Miguel Ă ngel Mesa Bouzas
CUIDA CON AMOR TUS ESTRELLAS Orar, vivir, compartir
Presentación Leer un libro que invita al «cuidado» ya es por sí sugerente, y si además está escrito por un hombre resulta cuanto menos provocador. Pero si el «cuidado» está referido a «las estrellas», es decir, a la utopía y al hondón del ser donde habitan las motivaciones y los anhelos más profundos, entonces resulta imprescindible. Soy lectora y «divulgadora» de los textos de Miguel Ángel Mesa desde hace muchos años. Su poesía y sus reflexiones «me hacen bien» y «hacen bien» a los grupos cristianos, interreligiosos o simplemente de personas «en búsqueda», en los que me muevo, por eso valoro tanto esta nueva publicación como un recurso que nos será, sin duda, de gran ayuda en nuestras oraciones y celebraciones, y cuya profundidad y creatividad hará crecer también la nuestra. Miguel Ángel Mesa es un contemplativo en acción, un contemplativo en relación, con una gran capacidad de captar la magia escondida en lo cotidiano y la fuerza de la vida envuelta en su absoluta y paradójica fragilidad. Este libro nos ayuda a rescatar lo inédito, a acoger la bienaventuranza de la «vida común» desde la gratuidad y la Buena Noticia que porta dentro, porque el Evangelio no es una Palabra escrita en un libro sino que el Evangelio acontece, es dinámico, se revela en nuestro aquí y ahora y se nos ofrece como esperanza contra toda desesperanza. 5
Miguel Ángel Mesa nos devuelve una vez más la conciencia de algo que olvidamos frecuentemente, y es que la espiritualidad y la mística son un don, pero «no tienen derechos de admisión», sino que están al alcance de todos y todas las que se atreven a con-moverse por el Misterio y dejarse trabajar por su radical gratuidad y libertad, en el corazón humano y en la historia. Por eso termino mi presentación haciendo mío uno de los poemas-oraciones del libro, titulado «Creer que aún podemos», convencida como mucha gente hoy en el mundo, aunque no sean noticia, que la fe es nuestra fortaleza, nuestra creatividad y nuestra resiliencia: Creer que aún podemos sonreír cada amanecer inédito. Poder dar voz al silencio impuesto. Podemos regalar caricias, anhelos, sueños, alas (…) derramar por las calles estrellas ardientes. (Pepa Torres Pérez, Ap.CJ)
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Introducción Este libro que tienes en tus manos se compone de varias temáticas, pero todas están interrelacionadas, son transversales, unas se entrelazan con las otras, pues si no fuera así le faltaría algo esencial a cada una de ellas. En estas páginas el lector o lectora encontrará varios credos, la mayoría desde una perspectiva cristiana, pero muy abiertos, porque la fe que no crece y avanza cada día se va apagando. Por eso no se debe detener, sino irse modificando en el contacto con la realidad, con la vida de fe de otros creyentes, o con personas que no pertenecen a ninguna religión, pero que poseen una profunda fe en el ser humano y su dignidad, en el amor por la naturaleza y la vida. También se hallarán paráfrasis de padrenuestros (sin desmerecer en absoluto el Padrenuestro que enseñó Jesús, que es una oración inigualable, que tendrá plena vigencia siempre), porque si ponemos en palabras de hoy algunas oraciones de ayer, se pueden entender mejor y aterrizar con más claridad y mayores posibilidades de que nos lleguen más adentro, nos motiven y comprometan. Y no hay oración sin agradecimiento, sin alabanza, sin celebración. Pues todo en la vida es don, aceptado o entregado, por eso es necesario ser agradecido, dar las gracias, sentirse feliz por todo lo que se recibe, por lo que se aprende, por lo que se comparte. Y todo ese agradecimiento tiene un momento culminante: la celebración de acción de gracias, donde se hace presente la vida, con sus sufrimientos y sus alegrías. 7
La fe y la vida tienen que estar plenamente unidas. Jesús formó una comunidad de hombres y mujeres, que le acompañaron por los caminos de Galilea. No se puede vivir la fe de forma aislada, ni al margen de la existencia concreta. La fe, para ser auténtica y fértil, debe ser compartida en comunidad y solo tendrá su verificación en la realidad cotidiana. La fe, la oración, la celebración, el compartirlo todo en comunidad, solo adquirirá su plenitud si está impregnada de una mística de ojos, oídos y manos abiertas, que lo envuelva todo, que nos ayude a ver la realidad en profundidad y lo que acontece detrás de ella: la trascendencia de cada acto, de las opciones, de la humanidad dolorida y esperanzada. La trascendencia inmanente de la Divinidad, que está presente en todo, que todo lo impregna y sustenta con su presencia. Una mística que se enlaza profundamente con la espiritualidad. Esta nos ofrece el aliento para poder vivir de otra manera y, por lo tanto, más felices. En mi caso será desde una perspectiva cristiana, al compás del evangelio y las bienaventuranzas. Otros, desde sus propias creencias religiosas. O desde el más profundo humanismo. Al final todos coincidimos en la espiritualidad más humana, si está teñida de cariño, compasión y compromiso por un mundo más justo y fraterno. Sí, porque la oración, la comunidad, la mística o la espiritualidad, solo serán creíbles si se concretan en la solidaridad, en el amor verdadero, efectivo hacia las personas que sufren injusticias en nuestro mundo: refugiados, mujeres maltratadas, niños y niñas víctimas de trata o prostitución, personas en paro, ancianos sin recursos para sobrevivir en el último tramo de su vida… Nos dice Pedro Casaldáliga, un auténtico profeta de nuestros días: «No basta ser creyente, hay que ser creíble». 8
Pues no daremos un auténtico testimonio hablando mucho sobre Dios, sino mostrando con el testimonio de nuestra vida que el amor por los demás es lo que nos mueve. Solo así podremos contemplar al Dios verdadero y los demás podrán acercarse al Misterio a través de nuestro testimonio encarnado. Ante estas realidades, en la mayoría de las ocasiones, solo se puede callar y hacer silencio, porque no existen palabras para definir bien lo que se experimenta. O, como máximo, intentar que lo inefable se pueda expresar con el lenguaje de la poesía, que se manifiesta de muchas formas, con mil matices. El autor.
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la Solidaridad, en la Justicia. Y en la Paz, que es fruto de ellas. Creo en la Poesía, en la Belleza y en la Armonía que laten en todo nuestro Universo. Y que los hombres y mujeres de este hermoso Planeta azul debemos ser co-creadores y cuidadores de todo cuanto existe y existirá después de nosotros. Creo en el Dios de la Vida Creo en el Dios de todos los nombres, de todos los pueblos, Padre y Madre de toda bondad e infinita ternura, que es el Misterio profundo de la vida, la acogedora Presencia que me acompaña cada día, la Fuente de todo consuelo, la Luz que ilumina mis pasos y mis sombras, el Aire que me permite respirar y descansar, la Esencia que me invita a vivir y desvivirme por los demás y el universo que me rodea. Creo en Jesús, en su buena noticia, en su vida, en su proyecto para la humanidad. Él me muestra un camino de felicidad, mediante la propuesta de sus bienaventuranzas, que solo se podrá cumplir si la hago extensiva al otro que camina a mi lado, sobre todo al más débil y excluido. Jesús, como hijo de Dios y hermano mío, me invita a resucitar cada día a una nueva vida, a una primavera de fraternidad y solidaridad. Creo en el Espíritu que da consistencia a todo, que todo lo hace nuevo, que es el Aliento vital que me despierta a la existencia cada mañana, el Entusiasmo por construir un mundo mejor, más justo y fraterno, la Pasión que no me deja caer en la inhumana herida de la indiferencia, el Fuego que me arde por fuera y por dentro para sentirme uno con toda la creación, responsable y fraterno con mi familia humana. 22
Creo que la Iglesia solo puede ser un referente para nuestro mundo, si se deja convertir por el espíritu de Jesús, por su forma de ser y de vivir, por su compromiso en la liberación y la felicidad de los hombres y mujeres, en especial de los más empobrecidos y marginados, por su audacia y ausencia de legalismo, por su com-pasión, su ternura, su alegría y su profecía. Creo que la mejor forma de seguir a Jesús es en pequeñas comunidades, como él lo vivió con sus amigos. Queriéndonos y ayudándonos a ser fieles cada día al mensaje de amor, de compromiso, de cercanía a quienes peor lo pasan en nuestra sociedad. Gozando y celebrando cada momento de la vida. Manteniendo la esperanza activa. Sabiendo que no somos perfectos, pero que en comunidad nos ayudamos a ser un poco mejores y más felices. Creo en el agua que me limpia y me da la libertad de compartir mi vida con los demás, sintiéndome hermano e hijo; en el perdón que me libera y ayuda a sanar al otro; en la donación gratuita de lo que soy y lo que tengo, pues me humaniza; en la espiritualidad encarnada, que me abre a la trascendencia de mi propia vida; en el servicio desinteresado a los demás, que me invita a descentrarme, a abandonar mi yo egoísta, a reencontrarme en profundidad. Creo que la muerte no tiene ningún poder sobre la vida, aunque parezca todo lo contrario. Creo que para quienes confiamos en Dios, en el ser humano, en todo lo que nos une… la vida no termina, sino que se transforma. Que no tiene un punto final, sino un punto y seguido. Que si damos vida al otro, si la recibimos de los demás, si recordamos y nos recuerdan, no moriremos nunca. Como el mismo Jesús, como nuestros familiares, amigos y tanta 23
Alabanza. Agradecimiento. Celebración Alabado seas por la Creación Alabado seas mi Señor, creador de todo lo viviente. Ante tu creación, lo más idóneo es mantener un respetuoso silencio… ¡Unos quince mil millones de años nos contemplan! ¿Quién podría imaginar que un punto, miles de millones de veces más pequeño que un punto, podría llegar a dar a luz el universo que hoy existe? Tal era el calor y la densidad de la energía, que explotó. Tal era la inmensidad del Amor condensado, que estalló en una hermosísima danza cósmica. Bendito seas bondadoso Origen de la materia: Tú la generaste, y te contiene, y la sobrepasas, y la trasciendes… Y tu Espíritu revoloteaba alegre en la velocísima expansión del universo. Alabado seas por Antares y Andrómeda, por la Cabellera de Berenice, por Casiopea y la Vía Láctea, por nuestro Sol y nuestra Luna. En especial, por nuestra cálida morada, la Tierra, este planeta azul de 4.600 millones de años. Bendito seas, cuidadoso Hacedor, por sus continentes y océanos, por sus animales terrestres y marinos, por la capa de atmósfera que nos permite respirar y la de ozono, que nos protege del sol. Alabado seas, Padre y Madre nuestros, por los homínidos que fueron naciendo y desarrollándose durante 29
millones de años: austrolopitecus, homo erectus, homo habilis, homo neardenthalensis, homo sapiens (et demens, que diría Boff)… Bendito seas por la mujer y el hombre que, como un hito importante de la evolución, están llamados a ser hijos tuyos, fraternos, felices y libres. Te pedimos que perdones nuestra falta de amor hacia nuestra madre la Tierra, por desangrarla, por aniquilar sus bosques, contaminar su aire y envenenar sus aguas. ¡Que a nuestro planeta (que lanza gritos de dolor, como de parto) no le causemos heridas de muerte! ¡Que la humanidad no desaparezca para siempre! Transforma nuestros corazones, para amarte más en tu creación, en tu humanidad que trabaja y lucha diariamente en nuestros pueblos, ciudades y barrios. Alabado seas buen Dios por todos los dioses que no compiten contigo. Por Buda, por Mahoma, por Moisés; todos estos profetas nos invitan a recorrer en un bello macroecumenismo, el camino hacia la Verdad, mostrándonos al único Dios, vivo y verdadero. Bendita seas Madre buena, por tu hijo Jesús, que quiso compartir nuestro destino, nuestras tristezas y alegrías, nuestras desesperanzas y nuestro amor. Él comprometió su vida con los más débiles y marginados. Para mostrar la misericordia de su Dios por ellos, por toda la creación, entregó su vida en la cruz, y por esta muestra de infinito amor la recobró de nuevo de manos de su Abbá, alcanzándonos así la más plena liberación. Alabado seas Dios nuestro y cercano, por la amistad, la justicia, la fraternidad, la paz, la solidaridad… Por todos los valores que humanizan y deifican a los hombres y a las mujeres; por todos los avances realizados 30
para reducir distancias, unir, interrelacionar, comunicar, para mejorar y dignificar el trabajo de las personas. Queremos pedirte perdón por tanta gente en paro, por todas las personas que dejamos al margen de este proceso, por quienes no cuentan porque no pueden consumir, aunque sí tienen que pagar la deuda externa impuesta… Bendita seas, dulce Esperanza nuestra, por la vida con dignidad y por la muerte a su debido tiempo; porque si nos analizamos somos polvo de estrellas; porque hemos nacido de ti y a ti volveremos. Alabado seas siempre y en toda circunstancia: por todo lo que supera nuestro entender, por todo lo que vemos y gozamos, por todo lo que nos cuesta y nos hace crecer. Ayúdanos a dar a luz una Nueva Creación. Y, mientras tanto, ante la que observan nuestros ojos, permítenos extasiarnos, dar gracias, contemplar y callar… Agradecimiento Únicamente quien llega sediento estima sinceramente el vaso de agua fresca. Únicamente quien se ha quedado desnudo agradece el vestido que le ofrecen. Únicamente quien ha sufrido en las duras cunetas de la vida, valora el gesto de cercanía y la mano que se le tiende. Únicamente quien camina a tientas en la oscuridad, queda deslumbrado ante la luz de la amistad. Únicamente quien ha pasado hambre de verdad, besa el pan y la solidaridad con que se le ofrece. Los satisfechos, en cambio, no estiman, ni agradecen, ni valoran, ni se dejan deslumbrar, ni besan, ni sueñan, 31
ni esperan… Tienen bastante con asegurar el hoy y el mañana, tan incierto. Porque ninguno de ellos puede comprar un amanecer, la luz, el cuerpo, la caricia, la rosa, el viento, el mar, la mirada, una sonrisa, el amor. Y, aunque pudieran, jamás podrán gozar, perdiendo el oro de su tiempo, contemplando tanta belleza… Le doy gracias a la vida Por depositar en mí la semilla de la confianza, dejándome conducir por la voz presentida, le doy gracias a la vida. Por el sentido del humor, por las manos tendidas, por la caricia sentida y su ardor, le doy gracias a la vida. Por la luz y su mañana, por el corazón cordial, compartido, por la sonrisa acogedora, cercana, le doy gracias a la vida. Por la mar en calma, por sus olas embravecidas, por la espuma depositada en mi alma, le doy gracias a la vida. Por el manantial de la amistad, por su fuente clara, vertida, por su frescura y su sinceridad, le doy gracias a la vida. Por la palabra libre, inspiradora, por la pasión que me provoca y me cuida, por alumbrar en mí su acción creadora, le doy gracias a la vida. Por la fértil tierra y sus frutos, dolorido por sus lágrimas afligidas; por el instante en que me dará cobijo, le doy gracias a la vida.
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responsable, solidaria. Pues esta forma de vida, a pesar de los mensajes publicitarios, le hace que disfrute de tantos pequeños placeres que se le ofrecen cada día y que están ahí, a mano, gratuitos, para ser degustados… Una persona mística «cuida sobre todo de su corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida», e intenta satisfacer en lo posible en su cotidianidad el anhelo de interioridad, de espiritualidad, de realización personal y humana que lleva dentro. Y desde ahí sale renovada, más humana y dichosa, para seguir caminando humildemente, en el día a día, con sus compañeros y compañeras de camino, compartiendo amor, ternura, afecto, ilusión, para vivir en plenitud, desviviéndose por los demás. Cuida con amor tus estrellas No dejes que silencien las estrellas que llevas impresas en el corazón, que estallan dando a luz a intrépidas y jóvenes nuevas estrellas. No permitas que te arrebaten las estrellas que resplandecen entre tus manos y que son tu fuego sagrado, el cordón umbilical que te une a la historia sideral de tantas otras estrellas desde el inicio de la vida en el universo. Alza tu voz contra quienes pretendan herir la luminosa presencia de las estrellas, la hermosa sencillez de las estrellas, la fuerza volcánica y nuclear de las estrellas, la vida propia de cada estrella. Haz visibles en esta larga noche los sueños de tantas estrellas, la necesidad de conocer su larga andadura, la pureza de sus manchas, las luchas por llegar a ser lo que están llamadas a ser, la deslumbrante sorpresa de sus auroras. Cuida y mira con ternura y confianza a las estrellas. Cada una de ellas nos permite contemplar el firmamento 52
en su grandeza, y en los pequeños detalles cotidianos, el aliento y la brisa de la sabiduría, haciendo que surja la vida en los más insignificantes detalles de cada nuevo día. Cuida con amor de cada una de tus estrellas, y nunca, nunca las vendas, porque son tu tesoro más preciado, lo que te distingue, lo que sella tu identidad. Nuestro universo está grávido de ese esperado nuevo futuro que tanto anhelamos. Y que está siempre preñado de estrellas luminosas. Solo el amor Solo el amor te acompaña cada día, como tu sombra, como tu piel, en cada momento de tu vida; será quizá la eterna causa perdida, pero también la fuerza necesaria para renacer. Solo el amor recorre el universo con la musicalidad de un eco de fondo, aún así hay que aguzar la caracola y el oído para acoger su mensaje primigenio, hondo, como la espuma y su ola, su latido. Solo el amor resuena en la roja estrella, la pasión que dio a luz y se dispersó por inéditas rutas interestelares, la huella indeleble que imprimió en nuestras pupilas y amares. Solo el amor desvela el milagro cotidiano de la ternura y su brisa, solo el amor vislumbra entre escombros unos ojos negros, su clara sonrisa, la brevedad del instante y su asombro. Solo el amor invita a la gratuidad de la sonrisa y las manos extendidas, solo el amor es capaz de invisibilizar las fronteras impermeables de corazones y frentes divididas, solo el amor perdura en el intento y su locura. 53
Solo el amor moldea nuestro corazón para el asombro y la maravilla. Sueños que se presienten Los sueños de este invierno y de su herrumbre permanecen desconsolados ante el umbral de la incertidumbre. Pero los sueños auténticos de la pasión vislumbran lo posible, lo que puede llegar a su sazón: Sueños que convocan para la libertad. Sueños que alientan y convocan. Sueños abiertos a un horizonte de paz, que invitan a caminar y nos provocan. Sueños que desvelan el misterio. Sueños que se sueñan con los ojos despiertos al ensueño. Sueños que ofrecen pleno sentido a la vida. Sueños de lo que todavía no es, pero que llevan en su entraña la herida, la simiente de lo que será a la hora de la mies. Sueños que más que evocar el más íntimo subconsciente, te estimulan, te reviven, se presienten. Soledad Camino por este mundo nuestro, con la soledad a cuestas, sintiéndola profundamente mía, intransferible, como una segunda piel. Soledad trenzada por finos hilos en la paciente red del silencio, soledad en medio de las masas, soledad colmada de misterios. Soledades que abrasan, llegan hasta mi más íntimo centro, soledad poblada de vientos, soledad habitada por cientos.
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Índice Presentación.................................................................... 5 Introducción................................................................... 7 Padre, Madre nuestra…................................................ 11 Padre nuestro del cuidado ......................................... 11 Padre bueno, Madre nuestra...................................... 12 Padre y Madre nuestra, Plenitud de la Vida............... 13 Padrenuestro en Navidad........................................... 14 Padrenuestro de la Transparencia.............................. 15 Credos. Una fe sin fronteras.......................................... 17 Creo que Jesús venció a la muerte ............................ 17 Creo en la Resurrección. Vivir como resucitados ..... 18 Creemos en ti, Padre y Madre de la humanidad ....... 19 Creo que la utopía es posible .................................... 19 Credo (según Ap 21,1-8) ........................................... 20 Credo de la común humanidad.................................. 20 Creo en el Dios de la Vida......................................... 22 Creo en el Misterio y en la Misericordia................... 24 Creo en las estrellas de Navidad................................ 25 Credo de la comunidad.............................................. 26 Creer que aún podemos ............................................ 27 Alabanza. Agradecimiento. Celebración...................... 29 Alabado seas por la Creación ................................... 29 Agradecimiento ......................................................... 31 Le doy gracias a la vida ............................................ 32 Oración de agradecimiento al empezar el nuevo curso.......................................... 33
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Nuevo cántico de las criaturas................................... 34 Ser instrumentos de paz............................................. 36 Jueves Santo (La felicidad, a raudales)...................... 37 Viernes Santo (La cruz de la historia)........................ 38 Sábado Santo (Renovar nuestra confianza)............... 39 María, mujer y apóstol .............................................. 40 Comunidad de fe y de vida............................................ 43 El sacramento de la comunidad................................. 43 Rasgos de espiritualidad comunitaria ....................... 45 Ilusión ....................................................................... 48 El camino .................................................................. 48 Mística cotidiana............................................................ 49 Necesitamos místicas y místicos muy humanos........ 49 Cuida con amor tus estrellas ..................................... 52 Solo el amor............................................................... 53 Sueños que se presienten........................................... 54 Soledad...................................................................... 54 Cada experiencia es un fuego.................................... 55 El Misterio de la vida................................................. 56 Vida en plenitud......................................................... 57 Bienaventuranzas de lo cotidiano.............................. 58 El miedo que nos inoculan......................................... 59 ¡Qué mejor oficio que ser! ........................................ 60 Caminante ................................................................. 60 Lo esencial es imperceptible...................................... 61 Espiritualidad encarnada.............................................. 63 Encarnación .............................................................. 63 Confianza y fortaleza................................................. 63 Los otros.................................................................... 65 No dejes que se pierda............................................... 65 ¿Qué mandáis hacer de mí?....................................... 66
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Oración desde los sentidos......................................... 67 Como pequeñas semillas............................................ 68 Recrear una nueva espiritualidad............................... 69 Rumores de lo inefable.................................................. 71 Fuente de vida ........................................................... 71 Un día fui silencio...................................................... 71 Nada procede de la nada............................................ 72 Estrella silente ........................................................... 73 Esperanza .................................................................. 73 Como ángeles caídos ................................................ 74 ¿Qué queda?............................................................... 74 Solidaridad: esperanza de un mundo mejor............... 77 No cierres las puertas de tu corazón ......................... 77 Valores para una nueva sociedad............................... 78 Destellos para un mundo mejor ................................ 80 Necesito tu mano....................................................... 81 Levántate (Lc 7,11-17)............................................... 82 Renunciar para ser más humanos.............................. 83 Rumor de ilusiones.................................................... 84 Bienaventuranzas del samaritano que se hace prójimo................................................... 85 Concédeme tu paz y tu ira......................................... 86 Esplendidez................................................................ 88
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