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ENTREVISTA a Sergio Martínez Andreu, “Si se acostumbran a que estar solos en casa es normal, seguramente no tendrán problemas en el futuro”

“Si se acostumbran a que estar solos en casa es normal, seguramente no tendrán problemas en el futuro”

Debido a que los problemas de comportamiento son un motivo de consulta muy frecuente en la clínica, el veterinario etólogo Sergio Martínez Andreu describe qué signos deberían alertar al cuidador y cómo actuar ante un problema de comportamiento de este tipo.

Sergio Martínez Andreu

AniCura Constitución Hospital Veterinario

La vuelta al trabajo y la rutina después de una temporada de vacaciones provoca problemas en algunos perros por pasar de forma repentina demasiado tiempo solos o porque no saben cómo gestionar la ausencia de su cuidador aunque no sea durante periodos largos.

Los problemas relacionados con la soledad son muy frecuentes en perros, ¿qué signos deberían alertar al cuidador?

Lo más sencillo de observar son signos de ansiedad o aburrimiento, como, por ejemplo, deposiciones y orines cuando el tutor llega a casa o signos destructivos sobre marcos de puertas, patas de mobiliario, etc. Una señal más sutil es que el perro no haya tocado el plato de comida o el juguete interactivo que le ha dejado. Por último, otro signo frecuente es que llora o ladra en su ausencia.

¿Por qué es tan importante detectar estos signos de forma temprana y contactar con un veterinario etólogo para iniciar el tratamiento?

Aplicamos el dicho de “es más fácil prevenir que curar”, por lo que es importante pedir ayuda al mínimo indicio. En este tipo de problemas comportamentales, la cronicidad es un factor que empeora las probabilidades de éxito a la hora de solucionarlo.

¿Hay algunas razas más predispuestas que otras? ¿Qué factores pueden aumentar el riesgo de aparición de estos problemas?

Sí que hay indicios de mayores índices en ciertos tipos de raza, y coincide que todas son razas de perros de trabajo e inteligentes. Por un lado, parece haber una correlación directa, pero debido a que son razas que se aburren con mayor facilidad y eso las convierte en destructivas, podríamos estar sobreestimando problemas de ansiedad donde solo hay exceso de energía.

El mayor factor que “provoca” estos problemas es el hábito de no estar solos nunca, por eso hemos visto un aumento de casos tras el confinamiento y el aumento de cuidadores que trabajan desde casa.

¿Cómo se debería hacer una habituación gradual para que un perro cada vez esté más tranquilo en casa en ausencia de su cuidador?

El factor determinante es empezar a dejarlos solos cuanto antes. Hasta aproximadamente los 4 meses de edad los cachorros son esponjas de aprendizaje y si se acostumbran a que estar solos en casa es normal, seguramente no tendrán problemas en el futuro.

Una forma efectiva de acostumbrarlos a estar solos es dejarles algún juguete

interactivo (juguete que al interaccionar con él vaya dispensando premios) y realizar salidas cortas de casa para que aprendan que siempre volvemos. Progresivamente aumentaremos la duración de las salidas.

Sara Palasí

especies@grupoasis.com

Consejos para prevenirla

1. Cuidar, informarse y trabajar la procedencia del perro.

Estado físico, psicológico, social y emocional de la madre durante la gestación; entorno de cría; socialización de cachorros; edad y forma de destete y adopción; aprendizaje, socialización y relaciones sociales durante la etapa juvenil y adulta. 2. Establecer un vículo sano.

Establecer con el perro un vínculo adecuado, seguro y predecible por todos los miembros de la familia, evitando en todo lo posible el estrés. 4. Desarrollar una rutina diaria.

Debe contener todo lo necesario para él y que sea estable y predecible, sobre todo al principio. 5. Conocer el lenguaje y comunicación caninos. También su

mundo sensitivo y emocional y respetar el espacio y el descanso del perro. 6. Introducir la separación en

el aprendizaje. Tras el periodo de adaptación al llegar a casa, ya sea dentro o fuera, de forma muy progresiva, predecible y asociada con algo positivo.

3. Cubrir las necesidades.

Necesidades en cuanto a relaciones sociales, aprendizaje, cuidados higienico-sanitarios, emociones, ejercicio físico y mental, alimentación y enriquecimiento ambiental. 7. Nunca dejarle solo bruscamente largos periodos. No

dejarle solo, ya sea cachorro o adulto, durante varias horas, ni provocar separaciones traumáticas durante la adaptación. 8. Varios paseos diarios. Permi-

tirán al perro desarrollar su mundo sensitivo, emocional y social. Utilizar arnés y correa larga (2-5 m) y dejarle moverse libremente durante el paseo. 9. No aplicar medidas gene-

rales. Cada perro, familia y situación son diferentes, no se sabe si funcionarán. Pedir asesoramiento especializado, a ser posible con un especialista veterinario en medicina del comportamiento. 10. Solicitar asesoramiento. En

caso de que exista un problema ya establecido o un cambio en el comportamiento del perro; no esperar que se solucione con el tiempo.

Rosana Álvarez Bueno - Medicina del comportamiento, Etolia www.etologiaveterinaria.net

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