de Hércules a los promontorios del estrecho de Gibraltar. Límite del mundo conocido por los griegos hasta que lo atravesó Coleo de Samos en el siglo VII antes de Cristo. La Columna Norte (Calpe), ligada al peñón de Gibraltar; la Columna Sur (Abila), al monte Hacho de Ceuta, España, o al monte Musa, en Marruecos. Frontera las Columnas de Hércules de la cuenca del Mediterráneo. Hasta 1492, se desconocía un continente más allá del Oeste. De allí, la frase latina Non Terrae Plus Ultra (“No hay tierra más allá”) y Plus Ultra (“Más allá”) en el siglo XVI. Atlantes es el nombre del pueblo libio aludido por Herodoto en el siglo V antes de Cristo. Norte del África, próximo al monte Atlas. No matan criaturas vivientes, sueñan sin sueños, carecen de nombres propios. Una de sus ciudades, Cerne, conquistada por Mirina, reina de las Amazonas. Fue Urano primer rey de los atlantes, sabio astrónomo, nombre del Cielo. Tuvo 45 hijos, 18 de ellos titanes: entre ellos, Cronos y Atlas, quienes se repartieron las tierras. Atlas, las occidentales. La Atlántida, “Isla de Atlas”, se describe en los diálogos Timeo y Critias, de Platón. Más allá de las Columnas de Hércules. Más grande que Libia y el Asia Menor juntas. Favorecida por Poseidón con minerales (el oricalco, cobre de montaña más valioso que el oro), bosques de ilimitada madera. Julio Verne es-

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Provendría el nombre Atlántico del titán Atlas, “el Portador”, según los griegos, que sostenía las columnas del Cielo; o provendría del mar más allá del estrecho de Gibraltar; o provendría de los pueblos libios de los atlantes, descritos por el historiador Herodoto en el siglo V a. C.

cribió en 1869 Veinte mil leguas de viaje submarino, novela cuyos protagonistas se topan con restos de la Atlántida. En 1888, Madame Blavatsky publicó La Doctrina Secreta. Citaba el Libro de Dzyan, documento tibetano cuyo origen estaría en la Atlántida. Estudió la Atlántida la Sociedad Thule, patrocinadora del Partido Obrero Alemán, transformado por Adolf Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores. Captó la atención del

oceanógrafo francés Jacques Cousteau la hipótesis de una Atlántida cretense, desaparecida a causa de la erupción del volcán de Santorini, al sur del mar Egeo. * * * Parecían de hielo los ojos de Shackleton, irlandés inquieto en el Atlántico Sur. Meses a la deriva hasta una ballenera de las Georgias. Una expedición sufrió este febrero de 2019

“la maldición de Shackleton” en la Antártida. Miembros del Scott Polar Research Institute de la Universidad de Cambridge estudiaban los efectos del calentamiento global. Se proponían hallar el Endurance, pero los atrapó el hielo. Llevaban los diarios originales de Shackleton y el sextante de Frank Worsley, capitán del Endurance. Dio nombre a las Georgias el inglés James Cook el 17 de enero de 1775, en honor del rey Jorge III. Nu-

bosidad y humedad. Pinnípedos (lobo marino antártico, elefante marino del sur, leopardo marino), pingüinos, aves tales como el petrel azulado, la paloma antártica, el pato geórgico, la cachirla geórgica. Ni árboles ni arbustos; líquenes, musgos, herbáceas. Ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora. Chimeneas humeantes, barcos balleneros, marinos de rostro rugoso. Colosos del mar. Grandes exploradores. El sereno Shackleton. El altivo noruego Roald Engelbregt

Gravning Amundsen, ayudado de trineos con perros groenlandeses. El tozudo inglés Robert Falcon Scott, proclive a usar caballos mongoles y ante cuya muerte en el Polo Sur los carpinteros del barco Terra Nova tallaron una cruz de madera sobre la que inscribieron una línea del poema Ulises, de Alfred Tennyson. Verbos que caben a los navegantes de toda latitud, arqueólogos de sutiles dimensiones: esforzarse, buscar, encontrar, y no ceder.•

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Entre los mรกximos ganadores histรณricos aparecen Matrero (1995, 2007, 2009, 2010, 2011, 2013), Matador (1999, 2000, 2001, 2002, 2004, 2006) y Memo Memulini (2003, 2005, 2009, 2017)

YACHT NEWS

Copa de Golf Porsche

EVENTOS ALL INCLUSIVE Con 30 años de experiencia en la realización de eventos empresariales y el marketing deportivo, Stad ofrece un servicio llave en mano a cargo de un equipo de profesionales interdisciplinario

Presentación Porsche 718

itar al público en determinado escenario y tener todos los detalles bajo control, como el sonido, las pantallas, el fotógrafo, las promotoras, los premios o el catering, resulta una tarea nada sencilla. Para que todo salga de maravillas es necesaria una buena coordinación, con profesionales en cada sector. Stad es una agencia de comunicación integral con más de 30 años de experiencia fundada por Diego Detang, un ex jugador y amante del polo que vio en ese deporte la oportunidad

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Stand Ford Final Abierto de Tortugas

de realizar sponsoreos con prestigiosas marcas. Sus primeros pasos en la organización de eventos deportivos fueron en esa disciplina y con el tiempo sumó también el golf, la motonáutica y la equitación, entre otras áreas. El concepto de organización de eventos en Stad es llave en mano: desde el diseño de renders, pasando por la producción y el armado de stands y carpas, incluyendo cartelería, banderas y backs de prensa, hasta la ambientación con livings, sillas y almohado-

Palenque La Dolfina

nes personalizados, así como todos los detalles de decoración, velas, faroles y arreglos florales. Desde hace casi tres décadas, Stad está a cargo de la realización y comunicación integral del Campeonato Abierto de Polo del Tortugas Country Club, primer torneo de la Triple Corona argentina y el de mayor promedio de handicap del mundo. Cada primavera, más de 20.000 espectadores concurren al club ubicado en Tortuguitas para disfrutar del espectáculo dentro y fuera de

Merco Teatro Colón

Porsche Exposición Autoclásica

Beach Polo Pinamar, Cariló, Valeria del Mar

Palenque La Albertina Abu Dhabi

la cancha, con un sector VIP y un after polo en el patio de sponsors ambientado especialmente con carpas y stands de primer nivel. En otoño, Stad organiza el Tour de Polo del Interior, un tradicional circuito que recorre los clubes más prestigiosos de la Argentina, ubicados en Córdoba, Buenos Aires, Venado Tuerto, Trenque Lauquen, Salta y Santa Fe. El calendario está integrado por los principales torneos de cada provincia, en donde participan los referentes de alto y mediano handicap de la región. Por su fuerte sentido de pertenencia, estas competencias se han convertido en símbolos de desarrollo y crecimiento del polo en el país y constituyen un gran atractivo social para el lugar. La empresa también fue pionera en el mundo en trasladar este deporte a la arena con el espectáculo de polo más impactante del verano, el Grand Slam Beach Polo. Este certamen para toda la familia se realiza con entrada libre y gratuita en las playas de Cariló, Pinamar y Valeria del Mar desde hace más de 25 años, con reconocidos polistas jugando frente al mar. Declarado de interés municipal debido a su presencia ininterrumpida y por su atractivo para el turismo, el torneo convoca alrededor de 10.000 personas cada año. Los

paradores se acondicionan con espacios VIP para agasajar a los invitados y brindarles la oportunidad de despejarse y disfrutar de una experiencia inolvidable. Además, Stad brinda servicios a los equipos de polo más importantes como La Dolfina Sancor Seguros, Cría Yatay, La Albertina Abu Dhabi y La Esquina Los Machitos. Entre ellos se destacan el diseño, armado y desarme de sus palenques, que se trasladan a las distintas sedes de la Triple Corona; la ambientación de sus stands en el Argentino Abierto; y las presentaciones oficiales para la prensa, con su convocatoria de medios de comunicación especializados y posterior difusión. En cuanto a los eventos de golf que Stad ha organizado se encuentra la “Copa de Golf Porsche”, un circuito con certámenes en los exclusivos Martindale Country Club, Tortugas Country Club, Abril Club de Campo y Las Delicias Country Club, este último en la provincia de Córdoba. En cada torneo participaron los socios e invitados del club, al tiempo que podían realizar un Test Drive de los nuevos modelos de la prestigiosa automotriz alemana, Macan y Cayenne. Se montaron plataformas y totems para exhibir cada vehículo, además de un espacio para

consultas y sorteos. En eventos del rubro automotriz, la agencia también ha trabajado junto a Porsche en la producción de su stand para la exhibición Autoclásica, donde tuvo un espacio destacado, y en la presentación de los nuevos modelos de la marca. Stad también ha estado al frente por muchos años de la Semana Internacional del Yachting, y si bien su especialidad es el marketing deportivo, ha sabido organizar eventos en áreas de salud, espectáculos y negocios para prestigiosas firmas como Sancor Seguros y Merco, en exclusivos espacios como el Teatro Colón. Por su amplia experiencia, versatilidad y practicidad en brindar soluciones integrales, así como por contar con un equipo multidisciplinario de diseño, producción, montaje, coordinación, prensa y difusión, Stad es la opción más completa a la hora de pensar en organización de eventos empresariales. •

Más información: Catamarca 2032, Martínez 011 4717 3009/4114 www.stad.com.ar info@stad.com.ar

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JUEGOS PANAMERICANOS

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BAHÍA

PARACAS

Verdes pupilas, ojos hechiceros Tras Toronto 2015, donde la Argentina consiguió en yachting tres oros, plata y bronce, las pruebas náuticas se mudarán esta vez a la cuna de la Independencia del Perú. Del 26 de julio al 11 de agosto de 2019, la competencia continental recibirá en Lima a 6680 atletas de 41 países, de Alaska a Ushuaia, en 62 disciplinas de 39 deportes, de los cuales 22 pruebas otorgarán plazas para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

El varón noble y animoso es conocido por la paciencia que muestra en las adversidades. Inca Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri (1438-1471)

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La flota de los Laser en Puerto Vallarta, México, durante los Juegos de Guadalajara 2011

oñaba en la infancia con llegar algún día a París para vivir allí y para que el mismo aire que respiraron Balzac, Stendhal, Baudelaire, Proust lo ayudara a convertirse en verdadero escritor. Y residió allí cuando Sartre y Camus estaban vivos y escribiendo, en los años de Ionesco, Beckett, Bataille y Cioran, del descubrimiento del teatro de Brecht y del cine de Ingmar Bergman, de André Malraux. Pero, acaso, lo que más agradecía a Francia era el descubrimiento de su América Latina: Borges, Octavio Paz, Cortázar, García Márquez, Fuentes, Cabrera Infante, Rulfo, Onetti, Carpentier, Edwards, Donoso. “Ya no era América Latina solo el continente de los golpes de Estado, los caudillos de opereta, los guerrilleros barbudos y las maracas del mambo y el chachachá”, aclaraba el escritor Mario Vargas Llosa al recibir en Estocolmo el Nobel de Literatura, en 2010. Es peruano Vargas Llosa. Autor de Contra viento y marea (1983), de El pez en el agua (1993). Proclive a bañarse algún día en una playa boliviana, a que Bolivia posea puerto marítimo. “El Perú es para mí una Arequipa donde nací pero nunca vi-

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ví —decía Vargas Llosa en Suecia—. Es la Piura del desierto, el algarrobo y el sufrido burrito, al que los piuranos de mi juventud llamaban «el Pie Ajeno», donde descubrí que no eran las cigüeñas las que traían los bebes al mundo sino que los fabricaban las parejas haciendo unas barbaridades que eran pecado mortal. Es la esquina de Diego Ferré y Colón, en el Miraflores limeño (la llamábamos «el Barrio Alegre»), donde cambié el pantalón corto por el largo, fumé mi primer cigarrillo, aprendí a bailar, a enamorar y a declararme a las chicas. Es la polvorienta y temblorosa redacción del diario La Crónica donde, a mis dieciséis años, velé mis primeras armas de periodista, oficio que, con la Literatura, ha ocupado casi toda mi vida y me ha hecho, como los libros, vivir más, conocer mejor el mundo y frecuentar a gente de todas partes y de todos los registros, gente excelente, buena, mala y execrable. Es el Colegio Militar Leoncio Prado, donde aprendí que el Perú no era el pequeño reducto de clase media en el que yo había vivido hasta entonces confinado y protegido, sino un país grande, antiguo, enconado, desigual y sacudido por toda clase de tormentas socia-

les. Algunas veces, me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista”. Forma parte de la historia del Perú el joven Cusi Yupanqui, nombrado Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, “Hijo del Sol que Transforma el Mundo”, al ser investido soberano divino del Imperio incaico. Lo mismo la villa peruana Huacachina. Apenas son cien las personas que viven en la Huacachina. Pequeño oasis que no es un espejismo, además de palmeras, eucaliptos, algarrobos huarango y dunas de arena. Pertenece la Huacachina al departamento de Ica. Tiene origen mágico la Huacachina... Había una vez una joven doncella. La llamaban Huacachina (HuaccaChina, “la Que Hace Llorar”). Ella, inca, verdes pupilas, ojos hechiceros, áurea cabellera y voz angelical, se enamoró de un joven guerrero, Ajall Kriña, y se casaron. Pero el joven guerrero debió partir a batalla y, tras luchar como un feroz león, murió. Al enterarse, el alma de Huacachina se desinfló de la tristeza. Fue a llorar a aquel campo amarillo de giraso-

Lima, 20 de septiembre de 2013, primeros Juegos Juveniles de la Organización Deportiva Suramericana: el vicepresidente del Congreso peruano, Luis Ibérico Núñez, nacido en Buenos Aires, porta la antorcha en la Plaza Bolívar

les donde los enamorados se habían visto por primera ocasión. Lloró día tras día Huacachina. Cavó ante las raíces de un algarrobo un pozo donde enterrar el nombre de su amor. Lloró tanto que sus lágrimas formaron una pequeña laguna. Un día, al oscurecer, otro joven guerrero pasó por la laguna y quedó encantado al ver a la bella Huacachina. Comenzó a perseguirla. Al percatarse, Huacachina empezó a huir entre las dunas. Trozos de su manto se enredaron en un zorzal y tomaron forma de arenal. Huacachina terminó lanzándose a la laguna de su propio dolor. Esperó horas y horas hasta que el guerrero se marchara. Al salir, la princesa ya no tenía piernas sino cola de pez: se había convertido en sirena. Ahora, las noches de Luna nueva, Huacachina sale de esta laguna de verdecinas y pardosas aguas curativas para seguir llorando, despedazada, entre algunos juncos, con eternas lágrimas, las penas de su amor truncado. Los comatraneros, ciudadores de la zona, aseguran que existe una corvina encantada en la laguna de Huacachina. Nunca llegan a apresarla con sus redes. El término huaca, del quechua, designaba a todas las sacralidades incaicas: santuarios, ídolos, templos, tumbas, momias, lugares sagrados, animales, aquellos astros de los que los aillus o clanes creían descender, antepasados, incluyendo deidades principales, el Sol y la Luna. Está Huacachina a cinco kilómetros al oeste de Ica, en medio del desierto costero del Pacífico. Ica es una ciudad del centro-sur del Perú, en el estrecho valle formado por el río Ica y las laderas occidentales de la cordillera de los Andes. Prevalece la agricultura en Ica. Uvas, espárragos, nueces de pecán, algodón, mangos, paltas. Ha sido Ica epicentro de terremotos e inundaciones (la primera, el 17 de marzo de 1908). Sus habitantes originarios se asentaron hace unos 9000 años. Poco profunda es la bahía de Pa-

racas, al norte de la península homónima, a unos 350 kilómetros al sur de Lima, dentro del condado de Ica, uno de los 24 departamentos de la República del Perú, fundado el 30 de enero de 1866. ‘Lluvia de Arena’ significa Paracas. El 7 de septiembre de 1820, desembarcaron aquí los seis navíos del Ejército Libertador al mando del general José de San Martín en la Expedición Libertadora del Perú. Arqueólogos de la Universidad Católica del Perú hallaron más de cien puntas de lanzas de piedra de unos 12.000 años de antigüedad, fabricadas por bandas nómadas, en el sector Pampa Lechuza del desierto de Ica, de 335.000 hectáreas de superficie. Playas de mar azul oscuro, playas de mar turquesa, playas rojas por una roca ígnea. Data “el Hombre de Paracas” del año 6870

antes de Cristo. El territorio de Ica conforma “el Gran Tablazo de Ica”. Desde la playa Media Luna hasta la punta Pejerrey llega la bahía de Paracas. Lobos marinos y delfines. Bahía semicerrada, borde costero con humedales como refugio de aves (flamenco sudamericano, gaviota peruana, gaviota gris, gaviota dominicana), y centro de biodiversidad: algas, artrópodos marinos, peces (sardina, anchoveta, pejerrey). El balneario de Paracas es cuna de la Independencia del Perú. Y escenario del yachting será la bahía de Paracas en los XVIII Juegos Panamericanos de Lima, Perú, donde hace un año renunciaba el presidente de la Nación, Pedro Pablo Kuczynski, sospechado de corrupto. Por lo pronto, la firma brasileña Odebrecht indemnizará al Perú con

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CLASIFICACIÓN GENERAL HISTÓRICAS DEL YACHTING EN LOS JUEGOS PANAMERICANOS PUESTO

PAÍS

TOTAL

Brasil

Estados Unidos

Argentina

Canadá

Cuba

228.000.000 de dólares por sobornos en obras públicas. En ese contexto, los Panamericanos se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto de 2019, con 6680 atletas de 41 países, desde Alaska hasta Ushuaia, en 62 disciplinas de 39 deportes. Habrá 22 pruebas que otorgarán plazas para Tokio 2020. Juegos Olímpicos y Juegos Paralímpicos de Verano. Atletismo, bádminton, hándbol, equitación, hockey sobre césped, karate, nado sincronizado, natación, pentatlón, pesas, skateboarding, surf, tenis, tenis de mesa, tiro, tiro con arco, triatlón, yachting y waterpolo. Otros varios eventos internacionales han albergado recientemente los peruanos. En 2013, los primeros Juegos Juveniles de la Organización Deportiva Suramericana (Odesur), cuando los argentinos se impusieron en la clasificación general del yachting con los oros de Iván Aranguren (Laser) y Francisco Saubidet Birkner (Techno 293), la plata de Micaela Lauret (Techno 293) y el bronce de Micaela Del Pero (Laser). Los siguientes Juveniles Odesur fueron en Santiago de Chile, en 2017; los próximos serán en Rosario, Argentina, en 2021. O, en enero de 2018, el Rally Dakar, con estruendosos motores de los autos, camiones y motos transitando las arenas del desierto de Pisco. DE BARRO MACIZO Cuatro ciudades habían mostrado interés en los Panamericanos: Ciudad Bolívar (originariamente, Santo Tomás de la Nueva Guayana en la Angostura del Orinoco, Venezuela); Santiago de Chile (Chile); La

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Punta (en la provincia de San Luis, Argentina), que superó a Rosario; y Lima (Perú), elegida el 11 de octubre de 2013 en Toronto, Canadá, en el marco de la LI Asamblea General de la Organización Deportiva Panamericana, presidida por el chileno Neven Ilic Álvarez y encabezada desde 1975 hasta 2015 por el mexicano Mario Vázquez Raña, una muestra más de la ausencia de alternancia en muchos cargos deportivos o políticos (el estadounidense Avery Brundage manejó el Comité Olímpico Internacional de 1952 a 1972, durante “la Guerra Fría”; el catalán Juan Antonio Samaranch encabezó el Comité Olímpico Internacional de 1980 a 2001; Julio Grondona lideró la Asociación del Fútbol Argentino de 1979 a 2014 y ejerció como vicepresidente de la FIFA de 1988 a 2014). Milco será la mascota en los Panamericanos de Lima 2019. Basada en un cuchimilco, demonio custodio de los muertos en el Más Allá y símbolo de fertilidad, ojos rasgados y brazos extendidos, estatuilla antropomorfa de barro macizo cocido al Sol. Representa a la cultura chancay, civilización preincaica desarrollada en la costa central del Perú entre los años 1200 y 1470 después de Cristo. Explotaron la pesca artesanal los chancay, tanto desde la orilla como alejándose un poco de ella con los llamados caballitos de totora, embarcación construida con tallos y hojas de totora, planta común en esteros y pantanos de América del Sur. Con estos caballitos de totora, de forma similar a los zapatos que utiliza el joven Aladino en Las mil y una noches, se navega en

el lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo (3812 metros, entre Bolivia y el Perú). Posee la Argentina una rica historia en el yachting de los Panamericanos. Participarán nueve embarcaciones argentinas (13 navegantes) en Lima 2019, entre ellas, el catamarán Nacra 17 de Mateo Majdalani y Eugenia Bosco. En el último Sudamericano, disputado en el Yacht Club de la Bahía de Paracas, Lucía Falasca se consagró campeona en Laser Radial y el peruano Stefano Peschiera, en Laser Standard, seguido por el argentino Juan Pablo Bisio y del estadounidense Charlie Buckingham. Ya en Buenos Aires 1951, la Argentina se adjudicaba la primera medalla dorada, con Carlos Vilar Castex y Jorge Antonio Vilar Castex, del Club Náutico San Isidro, en la Clase Snipe, delante de los brasileños Jean Maligo y Gerald Queiros. En ese entonces, además, Jorge Brauer y Emilio Momps conseguían la medalla plateada en la Clase Star, detrás de los brasileños Roberto Bueno y Gastao Pereira, y delante de los chilenos Adolfo Hurtado y Kurt Angelbeck. Los hermanos Vilar Castex habían sido campeones mundiales en Palma de Mallorca, España (1948) y en La Habana, Cuba (1951), además de subcampeones mundiales en Larchmont, Estados Unidos (1949). Hubo 2513 atletas de 21 naciones en Buenos Aires 1951. Gobernaba la República Argentina el general Juan Domingo Perón. Dos veces organizaron los argentinos los Panamericanos, la segunda de ellas en 1995, en la ciudad balnearia de Mar del Plata, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem, con 5144 deportistas de 42 países. Lideró el medallero en 1951 con 154 podios y en 1995, con 159. Fueron en 1951 y en 1995 las únicas dos oportunidades en las que superó el centenar de distinciones. Salvo en Buenos Aires 1951 y en La Habana 1991, cuando se impuso Cuba, vencieron los Estados Unidos. En total, desde Buenos Aires 1951 hasta Toronto 2015 incluido (17 Panamericanos ininterrumpidos), la Argentina ha acumulado 1060 medallas: 294 medallas doradas, 331

En Toronto 2015, Luis Soubie y Diego Lypzic le dieron la medalla de plata en Snipe a la Argentina

medallas plateadas y 435 medallas de bronce. Ha aportado el yachting 49 medallas (13 doradas, 13 plateadas y 23 de bronce). En la general histórica por naciones, la Argentina figura en el 5º lugar, con 1049 medallas (294 doradas, 327 plateadas y 428 de bronce), detrás de los Estados Unidos, Cuba, el Canadá y el Brasil, en ese orden. En la general histórica del yachting por naciones, la Argentina aparece en el 3er puesto, detrás del Brasil y de los Estados Unidos. Fuera de casa, los argentinos obtuvieron la mayor cantidad de medallas en México 1955 (80, 27 doradas, 33 plateadas y 20 de bronce). Ocupó la Argentina el 2º lugar de la general, al igual que en 1959, aunque en Chicago con 39 podios (9 oros, 19 platas y 11 bronces). La peor actuación se registró en Río de Janeiro 2007, Brasil: 8º puesto, con 60 medallas (11 doradas, 16 plateadas y 33 de bronce). Precisamente, en Río 2007, el yachting lograría cuatro podios: dos platas (Mariano Reutemann en la Clase RS:X, y Alejo Rigoni, Se-

bastián Peribrusa, Joaquín Duarte y Gustavo González en la Clase J-24) y dos bronces (Gustavo González en Laser Standard y Florencia Gutiérrez en RS:X). Otros cuatro podios merecería el yachting cuatro años después, Guadalajara 2011: dos oros (Julio Alsogaray en Laser Standard y Cecilia Carranza en Laser Radial), una plata (Mariano Reutemann en RS:X) y un bronce (Francisco Renna en Sunfish). En Toronto 2015, se mejoró el desempeño, con tres oros (Victoria Travascio y Sol Branz en 49erFX, Federico Ambrus, Guillermo Belinoto, Matías Prereyra y Juan Pereyra en J-24, y Javier Conte, Paula Salerno y Nicolás Fracchia en Lightning), una plata (Luis Soubie y Diego Lypzic en Snipe) y un bronce (Mariarno Reutemann en RS:X). Según un informe publicado por el diario La Nación de Buenos Aires, la Secretaría de Deporte de la Nación dispondrá en 2019 de 991.127.720 pesos: es decir, 105.600.000 millones de pesos menos que los 1.096.743.000 con los

que contó la Secretaría en 2018 y casi 442 millones de pesos menos que en 2017. Tercer año consecutivo de caída en moneda constante, con una pérdida acumulada en el trienio del 62 % en dólares. Sabidas son las intenciones del presidente Mauricio Macri de que los clubes se transformen en sociedades anónimas y de que la Secretaría de Deporte se convierta en Agencia de Deporte Nacional, capaz de vender espacios deportivos públicos en el marco de proyectos inmobiliarios. Algunos coletazos de estas políticas gubernamentales se verán en Lima 2019. Quienes suban al podio, cobrarán $22.000 mensuales durante un año; quienes no lo logren ninguna medalla, ya no recibirán apoyo alguno del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard). Transitan los atletas argentinos escenarios inciertos. Mateo Majdalani y Eugenia Bosco percibirán hasta Lima 2019 una beca de proyección panamericana de $ 15.000 mensuales cada uno. Algo similar, el kara-

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TODOS LOS JUEGOS PANAMERICANOS AÑO

SEDE

PAÍSES

DEPORTES

ATLETAS

GANADOR

1951

Buenos Aires , Argentina

2513

Argentina

1955

Ciudad de México, México

2583

Estados Unidos

1959

Chicago, Estados Unidos

2263

Estados Unidos

1963

San Paulo, Brasil

1665

Estados Unidos

1967

Winnipeg, Canadá

2361

Estados Unidos

1971

Cali, Colombia

2935

Estados Unidos

1975

Ciudad de México, México

3146

Estados Unidos

1979

San Juan, Puerto Rico

3700

Estados Unidos

1983

Caracas, Venezuela

3426

Estados Unidos

1987

Indianápolis, Estados Unidos

4453

Estados Unidos

1991

La Habana, Cuba

4519

Cuba

1995

Mar del Plata, Argentina

5144

Estados Unidos

1999

Winnipeg, Canadá

5275

Estados Unidos

2003

Santo Domingo, Rep. Dominicana

5500

Estados Unidos

2007

Río de Janeiro, Brasil

5662

Estados Unidos

2011

Guadalajara, México

5996

Estados Unidos

2015

Toronto, Canadá

6138

Estados Unidos

teca tucumano Miguel Amargós, quien cobraba $ 9200 mensuales de la Secretaría de Deporte. Por falta de recursos, Amargós se volvió profesional en los Estados Unidos. Ergo, no defenderá el oro en los Panamericanos de Lima 2019 en la categoría 84 kilos ni intentará ganarse un lugar para Tokio 2020. Vale recordar, en este aspecto, las migraciones de los navegantes Diego Romero a Italia, Lucas Calabrese a los Estados Unidos, Matías Bühler a Suiza... CONVERTIRSE EN DIOSES Propuso Daniel Esteban Mosquera López llevar a cabo los Panamericanos. Sucedió durante los Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles 1932, Estados Unidos. El primer evento llamado “Juegos Panamericanos” se desarrolló en Dallas en 1937, pero no atrajo mucha atención ni se considera oficial. En el primer congreso del Comité Deportivo Panamericano, con sede en Buenos Aires, en 1940, se acordó que los primeros Panamericanos se

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realizaran en Buenos Aires en 1942, algo inviable a causa de la Segunda Guerra Mundial. En Londres sería el segundo congreso del Comité Deportivo Panamericano, Juegos Olímpicos de Londres 1948, donde se reconfirmó a la ciudad de Buenos Aires como anfitriona de 1951. La llama de la antorcha panamericana se encenderá en Teotihuacán, México. Teotihuacán, ‘Lugar donde los Hombres se convierten en Dioses ’, nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades prehispánicas de Mesoamérica. Topónimo de origen náhuatl. De allí, será trasladada hasta la ciudadela de Machu Picchu, en Cusco, donde iniciará su trayecto en territorio peruano: Arequipa, Cajamarca, Cusco, Huancayo, Ica, Piura, Puno, Tarapoto, Trujillo, viaje de 23 días hasta el Estadio Nacional de Lima, a orillas del Pacífico, el 26 de julio de 2019. Recorrerá 5500 kilómetros, en manos de unas 1200 personas. Este periplo se contabilizará entre los gastos de los Panamericanos: según el diario perua-

no La República, unos 1200.000.000 de dólares (infraestructura para 19 instalaciones, 470.000.000 de dólares; Villa Panamericana, 180.000.000 de dólares; gastos de organización, 430.000.000 de dólares; erogaciones imprevistas, 106.000.000 de dólares). Los últimos tres Panamericanos se efectuaron en el Canadá (Toronto 2015), México (Guadalajara 2011) y el Brasil (Río de Janeiro). El Comité Olímpico Peruano se instituyó en 1924. Han firmado los peruanos con el Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido el “Proyecto especial para la planificación y el desarrollo de los Juegos Panamericanos de Lima 2019”. Asistencia técnica brindarán los británicos, elogiados en algunos ámbitos deportivos después de haber organizado los Juegos Olímpicos de Verano de Londres 2012 y los Juegos de la Commonwealth de Glasgow 2014, aunque en Londres 2012 se preveía un gasto de 5.000.000.000 de dólares que terminó siendo, de acuerdo con la entidad Council on

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María Sol Branz y Victoria Travascio, no solo campeonas panamericanas en aguas canadienses en 2015, sino también en la fecha de Copa del Mundo de Gamagori 2017, en territorio japonés

En Japón, Eugenia Bosco y Mateo Majdalani (derecha), bronce en la Clase Nacra 17 en la Enoshima Olympic Week de 2018, y ahora candidatos en la bahía de Paracas

Foreign Relations, de casi el cuádruple: 18.000.000.000 de dólares. Porque los fantasmas de corrupción siempre impregnan estos megaeventos deportivos. * ** Se fundó Lima el 18 de enero de 1535 bajo el nombre de Ciudad de los Reyes. Capital del Virreinato del Perú. Después de la Independencia, capital de la República. Alberga a una de las instituciones de Educación Superior más antiguas, la Universidad Nacional de San Marcos, surgida el 12 de mayo de 1551. En épocas prehispánicas, el territorio conformado por los valles de los ríos Rímac, Chillón y Lurín estaba

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ocupado por asentamientos preincaicos, dentro del señorío de Ichma. Los Maranga y los Lima forjaron aquí una identidad. El imperio Wari los conquistó. Luego, se destacó la cultura chancay. Posteriormente, todos incorporados en el siglo XV al imperio incaico. El atleta griego Arístides Roubanis, basquetbolista y lanzador de jabalina en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, fallecido el 13 de enero de 2018, encendió el primer pebetero panamericano de la historia en Buenos Aires 1951. Fue la llama panamericana encendida por primera vez en Olimpia, Grecia, con miras a los Panamericanos de 1951. Posteriormente, encendida por aztecas en templos antiguos.

Primero, en el cerro de La Estrella; más tarde, en la Pirámide del Sol de Teotihuacán. Solo en Sao Pablo 1963, encendida por indígenas guaraníes. El cerro de La Estrella se llama Huizachtepetl, levantado en el centro de Iztapalapa, oriente de la Ciudad de México. Icono de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, fundada por los culhuas. La evidencia más antigua que se conoce de la presencia humana en Iztapalapa es el Hombre de Aztahuacán, de 9000 años. Los españoles llegaron a Tenochtitán en 1519. Una de las primeras poblaciones indígenas que vieron fue Iztapalapa. Tiene muchas cuevas el cerro de La Estrella. Algunas, muy profundas. Pobladores de Iztapalapa cuentan que en estas cuevas vive el diablo, o que no tienen fin. Los curiosos jamás regresan, porque se extravían o porque se los lleva el diablo. Al “Señor de la Cuevita” reverencian en Iztapalapa. La Pirámide del Sol es la edificación más grande de Teotihuacán y una de las más grandes de Mesoamérica. Está en la Calzada de los Muertos, apropiada para recibir energía del Cosmos. Cubría estuco la Pirámide del Sol, y cada una de sus cuatro caras de diferente color. Es el estuco pasta de grano fino compuesta de cal apagada, mármol pulverizado, yeso, pigmentos

El 23 de octubre de 2011, en Guadalajara, México, Julio Alsogaray, festejando la medalla dorada en la Clase Laser frente al Yacht Club Vallarta

naturales. Durante el Renacimiento italiano, se vuelve al estuco como complemento arquitectónico. Estuco blanco en los muros de las iglesias para pintar figuras de ángeles. Rafael utilizó estuco coloreado para decorar palacios y pabellones. En los siglos XVII y XVIII, tanto el

barroco como el rococó decoraron con estuco sus interiores. Contaban los aborígenes a los españoles que habían sido los quinanatzin quienes habían construido la Pirámide del Sol. Dioses gigantes que habían bajado del Cielo. Transportaban enormes piedras de 45 toneladas sin

saber de la rueda ni de animales de carga. Los aztecas aseguraban que la Pirámide del Sol estaba cubierta de basalto negro pintado con todos los colores del arcoíris. Rojo, naranja, amarillo, cian, azul, violeta. Y el verdecino de las aguas curativas de la desolada Huacachina.•

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LA FOTO

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Aunque casi imperceptible detrรกs del telรณn de olas, lleva el timรณn el estadounidense Stuart Mcnay, graduado en Arquitectura en la Universidad de Yale, mientras su tripulante, David Hughes, balancea su cuerpo en la Clase 470 de la Copa del Mundo de Miami 2019