Revista de publicación mensual del Proyecto de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia
No. 23 Año 2016
¿Ha avanzado lo suficiente la educación para enfrentar los nuevos tiempos? El debate no sólo tiene que ver con la tecnología, sino con la orientación, los métodos, los programas y la formación de los docentes. Los niños de hoy necesitan ser indagadores, críticos, tolerantes ¿lo estamos logrando?
Diálogo Educativo La revista de Diálogo Educativo es una publicación mensual del Proyecto Educativo Integral de la iglesia Católica, dependiente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia. Mos. Tito Solari Capellari DIRECTOR Hna. Micaela Princiotto MB DIRECTOR EJECUTIVA Eduardo Bowles EDITOR GENERAL Juan Manuel ljurko REDACCIÓN Marcos Vega DISEÑO
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Marcos Vega DIAGRAMACIÓN Ramiro Sarmiento RESPONSABLE DIAGRAMACIÓN
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Wilson Terceros RESPONSABLE DIGITAL Consejo Editorial Mons. Tito Solari Hna. Micaela Princiotto Dr. Tito Antonio López Dr. Limbert Ayarde Dr. Ernesto Muñoz
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El reto de formar personas auténticas Cómo enfrentar la dislexia en el aula Las clases también pueden ser divertidas No más excusas para la inclusión La incesante tarea de innovar en la escuela De la teoría a la práctica: la tarea del PSP Por una educación acorde al Siglo XXI Nuevas tendencias para encarar la disciplina
editorial Un reto para los docentes
Hoy empezamos con una pregunta: “¿Ha avanzado lo suficiente la educación para adecuarse a los nuevos tiempos?” No vamos a dar una respuesta definitiva, pero sí es necesario observar las estadísticas que afligen a nuestros jóvenes y que deberían ser motivo de preocupación del resto de la sociedad y especialmente de los educadores. Recientemente, durante la Cumbre Iberoamericana celebrada en la ciudad de Cartagena de Indias, se difundió un dato que nos causa mucho dolor: Más de 100 millones de jóvenes latinoamericanos son pobres y 30 millones son considerados “ninis”, es decir, NI estudian, Ni trabajan. Es verdad que detrás de esta realidad existen factores económicos y políticos que pueden estar incidiendo, pero nosotros que trabajamos con jóvenes, que nos dedicamos a formarlos y que constantemente estamos preocupados por su futuro, deberíamos sentirnos corresponsables. Es probable que muchos de los chicos que llegan a nuestras escuelas salen sin la suficiente capacidad para enfrentar los desafíos de la educación superior y tampoco disponen de las herramientas indispensables para incorporarse en el campo laboral y menos aún, para convertirse en emprendedores, innovadores, creadores de nuevas ideas, factores que son determinantes en estos tiempos. Por eso es que hoy traemos en “Diálogo Educativo” una serie de artículos destinados a contribuir a este debate que nos interpela como docentes. En primer lugar, estamos retados a formar personas auténticas, alejadas de las clásicas repeticiones de viejos esquemas. Necesitamos construir una escuela donde se pueda aprender haciendo, en la que se pueda hacer posible el viejo eslogan “de la teoría a la práctica” y donde podamos desarrollar clases más atractivas, innovadoras, que saquen de la pasividad a los estudiantes, donde se sientan motivados a crear, a despertar y sentirse cómodos aprendiendo y descubriendo el mundo. Mons. Tito Solari C. Arzobispo emérito de Cochabamba Presidente Área de Educación CEB
especial
ALFREDO “UNA BUENA ESCUELA ES LA QUE FORMA A PERSONAS
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AUTÉNTICAS”
HERNANDO:
http://blog.tiching.com
Educador, psicólogo y comunicador. El recuerdo más vivo que tiene de su escuela es el patio, un espacio verde y soleado. Sin duda es un recuerdo idealizado, ya que Alfredo es de una región lluviosa. Pero como la mayoría de niños, pensaba que no podía haber una escuela mejor que la suya. Esto es algo que seguramente se ha replanteado después de meses viajando para visitar las escuelas más innovadoras del mundo. La vuelta al mundo de escuela en escuela, ¿la versión educativa de Willy Fogg (protagonista de la novela “la vuelta al mundo en 80 días)? La verdad es que yo no me considero un gran viajero. Mi motivación principal es conocer las escuelas innovadoras para rediseñar el concepto de escuela.
está ocurriendo en el mundo desde una perspectiva amplia: aplica lo que sabemos sobre las teorías del aprendizaje y la pedagogía, está conectada con la sociedad actual y se adapta a la revolución que estamos viviendo en el ámbito de la generación y difusión de la información.
¿Y qué importancia tienen las TIC y plataformas de coopera¿Qué es una escuela innovadora? ción en pedagogía? Es aquélla que se adapta a lo que Muchísima: Internet y las nuevas
tecnologías son uno de los cambios más grandes que han afectado a la escuela. Antes, la escuela era la única guardiana del conocimiento pero ahora le ha salido competencia. ¿Para qué necesito un profesor si tengo a Google? ¿Lo necesito? Si vamos en la línea de planteamientos como el de la plataforma Tiching, que redefine las funciones del profesor adaptándolas a la so3
especial ciedad actual, sí. El profesor ya no puede ser un transmisor de la información porque ahora la información está viva y todos podemos acceder a ella y modificarla. El profesor tiene que preparar pautas de aprendizaje, aportar fuentes y dejar que sea el alumno quien maneje y cree la información. ¿Cómo se lleva a la práctica? En una reunión de profesores de una de las escuelas que he visitado, por ponerte un ejemplo. Los profesores de lengua quieren cambiar el proyecto de inglés. Se han dado cuenta de que los alumnos se han cansado de los dilemas que les proponían y tienen que buscar otros nuevos. En un par de horas, tienen toda la pizarra llena de post-its con nuevas estrategias y entre todos eligen las que creen que funcionarán mejor.
tán haciendo ahora también tendrán ya es raro porque en todos los cenque repensarlo mañana, y esto es tros he tenido muy buena respuesta por parte del profesorado. Luego adaptarse. me dijo que tampoco sabía muy ¿En todas las escuelas se prioriza bien qué enseñarme. esta actitud? De las que he visitado, lo he visto en ¿Y una vez allí? todas excepto en una, que ya vi que Me di cuenta de que me había equiNo todos los profesores se impli- era diferente desde el primer con- vocado de escuela. No era la escuetacto. La coordinadora me dijo que la innovadora que yo pensaba. Era can tanto… Lo que está claro es que muchas de podía visitar la escuela pero que no otra con el mismo nombre. Y entonlas transformaciones que queremos me atendería ningún profesor. Esto ces me di cuenta de una cosa muy para la escuela tienen que ir de la mano de los profesores. Ninguna escuela es mejor que el equipo de profesores que tiene. Al fin y al cabo, la realidad cambia y los que se tienen que adaptar son los profesores. ¿Lo hacen? En la mayoría de escuelas que he visitado, sí. Siempre me han hablado con mucha sinceridad de lo que habían hecho mal en el pasado. La primera vez me sorprendió pero luego me di cuenta de que era lo común. Te explican por qué ya no hacen algo que antes hacían. Esto implica que asumen que lo que es4
interesante: ni la coordinadora ni nadie del profesorado tenían ninguna inquietud en mostrar nada de lo que estaban haciendo. Nadie estaba orgulloso de su labor, y esto que paseando vi cosas muy interesantes. ¿Qué le aconsejaría a esta coordinadora si quisiera hacer su escuela más innovadora? Le diría que tiene que cambiar ella. El modelo de escuela que supuestamente quiere construir está determinado por lo que ya hay. Le diría que se pregunte qué puede hacer y lo haga. Si va bien, que se lo cuente a sus compañeros, porque tiene que haber un contagio de lo positivo. Para acabar: una buena escuela es la que forma a personas… Auténticas. Personas que descubran quiénes son, qué quieren y cuál es su proyecto vital. Entonces, ¿a qué escuela debería llevar a mi hijo? Lo más importante es que tú estés con él. Invierte tiempo en él porque es más importante que descubras a qué colegio quiere ir él que no que tú decidas a qué escuela lo quieres llevar.
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ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR LA
Se identifica como una dificultad en los procesos de lectura y escritura. También afecta a la forma de aprender y procesar la información. Con frecuencia se diagnostica de manera incorrecta al confundirla con una baja autoestima 6
La psicóloga y pedagoga Celia Rodríguez Ruíz alerta sobre las consecuencias que se derivan cuando la dislexia no es tratada de manera adecuada. En su blog educa y aprende desmenuza el problema desde una perspectiva educativa. Para Rodríguez Ruíz, la dislexia “es una dificultad de aprendizaje de tipo específico y causas neuro-
lógicas que se manifiestan con una dificultad, retraso o complicación en el aprendizaje de la lectura y la escritura”. La pedagoga revela que, detrás de esta dificultad para la lectoescritura, el estudiante también padece problemas en el proceso de aprendizaje como la concentración, la expresión o la memoria. Se acusa a los niños disléxicos de
carecer de inteligencia, reconoce María del Rosario Márquez Brenes, pedagoga especializada en educación de primaria. Matiza, sin embargo, que estos niños tienen una inteligencia y una capacidad de aprender completamente normal, incluso, en algunos casos, hasta por encima de la media. Ambas profesionales valoran la importancia de detectar adecuadamente el problema para aplicar metodologías de aprendizaje adecuadas. No se debe estigmatizar al niño por las dificultades, iniciales, en la lectoescritura. La detección temprana se considera clave para cualquier tratamiento. Fundamentalmente, explica Rodríguez Ruíz, la dislexia responde a un “problema neurobiológico que puede afectar a las formas de procesar la información; es decir, puede repercutir en el modo de aprendizaje del niño”.
PAUTAS PARA DETECTAR LA DISLEXIA dislexia en niños y niñas de 3 a 5 años • En cuanto a su lenguaje oral se percibe una adquisición tardía del lenguaje (aprenden a hablar tarde), un nivel de comprensión del lenguaje inferior a otros niños y niñas de su edad, poco vocabulario y dificultades para expresarse oralmente, confusión entre palabras que suenan parecido, así como sílabas o letras de sonido similar, inversiones de fonemas (cambia el sonido de letras en la palabra), dificultades para pronunciar determinadas letras. • En cuanto a la lectura y • Signos para detectar la
La dislexia no siempre es fácil de reconocer, dado que sus manifestaciones pueden ser muy variadas dependiendo de cada persona y de la etapa de desarrollo en la que nos encontremos. Celia Rodríguez Ruíz, pedagoga y psicóloga infantil, presenta algunos indicadores para una adecuada observación. Conocer los signos que pueden alertar de la dislexia en las diferentes etapas del desarrollo, servirá de gran ayuda para reconocerla y actuar frente a las dificultades de aprendizaje que implica.
la escritura, el lenguaje escrito se presentan dificultades para aprender a escribir su nombre y reconocerlo, dificultades para asociar el sonido con la letra correspondiente, también para aprender secuencias (abecedario, días de la semana, etc). • Además se observa otras características como problemas de lateralidad (dificultades para distinguir entre la izquierda y la derecha), falta de concentración, gran variabilidad (días en los que las tareas salen a la perfección y días en los que es imposible hacer nada). 7
especial • Signos para detectar la dislexia en niños y niñas de 6 a 9 años. • En cuanto al lenguaje oral, siguen teniendo dificultades para la comprensión y la expresión en relación con otros niños y niñas de su misma edad. Además su vocabulario es pobre. • En cuanto a la lectura y la escritura presentan un mayor nivel en compresión y expresión verbal que leída o escrita, cambian el orden de las sílabas al escribir y al leer, escritura en espejo, a menudo mezclan mayúsculas y minúsculas, su velocidad lectora es lenta en comparación con otros de su edad, cometen muchas faltas de ortografía y tienen grandes dificultades con los acentos, lectura mecánica y monótona, suelen confundir palabras cuando leen, son muy lentos cuando escriben o leen. • También se presentan difi-
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den de las letras, tienen dificultades con las faltas de ortografía y los acentos, etc. • Además muestran otras dificultades para aprender lenguas extranjeras y para aprender mediante textos escritos. Suelen ser desorganizados, les cuesta seguir instrucciones y su capacidad de concentración es escasa, muestran • Signos para detectar la desmotivación hacía las tareas esdislexia en niños y niñas de 9 a colares, con frecuencia tienen baja autoestima, dedican mucho tiem12 años. • En cuanto a su lenguaje po a sus tareas y pueden llegar a oral siguen teniendo dificultades, tener estrés, frustración, etc. sobre todo para expresarse con • Signos para detectar la precisión, suelen confundir tiempos verbales, y no disponen de su- dislexia a partir de los 12 años. A partir de los 12 años, el esficiente vocabulario. • En cuanto a la lectura y la tudiante presenta un perfil similar escritura, siguen siendo lentas y a la etapa anterior, destacando su mecánicas, con grandes dificulta- escritura desorganizada, elevadas des para comprender los textos es- faltas de ortografía, lectura mecácritos y para expresarse de manera nica y sin comprensión del menadecuada, alteran o cambian el or- saje, apatía hacia sus estudios, etc. cultades en la orientación espacial y la lateralidad, parecen despistados y a menudo presentan falta de atención y concentración, su rendimiento en asignaturas y tareas lingüísticas es significativamente inferior al de otras asignaturas o tareas, les cuesta aprender otras lenguas
El problema de la dislexia pasa desapercibida con demasiada frecuencia. Los estudiantes asumen como normal un comportamiento que les resulta dificultoso. Nadie detecta que el problema de aprendizaje que sufren se debe a una forma diferente de registrar la información y no a un proceso más lento de comprensión. Poco a poco, está brecha se va ampliando y se encasilla al estudiante en un perfil conflictivo. Un diagnóstico erróneo daña la autoestima del estudiante al mostrarlo como inferior a los demás compañeros. María del Rosario Márquez Brenes sugiere diversas actividades para revertir esta dificultad del aprendizaje. “El entrenamiento sensomotor es un tipo de educación neuropsicológica que se centra en el desarrollo de las habilidades funcionales de la unidad cerebral de regulación que controla la atención, inhibición, discriminación y organización sensorial” explica la experta. En la actualidad, se disponen de múltiples juegos pedagógicos diseñados para desarrollar las habilidades sensomotoras para facilitar un aprendizaje más avanzado. Otra dinámica sugerida por Márquez se centra en el entrenamiento visual. Para ello, se proponen ejercicios como emparejar letras o palabras, asociar letras con sonidos o discriminar palabras incorrectas en contextos narrativos. Estos ejercicios alientan el aprendizaje en virtud de elementos asociativos. El trabajo auditivo es otro componente del entrenamiento que se propone. Los ejercicios de audición despiertan mecanismos multisensoriales, fundamentales para entender la realizad asociativa de la lectoes-
critura. Los expertos consideran que el trabajo más complejo se centra en la lectura. El estudiante sufre en la relación asociativa símbolo sonido. En esta etapa del desarrollo académico se marcan las diferencias sustanciales respecto a los compañeros. Para los expertos, acudir a juegos como forma de asentar las relaciones asociativas suponen un aliento importante para el estudiante y ayudan a minimizar la idea de inferioridad que se podría padecer. El factor motivacional es clave en el entrenamiento para los estudiantes con problemas de dislexia. Reducir los niveles de ansiedad y estimular al estudiante mediante historias y cuentos que despierten su imaginación permite el refuerzo positivo que aliente el trabajo terapéutico en el estudiante. Ante todo, recuerda, resulta necesario crear un ambiente agradable de trabajo para aplicar las diversas técnicas de recuperación propuestas. El docente incide constantemente
en la normalidad de los ejercicios y, de modo cuidadoso, evitar cualquier sensación de rechazo al estudiante. Finalmente, los padres de familia se constituyen como la pieza fundamental en cualquier dinámica de entrenamiento. Desde el contexto de hogar transmiten una sensación de orden que dote de seguridad al niño.
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especial LA CARA OCULTA DE LA DISLEXIA La dislexia se presenta como una dificultad en la lectura y escritura, un problema para asociar adecuadamente los símbolos ortográficos y su pronunciación. Detrás de esta dificultad, se generan diversos trastornos mayores que afectan al adecuado desarrollo del estudiante. Celia Rodríguez Ruiz, psicóloga y pedagoga, sintetiza algunos de los problemas que se esconden detrás de la dislexia. • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es un trastorno de tipo neurobiólogo que se caracteriza por una triada de síntomas: hiperactividad, falta de atención e impulsividad, cuya concurrencia e intensidad pueden variar de una persona a otra. Cuando la dislexia aparece unida a un TDAH, las dificultades asociadas a la dislexia se incrementan, ya que le costará centrar la atención. En estos casos es fundamental intervenir en ambas tipologías de síntomas. • Trastorno del Cálculo y trastornos específicos de la lectura. Este tipo de trastornos se manifiestan como una dificultad específica para el cálculo y los números o para la ortografía y la grafía. Normalmente aparecen asociadas con la dislexia, en una mezcla de síntomas no siempre fácil de delimitar. En estos casos
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es muy importante prestar atención a las dificultades concretas en cada caso y elaborar un plan de intervención centrado en las mismas. • Trastornos relacionados con la lateralidad, coordinación y organización espacial. A menudo los estudiantes con dislexia tienen lateralidad cruzada lo que provoca a su vez una falta de coordinación, y dificultades en los procesos de orientación espacial. Es decir les cuesta diferenciar entre la izquierda y la derecha, situarse en el plano y suelen ser torpes coordinando, por eso la escritura suele ser torpe y desorganizada. Trastornos emocionales y conductuales. Este tipo de trastornos están relacionados con el malestar que puede manifestar el niño o niña con dislexia, como interpreta sus dificultades, como se siente con respeto a las mismas. A menudo, estos niños y niñas son etiquetados de vagos, torpes, sin interés, lentos; cuando hacen realmente grandes esfuerzos por aprender al ritmo esperado, sin obtener resultados. Es por ello que poco a poco se genera un malestar emocional que les va minando por dentro puede afectar a su autoestima, confianza. Como consecuencia pueden aparecer problemas de conducta.
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especial
ES POSIBLE LOGRAR UN AULA MÁS
DIVERTIDA El interés y la motivación despiertan las ganas de aprender. Los estudiantes reclaman un espacio de estudio que despierte sus emociones positivas. Los docentes estamos llamados para convertir las aulas en espacios agradables.
Con demasiada frecuencia, los estudiantes reclaman cierto desinterés por el trabajo de aula. Para muchos, las asignaturas se convierten en algo tedioso. Las aulas, aburren. Los indicadores de fracaso escolar señalan como causal esta desmotivación en los estudiantes. Los docentes debemos revertir este panorama. Está en nuestras manos animar la clase para elevar los indicadores de rendimiento escolar y disminuir los casos de fracaso escolar. “Debemos, como docentes, cambiar el aburrimiento por diversión, por curiosidad y por entusiasmo” reitera la psicóloga y pedagoga 12
Celia Rodríguez Ruiz. El aprendizaje responde a una necesidad natural del ser humano. La curiosidad de un niño le lleva a descubrir los sonidos. “Aprender puede y debe ser natural”, sentencia la mencionada psicóloga. Las emociones influyen de manera directa en la actitud frente al estudio. Despertar emociones provocará un ambiente de aula agradable y propicio para el aprendizaje. Si logramos generar emociones positivas facilitaremos sensaciones de bienestar. De esta manera incidire-
mos beneficiosamente en los procesos educativos. Como ha destacado Rodríguez Ruiz, el ser humano es un gran aprendiz por naturaleza. Gran parte de estos aprendizajes se producen de maneta natural, no reclaman un esfuerzo para adquirirlos. Lo llamativo de estos procesos de aprendizaje natural se sustenta en la sensación de agrado y placer que producen al asumirlos. Aprendemos de manera divertida. Para Celia Rodríguez Ruiz resulta fundamental trasladar estas dinámi-
cas de aprendizaje natural y divertido a los espacios de trabajo en el aula. Las emociones positivas alientan un estado de ánimo activo y atento. Este tipo de emociones activan el interés por las actividades que se desarrollan en ese momento. Trabajar la motivación del estudiante por medio de emociones positivas repercute en un mejor desempeño. La capacidad de incentivar dinámicas de disfrute en el aprendizaje provocará emociones positivas. A partir de ahí, el docente deberá trasladar esa emoción en motivación e interés por aprender. Un niño que se divierte es un niño despierto. Las emociones positivas, explica la psicóloga Celia Rodríguez Ruiz, contribuyen al bienestar. El docente debe construir un ambiente agradable en el aula, un ambiente de trabajo que provoque disfrute se transforma en un refuerzo para el aprendizaje. Los estudiantes se divierten en el aula mientras realizan actividades vinculadas al desarrollo escolar. Es normal para ellos acudir al aula con una actitud expectante. El docente debe convertir la “fiesta por el aprendizaje” en una forma cotidiana de enseñanza. Tiene que normalizar esta forma de trabajar para que se aliente las ganas de acudir al aula. El estudiante descubrirá el atractivo de esta forma de aprender. Por consiguiente acudirá con una predisposición natural para estudiar. De forma puntual, el docente puede transformar los procesos de aprendizaje con experiencias divertidas. Rodríguez Ruiz sugiere algunos aspectos que permiten aplicar estas experiencias:
• Diseñar actividades de trabajo agradables que despierten curiosidad, el estado natural del aprendizaje. • Proponer ejercicios que mantengan a los estudiantes activos durante nuestro aprendizaje. • La exploración, la indagación y la práctica son exponentes comunes al aprendizaje. • Disponer actividades de aula que provoquen entusiasmo y no generen tensiones ni en el estudiante ni entre los estudiantes. • Animar a los estudiantes a construir significados y crear aprendizajes propios. • Escuchar activamente al niño o niña. Se trata de escuchar lo que dice y lo que no dice, de llegar a
lo que siente. • Ceder el espacio de protagonismo a los estudiantes, que ellos mismos propongan acciones, provoquen ilusión e intervengan para definir ciertos temas de trabajo y aprendizaje. • Habilitar espacios para que los estudiantes hablen, pregunten y se expresen. Serán espacios sin límites que coarten la espontaneidad (dentro de ciertos márgenes de disciplina). • Alentar un clima de cordialidad que permita sentirse cómodos a los estudiantes. La acogida en el aula es clave para romper los miedos adquiridos. Saludar a los estudiantes, preocuparse por ellos, dedicarles un tiempo de atención ayuda 13
especial a construir la confianza. Es importante remarcar que un estudiante en tensión no tiene una predisposición para el aprendizaje. • Provocar emociones positivas a través de bromas, humor y risas. Aprender es divertido, esa debe ser la constante dentro del aula. Las clases magistrales que refuerzan la autoridad del docente solo consiguen distanciar al docente del estudiante. Se trata de humanizar la relación de aula. • Evitar las tensiones innecesarias y desterrar las emociones negativas de la educación como el miedo, la vergüenza, la rabia. El docente actúa desde la comprensión, desde la empatía con los estudiantes. • Proyectar tiempo para la relajación, el descanso y la asimila-
APRENDER LA FELICIDAD El aula es un espacio que genera múltiples emociones. Parte del trabajo docente consiste acompañar a los estudiantes y guiarles para que asimilen naturalmente las emociones. Un curso en Harvard enseña a ser feliz. ¡Sí, como lo ha visto, clases para ser feliz! El filósofo estadounidense Tab Ben-Shahar se ha convertido en un referente con su propuesta de clases sobre felicidad. Cada semestre, más de 1400 estudiantes asisten a su curso en la universidad de Harvard. Las experiencias han sido replicadas también en algunos centros escolares con un resultado interesante. “La felicidad es una sensación 14
general de placer y significado: una persona feliz disfruta las emociones positivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”, afirma Ben-Shahar. En Inglaterra, el colegio Wellington establece una hora semanal para “las clases de felicidad”. Los profesores, con ayuda de expertos, han implementado un contenido de trabajo que enseña a los estudiantes a gestionar sus emociones y sobrellevar la tensión y el estrés que se deriva de su accionar en el aula. El director del centro, Sir Anthony Seldon observa que “el Gobierno del Reino Unido, al igual que otros de todo el mundo, comete un error al plantear una disyuntiva entre los resultados académicos y la buena salud mental y el bienestar de los estudiantes. Las buenas escuelas son capaces de combinar ambas cosas”. Efectivamente, el excesivo énfasis que se pone en las calificaciones provoca la tensión en los estudiantes por obtener un resultado satisfactorio. El espacio de aprendizaje queda a un segundo plano. Padres, docentes y estudiantes alientan una cultura de la competencia que aleja el valor verdadero de la educación. El objetivo detrás de las clases que se imparten en el internado pretende dotar a los estudiantes de las herramientas necesarias para conocerse a sí mismos, además de enseñarles a autogestionarse. Seldon presume de que, en los últimos años, el rendimiento académico de su centro ha mejorado de manera notable. Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y uno de los autores del Informe Mundial de Felicidad, defiende que garantizar fe-
licidad y bienestar debería estar en la agenda de todos los países. “La educación, incluida la educación moral, puede jugar un papel fundamental para conseguir una mayor satisfacción vital”. Al respecto, muchos especialistas sostienen que la verdadera felicidad es síntoma
de una mente sana y equilibrada, al igual que el bienestar físico es signo de un cuerpo sano. “La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”, afirmó una vez el escritor estadounidense Henry van Dyke.
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NO MÁS EXCUSAS PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA
La UNESCO planteó el objetivo de educación de educación inclusiva y de calidad para el 2015. El catedrático Jesús Beltrán reflexiona sobre los alcances obtenidos y la evolución de los modelos educativos.
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La modernidad está envuelta en un frenesí de cambios. La constante innovación tecnológica provoca una epidemia de cambios en la cual está inmersa la educación. Con frecuencia, los impulsores de estos cambios buscan la rentabilidad como indicador de validez. Factores como la calidad o la igualdad quedan relegados en esta escala. Al parecer, sólo
se concibe una sociedad de éxito, de líderes. En el entorno escolar se han vivido múltiples transformaciones en búsqueda de la llamada educación de calidad. En los últimos 40 años se han renovado los modelos educativos para garantizar la mejor educación. El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús A. Beltrán Llerá, califica estos cambios como evoluciones de forma que provocan un incremento excesivo de burocracia. Sin embargo, no se ha logrado transformar el corazón de la educación y seguimos trabajando con un modelo tradicional. Se ha invertido mucho dinero en busca de intervenciones educativas, valora Beltrán, que apenas han significado modificaciones en los resultados anteriores. Para muchos padres, la educación está peor que
antes. La verdad es que pocos sistemas funcionan como sería deseable. El diseño de proyectos de mejoramiento de los sistemas educativos se implementa de manera incompleta en los centros escolares. En definitiva, “se sufren muchas reformas y pocos cambios”, sentencia el mencionado catedrático. La mayoría de los cambios educa-
tivos han sido propuestos desde la administración pública, sin tener en cuenta el proceso de implementación que debe adecuarse a cada realidad escolar. Los parámetros políticos que priman en el diseño de estos proyectos dejan de lado las exigencias reales de profesores y estudiantes. Estas “imposiciones” generan un rechazo natural al mismo.
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especial Con más frecuencia de la deseada se tratan de copiar modelos exitosos en otros contextos. Se puede copiar el modelo, pero no el resultado obtenido. La imitación de ideas exitosas implica la capacidad de adaptarlas a las circunstancias de cada región. Beltrán hace un repaso de los diversos modelos educativos que se han consolidado a lo largo de la historia. La implementación de cada uno de estos modelos se caracteriza por sus aciertos y errores. Actualmente, el modelo inclusivo que ha sido alentado por la UNESCO rescata los valores positivos de las propuestas anteriores y rectifica los errores detectados. En general, se plantea una educación con profesores altamente preparados que reducen la burocracia e impulsan la autonomía de aprendizaje acompañada de la participación de padres de familia. Es decir, un modelo de comunidades de aprendizaje. La Asociación Americana de Psicología (APA), publicó en 1995 los “Principios del aprendizaje”. En el citado texto, se presenta una revi-
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sión de los paradigmas educativos anteriores (institucional, administrativo e instruccional) para concluir con una propuesta de un paradigma educativo integrador. El eje del proceso educativo se direcciona desde la persona que aprende y su aprendizaje logrado. El docente centra su accionar en ayudar a aprender. Los procesos externos del aprendizaje
(recursos, tiempo, currículo), tan importantes en modelos anteriores, adquieren un rol secundario en este paradigma. Con anterioridad, Gardner y Sternberg ya habían propuesto la educación diferencial adecuada a la inteligencia de cada estudiante. La enseñanza de inteligencias se complementa con la enseñanza de contenidos para que todos los estudiantes puedan desarrollarse en un marco de aceptación mutua. Parte de este modelo potencia la integración de todos los estudiantes en un espacio de aprendizaje compartido. Por ello, se habla del paradigma de Educación Inclusiva. Los estudiantes con habilidades de aprendizaje diferente comparten procesos educativos similares. La educación inclusiva elimina los efectos negativos de la segregación educativa provocados en anteriores paradigmas. La UNESCO define la educación inclusiva como “un proceso perma-
nente que trata de ofrecer una educación de calidad para todos mientras se respeta la diversidad y las diferentes necesidades, habilidades, características y expectativas de aprendizaje de los estudiantes y comunidades, eliminando toda forma de discriminación”. También propone replantear el término dificultades de aprendizaje y hablar de barreras de aprendizaje, comprometiendo de esta manera a la comunidad en las dinámicas de enseñanza de todos los estudiantes. La educación inclusiva se identifica por cuatro características diferenciales. - Enseñanza de calidad para todos.- La educación desempeña un papel esencial en el desarrollo económico, científico y social de los pueblos. Para la UNESCO, el objetivo de una educación universal y de calidad para todos forma parte de los principios necesarios para el desarrollo de los pueblos. La educación de calidad reclama una visión global, a través de las redes de conocimiento que las nuevas tecnologías
de información y comunicación plantean y, ante todo, democrática, permitiendo que todos tengan acceso real a un mismo grado educativo en igualdad de oportunidades. Algunos países han buscado homogeneizar el currículo escolar para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a un mismo sistema educativo. Estas propuestas tienen aspectos posi-
tivos como la equidad, la nivelación de estándares y la mejora en los resultados de test internacionales. También es bueno considerar que estos programas unificados pierden la riqueza del valor de la comunidad local y limitan la creatividad de los estudiantes y docentes. En opinión de Beltrán, el estudiante aprende a no desviarse con los modelos de educación unificadores. - Respeto a la diversidad.Durante mucho tiempo se ha concebido la diversidad como una desviación de la norma, algo negativo. La diversidad es compatible con la calidad educativa, es más, la enriquece constantemente al requerir nuevas formas de enseñar. Gardner ha descrito la existencia de nueve inteligencias diferentes que nos acercan al aprendizaje desde caminos diferentes. La enseñanza tradicional destinada a una “inteligencia general” ha dominado los procesos escolares. Un único proceso de enseñanza que se aplica a todos los estu-
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especial diantes por igual, sin distinción. Actualmente se reconocen 9 tipos de inteligencia que deben ser formadas dentro de los procesos de aprendizaje para consolidar un crecimiento intelectual y emocional adecuado. Como docentes, tenemos la obligación de despertar cada una de estas inteligencias en nuestros estudiantes y garantizar un aprendizaje integrador. - Eliminación de actitudes y conductas discriminativas.- la escuela se convierte en el espacio idóneo para formar una sociedad sin exclusiones. Los modelos educativos tradicionales se han caracterizado por segregar a estudiantes con dificultades de aprendizaje. Para estos estudiantes se creaban centros especializados con atención y dedicación diferente. Esta exclusión provocaba un concepto mental de di-
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ferencia (tanto para unos como para otros) en los niños, un concepto que es difícil revertir en el contexto social diario. La comunidad escolar está llamada para normalizar la presencia de todos los estudiantes en un mismo espacio compartido. Los estudiantes se apoyarán entre ellos para lograr el aprendizaje. La normalización y la convivencia en el aula será el mejor aporte para una normalización social. - Autonomía responsable de los estudiantes.- La escuela debe proponer a los estudiantes convertirse en socios del cambio, personas capaces de diseñar sus propias experiencias de aprendizaje que desarrollen su potencial personal. El papel del estudiante es mucho más activo que en modelos anteriores. Las tecnologías refuerzan esta posición de privilegio que se genera
en el contexto escolar a favor de los estudiantes. Los currículos centralizados se diseñan en virtud de un perfil compartido de estudiante. Estas propuestas unificadoras limitan el valor personal del estudiante, puesto que lo conciben igual a todos. La autonomía de aula permite al estudiante vivir sus propias experiencias de aprendizaje y desarrollar, así, sus talentos. Concluye Beltrán resaltando la importancia que los docentes adquieren para la implementación del paradigma de educación inclusiva. El buen profesor, considera, “puede despertar la magia que se esconde dentro de cada estudiante. El profesor entusiasta contagia esa emoción en los estudiantes para provocar experiencias educativas creativas”. Así, pues, los cambios son cuestión de buena voluntad.
LA INCESANTE
TAREA DE INNOVAR EN LA
EDUCACIÓN
La tecnología y la educación son vecinos incómodos. Todos creemos que deberían complementarse y crear un espacio más productivo en el aula. Sin embargo, es frecuente que se ponga el foco de atención en las discordancias acrecentando una brecha entre ambas 21
especial Las computadoras y las tablets permiten un acceso casi ilimitado a la información. El espacio del aula se abre a nuevos escenarios de aprendizaje. En la actualidad, el estudiante se desenvuelve en contextos más dinámicos y se relaciona a través de realidades virtuales. La escuela debe rescatar los beneficios de estos escenarios para contribuir plenamente a los procesos educativos. El observatorio de tendencias de Coolhunting Community se ha especializado en la búsqueda de innovaciones que repercuten en beneficio de la sociedad. Junto a la Asociación de Colegios Privado e Independientes de España (CICAE) han elaborado un decálogo de las tendencias educativas emergentes. Para Gabriel Castellano, presidente de CICAE, “la educación ha estado bastante cerrada en los últimos años. Para innovar hay que compartir, porque el margen de progresión en las aulas es muy amplio”. Esta propuesta alienta el debate necesario para renovar un sistema de educación conformista.
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Empoderar a los estudiantes.
Los estudiantes son cada vez más conscientes de sus capacidades y talentos desde edades tempranas, y desarrollan habilidades como la confianza y la imaginación, el espíritu de emprendimiento, y la actitud activa hacia la formación. La inminente llegada de la Generación Z -que llega tras la llamada Generación X y los Millennials- plantea una nueva concepción del trabajo en la que la faceta profesional se desempeña a partir de una pasión, y no solo por la búsqueda de un empleo estable. La explicación de esta tendencia puede dividirse en tres apartados: fomentar el talento desde edades tempranas, acompañar a los pequeños para que descubran su vocación y la concreción de cursos modulares para que los estudiantes puedan personalizar su aprendizaje en función de sus inquietudes educativas.
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Feliz y saludable
La búsqueda del bienestar mental y físico, así como de la satisfacción personal y profesional, ha despertado iniciativas ligadas a la diversión y el entretenimiento fuera y dentro de los colegios. Desde guarderías a institutos, son muchas las iniciativas que se suman al desarrollo del autoconocimiento y la felicidad a través de estrategias de reducción del estrés y del fomento de la salud con dinámicas divertidas y juegos.
“la educación ha estado bastante cerrada en los últimos años. Para innovar hay que compartir, porque el margen de progresión en las aulas es muy amplio”.
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Aprendizaje continuo
Ya no existe una única etapa educativa –desde el colegio a los estudios superiores–, sino que las nuevas generaciones defienden un sistema más flexible y personalizado. Los MOOC (Masive Open Online Course), o los OCW (Open Course Ware), son prueba de ello, así como las estrategias de algunas escuelas de negocio internacionales que apuestan por modelos en donde los estudiantes organizan por módulos la adquisición del aprendizaje y no necesariamente por años de estudio.
Emprendimiento
Las capacidades de emprendimiento permiten que el estudiante se focalice en una idea y que la ponga en práctica con los recursos disponibles. El reto está en sacar el proyecto adelante en función de la acogida que tenga en el mercado y del precio que esté dispuesto a pagar por él. Distintas iniciativas y proyectos ya ponen en marcha espacios y recursos para que los estudiantes puedan trabajar en prototipos y maquetas de sus ideas de negocio. 23
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Tecno-creativo
Se observa una tendencia hacia la recuperación del trabajo hecho por las personas y el proceso creativo individual y colectivo, sin renunciar a la tecnología ya integrada en la sociedad. La programación o el código es más importante ahora que nunca, por ello, resulta fundamental formar a las futuras generaciones en la enseñanza del lenguaje html. Desde la creación de contenidos al diseño digital, el mercado necesita a personas capaces de generar por sí mismos lo que la tecnología pone a su alcance.
6 7 B-Tech
También relacionada con la tecnología, su papel dentro de las organizaciones no solo ha transformado procesos, métodos y sistemas de trabajo, sino que también lo ha hecho con los modelos de negocio. Las aulas aplican estas herramientas para hacerlas más globales e hiperconectadas, crear documentos en la nube, buscar soluciones a problemas reales y obtener respuestas en tiempo real. El estudio concluye que, más allá de hacer uso de la tecnología como medio para conseguir llegar a un fin pedagógico, es necesario que el profesorado haga una reflexión para obtener su máximo aprovechamiento. El estudiante puede acceder a mayor información compartida para personalizar contenidos al ritmo de aprendizaje de cada uno, y la posibilidad de integrarlos en distintos dispositivos.
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Dinámicas de juego
El uso de dinámicas de juego en entornos no lúdicos con la finalidad de conseguir actitudes y acciones encaminadas a un fin determinado. Esta tendencia, adquirida ya en los ámbitos de los recursos humanos y el marketing, se extiende al sector educativo para afianzar conocimientos y conseguir así una mayor motivación y compromiso por parte de los estudiantes. El uso de videojuegos y de App dirigidas al aprendizaje suponen un complemento a las clases que no solo las hace más divertidas, sino que hacen más fácil su entendimiento y afianzan lo estudiado.
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Cuidamos
Las nuevas generaciones, sensibilizadas por su entorno, entienden la Responsabilidad Social Corporativa no solo como una estrategia de negocio, sino como parte del ADN de la empresa, que debe devolver a la sociedad parte de lo que les da. Tanto los Millennials como la Generación Z entienden que las organizaciones deben encontrar maneras para colaborar con ONG, facilitar el acceso a los productos y servicios a los más desfavorecidos y ayudar a que las empresas se desarrollen en un entorno más sostenible y social. El fomento de los centros educativos de iniciativas solidarias, de resolución de grandes problemas de la humanidad y de búsqueda de modelos de liderazgo más humanos, sociales y responsables son ya una tendencia imparable.
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10 Ágora
La adquisición de información y formación a través de profesores ya no es la única propuesta de valor de las universidades y colegios, pues ya está al alcance de cualquier persona, desde cualquier lugar, gracias a la democratización de las nuevas tecnologías e Internet. Colegios y universidades deben diferenciarse creando núcleos de conocimiento, experiencias y posibilidades, poner en contacto directo a estudiantes con profesores expertos, y fomentar los intercambios y conexiones con los alumnos para que puedan configurar su propia experiencia personal y profesional. Las nuevas experiencias de aprendizaje son ahora más participativas y permiten al estudiante entender y conformar su clase y contenido, o las clases al revés, proponen la interacción del profesor y los estudiantes y la resolución de problemas reales de manera práctica.
Mecenazgo popular La colaboración es una nueva manera de entender la vida y la escuela, y la movilización de las personas en masa permite conseguir objetivos de forma alternativa. Las universidades y escuelas comienzan a transmitir esta idea, también como parte de la evaluación de las personas, que pasa a ser de conjunto y no solo individual.
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especial PROYECTO SOCIAL PRODUCTIVO
DE LA TEORÍA A LA
PRÁCTICA
La reforma educativa propuesta en la ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez (2010) introduce en el aula los proyectos sociales productivos (PSP). A partir de estos proyectos se desea vincular la labor educativa con la vivencia en comunidad. ¿Ha conseguido aplicarse de manera idónea en nuestros centros de enseñanza?
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El responsable regional de Editorial Bienaventuranzas, Nestro Ariñez Roca, analiza algunos aspectos del PSP para facilitar su implementación en el aula. La implementación de la ley educativa propuesta por el actual gobierno ha provocado cambios en el desarrollo escolar. Algunas modificaciones, como la calificación sobre 100 en lugar de los 70 que estábamos acostumbrados, han sido rápidamente percibidas y asimiladas por docentes y padres de familia. Otras son más complejas de asumir y entender. ¿Por qué los padres de familia se deben involucrar de manera tan activa en las dinámicas escolares? La ley Avelino Siñani- Elizardo Pérez introduce un término que está presente en las nuevas corrientes
de pedagogía: educación productiva. Ariñez considera que esta inclusión responde a una evolución de los paradigmas pedagógicos. La visión positivista de la educación se ha suplantado con nuevas visiones formativas más actuales. En este contexto de reflexión sobre la función de la educación, desde el ministerio de educación se proyecta un modelo educativo relacionado con el trabajo, que coadyuve a la vocación productiva de cada región. Son varias las corrientes que alientan una mayor vinculación entre educación y vida, entre escuela y sociedad. Para Ariñez, el componente político de esta propuesta es central, aunque no por ello se debe pensar que es algo negativo. La educación productiva se ha posicionado como un discurso inno-
vador por parte de las autoridades educativas. En el marco de la descolonización, que ya se planteaba desde el 2006 con Felix Patzi como ministro, surge la idea de implementar en los centros educativos los proyectos sociocomunitarios productivos. Nestor Aríñez sostiene la importancia de consolidar la relación entre la escuela y la vida; proponer un aprendizaje que aporte radicalmente al desarrollo integral del estudiante. De esta manera se logra revertir una tradición escolar que la separaba de la comunidad. El modelo positivista decayó en una enseñanza resultista, se aprendía sólo para los exámenes. La propuesta productiva actual trata de fusionar nuevamente el proceso formativo con el desarrollo de vida de los estudiantes. Por ello se realza la necesidad de abrir las puertas de los centros escolares y dinamizar acciones compartidas con la familia y la comunidad. Más allá de los discursos políticos y las argumentaciones partidarias, la necesidad de alentar las escuelas productivas responde a una adecuación frente a los tiempos actuales. La base de esta propuesta se sustenta en la importancia de lograr un nexo entre la teoría y la práctica, entre la transmisión de valores y la producción de bienes y servicios que permitan la vivencia de dichos valores. Como ejemplo, Aríñez destaca la actitud de un centro escolar que trabajo el programa SP en torno a la familia. Durante el primer año se trabajó el valor de la familia desde la perspectiva educativa. Durante esta gestión se han direccionado las actividades para construir un gabinete de atención a las familias, un
espacio físico para llevar a la práctica los valores asumidos. Finalmente, y como forma de cerrar el ciclo, se espera que el año próximo se forme a padres de familia para que puedan ser los responsables del gabinete y atiendan tanto a estudiantes y sus familias como a otras personas de la comunidad. Estos cambios en la forma de encarar la educación alientan el trabajo de los estudiantes. La posibilidad de intervenir en la solución a problemas cotidianos modifica el sentido del aprendizaje y motiva la estudiante para un aprendizaje más activo. Finalmente, Aríñez considera la actitud de aferrarse a una corriente ideológica responde a una moda. De por sí, no aporta sustancialmente al trabajo de aula. Debe ser el docente quien, partiendo de su experiencia, traduce las ideologías a formatos
de relacionamiento más humano. El PSP se convierte en un sistema de trabajo válido en el momento en el cual los docentes interioricen el valor de trabajo integral con el estudiante y dejen de lado la necesidad de cumplir los requerimientos formales que piden las autoridades en educación. Pasar, en definitiva, de las estadísticas a las vivencias; del discurso político a la formación de las personas.
Más allá de los discursos políticos y las argumentaciones partidarias, la necesidad de alentar las escuelas productivas responde a una adecuación frente a los tiempos actuales 27
especial NESTOR ARÍÑEZ La vocación educativa del “profe” le ha llevado a descubrir nuevas formas de incidir en la formación. Académicamente destaca por su maestría en Formación Docente e Innovación Educativa. Actualmente centra su trabajo en la formación de docentes y la generación de contenidos educativos para escuelas desde su función en la editorial Bienaventuranzas. También ha descubierto en la prensa escrita otro medio de influenciar en las familias y despertar su rol educativo. Desde las páginas del periódico opinión, alimenta un espacio periódico titulado Didascalia. Como el mismo explica “en los guiones de teatro, la didascalia son las indicaciones que se da a los actores, pero que no se expresan verbalmente en la actuación. En el mundo educativo existen muchas cosas que se hacen, pero que no se dicen. Quizás ponerlas en evidencia y pronunciarlas pueda ayudarnos a comprenderlas mejor”.
IDEAS PARA IMPLEMENTAR PSP
Para muchos docentes, la estrategia de elaborar proyectos sociocomunitarios productivos resulta una sobre carga para diario de aula. Todavía no es clara la forma de resolver esta “imposición”. Aríñez recomienda a los docentes trabajar en la propuesta útil tanto para estudiantes como para docentes. 28
Educar en la realidad.- El contexto de interacción de los estudiantes forma parte del ciclo de aprendizaje. El docente enseña a los estudiantes cómo funcionan las cosas y el mundo. Este aprendizaje requiere información y sentido crítico. En la actualidad estamos en una época de apogeo informativo. Desde un sencillo teléfono podemos acceder a cualquier información en instantes. Por ello, el enfoque fundamental consiste en educar a los estudiantes
para valorar la información recibida y ser crítico con ella. El maestro mecánico que reproduce contenidos no aporta al crecimiento del estudiante. Ahora se requiere un perfil docente con mayor valor crítico, capaz de instruir en el arte de gestionar la información y proyectar cambios. El análisis de conflictos permite al docente desarrollar este pilar formativo. Aríñez propone algunos ejercicios pedagógicos para efectivizar el análisis.
• Mapeo de actores: permite conocer los actores involucrados en un conflicto. La representación en círculos ayuda a dimensionar el problema. De acuerdo a la relación con el poder y el posicionamiento de la realidad se intensifica el color del círculo o de define el tamaño del mismo. • Técnica de la cebolla: permite desglosar el discurso de los actores del conflicto en capas. La externa se denomina la capa de posicionamiento. Es complejo entablar una negociación en esta etapa puesto que son posiciones irrenunciables. Más adentro encontramos las capas de los intereses y las necesidades, que son más accesibles para un proceso de entendimiento. Mural informativo: con el análisis realizado, los estudiantes pueden expresar su percepción a través de un periódico o mural informativo. Se cierra el ciclo de conocer, valorar y exponer.
Educar para el trabajo.- Se percibe el trabajo como una forma de realización humana. Las personas maduramos a través de nuestro fortalecimiento profesional. Educar para el trabajo permite aprender más cosas y de manera más autónoma.
Como muestra para comprender este pilar, Aríñez expone la experiencia en Rincón de Luz, un centro de Cochabamba que apoya la labor escolar. Al concluir las clases de cada día, los niños acuden a un comedor. Con el apoyo de profesores, los estudiantes gozan de un espacio para realizar sus tareas escolares. Parte de su “trabajo”, consiste en limpiar tanto los servicios de la comida como la limpieza y cuidado del recinto escolar. Relata Néstor Aríñez que, en un principio, tuvieron que vencer los reclamos de los padres de familia. Con el pasar del tiempo, las madres elogiaron la experiencia al ver cómo los estudiantes replicaban esas labores de limpieza en sus hogares. Se convirtieron en un apoyo para la casa. Aprendizaje basado en problemas.Pequeños grupos de trabajo afrontan la resolución de un problema. Para ello, deben investigar, proyectar soluciones y unificar los criterios. Un 29
especial
docente puede acompañar el proceso, aunque es aconsejable que impulse en la mayor medida posible el aprendizaje propio. Como resultado de estas experiencias, los estudiantes concluyen con proyectos de intervención que se pueden aplicar a sus contextos sociales inmediatos. Educación para la ciudadanía.- La vida diaria involucra múltiples acciones ciudadanas a las cuales apenas damos importancia. En el trasfondo de dichas acciones se percibe la vigencia de los derechos del ciudadano. Los estudiantes se mantienen al margen de estas acciones puesto que todavía no tienen responsabilidades”. Sin embargo, es importante cambiar la percepción y permitir a los estudiantes conocer
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(y por qué no proponer) acciones de índole social. De esta manera se trabaja la apatía de los jóvenes ante la gestión pública y el miedo cultural ante la autoridad. La escuela deberá abrir las puertas a la comunidad para hacerla corresponsable de la labor formativa. Educación prosocial.- El criterio de prosocialidad se está extendiendo en los últimos años. Explica Aríñez que esta idea se refiere a “dar al otro sin esperar que el otro retribuya”. Distingue esta actitud del altruismo. La labor de entrega se sustenta en las necesidades detectadas y no en el proceso de entrega. En una frase clarificadora, Aríñez valora esta actitud como “que ames al otro como el otro quiere ser amado”.
Para cultivar esta actitud basada en la generosidad se recomienda fortalecer el diálogo intergeneracional, una escucha fluida en el marco del respeto mutuo. Resiliencia.- quizás es la palabra de moda. Se entiende por resiliencia la capacidad de hacer frente a las dificultades de la vida, afrontarlas y superarlas y ser transformado positivamente por ellas. Aríñez resalta la figura de los protectores ambientales, “agentes externos que son capaces de protegernos psicológicamente: padres, grupos sociales donde me encuentro con comodidad”. Estos grupos extraer un aprendizaje de las experiencias negativas. Saber que hay algo bueno que va más alla del momento malo.
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especial ¿TENEMOS UNA EDUCACIÓN ACORDE A LOS NUEVOS TIEMPOS? Sorprende cómo han cambiado los tiempos. En apenas 10 años, los centros educativos se han inundado de tecnologías modernas. ¿Será que los modelos educativos han evolucionado de la misma manera?
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El mundo es un cambio constante. En los últimos tiempos se han consolidado importantes innovaciones tecnologías que “hacen más fácil la vida”. Los cambios han afectado a los ámbitos económicos, tecnológicos, y sociales. Las formas de relacionarse han evolucionado al ritmo de estas innovaciones. Incluso, los contextos laborales han evolucionado de tal manera que hoy es complejo determinar los perfiles profesionales requeridos. Frente a estos cambios, es necesario adecuar la manera de educar a los estudiantes. Los estímulos actuales que envuelven a un niño no son los mismos que los estímulos de hace 30 años. Urge adecuar la educación a los nuevos tiempos. Así lo considera también la OCDE cuando propone que “la educación debe proveer a los estudiantes las competencias para movilizar conjuntamente habilidades, prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento”.
Más allá de estas buenas intenciones, el filósofo chileno Boris Albert identifica una fractura entre la realidad y necesidad educativa. Los alicientes de la educación moderna no están respaldados en las políticas educativas de muchos países. “¿Hasta qué punto, se cuestiona Albert, se ha adaptado el modelo pedagógico a la realidad social, cultural y científica de nuestros días?”. El mencionado filósofo considera que los modelos y métodos pedagógicos intentan adecuarse a los adelantos científicos, aunque siempre con un considerable rezago. Similar observación plantea la Doctora en literatura y pedagogía Rosa Vázquez, quien, ante la coyuntura actual, también se pregunta “¿qué tenemos que enseñar hoy en las escuelas?” La realidad está marcada por la primacía de lo digital ante lo real. Según Boris Albert, “la sobreestimulación digital le ha robado espacios a la interacción de cara a cara”. El valor de lo instantáneo se antepone como un valor prioritario. “¿Qué implicaciones en la vida y la educación de los niños plantea esta inmediatez provocada por la tecnología?”. La adaptación a los nuevos tiempos de la educación también preocupa a Vázquez. El contexto de cambios permanentes requiere un fundamento de aprendizaje diferente. El estudiante debe capacitarse para afrontar estos cambios sistemáticos. El docente está llamado a enseñar a aprender, “enseñar a pensar de forma estructurada”, una competencia que permitirá a los estudiantes una integración ágil a los contextos variables.
El nuevo modelo pedagógico requiere un sustento filosófico con niveles concretos, abstractos y virtuales. Albert propone la flexibilización de una estructura anclada en principios conservadores para el cumplimiento de planes educativos. La innovación, sentencia, es necesaria. Muchas escuelas y centros de formación han dado el salto a las nuevas tecnologías y han permitido el ingreso en sus aulas de computadoras, pizarras electrónicas y aplicaciones con dimensión educativa. Estas transformaciones son un inicio interesante para lograr una adecuación más profunda. “La renovación total del modelo pedagógico no solamente concierne a la implementación de las nuevas tecnologías, la propuesta del nuevo modelo debe atacar un punto crítico: el autodescubrimiento y la autoconstrucción de seres reflexivos, críticos, creativos, libres y propo33
especial sitivos” proyecta el filósofo chileno Boris Albert. Estudiantes que disciernen con claridad el valor de la educación forjan un sistema más eficaz y duradero del aprendizaje. Los niños y jóvenes, corrobora Rosa Vázquez, tienen que aprender a usar de manera eficaz y consciente los recursos digitales que están a su disposición. El llamado a los docentes propone una enseñanza del sentido crítico y creativo del estudiante para que detecten con firmeza los usos necesarios y los innecesarios de las innovaciones tecnológicas. Esta capacidad de forjar un criterio propio alienta el desarrollo y evolución personal. El conocimiento, pilar de la enseñanza en la década anterior, comparte la atención con otros objetivos de la educación moderna. Para Rosa Vázquez, “debemos fijarnos metas encaminadas a consolidar facultades como la atención, la memoria o la concentración, es decir, propor-
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cionar estrategias que faciliten el aprendizaje”. El reto educativo que afrontamos los docentes se centra en aprender a tomar las decisiones correctas. Los estudiantes, tanto en el centro escolar como en su contexto social, están sometidos a una sobre estimulación de impulsos. Algunos centros educativos han optado por la suspensión de tecnología como una forma de mitigar sus consecuencias negativas. Esta limitante también restringe los aspectos positivos que la tecnología aporta a la educación. Es más, lo prohibido siempre tienta de manera particular, con lo cual el efecto de la suspensión se convierte en un aliciente para incrementar su consumo. El docente también incursiona en este nuevo contexto digital. Deja los miedos de lado y supera el temor a que la tecnología le pueda suplantar. Vázquez considera que un docente que se adecua a las nuevas tecnologías profundiza su relación educativa con los estudiantes.
“EL SEMÁFORO DE LA FELICIDAD” La tecnología nos permite rescatar nuevas metodologías para el aula. Los emoticones se han convertido en una forma de expresión. Rocío López recupera el lenguaje gráfico para compartir con los estudiantes ciertas dinámicas de aula. El semáforo de la felicidad permite al docente realizar una autoevaluación del sentimiento y ambiente del aula. Una vez a la semana, preferible al concluir la misma, se entrega a los estudiantes hojas en blanco con las reconocidas caras del whastApp: alegría, tristeza, enfado, miedo, etc. El estudiante elige la que refleja, de mejor manera, su sentir y estado de ánimo durante la semana. Tras colorearla, la coloca en un sobre o caja común. El recuento de las caras servirá como termómetro del ambiente de trabajo en el aula. Además, semana a semana, se podrá observar la evolución del clima de trabajo en el aula. A través de esta actividad, el docente contará con elementos para evaluar y reflexionar sobre su desempeño profesional.
Actitudes que nos hacen docentes más empáticos (Rocío López) 1. Pregunta antes de afirmar
Este es el primero de los trucos que puedes aplicar desde hoy para que la comunicación en el aula cambie. Por lo general, todas las personas solemos imponer nuestra postura y obviamos que existan otras realidades. Así que, te propongo cambiar el común “otra vez te has dejado los deberes en casa” por “¿le ha sucedido algo a tus deberes?”. De esta manera, fomentarás el diálogo y mostrarás interés por lo que ha sucedido. Así, te será más fácil que tus alumnos se sientan cómodos para expresarse contigo, y compartir sus problemas y preocupaciones.
2. Empieza tus conversaciones interesándote por el otro
¡Qué sencillo es y cuánto nos cuesta a veces! Te propongo un reto: Prueba a empezar hoy las conversaciones con tus estudiantes un “hola, ¿cómo estás hoy?”. Estarás dando un primer paso para que esa persona se abra y te explique cómo se siente. Por un rato, evita hablar sobre ti y céntrate en escuchar, aprenderás mucho.
3. Conoce a tus alumnos
Proponte descubrir cosas que desconoces sobre tus estudiantes: Qué hacen al salir de la escuela, qué les gustaría aprender en clase, qué opinan sobre un tema concreto. Todo lo que descubras te resultará de gran ayuda para tus clases, podrás emplearlo para motivarlos y centrarlos en la tarea.
4. Adiós prejuicios y etiquetas
Conoce a tus estudiantes por primera vez. Suena loco, ¿verdad? Dales la oportunidad de verles hoy sin los filtros que tú mismo te has impuesto con el paso del tiempo: María es muy buena estudiante o a Juan no se le dan bien las matemáticas.
5. Piensa en positivo
¡Ponte las gafas de la felicidad! Durante un rato, presta atención solo a las cosas que hacen bien tus estudiantes y destierra lo malo. Hazles saber lo mucho que valoras el esfuerzo que dedican en aprender y cuánto han aprendido desde el inicio del curso. No te permitas ningún pensamiento negativo y si por un momento te aborda un problema, ¡transfórmalo en una oportunidad!
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especial
¿PREMIO O C
LA DISCIPLINA ESTÁ EN CRISIS He escuchado muchas veces quejarse a los profesores que los “niños de ahora son más impertinentes que antes”. También llegan padres de familia a los colegios para pedir consejo a la hora de educar a sus hijos. “Ningún castigo le corrige” reclaman con cierta desesperación. Parece que la disciplina está en crisis.
El pedagogo norteamericano L.R. Knost distingue entre disciplina y castigo: “La disciplina ayuda a un niño a resolver un problema. El castigo hace que un niño sufra por tener un problema. Para solventar un problema céntrense en las soluciones, no en las represalias”. A partir de ahí, analizamos el castigo como mecanismo de disciplina. ¿Cómo hacer que los estudiantes sean obedientes en el aula, y por qué no, en la casa? A estas alturas del debate, muchos especialistas cuestionan la validez de algunas sanciones como mecanismo de corrección. Incluso, en la mayoría de los países, la legislación ya ha reglamentado ciertos comportamientos penales a la hora de aplicar el castigo. ¡Ya está prohibido chicotear a los estudiantes, por suerte! 36
El castigo, exponen los pedagogos, se considera una técnica educativa basada en la carencia de algo. Ayuda a suprimir conductas indeseables en el niño. A pesar de su “eficacia” no es un instrumento muy adecuado para alentar el proceso educativo y debemos restringir mucho su aplicación. Mariela Cacciola, psicóloga que participa en el blog de educación Dulce Crianza, se pregunta si los castigos sirven de algo. “Si queremos que nuestros chicos obedezcan muchas veces sí pueden ser eficaces en algunos casos“ confirma, al tiempo que matiza su afirmación “pero los castigos por sí solos no sirven”.
CASTIGO? El castigo construye un sentimiento de culpabilidad en el estudiante, por tanto, no educa realmente. Siembre la semilla del miedo ante ciertos comportamientos que evitará en un futuro por el temor a ser reprobado por un ser querido. El niño percibe que el castigo es una sanción que se le aplica cuando se equivoca, cuando no actúa de acuerdo a las expectativas del docente. Ante el miedo a ser humillado o apartado, el estudiante modera su comportamiento. De esta manera se logra un resultado a corto plazo, pero se incuba un problema en el plazo más largo. “Con el castigo solo se aprende lo que no se debe hacer. No
enseña ningún comportamiento correcto”, sentencia la psicopedagoga Purificación Cruz. Desde su experiencia observa como el temor a la sanción o privación de algo enseña a no actuar. Sirve, reitera el experto estadounidense, para eliminar conductas indeseables, pero no para suscitar las deseables. Cruz trabaja como maestra de Infantil y primaria en un colegio ubicado en una zona fronteriza. Desde su experiencia, destaca los efectos negativos del castigo:
• Provoca reacciones emocionales negativas en el niño como el odio, la rabia y la ira. • Produce una aversión y rechazo hacia la persona que aplica el castigo • Si el castigo es una forma de corrección permanente y prolongada se habitúa al mismo y ya no surte el efecto esperado. Por ello, tanto Cacciola como Cruz recomiendan que el castigo sea el último de los recursos previstos en el aula. Identifican dos tipos de castigos habituales: los privativos y los aversivos. Los primeros buscan privar al estudiante de algo que les resulte apetecible y satisfactorio. De esta manera notarán la ausencia de algo. Los aversivos son considerados como los castigos más agresivos y dañinos para los menores puesto que se basan en provocar situaciones penosas o desagradables como forma de corrección. La psicopedagoga Silvia Bono sugiere que los docentes conozcan los gustos y preferencias de los estudiantes para establecer una jerarquía de sanciones que sea percibida por ellos como un indicador de la gravedad. Recomienda a los docentes la comunicación para alentar los pautas de relacionamiento dentro del aula (también pueden extenderse fuera el espacio escolar). “Los límites aparecen solos”, corrobora. Bono profundiza en el tema desde la actuación de los docentes. “El problema es que hoy los adultos estamos discutiendo mucho sobre los conceptos “castigar” o “disciplinar” y los vinculamos siempre con el autoritarismo (porque crecimos con ese modelo de crianza). Cuestionamos esa forma de disciplinar y nos 37
especial vamos al otro extremo: no hacemos nada, no sabemos cómo hacerlo. Los hechos demuestran que de alguna manera la conducta debe orientarse; no desde el autoritarismo, pero sí debemos hacerlo. Yo cambiaría la palabra castigo por sanción. Los chicos deben entender que todo acto incorrecto tiene una sanción”. Para Purificación Cruz, las sanciones deben buscar como fin inmediato revertir el comportamiento inadecuado. Por ello, se atreve a puntualizar algunos consejos que debemos observar antes de aplicar una sanción: • Aplicarse de forma inmediata para que el estudiante relacione la sanción con el actuar inapropiado. • Administras las sanciones de forma consistente, siempre que se produzca un actuar similar se aplica una sanción idéntica. El capricho o la diferencia de comportamientos por parte del profesor no sólo desconcierta a los estudiantes, sino que incrementa la desigualdad entre ellos. • Aplicarlo de forma contundente. La sanción debe proporcionar una sensación de ausencia mayor que el beneficio adquirido con el comportamiento inadecuado. • Explicar con claridad los motivos por los cuales se dispone la sanción. Es primordial que el estudiante no despierte un sentimiento equivocado e interprete la sanción como falta de aprecio o cariño por el docente. La comunicación es fundamental para que niños y docentes compartan un mismo mensaje. “Hay que poner todas las cartas sobre 38
la mesa y dialogar; no desde el autoritarismo, pero sí con una posición firme. Somos docentes, no amigos. Tenemos que transmitirles valores: enseñarles que si hicieron algo malo se deben hacer cargo, y brindarles ayuda si es necesario”, concluye Bono. EL PREMIO COMO MOTIVACIÓN POSITIVA “Darle la vuelta a la tortilla” se convirtió en una canción viral en España. Proponía un mensaje llamativo para invitar a la población a cambiar las actitudes negativas por mensajes positivos de aliento. Silvia Bono aplica esta misma sugerencia al trabajo disciplinar en el aula. La autoridad del docente puede imponerse como la figura que castiga o puede construirse a través de los incentivos de aliento. “Darle la vuelta a la tortilla” recomienda menos castigos y más aliento a los comportamientos deseados. Así, se potencia la imitación de las actitudes deseadas. El elogio, propone Silvia Bono, despierta en los estudiantes la nece-
sidad de aceptación. “El premio es una de las técnicas más empleadas en la educación y que más ha mostrado su poder para implementar conductas”, confirma Purificación Cruz. Por ello, alienta un sentido de cumplimiento que normaliza un comportamiento deseable. Los elogios son más eficaces que las críticas. Es mejor potenciar los logros conseguidos, aunque sean pocas, que acentuar los errores, a veces involuntarios, que se producen. Para que la motivación positiva despierte el interés de los
“El problema es que hoy los adultos estamos discutiendo mucho sobre los conceptos “castigar” o “disciplinar”
estudiantes se recomiendan algunos aspectos claves como otorgarse de manera inmediata y ser administrada con una frecuencia óptima. Al igual que con la sanción, el elogio o premiación debe comunicarse adecuadamente y de forma clara a la clase. El reconocimiento positivo, y no excluyente, supone un incentivo directo para que otros estudiantes validen los comportamientos deseables. La “terapia” del elogio apunta a la definición de la conducta deseable. El salón de clases concuerda los parámetros idóneos de convivencia. Es un ejercicio de comunicación que involucra a todos los participantes como responsables del cumplimiento de las disposiciones asumidas. En el fondo, se trabaja con miras a un modelo ideal discutido y compartido. Parte de la dinámica de sugiere determinar una jerarquización de los premios que se pueden alcanzar. De esta manera, también se aporta con un valor educativo al involucrar a los estudiantes en la consecución de metas y premios. El profesor de psiquiatría infantil en el centro médico Langone, perteneciente a la universidad de Nueva York, Timothy Verduin, considera que “cuando uno empieza a elogiarlos, aumenta la frecuencia del buen comportamiento”. El profesor Verduin diferencia tres niveles de elogio o reconocimiento para los estudiantes: • Materiales: el beneficio obtenido es de carácter material • Sociales: el elogio refuerza el carácter social mediante felicitaciones públicas o halagos dentro del aula.
Actividades: es otra forma de reconocer el aporte positivo de un estudiante. Se le premia con
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el permiso para ciertas actividades que los estudiantes perciben como apetecibles.
PARA MANTENER EL ORDEN EN EL AULA
1.- Deja claro desde el principio cuál es el rol de cada uno. El profesor es el profesor y el alumno es el alumno. Podrán llevarse bien, pero el maestro nunca debe olvidar cuál es su papel. Para ahondar en su carácter de educador y potenciar su autoridad, el profesor debe evitar en todo momento el ‘colegueo’ con los estudiantes, ya que ello podrá jugar en su contra si llega el momento de amonestarlo por alguna razón. Esto no significa que el maestro no pueda charlar amigablemente con la clase, pero sí que nunca debe hacerse en calidad de amigo, como si se tratara de uno más del grupo. 2.- Establecer unas normas desde el principio. Es preciso dar a conocer a la clase, desde un primer momento, que existen unas normas que deben seguirse, y que su incumplimiento acarreará una serie de consecuencias. Es bueno que esta normativa se establezca con la colaboración de toda la clase, así los estudiantes se sentirán más implicados y es más probable que sigan las normas. Una buena idea en este sentido es elegir un delegado de clase que sirva como un nexo entre las demandas del grupo y el profesor. Así, los estudiantes sentirán que se escucha lo que tienen que decir.
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3.-Fomentar la horizontalidad de las relaciones. No cabe duda de que hay que dejar bien definida la autoridad del profesor desde el principio, pero esto no quita que éste no deba escuchar lo que tienen que decir los estudiantes. Un joven que siente que no se le tiene en cuenta y que no se escucha lo que tiene que decir es un joven enfadado, y con toda la razón del mundo. Un profesor debe de ser capaz de transmitir a sus estudiantes la sensación de que pueden contar con él para resolver sus problemas académicos y de que pueden transmitirle sus quejas sin temor a ser reprendidos por ello, y debe ser capaz de hacer esto sin que su autoridad se ponga en entredicho. Puede ser difícil, pero al fin y al cabo, es la responsabilidad del maestro. 4.- Las amonestaciones. Amonestar a un estudiante puede convertirse en un auténtico reto para un profesor, ya que puede suceder que el primero no considere justo la sanción que se le está imponiendo y ‘plante cara’ al docente. En estas situaciones es fundamental evitar el enfrentamiento directo con el estudiante, puede que éste aproveche la ocasión para hacerse el ‘machito’ y destacar delante de sus compañeros. Si el profesor ve que su autoridad no está siendo respetada, lo mejor es que acuda a una instancia superior del centro educativo, como por ejemplo el jefe de estudios o el director. El profesor tiene la potestad de sancionar las faltas leves y graves en el aula, ya sea por medio de una amonestación por escrito, expulsando al estudiante de clase o retirándole, si procediera, un aparato electrónico hasta la finalización de la jornada. Es importante que aplique estas sanciones sin dudar, ya que cualquier ápice de duda será interpretado por el estudiante como una señal de la debilidad del profesor y aprovechado en su contra. El apoyo de la dirección al profesorado resulta vital en este sentido.
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5.- Cómo actuar ante un ‘graciosillo’. Es un hecho: en todas las clases hay un ‘graciosillo’ que planta cara al profesor y que desafía su autoridad. Tratar con este tipo de estudiantes supone otro gran reto para los docentes. La clave está en no responder al estudiante, en no darle la oportunidad de humillar al profesor. Este tipo de comportamientos se refuerza a base de las risas del resto de compañeros, por lo que entrar en una discusión abierta con un estudiante que desafía a un profesor sólo conseguirá que lo rete una y otra vez. Lo mejor es hacer caso omiso de esos comentarios. “El mejor desprecio es el no aprecio” dice el dicho, y en estas situaciones se convierte en una gran verdad. Nuevamente, el profesor deberá hacer uso de su autoridad, aplicando el castigo que corresponda sin dudarlo. También resulta útil poner en conocimiento de los padres y de la dirección del colegio el comportamiento del estudiante.
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6.- ¿Qué papel deben jugar los padres? El colegio es un espacio en el que los jóvenes deben aprender a funcionar y convivir en sociedad sin la ayuda de sus padres, y como tal, tiene una gran importancia en el seno de la sociedad. Sin embargo, implicar a los padres en el proceso educativo de sus hijos puede ser una buena idea, especialmente si se está ante un estudiante conflictivo. Hacerles llegar las amonestaciones por escrito de su hijo o concertar citas con ellos hará que los padres estén al tanto de lo que ocurre en el colegio y de que se impliquen en su formación escolar. 7.- El profesor “nuevo”. Cuando un profesor se incorpora a un centro escolar su posición es un poco más “vulnerable” que la de sus compañeros de profesión. Los estudiantes aún no lo conocen y tiene que hacer valer su autoridad empezando desde cero. Para ayudar a un docente en esta situación, puede resultar muy útil que sea presentado ante sus nuevos estudiantes por una figura que esté por encima de su propia figura, como por ejemplo el director del colegio. Ello revertirá al nuevo maestro de una cierta autoridad que lo ayudará de cara a mantener el orden en su clase.
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