Instituto Santa Familia
El P. Alberione y el Instituto Santa Familia El cincuenta aniversario de la muerte del beato Santiago Alberione es una ocasión para dar gracias a Dios, ya sea por la persona del Fundador, ya sea por todo lo que ha dado a la Iglesia y al mundo a lo largo de su vida
D
ado que la herencia carismática del beato Santiago Alberione es enorme para ser reseñada y resaltada de manera exhaustiva, me centro solo en los comienzos del Instituto Santa Familia, fundado por él para la santificación de los esposos cristianos. Este Instituto, aunque, en orden cronológico, es el último en ser fundado, en el año 1963, el beato Alberione ya estaba madurando su idea en el corazón y en sus largas horas de oración desde hacía muchos años, acompañada por la atenta lectura de las enseñanzas de los grandes papas de los siglos XIX y XX (Pío IX, León XIII, Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI). Estos papas hacían ver a la Santa Familia de Nazaret 12 Alégrate
como modelo de santidad para las familias cristianas. El canónigo Chiesa ha compartido esta experiencia espiritual con el P. Alberione y lo invitó a fundar conjuntamente, en la diócesis de Alba, la Asociación Santa Familia. Algunos años después, ya desde 1927, el Alberione comenzaba a poner en marcha en la diócesis iniciativas pastorales en favor de la santificación de las familias cristianas. Y para no detenernos en esta iniciativa pastoral, en Navidad de 1931, publica el primer número de una nueva revista para las familias, titulada “Familia Cristiana”. Por medio de esta revista quiere que las familias reciban una sólida formación humana y cristiana. Cuando el papa Pío XII publica, en 1947, la Constitución Apostólica “Provida Mater Ecclesia”, sobre la consagración de los laicos y la presencia en la Iglesia de los Institutos Seculares, el P. Alberione decide dar a los esposos cristianos la po-