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GATOS y buen tiempo

Gatos y buen tiempo manual de uso y disfrute

¿Cómo podéis contribuir desde vuestros comercios a que las mascotas felinas gocen plenamente de la temporada estival?

rOSa rOldÁN - perrygatOS técnico en comportamiento canino y Felino. educadora canina

www.perrygatos.es

Llega el buen tiempo, una época especial donde disfrutar de más horas de luz y buenas temperaturas. Pero para los gatos es también cuando llega el cambio de pelo, los insectos, las picaduras y las ventanas abiertas. Es decir, es el momento en el que los propietarios deben extremar la precaución y proteger a sus pequeños felinos domésticos. ¿Cómo podéis contribuir a ello desde vuestros comercios? Veamos unos cuantos casos.

1. El síndrome del gato paracaidista

Con el buen tiempo las ventanas de los domicilios están abiertas muchas horas del día. Los gatos, en su afán curioso, pueden permanecer horas tendidos en el borde de la ventana y esto puede suponer un riesgo que se puede llegar a traducir en una caída al vacío. Los gatos se caracterizan por sus grandes saltos y la gran flexibilidad en sus patas. Sin embargo, también se diferencian de otras especies por las caídas que éstos pueden sufrir. Ya sea desde la ventana, el segundo piso o del árbol, los felinos son muy ágiles a la hora de saltar; no obstante, por una distracción, un error de cálculo o demasiada confianza, la hazaña puede convertirse en algo lamentable.

El término “gatos paracaidistas” se aplica a aquellos felinos que, bien por curiosidad, por falta de cálculo o por despiste, acaban con sus huesos sobre el suelo tras una caída de varios metros de altura.

Normalmente, los gatos tienen bien desarrollado su sentido del equilibrio, pero cualquier estímulo externo, como un simple pájaro, puede provocar una caída que hay que evitar, en la medida de lo posible, impidiendo que el gato acceda a esa ventana o protegiendo la zona con algún método que evite que se precipite al vacío en un descuido.

Entre las lesiones más frecuentes están las fracturas (las más habituales son las de fémur, las de los huesecillos de las extremidades anteriores y las de la mandíbula) y las lesiones internas (roturas de la vejiga de la orina, traumatismos diversos en bazo, lesiones en pulmón, etc.).

Muchas de las lesiones no dan la cara en los momentos siguientes a la caída, y por ello no se debe descartar un problema ante la inexistencia de síntomas. Por ello, la revisión veterinaria es fundamental.

Prevenir las caídas

Prevenir estos accidentes pasa por evitar riesgos en las alturas, para lo cual existen cerramientos para ventanas y balcones, en forma de mallas o mosquiteras de todo tipo de materiales, con variados sistemas de fabricación, ya sea profesional o casera. sar alergias a su picadura e incluso anemia si el animal es joven o está inmunodeprimido. En el caso de las garrapatas, ciertos tipos pueden ser portadores de bacterias responsables de enfermedades graves para los animales y también a las personas, como por ejemplo la enfermedad de Lyme.

No vale pensar que si el gato no sale de casa no hay peligro de contagio, ya que los humanos hacemos de portadores a través del calzado, de la ropa o de nosotros mismos. Si el animal no cuenta con las barreras de protección necesarias tiene todos los números para resultar de lo más apetecible y confortable para los parásitos.

Sin embargo, todo esto puede evitarse haciendo un seguimiento de la presencia de parásitos en el animal y, llegado el caso, utilizando correctamente los productos destinados a esta función. La aplicación continuada de métodos de prevención de pulgas y garrapatas, o bien su aplicación en primavera de cara al buen tiempo, depende del estilo de vida del animal y de las características de su entorno.

No vale pensar que si el gato no sale de casa no hay peligro de contagio de parásitos, ya que los propios humanos hacemos de portadores de ellos.

La otra forma de evitar la caída es utilizando el sentido común; es decir, manteniendo alejado al gato de las zonas de riesgo. También es muy importante que los animales están bien identificados: si el gato cae y sus lesiones no son de gravedad puede quedarse quieto o cerca de la zona de caída, pero también puede correr despavorido y desorientado, siendo su localización difícil, o casi imposible, sin el adecuado medio de identificación.

2. Argumentando sobre la importancia de la desparasitación

Las pulgas y garrapatas son parásitos externos que causan incomodidad y malestar a los gatos y pueden llegar a transmitir ciertas enfermedades que incluso podrían llegar a ser de gravedad. El continuo rascado causa molestias e inquietud que pueden dar lugar a calvas y pequeñas alopecias. Las pulgas pueden llegar a cauAtención a las pistas

En principio, cada gato ofrece pistas inequívocas de que algo anda mal. Debemos aconsejar al propietario sobre la importancia de una detección precoz, fundamentalmente si se rasca más de lo habitual. Es relativamente fácil reconocer la presencia de estos parásitos en las deposiciones que dejan pegadas al pelo del animal o bien ver las pulgas directamente corriendo por encima de la piel del animal.

maradona888/shutterstock .com

Actualmente, existen muchos métodos. A grandes rasgos pueden resumirse en insecticidas o bien repelentes. Ambos grupos de productos pueden encontrarse en forma de spray, pipeta o collar, y su aplicación dependerá de la fórmula magistral y de la presentación utilizada.

A la hora de optar por una de estas técnicas, han de valorarse muchos factores, como el entorno del animal, la edad o el peso del mismo, ya que la salud del gato y la efectividad del método dependen de ello. En todo caso, la mejor opción es dejarse aconsejar por un experto, ya sea el veterinario habitual o bien en el comercio especializado. Y recuérdales siempre a tus clientes una norma fundamental: nunca hay que aplicar sin consultar antiparasitarios específicos para perros en un gato, puesto que pueden ser tóxicos.

En el caso de que estemos hablando de gatitos de corta edad, es importante fijarse bien en la etiqueta, porque no todos los productos son adecuados para ellos. No es buena idea aprovechar el sobrante del collar adquirido para el gato mayor de la casa. los parásitos externos es la prevención en el entorno, bien sea la casa o el jardín. Existen productos específicos para proteger nuestra vivienda de tan indeseables huéspedes.

Otro aspecto que puede ayudar a prevenir la aparición de pulgas y garrapatas es la utilización regular de un champú antiparasitario específico para gatos, contribuyendo así a reducir la carga de parásitos sobre el animal. El lavado es una oportunidad para poder ver la piel del animal y detectar más fácilmente si presenta algún tipo de infestación.

3. Pelos por todos lados

Seguramente serán muchos los propietarios preocupados por la pérdida de pelo de su gato, y es que la primavera es anuncio de cambio de manto. Durante la muda, el animalito se deshace del manto que lo ha protegido durante el invierno y se prepara para el buen tiempo con un pelo renovado y fuerte. Los gatos suelen tener dos periodos de muda a lo largo del año que coinciden con la llegada de la primavera y el otoño, aunque cierta-

evitan la proliferación de pelo muerto por toda la casa y, sobre todo, reducen el riesgo de que el gato ingiera grandes cantidades de pelo, cuya acumulación en el aparato digestivo favorece la formación de bolas de pelo que pueden resultar peligrosas si el animal no es capaz de deshacerse de ellas por sus propios medios. Las bolas de pelo son más frecuente en los gatos de pelo largo, pero los de pelo corto no están exentos de este riesgo, sobre todo en épocas de muda. Una alimentación equilibrada y de calidad ayuda a prevenir la pérdida excesiva de pelo a la vez que favorece el crecimiento del nuevo y a favorecer la salida del nuevo pelaje. La administración de malta, con su poder ligeramente laxante, o la hierba gatera favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de las bolas de pelo. Afr ica Studio/shutterstock. com

Por defecto, nunca hay que aplicar en un gato antiparasitarios específicos para perros, ya que pueden ser tóxicos y hasta mortales.

Seguramente serán muchos los propietarios preocupados por la pérdida de pelo de su gato durante esta época del año. ¿Y si se pierden?

Los animales asustadizos son los más propensos a escaparse, pero cualquier animal, por muy confiado y tranquilo que sea, puede asustarse en un momento dado y salir corriendo. El riesgo de atropello en este momento es el más importante, ya que en su huida pueden cruzar calles o salir entre los coches sin que los conductores tengan tiempo de reaccionar. Por suerte, muchos de ellos se salvan de este destino, pero acaban perdidos lejos de sus casas.

De ahí la importancia de identificar a los animales.

Un gato puede recorrer muchos kilómetros en pocos días, apareciendo una semana después en otro pueblo, provincia o incluso comunidad autónoma. Una vez alejado de su barrio nadie podrá reconocerle y su recuperación dependerá únicamente de la identificación que pueda llevar, para lo que collares, pañuelos o chapas son útiles.

Aun así hay que tener en cuenta que pueden perder estas identificaciones e incluso pueden quitárselas. Por eso es indispensable que el gato cuente con su correspodiente microchip, que además es obligatorio por ley.

Chad Zuber/shutterstock .com

En la actualidad, existen productos muy seguros que pueden utilizarse a partir de los cuatro días de edad. También hay productos específicos para cachorros, normalmente a base de repelentes.

Si se trata de un gato que sale a la calle, éste estará más expuesto a los parásitos externos en las épocas del año estivales (primavera y verano) que el animal que vive en el interior de un apartamento o casa. Pregúntales a tus clientes cuál es su tipo de gato, ya que hay que tener en cuenta esos detalles y adaptar la protección a su estilo de vida.

Teniendo en cuenta que la mayoría de pulgas y garrapatas encuentran el interior de los hogares de lo más cómodo, el aspecto más complejo de la lucha contra mente es con el buen tiempo cuando la caída del pelo es más abundante.

En los gatos que viven dentro de casa, este ritmo natural puede verse alterado por las condiciones “artificiales” de temperatura e iluminación del interior de los hogares. En estos casos, lo normal es que la caída del pelo sea continua a lo largo de todo el año.

La muda es un proceso normal, pero si el propietario cree que su gato está perdiendo demasiado pelo o tiene calvas, debería consultar con su veterinario de referencia para descartar problemas más graves. La muda es la etapa final del ciclo natural de crecimiento y muerte del pelo, pero existen factores que pueden afectarla e incrementarla, como por ejemplo el estado de salud del animal, su alimentación, su forma de vida e incluso su genética individual.

Una mala alimentación, el estrés, los baños frecuentes son ejemplos de situaciones que podrían prolongar o intensificar la caída estacional de pelo.

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