EL CERO ABSOLUTO DE LA CREACIO••N
MAXIMILIANO LEIVAS
Editorial Subpoesía
El cero absoluto de la creaci贸n. Maximiliano Leivas Editorial Subpoes铆a Buenos Aires, Julio 2013 editorialsubpoesia@gmail.com
Cada uno marca los lĂmites de su mundo.
a Busco alcanzar la plenitud en el momento abstracto e indiferente en que el silencio me alcance. Puedo sentir que todo se deforma en mil sentidos a mi alrededor. No hay ningĂşn fin, ningĂşn destino; sĂłlo sucede de manera sigilosa.
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a Espacios de nadie, repletos de soledad ensucian el aire. Estan despertando el abismo que duerme eterno. ¿Es que no puedes verlos? ¿Cuándo estallarán para llevar al ser al último de los principios, al cero absoluto de la creación misma?.
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a Las réplicas de mil sismos se generan en tu alma. Puedes sentir calor pero aún así eliges ser frío. Descansa; mira a tu alrededor lo que acontece. Tan sólo así podrás observar a través de las cosas y verte reflejado en el más infinito de los días.
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a Somos pequeños ante la inmensidad misma. Extiende tus brazos para abrir el portal a lo absoluto. Tantos montes y ríos de puro cristal nos aguardan al otro lado. Oye. Esa es la melodía que el viento nos regala. Atrás quedó la luz que nos cegaba hasta el cansancio; lo desconocido tan cotidiano tan necesariamente inmediato.
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a Al infinito verde puedo vernos correr entre animales inmóviles, estáticos como parte de la pintura que dibujan las tardes de verano. Sólo nos falta poder adueñarnos del tiempo, detenerlo dominarlo sentir que llegamos a otro lugar repleto de silencios que nunca se rompen y días de luz eterna sin espejos que reflejen la absurda realidad que nos envuelve.
q 9
a Hoy la luz nos regala su último suspiro. ¡Qué extraña se siente la paz cuando tan ausente ha estado! ¡Qué veloz se ha vuelto todo!
¿Existe este momento en realidad?
La paz se ha vuelto imprescindible.
q 10
a Ella corre por los pastos, sólo busca llegar al cielo detrás de las nubes y así reirse de los límites. Goza del viento que hasta lo alto la eleva. Su pelo se mezcla entre las hojas de los árboles haciendo de su contorno tan sólo un detalle. Ella no sabe del tiempo ni conoce de grises que empapen su mundo casi perfecto. Ella sólo quiere volar Ella es libre.
q 11
a Miranos caer; somos gotas golpeando el suelo, hirviendo de sol. Ya somos parte de ĂŠl, nacimos para serlo. Miranos; somos miles a toda velocidad directo a evaporarnos cayendo libres viajando
sin saber dĂłnde ni cuĂĄndo termina.
q 12
Este pliego se terminó de armar e imprimir en Taller Subpoesía en julio del año 2013.