LAS ÉLITES INDUSTRIALES EN GUATEMALA
Una historia de su ascenso
1871-1994
Paul J. Dosal
© 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
321.5 D724 Dosal, Paul Las élites industriales en Guatemala. Paul Dosal. -- Guatemala Piedrasanta, 2005
340 p. ; 21.5 cm
1. CIENCIAS POLÍTICAS 2. OLIGARQUÍA - GUATEMALA I. t. Primera edición 2005 Segunda edición 2017 Nuestro agradecimiento a la Fundación Soros por su apoyo a la primera edición de este libro.
Traducción Ronald Flores
ISBN: 978-9929-716-52-0
Cuidados de la edición Patricia J. Peralta S. Diseño de carátula Rolando Piedrasanta Fotografías de carátula Colección El Imparcial, fototeca Guatemala, Cirma Diagramación Karla Roxantha Cárdenas Palacios
© 1995 by Paul J. Dosal Power in Transition: The Rise of Guatemala’s Industrial Oligarchy, 1871-1994 © 2005 Editorial Piedrasanta 5.ª calle 7-55 zona 1 Ciudad de Guatemala, Centroamérica PBX: (502) 2422 7676 editorial@piedrasanta.com info@piedrasanta.com www.piedrasanta.com
Dirección de arte María Fernanda García Pellecer
editorialPiedraSanta
@E_PiedraSanta
Gerente de producción editorial Patricia J. Peralta S. Directora Irene Piedrasanta
Translated from the English language edition of Power in Transition: The Rise of Guatemala’s Industrial Oligarchy 1871-1994, by Paul J. Dosal, originally published by Praeger, an imprint of ABC-CLIO, LLC, Santa Barbara, CA, USA. Copyright ©1995 by Paul J. Dosal. Translated into and published in the Spanish language by arrangement with ABC-CLIO, LLC. All rights reserved. No part of this book may be reproduced or transmitted in any form or by any means electronic or mechanical including photocopying, reprinting, or on any information storage or retrieval system, without permission in writing from ABC-CLIO, LLC. Esta publicación no puede ser reproducida total o parcialmente, ni registrada en o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electróptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso expreso y por escrito de los propietarios de los derechos de autor. Librerías Piedrasanta Librería Piedrasanta 11 calle 11 calle 6-50 zona 1 Tel.: (502) 2204 6600 11calle@piedrasanta.com
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Dedico este libro a Ann Paul J. Dosal
No podemos entendernos a nosotros si no entendemos nuestro pasado, tanto el cercano como el lejano. Y no para recriminarnos, sino para encontrar en ese pasado tanto lo que no queremos ser, como lo que queremos preservar.
Es en ese conocimiento, reconocimiento y profundización que radican los elementos de la reconciliación nacional. Fundación Soros de Guatemala
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ÍNDICE Reconocimientos
11
1. La élite guatemalteca
15
2. Las bases de la élite, 1871-1898
39
3. Dictadores y élite, 1898-1930
71
4. La politización de los industriales, 1931-1944
105
5. Revolución y reacción, 1944-1954
139
6. Modernización y expansión, 1954-1970
173
7. Militarización y aislamiento, 1970-1983
207
8. Democratización, 1983-1990
245
9. El serranazo y después
279
Bibliografía
305
Índice analítico
323
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CUADROS 1. La oligarquía guatemalteca
22 - 23 26
2. El liderazgo de la élite 3. La estructura del sector industrial, 1946
153
4. Empresas guatemaltecas adquiridas por corporaciones multinacionales.
217
5. Distribución de las industrias multinacionales y nacionales
220 - 221
GRÁFICAS 1. Comercio guatemalteco, 1850-1894
45
2. Producto Interno Bruto, 1920-1944
114
3. Valor agregado por el sector industrial, 1920-1944
121
4. Valor agregado en la agricultura e industria, 1920-1944
125
5. Valor agregado por el sector industrial, 1945-1954
159
6. Estimado de inversiones netas, 1944-1954
166
7. Producto Interno Bruto, 1954-1984
213
8. Valor agregado por el sector industrial, 1954-1984
215
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RECONOCIMIENTOS Comencé a investigar sobre la industrialización en Guatemala en 1985, bajo la dirección del profesor Ralph Lee Woodward Jr. de la Universidad de Tulane. Luego de completar mi disertación en 1987, acepté una plaza docente en la Universidad de Massachussets y guardé la disertación en el archivo, donde permaneció durante varios años mientras terminaba un libro sobre la United Fruit Company. Retomé el tema en 1992 y de una historia económica del desarrollo industrial lo cambié a una historia política de los industriales. Durante el proceso acumulé una deuda moral con una gran variedad de individuos e instituciones, ninguno de los cuales debe ser considerado responsable de las limitaciones de este libro. Debo un agradecimiento especial a Lee Woodward por su consejo y apoyo. Los doctores Richard Greenleaf y Trudy Yeager también compartieron su conocimiento como miembros del comité de disertación. Reconozco el apoyo financiero de la Shell International Studies Doctoral Dissertation Fellowship, que financió mis investigaciones en Guatemala en 1985 y 1986. Aprecio la amistad y los consejos de mis amigos y colegas en Tulane, en particular Richmond Brown, Virginia Garrad-Burnett, Todd Smith, Phil Mueller, Valerie Nelson y Regina Wagner. Un buen número de colaboradores en varios archivos y bibliotecas en Guatemala merecen un alto reconocimiento. Estoy particularmente agradecido con don Chonito y don Goyo, en el Archivo General de Centro América, por orientarme hacia los documentos que no © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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hubiera podido encontrar sin su amistosa colaboración. Agradezco al equipo de la biblioteca de la Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana, en la ciudad de Guatemala, por colaborar en mi búsqueda de material en dicha colección. También me he beneficiado del diálogo con los colegas especialistas en Guatemala Jorge González, Enrique Gordillo Castillo, Jim Handy, Susanne Jonas, Thomas Leonard, Todd Little-Siebold, David McCreery, Gustavo Palma Murga, Julio Pinto Soria, Manuel Rubio Sánchez, Tom Schoonover, Steve Streeter y Arturo Taracena. Debo especial agradecimiento a mi amigo y colega Mark Cioc, quien me brindó excelente asesoría durante varias fases de este proyecto. Estoy en deuda también con los miembros de la familia Novella quienes me concedieron entrevistas. Lamento que mis publicaciones no hayan gozado de su aprobación y me disculpo por cualquier problema que pude haberles causado. Sinceramente deseo haber podido evitar el malentendido que condujo al fin de nuestra relación. La Healy Endowment Grant de la Universidad de Massachussets me permitió continuar este proyecto. Me beneficié de la amistosa colaboración de Milton Cantor, Pauline Collins, Carmen Diana Deere, Bruce Laurie y Jane Rausch, de la Universidad de Massachussets. Reconozco la excelente labor de los bibliotecarios y archivistas en National Archives, Library of Congress, Tulane, Washington D.C., la Universidad de Texas en Austin y la Columbus Memorial Library en Washington D.C. He tenido el placer de trabajar con editores eficientes y amistosos en el Greenwood Publishing Group. Estoy agradecido con Duke University Press por permitirme incorporar material que apareció en el ensayo The Political Economy of Guatemalan Industrialization, 1871-1948: The Career of Carlos F. Novella, Hispanic American Historical Review 68:2 (mayo 1988). Extractos de mi artículo The Political Economy of Industrialization in Revolutionary Guatemala, 1944-1954, que primero aparecieron en Canadian Journal of Latin American and Caribean Studies 15:29 (1990), pp.17-36, también han sido reproducidos con el debido permiso. En el otoño de 1995 me estaré integrando al Departamento de Historia de la Universidad de South Florida, retornando a mi hogar en Tampa. Por este privilegio especial debo agradecer a Bob Ingalls 12
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y al Departamento por brindarme el honor de integrar una facultad tan distinguida. Espero gozar de una larga, productiva y dichosa carrera en USF. Con mi familia viviendo en Tampa y sus proximidades, no habrá más escasez del afecto y del apoyo que he recibido durante toda mi carrera. Nos hemos mantenido cercanos durante los dieciocho años que he estado fuera, pero me he perdido demasiadas fiestas de cumpleaños de Jessica, Andrew, Lindsey, Michael Jaimes y Brooke. Ha llegado el momento de retornar a casa. Mi prometida, Ann Shuh, me ha ayudado de muchas formas en las últimas etapas de este libro, incluyendo la lectura de partes del manuscrito. Su más valiosa contribución, por supuesto, no está relacionada con eso. Este libro está dedicado a ella, pues es la única persona que conoce el significado de fire puppies y oreo cows.
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Capítulo 1 LA ÉLITE GUATEMALTECA En las primeras horas de la mañana del 25 de mayo de 1993, el presidente de Guatemala Jorge Serrano Elías suspendió la Constitución, disolvió el Congreso, desbandó la Corte Suprema y se declaró a sí mismo dictador para los siguientes dos años y medio. Este autogolpe, siguiendo el modelo del presidente Alberto Fujimori de Perú, casi terminó con el endeble proyecto de democratización lanzado diez años antes. En las semanas que antecedieron al "serranazo", la prensa denunció la corrupción del gobierno, estudiantes y trabajadores protestaron por el aumento a los precios, oficiales del ejército objetaron las investigaciones de supuestas violaciones a los derechos humanos y las tensiones crecieron en torno a las difíciles negociaciones de paz. Serrano Elías, el segundo presidente civil electo de manera consecutiva en el país, evidentemente no esperaba que el ejército ni la ciudadanía en general protestaran en contra de la disolución de una administración inepta y en contra de la imposición de otra dictadura. Durante los siguientes doce días, una amplia alianza de trabajadores, campesinos, organizaciones populares y el sector privado, apoyados por una facción constitucionalista del ejército, exigieron el reestablecimiento del orden democrático. El 6 de junio, el Congreso y los militares cedieron a las demandas populares, mandaron al exilio a Serrano y a su vicepresidente y eligieron como presidente a Ramiro de León Carpio, quien entonces fungía como Procurador de los Derechos Humanos. Los guatemaltecos celebraban una victoria sin precedentes. Por primera vez en su historia moderna, © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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se cruzaban líneas de clase y de etnia para revertir un golpe militar y reestablecer la democracia1. Las fuerzas armadas arbitraron la sucesión presidencial, pero la fuerza y la unidad de la oposición popular debilitó la voluntad de los oficiales. Pocos pudieron haber previsto que el poderoso ente representante del sector privado, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) se uniera, en el restablecimiento del orden constitucional, a la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, a quien acusaban de colaborar con el comunismo. La interrupción del proceso democrático llevó al CACIF a una efímera alianza con los sindicatos, organizaciones mayas, estudiantes, partidos políticos y grupos populares, que demandaban por igual la destitución de Serrano y la designación de De León Carpio2. Luego de seis meses del nuevo gobierno, aquellos que anticiparon una revolución social después del "serranazo", habían quedado defraudados. El equilibrio de poder en el gobierno de Ramiro De León Carpio lo mantuvo una facción dinámica de la oligarquía, comprometida en algún grado con la democratización pero no con una revolución. En vez de otorgar más participación a las fuerzas sociales, el nombramiento de De León Carpio fortaleció al CACIF y a los grupos modernizadores de la oligarquía que llegaron al poder con la elección de Serrano, en 1991. El golpe de Serrano abrió algún espacio político para el movimiento popular, pero la oligarquía exigió y encauzó el retorno al orden constitucional, dado que la democratización es un elemento esencial en su agenda neoliberal. De León Carpio, el procurador de los derechos humanos, el otrora profesor de Derecho y director de la Asociación de Azucareros, tenía todas las credenciales que el CACIF demandaba de la persona que debía reencauzar al país por la senda democrática3. Aunque los sectores populares han adquirido mayor influencia política desde 1954, la oligarquía guatemalteca controla ahora el destino político y económico del país. El "serranazo" y el contragolpe son parte de un proceso más amplio en el cual los militares están cediendo las riendas del gobierno a la oligarquía; transición aparentemente completada con la presidencia de De León Carpio. 16
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Dada la asociación histórica de la oligarquía con el régimen autoritario, es difícil creer que esta se encuentre ahora preparada para implementar reformas democráticas. Sin embargo, los oligarcas, separados del poder por las fuerzas armadas durante las últimas tres décadas del gobierno militar, se encuentran ahora comprometidos con el reestablecimiento del orden constitucional, la depuración de funcionarios civiles y militares corruptos, y la negociación de la paz con las organizaciones insurgentes. A diferencia de lo que sucedía en el régimen de Jorge Ubico, la oligarquía ya no está dominada por los señores del café; actualmente, son los industriales, financieros y la nueva generación de agroexportadores quienes la dirigen. Los finqueros (productores de café) aún mantienen una enorme influencia, pero han sido desplazados políticamente por una facción dinámica de la élite interesada en el azúcar y el algodón, la industria, la banca, la minería, la exploración de petróleo y la exportación de productos no tradicionales. Debido a que varios de los modernizadores surgieron del sector agrícola, o se expandieron hacia este, lo más probable es que no destruyan a los finqueros implementando una reforma agraria. Si la tendencia histórica continúa, la oligarquía industrial encabezará la modernización y la expansión de toda la oligarquía, reduciendo la influencia política de los finqueros, sin destruir las bases de su poder. El ascenso de las élites industriales busca explicar las tendencias políticas contemporáneas al examinar el origen, desarrollo y movilización política de los oligarcas industriales, desde sus orígenes en la década de 1870 hasta su fortalecimiento político en la década de 1990. Aunque la oligarquía guatemalteca no ha recibido tanta atención como la élite salvadoreña, investigaciones recientes han hecho posible identificar una red de familias interconectadas que ostentan un excepcional poder político debido a que controlan las instituciones económicas4. En 1974, el Congreso Norteamericano sobre América Latina (NACLA, por sus siglas en inglés) publicó los resultados de la investigación de Carole Snee sobre la burguesía guatemalteca, siendo esta el primer intento sistemático para identificar a la oligarquía. Como parte de un esfuerzo de la izquierda radical por señalar a los conspiradores de la élite (la burguesía fue identificada como "especie en extinción" en un collage fotográfico), la lista de Snee de las veinte © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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familias más importantes provee una rudimentaria base de datos frecuentemente citada por analistas posteriores5. Recientemente, la socióloga Marta Casaus Arzú, ella misma miembro de una familia oligarca, publicó un análisis más extenso de la élite. Basada en estudios genealógicos y en una encuesta pasada a más de cien oligarcas (un logro que tal vez nunca más sea replicado dada la controversia generada por su análisis), Casaus Arzú concluyó que el núcleo de la oligarquía está compuesto por veintidós familias, con otras veintiséis, por lo menos, vinculadas o en la periferia de dicho núcleo. Estas familias, enlazadas en matrimonio e intereses económicos, han controlado los medios de producción y el sistema político desde 1531 hasta la actualidad. Según Casaus Arzú, la elección de Serrano Elías, en 1991, significó el retorno político de la oligarquía, con representantes de las familias coloniales como los Aycinena y Beltranena, en alianza con los modernizadores como los Castillo y Alejos, para hacerse del control del gobierno6. Dada la escasez de datos empíricos es imposible determinar, por medios cuantitativos, la existencia de una oligarquía. No existe una lista como la Fortune 500 de la élite que proporcione información certera sobre la riqueza familiar. En todo caso, una oligarquía no incluye necesariamente solo a las familias más adineradas, puesto que la riqueza es solo una de sus características. En la definición original de Platón y Aristóteles, oligarquía significa "el gobierno de pocos", definición bastante precisa y aceptada. Aquellos que mandan no necesariamente gobiernan puesto que pueden controlar la política gubernamental sin administrar de hecho el Estado. La oligarquía detenta el poder en Guatemala, pero rara vez ha gobernado. Los oligarcas no tienen por qué administrar instituciones estatales para conservar su poder; en ocasiones, la oligarquía ha delegado parte de su poder a la Iglesia o a los militares, pero ha mandado desde la conquista. Consecuentemente, el término oligarca se emplea casi como sinónimo de élite, siendo la definición más perdurable de élite la elaborada por Vilfredo Pareto (1848-1923), "aquellos que tienen, han tenido o tendrán el poder". Las élites son el "grupo dominante, con los engranajes del poder a su disposición"7. En este libro, tal y como lo emplea Casaus Arzú, la oligarquía consiste en las redes familiares que controlan los medios de 18
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producción: tierra, trabajo, instituciones comerciales, bancos e industrias8. La estructura de la red familiar surgió en Guatemala y en América Latina a finales del siglo XVIII, las familias dirigentes consolidaron una red de alianzas que ayudó a estabilizar la sociedad durante el turbulento período independentista. Al llegar al poder, según los más relevantes historiadores de las familias latinoamericanas "no funcionaron como familias individuales. En vez, crearon una serie de instituciones formales e informales (partidos políticos, clubes, bancos, compañías de seguros y enclaves residenciales) por medio de las cuales terminaron por insertarse en las actividades económicas de la nación"9. En algunas áreas, el poder de las redes familiares declinó después de tres generaciones, siendo desplazados los oligarcas por sectores medios o movimientos revolucionarios. La historia de la oligarquía guatemalteca, según Casaus Arzú, se desvía de este patrón general en que las familias de la élite sobrellevaron varias permutaciones, cambiando periódicamente el liderazgo de la oligarquía y manteniéndose constante la pertenencia a ella. La familia más relevante del último período colonial y los primeros independentistas, los Aycinena, sufrió un relativo declive después de la Reforma liberal de 1871, pero se mantiene como miembro influyente de la oligarquía10. La red de la familia Samayoa, fundada por el intelectual liberal, hombre de Estado y finquero José María Samayoa Enríquez, ingresó a la oligarquía a mediados del siglo XIX con el auge del café; sin embargo, a pesar de los altibajos sufridos en el siglo XX, aún conserva algún poder político y económico. Hay familias que, al conservar el poder por más de tres generaciones, han demostrado la notable permanencia de la oligarquía guatemalteca. De hecho, algunas de ellas, como los Castillo y los De León, han conservado su estatus desde que los conquistadores Bernal Díaz del Castillo y Juan De León Cardona se establecieron en Guatemala11. No todos los conquistadores fundaron redes familiares exitosas, incluso habiendo recibido encomiendas como recompensa por sus servicios a la Corona. El encomendero exitoso completó la transición de una riqueza basada en el control del trabajo a otra basada en la tierra, legó la riqueza acumulada a sus herederos y dispuso enlaces nupciales con otras familias de hacendados influyentes (terratenientes) © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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o, mejor aún, comerciantes. La clave para la supervivencia de las familias oligarcas ha sido su habilidad para adaptarse y reestructurarse durante transiciones políticas o económicas, como en el cambio del añil a la cochinilla, en el siglo XVIII, y de la cochinilla al café, en el XIX. La inestabilidad de la economía exportadora no hizo recomendable concentrar la inversión en una sola área. Aquellos que permanecieron comprometidos exclusivamente con un solo sector económico, eventualmente se hallaron a sí mismos en la periferia del poder; mientras que las familias exitosas diversificaron su inversión y entablaron vínculos maritales fuera de su sector productivo. Terratenientes acaudalados casaron a sus hijas con familias de comerciantes, quedando emparentados unos con otros. Ninguna familia pudo entrar o mantenerse en la oligarquía si no lograba casamientos y reproducciones exitosas. La diversificación de los intereses económicos y las alianzas matrimoniales fortalecieron la red familiar al hacerla menos vulnerable a cambios, ya fueran políticos o económicos12. Al determinar la existencia de la oligarquía y la pertenencia a esta, se deben emplear criterios subjetivos. Los guatemaltecos y los estudiosos de Guatemala regularmente difunden rumores acerca del poder de una familia en particular; estos rumores con frecuencia son verosímiles, pero no existen elementos cuantitativos para determinar el monto de la riqueza o el poder atribuido a la familia en cuestión. Todavía más difícil es determinar la fuente y la naturaleza de dicho poder. La propiedad de una industria prominente o el nombramiento a un cargo gubernamental implica, pero no garantiza, la existencia de poder, ciertamente no del tipo de poder asociado con la oligarquía. Aunque los industriales o burócratas tienen la habilidad de influenciar el comportamiento de otros, no podemos ubicar a cada empresario y a cada burócrata dentro de la oligarquía, sin destruir la utilidad analítica del concepto. No existe una manera objetiva de trazar la línea entre los verdaderamente poderosos y los que lo son en menor grado. Por su parte, académicos y periodistas emplean los términos oligarquía y élite como si fuera evidente la existencia de una clase dominante, partiendo de que sólo el quince por ciento de los guatemaltecos viven por encima de la línea de la pobreza13. Si bien es una minoría la que controla la riqueza de la nación, cualquier intento de identificar a la oligarquía con ese quince por ciento es de orden especulativo. 20
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Sin embargo, no se puede evaluar el poder y el potencial político de la élite industrial sin analizar su relación con la oligarquía. ¿Acaso los industriales son actores autónomos, con intereses políticos y económicos separados de los intereses de los finqueros?, ¿o acaso son parte integral de la oligarquía? Si los industriales no confirmaran su estatus económico al diversificar sus inversiones y casarse con la oligarquía, podrían comportarse como antagonistas de la élite agraria. Sabiendo que los Castillo, Ibargüen, Köng y Novella se han casado con otras familias prominentes o han invertido fuera del sector industrial, sostengo la hipótesis de que las familias industriales prominentes conservan una posición segura dentro de la oligarquía. Usando las cuarenta y ocho familias identificadas por Casaus Arzú y las veinte familias de NACLA como base para este trabajo, investigué los antecedentes personales y los intereses económicos de aproximadamente cien familias, agregando a dicha lista individuos y familias que fueron identificados como influyentes. A la información brindada por Casaus Arzú y Snee, agregué información hallada en varios diccionarios biográficos, directorios, listados de miembros de clubes sociales y grupos de interés privados, además de numerosas fuentes secundarias. De este banco de datos, seleccioné cincuenta familias que han diversificado sus intereses económicos y que poseen vínculos maritales directos con, por lo menos, otras dos familias oligarcas. Reconociendo las limitaciones de mis datos, no eliminé ninguna de las familias identificadas por Casaus Arzú como parte del núcleo oligarca, aunque evité algunas de las familias que ella colocó en la periferia del poder o en decadencia. El resultado, presentado en el cuadro 1, es la lista tentativa de las familias oligarcas relevantes. Más que un registro incluyente completo, el cuadro 1 sirve principalmente como un índice para localizar a los industriales dentro de la oligarquía, aunque bien pudiera motivar futuras investigaciones sobre la élite guatemalteca. Las cincuenta familias controlan la industria del café, azúcar y algodón, exportadoras, bancos, industrias, ventas de automóviles, hoteles, aseguradoras y constructoras. De sus filas provienen los líderes del sector privado, ministros de gobierno, diplomáticos y en ocasiones hasta el presidente mismo. Estas son las familias dominantes que han tenido, tienen o tendrán poder, perpetuándolo © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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café
azúcar algodón ganado otro comercio industria finanzas petróleo minería Vínculos maritales
X X X X X X X X Arzú, Batres, Díaz Durán
X X
X X
X X
Alejos, Azmitia, Castillo, Herrarte Arzú, Aycinena, Beltranena, Urruela
X
X X X
Alejos, Aparicio, Dorión
X X X X
Castillo, Sinibaldi, Urruela, Valladares
X
X X X X X
Castillo, De León, Díaz Durán, Herrera
Cofiño, Falla, Herrera, Klee
X X X Arrivillaga, Beltranena, Castillo, Saravia
Falla
X
X
García Granados
González
Herrarte
X
X
X X
X
X
González, Pivaral
Barrios, Saravia
Aguirre, Köng, Neutze, Vásquez
Fischer X X X Castillo, Cofiño, Saravia
Dorión
X
X X X X X Berger, Castillo, Klee
Díaz Durán
De León X X X X X X X Barrios, Castillo, Cordón, Dorión
Dardón X Köng, Lara, Ibargüen, Neutze
Cordón X X X X X X X De León, Matheu, Samayoa
Cofiño
Castillo X X X X X X X Azmitia, Beltranena, Lara, Sinibaldi
Bouscayrol X X X X X X X Asturias, Castillo, Saravia
Berger X X X X Azmitia, Dorión, Novella
Beltranena
Batres X X X X Arrivillaga, Arzú, Asturias, Castillo
Barrios
Azmitia X X Beltranena, Castillo, Toriello
Aycinena X X X X X X Asturias, Batres, Beltranena, Piñol
X
X
X
Arzú
Asturias
Arrivillaga X X X X X Aguirre, Aycinena, Batres
Arenales X X X X X X X Aycinena, Castillo, Dorión
Andrade X X Arrivillaga, Aycinena, Díaz Durán, Falla
Alejos
Aguirre X X X X X Arrivillaga, Arzú
Cuadro 1 La élite en Guatemala
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X
X
X
X
X
X
X X
X
X
X
Aycinena, Matheu, Toriello
Aycinena, Lara, Valladares, Zirión
Bouscayrol, Klee, Neutze, Sinibaldi
X
X
Asturias, Batres, Valladares, Vásquez
X
X
X
X
X
X
X
Castillo, Matheu, Samayoa
Aparicio, Asturias, Castillo,Ubico
Aycinena, Azmitia, Matheu, Piñol
Batres, Castillo, Robles, Saravia
X
X
Valladares
Vásquez
Zirión
X
X
X
X
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X
X
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X X
Castillo, Köng, Novella, Ubico
Castillo, Lara, Molina, Urruela
Arzú, Castillo, García Granados, Piñol
Aycinena, Beltranena, Castillo, Molina
Fuentes: Jose A. Quiñónez, Directorio General de la República de Guatemala (Guatemala: Tipografía Nacional, 1930); Manuel Antonio Pilón, Directorio comercial, industrial y profesional de la República de Guatemala, 1935-1936 (Guatemala: n.p. 1936); Coronel J. Bascom Jones, ed., El libro azul de Guatemala, 1915 (New Orleáns: Searcy & Pfaff, Ltd.,1915); Promotora Continental, ed., Quién es quién: banca, agricultura, industria, comercio (Guatemala: Imprenta Minerva, 1969); Quién (diccionario biográfico); libro de oro (Guatemala: n.p., 1966); Carlos C. Haeussler Yela, Diccionario General de Guatemala, 3 vols. (Guatemala: edición privada, 1983).
X
Urruela
Ubico X Cofiño, Klee, Saravia, Urruela
Toriello X X X X X Castillo, Herrera, Saravia
X
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X X X X Cofiño, Ibárgüen, Robles
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Stahl
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Sinibaldi
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Saravia
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Samayoa
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Rodríguez
Robles X X X Dorión, Herrera, Klee, Stahl
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X X X X X Batres, Herrarte, Rodríguez, Valladares
Pivaral
X
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Piñol
Novella X X X X X X Berger, Klee, Maegli, Urruela
Neutze
X
García Granados, Matheu, Samayoa, Saravia
Asturias, Batres, Samayoa, Stahl
Molina
X X X X X X X Novella, Urruela
Matheu
X
X
X X X X Castillo, Cofiño, Dardón, Díaz Durán
X
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Maegli
X X
Lara
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X X X X X X X Castillo, Dardón, Díaz Durán, Urruela
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Köng
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Klee
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Ibargüen
Herrera X X X X X X X Dorión, Ibárgüen, Ubico, Urruela
al diversificar periódicamente su base económica y al consolidar alianzas maritales con otras familias oligarcas. Ningún líder militar en los últimos cuarenta y cinco años ha sido miembro de la oligarquía, demostrando que aquellos que detentan el poder, no necesariamente son los que gobiernan. Sin embargo, miembros de estas familias han sido ministros de Finanzas, Economía o Agricultura. Otras familias, como los Botrán, Brol, Diesseldorf y Paiz, son propietarios de empresas productivas y han ocupado posiciones políticas importantes, pero la información disponible no confirma que hayan asegurado su posición en la oligarquía por medio de enlaces maritales con otras familias. Pesquisas posteriores pueden revelar que estas y otras familias forman parte de la red oligarca, pero para el propósito de este análisis, las cincuenta familias incluidas en el cuadro 1 conforman el núcleo de la oligarquía guatemalteca, teniendo la mayoría de estas inversiones en el sector industrial. Los diversos intereses económicos y los altos índices de enlaces maritales entre las cincuenta familias sugieren que no existe una división clara entre la aristocracia terrateniente y la burguesía industrial, como sí sucede en El Salvador. Las élites terratenientes con frecuencia tienen inversiones fuera del sector agrícola mientras que los industriales tienen intereses económicos más allá de la industria. Los patrones endogámicos maritales han fortalecido los lazos de una élite fusionada por inversiones que se traslapan, reduciendo tensiones económicas y facilitando la colaboración entre la oligarquía. Conflictos entre las élites industriales y agrícolas han surgido ocasionalmente en el CACIF, pero ha sido la unidad más que la discordia la característica sobresaliente de la oligarquía guatemalteca. Aunque los industriales hayan desplazado recientemente a la élite terrateniente del liderazgo de la oligarquía, ellos no pretenden destruir a sus asociados y parientes del sector agrícola. El triunfo de la democracia, que surgiría como consecuencia de la derrota de la aristocracia terrateniente, según la teoría de Barrington Moore, Jr., no es algo que suceda de manera automática, a pesar de que los industriales son proclives a las reformas económicas y a un sistema político menos autoritario14. La pertenencia a la oligarquía, y el liderazgo en esta, ha estado en constante fluctuación, con pérdidas económicas, fracasos 24
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matrimoniales y factores políticos, causando el desplazamiento temporal o permanente de algunas familias por otras más dinámicas. Ciertas familias incluidas en el cuadro 1 se encuentran en la periferia del poder, cerca de ser desplazadas por otras. Algunas, como los Andrade, Arzú, Castillo y De León proveen liderazgo intelectual a la oligarquía entera en la actual transición de gobiernos militares a gobiernos civiles. Pareto observó que existen dos tipos de élite; una en la que predomina el sentimiento esencialmente conservador, y otra innovadora y por momentos revolucionaria que emplea el poder para llevar a cabo cambios políticos y sociales15. Los patrones históricos sugieren que los oligarcas progresistas se tornarán conservadores cuando se consoliden en el poder, mientras que las facciones conservadoras tenderán a seguir el liderazgo de las modernizadoras, para preservar la riqueza y el poder. El liderazgo de la oligarquía ha sido asumido por las familias modernizadoras durante tres transiciones clave en Guatemala: las reformas borbónicas durante el período independentista; las reformas liberales durante la fase tardía del siglo XIX; y después de la contrarrevolución de 1954. El cuadro 2 enumera las familias predominantes durante cada uno de esos períodos críticos. Basado en los datos empleados para configurar el cuadro 1, se incluyen familias que brindaron liderazgo político, económico o intelectual durante la transición. En el período tardío de la colonia e inicial de la independencia, un grupo de inmigrantes vascos encabezados por Juan Fermín de Aycinena brindó el liderazgo político, económico y religioso durante esa crucial transición. Nacido en una familia española noble en 1729, Aycinena llegó a Guatemala en 1753 y se hizo de una fortuna en tierra y comercio. Para 1781, controlaba más del 25% de todo el comercio colonial, lo que lo convertía en uno de los hombres más acaudalados y poderosos de la historia de Centroamérica. Aycinena consolidó su estatus económico al casarse tres veces con mujeres de la oligarquía existente, procreando catorce descendientes y arreglando matrimonios con otras familias poderosas. Otros inmigrantes vascos, los Arrivillaga, Arzú, Beltranena y Urruela, también aprovecharon las oportunidades económicas de las reformas borbónicas y fundaron prósperas redes familiares. Estas y otras familias, algunas de ellas antiguas familias coloniales que se enlazaron maritalmente y siguieron © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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el liderazgo de los nuevos y dinámicos inmigrantes, optaron por la independencia cuando la corona española obstaculizó sus intereses, un hecho reflejado en las firmas en el Acta de la Independencia, de Mariano Aycinena y Mariano Beltranena, miembros de dos familias vinculadas por matrimonios y negocios16. La estructura familiar oligarca sobrevivió a lo largo de las guerras civiles del período inicial independentista y de la revolución social llevada a cabo por Rafael Carrera. Intereses competitivos dentro de
Cuadro 2
Liderazgo de la élite 1770-1870 Arrivillaga Arzú Asturias Aycinena Azmitia Batres Beltranena Dardón De León Delgado Díaz Durán Lara Molina Pavón Piñol Sinibaldi Urruela Valladares Zirión
1871-1954 Aguirre Aparicio Barrios Batres Cofiño Díaz Durán Dorión Falla García Granados Herrera Ibargüen Klee Matheu Molina Pivaral Rodríguez Samayoa Saravia Sinibaldi Stahl Ubico
1954-1994 Alejos Andrade Arenales Arrivillaga Arzú Bouscayrol Castillo De León Dorión Fischer García Granados Herrera Klee Köng Maegli Matheu Molina Neutze Novella Rodríguez Saravia Sinibaldi Urruela Valladares
Fuentes: José A. Quiñónez, Directorio General de la República de Guatemala (Guatemala: Tipografía Nacional, 1930); Manuel Antonio Pilón, Directorio comercial, industrial y profesional de la República de Guatemala, 1935-1936 (Guatemala: n.p. 1936); Coronel J. Bascom Jones, ed., Libro azul de Guatemala, 1915 (New Orleáns: Searcy & Pfaff, Ltd.,1915); Promotora Continental, ed., Quién es quién: banca, agricultura, industria, comercio (Guatemala: Imprenta Minerva, 1969); Quién (diccionario biográfico); libro de oro (Guatemala: n.p., 1966); Carlos C. Haeussler Yela, Diccionario General de Guatemala, 3 vols. (Guatemala: edición privada, 1983).
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las redes familiares establecieron las bases de los primeros partidos políticos del país, con los Aycinena encabezando a los conservadores y los Urruela a los liberales. Aun cuando los Aycinena sufrieron varias derrotas políticas y militares durante las guerras civiles federales, por lo que debieron pasar años en el exilio, los liberales no destruyeron las bases de las familias conservadoras y retornaron al poder con el líder revolucionario ladino Rafael Carrera. Aunque resulta tentador considerar la revuelta de Carrera como un movimiento indígena, puesto que protegió las tierras indígenas comunales, lo cierto es que esta no destruyó a la oligarquía criolla. De hecho, Carrera restauró los privilegios tradicionales de las familias comerciantes que controlaron el Consulado de Comercio (cámara de comercio) y se ganó el apoyo de la oligarquía. Durante el régimen de treinta años de Carrera, la familia Aycinena monopolizó los ministerios de gobierno, dominó la economía y controló a la iglesia, junto con otras familias influyentes, incluyendo a los Díaz Durán y a los Batres, quienes ocuparon importantes puestos durante la dictadura de Carrera17. Después de la Reforma Liberal de 1871, las familias conservadoras sufrieron un declive relativo, mientras un nuevo grupo de familias modernizantes tomaban el control del Estado y destruían las bases del viejo régimen18. Los modernizadores, encabezados por Justo Rufino Barrios, Miguel García Granados, José María Samayoa y Manuel María Herrera, desplazaron a algunas de las familias coloniales que no pudieron hacer la transición a la economía cafetalera. Algunas familias, incluyendo a los Aycinena, conservaron poder al invertir en café y retirarse de la política. Mientras los Aycinena junto a otras familias vascas mantuvieron su tradición endogámica, otros oligarcas aceptaron finqueros en sus redes familiares, a pesar de sus orígenes de clase media o mestizos. Como resultado, la oligarquía se expandió para incluir familias extranjeras (Klee, Stahl) y ladinas (Barrios, Herrera, Pivaral, Samayoa). Aunque la pureza de sangre no fue un requisito para entrar a la oligarquía, los ladinos intentaban "blanquear" su familia después de establecerse a sí mismos en el poder al casarse con las hijas de la oligarquía tradicional y rechazar su legado étnico y cultural mestizo19. La estructura oligarca, establecida en 1871, comenzó a derrumbarse en 1944, cuando un grupo de reformistas de clase media © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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se aliaron con oficiales militares jóvenes para instaurar una década de cambio revolucionario, con los presidentes Juan José Arévalo Bermejo (1945-1950) y Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954). Con el golpe a Árbenz en 1954, la oligarquía derrotó el cambio revolucionario y recuperó el poder, aunque esto implicó otra transformación. En Guatemala y Centroamérica, según Edelberto Torres-Rivas, los finqueros ampliaron la estructura de poder oligarca para incluir a la élite modernizadora que había invertido en azúcar, algodón, producción y finanzas. Y aunque los oligarcas delegaron el poder político en el ejército para que este combatiera al comunismo, ninguno de los oficiales militares tenía el prestigio social necesario para ingresar a la oligarquía. Las élites industriales, en contraste, gozaban o adquirieron las credenciales apropiadas, a través de negocios o matrimonios, y emergieron como una facción con influencia política y diferenciada de la oligarquía, durante este período. La oligarquía se expandió y diversificó, creando una red de cincuenta familias que constituyen la oligarquía contemporánea, un grupo élite de agricultores, comerciantes, industriales, financieros, ejecutivos y administradores que equivalen al 1.4 por ciento de la población20. En el pináculo del poder de la oligarquía se encuentra la familia Castillo, llamados los Rockefeller de Guatemala. La familia, orgullosa de rastrear sus orígenes directamente hasta el conquistador y cronista Bernal Díaz del Castillo, tiene raíces profundamente mestizas. Aunque la red familiar prosperó durante el período colonial, unida con lazos maritales a los encomenderos más adinerados de la región, la base del imperio económico de la familia es la Cervecería Centroamericana, una fábrica establecida por Mariano y Rafael Castillo Córdova en la década de 1880. Desde esta base empresarial, la familia Castillo se ha expandido hacia el café, la caña de azúcar y las finanzas, convirtiéndose en una de las más diversificadas de la oligarquía. Relacionada maritalmente con al menos otras veinte familias oligarcas, se encuentra firmemente establecida en el comercio y la sociedad. Hasta hace poco, la familia Castillo no había demostrado interés alguno por asuntos religiosos, políticos o militares. Con Richard Aitkenhead Castillo como ministro de Finanzas y Ricardo Castillo Sinibaldi como ministro de Desarrollo, durante el gobierno de De León Carpio, la familia Castillo asumió responsabilidades sin precedentes en la conducción de los asuntos económicos nacionales21. 28
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El ascenso de las élites industriales busca entender la dinámica política contemporánea al examinar los orígenes y evolución de la actual oligarquía modernizante. Los pioneros industriales guatemaltecos surgieron en la última mitad del siglo XIX, se expandieron en la primera mitad del siglo XX, adquirieron su primera experiencia de poder político en 1954 y asumieron el liderazgo de la oligarquía durante la década de 1990. Siendo parte de la oligarquía o anhelando ingresar a ella, no parece probable que los industriales redistribuyan riqueza o poder aprobando una legislación socialmente progresista. Ya sea que su riqueza se haya derivado primordialmente de la industria, para luego invertirse en agricultura (como en el caso de los Castillo, los Köng y los Ibargüen); o se haya generado en el café y luego invertido en la industria (como los Cofiño y Matheu), los industriales se comportan como oligarcas. Para consolidar su posición han diversificado sus inversiones y han adoptado patrones maritales endogámicos y para defender su clase se han opuesto consistentemente a reformas laborales y agrarias. Aunque existen diferencias económicas e ideológicas sustanciales entre las facciones industriales y agrarias de la élite, la oligarquía se ha unido recientemente bajo la agenda neoliberal, poniendo fin a dos décadas de ocasionales y amargos enfrentamientos dentro de las filas del CACIF. Habiendo prosperado bajo el modelo de industrialización para la sustitución de importaciones (ISI, por sus siglas en inglés) llevado a cabo bajo el signo del Mercado Común Centroamericano, las empresas industriales están ahora preparadas para competir en un mercado sin proteccionismos. Con la estrategia ISI agotada y el Mercado Común Centroamericano muerto, los industriales elaboraron una estrategia de desarrollo alterna, basada en la producción y exportación de productos no tradicionales hacia mercados no explotados, incluyendo los Estados Unidos y Europa. Para calificar y poder obtener beneficios de exportación y asistencia económica, la oligarquía industrial debe mantener la fachada democrática, cuando menos. Durante el "serranazo", la perspectiva de perder estos beneficios obligó al sector privado a movilizarse agresivamente para reestablecer el orden constitucional22. Los industriales siempre se han involucrado en política para poder promover sus objetivos económicos. Francisco Sánchez, el primer © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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empresario industrial guatemalteco, apoyó una rebelión militar que llevó al poder al partido liberal en 1871 y sus hijos fueron parte del gobierno de Justo Rufino Barrios. De su amigo y aliado político, la familia Sánchez recibió los incentivos fiscales que facilitaron el establecimiento de Cantel, una planta textil mecanizada cerca de Quetzaltenango23. El éxito de esta empresa inspiró tanto a otros hombres de negocios y burócratas que, para finales del siglo, el gobierno había establecido una política de concesiones que promovía y protegía a empresas selectas; esto se evidenciaba en las peticiones que los industriales hacían para establecer o defender sus plantas de producción. Como la política gubernamental resulta de vital interés para los industriales, el control del Estado –o al menos de los ministerios relacionados con la economía– es un objetivo largamente anhelado por ellos. Durante el período liberal (1871-1944), comenzaron a desarrollarse una base productiva y una élite industrial pero, como sector económico y grupo social, la industria y los industriales se mantuvieron en la periferia del poder. Sin embargo, el proceso histórico había comenzado con las familias Castillo, Novella, Köng e Ibargüen, quienes establecieron industrias exitosas y vínculos maritales con la oligarquía. Estas familias también desarrollaron un sentido de identidad y poder, conformando la Asociación de Industriales de Guatemala (AIG), en 1929, y realizando un exitoso cabildeo para obtener protección arancelaria durante el régimen de Jorge Ubico. Aunque la AIG se desintegró luego de pocos años, para 1944, el núcleo de la industria guatemalteca y la élite industrial estaban ya establecidos. El desarrollo de las primeras fábricas en Guatemala y la movilización política de los industriales, analizadas en los capítulos dos al cuatro, ocurrieron mucho antes de la creación del mercado común. Aunque, en general, los industriales apoyaron el golpe a Jorge Ubico, en 1944, no llegaron al poder político durante los gobiernos de Arévalo y Árbenz. Los industriales inspiraron la adopción de la primera ley de desarrollo industrial y la promulgación de protecciones arancelarias, pero tuvieron poca influencia durante esos dos gobiernos y se opusieron a la reforma más anunciada y permanente de la revolución, el Código de Trabajo, aprobado en 1947. Para 1949, los 30
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industriales habían forjado una alianza política con los finqueros para impedir que la revolución se radicalizara aún más. La implementación de una reforma agraria, en 1952, confirmó las sospechas de los industriales de que los comunistas habían tomado el control del gobierno y apoyaron la contrarrevolución de 1954. Como se explica en el capítulo cinco, la percepción de una infiltración comunista impidió a la élite industrial llevar a cabo una alianza con políticos progresistas y trabajadores organizados. Por medio de la contrarrevolución de 1954, los industriales forjaron una coalición política con los finqueros, los militares y el gobierno estadounidense, quienes desarrollaron interés en promover la diversificación económica y la industrialización. Por primera vez desde que la industria apareció en la década de 1870, los industriales surgieron como una fuerza política autónoma dentro de la oligarquía, un poder reflejado en la creación de una Cámara de Industria independiente en 1958. Desde entonces, la Cámara de Industria ha participado activamente en la formulación y ejecución de la política económica. Algunos de sus miembros han fungido como ministros de gobierno; y los representantes del sector industrial siempre han conformado los consejos de asesoría o consultoría del gobierno. Aunque los industriales comparten poder político con sus aliados del sector agrícola y militar, su poder ha aumentado como resultado de la legislación favorable aprobada por gobiernos afines. La expansión dramática de la industria, en la década de 1960, y el arribo al poder de la oligarquía industrial se analizan en el capítulo seis. La imposición de los regímenes militares en la década de 1970, retrasó el ascenso de los industriales al poder. Tres gobiernos militares, cada cual más represivo y corrupto que el anterior, por lo general delegaron a la Cámara de Industria asuntos relacionados específicamente con el desarrollo industrial; sin embargo, los militares fueron gradualmente alejando del poder a los industriales y a sus demás aliados en la oligarquía. Al establecer instituciones estatales para el desarrollo, al incrementar gastos gubernamentales, al desafiar los privilegios establecidos del sector privado y al violar flagrantemente los derechos humanos, los militares rompieron la alianza posterior a 1954 con la élite local y con los Estados Unidos. La corrupción rampante de los militares obligó a la oligarquía © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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industrial a activar el CACIF, para defender los intereses del sector privado. A pesar de que las divisiones internas por poco provocan su desintegración, el CACIF surgió como un opositor al régimen militar durante la crisis de finales de la década de 1970 y principios de los ochenta. Algunos aventureros de clase alta colaboraron con los regímenes militares, como se explica en el capítulo siete, pero la experiencia negativa con los gobiernos militares fortaleció el interés de los industriales de llevar a cabo la transición a la democracia. A partir de 1983, los militares y la oligarquía iniciaron la transición. Como resultado, los industriales compitieron con otras facciones económicas por el liderazgo de la oligarquía. Durante el gobierno de Vinicio Cerezo Arévalo (1986-1990), la oligarquía casi se divide en pequeños grupos, a medida que las políticas reformistas de la administración democratacristiana, al igual que antes las de los gobiernos militares, evidenciaron las contradicciones inherentes del CACIF. La adopción gradual que la oligarquía hizo del neoliberalismo reunificó a las élites en torno al liderazgo ideológico de la oligarquía industrial, la cual estaba convencida de que el modelo de industrialización para la sustitución de importaciones había fracasado. La adopción de la agenda neoliberal por el gobierno, examinada en el capítulo ocho, refleja el triunfo político de una oligarquía modernizante dominada por la facción industrial. Con la elección de Jorge Serrano Elías, en 1991, la oligarquía neoliberal asumió el control del gobierno. El "serranazo", acontecido dos años después, confirmó la decisión de la oligarquía de completar el proyecto democratizador lanzado diez años antes. Por primera vez, desde 1944, la oligarquía manda y gobierna; y lo que es más significativo, la élite industrial asume el dominio en la oligarquía. Los industriales son los socios principales en una alianza que aún incluye a militares y finqueros. De ahí que se encuentren limitados en cuanto a su colaboración con el movimiento laboral y popular; aún así, los industriales habrán de llevar a la oligarquía en vías nunca antes recorridas. Un estudio histórico del surgimiento, organización y politización de la élite industrial se ve limitado debido a la inadecuada base documental. Limitar el estudio a la facción industrial de la oligarquía 32
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facilita la investigación, pero no por ello se dispone de mayores recursos documentales. No existe un archivo sobre la vida de los negocios y los industriales se rehúsan, comprensiblemente, a permitir el acceso de investigadores externos a sus colecciones privadas. Como resultado, se torna virtualmente imposible analizar las decisiones gerenciales o la rentabilidad de las empresas industriales. Sin embargo, debido a que decidí enfocarme en las actividades políticas de la élite industrial, es posible consultar una valiosa documentación publicada. La Cámara de Industria publica una revista mensual y con frecuencia emite comunicados en los periódicos locales. Publicaciones como Inforpress y Central American Report comentan con regularidad las actividades del sector privado. La documentación disponible sustenta un análisis histórico de las políticas de industrialización desde 1871 hasta el presente, si se está preparado para buscar información dispersa. Para el período de 1871 a 1944, existen documentos gubernamentales en el Archivo General de Centro América (en adelante, AGCA), ubicado en la ciudad de Guatemala. Existen numerosos legajos del Ministerio de Fomento (Ministerio de Desarrollo) que contienen solicitudes para exenciones de impuestos gubernamentales, en apoyo al desarrollo de industrias específicas24. Estas solicitudes y los informes gubernamentales que suscitaron, proporcionaron información detallada sobre las primeras industrias de Guatemala, incluyendo la Cervecería Centroamericana, Cementos Novella y Cantel. De similar importancia, los documentos revelan cómo se relacionaban las familias Castillo, Novella e Ibargüen con el gobierno y cómo concibieron el rol que desempeñarían en el esfuerzo desarrollista. Durante la década de 1930, la entonces recién creada Cámara de Comercio e Industria emitió un boletín mensual en el que los industriales publicaban su visión acerca del estado de la industria y la política. Los periódicos y revistas guatemaltecas también publicaron artículos acerca de la industria y los industriales y el índice para la producción periodística que se encuentra en la Hemeroteca es un valioso auxiliar de investigación. La correspondencia diplomática y los reportes consulares emitidos por el Departamento de Estado de Estados Unidos aportaron otra valiosa fuente de información acerca del desarrollo político y económico. Empleando documentación guatemalteca y estadounidense, complementada con algunos © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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artículos, he podido elaborar breves historias de casos de las primeras industrias de Guatemala, demostrando la complejidad de los factores políticos y económicos involucrados en la diversificación de la economía cafetalera guatemalteca y su oligarquía. Los documentos del gobierno de Guatemala durante la década revolucionaria (1944-1954) se encuentran disponibles pero incompletos. Los Guatemalan Transcripts, en la división de manuscritos de la Biblioteca del Congreso de EE.UU., plagiados por la CIA en 1954, contienen alguna información importante acerca de los sindicatos industriales y la política económica del gobierno. Registros publicados por el Ministerio de Economía, incluyendo el primero y segundo censo industrial (1946 y 1953), aportan el primer análisis estadístico extenso al respecto. El Banco de Guatemala también ha publicado datos acerca del estado y desempeño de varios sectores industriales. Los reportes del Departamento de Estado, que mejoraron en calidad y cantidad durante este período, incluyen información extensa sobre varias industrias, políticas gubernamentales y condiciones laborales. Estas fuentes gubernamentales, complementadas con reportajes periodísticos, reportes publicados por la Cámara de Comercio e Industria de Guatemala y entrevistas personales compensan parcialmente la falta de fuentes archivísticas. La documentación del gobierno guatemalteco desde 1954 no se encuentra disponible y los Estados Unidos han desclasificado pocos documentos fechados después de 1960. Afortunadamente, el gobierno de Guatemala ha emitido extensos pronunciamientos sobre sus políticas y planes de desarrollo, de una forma bastante regular a partir de 1955, lo que nos ha permitido analizar las políticas generales del gobierno. Como se cuenta con abundantes estadísticas sobre desarrollo económico, podemos evaluar la actividad industrial desde 1954. El archivo de la Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana (SIECA) contiene importantes, aunque un tanto menospreciadas, fuentes de información sobre temas del desarrollo. Algunos de los análisis de SIECA han aparecido en una importante publicación que consta de varios volúmenes; varios de estos documentos se encuentran catalogados en la biblioteca de SIECA, en la ciudad de Guatemala25. 34
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Aunque el desarrollo industrial desde 1954 ha recibido la atención especial de un buen número de economistas, los documentos políticos del sector industrial se encuentran aun poco estudiados. Con la separación de la Cámara de Industria de la Cámara de Comercio, en 1958, los industriales han surgido como una fuerza política autónoma y su boletín mensual (Industria) aporta una sólida documentación para los capítulos seis y siete. Aparte de artículos reveladores sobre industrias selectas, críticas específicas a las políticas de gobierno y breves notas sobre las actividades de cabildeo de la Cámara, también utilicé el boletín para elaborar una base de datos sobre los directivos de la Cámara. Con abundantes fuentes secundarias para el período posterior a 1954, los documentos sobre la politización de los industriales son más completos que los de cualquier período anterior. El estudio de la política contemporánea guatemalteca conlleva riesgos inherentes. Me he resistido a divulgar información acerca de algunos individuos por miedo a que su familia pueda sufrir el más alto costo como resultado de una indiscreción de mi parte. Es comprensible que los industriales sean muy sensibles a la publicación de cualquier dato sobre sus operaciones porque un buen número de ellos, incluyendo dos otroras presidentes de la Cámara de Industria, Samuel Mishaan y Ramiro Castillo Love, fueron asesinados26. Tuve el privilegio de conocer a miembros de la familia Novella, sin embargo la publicación de mi artículo sobre Carlos F. Novella, en 1988, los incomodó de tal manera que interrumpieron su comunicación conmigo. Desde su punto de vista, el artículo retrataba a Carlos Novella en un tono negativo y sobreestimaba el alcance de su influencia. En ese momento, no sabía que un miembro de la familia había sido secuestrado en 1976. Aunque les he presentado disculpas por mi falta de tacto, dudo que alguna vez lleguen a creer que yo sinceramente los admiro y respeto, tanto como a la distinguida historia de su familia. Ellos y los Castillo gozan de la reputación de pagar a sus trabajadores mejor que muchos y ofrecerles excelentes prestaciones laborales, pero eso no los aisló de la violencia política en las décadas de 1970 y 1980. Considerando el clima violento de la política contemporánea, no me uniré a quienes condenan a la élite económica por el simple hecho de pertenecer a una clase privilegiada. La posesión de riquezas, por sí © 2017 Editorial Piedrasanta - Prohibida su venta
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misma, no necesariamente implica culpabilidad, pues la riqueza puede adquirirse de una manera legítima y honorable. De cualquier forma, es virtualmente imposible estimar la riqueza familiar porque no existen estadísticas sobre los ingresos personales. Un estimado preliminar de la riqueza personal o corporativa no es una medida del temple individual y aquellos que consideran a la oligarquía como un enemigo están involucrados en política partidista. Al estudiar la historia de los industriales guatemaltecos, espero haber comprendido el patrón histórico que llevó a los sorprendentes eventos de 1993, cuando por primera vez en casi cuarenta años hubo esperanzas genuinas de que la paz y la democracia finalmente llegarían a Guatemala. Estas esperanzas descansan, parcialmente, sobre los hombros de los industriales, cuyos preceptos sobre la democracia, el gobierno honesto y el libre comercio han barrido la oligarquía y, por lo menos brevemente, conllevado una alianza política sin precedentes con el movimiento sindical y popular. Notas. 1.
Para una excelente cobertura de estos eventos, ver Central American Report [de aquí en adelante citado como CAR] 20; 19 (mayo 28, 1993); 20:20 (junio 4, 1993); 20:21 (junio 11, 1993).
2.
CAR 20:21 (junio 11, 1993): 165-166.
3.
Centro Exterior de Reportes Informativos sobre Guatemala, Weekly Briefs [de aquí en adelante citado como Cerigua Weekly Briefs] junio 6-13, 1993; Marta Casaus Arzú, Guatemala: linaje y racismo (San José: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1992), 55-57.
4.
James Dunkerley, Power in the Isthmus: A Political History of Modern Central America (London: Verso, 1998), 341-50; Jeffrey Paige, “Coffee and Power in El Salvador”, Latin American Research Review 28:3 (1993): 7-40; Robert T. Aubey, “Enterpeneurial Formation in El Salvador”, Explorations in Entrepreneurial History 2:6 (1968-1969): 268-85.
5.
Susanne Jonas y David Tobis, eds., Guatemala (Berkeley: North American Congress on Latin America, 1974).
6.
Casaus Arzú, Guatemala, 14-15, 65, 193-98.
7.
Vernon Bogdanor, ed., The Blackwell Encyclopedia of Political Institutions (New York: Blackwell, 1987): 199-200.
8.
Casaus Arzú, Guatemala, 14-15.
9.
Diana Bolmori, Stuart F. Voss y Miles Wortman, eds., Notable Family Networks in Latin America (Chicago y London: The University of Chicago Press, 1984), 14.
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10. La literatura sobre la familia Aycinena es abundante y polémica. Para las biografías de dos miembros influyentes, ver David Lee Chandler, Juan José de Aycinena: idealista conservador de la Guatemala del siglo XIX, trad. Victoria Vásquez, María Vásquez y Lucía Robelo Pereira (Antigua Guatemala: Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica, 1988); Ramón Salazar, Mariano de Aycinena (Guatemala: Editorial Pineda Ibarra, 1952). 11. Casaus Arzú, Guatemala, 55-57, 89-91, 147-48; Balmori, Notable Family Networks in Latin America, 68-69; Edgar Aparicio y Aparicio, Bernal Díaz del Castillo y sus descendientes (México: Tipografía Guadalajara, 1969): 83-103. 12. Balmori, Notable Family Networks in Latin America, 6; Casaus Arzú, Guatemala, 18-19. 13. Susanne Jonas, The Battle for Guatemala: Rebels, Death Squads, and U.S. Power (Boulder, Colo.: Westview Press, 1991), 2. 14. Enrique Baloyra, El Salvador in Transition (Chapell Hill: University of North Carolina Press, 1982), 25-27; Dunkerley, Power, 341-50; Paige, “Coffee and Power”, 7-8; Barrington Moore Jr., Social Origins of Dictatorship and Democracy (Boston: Beacon Press, 1966). 15. Bogdanor, The Blackwell Encyclopedia, 200. 16. Casaus Arzú, Guatemala, 75-76; Balmori, Notable Family Networks in Latin America, 61-65; Edgar Aparicio y Aparicio, “Datos genealógicos de los trece próceres que firmaron el acta de independencia de Centroamérica de 1821”, Revista de la Academia Guatemalteca de Estudios Genealógicos, Heráldicos e Históricos [de aquí en adelante citado como RAGEGHH], no. 5-6, (19711972): 11-38. 17. Casaus Arzú, Guatemala, 17, 75-94; E. Bradford Burns, The Poverty of Progress: Latin America in the 19th Century (Berkeley: University of California Press, 1980), 86-106; Ralph Lee Woodward, Rafael Carrera and the Emergence of the Republic of Guatemala, 1821-1871 (Athens, Ga.: University of Georgia Press, 1993), 102-3; Balmori, Notable Family Networks, 69. 18. Sobre las reformas liberales, ver Thomas Herrick, Desarrollo económico y político de Guatemala (1871-1885), trad. Rafael Piedra-Santa Arandi (Guatemala: Editorial Universitaria Centroamericana, 1974); Jorge Mario García Laguardia, La reforma liberal en Guatemala: vida política y orden constitucional (Guatemala: Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1985); David McCreery, Development and State in Reforma Guatemala, 1871-1885 (Athens, Ohio: Ohio University Center for International Studies, 1983). 19. Casaus Arzú, Guatemala, 129-53; Ernesto Bienvenido Jiménez, Ellos, los presidentes (Guatemala: Editorial José de Pineda Ibarra, 1981) 139-55. 20. Edelberto Torres-Rivas, Interpretación del desarrollo social centroamericano; procesos y estructuras de una sociedad dependiente, duodécima edición (San José, Costa Rica: FLACSO, 1989) 117-24; Jonas, Battle, 42-45; Mario
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Monteforte Toledo, Guatemala: monografía sociológica (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1959), 264-70. 21. James Painter, Guatemala: False Hope, False Freedom; The Rich, the Poor and the Christian Democrats (London: Catholic Institute for International Relations, 1989), 54-55; Casaus Arzú, Guatemala, 168-9, 187-88; Jonas y Tobis, Guatemala, 223-28; CAR 20:25 (julio 9, 1993): 196. 22. CAR 20:20 (junio 4, 1993): 156-59. 23. Nora B. Thompson, Delfino Sánchez: Guatemalan Statesman (Ardmore, Pa.: Dr. Nora B. Thompson, 1977), 9-11. 24. Los documentos relevantes en el Archivo General de Centro América, en la ciudad de Guatemala [de aquí en adelante citado como AGCA], son B129, legajos 22001-22023 y 22093-22105. 25. Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana, El desarrollo integrado de Centroamérica en la presente década; bases propuestas para el perfeccionamiento y la reestructuración del Mercado Común Centroamericano, 9 vols. (Buenos Aires: Instituto para la Integración de América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo, 1973). 26. Inforpress Centroamericana 394 (mayo 29, 1980): I-II; CAR 16:34 (septiembre 1, 1989): 266-67.
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