Itamar Vian - Aldo Colombo
ABRIENDO CAMINOS Cuentos y reflexiones
Introducción Tanto en la teoría como en la práctica, por lo menos en algunas ocasiones, estamos tentados a considerar nuestros actos como sagrados o profanos. En esa óptica serían sagradas las misas dominicales, los sacramentos, las oraciones, la lectura de la Palabra de Dios. Profanos, todos los demás actos del día: trabajo, estudio, familia, descanso. En la realidad, todo puede y debe convertirse en sagrado. El Evangelio nos recomienda rezar sin cesar. Igual que el sol, Dios debe iluminar todos nuestros actos las 24 horas del día. El cristiano debe unir fe y vida. Lo que celebramos el domingo debemos ponerlo en práctica a lo largo de la semana. Dios se revela por medio de las rendijas de lo cotidiano. Jesús vivió lo cotidiano profundamente a lo largo de su existencia. Su predicación partía de lo cotidiano: trigales, redes, lirios, gorriones… Ésta fue también la práctica de los santos. Para Francisco de Asís, todo le hablaba de Dios. En este libro procuramos mostrar a Dios inmerso en lo cotidiano, de alguna manera repitiendo el estilo de la predicación de Jesús, realizada por medio de hechos concretos y parábolas. También ayuda a los lectores a construir la teología de lo cotidiano. De alguna forma, todos los hechos apuntan a Dios, y los caminos nos pueden llevar a él. Somos el resultado de nuestras decisiones, entre las cuales la más inteligente es la de ser feliz. Los autores
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Los dos cántaros Todos los días salía un agricultor con dos pesados cántaros para buscar agua en un oasis cercano. Llevaba los dos cántaros colgados de los extremos de una vara que cargaba apoyándola en el hombro. Uno de los cántaros estaba perfecto y siempre llegaba lleno de agua. Pero el otro estaba rajado y llegaba a su destino con apenas la mitad del agua. Así fue sucediendo, diariamente, a lo largo de dos años, con lo que el cargador, al final de la jornada, tenía nada más que un cántaro y medio de agua. El cántaro perfecto estaba orgulloso de sus realizaciones, mientras que el cántaro rajado se sentía avergonzado de su imperfección, porque realizaba sólo la mitad de lo que estaba destinado a hacer. En su amargura, deseaba que llegara el día en que un golpe cualquiera lo redujese a pedazos, poniendo punto final a su frustrada existencia. Tal vez entendiendo el sentimiento del cántaro, el agricultor le pidió que prestase atención al camino que recorría todos los días. En su inmensa tristeza, nunca miraba hacia los lados. Se concentraba únicamente en la raja que dejaba escapar el agua. Por primera vez, ese día prestó atención al camino. Uno de los lados de la carretera, precisamente el que estaba al lado de donde solía ir el cántaro rajado, se estaba transformando en jardín. Con el agua que le caía todos los días, las tierras secas se volvieron fértiles y el viento fue trayendo semillas desde lugares distantes. Al principio se dieron pequeñas flores silvestres; después llegaron otras semillas que produjeron flores perfumadas y llenas de color, las cuales atraían a las mariposas, insectos, y hasta pequeñas aves. Sin embargo, el otro lado del camino, por donde pasaba el cántaro perfecto, seguía árido y estéril.
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Los dos cántaros representan dos maneras de vivir. Unos ponen sus preocupaciones en sí mismos y exhiben su perfección. Pero se trata de una perfección egoísta y fría. Otros, tal vez más limitados, pasan la vida sembrando la bondad que hace florecer el paisaje. Un día, Dios no tendrá en cuenta la perfección, sino el amor. San Juan de la Cruz acostumbraba a decir: al atardecer de la vida seremos juzgados por el amor. Eso corresponde a la lógica del Evangelio: el que quiera guardar su vida, la perderá, pero el que entregue su vida, la ganará. Para reflexionar: • Comenta: «Es bueno ser importante, ¡pero más importante es ser bueno!». • ¿Cómo podrás superar tus propias limitaciones?
La caja de Angélica Angélica, 71 años, jubilada, guarda en su casa una caja en la que quiere ser enterrada. La idea surgió hace algunos años, cuando Angélica enfermó gravemente. Como vivía muy pobremente, comenzó a reflexionar sobre el entierro y tuvo miedo de no tener una sepultura digna. Ahorrando en la comida, Angélica consiguió realizar su sueño y pagó 350 euros. La caja está guardada en su casa. Su propietaria está orgullosa de ella, dice que tiene un travesaño confortable, para que la difunta no sienta dolor en el cuello. La muerte no hace más que volver definitivo lo que somos en la vida. En ese sentido, la eternidad es la continuación, en términos radicales y definitivos, de lo que somos ahora. Desde esta perspectiva, la muerte no es lo más importante. Lo importante es la vida. El juicio de Dios no tendrá en cuenta ningún acto aislado. Dios nos juzgará de acuerdo con nuestro proyecto de
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vida. Además, nos juzgará con misericordia. Aquél en el que Dios encuentre trazos de Jesús, se salvará. Para la persona de fe, lo que parece muerte se vuelve más vida, va a la «Casa del Padre». De aquí la hermosa expresión, conocida desde el principio del cristianismo: «Dormirse en Cristo». Y san Pablo nos dice: «Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también los que mueren en Jesús, Dios los llevará en su compañía» (cf 1Tes 4,14). Para reflexionar: • ¿Crees en la afirmación: «La muerte no hace más que convertir en definitivo lo que somos en la vida»? • ¿Cómo estás preparando la morada eterna, con barro, con madera o con oro?
El abuelo y el nieto Un hombre anciano y débil fue a vivir con su hijo, su nuera y un nieto de cuatro años. Sus manos temblaban, la vista le fallaba y su paso era inseguro. Toda la familia comía en el comedor, pero, para el anciano, este acto le resultaba bastante difícil: tiraba la leche en el mantel, los alimentos se le caían al suelo… El desorden que ocasionaba fue irritando fuertemente al hijo y a la nuera. «Tenemos que hacer algo respecto del abuelo», dijo un día el hijo. «Ya estamos hartos de que tire la leche, de oírlo comer ruidosamente, y de ver parte de su comida en el suelo…». Por tanto, el marido y la esposa prepararon una mesa pequeña en un rincón de la sala. Allí el abuelo comía solito, mientras el resto de la familia disfrutaba la comida. Después de que el abuelo rompiera dos platos, la comida se la servían en un tazón de madera.
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Cuando la familia le miraba de reojo, a veces notaba una lágrima en sus ojos, por estar solo. Aun así, las únicas palabras que la familia tenía para él eran constantemente amenazas cuando se le caía un tenedor o tiraba la comida. El nieto de cuatro años asistía a todo en silencio. Una noche, antes de cenar, el padre notó que su hijo estaba jugando en el suelo con restos de madera. Él le preguntó dulcemente al niño: «¿Qué estás haciendo?». De igual manera el niño le respondió: «Mira, estoy fabricando una pequeña taza para que mamá y tú comáis cuando yo crezca». Y siguió trabajando. Las palabras del niño impresionaron tanto a los padres, que se quedaron mudos. Sin embargo las lágrimas comenzaron a fluir por sus rostros. Aunque no se dijeron ni una sola palabra, ambos sabían lo que debían hacer. Aquella noche el marido tomó al abuelo de la mano y lo condujo, con suavidad, a la mesa familiar. El resto de los días de su vida comió siempre con la familia. Por alguna razón, ni el marido ni la esposa parecían preocuparse ya cuando se le caía un tenedor o la leche se derramaba, o se ensuciaba el mantel. Los niños son bastante observadores. Sus ojos siempre están observando, sus oídos siempre escuchando y sus mentes procesan los mensajes que ellos reciben. Si nos ven crear pacientemente una atmósfera feliz en nuestra casa, para nuestros familiares, ellos imitarán esa actitud el resto de su vida. El padre sabio percibe diariamente que se está construyendo el futuro del niño. Seamos sabios constructores del bien con nuestras actitudes. Para reflexionar: • ¿Has pensado ya que algún día te harás mayor? ¿Te estás preparando para ello? • El mandamiento nos pide amar a nuestros padres tal como son, independientemente de sus virtudes y cualidades.
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Dios se lo pague Cierto día, un mendigo llamó a la puerta de un hombre muy rico y avaro para pedirle ayuda. El rico, para verse libre cuanto antes del hombre, le dio una monedita de poco valor. El mendigo recibió la monedita y se lo agradeció: «Dios se lo pague». Y se fue. Pero el rico, que nunca había oído esa forma de agradecimiento, le preguntó a un empleado: «¿Cuánto vale un ‘Dios se lo pague’?». El empleado respondió: «No lo sé, señor. Tal vez el sacerdote pueda responder al patrón». El rico, lleno de curiosidad, le preguntó a un sacerdote: «¿Cuánto vale un ‘Dios se lo pague’?». El sacerdote replicó: «Sólo sé que vale mucho. Pero tal vez el obispo pueda responder con mayor precisión». El hombre quedó intrigado, y como era muy avaro, pensó cuánto podría ganar con la buena acción que había hecho con el mendigo. Fue a hablar con el obispo y éste le respondió: «¡Esa pregunta es difícil! ¡Sólo Jesucristo le podrá responder, señor!». Creyendo que se trataba de algo muy valioso, el rico fue a una iglesia y rezó, pidiendo a Jesús que le dijese cuándo valía un «Dios se lo pague». Como no oyó ninguna respuesta, se levantó y salió frustrado. Pero al salir, vio que a la puerta de la iglesia estaba sentado un mendigo, el mismo a quien él le había dado la monedita, que tendió la mano pidiendo una limosna. El rico lo reconoció y le hizo esta pregunta: «Si usted me dice exactamente cuánto vale un ‘Dios se lo pague’ yo le daré todo lo que necesite, para toda su vida». Pero el pobre, bajando la cabeza, dijo: «Señor, desgraciadamente no se lo puedo decir, porque un ‘Dios se lo pague’ tiene un valor infinito. Ni siquiera todo el oro del mundo valdría más que un ‘Dios se lo pague’ dicho de corazón. Pero si el señor puede darme
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una limosna, que Dios se lo pague». Y el rico, viendo la sinceridad del mendigo, que no intentó sacar provecho de la situación, se dio por satisfecho. Cumpliendo con su palabra, cuidó del mendigo en todo lo que éste necesitó, durante toda su vida. Para reflexionar: • «Quien da a los pobres, presta a Dios». • ¿Cuánto pagas por la luz del sol, por las noches estrelladas, por la lluvia y por la primavera?
El carpintero y las herramientas En una carpintería, al caer la noche, tuvo lugar una asamblea general. En ella participaron todas las herramientas. La tensión estaba a flor de piel en todas. El martillo ejercía la presidencia, pero los participantes le informaron de que él debería renunciar. El motivo: hacía mucho ruido y además pasaba todo el tiempo golpeando a los otros. Como buen demócrata, el martillo aceptó, pero decidió llevarse a otros con él. «El tornillo», declaró el martillo, «debería ser expulsado, porque es muy terco, da muchas vueltas hasta conseguir alcanzar su objetivo». El tornillo aceptó, pero pidió la expulsión de la lija. Decía que era muy áspera en el trato con los demás, cosa que causaba muchos roces. La tensión siguió subiendo y la lija exigió la expulsión del metro, porque él se consideraba poseedor de la verdad y juzgaba a los otros según su medida, como si fuese el único perfecto. En ese momento entró el carpintero y tuvo que suspenderse la asamblea. El carpintero puso todas las herramientas sobre el mostrador y comenzó su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro, el tornillo… Al final del día, la madera se convirtió en un mueble muy fino…
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El águila y la vida El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir hasta 70 años. Pero para ello es preciso que a los 40 años tome una difícil decisión, porque a esa edad, las uñas, dilatadas y flexibles, no consiguen agarrar las presas de las que se alimenta: el alargado pico se curva demasiado, apuntando contra el pecho, y las alas, envejecidas y pesadas en proporción al grueso de las plumas, hacen el vuelo muy difícil. El águila está envejecida. Ante tal situación, sólo existen dos alternativas: pasar por un doloroso proceso de renovación o morir. Como el instinto de la vida es muy fuerte, el águila decide afrontar ese período que abarca 150 días. Se prepara un nido abrigado en lo alto de un paredón, donde no necesita volar. En seguida comienza a golpear las piedras con el pico hasta arrancarlo. Después espera que nazca un nuevo pico y, con él, se arranca las uñas. Cuando le crecen de nuevo, las utiliza para arrancar las plumas antiguas. Cinco meses más tarde, sale para el famoso vuelo de la renovación y así podrá vivir 30 años más. En nuestra vida, algunas veces es fundamental recogernos durante algún tiempo y comenzar un proceso de renovación, sin el cual estaremos condenados a una vida sin sentido. Con la renovación podemos alcanzar nuevos objetivos. El mundo de hoy se mueve rápidamente. En el pasado, un diploma valía para el resto de la vida. Actualmente necesitamos enfrentar un proceso de renovación permanente en todas las actividades. El argumento: «Mi padre nunca estudió y triunfó en la vida» ya no vale. Es necesario revisar continuamente nuestros conocimientos. Esto vale tanto en el campo profesional como también en el familiar. Libros, cursos, retiros y encuentros ayudan a vencer
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resistencias y pasar a entender mejor nuestro tiempo. Todo lo que no se renueva muere. Para reflexionar: • ¿Cuánto tiempo hace que no participas en encuentros comunitarios y cursos? • ¿Lo que aprendiste en la escuela y en la catequesis es suficiente para esta etapa de tu vida? • ¿Cuántos libros lees al mes?
Dios lo ve todo Un astrónomo estaba ajustando las lentes de su telescopio para observar la puesta del sol. Mientras llevaba a cabo esta tarea vio en el horizonte algunos árboles en lo alto de una colina y, en uno de ellos, dos jóvenes robando manzanas. Mientras uno sacudía el árbol para que cayera la fruta, el otro observaba alrededor, para ver si alguien se aproximaba. Ellos pensaban que nadie podría verlos, pero el astrónomo captaba cada uno de sus movimientos. Imagina cuánto puede ver un Dios que está en todos los lugares al mismo tiempo y que sabe todo respecto de nosotros, pues conoce nuestros pensamientos e intenciones. Ésta es una información que hasta puede generar cierta inseguridad e inquietud. «No tengo privacidad», pensamos. Pero nunca hemos estado ausentes de la presencia de Dios, ni mientras éramos formados en el vientre de nuestra madre. Dios no sólo ve todas las cosas, sino que además perdona los pecados si nos dirigimos a Él con el corazón contrito. El Padre celestial prometió hacer lo siguiente con nuestros pecados: ¡Perdonarlos todos! Si confesamos nuestros pecados a Dios, Él cumplirá su promesa y hará lo que es justo: nos perdonará y nos limpiará de
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toda maldad. ¡Dichoso aquél cuyos pecados Dios perdona y cuyas culpas olvida. No podemos esconder los pecados a Dios, pues Él tiene un ojo que todo lo ve y un corazón que desea perdonar a quien lo busca. Para reflexionar: • ¿Cómo percibes la presencia de Dios: es juez, fiscal o Padre? • ¿Crees que Dios perdona tus pecados, por muy graves que sean? • ¿Pides perdón a Dios todos los días?
El leñador y la raposa Hace mucho tiempo había un leñador que se despertaba a las seis de la mañana y trabajaba el día entero cortando leña, hasta bien entrada la noche. Tenía un lindo hijito, de pocos meses, y una raposa, amiga suya, a la que trataba como un animal apreciado y de su total confianza. Todos los días iba a trabajar y dejaba a la raposa cuidando de su hijo. Por la noche, al volver del trabajo, la raposa se mostraba feliz por su llegada. Los vecinos del leñador lo alertaban de que la raposa era un animal salvaje y, por tanto, no fiable, pues si llegaba a sentir hambre, se comería al niño. Respondiendo a los vecinos, el leñador siempre decía que eso era una bobada. Ellos insistían: «Leñador, ¡abre los ojos! La raposa se va a comer a tu hijo. ¡Cuando tenga hambre, se comerá a su hijo!». Un día, cansado de trabajar y harto de tales comentarios, el leñador, al llegar a casa, vio a su raposa sonriendo como siempre pero su boca estaba totalmente ensangrentada… Comenzó a sudar y, sin pensarlo dos veces, arrojó el hacha sobre la cabeza del animal. Al entrar en el cuarto, desesperado, encontró a su hijo durmiendo tranquilamente y, al lado de la cuna, una cobra muerta…
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El leñador enterró juntas el hacha y la raposa. Si tú confías en alguien, no te debe importar lo que los otros piensen al respecto. Sigue siempre tu camino y no te dejes influir… Nunca tomes decisiones precipitadas… Para reflexionar: • ¿Crees en la afirmación: «El que no hace mal no piensa mal»? • ¿Qué significa la expresión: «Contar hasta 100 antes de actuar»? • ¿Te preocupa mucho lo que los demás piensan de ti?
La rosa En una esquina de París, una mujer delgada, imagen de la tristeza, pedía limosna. Siempre en el mismo lugar, como si formase parte del paisaje. En el rostro indiferente, se percibían rasgos de una antigua belleza. Debió ser muy bonita en su juventud. Algunos transeúntes le daban limosna de buena gana, otros, no tanto. Generalmente recibía unas pequeñas migajas. Su rostro era la prueba de sus emociones. No hacía nada más que una pequeña señal a los que la ayudaban y no mostraba ningún resentimiento a los caminantes que pasaban sin percibir su presencia. Cierto día, alguien le colocó en la mano una rosa. De un rojo púrpura, era una flor espléndida. Los últimos rayos de sol besaban aquella flor. Tomó la mano que le dio la rosa, la besó y se fue, apretando la flor contra el pecho. Durante una semana nadie volvió a verla. Ocho días después, volvió a aparecer sentada, en el sitio de siempre, nuevamente inmóvil y con los ojos bajos. «¿De qué ha vivido usted si no ha recibido nada?», quiso saber una joven. Y la mendiga respondió: «De la rosa». Existen mil maneras de amar al prójimo y de ayudar a alguien. Dar sin amar para librarse de un mendigo inoportuno. Se puede
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Índice Presentación.......................................................................... 5 Introducción.......................................................................... 7 Cercas o puentes............................................................. 9 El río y el mar................................................................. 11 Lobos dentro de mí......................................................... 12 Los dos cántaros............................................................. 14 La caja de Angélica........................................................ 15 El abuelo y el nieto......................................................... 16 Los cristales de la ventana.............................................. 18 El regalo de papá............................................................ 19 Cincuenta euros.............................................................. 20 El árbol de los problemas............................................... 21 La vaquita y la familia.................................................... 22 La casa quemada............................................................ 24 Papá está al timón........................................................... 25 La casa en el cielo.......................................................... 27 La mujer ambiciosa........................................................ 28 El saco de carbón............................................................ 30 El viento y las raíces....................................................... 32 Un vaso de leche............................................................ 33 La hormiguita y el monje............................................... 34
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Dios se lo pague............................................................. 36 El carpintero y las herramientas..................................... 37 Sandwich de queso......................................................... 39 Moneda falsa.................................................................. 40 Zanahorias, huevos y café.............................................. 41 La sabiduría del buen viejecito....................................... 42 La sandía........................................................................ 44 El barquero..................................................................... 45 Apenas un minuto........................................................... 46 El camión y el niño......................................................... 47 Las cuatro velas.............................................................. 49 Las señales de Dios........................................................ 50 El ciego........................................................................... 51 Amor de madre .............................................................. 52 El caballo en el pozo...................................................... 54 Las nubes bonitas........................................................... 55 La rosa y las espinas....................................................... 56 Hablando con Dios......................................................... 57 Amor perfecto................................................................ 59 Calabazas en la carroza.................................................. 60 La puerta sin cerradura................................................... 61 La bomba de agua.......................................................... 62 Una cajita dorada............................................................ 63 Redes del amor............................................................... 64 El beso del padre............................................................ 66 El dinero y la vida.......................................................... 67 Testimonio de vida......................................................... 68
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Sólo una vez................................................................... 69 No se llevaron la música................................................ 70 La vejez.......................................................................... 72 Una manera de rezar....................................................... 73 El vestido azul................................................................ 74 Propina para el camarero................................................ 76 El precio del amor.......................................................... 77 En busca de la felicidad.................................................. 78 Los dos amigos............................................................... 79 Comiendo bizcochos ..................................................... 81 El valor del tiempo......................................................... 82 Los tres hermanos........................................................... 83 El padre y la hija............................................................. 85 El niño y el viejecito....................................................... 86 El tiempo de Dios........................................................... 87 La fábula de los animales............................................... 88 El águila y la vida........................................................... 90 Dios lo ve todo............................................................... 91 El leñador y la raposa..................................................... 92 La rosa............................................................................ 93 Levanta los ojos.............................................................. 94 La pastilla de jabón........................................................ 96 La cruz y el puente......................................................... 97 La nueva morada............................................................ 98 El barco.......................................................................... 99 El herrero........................................................................ 100 Vida nueva...................................................................... 101
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Las cinco bolas............................................................... 103 En el aula escolar............................................................ 104 El ratón y la cobra.......................................................... 105 Dios y el monje.............................................................. 106 La mariposa.................................................................... 107 Estrellas de mar.............................................................. 108 La campana de plata....................................................... 109 No te quedes en el 10%.................................................. 111 Nuestras preferencias..................................................... 112 El bordado de la abuela.................................................. 114 La mujer infeliz.............................................................. 115 Comienza otra vez.......................................................... 116 Las dos peticiones.......................................................... 117 Quedarse en el banco...................................................... 119 El reloj............................................................................ 120 Uvas maduras................................................................. 122 La semilla de una flor..................................................... 123 Una ocasión especial...................................................... 125 El sueño del monje......................................................... 126 Gracias, Señor................................................................ 127 Buen tiempo o mal tiempo............................................. 129 El sueño del rey.............................................................. 130 Valores importantes........................................................ 131 Tarjeta roja...................................................................... 132 La gota de agua.............................................................. 134 El bien más precioso...................................................... 135 Momento exacto............................................................. 137
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Sólo de paso................................................................... 138 Olimpiada de los deficientes.......................................... 140 El poder de la oración..................................................... 141 Veneno para la suegra.................................................... 142 La decisión es suya......................................................... 143 Los dos bolsillos............................................................. 144 Pánico en el avión.......................................................... 146 Los dos señores.............................................................. 147 El sabio y el escorpión................................................... 148 El misionero y el cacique............................................... 149 La resurrección de Jesús................................................. 150 El agua contaminada...................................................... 152
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