Introducción La dimensión festiva es parte constitutiva del ser humano y, cuando se une con la experiencia religiosa, se expresa en celebraciones que marcan la vida de los fieles. Si, además, aceptamos la aseveración de la pedagogía según la cual «una persona aprende más con lo que hace, que con lo que escucha o lee», se evidencia la importancia capital de la celebración en la vida de todos los cristianos, como un espacio privilegiado de expresión, experiencia y aprendizaje íntimo de lo realizado. Toda celebración cristiana, litúrgica o no, tiene como eje el Misterio Pascual de Cristo y un triple fin: dar gracias a Dios por su acción providente en la vida de la comunidad, pedir su ayuda para las múltiples y variadas necesidades que los cristianos tienen durante su peregrinación terrena y llevar a cabo un camino de docilidad y disposición a la voluntad de Dios y al servicio de su proyecto. Para colaborar con el desarrollo auténtico de la dimensión festiva de la vida cristiana, damos en este libro unas orientaciones sencillas y concretas que ayudarán a realizar celebraciones gozosas y significativas en parroquias, comunidades, instituciones educativas y en cualquier grupo eclesial. En cada celebración se encuentran indicaciones prácticas para ambientar el lugar; una motivación que puede ser leída o que sirva como base para que la persona encar-gada la desarrolle con sus propias palabras; una oración inicial, que expresa sintéticamente el sentido de la cele-bración; un texto bíblico y una breve reflexión, que iluminan la vida de los participantes; una dinámica o experiencia para 7
asimilar la Palabra; una oración comunitaria; indicaciones para elaborar un compromiso concreto y realizable; una oración final. Las celebraciones que no forman parte del ciclo litúrgico tienen un esquema más simple, para que puedan ser utilizadas en cualquier ambiente y circunstancia. Los esquemas propuestos, si bien son completos y prácticos, están abiertos a la iniciativa y capacidad creativa de los organizadores y participantes de la celebración. Todo está estructurado para obtener frutos abundantes, teniendo en cuenta que es el Espíritu Santo quien actúa a través de los medios humanos. Por esta razón, es indispensable que todos los participantes vivan estas celebraciones con un espíritu de oración y de confianza en la gracia de Dios «que todo lo puede».
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Celebración por la paz Ambientación. Decorar el lugar con recortes de periódico o de revistas que evoquen paz y ausencia de paz. Cada uno pasará en silencio y observará las distintas situaciones. Se puede poner como fondo un tema musical suave que invite a la interiorización. Motivación: Nos hemos reunido para reflexionar y orar juntos por el don de la paz, que Dios concede a aquellas personas, pueblos y naciones que la buscan sinceramente con actitudes de vida. Dispongamos nuestro corazón para asumir los retos y compromisos que nos serán propuestos en esta celebración. Oración inicial Oh Dios, entra en nuestro corazón y revitaliza las semillas de paz que un día colocaste en nosotros, para que nos abramos a la comunión contigo y con nuestros hermanos. Amén. Lecturas bíblicas Curan ellos la herida de su pueblo livianamente, diciendo: «¡Paz, paz!», siendo así que no hay paz (Jer 6,14). El lobo habitará con el cordero, el leopardo se acostará junto al cabrito, ternero y leoncillo pacerán juntos, un chiquillo los podrá cuidar (Is 11,6). Aquel día haré en su favor un pacto: romperé en el país arco, espada y lanza y haré que duerman tranquilos (Os 2,20). Desde el Antiguo Testamento, en muchas de sus páginas, Dios aparece como un Dios de paz, y de paz duradera, que no se puede esconder; es la paz que se experimenta, que se 217
palpa, que se percibe, que se da en acciones concretas, donde los enemigos (el lobo y el cordero), cuidados por un niño pequeño, comparten amigablemente su alimento. Dios en persona desterrará todas las expresiones de guerra del territorio de sus elegidos. Es un Dios amoroso y cercano, que se pone de parte de los que sufren cualquier tipo de violencia. Diálogo para asimilar la Palabra Se entregará a los participantes uno de los siguientes valores o antivalores: resentimiento, equidad, verdad, egoísmo, exclusión, autonomía, perdón, bondad, conflicto, marginación, comunidad, opresión, cambio social, engaño, solidaridad, individualismo, diálogo, altruismo, libertad... Cada uno reflexionará, primero a solas, si este valor o actitud construye o destruye la paz, relacionándolo con alguna de las citas bíblicas y aplicándolo a la realidad del propio ambiente. En un segundo momento cada uno buscará la persona que tiene el antivalor o el valor contrario para compartir lo que han reflexionado a solas. Después se hará una puesta en común.
Canto. Buscar una canción apropiada para la celebración. Oración comunitaria Llevar a la oración lo reflexionado anteriormente. Una persona presenta el valor o actitud que destruye la paz y seguidamente la otra persona el valor o actitud que construye la paz, orando para que ésta sea una realidad en nuestro mundo. Compromiso. Cada uno se compromete a ser constructor de paz y concordia en su ambiente familiar y laboral. En un cartel se pone la oración de san Francisco, para que cada uno la ore en silencio y se comprometa perso218
nalmente a vivir aquella actitud que está necesitando para ser constructor de paz. Al final se reza comunitariamente, invitando a las personas a orar con la frase que han escogido para sus vidas. Señor: Haz de mí un instrumento de tu paz. Que donde haya odio, lleve amor. Donde haya ofensa, lleve perdón. Donde haya discordia, lleve unión. Donde haya duda, lleve fe. Donde haya error, lleve verdad. Donde haya desesperación, lleve esperanza. Donde haya tristeza, lleve alegría. Donde haya tinieblas, lleve luz. Maestro, que no busque tanto ser consolado, como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado como amar. Porque dando, se recibe, perdonando, tú nos perdonas y muriendo, nacemos para la vida eterna. Amén. Oración final Gracias, Señor, por el tiempo que hemos pasado contigo y en comunidad. Tú has reanimado en nosotros los propósitos de paz que nuestras familias, nuestros grupos y nuestro país necesitan. ¡Contigo lo lograremos, Señor! Amén. Canto. Buscar una canción apropiada para la celebración. Todos se dan un abrazo de paz.
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