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Especial

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Nostálgico ponche navideño

Esta bebida, preparada en México con frutas y especias, trae inevitablemente a la memoria recuerdos de la niñez y la convivencia con la familia; es el mejor remedio contra el frío de invierno, con o sin “piquete”

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Muchos de los recuerdos más agradables de cualquier persona refieren a la niñez y, particularmente, a la temporada navideña, por la convivencia familiar, los presentes y reuniones en torno a una mesa para comer y beber lo que preparaban mamá y las abuelas.

Es de esa época de frío que recordamos la enorme olla, sobre la hornilla encendida, de la que se extraían frutas cocinadas y su “caldo”, que nos ayudaba a mantenernos calientes: el revitalizante ponche, una bebida que desde el primer trago inunda el cuerpo con calor, devuelve la energía y, si lleva su “piquete”, enrojece las mejillas.

UNA TRADICIÓN DE LA INDIA Diciembre es, en buena parte del país, un mes en el que todos bebemos ponche de frutas. Lo saboreamos en las posadas, durante la reunión de Nochebuena y, a veces, hasta en el festejo de Año Nuevo.

El ponche de frutas es una tradición que consideramos muy mexicana, pero en realidad se originó en la India, donde se le conoce como pãc, que significa “cinco”, número original de sus ingredientes: “arrak” (aguardiente de vino de palma), azúcar, limón, agua y té. Los británicos lo adoptaron y desde Inglaterra se extendió por Europa.

Desde luego, cada país tiene su manera de prepararlo. En Alemania, por ejemplo, el ponche o punsch, es una mezcla de varios jugos de fruta y especias, comúnmente con vino o licor añadido. En Corea, el “Sujeonggwa” es un ponche tradicional hecho a partir de caqui seco –fruto asiático también conocido como palosanto que tiene altísimo contenido calórico–, canela y jengibre.

AL ESTILO MEXICANO En nuestro muy mexicano y navideño estilo se prepara con trozos de caña de azúcar, manzana, guayaba, tejocotes, tamarindo y ciruela-pasa. Hay quienes incluyen flor de jamaica, azúcar o piloncillo y su “piquete”, preferentemente ron, brandy o, de plano, aguardiente.

En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, por ej emplo, donde la temperatura en invierno ronda los 6 grados Celsius, un paseo por la ciudad lleva inevitablemente al Mercado de Dulces y Artesanías, en el barrio de Santa Lucía, a un costado de la iglesia de San Francisco, donde se encuentran algunos puestos en los que se vende ponche preparado con guayaba, azúcar, canela, flor de jamaica, manzanitas, pasas o ciruela-pasa, pimienta y clavo de olor. Ahí mismo te ofrecen pox, una bebida alcohólica destilada de fermento de piloncillo y maíz que te hará olvidar el frío.

5 litros de agua ½ k de guayaba 200 g de ciruela pasa 250 g de tamarindo 50 g de canela en raja 1 caña de azúcar 250 g de tejocote 5 manzanas pequeñas Piloncillo o azúcar al gusto

FORMA DE PREPARARLO

Poner una olla al fuego con el agua, canela, tamarindo sin cáscara, pequeños trozos de caña sin la cáscara, tejocotes y manzanas.

Una vez que el agua haya hervido y empiece a consumirse, se agregan las guayabas partidas en cuatro pedazos, azúcar o piloncillo despedazado y ciruelas-pasa. Se deja hervir hasta que las ciruelas quedan casi deshechas, se retira la olla de la lumbre, se deja reposar unos minutos y se sirve antes de que se enfríe.

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