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El trabajo

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Editorial

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¿Qué es el trabajo? El trabajo tiene varios sinónimos, tanto como sustantivo y como acción, por ejemplo: empleo, ocupación, tarea, labor, chamba, jale, esfuerzo, etc. También existen muchas frases que nos hablan del trabajo, por ejemplo: “El trabajo dignifica”, “El trabajo todo lo vence”, “lo que con mucho trabajo se adquiere más se ama”, o como decía Facundo Cabral, “Mira que si será malo el trabajo que hasta te pagan para que lo hagas” y no estaba tan equivocado pues, la misma etimología de la palabra trabajo nos refiere a un instrumento de tortura: el tripalium, que era un instrumento construido con 3 palos donde castigaban a los esclavos. Dicha palabra con el paso del tiempo fue evolucionando y sufriendo una morfología como ha sucedido con muchísimas palabras de nuestro español, que debido al uso cotidiano se tergiversa y transforma hasta convertirse en una palabra muy distinta a la original y se normaliza su uso pero que sigue guardando la esencia de su raíz.

Otra expresión que también he escuchado mucho es “Hay personas que trabajan para vivir y otras que viven para trabajar”. Creo que muchas veces hemos estado en ambas situaciones pues no siempre trabajamos en lo que queremos, de tal modo que sólo trabajamos para vivir pues necesitamos cubrir nuestras necesidades básicas, aunque no nos sintamos plenos haciéndolo, pero también hay ocasiones en las que nos vemos envueltos en una rutina tan tediosa y desgastante que pareciese que sólo vivimos para trabajar, pues por atender los asuntos del trabajo no tenemos siquiera oportunidad de disfrutar de las cosas buenas de la vida; aquellas que dejan satisfacción, placer y felicidad como el ocio, las amistades y la familia.

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Expuesto lo anterior, entendemos que la razón principal de trabajar es porque se requiere satisfacer las necesidades básicas, pues si no tuviéramos que preocuparnos por ellas posiblemente no trabajaríamos, y si lo hiciéramos, eso dejaría de llamarse trabajo, pues esas actividades que realizaríamos serían actividades recreativas o formativas, pasarían a ser solamente un hobbie o pasatiempo

¿Por qué trabajo?

A título personal, yo trabajo en el mundo profano porque necesito un sustento para cubrir mis n e c e s i d a d e s b á s i c a s , p e r o t a m b i é n p o r q u e b u s c o u n constante desarrollo personal y profesional.

Como ustedes saben, y al igual que varios de ustedes, trabajo en la docencia, la cual es una profesión donde las emociones fluctúan demasiado, en un momento puedes sentirte realizado al saber que estás aportando benéficamente a la sociedad y te satisface el desempeño de tus alumnos, sin embargo, en otro momento puedes estar enredado en un enmarañadero de emociones como enojo, estrés, impotencia, desesperación, etc

Otra cosa que tiene la docencia es que el nivel de exigencia es demasiado. Mucha gente juzga a la ligera a los maestros pensando que su trabajo es sencillo y relajado, cuando en realidad no tienen ni la menor idea de todo lo que se puede vivir en un sólo día de jornada laboral. Siempre me han gustado los retos y al trabajar en la docencia sé que cada día es un nuevo reto que cumplir, aunque confieso que a veces ha pasado por mi mente el claudicar.

Ahora, una pregunta que deberíamos contestar todos los aquí presentes es:

¿Por qué trabajamos en esta institución? ¿Por qué trabajar en la Masonería? ¿Qué necesidad hay de trabajar tiempo extra? Aparte de la carga de trabajo que ya todos tenemos en nuestros respectivos trabajos profanos, y peor aún sin un sueldo o gratificación económica ¡Acaso sois mis Hermanos adictos al trabajo! Pues seguro estoy que más de una vez han recibido algún comentario similar de parte de su círculo cercano de personas; amigos o familiares.

Creo que muchos acudimos cada semana en busca de una respuesta que satisfaga a todas esas inquietudes, pero si de algo estoy seguro es de esa frase conocida por todos “Hay cosas que el dinero no puede comprar”, y como todos sabemos, el salario que recibimos por trabajar en la Masonería no es económico, es más, ni siquiera es algo tangible, es algo que no se percibe sensorialmente de manera sencilla. Es algo que se intuye y se percibe de manera vivencial, es esa aura que rodea a esa persona y que eleva sus cualidades morales e intelectuales más allá de lo inmediato, es platicar con esa persona y quedarte con la sensación de decir: “Tiene algo que lo hace distinto, pero no sé qué es”.

Existe una frase que dice “aquél que siembra un árbol a sabiendas de que su sombra no ha de disfrutar ha comenzado a entender el verdadero significado de la vida”. Me tomo el atrevimiento de tomarla y modificarla para adecuarla al tema que hoy compete, pues basándome en ella, de igual manera yo podría decir:

“Aquél que trabaja aún a sabiendas que por su esfuerzo no ha de lucrar, ha comenzado a transitar por los verdaderos senderos de la virtud”, y ya para terminar concluyo con la siguiente frase:

“Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto, la vida es una esclavitud” (Máximo Gorki [1868-1936] Escritor ruso)

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