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Uso de la temperatura vaginal para valorar la fertilidad en vacas lecheras
from Albéitar 247
by Grupo Asís
Mònica Llobera-Balcells e Irina García-Ispierto Dpto. de Ciencia Animal, Universidad de Lleida. Centro CERCA AGROTECNIO Imágenes cedidas por las autoras
Las dos últimas décadas la producción lechera ha ido aumentando progresivamente mientras que la fertilidad ha ido disminuyendo (López-Gatius, 2003). Esta disminución de la fertilidad es una combinación de factores fisiológicos, de manejo y climáticos, los cuales tienen un efecto sobre la eficiencia reproductiva. Respecto al estrés por calor, este se asocia a una reducción de la fertilidad, especialmente cuando coincide con el momento de la inseminación artificial (IA) (García-Ispierto et al., 2007), debido a que el estrés por calor influye en la dinámica folicular y el fallo de la ovulación (Rivera et al., 2001).
La vaca como animal homeotermo, puede mantener la temperatura corporal dentro de límites fisiológicos. Las diferentes fases del ciclo reproductivo como el estro, la gestación, el parto y el posparto están asociados tanto a cambios de la temperatura corporal como de los órganos genitales (Wang et al., 2020). La toma de la temperatura vaginal cada vez es más habitual en investigación como método fiable para controlar los estadios reproductivos, debido a su correlación con la temperatura corporal. De todas formas, hay diferentes factores que pueden modificar la temperatura vaginal: • Las condiciones climáticas • El método de medición • La micción • La afluencia de aire en la vagina
La temperatura vaginal es mejor que la rectal para controlar la temperatura del tracto reproductor femenino, debido a que la temperatura del aparato reproductivo se ve influenciada por factores endocrinos. Por esta razón, la temperatura vaginal es significativamente inferior a la temperatura rectal (El-Sheikh Ali et al., 2013). En el tracto genital femenino la temperatura va aumentando de forma progresiva caudocranealmente, desde la vagina hacia los cuernos
Día -7 Día -3 Día -2 Día 0 Día 7 Día 28
Aplicación CIDR CIDR
Sacar CIDR Cloprostenol
IATF*1 Deferelina T.º vaginal*2 T.º vaginal*2
Diag. Gestación*3
Cloprostenol
IATF*1: inseminación artificial a tiempo fijo. T.º vaginal*2: temperatura vaginal Diag. Gestación*3: diagnóstico de gestación.
uterinos (Hunter, 2009). Este aumento progresivo de temperatura es debido a la proximidad del aparato reproductor con el aparato digestivo y la relación con el aumento de calor metabólico, causado por el incremento de producción de leche.
El objetivo del presente estudio es determinar si la temperatura vaginal en el momento de la inseminación (IA) puede utilizarse de forma clínica para predecir la fertilidad del vacuno lechero.
MATERIAL Y MÉTODO
El estudio se realizó en una explotación de la comarca del Segriá. Con un sistema de producción intensivo de raza Holstein-Frisona. La duración del estudio fue de 7 meses (abril a noviembre). La explotación constaba de 200 vacas en lactación durante el estudio, con una media de producción de 10.800 kg/ vaca presente.
El estudio constó de 102 vacas sanas en lactación, libres de trastornos reproductivos detectables y enfermedades clínicas durante el periodo de estudio. Las vacas recibieron un protocolo de sincronización (figura 1) basado en progesterona (P4) para realizar una inseminación artificial (IA) a tiempo fijo (IATF). Se trataron con un dispositivo intravaginal controlador de la liberación de progesterona (CIDR) 7 días antes de la IA (día -7) y se dejó el CIDR durante 5 días. Se retiró al cabo de 5 días (día 3) y se administró cloprostenol (500 µg de cloprostenol im). Después de 24 horas (día -2), se administró la segunda dosis de cloprostenol y al cabo de 36 horas (día 0) se aplicó una dosis de agonista de la GnRH (Deferelina, 100 µg de acetato de gonadorelina [6-DPhe] im) y se realizó la IA. Transcurridos 28 días después de la IA, a través de ecografía transrectal se realizó el diagnóstico de gestación.
La toma de temperaturas vaginales se realizó con un termómetro digital y un transductor (figura 2), al momento de la IA (día 0) y 7 días posIA (día 7) en cada vaca. Antes de medir la temperatura, se lavó la vulva y la región perineal, y el transductor del termómetro con una solución desinfectante. A continuación, el transductor se introdujo a 10 cm de profundidad en la vulva para tomar la temperatura vaginal (figura 3).
La temperatura vaginal es mejor que la rectal para controlar la temperatura del tracto reproductor, debido a que la del tracto se ve influenciada por factores endocrinos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El aumento de un grado en la temperatura vaginal significó una reducción de 0,37 la probabilidad de quedar gestante. Se observó que la temperatura vaginal a día 0 fue de 37,94 ± 0,49 °C y de 38,20 ± 0,52 °C en vacas con un diagnóstico de gestación positivo y negativo, respectivamente (figura 4 y ta-
FIGURA 2. Termómetro digital 1312-EN-01.
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bla 1).Por otro lado, a día 7 la temperatura vaginal fue de 38,23 ± 0,41 °C y 38,35 ± 0,59 °C en vacas con un diagnóstico de gestación positivo y negativo, respectivamente. Por lo tanto, las vacas con un diagnóstico de gestación positivo mostraron una temperatura vaginal significativamente más baja que las vacas con un diagnóstico de gestación negativo.
A partir de la curva ROC, se determinó que el cut-off entre vacas gestantes y no gestantes a día 28 posIA según la temperatura vaginal de día 0 era de 38,15 °C. El hecho de que las vacas con un diagnóstico de gestación positivo tienen una temperatura vaginal al momento de la IA inferior a las vacas con un diagnóstico de gestación negativo, es causado por los estrógenos (E2). Son responsables de la disminución de la temperatura de los tejidos reproductivos durante el estro y momento de la ovulación. Este enfriamiento de los órganos genitales femeninos favorece la ovulación y maduración de los gametos masculinos y femeninos (De Rensis et al., 2015), ya que ambos son sensibles a temperaturas elevadas (De Rensis et al., 2003). La progesterona (P4) también es responsable de las fluctuaciones de la temperatura del tracto reproductivo femenino, incrementando esa temperatura a medida que aumenten las concentraciones de P4 debido a la formación del cuerpo lúteo (CL).
Los E2 y la P4 también son responsables de la regulación del flujo sanguíneo uterino, el cual es elevado durante la fase folicular, especialmente antes y al momento de la ovulación (Gwazdauskas et al., 1974). Tanto el flujo sanguino uterino como el nivel de vascularización uterina son responsables de la disipación del calor uterino (Roman-Ponce et al., 1983), haciendo
38,50
38,40
38,30
Temperatura (ºC) 38,20
38,10
38,00
37,90
37,80
37,70
37,60
Día 0: momento de la IA. Gestación 0: vacas con un diagnóstico de gestación negativo. Gestación 1: vacas con un diagnóstico de gestación positivo.
Día 7: 7 días posteriores a la IA.
FIGURA 4. Evolución de la temperatura vaginal desde el día 0 hasta el día 7 con vacas con un diagnóstico de gestación negativo (línea azul; n=67) y positivo (línea roja; n= 53).
Temperaturas vaginales del día 0 y 7 según el diagnóstico de gestación
DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN
Negativo Positivo DÍA 0
38,20a ± 0,52 °C 37,94b ± 0,49 °C DÍA 7
38,35a ± 0,59 °C 38,23b ± 0,41 °C
Los valores de las columnas con diferentes letras muestran diferencias significativas (p-valor = ≤0,05). Día 0: momento de la IA. Día 7: 7 días posteriores a la IA.
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posible el enfriamiento del aparato reproductor. Por ello, es posible pensar que las vacas con temperatura vaginal más baja a día 0 sean las que tengan unos altos niveles de E2 preovulatorios y un buen flujo sanguíneo uterino antes y después de la ovulación.
Otro factor que afecta al mantenimiento de la gestación es la elevada producción de leche que provoca un aumento de la temperatura rectal (> 39 °C) (Vasconcelos et al., 2011). La producción de las vacas lecheras ha ido aumentando con el transcurso de los años, lo que causa una elevación de la producción de calor metabólica (Bewley et al., 2008). Este hecho provoca un aumento del calor metabólico, que a su vez aumenta la temperatura del tracto reproductivo femenino y altera el mecanismo de ovulación e implantación (de Rensis et al., 2003).
CONCLUSIÓN
La temperatura vaginal al momento de la IA está significativamente relacionada con la fertilidad. Vacas con una temperatura vaginal al momento de la IA <38,15 °C tienen más probabilidades de quedarse gestantes que el resto.
Eric Isselee/shutterstock.com
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PERSPECTIVAS DE FUTURO
Hacen falta más estudios para determinar si la temperatura vaginal es un método fiable para rechazar vacas al momento de la IA. En el presente estudio se demuestra que vacas con temperatura superior a 38,15 tienen un riesgo significativamente menor de quedar gestantes. Podría determinarse pues, que vacas con temperaturas superiores a esta, se inseminaran con semen de carne, mucho más económico.
BIBLIOGRAFÍA
Bewley J.M, Einstein M.E, Grott M.W & Schutz M.M. Comparison of reticular and rectal core body temperatures in lactating dairy cows. Journal Dairy Science 2008; 91: 4661-4672. De Rensis F, Garcia-Ispierto I & López-Gatius F. Seasonal heat estrés: Clinical implications and hormone treatments for the fertility of dairy cows. Theriogenology 2015; 84: 659–666. De Rensis F & Scaramuzzi R. Heat estrés and seasonal effects on reproduction in the dairy cow - A review. Theriogenology 2003; 60: 1139–1151. El-Sheikh Ali H, Kitahara G, Youji T, Ikuo K, Koichiro H, Torisu S, Hiroshi S, Horii Y, Zaabel S & Kamimura S. Presence of a temperature gradient among genital tract portions and the thermal changes within these portions over the estrous cycle in beef cows. Journal of Reproduction and Development 2013; 59: 59–65. Garcia-Ispierto I, López-Gatius F, Bech-Sabat G, Santolaria P, Yániz J.L, Nogareda C, De Rensis F & López-Béjar M. Climate factors affecting conception rate of high producing dairy cows in northeastern Spain. Theriogenology 2007; 67: 1379-1385. Gwazdauskas F.C, Abrams R.M, Thathcer W.W, Bazer F.W & Caton D. Thermal changes of the bovine uterus following administration of estradiol-17β. Journal Animal Science 1974; 39: 87-92. Hunter R.H.F. Temperature gradients in female reproductive tissues and their potential significance. Reproductive BioMedicine Online 2009; 24: 377–380. López-Gatius F. Is fertility declining in dairy cattle? A retrospective study in northeastern Spain. Theriogenology 2003; 60: 89-99. Rivera R.M & Hansen P.J. Development of cultured bovine embryos after exposure to high temperature in the physiological range. Reproduction 2001; 121: 107-115. Roman Ponce H, Thatcher W, Caton D, Barron D &Wilcox C. Thermal estrés effects on uterine blood flow in dairy cows. Journal of Animal Science 2018; 46: 175-180. Roman-Ponce H, Caton D, Thatcher W.W & Lehrer R. Uterine blood flow in relation to endogenous hormones during estrous cycle and early pregnancy. American Journal Physiology 1983; 245: 843-849. Vasconcelos J.L.M, Cooke R.F, Jardina D.T.G, Aragon F.L, Veras M.B, Soriano S, Sobreira N & Scarpa A.B. Associations among milk production and rectal temperature on pregnancy maintenance in lactating recipient dairy cows. Animal Reproduction Science 2011; 127: 140–147. Wang S, Zhang H, Tian H, Chen X, Li S, Lu Y, Li L & Wang D. Alterations in vaginal temperature during the estrous cycle in dairy cows detected by a new intravaginal device—a pilot study. Tropical Animal Health and Production 2020; 52: 2265–2271.
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