Don Tonino Bello
ACOGER Y DAR VIDA Reflexiones sobre el Evangelio
Introducción
Este libro recoge algunas de las mejores páginas de los escritos de Antonio Bello, más conocido como don Tonino, que fue obispo de la diócesis de Molfetta (Italia) y que murió en el año 1993. Su vida entregada a los más pobres y excluidos de su tierra, junto a su compromiso por la justicia y la paz en el mundo, desde una profunda fe en el Dios manifestado por Jesucristo y la proclamación de la buena noticia del Evangelio, han motivado a la Sagrada Congregación de la Causa de los Santos el inicio, en el año 2007, de su proceso de beatificación. Antonio Bello fue un autor prolífico, habiendo publicado a lo largo de su vida numerosos libros de muy diversos contenidos: espiritual, litúrgico, bíblico, pastoral, mariano… En España, nuestra editorial ha publicado uno de los más queridos por él: María, Señora de nuestros días. Los textos que recogemos en este volumen son extractos de algunos de sus mejores libros. Son páginas escogidas, mediante una cuidada selección, que creemos pueden ayudar a numerosos lectores en la profundización y el crecimiento de su vida espiritual. 5
Lo que no encontrarán en ellas es un testimonio de una espiritualidad evasiva. Lo que seduce, y nos da un toque de atención en esta obra, es la vivencia del Evangelio profundamente encarnado en la realidad cotidiana, tanto religiosa, como social y política. Cada capítulo comienza con un texto evangélico que ofrece el tema de fondo para la reflexión del autor, en torno a pasajes bíblicos, tiempos litúrgicos, María, el Espíritu Santo... A primera vista podrían parecer cuestiones deslavazadas pero, realizando una lectura más atenta, veremos que poseen una estructura interna que da consistencia a todo el libro en su conjunto. Al llegar a la última página de esta síntesis del pensamiento de un hombre de nuestros días, estamos seguros que el lector se habrá quedado arrobado por la reflexión y la vivencia personal de don Tonino. Que fue una persona muy humana, un cristiano ejemplar, un buen obispo. Un santo de nuestros días.
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2 MUJER DEL PRIMER PASO Unos días después María se dirigió presurosa a la montaña, a una ciudad de Judá. 40Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41Cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno e Isabel quedó llena de Espíritu Santo. 42Y dijo alzando la voz: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! 43¿Y cómo es que la madre de mi Señor viene a mí? 44Tan pronto como tu saludo sonó en mis oídos, el niño saltó de alegría en mi seno. 45¡Dichosa tú que has creído que se cumplirán las cosas que te ha dicho el Señor!». (Lc 1,39-45) 39
Una cosa que no me explico
Tengo que preguntarlo a los especialistas. No consigo explicarme por qué aquella palabra del texto griego, que a mí me parece tan cargada de alusiones, no ha pasado a la traducción italiana. Me explico. Cuando Lucas, en el primer capítulo de su evangelio, dice que, al marcharse el ángel de Nazaret, «María se dirigió presurosa a la montaña, a una ciudad de Judá»; en el texto original, después de la palabra María, hay un participio: «anastàsa». 13
Literalmente significa: «se levantó». Y podría ser una locución estereotipa: uno de esos abundantes términos repetitivos, o sea, que en nuestros discursos hacen de coletilla entre una narración y otra. Si fuese así, dado su significado expresivo, la omisión en el texto italiano estaría plenamente justificada. Pero, mirándolo bien, la palabra «anastàsa» tiene la misma raíz que el sustantivo «anàstasis», el clásico vocablo que indica el acontecimiento central de nuestra fe, es decir, la resurrección del Señor. Así que podría traducirse simplemente como «resucitada». Así pues, teniendo en cuenta que Lucas relee la infancia de Jesús a la luz de los acontecimientos pascuales, ¿es exagerado sospechar que la palabra «anastàsa» sea algo más que un estereotipo inexpresivo? ¿Es arriesgado pensar, en cambio, que quiera referirse a María como símbolo de la Iglesia «resucitada» que se mueve, a toda prisa, para llevar alegres noticias al mundo? ¿Es exagerado afirmar que bajo aquella palabra se condensa el cometido misionero de la Iglesia, la cual, después de la resurrección del Señor, tiene el encargo de llevar en su seno a Jesucristo para ofrecerlo a los otros, como lo hizo María con Isabel? Ahí queda eso. Una conclusión, de todas formas, me parece evidente: que aunque la palabra «anastàsa» no tenga esa fecundidad teológica de la que he hablado, está, sin embargo, subrayando al menos una cosa: la determinación de María. 14
Una mujer resuelta
Es ella quien decide desplazarse la primera: nadie la invita. Es ella quien emprende este viaje: no recibe sugerencias desde fuera. Es ella quien resuelve dar el primer paso: no espera que sean los otros quienes tomen la iniciativa. Por el gesto discretísimo del ángel ha tenido la percepción de que su pariente debía encontrarse en serias dificultades. Por tanto, sin añadir demoras y sin detenerse a preguntar si le correspondía a ella emprender la marcha, hizo sus maletas, y ¡adelante! Arriba por los montes de Judea. «Deprisa», por añadidura. O, como traduce alguien, «con preocupación». Tenemos todos los elementos para leer, a través de estos resquicios verbales, el estilo emprendedor de María. Sin injerencias. Estilo confirmado, por lo demás, en las bodas de Caná, cuando, después de haber intuido el malestar de los esposos, sin que ellos le rogaran, realizó el primer movimiento y dio jaque mate al rey. Tenía razón Dante Alighieri afirmando que la benignidad de la Virgen no ayuda solamente a quien se dirige a ella, sino que «molte fïate liberamente al dimandar precorre» (muchas veces precede libremente a la súplica).
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Índice Introducción.................................................... 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
Kàire, María, mujer de la espera................. Mujer del primer paso................................. Dios viene del futuro ................................. La tienda de Dios, ¿es de verdad bienvenida?.......................... Los «poco confiables» en la cueva............. Gratuidad y universalidad........................... Un niño en Jerusalén................................... Tres «P» contra tres «P».............................
5 7 13 17 21 27 33 37 39
Intermedio: Carta a Jesús tentado en el desierto............. 47 9. La mujer y el vino nuevo............................ 71 10. Los pies de Natanael, el justo.................... 77 11. El misterio de la bienaventuranza.............. 83 12. La misión de los apóstoles, la constitución de la Iglesia........................ 89 13. El mundo es la obsesión de Dios............... 93 14. ¿Quién baja de Jerusalén?.......................... 99 15. El icono del samaritano (y del político)..... 103 16. Una tienda.................................................. 109 189
17. Llenar las lámparas de aceite..................... 113 18. Los pies de Pedro y los pies de Judas........ 117 Intermedio: La «Pasión breve» según Juan..................... 127 19. Pedro, que se mira dentro.......................... 143 20. Imágenes de la cruz................................... 149 21. Mujer del sábado santo.............................. 157 22. La fiesta de las losas que ruedan................ 163 23. Recibid el Espíritu Santo........................... 167 24. Los pies del Resucitado............................. 173 25. Pesca nocturna........................................... 177
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