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EL AMIGO DE FILLOY Cartas de R-E Montes i Bradley a Juan Filloy (1935-1976)
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Transcripción de originales Manuela Barberá Foto de tapa R.E. Montes i Bradley | México DF, 1953 © 2014 Eduardo Montes-Bradley 1165 Owensville Rd. Charlottesville, VA 22901 Estados Unidos de América
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EL AMIGO DE FILLOY Cartas de R-E Montes i Bradley a Juan Filloy (1935-1976) Pr贸logo a El camino de Manuel Musto De R.E. Montes i Bradley por Juan Filloy Introducci贸n a cargo de Candelaria de Olmos Producci贸n, Notas, y comentarios
Eduardo Montes-Bradley Candelaria Olmos Nelson Montes-Bradley
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Nuestro sicero agradecimiento al Archivo Histórico Municipal de la Ciudad de Río Cuarto Y a su director el señor Omar Isaguirre, experto en la obra de Juan Filloy Y custodio de la correspondencia que integra este volumen.
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There are no strangers here; Only friends you haven't yet met.
William Butler Yeats
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Introducción
A fuerza de abonar el mito del escritor escondido y de querer saldar una deuda con el presuntamente olvidado, el periodismo y la crítica han terminado por hacer de Juan Filloy una figura de prestigio. Claro que abundando muchas veces en los mismos tópicos: el escritor de los tres siglos, el de los dos mil quinientos palíndromos, el de los diez mil sonetos, el de los veintiséis libros editados, el de los veinticuatro inéditos y el de un largo etcétera cuantificable y en cualquier caso siempre hiperbólico y superficial. Menos conocida es la figura de R-E (Ricardo Ernesto) Montes i Bradley cuyas cartas a Filloy reúne este volumen. Montes i Bradley nació en Rosario el 9 de junio de 1905. Poeta escaso –su único libro del género es Alabado sea tu nombre1– prefirió divulgar la obra ajena a incrementar la propia. Así impulsó, editó y dirigió, aunque “muy franciscanamente”, numerosas publicaciones. Entre ellas, la revista Paraná (1941 – 1943), el Boletín de Cultura Intelectual cuyas entregas llevaban el nombre de los signos del zodíaco ligeramente alterados. En ambas empresas colaboró Filloy con notas extraídas de su Metopas, libro misceláneo que reunía escritos sobre pintura y artistas plásticos. Sería arriesgado suponer que ese libro –que el autor computaba entre sus inéditos– fuera ideado por Montes i Bradley. En todo caso, la admiración que este profesaba por su amigo –evidente en sus cartas, explícita en una que firma su esposa, Virginia Picot–, lo hace jugar con la idea de un volumen que compilara las colaboraciones de Filloy en las revistas por él dirigidas. La admiración, pero también, y como ya hemos señalado, el espíritu de divulgador incansable y animoso. Publicaciones aparte, Montes i Bradley ejerció el periodismo en las páginas de La Capital y La Nación. “Crítico señero y de ariscado inquirir”2, estas son virtudes que Filloy tuvo oportunidad de probar: apenas le envía los números de Trapalanda3 con trabajos de su autoría, Montes i Bradley se apresura a contestar: “Zoraida es cuento logrado (…) aunque su argumento no merezca el título de original”. Además de la crítica periodística, Montes i Bradley cultivó –con idéntica y casi obsesiva pasión de promotor cultural– el ensayo biográfico, género a través del cual dio a conocer la obra de otros artistas, especialmente de artistas plásticos que le eran contemporáneos y que habían nacido en su provincia. En algunas de estas empresas intervino Filloy. Para El camino de Manuel Musto (1942), el cordobés hizo un prólogo que oscilaba entre el encomio al autor y la reflexión estética bajo la forma de una serie de afirmaciones dichas en ese estilo aforístico y sentencioso que le era tan propio incluso al escribir ficción. Ese prólogo olvidado que Montes i Bradley juzgó “magnífico” ha sido incluido en este volumen. Filloy participó también de Las lacas y los dibujos de Carlos Valdés Mujica (1948), una publicación para la cual escribió un artículo cuyo título, sin embargo, decidió Montes i Bradley en su calidad de editor-compilador –y, desde luego, ideólogo– del libro en cuestión: “Carlos Valdés Mujica y el arraigo temporal”.
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Alabado sea tu nombre. Montes i Bradley R.E. Carpetas 1 del Grillo, Rosario, 1944. Con ilustraciones de Juan Berlingieri. Noventa copias impresas. Al menos una copia en haber del museo de Bellas Artes Juan Vastagnino en la Ciudad de Rosario. 2 González y Contreras, Gilberto. Correo Indoamericano. Tribuna del pensamiento libre. Nº 9. Pág. 15. México, s/f. 23
Trapalanda.yRevista González Contreras, dirigida Gilberto. por Joaquín Correo Indoamericano. Bustamante. Publicada Tribuna delenpensamiento Rio Cuarto,libre. Córdoba, Nº 9. Pág. entre 15. México, s/f. 3
Trapalanda. Revista dirigida por Joaquín Bustamante. Publicada en Rio Cuarto, Córdoba, entre 1953 y 1955.
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Al margen de estas inquietudes más específicamente artísticas y periodísticas, Montes i Bradley fue abogado, doctor en ciencias jurídicas y sociales, licenciado consular, doctor en diplomacia y doctor en ciencias políticas, según reza el membrete de una de las cartas que le dirige a Filloy. En otra, anterior, le cuenta que ha dado comienzo a sus estudios de diplomacia al mismo tiempo que su hijo Rodolfo inicia los suyos de ingeniería, lo que habla a las claras de su carácter infatigable y vigoroso para todo aquello que tuviera que ver, no solo con la cultura y las bellas artes sino también con las ciencias sociales (ese más o menos era, después de todo, el subtítulo de su boletín: Boletín de Cultura intelectual. Bellas artes y ciencias). Por lo demás, su genuino interés por el derecho y la política dice de su conciencia cívica, cosa que ya sus contemporáneos habían advertido: “al revés de muchos de los hombres intelectuales de su generación no olvida la función ciudadana”4 Por lo que respecta a la política hay que decir que Montes i Bradley – ahora sí como muchos intelectuales de su generación– tuvo sus diferendos con Perón (“el hijounagranputa de su excelencia”, le dice a Filloy en una de las cartas) y con el peronismo (“si uno no está presente, los gráficos, que son peronistas, lo tiran a matar”, protesta en otra a propósito del celo con que ha debido supervisar la edición de Las lacas y los dibujos…, lo que, además, le ha impedido ir al encuentro del amigo, a la sazón en Buenos Aires). A causa de este antiperonismo rabioso y no negociable, en 1951, Montes i Bradley se exilió en México donde desempeñó diversos cargos públicos, entre ellos el de Ministro Plenipotenciario. Pese a la nostalgia que dice sentir por la Argentina y a las firmes intenciones de volver apenas terminara “de saber qué cosa es México”, Montes i Bradley prolongará su estadía por más de veinte años. En ese dilatado espacio de tiempo se dedicó a conocer el país y a recorrerlo de punta a punta, lo que acaso le valió que el presidente Miguel Alemán lo nombrara Delegado del Consejo Nacional de Turismo de México y lo que llevó a González y Contreras a destacar su irrenunciable vocación de divulgador, sin duda más remarcable que la de viajero: “desde el tiempo (…) que viene recorriendo las tierras mexicanas (…) obtiene apuntes, cifras, documentos, pláticas que suman una valiosa colación para la finalidad que persigue que no es otra que dar a conocer a México en el resto de América”. En México Montes i Bradley frecuentó a Diego Rivera y Alfredo Siqueiros mientras que sus sus inquietudes literarias lo aproximaron a Alfonso Reyes, Héctor Tizón y Carlos Fuentes. Durante aquellos años continuó ejerciendo sus funciones de crítico en Excelsior, El Nacional, Novedades, Siempre y Hoy. Es posible que en alguno de ellos, publicara una reseña sobre Filloy. En cualquier caso, a mediados de 1972, le pide a su amigo una fotografía y ejemplares de Op Oloop y Estafen5 con el objeto de “comentarlas en la prensa mexicana”. Y si añade que este es “placer que no quisiera dejar para mi regreso” es porque a esta altura había decidido ya la fecha de su viaje definitivo a la Argentina que se produciría, en efecto, al año siguiente. Montes i Bradley falleció el 22 de noviembre de 1976 en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires: “murió en sus reales renunciando los cuidados de una clínica privada y sometiéndose a la caridad pública del Hospital de Clínica.”6 De la muerte de Montes i Bradley supo Filloy por su esposa Virginia Picot, que el 9 de diciembre de 1976 le escribe: “Vuestro amigo Montes i Bradley, el fiel y viejo amigo, ha fallecido inesperadamente…” El pésame de Filloy, fechado apenas unos días más tarde, cierra esta cincuentena de cartas 4
Ibid González y Contreras. Títulos publicados por Ediciones Paidos, Buenos Aires. 6 Montes-Bradley, Eduardo . Ensayista y Documentalista. 5
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que actualmente se conserva en el Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Río Cuarto y que en éste volúmen se dan a conocer.7 Se trata en realidad de las cartas que Ricardo Ernesto le escribió a Juan Filloy (ya que solo ocasionalmente hay copia en carbónico de las que este le dirigió le dirigió a su amigo) y que forman parte de la abultada correspondencia del escritor. “Abultada” porque Filloy se resistió a entrar en el juego del mercado editorial y prefirió editar en forma privada para regalar a los amigos, casi siempre vía postal. Digamos de paso que la crítica cultural y el propio Filloy han explicado que ello obedeció al decoro a que lo obligaban sus funciones de juez, habida cuenta de que su literatura abundaba en la coprolalia y la incorrección política y moral. Un aspecto que la crítica no ha tenido en cuenta y que Filloy, sin embargo, supo admitir alguna vez, es que lejos de mantenerlo oculto, la circulación restringida y controlada de sus libros, le garantizó una cierta visibilidad. Con lo cual cabría conjeturar que el presunto decoro fue más bien una calculada estrategia para ganar, así, un lugar en el campo literario argentino. Como un adelantado de las redes sociales, Filloy sumaba amigos y lectores por carta –algunos muy especializados– con cada libro que echaba al buzón o ponía en el ferrocarril. Es sabido, también que así fue como conoció a su esposa, Paulina Warshawsky. En rigor de verdad, así conoció a escritores, artistas plásticos, periodistas, traductores y críticos de toda laya. Baste recordar a Manuel Gálvez, Rafael Mauleón Castillo, Bernardo Canal Feijoo, César Tiempo, Liborio Justo, Marcos Fingerit, Adolfo Bioy Casares, Artemio Arán, Eduardo Mallea, Darío Cantón, con algunos de los cuales jamás llegó a verse cara a cara. A R-E, sin embargo, debió haberlo conocido personalmente en épocas de estudiante. Aunque Montes i Bradley era nueve años menor que Filloy, eso es lo que permite inferir aquella carta de pésame a que nos hemos referido: “la puntual gentileza de Ricardo –le dice a la viuda– supo avivar con su voz ese vínculo que remonta a la [vida] universitaria.” Y si no fueron compañeros de estudio, en cambio, compartieron el título de abogado (que, de hecho, Montes i Bradley estampa en el membrete de alguna de sus cartas y en tarjetas personales en cuyo revés garrapatea, en cierta oportunidad, una nota de carácter doméstico y urgente para el amigo Filloy). Pero además de la profesión, R-E Montes i Bradley y Juan Filloy comparten un sinnúmero de otras cosas que hacen al carácter y al derrotero vital de las personas. En principio y como intelectuales, tienen en común cierto humanismo que les permite ocuparse tan pronto de la literatura como de las artes plásticas y de las “bellas artes”, en general. Las segundas, sin embargo, parecen seducir especialmente a Montes i Bradley y son las que ganan terreno en este diálogo epistolar. Sin embargo, no debe esperar el lector de este epistolario, sesudas reflexiones en torno a la pintura, la escultura, el grabado o el muralismo, sino más bien los pormenores de las gestiones que Montes i Bradley hizo a favor de su amigo apenas este fundara –en 1933, en la ciudad de Río Cuarto y junto a Marciano Roque Longarini– el Museo Municipal de Bellas Artes (que, dicho sea de paso, dirigió durante los veinte años siguientes). En este sentido, las cartas de Montes i Bradley trasuntan vitalidad: promotor incansable de todo aquello que tuviera que ver con el arte y la cultura, el rosarino no solo se entusiasma con sus propios emprendimientos editoriales (y de otra naturaleza porque también él es cofundador, por caso, de la Escuela de Bellas Artes de Rosario), sino además con los ajenos. Y entonces pone a funcionar lo que él mismo llama su “zona de influencia” y consigue donaciones de Spilimbergo, Castagnino, y Sergio Sergi entre otros; pacta exposiciones –del
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Con autorización del director del archivo, Omar Isaguirre. Omar Isaguirre es un experto en la obra literaria de Juan Filloy.
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propio Carlos Valdés Mujica– y se ofrece a dictar conferencias.8 No conforme, Montes i Bradley se desprende de obras de su colección privada y hace de intermediario entre la institución y artistas concertando ventas y regateando precios: Todo en provecho del “museo de tus desvelos”, como le escribe a Filloy. Esta militancia cultural es también rasgo que los dos amigos comparten y que los llevó no solo a fundar instituciones allí donde no las había sino a participar y, eventualmente a presidir, otras ya existentes y a menudo de enorme prestigio y larga trayectoria. Montes i Bradley fue miembro de la Asociación Internacional de Críticos y de la Asociación de Críticos de México; del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México, de la Academia Nacional de Artes y Literatura de Cuba y de la Academia Mexicana de Genealogía y Heráldica. En Argentina, fue miembro del Círculo de la Prensa, del Colegio de Abogados de Rosario y –al igual que Filloy– de la Sociedad Argentina de Escritores. Menos internacional, Filloy fue socio, primero y secretario, después de la Biblioteca Popular Mariano Moreno de Río Cuarto. Del Club Deportivo Atenas de esa ciudad fue socio, vicepresidente y presidente, además de director de la biblioteca. En materia de bibliotecas, impulsó la creación de una en el Colegio de Abogados; en materia de instituciones deportivas, fue socio fundador, socio honorario, vicepresidente y secretario del Río Cuarto Golf Club, sin haber practicado nunca ese deporte. Por último, al él se debe la fundación del Primer Rotary Club y de la primera filial de la SADE que tuvo la ciudad del sur cordobés, institución esta última de la que, a nivel nacional, llegó a ser vicepresidente en 1971. En algún sentido, esta permanente inquietud que los lleva a encarar proyectos institucionales y editoriales de variada naturaleza se explica por la situación marginal de ambos respecto de los espacios de mayor actividad cultural y que son también aquellos en los que funcionan más eficazmente los mecanismos de legitimación y consagración. En momentos en que esos mecanismos se concentran exclusivamente en Buenos Aires, Filloy decide producir desde el interior del interior, como suele decirse. R-E, mientras tanto, hace lo propio desde Rosario, lamentando que sea “esta región algo –bastante– inhóspita para las especulaciones intelectuales…”, cosa de la que, por otra parte, Filloy daba cuenta en ese prólogo que Montes i Bradley le pide con pudor e insistencia. Acaso para destacar la tarea de su amigo –por la que profesa una admiración equivalente a la que este le dispensa–, acaso porque esa tarea es un poco la que él ha desplegado en Río Cuarto, decía Filloy entonces: “Tengo una simpatía saturada de convencimiento por la labor que realiza Montes i Bradley. Es un caso único. Metido en Rosario –precisamente en donde la estolidez de las frases hechas sitúa entre nosotros a Beocia, Cartago y Fenicia…– su voluntad disipa en amplios ademanes la niebla de tamaña incomprensión. (…) No es fácil luchar contra la indiferencia. Y menos aún contra el criterio banalizado que reputa baladí lo que no reditúa ganancia. Amo los temples aguerridos como el suyo. Tenaces: blandiendo el ocio contra el negocio. Sagaces: erigiendo lo sutil frente a la rutina de lo burdo”. Fuera de estas coincidencias más o menos fortuitas –la profesión, la educación humanista, las membrecías y la vida tierra adentro–, tanto Filloy como Montes i Bradley parecen estar de acuerdo en algunas cuestiones más gruesas, de evidente carácter ideológico. Progresistas y provocadores, ambos se mantuvieron a calculada distancia de la iglesia y despotricaron 8
Un poco para poner a disposición del lector alguna información que le permita, tanto dimensionar esa “zona de influencia” que se atribuye Montes i Bradley, como reponer el contexto cultural del Rosario de los ‘30 y ’40, hemos creído oportuno incluir algunas notas al pie para referenciar ciertos nombres propios. En otras ocasiones, las notas al pie son para incluir información relativa a Juan Filloy y a su entorno riocuartense.
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oportunamente contra la milicia: “sin clérigos y sin militares, otra cosa sería la raza humana”, protestaba Montes i Bradley en una carta fechada en 1947 y a propósito del servicio militar al que debía someterse Rodolfo, su único hijo. Como se sabe, este –el de los militares y el servicio militar– fue asunto sobre el cual Filloy se expidió mucho más tarde y muy críticamente en Vil & vil, una novela que Montes i Bradley no llegó a conocer porque, aunque presumiblemente escrita en 1967, no llegó a publicarse sino hasta 1975 con las consecuencias sabidas: detención del autor en los cuarteles de Holmberg, seguida de sucesivos interrogatorios apenas se produjo el golpe militar, más el secuestro de la edición que permaneció incautada hasta 1983. En cuanto a las críticas a la Iglesia y a cierto “repugnante fanatismo religioso” que Montes i Bradley encuentra en México y Filloy en su ciudad natal, esta es materia de la que el cordobés se había ocupado en una novela de juventud, inédita y absolutamente desconocida, que se titula Los premios de la virtud.9 La Córdoba católica (y doctoral) se llevó, mientras tanto, algunos renglones de cinismo e ironía en las páginas finales de Caterva (1937) que es, en cambio (y probablemente gracias al famoso homenaje de Cortázar en Rayuela), la novela más conocida y más reeditada de Juan Filloy. En el terreno ideológico hay que decir que ambos compartieron, además, ese antiperonismo militante que a Montes i Bradley le costó el exilio y a Filloy, su cargo en la justicia provincial desde 1946 hasta 1955. Con relación al oprobio R.E. escribe en una de sus cartas: “Usted lustraba el blasón cordobés con su capacidad y su probidad de magistrado singular, qué diablos!” El resto son diferencias. Porque si Juan Filloy nunca salió de Río Cuarto, Montes i Bradley, en cambio, vivió un largo período fuera del país, y si ambos fueron de pensamiento liberal, Filloy –que sobrevivió a su amigo un cuarto de siglo– acabó por ser un exponente de aquella famosa máxima de Lugones –“de joven romper vidrios, de grande fabricarlos”– en su querella con Deodoro Roca, el padre de la Reforma Universitaria de 1918 (de la que, a todo esto, el autor de Caterva había participado aunque más tangencialmente de lo que se ha pretendido). En efecto, el coqueteo con el anarquismo y el socialismo del joven Filloy acabó convertirse en un alarmante conservadurismo y, en ocasiones, hasta en cierta intolerancia con que el escritor de los tres siglos espantaba a periodistas y lectores. Por último: si mucho antes de eso, en la flor de la edad, los dos bregaron por difundir las artes y las letras, esta es tarea en la que R.E fue tal vez más generoso que su par cordobés al punto, como hemos dicho, de promocionar la obra ajena en desmedro de la propia. Esa generosidad, que desde luego alcanzó a Juan Filloy (“el pretexto fue bueno para hablar una milésima vez más de ti a los contertulios…”, le dice desde México), se deja leer en este puñado de cartas. Se deja leer también una cierta galantería antigua y refinada que no mezquina el elogio sincero y es prudente en el trato: Filloy jamás llega a tutear a Montes i Bradley y si, en cambio, este oscila entre el voseo y el “usted”, nunca pierde el tono afable y respetuoso. La galantería, además, ni impide ni empaña la intimidad que amerita “una amistad tan larga y tan pura”, como dice Virginia en esa tristísima esquela de finales del ’76, y que involucra a las familias de ambos intelectuales. Así, el tráfico es no solo de libros, revistas e ideas, sino también de escarpines (los que Virginia teje para la pequeña Monique) y de bicicletas (la que Fernán Filloy hereda del hijo de Montes i Bradley que, por lo demás, pasa largos veranos en la casa que los hermanos Filloy tienen en Mendiolaza, provincia de Córdoba). Y si alguna vez el rosarino protesta por lo que no queriendo juzgar una descortesía atribuye a olvido, y si sus demandas 9
Fechadas en 1919, existen dos versiones manuscritas de esta novela: una es un borrador y se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Río Cuarto; la otra, parece ser un texto definitivo cuyo título es La diutriv –anagrama de “la virtud”– y permanece en poder de los herederos de Juan Filloy.
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no son siempre atendidas por su viejo amigo, incluso entonces, no flaquean ni el afecto ni la cordialidad: “las manos, las fuertes y jugosas manos nuestras, sean con ustedes en un apretón bien cordial”, saluda burlando y superando todas las veces las fórmulas habituales de despedida. En cuanto a esas demandas, vale la pena aclarar que ellas lo son siempre de artículos, de libros, de revistas y de lecturas, pero también de situaciones que propicien el intercambio cultural y, sobre todo, el encuentro personal: “Tomo en cuenta lo que me dice de mi viaje a Río Cuarto –escribe Montes i Bradley a fines de 1947, cuando ya lleva más de diez años carteándose con Filloy y casi otros tantos procurando hacerle una visita–. Pero… no le creo. Hace trescientos ochenta i nueve años que me dice lo mismo…” En algún momento la intensidad de los pedidos que, en este sentido, Montes i Bradley le hace a su amigo permiten leer este epistolario casi como una novela de suspenso: ¿se produjo o no se produjo finalmente ese anhelado y siempre postergado encuentro en Río Cuarto? Y si no como novela, estas cartas pueden ser leídas como un extensísimo poema: porque si R-E escribe su apellido con “i” y no con “y” (casi con la misma manía con que Filloy decía que el suyo debía pronunciarse “Fiyoi” y no “Filoy”) esta, en realidad, es operación que realiza en todas las palabras que llevan “y”. Acaso podría pensarse en un trasnochado y anacrónico militante de las reformas que Sarmiento propusiera un siglo antes. O, incluso, en un intelectual de fuste que omite mayúsculas después de punto y sistemáticamente en los nombres propios, todo lo cual ha sido respetado en la trascripción de estas cartas.10 Sin embargo, hay que sospechar no la ignorancia ni el error, sino las licencias que la normativa concede a los que se dicen poetas. Acaso el mismo espíritu creativo es el que lleva a Montes i Bradley a fechar las cartas con tan relativa imprecisión –“último día del otoño del 39” o “postrimerías del verano del 41”– y a usar la banda roja de la cinta de mecanografiar casi todas las veces que escribe a máquina. Simpatizante no solo de la anarquía estética, sino también del socialismo en política, R-E era en este punto consecuente hasta la obsesión y el fetichismo. Así, si también usa tinta roja cuando manuscribe, según testimonio de sus familiares, usaba el rojo indiscriminadamente en pijamas, medias y corbatas y hasta en la mortaja que mandó confeccionar para el día de su cremación. Digamos finalmente, que estas cartas pueden ser leídas como lo que son: un diálogo epistolar entre dos amigos separados por la distancia pero unidos por el afecto y las parecidas inclinaciones intelectuales. Un diálogo prolongado –porque las cartas van de 1935 a 1976– e intenso –porque solo en ocasiones la conversación parece interrumpirse y retomarse en oportunidades de cumpleaños o salutaciones de fin de año… eso sin contar las cartas que habrán extraviado el correo, primero y los herederos, después. A propósito de esto último, cabe señalar que el diálogo que aquí reproducimos es un diálogo fragmentario. Porque, según llevamos dicho, Filloy no hacía copias de las cartas que enviaba sino en muy contadas ocasiones y porque la correspondencia de 10
En cambio –y porque los procesadores de texto ofrecen opciones que no tenían las máquinas de escribir y porque nos ha parecido oportuno ajustar el texto a las normas más o menos aceptadas y vigentes de edición– se han sustituido las comillas de los títulos (por caso de publicaciones periódicas o de libros) por cursiva. También los destacados, señalados con subrayado en los originales, han sido reemplazados por cursiva. Otros detalles a tener en cuenta: si faltan o sobran acentos, ello obedece, o bien al uso de los mismos en la época –algunos monosílabos como fue o ti, se escribían con tilde– o bien, ahora sí, a error u olvido del remitente. Lo mismo ocurre, muy eventualmente, con el uso de v y b. Finalmente, en las poquísimas ocasiones en que ha sido imposible comprender un término –sobre todo en las cartas manuscritas, que son menos, se ha colocado “ininteligible” entre corchetes. Eventualmente y también entre corchetes, se ha repuesto, aquí y allá, alguna letra, sílaba o palabra que faltaban en el texto, bien porque el papel estuviera dañado, bien porque Montes i Bradley las hubiera salteado y se consideraran necesarias para la mejor comprensión del texto.
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Montes i Bradley se ha perdido lamentable y quizá definitivamente, el lector tendrá que reponer la voz o el silencio del autor de Op Oloop. No le costará demasiado: si las amistades y los intercambios intelectuales por correspondencia son un hábito en la época en que Filloy y Montes i Bradley se escriben (“torpes burócratas postales (…) me traen a diario libros destrozados y revistas destruidas”, se queja R.E.), la lectura de fragmentos es ya una costumbre de la nuestra. Entonces, tal vez podamos leer estas cartas como Filloy leyó el libro que Montes i Bradley le dedicó a Manuel Musto y que lleva su prólogo: adivinando, en esta voz lejana y de otro tiempo pero acaso sobre todo en los silencios, “la verdadera amistad que les unía”.
Candelaria de Olmos Córdoba, octubre de 2012
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Montes i Bradley y las artes plásticas prologo a El Camino de Manuel Musto por Juan Filloy
Si yo fuera pontífice “pontificaría” construyendo un puente de palabras, para traspasar la curiosidad del lector a la banda vecina de Montes i Bradley. Pero no he hecho más que vados de humo hacia la muerte inmediata y algunos badenes de sueño en mi propia arcilla. De tal guisa, prefiero arremangarme como San Cristóbal llevando a cuestas la responsabilidad de este prólogo… Tengo una simpatía saturada de convencimiento por la labor que realiza Montes i Bradley. Es un caso único. Metido en Rosario –precisamente en donde la estolidez de las frases hechas sitúa entre nosotros a Beocia, Cartago y Fenicia…– su voluntad disipa en amplios ademanes la niebla de tamaña incomprensión. Ha logrado mucho, ya. Su lección se difunde en el aula de los vientos. Y pronto, quizás, por la generosidad de su esfuerzo, el amargo sanbenito será dije áureo en el pecho de la patria. No es fácil luchar contra la indiferencia. Y menos aún contra el criterio banalizado que reputa baladí lo que no reditúa ganancia. Amo los temples aguerridos como el suyo. Tenaces: blandiendo el ocio contra el negocio. Sagaces: erigiendo lo sutil frente a la rutina de lo burdo. Y pugnaces: afilando el ahinco sobre el asperón de los brutos…Amo los temples aguerridos como el suyo. A ellos corresponde siempre la victoria. Porque sitian por asco y rinden por desdén. Y porque son los nuevos poliorcetas de la gran falange que utiliza el escarmiento para arrasar la villanía amurallada. 19
Montes i Bradley es feliz en esa empresa. “Pero no basta ser feliz; se necesita además que los otros no lo sean”. ¡Hasta en eso! Los otros, a los que alude Jules Renard, son aquí los parcos y pacatos. Los parcos y pacatos que ahorran los estímulos o se hurtan ellos mismos el placer de congraciarse. ¡Por algo es señero su señorío!.. A quién adjura las anfibologías taimadas del cerebro puede permitírsele que señale las posturas ambiguas de la conducta. Lo digo, halagado por él. Y la deploro, por ellos. Montes i Bradley es feliz en esa empresa. Y en ella persiste y se renueva, siempre con el ánimo dispuesto, en consecutivas albas llenas de luz y mojadas de esperanza.
* * * Conozco la predilección de Montes i Bradley por las bellas artes. No escapa nada a su perspicacia. Su voluntad preocupada no admite cansancios en el afán permanente de servirlas. “PARANA” su último esfuerzo, es el espejo de luna pulcra donde se mira todo el litoral argentino. Es tan honda aquella preocupación que pareciera un obseso. Pero un obseso lúcido, que acata iluminadamente el artilugio de un ensueño plástico. Su “BOLETIN DE CULTURA INTELECTUAL”, por lo demás, es un vehículo ágil de divulgación estética. Recorre zodiacalmente los ámbitos de América, repartida en acto puro de entrega amorosa. Hace bien en no venderlo. A ninguna ramera se le permite hablar de amor. Para mucha gente el arte es un ASYLUM IGNCRANTIAE. Un predio de ilusos que se creen columnas básicas de la sociedad, no siendo más que columnas de humo, de sal, de risa, de moco…Aniquilar semejante concepto cuesta mucho. Perdura en ciertos entendimientos romos una fijación operística del artista. ¡Todavía la absurda anécdota! Melenas grasientas. Pantalones de pana “a la odalisca”. Corbatas LAVALIERE… ¡Basta! El arte es precisamente lo contrario. Lo aséptico. La gran katharsis del espíritu. El más perfecto de los decantadores de la humanidad. No acepto ninguna sonrisa conmiserada para quienes encarnan hoy en día el anacronismo del altruismo. Breve: se han trastocado tanto los valores que el desinterés provoca befa y grima. Sin embargo, la soberanía de dar es uno de los más puros privilegios del saber y la experiencia. Los que acumulan, juntan materia, pero no poseen espíritu. Montes i Bradley puede decir con D´Annunzio: IO HO QUEL CHE HO DONATO. Porque brindar ideas y emociones es asimilarse a la tierra, a la constante preñez de la tierra, que alumbra flores y espigas sin cesar. Ahora nos ofrenda “EL CAMINO DE MANUEL MUSTO”. Es un relapso exquisito… Aquí persevera en su condición de darse y prodigarse. Naturalmente. Sin buscar ningún salario de gratitud o de elogio. Tal vez una pasión como la suya, tan llena de fatigas próximas y lejanos reconocimientos, despierte por su misma exorbitancia el silencio que madura el resquemor de los inactivos. Poco importa. Queda. Permanecerá. Y allá en el tiempo, cuando sea forzoso recorrer las veredas del recuerdo, sin duda pasarán por sus páginas los viandantes que nunca han puesto una baldosa. 20
* * * Hace poco, con morosa delectación, gustando párrafo por párrafo, leí su ensayo “DE DAVID A TANGUY”. No es frecuente en el país un estudio tan meticuloso de toponimia y topografía artística. En realidad aquí se camina paralelamente, soslayando las obras, con mirada blanda e intención de rabillo. Sin fijarse en los accidentes y desniveles de la inspiración, ni analizar los recovecos mentales de los autores. Así se confunden impresionistas con FAUVE y adeptos de Braque con rebeldes de Dada… La Exposición Francesa promovió muchos paseos de esa índole. Y muchas crónicas de esos paseos. Pero hubo pocas captaciones. Casi nadie penetró en las perspectivas profundas por la ventana de cada tela. Sólo en Montes i Bradley topé con la consagración al examen y el ahinco de la verdad. “De David a Tanguy” –de la robusta pose clásica a las instantáneas oníricas del super-realismo– más que un recorrido de historia es la historia de una emoción. Felizmente, no ha hecho el andarín, sino el perfumista: el decantador de esa emoción. Poco vale hacer historia. El historiador es un profeta al revés: Schleger. O simplemente un pesquisa. El rol cumplido por Montes i Bradley fue el de difundir esencias. Y su función, fiscalmente expositiva. ¡Nada más cabal que “exponer” una exposición al riesgo de ser incomprendida! De sacarla de su marasmo lúcido y desenvolverla ante la intelección ajena. Porque los cuadros reviven cuando se los interpreta emocional y razonadamente. Cuando se despliegan a la admiración gregaria los trayectos íntimos que recorrieron los pintores para “llegar” a ellos.
* * * Hay dos clases de críticas: La que fundamenta en una información libresca carente de verdad; y la que se ubica en la verdad desnuda de todo exorno petulante. La primera tiene un gran espíritu; pero, a la vez, un corazón mediocre. La segunda es puro corazón; porque ha sido educada por la humildad en la escuela del silencio. No me gusta la crítica de gabinete. El dosaje científico de las proporciones embota la finura del sentido común. Podrá crear una sensibilidad clínica, pero nunca la intuición trémula del alumbramiento que caracteriza la opinión natural, única ingenuidad que fructifica en el tiempo. La voz de las cosas es insobornable. Se difunde en el eco de efusiones sincerísimas por los abismos del ser. Y de allí regresa, escalando “el arbusto de coral de nuestra sangre”. Existe una emoción clara y graciosa que es el brote espontáneo de la vida circundante. Cosechar los pimpollos y las espigas de esa emoción es lo que incumbe al crítico. Lo demás es argucia de cuentagotas y pesos específicos…Prefiero la perentoriedad de quienes sintetizan a golpes de 21
puño una discusión de arte, que la morosa taimería de esos turiferarios que, desabrochando la presunción, desparraman los bofes mentales en pesados monólogos. La crítica simple nunca es simplista. Théodore Duret, Béla Lazar, Julius Meier Graefe, por ejemplo, en el impresionismo. La decantación de la simplicidad es un proceso que traduce el milagro en evidencia. Eso basta. Línea gótica, no retorcijón del barroco. Siempre es más esbelto el decoro de lo suficiente que el derroche de lo superfluo. No porque ame la indulgencia de la bonhomía desdeño el diálogo malicioso y sustancial de la vida. Al contrario. Procuro la imagen sobria y el esguince enérgico. Busco en el orden torrencial del mundo la dignidad del equilibrio. ¡No me vengan con monsergas exhaustivas ni con ensayos que lamen el sueño en infinitas olas de fastidio! La crítica debe actuar en el arte con la agilidad del albañil en los andamios. Con la picardía del cadete que reparte mensajes en bicicleta. Con la elegancia del acróbata. Con la pulcra seriedad del pintor de letras. Y el sentido escenográfico del armador de escaparates. Con frescura y fervor, en dos palabras. Todo lo demás es morgue o teatro. Odio cualquier postura. Tieso espejo cincelado, dentro y fuera. Lo digno en la crítica no es la postura sino la actitud, que es reflejo cándido. La actitud está en la esencia misma de los actos espontáneos y en el juego limpio de las acciones. ¿Para qué manchar con palabras abstrusas la claridad del juicio? Al cielo lea basta el comentario del mar. ¿Para qué enervar con conceptos nebulosos los impactos de la belleza? Al mar le basta la aprobación del cielo. “El camino de Manuel Musto” Cada cual tiene un camino a recorrer. El camino que parte de uno y llega indefectiblemente a uno. La humanidad constituye una red vial de sutiles tramos psicológicos. La vida marcha por ella con ritmo desgarrado o briosos ímpetus. Lo mismo da. Los trayectos vitales se aparean, interfieren o se cruzan. Pero conducen, doquiera que vayan, a la misma evidencia. Porque somos una legión de combatientes que luchan por sobrevivir. “El camino de Manuel Musto” Hay seres cuya senda es una recta monótona de paciencia, dignidad y sabiduría. Y otros que parten con desgano, avanzan con indolencia, traquetean en la desidia y se empantanan en el abandono. El instinto escarpa lo que la voluntad alisa. Pero nadie sabe qué es mejor. Un trayecto acribillado de baches y barquinazos. O una vereda tersa donde el alma patina y se destroza. Cada minuto es una tumba y cada día un cementerio. Nadie sabe qué es mejor. Si demorarse en el hueco de los baches entre despojos de dudas y de aseos. O resbalar a la sombra total con la sombra esclarecida que es la propia sensibilidad.
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Manuel Musto en su estudio
El camino de Manuel Musto… Pero, para llegar a la inmortalidad no hay que ir por el puente de las generaciones actuales. Sino atravesarlas despreciativamente, sin contemplaciones. El futuro comprensivo lo columbra quien mejor se atalaja y depreda. Quien mejor se adecúa a lo contingente, dejando atrás la grita y la repulsa que alimenta el encono. El genio y el talento se adelantan siempre. Y se ubican solos en el futuro, esperando las ondas humanas que vendrán a batir su recio acantilado.
• * * La sublime pertinacia de la vocación –que mantuvo sin aplacar la miseria de Caravaggio, la penuria senil de Goya y la sed estética de Cézzane– se exhibe en este libro al modo de un egregio paradigma. Musto también fue un hombre famélico y sitibundo: un hombre bloqueado por la gracia desgraciada de haberse descubierto. A pesar de todo, contra todos, logró petrificar su fe. Edificar su templo. Y decorarlo con sangre en la soledad. ¡Clarífica soledad que discernía la lobreguez circundante, y que le incitaba al furor cromático de verter los pomos con ambas manos a la vez! Tener la noble rareza de ser prolijo en el frenesí y cauteloso con el oprobio de la vulgaridad, es un blasón de categoría inferior. En efecto, la urgencia que agita lo perentorio como la SOPHROSYNE que remansa la serenidad, son privilegios de una misma exaltación. Kinesis o estasis. Lo importante es el fuego del fervor, que arde y escintila en el presente y el 23
futuro al mismo tiempo. ¡El fervor que no hace trampas y defrauda, sin embargo! Porque la vida se consume en él con lenta alegría de suicidio idefectible. Indefectible, como el verso de Camoens: ¡Que mayor contentamento Que morrer de puro triste! Para una vida así ¡que consuelo hallar la solicitud que comprende sin explicar demasiado! Montes i Bradley conoce el decoro del silencio, cuando el silencio es himno. Y se recata. En esa actitud compulso la verdadera amistad que les unía. Y respiro con él, en “El camino de Manuel Musto”, el perfume del cariño en la minucia y las auras espléndidas de la lealtad en la generosidad de su recuerdo.
* * *
Cada cual tiene su trayecto y es preciso recorrerlo. La vocación se desplaza penosa o esbeltamente. Con esbeltez de sulky en los pantanos o torpeza de furgón en lagunas y tembladerales. Cada cual tiene su trayecto. Lo siguieron los números aéreos de Leonardo, y los fantasmas dipsomaníacos de Amedeo. Directa o zigzagueantemente. De cualquier modo; pero la vocación siempre llega. Montes i Bradley, más afecto a la pista que a la indagación, ha reconstruido “El camino de Manuel Musto”. Entre azorado y sereno. El espectáculo de una vocación en marcha a su destino no es un corso de flores. Se destaca en los afortunados como un velamen hinchado en la lejanía, cortando la propia complacencia en viaje a un ultramar de sí mismo. Y en los tristes, en la proximidad de la vida, crujiendo como un eje sin grasa, al caer en los pozos tremendos de la angustia. Por lo mismo que estamos hartos de biografías literarias, la pesquisa de Montes i Bradley comenzó por donde competía. Desde la obra del individuo. Espiralmente, según preconiza Garófalo. Rodeando en su análisis al reo de alta traición a Dios. Porque Dios es el damnificado en el panteísmo de la belleza… Así, el artista muerto, ha quedado sujeto en su red. Una red afectuosa y tierna. Este prontuario emocional no implica otra cosa que identificarlo en la gloria. Me complace recalcar que ha hecho obra de rastreo más que de buceo. Por más que a veces se hunde en los traumas freudianos y se absorta en la constelación abismal de sus REFOULEMENTS, su ahinco progresa cronológicamente en el espíritu vital de su GENIUS LOCI. Hay en todo ello una exultación lugareña que tonifica. Musto lo decía. En el suburbio de las ciudades y de los hombres sólo se contempla la majestad del cielo. Montes i Bradley, en amistad póstuma con su alma, re-anda circularmente los alrededores que convergen al núcleo de su corazón. Y entra en él con salud y paso elástico. No son los sigilos que acostumbran los que manejan morbos en sus exégesis.
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Cada obra determina desde adentro la forma y el estilo en que debe ser representada. La intuición del artista está en escuchar la orden secreta o en descubrir la clave misteriosa, antes de comenzar a plamarla. Musto oyó esa voz. El paisaje tiene conciencia de él, lo mismo que el hombre; y no es posible, a menos de que se lo defraude, violentar la fisonomía física impuesta por la propia idiosincrasia. El monismo de Hacekel rige indudablemente en el arte. Hay una continuidad espiritual en el mundo mineral y orgánico. Si la piedra se abanica en el PALMATORIUM gótico, si la madera se afiligrana en el mimbar de las mezquitas, si el marfil se educa en la paciencia oriental y el hierro se abuena en las forjas de España, es porque la belleza apagada o rezagada en la materia amanece por la magia de la inspiración al proyectarse hacia afuera. Y porque la belleza ocupa su sitio, dentro de la identidad de los seres y las cosas, en la línea general de la vida.
* * * Ahora, cuando los intelectuales no sirven para nada, según los sinarquistas; cuando la pintura de caballete se engolfa en recónditas galerías particulares, desplazada por el cuadro mural, que es la olla popular del arte; ahora, cuando toda voz individual sucumbe o apenas vibra en medio del estrépito guerrero, da gusto ver a alguien plantarse extemporáneamente en la actualidad y seguir siendo fiel como un islote en el tiempo caduco… Es una forma de insurgir contra la estupidez del tiempo físico y una hidalga manera de peraltarse sobre el arca del tiempo psicológico. Después de la admonición de Julien Benda, de la nostalgia de Lenormand y de los llamados recientes de McLeish, conforta insuflar el espíritu con el aliento de una desesperación militante. Y cuadrarse al destino para salvar el privilegio de la propia extensión. Juega en ello el heroico empeño de no dejarse llevar por la corriente. Y el heroico deber de recordar, entre el coro de una humanidad hincante y claudicante, los fueron que consagran que todos somos iguales en la dignidad. Montes i Bradley sabe muy bien que vivimos una realidad cataclismática. Por eso mismo su actitud de aquilatar sus horas en el CLEARING de la belleza constituye un gracioso sabotaje al apuro de los resentidos. Porque es así. Estamos rodeados por una generación dirigida por narcisos de narcisismo exasperado, que se refleja en los espejos de escarcha del resentimiento y se proyecta hacia el futuro con millones de ansias insatisfechas. La vida actual es un entrecruzamiento de iras y de odios. De iras volátiles y odios agazapados. El equilibrio de la conciencia, las elegantes simetrías del sentimiento, son cosas banales. Una pasión obscura prevalece. La pasión de arrasar todo, la belleza incluso, sin discriminación alguna. La injusticia no frena ya: aumenta su gozo. Así se confunden lo valores. Lo antiguo con la antigualla. Lo gregario con la distinción inmarcesible. “La noble sencillez y la tranquila grandeza” del 25
arte eviterno con la chafalonía transitoria que es preciso arrasar –convengo– con la rabia total de un empleado de bazar despedido sin razón. La crítica ha hecho mucho daño al arte. Ha abdicado su docencia para jerarquizar lo postizo. Ha levantado andamios para fábricas de embustes. Ha negado su apoyo y suministrado apoyos enclenques a lo real y valedero. La senda de Winckelmann no ha sido recorrida en el arte moderno. El crítico actual es un cicerone periodístico, que postula y subasta sus opiniones. Nada más y nada menos. Odio esa crítica que marcha siempre adelante, no por su sagacidad reveladora, sino porque la corren los MARCHANDS de atrás… El arte ha sido largos siglos una chuchería de solaz personal. Una forma de ignominia. Y eso debe terminar. El burgués que disfruta recoletamente sus telas, lo mismo que una GOURMANDISE exquisita, es lógico que desaparezca. Su gula no puede estar en relación inversa al hambre colectivo. La apetencia estética es uno de los apremios psicológicos que deben aplacarse de inmediato, socializando la belleza. No es posible tolerar ya la SCHADENFEUDE de una minoría usurpadora. El regodeo de continuar el expolio del artista y la infamia de dejar a los demás la sordidez del mundo La decisión de Musto de legar sus cuadros a los museos del país adelanta la certeza de una comunidad estructurada en criterios más decentes. Él, que llegó siempre ante el motivo “con la visión despejada del hombre que mucho quiere lo que mucho le tortura”, devuelve decantada en realidad el sueño, la fiebre y los ideales de su vida. ¡Precursora delicadeza! Y al entregarle al deleite de su pueblo, no sólo devuelve sino restaura la fe de los hombres que aun sufren los estragos de la propiedad: el más vil y vulgar de los derechos… Pareja con esta bondad, en un andarivel de vida, corre la bondad de Montes i Bradley. No otra cosa significa este ensaya digno y fidedigno, cuyo elogio mejor consiste en virtualizar en uno mismo su excelencia. La meta está próxima. No hay duda de que ambos están llegando al corazón de la patria.
Ciudad de Rosario, 1942 JUAN FILLOY
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CARTAS
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1935
| 1945
que aquà tiene que ir la foto de RE montado en un caballito de madera‌.
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Mi estimado Filloy: Ayer le puse en el correo, un ejemplar de la capital11 del ppdo. domingo – que quizás vd. ya hubiera leído–, en la que habrá de ver la primer entrega de una posible página dominical dedicada a estas especulaciones del espíritu que vd., yo i algunos otros, todavía practicamos. en el primer número u entrega, he querido honrar su dilecta amistad con la transcripción de “acquarium” hermosa composición, de fraganciosa plasticidad, integrante de balumba.12 además –i todo esto ya se lo digo en el ejemplar remitido pero escrito “a la disparada”–, doi la noticia de la aparición de su op-oloop13 que ya adivinará vd. con cuanta ansiedad estoi esperando. quiero, a propósito de la cita de balumba que acabo de formular, anunciarle a vd. antes que a nadie, que he tomado esa denominación para la página que semanalmente daré en la capital. la primera entrega como vd. verá, va amorfamente calificada. indudablemente que su finalidad es ocuparse de todas las manifestaciones de las bellas artes, de las ciencias i de las letras, mas lo cierto es que ella no llevará rótulo por no haber aparecido el oportuno a tiempo de su primera salida. adivínela ecléctica, sin ser cursi –el ecleticismo a fuerza de ser sinónimo de comodidad i de mezquindad, vuélvese viscoso y por ende ñoño–, pero de contextura recia i de propósitos nobilísimos i encontrará la dificultad en denominarla con certeza plausible. “escaparate de librería” –como la de el país14 o la de el argentino además de ser ya mui conocida por la difusión de estos rotativos, me parece poco expresiva en su limitada acepción, por lo que no he encontrado nada mejor que balumba –i a la verdad que celebro tal ocurrencia– para denominar el block de cosas i asuntos que allí se exhibirán, tratarán, estudiarán, dilucidarán, etc., etc.. vd. es quien ha usado de nombre tan poco corriente, mas de etimología i significación tan simples, con rara precisión, i a vd. quiero adelantarle decisión que confío habrá de involucrar satisfacción para vd. por lo que tiene de promisora realización, en el campo de las especulaciones –repito– espirituales. 11
La Capital. Diario publicado en la ciudad de Rosario, Santa Fe, del cual Montes i Bradley fue colaborador. 12
Se refiere a una composición incluida en Balumba, el primer libro de poemas de Juan Filloy, publicado en 1933 por la imprenta porteña de los Hermanos Ferrari. 13
Se refiere a Op Oloop, que Filloy publica en 1934 con la imprenta de los Hermanos Ferrari. Se trata de su segunda novela y de su cuarto libro. 14
“Escaparate de librería” era una columna creada y dirigida por el periodista Luis Reinaudi (Wenceslao Escalante, Córdoba, 1909 – Buenos Aires, 1944) –también amigo de Juan Filloy– y que, durante la década del ‘30 salía con el diario El país, de Córdoba.
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tiene que perdonarme la adopción por lo que ella signifique hacer correr su nombre abusando de un tiraje apreciable. vd. que escribe para expansionar su intenso y polifacético “yo” e imprime para regalar a los más caros i fraternos amigos, que no persiguen la popularidad de las grandes tiradas, vd. sabrá, así lo espero, disculpar la difusión que pueda alcanzar –en contra de su propósito– su balumba. Porque yo diré en la próxima entrega de la mencionada página, con toda sinceridad, donde me inspiré i cuan oportuna juzgo la denominación de balumba para esa página que traerá semanalmente todo cuanto preocupe el mundo de la razón humana que atingencia tenga con las artes, las ciencias o las letras, todo, indudadeblemente (sic), … lo que quepa. obvio está significarle que desde ya le considero algo así como padrino – válgame la expresión– de este segundo balumba –primero periodístico– de mi conocimiento, i como a tal, le comprometo para los consiguientes obsequios de su pluma que tan extemporáneo ahijado –perdónelo el antecedente– confía recibir de cuando en cuando. hasta pronto filloy, con un sentido saludo para su compañera, téngame como siempre, su cordialísimo amigo en este apretón de manos que le dejo.
roque saenz Peña, verano del 35. s/c. : bustamante 485. r o s a r i o.
♣ 31
Mi querido Filloy:15 Con dos líneas pienso cumplir la deuda de mi ausencia originada en un cúmulo de tareas tal, como pocas veces se me ha dado. No puedo cumplir ni con la revista agropecuaria (¿recuerda vd?.) Y bien, aquí se comenta vivamente su hermosa colaboración en mi boletín16. Se la juzga óptima, i yo encantado me callo para sorprender con más, pero, a propósito ¿no le parece a vd. mejor hacerlas aparecer, número por medio, para así hacer acrecentar su interés i no acostumbrar a que lo lean como, ya sabiendo que viene…? La que me ha remitido, ya está compuesta, da algo más de una página (¿se puede cortar dejando para la III el último comentario?) Según lo que vd. me diga a vuelta de correo, irá o se reservará. Entonces daría, un artículo “El pintor Barradas” de Cossio del Pomar.17 De cualquier forma cuando tenga las otras, remítamelas, pues yo las hago componer en cuanto llegan, para ganar tiempo en estas cosas que como no son de actualidad inminente, pueden facilitar las ímprobas tareas de imprenta. Por lo que hace a la vida exitosa del boletín, encantado. Hoi de Francia, mañana de San Salvador o de EE.UU. o de Chile, o etc. me llegan voces fraternas de salutación o nuevos pedidos de envíos lo que es más sugerente: pedidos de ejemplares atrasados, cosa imposible de satisfacer. Pronto irán nuevos grabados para el museo. Espero algo de Bs. As. para enviarle un rollo con varios de valor estimable. Irán Castagna, Spilimbergo, Castellanos, Balpanda, Saforcada, etc.18 Bueno caro, le agradezco meramente la extraordinaria mano que vd. me da con sus –quiero llamarlos– artículos, tan sabrosos i tan útiles, démele explosivos besos al pebete, presente mis respetuosos homenajes a su compañera i tenga vd. mi mano cordial.
♣ 15
La carta, sin fecha, permite deducir por ciertos indicios, que fuera escrita durante el segundo semestre de 1938. 16
Boletín de Cultura Intelectual. FALTAN CONSIGNAR DATOS de la PUBLICACION
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Cossío del Pomar, Felipe (Piura, 1889 – Lima, 1981). Pintor, retratista y crítico de arte. Estudió artes plásticas en Europa donde frecuentó a Picasso, Matisse y Chagall. Cossío del Pomar obtuvo el doctorado en letras con una tesis acerca de la Historia crítica de la pintura en el Cuzco. Probablemente el artículo incluido en el Boletín de Cultura de Montes i Bradley fuera sobre Rafael Barradas, pintor oriental nacido en Montevideo en 1890 y fallecido prematuramente en 1929. 18
Castagna, Rodolfo. Grabador, litógrafo, escenógrafo e ilustrador (Buenos Aires, 1910-2009); Lino Eneas Spilimbergo (Buenos Aires, 1896 – Unquillo, Córdoba, 1964); al pintor uruguayo Carlos Alberto Castellanos (Montevideo, 1881-1945); Balparda del que no se poseen otros datos y a Hemilce Saforcada (Buenos Aires, 1912-2004), pintora y grabadora, esposa de Rodolfo Castagna.
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mi querido Filloy: recién contesto tu carta de… (busco la fecha i no la encuentro, lo que a las mías les pasa siempre.) primeramente esperando los grabados de paino19, luego uno que molina-tellez20 me debía dar del hermano (no lo conozco como artista) i que no se si aun tendrá tiempo de ir agregado exteriormente al rollo ya conveniente preparado para el viaje, por lo que te recomiendo le abras con muchísimo cuidado para evitar su rotura. si fuera / i finalmente ya listos los paquetes la demora de castelnuovo21 en partir hacia ésa como había prometido, hicieronme postergar estas líneas. Ahora, que ya castelnuovo ha desistido, por fin! saldrán en el próximo correo los grabados al óleo de berlengieri,22 etc. como verás grabados van varios. cada autor lleva sus datos personales escritos al lápiz en el reverso de alguna de sus obras en el caso de ser dos o más. ello para que te sirva allí para catálogo en caso de hacer posteriormente, o inventario con avalúo, o sino en información periodística, ya que me imagino que a la llegada de este modesto envío dos líneas dirás en los diarios locales para satisfacción de los autores, que tan bien se han comportado conmigo. inútil es decirte que el grabado montado, i el catálogo de salón de otoño de rosario, que te adjunto al envío, te servirán para publicar allí, i tomar datos. ahora bien a este muchacho autor del óleo, cuya situación es precaria en extremo, a pesar de lo cual la comisión de aquí no fue capaz de adquirirle a un par de cientos de pesos, su obra premiada, se trataría de darle por “autorretrato” un billete de 100$, con lo que el cuadro pasaría a ser adquisición. te advierto que él con todo gusto así como te remite dos grabados, i te enviará otros que he dejado para sacar copias en lo de maría carmen23 en bs. as. te obsequia el óleo pero yo que 19
Puede referirse a Guillermo o Godofredo Paino, ambos escultores y tallistas en madera. Los hermanos Paino formaron parte, junto a Leónidas Gambartes, de la Agrupación de Plásticos Independientes de Rosario. 20
Molina-Tellez, Félix (1900-1950). Escritor y folklorista rosarino. Entre sus obras cabe mencionar: Tierra madura (1939) Dioses del tiempo (1940), Tiempo de luna redonda (1942), El mito, la leyenda y el hombre folklore (1947). No ha sido posible dar con datos biográficos del hermano del escritor al que se refiere Montes i Bradley. 21
Castelnuovo, Elías (Montevideo, 1893 – Buenos Aires, 1982) vinculado a Rosario por su amistad con el cirujano Lelio Zeno con quien realizó un viaje a Moscú en 1931. Castelnuovo mantuvo correspondencia Juan Filloy. 22
Berlengieri Carballo, Juan (1904 – 1941). Grabador y pintor rosarino. Había estudiado en la Asociación de Fomento de Bellas Artes con Jean Poteau y fue aprendiz de Alfredo Guido y Antonio Berni. Miembro fundador de la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario (1934). 23
Portela, María Carmen. Escultora. Esposa del abogado Rodolfo Aráoz Alfaro. Ella y su marido asistieron al poeta español Rafael Alberti y su mujer María Teresa León cuando arribaron, exiliados, a Buenos Aires el 2 de marzo de 1940. Apenas llegados, Rodolfo Aráoz Alfaro les dio cobijo en la casa que tenía en Totoral, provincia de Córdoba. María Carmen esculpió un busto del célebre poeta español y este
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sé “su tragedia” te solicito si se puede lo que te queda dicho. yo creo que vale algo más de ese precio pero por favor, procede con libertad amplia. otra cosa: de córdoba donde actualmente se encuentra, te irá una réplica en yeso de “torso” premio estímulo en el nacional de hace unos años, de horacio Juarez24, de mi pertenencia. él me la obsequió i yo gustoso he dado instrucciones a mi cuñadita allí, para que por “villalonga” te la remita, como obsequio para tu museo. no tengo el catálogo aquí, pero si tu lo tienes a mano, fijate en que año fué. en forma moral estoi vinculado a ese premio –como que la solicitud de remoción, está llamada con letra de mi mano– i quiero que sea un gran afecto, quien me sustituya en su tenencia i propiedad. luego que aparezca en los diarios los comentarios de cuánto nuevo llega al museo, te agradeceré unos ejemplares para hacerles llegar a los que tan bien atendieron mi pedido. desde ya obvio es decirte que me constituyo en ad honorem representante del “museo de río cuarto” para tratar de enriquecerle con obras de mérito, etc, etc. pronto te llegará el n° 1 de mis cuadernos de arte que lleva la monografía de sergi,25 i al que seguirán 16 más cada uno dedicado a un valor de nuestra plástica, pintores, escultores, ceramistas, grabadores, dibujantes, caricaturistas, etc. se editan en bs. as. i la fecha de aparición del primero está señalada para el próximo mes. Te encarezco me remitas una sucinta reseña de lo que será tu próxima novela,26 anunciada. quiero agregar ella –o mejor dicho lo que tome de ella– [a] mi glosa sobre tu obra, que pronto verá la luz en bs. as., en revista de la que te haré llegar un ejemplar, artículo que te prometiera cuando estuvimos en bs. as. ¿no tienes aun la portada que me enviaras un ejemplar o copia fotográfica? olvidaba. en el paquete del óleo, van algunos impresos por si te son de interés. hasta pronto! saludame amorosamente al “gran” filloy, i con afecto a tu compañera, mientras tu recibes un afectuoso y cordial abrazo de r.e. montes i bradley
supo escribir una monografía sobre su benefactora que editorial Losada publicó en 1956. Según se desprende de su correspondencia con Santiago José Chierico, Filloy habría conocido a “la señora Aráoz Alfaro” en Córdoba, hacia 1936. 24
Juárez, Horacio (1901-1977). Escultor.
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Sergi, Sergio (Trieste, 1896 – Mendoza, 1973) Pintor, escultor y grabador nacido. En 1927, se trasladó a la Argentina donde se instaló en Santa Fe y, más tarde, en Mendoza donde fijó su residencia definitiva. 26
Se refiere Caterva, novela de Filloy editada a finales de ese año Filloy por los Hermanos Ferrari.
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hoi 8/2/1937
♣ hoi, 12/III/1937 mi estimado Filloy: tus dos cartas, oportunamente llegaron a mis manos, no así el telegrama que anunciaba la primera, razón por la que, yo decidí hablarte telefónicamente, para saber si mis envíos habrían llegado. de todo, como tu bien dices, me informó tu amable compañera, de quien tuve a través del hilo la impresión más agradable que imaginarse pueda, a pesar de que te diré honradamente, la encontré en su voz, vieja conocida, no sé a que debido, si a tus charlas sobre ella o a singular caso. le hablé como si hubiera hecho tiempo que nos hubiéramos encontrado i pienso siempre, desde aquel instante fugaz, en si no habré sido demasiado poco comedido i agradecido, para su atendiosa obsequiosidad al satisfacer mis interrogantes tan amablemente. en fin, ella sabrá disculparme, al conocer esta verdad. i bien, agradecido a los atentos recuerdos que con motivo de este envío que te he efectuado para enriquecer el museo de tus desvelos, envío que espero repetir en la medida de mis posibilidades, en homenaje de amistad que tu bien aquilatas, paso a decirte cuanto me solicitas. primeramente direcciones:27 maría carmen araoz alfaro – mause 1760 (bs. as.) juan berlengieri carballo –moreno 1168 depto 2° (rosario) josefina siccard redl – (a cargo de la sra margarita n. de neuschlosz) san luis 3443 (rosario)28 sergio sergi – museo rosa galisteo de rodríguez – plaza 1°de mayo– (santa fe) juan carlos castagnino29 – mexico 311 (bs. as.) guillermo i godofredo paino – buenos aires 1151 (rosario)
27
Según se desprende de su correspondencia, Filloy pedía a sus amigos direcciones de “personas de autonomía intelectual” –como consta en carta a Santiago José Chierico– con el objeto de enviarles sus libros y así engrosar su lista de lectores. 28
Siccard Redl, Josephine fue una pintora austríaca, aunque nacida en Praga en 1878. Aparentemente se trasladó primero a Istria y, posteriormente, a la Argentina, donde murió en 1938. No ha sido posible establecer, en cambio, quién fue Margarita N. de Neuschlosz. 29
Castagnino, Juan Carlos (1908 – 1972).
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a estas direcciones habría que agregar la de clement moreau30, a quien todavía no le escribirás. los grabados de él y de sergi,31 me pertenecían (los que te remití). sergi ya sabe que me desprendí de ellos, en homenaje a tí, pero moreau aún no, por lo que te abstendrás momentáneamente de escribirle (para evitarlo por olvido, etc. no te incluyo su dirección). yo te anunciaré cuando puedes hacerlo. quiero como a sergi, decírselo personalmente, para lo que espero mi próximo viaje a bs. as. que tiene ya fecha fijada. ahora, al propósito tuyo de remitirles tus obras, perdóname que confidencialmente te indique que puedes hacerlo a maría carmen y sergio sergi por cuanto son ellos los que habrán de saber léerlas. he visto en alguna biblioteca en bs. as. (i te diré cuanto te vea, a quien pertenecía) estafen!32 a medio leer, (más disculpable hubiera sido: sin leer), por lo que creo, debes remitir tus obras, a quienes las lean y las entiendan o procuren entenderlas. Sobre este tema, alguna vez hablaremos largo, por de pronto quede mi consejo o mejor, sugerencia creo que hasta una atenta nota. con tu segunda carta, me llegó el giro para berlengieri, a quien se lo hice llegar. el correspondiente recibo me lo entregará en estos días, i ni bien me lo entregue te lo remitiré. de autorretrato van ahora dos fotos más, por si acaso te fueran útiles, i de retrato óleo de uno por 0,70 propiedad por adquisición del Museo de bellas artes de rosario, una para conocimiento, i lo que gustes. siempre confío en que todo cuanto aparezca en diarios, etc. me lo recortes i envíes oportunamente. lamento que no te pueda asegurar te llegue para la semana de Río Cuarto, mi segundo envío con cosas de ángel guido, estrada bello, alfredo guido, Chelo, rebuffo, etc., que se está formando. (i Gambartes, que aún no entregó).33
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Moreau, Clement. Grabador y artista gráfico nacido en Alemania en 1903 con el nombre de Carl Josef Meffert. Se trasladó a la Argentina en 1935. Durante las décadas del ’30 y del ‘40, fue el grafista más importante del diario de los grupos antifascistas alemanes –el Argentinisches Tageblatt– y el primer dibujante del semanario argentino Argentina Libre donde publicó numerosas caricaturas políticas e historietas sobre el régimen nazi y sobre Hitler. Más tarde empezó a ocuparse de temas más típicamente argentinos. En 1961 se trasladó a Suiza donde falleció en 1988. 31
Pocos meses después de fechada esta carta, el 2 de mayo de 1937, Sergi le escribía a Juan Filloy: “Señor Don Juan Filloy! De mi mayor consideración: Con enorme placer he recibido sus dos muy amables cartas y los libros, y estoy confundido frente a sus elogios para mi modesto trabajo y frente a mi conciencia, porque no tengo derecho a agradecimiento tan amable y me explico: El Señor r. e. montes i Bradley tenía muchos trabajos míos en su poder y quiso honrarme enviando al museo que usted tan dignamente dirige algunas estampas (…) … por amor a la verdad debo decirle que dado mi respeto por los museos tengo por norma nunca ofrecer trabajos míos porque sería obligar a quien los recibe a ‘colgarlos’. Figurar en su museo y haber recibido sus elogios es para mí un honor que buscaré de merecer y le agradezco sinceramente su magnífico regalo. Hace tiempo deseaba leer alguna obra suya. (…)” 32
Estafen (1932) es la primera novela y el segundo libro de Juan Filloy, editado por la imprenta porteña de los Hermanos Ferrari. 33
Guido, Ángel (Rosario, 1896 - 1960). Arquitecto, ingeniero, historiador, urbanista y escritor. Fue uno de los creadores del Monumento a la Bandera y padre de la escritora Beatriz Guido. Enrique Estrada Bello
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en cuanto al torso de Juárez, no es el mismo, por lo que, te lo remitiré o te lo haré remitir desde Córdoba (si es que hai interés) es como el que tu describes recio, pero femenino. repaso tus cartas, a esta altura de la mía para saber si me olvidaba de algo, i hete aquí, que nada menos que referirme a la grave dolencia de tu papá me quedaba en la estilográfica. ¿qué hai de ello? ¿pasó el susto? ¿de qué se trata? ¿cómo está ahora? gracias por cualquier información que me des de su salud, que por serte grata merece mi respetuosa atención, i mis enhorabuenas para que su mejoría que tus palabras anticipan se acentúe. en cuanto al comienzo de tu segunda carta referente a su influencia narcótica, bien sabes que no es sino todo lo contrario, lo que ellas introducen en mi. Conste. lo que pasa es que soi un poco haragán i algo desordenado. estoi apretando la letra, para decirte muchas cosas más. mis cordialidades para los tres. las mías y la de los míos.
♣
mi querido Filloy: tengo aquí tus líneas doloridas que se han anticipado a toda otra noticia referente al deceso del “tata”.34 me uno a tu dolor, que me imagino imponderable, justifico i trato precisamente de atenuar, con la seguridad que me permito darte, de que me tienes a tu lado. pasé el trance, i haría lo imposible por evitárselo a quien unido está a mí, por lazos de sincera camaradería ¡qué amargor extraño tiene la partida de quien engendró o concibió el propio barro! ……………………………………. “de la tormenta al iracundo empuje “no has de balar como la oveja triste
(Santa Fe, 1887-1964). Pintor, fundador y presidente de la Asociación de Artistas Plásticos Santafecinos. El Museo de Artes de Santo Tomé lleva su nombre. Alfredo Guido (1892-1967). Pintor, ilustrador y aguafuertista rosarino. Escenógrafo del Teatro Colón. Víctor Rebuffo (Turín, 1903 - Buenos Aires, 1983) Pintor y grabador. Mantuvo correspondencia con Juan Filloy. Leónidas Gambartes (1909-1963). Pintor que formó parte de la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos fundada por Antonio Berni. No ha sido posible establecer quién fue “Chelo”. 34
Filloy Tallón, Benito. Padre del destinatario, había fallecido unos días antes, el 19 de marzo de 1937. Oriundo de Pontevedra, donde nació el 15 de setiembre de 1857. Llegó a la Argentina a fines del XIX y se instaló en Tandil. Allí, según testimonios del escritor, adhirió al rosismo y conoció a su madre, Dominique Grangé. En 1888, la pareja se trasladó a Córdoba.
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“sino rugir como la fiera ruge35 Recuérdome de Julio fernando rebelde sonetista no quiero ahora decirte nada más, te agradezco fraternalmente el personal lúgubre aviso i te tiendo mi diestra cordial en tí la de los tuyos en mí la de los míos hoi 31/III/937 Adj. el recibo de berlengieri que me lo hizo por el total […]36
♣
Mi buen Filloy: Tengo tus últimas dos cartas desbordando tu espíritu cálidamente fraterno, i por ellas mismas no debo dejar pasar ni un momento sin contestarlas. Anoche casi lo habría hecho con la primera, pero decidí aguardar tu anunciada, que no demoró sino horas, para darme el placer de saberte satisfecho con tu ímproba labor de los últimos cinco meses, que tan bien se han coronado! Me alegra tanto saber que tus esfuerzos no han resultado estériles!. Ahora comenzaré por agradecerte en nombre de Berlengieri –que siente por tí devota estima– el giro por la segunda cuota, que fué mui oportuno, a su decir. Enseguida, corresponde que te agradezca tus conceptos. Ellos me obligan imperecederamente para el museo de Río Cuarto, no ya para el amigo Director que hace ya tiempo vive en el mundo de mis verdaderas estimas. Cuenta conmigo para cuanto tú creas que te pueda ser útil, tanto aquí como en 35
Versos de José de Diego, poeta, político y abogado puertorriqueño (Aguadilla, 1967 – Nueva York, 1918). Montes i Bradley trascribe, la tercera estrofa, es decir, el primer terceto. El poema completo, dice así: “¡Ah desgraciado si el dolor te abate,/ si el cansancio tus miembros entumece!/ Haz como el árbol seco: reverdece/ y como el germen enterrado: late.// Resurge, alienta, grita, anda, combate,/ vibra, ondula, retruena, resplandece…/ Haz como el río con la lluvia: ¡Crece!/ Y como el mar contra la roca: ¡Bate!// De la tormenta al iracundo empuje,/ no has de balar, como el cordero triste,/ sino rugir como la fiera ruge./ ¡Levántate!, ¡Revuélvete!, ¡Resiste!/ Haz como el toro acorralado: ¡Muge!/ O como el toro que no muge: ¡Embiste!” 36
Original deteriorado hace virtualmente imposible la lectura del último renglón.
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Buenos Aires, etc. hasta donde pueda llegar mi modesta “zona de influencia”. He de mandarte los grabados prometidos, i a medida que pueda, algunos óleos que la magnificencia de determinados plásticos, hágame fácil o relativamente fácil conseguir en donación. Indudablemente, que todo será de primer agua, para no defraudar tus elogiosos conceptos, que no me canso de juzgar, dictados por tu benevolencia. Hoi veré seguramente a Berlengieri, i los Paino, a quienes seguramente, habrá llegado tu comunicación, i que estarán viviendo la grata emoción de tu cordial homenaje. Al primero, a quien le leyera, el párrafo de tu anterior, donde describes la forma en que han colocado auto[r]retrato, le tienes totalmente agradecido. Es muchacho humilde, pero de fondo afable i de probida conducta, que hoi pasa un “cuarto de hora” penoso. Me dices de la visita del Gobernador, i hasta de la de Guido37 –quien te habrá dicho su promesa, contraída conmigo en el sentido de obsequiar al museo “tuyo” con algunas aguafuertes–, de las impresiones tan favorables de ellos, pero ¿i de la que hicieran los plásticos cordobeses?. Cuando la próxima vez, me escribas, dime sus juicios, aunque sea escuetamente, i transcríbeme la nómina de los que fueron. Desearía pedirte tuvieses a bien, remitirme la lista íntegra –cuando puedas, pero sin que lo eches en saco roto– de las piezas originales que existen actualmente en el museo: autores, procedimientos i títulos respectivos, que habrá de servirme de guía para nuevas “conquistas”. Otra cosa: un ejemplar sin recortar del diario El Pueblo38 del miércoles 14, i otro del …… supongo que del jueves. Además: una foto de Longarini39, i otra tuya (que pueda perderse en el interior de un diario), con destino a publicar en La Capital. Yo quisiera hacer una reseña de los progresos del Museo riocuartense, i para ello, me serían indispensables algunos datos como esos, i algunos que se te puedan ocurrir: fundación, foto diurna del Palacio, nómina de algunas obras,
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Guido, Alfredo. El gobernador de Córdoba era entonces Amadeo Sabattini.
38
Diario de Rio Cuarto en el que Juan Filloy colaboró ad honorem desde 1921 hasta 1988. Fundado por Luciano Subirachs y Cunill el 1 de agosto de 1918, el diario El Pueblo funcionó en la calle Córdoba y se trasladó, en 1930, a la calle San Martín al 100, justo debajo de la casa de altos que el escritor adquirió en 1931 y en la cual vivió hasta mediados de los ‘80, cuando volvió a vivir en hoteles, primero y en la capital de la provincia, después. El diario, mientras tanto, había desaparecido en 1983, un mes después del retorno del país a la democracia, y apremiado por el descalabro financiero y la precariedad de sus instalaciones, para entonces, ya vetustas. 39
Longarini, Marciano Roque (Italia, 1876 – Río Cuarto, 1973). Artista plástico y co-fundador del Museo Municipal de Bellas Artes junto a Juan Filloy.
39
de los calcos, procedencia, etc. Si Plástica o Forma continúasen saliendo, allí haría algo, pero… Bueno Filloy, una vez más, gracias por todas tus gentiles alusiones, a tí i a tu compañera nuestros cordiales homenajes. Mi compañera no olvida vuestros tan amables ofrecimientos (yo tampoco ciertamente) i pienso en que no estará lejano el día de poder visitarles i conocerles, aunque desde ya queda a la recíproca. Para todos un abrazo cordial, de nosotros tres. Hoi 22/IV/937
♣
mi buen Filloy: antes que nada: enrique estrada bello, ituzaingó 1161, santa fe i m. 40
suero , urquiza 2575, rosario. luego: no es para tanto, gustoso he cumplido una deuda de honor con la pinacoteca de río cuarto i sus exquisitos propulsores. filloy amigo; merece mucho más; es espíritu dilecto, talentoso escritor, “pioneer” plástico i gran amigo, me pregunto, si a esos títulos falta algún otro, para que una modesta colaboración como la mía, pueda demorarse. (lo que lamento deveras es la existencia de errores que malos linotipistas i peores correctores, deslizaron en la nota.) felicítoles por el impacto “mosca” que significa la organización a ser posible vernácula, de una sala panamericana contemporánea –recalco esto, porque no hacerlo así sería andarse por las ramas de tiempo, que es cosa mayor, por lo compleja. lamento que la noticia haya llegado tarde. me hubiera gustado referirme a ella, como a otro de los aciertos de esa capaz dirección, 40
Suero, Juan Manuel. Pintor y grabador nacido en Extremadura en 1909. En 1914, su familia se trasladó a La Plata, donde obtuvo el título de profesor de enseñanza superior en pintura y grabado en la Escuela Superior de Bellas Artes. En Rosario ejerció la docencia y llegó a ser director del Instituto Superior de Bellas Artes dependiente de la UNR. Murió el 6 de enero de 1999.
40
pero como una copia de ese artículo va a buenos aires, para aparecer en forma si no les disgusta la falta de “primicia”, allí irá el agregado. la federación de bellas artes se reune: luego filloy i los colibrillos de marras, llegarán a rosario. no tengo –ahora soi yo– seguridad de estar para el 8, día en que se anuncia la reunión aquí i la inauguración del mediocre “castagnino”.41 rodolfo acaba de pasar a sexto grado, ha rendido distinguido el primer año de inglés, luego del preparatorio, i el martes próximo rinde el primero también de francés. tiene derecho a la holgaza fuera de esta tierra rosarina, i pensamos huír para cambiarle de aire. con todo, allá veremos, anúnciame siempre la fecha de la venida, para tratar de organizar
ansioso espero tu
caterva i eso que estoi en deuda aún con filloy escritor. confiemos en que también cumpla antiguas promesas. para madame filloy, vayan nuestros respetuosos saludos, extensivos en besos, para el petit filloy. para el grande camarada, las dos manos, recias. primavera del 37. p.d.:
el envío de ejemplares, no vale la pena hablarlo. lo dispuse gustoso. alcanzaron?
♣ Mi querido Filloy: Dos líneas volando. Víctor Delhez42 expone aquí. Gran éxito!. Muestra formidable. Con Sergio Sergi hacen hoi por hoi los dos más grandes valores del grabado entre nosotros. Le he manifestado el interés que había en Río Cuarto por sus cosas –al menos por lo que Vd. respecta– i hasta me aventuré a algo más. En concreto, el asunto sería este: 1° exposición allí con el patrocinio absoluto del museo de las cosas (más o menos 50), 2° disertación inaugural 41
Se refiere a la inauguración del Museo Municipal de Bellas Artes “Juan Bautista Castagnino” que había abierto sus puertas en 1936 en la ciudad de Rosario. La inauguración oficial, sin embargo, fue el 7 de diciembre de 1937. 42
Delhez, Victor. Grabador nacido en Amberes. Estudió arte y se graduó como químico agrónomo en la Universidad de Lovaina. En Amberes hizo sus primeras exposiciones y se imprimió una primera serie de grabados. En 1925 se trasladó a Buenos Aires donde trabajó como arquitecto. En 1933 se mudó a Bolivia y en 1940 regresó a la Argentina para instalarse definitivamente en Chacras de Coria (Mendoza). Ejerció la docencia en la Universidad Nacional de Cuyo. Falleció en 1985.
41
sobre su arte a mi cargo. Que os parece. Ahora bien. Hai que pagar gastos de traslado i estadías. Delhez desde Córdoba adonde viajará enseguida que termine aquí. Montes i Bradley desde Rosario. Los grabados posiblemente desde aquí, de donde aprovecharía los 50 kilos del equipaje. En el interés de obtener a ser posible, algún peso más en concepto de honorario, a fin de cubrir mi ausencia de ésta, yo podría aprovechar la estadía i dar otra disertación sobre algún otro tema plástico o literario bajo el patrocinio de alguna otra entidad: Jockey Club (hai), Club Social, Biblioteca, etc. que así, habrían de abonarla módicamente. Vd. verá, que puede hacerse. La contestación [ininteligible] aquí dirigida, para que convengamos definitivamente con Delhez. Con él está Arranz,43 también podría hacerse la de cerámicas suya, i también podría presentarle, ya conjuntamente, ya disertación aparte, posterior que
bien
podría
justificar
lo
que
dejo
dicho
en
segundo
término.
Indiscutiblemente que también ella es óptima. Quiero que lea [ininteligible] que supongo se lee allí, el número del 4 de junio. En él hablo de Nicasio44 i le cito. Dígame su opinión. Mañana o pasado tendrá allí el primer número de [initeligible] –boletín de cultura intelectual– que comencé a publicar. Déme su mano. Se lo ruego en el orden espiritual. Hasta la suya, que debe ser a vuelta de correo. Las exposiciones i conferencias podrían ser en Julio (fines) o agosto – preferentemente julio–. Mis –o nuestros– homenajes a la compañera i al pebete i para Vd. nuestra diestra cordial.
Por favor: Remítame dos Catervas dedicados a Raymundo Bosch –uno– i a Arturo Fruttero45 –el otro– ya le hablé de ellos.
♣ 43
Arranz, Fernando. Ceramista nacido en Madrid en 1898 y fallecido en Buenos Aires en 1967. Allí había creado, en 1939, la Escuela Nacional Industrial de Cerámica. 44
Nicasio, Alberto (1902-1980). Xilografista cordobés nacido en Barrio General Paz. Premio de Honor en el Salón Nacional de 1956. Participó al año siguiente en la Bienal de San Pablo. Director de la Escuela Superior de Bellas Artes dependiente de la UNC. 45
Bosch, Raymundo a quien Montes i Bradley menciona reiteradas veces, era médico. Arturo Fruttero (Rosario, 1909 – Colonia Belgrano,1963) era poeta escaso como el propio R-E. Publicó Hallazgo de la roca (1944). Como traductor se destaca especialmente su versión de Las flores del mal, de Charles Baudelaire.
42
mi querido i gran filloy: extraordinarias tareas me han requerido estos últimos días en forma tal, hasta hacerme atrasar en mi correspondencia. sin embargo, la llegada de caterva… –con carácter de primicia, que es homenaje de amistad que aprecio– me fuerza –i lo hago con inefable gozo– a ponerme sobre el teclado de esta remington para decirte aunque sean dos palabras en respuesta a la tuya del 8 i en anticipo a esta novela extraordinaria que me ha colocado sobre sus páginas con interés que crece a medida que se vuelven por la lectura. es sencillamente una gran novela caterva… esos personajes que son los protagonistas de un drama telúrico americano, están recortados con reciedumbre de sociólogo maestro. tras ellos va el lector viviendo la angustia terrosa de gentes que allí, aquí i en cualquier parte de los cuatro caminos de esta tierra, rompen la vida por asegurarla. hacia la página 204, le sigo en su vida en almafuerte46 en lo de don rufo, cuyo drama, como todos los casos que integran la trama son absoluta i totalmente humanos. en fin… ya veremos que resulta de esta caterva... por definición híbrida i por construcción astuta, mientras tanto, mi enhorabuena. las cartas que recibí dirigidas a suero i estrada bello, i devueltas por el correo, no pudieron llegar, sencillamente porque el primero, pasaba sus vacaciones en La Plata – calle 7, nº. 1751– i había consiguientemente abandonado la pensión –Urquiza 2575–. Ahora, de regreso y alojado en Urquiza 1899, recibió de mis propias manos, sumamente complacido, la misiva de marras. En cuando a estrada bello, domiciliado en ituzaingó 1161, pero no de rosario, sino de santa fe, recibirá la suya, en la próxima semana, en que con ella tendrá mi visita i consiguiente explicación. el envío de la plata no sé con que explicación habrá llegado a ésa, pero sin buscar el halago del reconocimiento, debo confesarme gestor de la donación ya que pedí a suero, que solicitase de los muchachos de calidad que habían sido compañeros suyos en la plata –núcleo interesante i que promete– la donación de algunos aguafuertes, etc. que pedían ser remitidos directamente a río cuarto o ser traídos a su regreso, por él, para evitar a sus donantes el trabajo 46
Almafuerte: Localidad situada a mitad de camino entre Córdoba y Río Cuarto. La lectura que Montes i Bradley ensaya de esta novela –acaso la más conocida entre la producción de Filloy– no escapa a la que realizaron otros que se vieron igualmente atraídos, más por la construcción de los personajes, que por los avatares de la peripecia.
43
de embalajes, etc. que yo me proponía personalmente ejecutar. me complace que la “mercadería” sea de calidad, como dices en tu esquela del 8. conceptúo bajo todo punto de vista interesantísimo el aporte que pueda lograrse de la embajada de españa, referente a los grabados de picasso. hai que llorar con insistencia de bebé desnutrido, bien fuerte i prolongado, sino… bueno filloy, esperemos que este año, sea grande en emociones “plásticas”. que pueda realizarse el salón 1°. de artes plásticas de río cuarto; que vayan hacia el fortín artistas capaces de enseñar el alarde de la categoría espiritual, en esta especulación del intelecto. i que vayamos tambien algunos otros a decir alguna glosa de interés en algo, que podría ser si se quiere, la semana intelectual de aquella ciudad ennoblecida por la presencia de valores jerárquicos como los del autor de –estafen!. mis cordiales i siempre inalterables respetuosos homenajes a vuestra compañera, cariños amistosos al guagua i la diestra recia i fraterna para quien resta. hoi, verano del 38 ♣ mi querido filloy: acabo de recibir su envío que se habrá cruzado sin duda con piscis, el que ¡ojalá! sea de su agrado. esquemático debo ser en razón de la extensión de la esquela. ratifico en nombre común el agrado con que recibí la noticia del nacimiento, i así mismo las albricias para la niña i los plácemes para la madre.47 al padre, como siempre, el cálido i fuerte apretón de manos. todo bien, salvo una placa rota. “juan filloy i sus cuadernos48” irá en taurus para mi complacencia. mande sus libros a bosch. dice le escribió sin recibir nunca otra noticia suya. es director del instituto de medicina legal, profesor idem i buen amigo, que demuestra interés por sus cosas. el de fausto49 llegó. ya le escribirá.
47
Nacimiento de Monique, segunda hija de Juan Filloy, el 29 de mayo de 1939.
48
El propio Filloy aludía a los libros que publicó en la década del ’30 como “cuadernos”.
49
Hernández, Fausto. Poeta rosarino nacido el 26 de noviembre de 1897. Colaborador de la revista Paraná editada por Montes i Bradley. Entre sus obras cabe mencionar: Hacia fuera (1926) y Pampa (1938) que, publicada en la serie de los Cuadernos del Litoral también dirigida por Montes i Bradley, era la primera parte de una trilogía titulada In mente. A Pampa, Arturo Fruttero le dedicó un estudio publicado en 1964: Fausto Hernández y la poética de Pampa. Además, en su poema “Fruttero se va al campo” –en algunos de cuyos versos el autor rendía homenaje a los intelectuales y artistas de Rosario–: “Como antídoto de soledades lleva un poema de Fausto./ Y
44
juvenal ortíz saralegui50 me envió para vd. su flor cerrada. se la remito. gran espíritu que le brindo amigo. en el volúmen su dirección. por correo aparte vá la hermosa litografía de spilimbergo, con datos personales anotados con lápiz en el reverso. en otra encomienda una acuarela de leónidas gambartes, primer premio de acuarela en rosario, gran muchacho que apunta fuerte. también van diez ejemplares de pampa51 que agradeceré remita para su venta a alguna librería, con el 25% de descuento en favor del librero. si tienen algún amigo comprador, allá vd… tengo muchos deseos de verle i… verles. mientras ello, mis afectos cordialísimos.
puesto a la defensa contra la angustia, la lírica honda de Sabat./ Una escultura de Paino le hablará sobre la elocuencia del volumen…” 50
Ortíz Saralegui, (1907-1959). Poeta, crítico literario y periodista uruguayo. En Montevideo dirigió la revista Vanguardia junto a Juan Carlos Welker. Sus primeros libros fueron: Palacio Salvo (1927) y Línea del alba (1931). Colaboró en revistas y periódicos y editó los Cuadernos Julio Herrera y Reissig. Organizó las jornadas poéticas de Piriápolis (1957-1958) de las que participaron escritores de toda América. 51
Pampa de Fausto Hernández con el que Montes i Bradley inauguró la serie de Cuadernos del Litoral. Según Montes i Bradley, Pampa destaca al autor “entre los mejores poetas de América”, y agrega: “Esto ya lo sé, pero necesito decirlo, al presentar a vuelo de avión al autor inaugural de esta empresa ruda, que es lanzar los Cuadernos del litoral en medio indiferente, que vive una fiebre agiotista según la cual nadie está dispuesto a dar, sino a recibir…”
45
Pampa. 1ra edición. Cuadernos del Litoral. Serie Hechos Líricos. Volúmen I. Editados y dirigidos por R-E Montes i Bradley. Portada de Alfredo Laborde. Ex Libris de Leónidas Gambartes. 56 páginas; 74 poemas. 15,5 x 23 cm. Comentarios de solapa sobre Fausto Hernández y Alfredo Laborde de R-E Montes i Bradley. "ex libris" de Gambartes. Se anuncian otros dos números de Hernandez y uno de Luis Gudiño Kramer (éste con ilustrado con grabados de Agustín Zapata Gollán).
46
caro filloy: dos líneas a la volada
.
salió una encomienda para vd. fueron las cosas anunciadas. ahora la guía, para retirarla y para que no le vuelvan a cobrar. la dirección de leónidas gambartes es moreno 76, rosario, i guayra 3818, buenos aires, la de lino eneas spilimbergo, por si le quiere hacer llegar su gentil palabra de gratitud, al propio tiempo que alguno de sus cuadernos, ambos se lo agradecerán vivamente. en cuanto a mí, solamente quiero pedirle, me remita la VI parte de sus exquisitas observaciones en torno a problemas i cosas del arte, que tan bien se leen y tanto se elogian. i nada más por ahora. saludos nuestros para vds. saludos mui cordiales. “madame” como vd. dice, teje ahora unos escarpines… para la “purreta”, confiemos en que llegarán antes de que calce sandalias. que conste –i es la última nota– que no vivimos en el hotel de albino pagliano, como pudiera creerse por el heráldico timbrado.52
hoi, otoño (último día) del 39.
♣
mi querido filloy:53 hoi recibo tu pedido. le faltaba franqueo, le impusieron una multa, parece ser que lo trajeron estando la casa sola, lo devolvieron a la central postal i ésta lo hizo figurar en la lista de “detenidos”. un comedido que vio en los diarios el apellido me avisó i fuí a retirarle luego de una cuarentena involuntaria. del correo me fuí a la sociedad central de arquitectos –divisional rosario– i solicité
52
La carta está mecanografiada en papel del Grand Hotel Italia de Rosario, propiedad de Albino Pagliano tal y como lo indica el membrete. 53
Carta sin fecha.
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nómina de socios que te agrego, marcando con una cruz a los que verdaderamente creo capaces de una realización arquitectónica en consonancia con estéticas i funcionales aspiraciones de los organizadores del concurso. hasta aquí este tópico. supongo en tu poder sagitario cuya impresión esperé me trasmitieses, vanamente. dos o tres días más e irá capricornio sobre el que no te adelanto nada, temeroso de que su antecesor no te haya producido impresión favorable. quiero decirte aunque ya te habrás dado cuenta i la habrás justificado, de la omisión de tu sección. correspondía que fuera pero pensé que era demasiado cargar la nota sobre plástica, i decidí postergarla para luego del término de david a tanguy. adviertóte que la gente pregunta por el fin de la sección, en especial los plásticos, el interés aumentará entonces con la reanudación. podrías enviarme desde ya un par de páginas más, porque yo las hago componer cuando en la imprenta están menos atareados, i quedan como la que ahora tengo, armadas, nada más que esperando turno. así es como tengo varias páginas listas. i madame et fils? saluda a la primera i entrega nuestros cariñosos besos a los segundos. como siempre tenme tu cordial tovarich.54
p.d.: en itinerario de América tu discurso apareció sin errores?. Si no fue así, dime cuáles llevó.
♣ mi querido filloy: de todas maneras, muchas gracias!. había caído en cuenta de la errata, ni bien aparecido el número, pero, no quise salvar el error hasta el fin del artículo, para en una única fe, dejar a salvo todas las que pudieran pese al cuidado, escapárseme. así es efectivamente, theodore no es henry55, un siglo le separa, el primero pequeño burgués se daba el lujo de veranear primeramente, para luego residir en un castillejo semi-feudal en el que murió, en barbizon, en
54
Tovarich: En ruso, camarada, compañero.
55
Rousseau, Theodore (1812-1867). Pintor francés de la escuela de Barbizon. Henri Rousseau (18441910). Pintor francés post-impresionista.
48
tanto que su homónimo, pobre carabinier destinado al servicio de aduana, era proletario por lo que tomó la naturaleza bien distintamente a la manera galantemente frívola, con que pese a su romanticismo, la aprehendió aquel. obvio está deciros que valorizo profundamente emocionado i agradecido el gesto de escribir para apuntarme el error, i confío en que no por la razón de que este allá sido advertido por mí, dejéis de marcarme en las sucesivas ediciones del boletín –por lo menos en cuanto hace a mis cosas– cuanta errata, de la seriedad de la de marras advirtáis. es esta la valiosa manera de colaborar a que yo hago referencia cuando el sustantivo amistad se manosea. simultáneamente aparecen dentro de una semana, a mayor demora, acuario i peces, donde queda finalizada la información-crítica que comenzó en sagitario de la exposición francesa, i a la que revistas especialmente extranjeras, asignan gran mérito i valor, además de individualidades que con tal motivo, me han hecho llegar sus voces de aliento i estímulo, al aplaudirme sin reticencias. en seguida reiniciaré las páginas valiosísimas que suscribe i que ahora verá citadas varias veces con motivo de mis referencias a las modernas escuelas plásticas. no podían quedar omitidas en la bibliografía consultada a tal efecto. i dudo que en lo sucesivo, escribiendo sobre la materia, en américa, al menos, se pueda dejarlas de lado. las valorizo debidamente i no termino de agradecerlas. estas dos últimas son magníficas, hai aciertos de juicio, según pienso, estupendos. i siempre me digo: ¡ojalá! no se terminasen. quiero ir a río cuarto sin falta para junio o julio, de allí seguiré según noticias que me transmiten de mendoza –tudela y ramponi56–, de san rafael – mauleón57– hasta la provincia andina i a lo mejor hasta su socia: san juan. necesitaría desde ya ir concretando. siempre contando con vuestro auspicio i el de la escuela normal ¿qué se podría hacer caro filloy?. me agradaría no solamente algún párrafo sobre el aspecto económico sino dos sobre la cuestión temas más apropiados para río cuarto, lo mismo que si podría contar con ilustrar con diapositivas alusivas, mis exposiciones. con liberalidad absoluta, le ruego que me de sus impresiones, sugerencias, etc., sobre este viaje que lógico es pensar, me agradaría enormemente poder efectuar. estuvimos con “madame et fils” en córdoba chivateando para los días de carnaval. quedamos unos días en la “docta” abrigando a diario, la sorpresa del 56
Tudela, Ricardo y Ramponi, Enrique. Escritores mendocinos con quienes Filloy mantuvo correspondencia. 57
Mauleón Castillo, Rafael. Promotor cultural, fundador de la revista Cuyo-Buenos Aires.
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encuentro y aún de vuelta de río ceballos, nos mantuvimos a la expectativa que la suerte adversa nos barrió. unas copas de mosela –a la salud de fernán félix, en el munich58– nos hubiesen remozados los espíritus en la recordación, la glosa i la confianza de los mutuos proyectos que el futuro aguarda. lamentamos de veras con virginia la desilusión. ella no deja de lamentarse de no haber conocido todaviá! a “madame filloy” a quien yo uno en afectuosa remembranza cada vez –i no son pocas– que en casa se comenta las –estás si son más– raras virtudes de (aquí el nombre también de “monsieur”)… para ella i los chicos, entonces, nuestros afectos más cariñosos. Para vd. mi diestra en la que está la “flia.”, fuerte i cordial. hoi, 2 de marzo de 1940 “es siempre preferible decir una confidencia a decir una conferencia” “un gran momento basta a todo hombre”59 ϰ r-e. montes i bradley60 mi querido filloy: vd. no se imagina la satisfacción que nos ha proporcionado su carta última. exulta ella su gozo, pero de una manera nobilísima que aunque ciertamente no me extraña ya que es vd. quien la firma, me obliga, i por cierto con sumo agrado a decirle mi agradecimiento más íntimo. he trabajado como por costumbre tengo hacerlo, devota y celosamente, i al cosechar luego de la siembra desinteresada y recia, nada más grato comprobar que manos amigas se extienden para decirme, estoi obligado a pensar que con sincera emoción, la gratitud por una lectura que sino siempre –aquí es un caso– implica lección, al menos se ha leído… como quería que fuese leído. iré pronto a río cuarto, i entonces hablaremos si cabe, algo más sobre el tema, sino en sí, en su proyección que en muchos aspectos, su carta enfoca con magnífico acierto i juiciosa severidad. En tanto, una vez más, mil gracias. 58
Fernán Félix de Amador (Luján, 1889 – Olivos, 1964). Crítico de arte; colaborador La Prensa y docente en la Escuela de Bellas Artes de La Plata y en la Prilidiano Pueyrredón. 59
Oraciones manuscritas en tinta negra que a juzgar por su caligrafía le pertenecen a Juan Filloy.
60
Membrete en tinta roja en el original que se reitera en muchas de las cartas que siguen.
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pienso ocuparme de dos temas –museo i escuela normal– que parécenme interesante para allí… interesantes i audibles: “lo vernáculo en la plática argentina” i “la cerámica, arte de todos los tiempos”. ambos serían ilustrados con diapositivos. ahora bien; estos temas son susceptibles de cambios, si a vd. no le parecieran convenientes, por lo que quedo esperando cuanto antes, su indicación. en cuanto a mi traslado –gastos de viaje– debería yo contar exclusivamente con los honorarios percibidos del museo, o serían costeados aparte de ellos?. la escuela normal por ejemplo no podría hacerse tan solo cargo, del pasaje?. aclareme sin violencias, este particular. restaría la fecha en cualquier día de la semana que corre entre el 4 al 11 de agosto o sino en la que comprenden los días extremos 18 i 25 del mismo mes. viene bien?. vd. dirá. celebraría que su compañera i los pequeños al igual que vd. recibiesen ésta en goce de perfecta salud. a estos votos que son de los tres por aquí, unimos nuestros afectuosos saludos. filloy tenga hoi más que nunca, si cabe la locución, mi abrazo cordial Hoi, otoño del 40.
p.d.: quería sorprenderlo, pero gratitud obliga, a anticiparle la aparición de una “espectroscopia de juan filloy”, que irá en toro posiblemente (razones de armado de cada número, obligan el uso del adverbio, pero el trabajo ya está parado.) otro sí (no jurídico): voi luego de río, a la plata, invitado por pettoruti61, para hablar en el museo. ϰ
mi querido filloy: aquí va acuario i peces ¡ojalá! os encuentren gozando de perfecta salud. al final de la lectura de de david a tanguy pretendo, siempre que sea sin violencia alguna, una esquela referida exclusivamente a la impresión que su lectura haya provocado en el finísimo espíritu de juan filloy. 61
Pettoruti, Emilio. (La Plata 1892 - París en 1971). Pintor argentino.
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estoi entregando originales a la imprenta para oveja i toro que quizás vean la luz simultáneamente. nuestras manos juntas, fuertes i cordiales para vds. cuatro. hoi otoño del 40. ϰ
caro filloy: estaba en buenos aires cuando me llegó su carta, cuya demora no sabía francamente a que causa atribuir. con todo, alguna parte de esta demora mía, es provocada por aquel párrafo amabilísimo de la suya colocado entre discretísimos paréntesis. pensaba viajar sólo, en cambio ahora, luego de consultar a mi compañera que hallábase (i áun está) en córdoba lo haremos los dos. indudablemente que ya no podrá ser antes de la segunda quincena de setiembre. pienso que podríamos inaugurar allí la primavera del 40. en ese caso la conferencia del museo sería el sábado 21, por la tarde o por la noche (cuando vd. diga) i la del “ateneo del colegio nacional” si no le parece a vd. mal, podría ser o bien, el martes siguiente o el jueves precedente. claro está que estas cosas de días i horas, vd. deberá ver las que mejor convengan a intereses i modalidades de allí, por cuanto yo estoi anticipadamente avenido a sus gentiles i siempre razonables órdenes i sugerencias. casi seguramente, variará el tema de la segunda conferencia, que procuro verse sobre el grabado en argentina de hoi, para coincidir con la inauguración de la exposición de nicasio en el museo. éste i “lo vernáculo en la plástica argentina” me ocuparían indistintamente. yo más adelante le enviaré los títulos definitivos para las invitaciones, cuya confección en sus manos in-dis-cuti-ble-men-te alcanzará mayor realce de distinción, que la descomunalmente grande del “ateneo” que vd. ha tenido la deferencia de agregarme a sus líneas. con los títulos definitivos irán, asi mismo, los guiones de ambas disertaciones. además dígame vd. si cree necesarios algunos clichés, que yo ya tengo hechos, para papel diario (a efectos de alguna propaganda en la prensa de allí
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(tribuna62, etc.) i para ilustración, por si acaso se cree propio agregar con unas breves líneas que dejo a su cargo, con datos que le alcanzaré, en las invitaciones. hágame saber si la exposición nicasio se efectúa, i cualquier otra cosa que a vd. le parezca conveniente. por de pronto, sepa que virginia i yo estamos cordialmente agradecidos a las anticipadas atenciones de vds. i que estamos dispuestos a someternos de buen grado (aunque no es mui propio, i quizás admita aún (una vez allí) alguna discusión) a ésas exigencias “dictatoriales” que el huésped preanuncia. nada más… como no sea el efusivo abrazo de invariable cordialidad para todos, de los tres. hoi invierno del 40. otro sí: pero, el epidiascopio se puede llevar al museo?. porque yo pasaría si me ocupo del grabado, algunos diapositivos ilustrativos, que siempre pasararían [sic] de las dos docenas.
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mi querido filloy: confío en que vuestro fernán63 esté ya bueno. hemos formulado votos con virginia, porque su operación fuese exitosa i su reestablecimiento rápido i seguro. a “madame” nuestra presencia fraterna. con estas líneas oveja i toro i pronto, mellizos. en esta oportunidad, quiero dejar una vez más, expresa constancia de mi agradecimiento más efusivo por la permanencia de vuestro nombre en las páginas de mi boletín, permanencia que lo enaltece i lo honra de manera extraordinariamente grata para mi. i a propósito, debí quitar, siempre ateniéndome a autorización previa, de esta entrega VII que inserta to[ro], “arte i vida”, con la que justamente, se 62
La Tribuna fue un diario de Rio Cuarto de filiación radical y en el que habría colaborado Filloy. Dirigido por Ángel Zavala Ortíz, apareció entre 1935 y 1944. 63
Filloy, Fernán (1936-1998). Primogénito del escritor, había nacido con labio leporino y fue sometido a numerosos tratamientos y operaciones a muchos de los cuales se alude en estas cartas.
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excedía la página. la agregaré a la nueva entrega. siempre, que no sea molesto, recibiría de buen agrado dos o tres entregas más, para que la imprenta las vaya convirtiendo en plomo ágil. para cuando vuestra varonía64? hai expectativa cordial. de ella, me hubiese sido gratísimo haber adelantado algún fragmento que conservando cierta independencia en el todo, se hubiese prestado para la primicia, que presentaría como no se puede sino hacerlo, tratándose de esa “mercadería”. mi querido Filloy, nuestras manos, fuertes, en las vuestras. hoi primavera del 40
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Mi buen Filloy: Le irá Leon a fin de semana i Virgen para dos más. Quisiera que vd. fuese tan amable i me enviase un par de páginas de su tan sabrosa, siempre, contribución al éxito de mi modesto boletín. En Virgen va la última de las que tengo, i siempre quiero estar cubierto. Ahora bien, adjunto, corre un volante que le notificará de Paraná, algo que prometo bueno. Como descarto la presencia amiga, va también el recibo. Le estimaré devolución del volante firmado i si le parece que allí algunos pudiera[n] responder a una requisitoria similar, sus direcciones para hacerles llegar el mismo volante. Paraná, viajará allí para los primeros días de junio, pero llevará la nómina de suscriptores, por lo que desearía agotar las posibilidades de allegar presencias, más espirituales que pecuniarias a la almadía. Tenga vd. nuestro invariable afecto, extensivo como siempre para los cuatro, en realidad los tres (excluido vd. que los recibe antes).
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Como todos los de Filloy, este es un título de siete letras, solo que no se corresponde con ninguno de los libros del escritor y no es posible determinar a cuál de ellos se refiere, si acaso hubo un cambio de título. Sobre todo porque, a partir de esta fecha, Filloy deja de publicar y no vuelve a hacer hasta comienzos de los ’70.
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Antecedentes El precedente inmediato de Revista Paraná, fue probablemente aquel que Montes i Bradley concibió en Córdoba junto a Romero del Prado y Gómez Ibañes. En Directrices, “Revista de la Cultura Artística y Literaria” se destacaron Carlos Brandán Garafa, José Pedroni, Oliverio Girondo, Alfonso Reyes, César Tiempo y Lino Spilimbergo entre otros.65
Antes aún, hubo intentos premonitorios entre los que deberiamos señalar Perla de Oriente, emprendimiento juvenil dirigido por Montes i Bradley y realizado en colaboración con sus hermanos y hermanas. Estas ediciones de entre-casa incuían reseñas geográficas, pasatiempos, poesía, humor, reseñas de historia y literatura.
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Pereyra, Washington Luis. "La prensa literaria argentina (1890-1974)
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El objeto de la de Perla de Oriente fue entretener a familiares y amigos. Se editaron, presumiblemente, diez números en un perído de cinco años que abarca desde 1913 a 1918, el primero de ellos, cuando Montes i Bradley tenía ocho años de edad. Mi buen Filloy: Ahí van Mellizos i Cangrejo, con muchos, muchísimos recuerdos cordiales para vds. de nosotros, y deseos de que lo pasen bien i estén todos buenos, incluso Fernán de quien siempre ansiamos conocer noticias. 56
Pronto irá Leon i enseguida noticias de lo que será Parana. Mi invariable i cordial abrazo. Hoi, en postrimerías del verano del 41.
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Mi bueno i querido filloy: Me tomo la libertad de enviarle las pruebas de página, aunque les falta cabeza i foliatura, de un pequeño libro (en total las 200 páginas) intitulado El camino de Manuel Musto. No le diré de que se trata, porque ya le estoi pidiendo que lo lea. Aparece anticipado en Parana, que Vd. recibirá dentro de breves días, i luego en apartado bajo el signo/camarada de Hipocampo las prestigiosas ediciones de nuestros comunes i buenos amigos Cambours Ocampo i Fingerit.66 Es un trabajo en que procuro la vía dolorosa y su consecuencia, la pintura magnífica de un rosarino grande.67 Se acompañan muchas obras de distintos periodos que Vd. irá individualizando a través de mis páginas, i entre otras fotografías más o menos documentales, tres reproducciones a todo color, de cuadros de pintor tan lamentablemente ido. Vd. verá. I bien; quiero pedirle un prólogo. Al fin de cuentas, es esta la primera vez que voi a circular en libro con temas plásticos, i no todos tienen la obligación de conocerme a través del boletín –cuyo Balanza le irá pronto– i de Paraná u otras colaboraciones en diarios, etc. El camino de Manuel Musto está destinado a venderse o al menos, circular por toda América, i, perdóneme la franqueza i el pedido, quiero, me halagaría, el salvoconducto de sus palabras que conozco amigas, justas i por sobre todo responsables. Si accede, tómese Vd. la extensión que juzgue prudente y diga cuanto quiera con entera libertad. Irá lo que Vd. diga i como lo diga.
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Cambours Ocampo, Arturo (1908-1996) y Marcos Fingerit. Escritores. El primero, de Buenos Aires, se refirió temprana y elogiosamente a la obra de Juan Filloy. El segundo, de La Plata, supo cartearse extensamente con el cordobés a quien incorporó como editor de Fábula, la revista por él dirigida. 67
Musto, Manuel (1893-1940). Pintor rosarino formado en Florencia. Su primera exposición individual en la galería Witcomb (1922) tuvo crítica favorable de José León Pagano. Murió a los 47 años. Era vecino de Montes i Bradley.
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I nada más. Ah! Si quisiera sugerirme correcciones o supresiones de cualquier orden, le escucharía gustoso, como Vd. bien lo sabe. de invariable afecto/ Saludos de los míos para los suyos, i un grande abrazo para Vd. Hoi, primavera del 41.
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Mi estimado Filloy: Gracias; descontaba su gentil aceptación que me colma de regocijo. Vd. dice a propósito de mi pedido reparos de valimiento que no puedo pasar por alto i atribuyo a sus exquisitas dotes de hombre que no mira. Quiere decir entonces, que no acepto el que sea yo quien le conceda honores, sino Vd. que me los discierne, al aceptar suscribir las páginas liminares de El camino de Manuel Musto, que quiero someta Vd. a una verdadera prueba de fuego en cuanto a sus formas i a sus contenidos, por cuanto desde ya me comprometo a escucharle i a aceptar las sugerencias amables que me dicte. Aquí ya están confeccionados los clisés que faltaban y las páginas que inician los capitulejos, así como también la tapa, etc. por cuanto hace ya varios días me llegaron los clisés oficiales de Hipocampo. Esto no quiere decir, que no pueda esperarle todo el tiempo que Vd. necesite. Hasta el 5 de noviembre, pués bien, encantado; espero. I diga lo que quiera i como quiera i en la extensión que quiera, le confirmo a este respecto los términos de mi solicitud. Yo creo que en Musto la pintura obraba como catarsis de una constelación psíquica de intensidad i hondura dramática extraordinarias. Señáleme Vd. los reparos que juzgue oportunos. Esa es mi sintética conclusión que en la monografía se extiende, según creo, en una permanente demostración, i que a Vd. se la digo en dos palabras, en la intención de remarcarle mi propósito. Vd. dirá, i dirá bien. Desensillo i le espero, con verdadera ansiedad amistosa. Démele un beso a Fernán i otro a la nena. Para Vd. i para su gentil compañera nuestros invariables afectos, junto con mi gratitud. Hoi 17 de oct. de 1941
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P.D.: Le agrego la prueba en diario i a rodillo del clisé del retrato –último retrato de Musto. Me parece oportuno que aunque sea así, le vea. Va la tapa, i el resto de las reproducciones.
♣ Mi querido Filloy: Había recibido su carta del domingo 2, el miércoles, i por asuntos impostergables había estado en Santa Fe, desde el jueves hasta el fin de la semana, razón por la cual no le contesté de inmediato como lo hubiese deseado. Ayer su tarjeta terminó de acercarme a la viva emoción que acabo de recibir hoi, mejor dicho ahora, en este instante, en que sin salir de ella, me pongo a escribirle. Desde luego no tengo palabras para decirle mi agradecimiento por su magnífico prólogo, magnífico i elocuentemente fraternal. Me ha llegado hasta donde Vd. puede imaginar, hasta lo más hondo i puro de mí mismo, hasta ese sitio que cada uno llevamos i al que solo llega, quien sabe ganar escaramuzas i murallas i hasta encarnizados “cuerpo a cuerpo” con el intimismo que no quiere ceder el carozo de la soledad. Ahí mismo me ha tocado Vd. esta noche, mi querido Filloy. I qué bien me ha hecho dejarme vencer por Vd. en el último cuerpo a cuerpo que acabamos de sostener. Todo ha quedado puro i lozano a pesar de la lucha. I es que su fervor amistoso, venció la última reticencia, con la calidad de un directo, preciso i potente: su mano cordial, apretada i mantenida en el deseo de prestarse, a ser trampolín de tensa severidad. De qué modo he de agradecerle a Vd. sus vivas i convincentes i bellas palabras?. Su prólogo es un pórtico bajo el que no me animo a pasar, con mi miseranda barjuleta, en la que El camino de Manuel Musto, apenas si brilla en la sincera expresión con que pretendiera abarcar la gráfica dolorosa mas resplandeciente, de quien la trazara a punta de dolor i pincel de artista grande. Vd. me exalta a planos de esperanzada aunque noble codicia. I tengo miedo por Vd. mi buen amigo, que avaliza la operación con prodigalidad que a Vd., conocedor profundo de códigos, parecieráme le van a penar inexorablemente. Gracias, mil gracias por todo ello. Viera como me hace de bien sentirlo a mi lado, cuando el espacio enorme del escaparate, semeja a fuerza de viva luz, el foso negro de la mina al que siempre inesperadamente, puede taponar un desmoronamiento brutal i definitivo. Hoi i siempre tenga mi gratitud junto a sus 59
más apreciados dones. I para los suyos mi inalterable i respetuoso afecto, i el de los míos Hoi, nov. 11-1941
♣ Estimado Filloy: No le perdono su paso por Rosario, sin previo aviso, i esto pese a su “cajonario” saludo que me sorprendió gratamente. Nos hubiese dado un verdadero gustazo si en oportunidad del cambio de máquina hubiésemos podido echar un párrafo. Que sea para otra vez… Allí van las pruebas. Todo camina mal, con lentitud. Estuve seriamente afectado. Cuando quise acordar estaba en lo físico i en lo mental como víscera cansada, valga como mano de bofe. Me alarmé, yo que nunca experimento ni pesimismo ni escepticismo, i consulté a un hombre que ya tendré algún día oportunidad de presentarle, una verdadera notabilidad en endocrinología, procedente de Barcelona, de cuya universidad debió salir con el éxodo, para radicarse aquí contratado por la facultad (de aquí), me refiero a Juan Cuatrecasas, uno de cuyos últimos libros Psicobiología general de los instintos, Vd. debe conocer por su valimiento no inferior a sus Lecciones de Fisiopatología endocrina, que también le recomiendo.68 I bien; el cuadro clínico era para mí alarmante: adinamia, amnesia, apatía, inapetencia, abulia… hipotonía en una palabra, i finalmente lipotimias frecuentes. Pues sabe Vd. que pasaba?. Había insuficiencia suprarrenal con hipotensión alarmante. Causas: exceso de trabajo mental. I yo que estaba creyendo hasta en ulceras estomacales, porque hasta lo poco que comía, al cabo de cierto rato me quemaba el estómago hasta destrozármelo. I Cuatrecasas con acierto de “mosca” me diagnostica, i pronostica ante mi asombro, rápida curación. Una serie de inyecciones fuertes de Citavona (vitaminas c) mucha sal en los alimentos, una incitación a un drenaje biliar más perfecto, i muchos citrus en los “menús”. Fantástico! Filloy, en veinte días he salido de ese marasmo de tsé-tsé en que encontraba i no podía salir pese a mis mayores deseos. I ahora realizado el tratamiento rápido, comenzaré uno más 68
Cuatrecasas, Juan. Médico español nacido en Camprodón (Gerona), en 1899. Durante la guerra civil española se exilia en Argentina. Primero en Rosario (1937), más tarde en La Plata. Falleció en Buenos Aires en 1990.
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lento de consolidación que diríamos, que consistiría especialmente en régimen alimenticio no de eliminación de platos, sino de aumento de cantidades de algunos. Pero perdóneme la divagación que francamente no se a qué vino. Desde luego que quedan aceptadas sus proposiciones al respecto de los cambios de términos señalados. “Agorafobia” estaba mal escrita por error de máquina, i “desechos” era lamentable error de lineotipía. En cuanto a “mnemónica” lo balanceo con mnémica con perdón del lector, i “confortación” lo trueco no en “confort” que creo no corresponde, sino en “comodidad”, más nuestro. Igual “gravítico” que no es castizo, por “grávido”. Estamos?. Gracias, por las amables sugerencias. En el prólogo cambié la “y” por la “i” de mi apellido i nada más, pero, le pediría cambiase Vd. siempre que no le cambie el sentido, “enternecimiento” por un vocablo más másculo, no sé si califico bien mi deseo, teniendo presente lo de la Beocia, a quien va todo dirigido. Dígame si la forma de cerrar su magnífica presentación, con el nombre i apellido a todo ancho de página, esta bien o si prefiere otra, por ejemplo una reproducción cabal por medio de un clisé, de su firma, tal como hace la Academia de Bellas Artes en los cuadernos de arte colonial que esta presentando Noel.69 Vd. dirá; si lo segundo, le ruego me envíe escrita en china, sobre papel bien blanco, su firma. Diga Vd. por favor, nuestros homenajes amistosos a su compañera egregia, de Vd. unos pellizcotes en los mofletes a los pequeños, i tenga para Vd. nuestra diestra fuertemente fraternal. I hasta pronto. Hoi, 17 de dic. de 1941. P.D.:
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Noel, Martín (Buenos Aires, 1888-1963). Arquitecto e historiador especializado en arte hispanoamericano. Vicepresidente de la Academia Nacional de Bellas Artes (años más tarde llegaría a ser presidente de dicha institución) con la que impulsó la edición de los Documentos de arte colonial sudamericano.
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Epígrafe que explique algo de la edición de Paraná.
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Le agrego las fotografías de Tucumán donde Vd. aparece. Las publicará con otras en Rosario Bibliográfico Molinas-Téllez. Lamento que no este mui bien la que tomará con Martínez Estrada i Brughetti,70 falló la distancia. En cuanto a la que estamos los dos, no recuerdo quien la tomó pero no está bien tampoco. En la ordenación de pruebas intercalo una página, que no indica sino la presencia del prólogo. Luego, la extensión suya i el titulado no son sino imaginados. Puede vd. titular como quiera i extenderse cuanto quiera. Creo que nada más… Si acaso, le escribiré. De nuevo salud!
♣ Caro Filloy: Llegaron tus enhorabuenas, gracias. El Pibe71 recibió carta de Rodolfo para fin de año i la contestó diciéndole que tú i Paulina iban para el 3 ó 4, que fuera; Rodolfo esperó anheloso hasta el 6 i partió para Mendiolaza.72 Excúsale la anticipación de huesped confianzudo. Saludos cordiales. Montes i Bradley Hoi 8/I/ 1943
♣ Paulina i Juan Filloy73 Catamarca 1060 Córdoba Procedencia: Rosario / N° 4173 / P 100 / Hora origen 22:30 / indicaciones 67 Por Bradlei / T Ar / Ar R31 / Hora recepción 23:55 / Fecha 14-3-1942 Con Virginia no alcanzamos el mejor modo de hacerles conocer nuestro intimo i grande agradecimiento por la cordial generosidad que ha permitido a Rodolfo gozar la compañía todos Vds. en alegre y reconfortante vacación. 70
Martínez Estrada, Ezequiel y Brughetti, Faustino (1877–1956). Pintor.
71
Se refiere probablemente a Francisco Armando Cremer, apodado “Pibe”. Armando –como también lo llamaban en la familia– era hijo de Luis Cremer, el primogénito de Dominique Grangé, la madre de Filloy, que había estado casada con Francisco Cremer en primeras nupcias. Luis era, por tanto, medio hermano de Filloy y Armando, su sobrino. De este último fue, además, tutor desde que murió Luis –el 5 de febrero de 1926– y hasta que alcanzó la mayoría de edad. 72
De la correspondencia familiar del escritor se desprende que él y sus hermanos –Benito, Manuel y Rosa Cándida– tenían casa de veraneo en esa localidad de la provincia de Córdoba. 73
Telegrama.
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Tengan ferviente reconocimiento en el testimonio renovado de imperecedera y fraternal amistad. Besos á la Monique y cariños [a] Nancho quien sabrá recibir la bicicleta de Rodolfo nada más que como constancia [de] sincero afecto en próximo cumpleaños. A los muchachos reconocidos camaradería saludos amistosos. A Vosotros nobles amigos feliz augurio y nuestro más devota emocionada e inmarcesible cordialidad.
♣
R-E. MONTES i BRADLEY Abogado74 Rosario, 22 de febrero de 1944 Señor Dr. Juan Filloy. Catamarca 1060 - Córdoba. Mi bueno e inolvidable Filloy: No puede Vd. imaginarse cómo he venido involuntaria i tercamente postergando el placer que significa escribirle. Cuando Rodolfo decidió su viaje a Córdoba i pensó desde luego en visitarles –aunque no con el ánimo abusivo de constituirse en calidad de huésped infalible– pensé como mui natural i gustoso, en darle unas líneas para Vds. El vértigo vital; el esto i aquello; el aquí i allá; la baraúnda de las cosas por hacer, me recordaron tarde que el viajero estaba a punto de tomar el expreso que lo habría de llevar a Mendiolaza, donde un clan amable disputa por quién pone más azúcar en los días de sus integrantes. I así un día i otro mi querido Filloy, con el agravante indefendible, que la buena Virginia pasó de allí hasta aquí aguijoneando lo que ella llamaba incuria. –No te da vergüenza?...; –Qué dirá Paulina?...; –Escribiste a Filloy?... Variaciones sobre el tema, a las que mi semblante respondía culpable. Ahora acabamos de recibir de Rodolfo unas líneas, que transcriben la amable invitación de Paulina para pasar en Río Cuarto unos días, de post vacaciones serranas. I a poco, un eufórico i cordial saludo del clan de Mendiolaza, para estos pobres urbanos que tal cual pinta la cosa, no comerán este estío ni berros ni peperina “al pie de la vaca…”
74
Membrete en azul en el original.
64
Confiamos en el bachiller, pero, de veras i sinceramente: ¿no molesta?, ¿no es cargoso por demás con su “sostenida presencia” de “convidado de piedra”?. Conocemos la benevolencia de los jefes de la agrupación, la benignidad de las leyes no escritas del clan…, mas, no se habrá colmado con el abuso la una i la otra, al punto que lo silencie tan solo la exquisitez de Paulina, el cariño de Monique i Nancho, el amistoso decoro de Vd. mi imponderable amigo?... Digan Vds. Rodolfo les quiere i respeta –inclusive por sobre lo que pudiera ser nube pasajera de adolescencia (quiero alcanzar a disculparlo, conociéndolo, aún en lo que se imposible)– con verdadero sentido de amistad. Nosotros con Virginia, les amamos… Digan Vds. i manden por favor, en la persona dócil i generosa de Rodolfo, que en Vds. abrevará el fino sentido del vivir sin egoísmo. Mi querido Filloy; trasmita Vd. a Paulina, se lo ruego, en nombre de Virginia i el mío propio, i téngalo Vd. sin eufemismo i con sumo afecto nuestro agradecimiento más cordial por las bondades de todos Vds. –incluídos vuestros gentiles invitados– para con Rodolfo, i, desde luego, tengan todos nuestro apretón de manos que un mundo de cosas buenas les está deseando.
♣
65
1945
| 1955
Epigrafe sobre Anuncio de múltiples ediciones aparecido en‌..
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R-E. MONTES i BRADLEY DOCTOR EN CIENCIAS JURÍDICAS i SOCIALES75
ROSARIO, 30 de diciembre de 1944. Señor Dr. Juan Filloy. RIO CUARTO. Mi invariablemente querido Filloy: Rompo nuestro silencio prolongado, que imagino con toda razón también por su lado involuntario, i lo hago, porque no ha de llegar 1945, sin que antes se los desee en propio nombre i en el de Virginia i Rodolfo, a Paulina a Vd. a Nancho i a Monique, propicio de esperanzas, fervores i fatigas. ¿Qué es de Vds.?. ¿Cómo está Nancho?. I, que han hecho en este 44 que escapa de prisa, para que nos hayan podido dejar i dejar, condenados a la ausencia de vuestras noticias tan codiciadas?. Nosotros, infinidad de cosas, que implican si[n] labores i contratiempos, perdón para similar pecado. Que sea el compendio de ellos, la obtención del título de licenciado consular que he obtenido en la Facultad de Ciencias económicas, comerciales i políticas, caminando hacia el doctorado en diplomacia, i la finiquitación del curso de doctorado en la de ciencias jurídicas i sociales, ambas de la Universidad Nacional del Litoral. Que sea para Rodolfo la inauguración difícil por preocupada, como todas las inauguraciones, de sus estudios universitarios, de cuyo primer año de ingeniería civil, acaba de rendir tres de las cinco materias que integran su plan, con mui buen resultado. Que sea en fin, para Virginia, una salud trabajada por vaya a saber qué morbo, cuya identidad i etiología naturalmente, preocupa hasta el presente, estérilmente a sus médicos, i más a nosotros que vivimos celosos de su luz bienhechora, luz de Alabado sea tu nombre76 que a Vds. les enviase sin saber más nada. Querido Filloy, está mal que las breves líneas –que deben serlo– de un augurio anual, se conviertan en extenso, habitual mensaje –que debiera serlo–. Diga Vd. a Paulina, le repito, nuestros mejores homenajes de simpatía i de afecto, para ella i los infantes la salud más plena, la dicha más perfecta. I
75
Membrete en rojo en el original.
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“Alabado sea tu nombre” Montes i Bradley, poemas. Editado ese año en Rosario FALTAN DATOS DE LA EDICION.
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para Vd., ¿para qué decirlo, si sabemos que en ese espejo se mira i en ese espejo se goza?. Un grande, grandísimo abrazo de su invariable
♣ Rosario, 21 de marzo de 1945. Señor Dr. Juan Filloy. San Martín 176 –Río Cuarto. Mi estimado Filloy: Recibimos la carta que escrita por Paulina, los involucra a todos Vds. con la clara simpatía que nos profesan i que, desde luego, es recíproca. Paulina nos dice cosas que no tenía porque escribir: gratitud, agradecimiento, etc., etc. En mérito a esa estima mútua protestamos, al menos con Rodolfo, ya que Virginia, aun sigue en Córdoba, donde fuera despues de sus días en Marcos Juárez. Rodolfo, aun sin rendir, piensa, lamentándose, ciertamente, que no podrá ya viajar, aceptándoles la generosa invitación, siquiera fuera por una semana, a Río Cuarto, ya que rindiendo el 29 por prórroga debido a los conflictos universitarios, quedará sobre la cinta de la inauguración de clases. En cuanto a nosotros, qué decir, si yo aun continúo “viudo”? Le mando aquí dos fotografías debidas a Raúl Osvaldo Palacios,77 que me ruega le diga que le queda anticipadamente agradecido si le pudiera conseguir la orden para ejecutar el busto. Dice que lo trate Vd.; que él considera que podría cobrarse fundido en bronce $2.000 m/l., en piedra reconstituida algo menos. De obtenerse le encarece que las fotografías que le envíe del “fulano” sean en la mayor cantidad posible de poses: frente, perfiles, nuca, i sin retocar. De más está significarle cuánto le quedaría reconocido a esta gentileza para con un buen escultor joven i excelente amigo. A Nancho, Rodolfo le telegrafió nuestros homenajes de cumpleaños, anticipándose a un envío que no adquirió aún debido a su “encierro” pre examinatorio. Veremos si no se olvida. A todos nuestros cariños i para Vd. mi invariable abrazo cordial.
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Palacios,Raúl Osvaldo. Escultor rosarino.
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BOLETIN DE CULTURA INTELECTUAL BELLAS AARTES i CIENCIAS EDITOR-DIRECTOR R-E. MONTES i BRADLEY 1530 CÓRDOBA R.16 ROSARIO (ARGENTINA)78 Rosario, 30 de mayo de 1946. Dr. Juan Filloy. San Martín 176. RIO CUARTO Mi estimado Filloy: Estamos intranquilos con el silencio de ustedes. A mi envío de Resurrección de Lenzoni79 una avara postal –verdaderamente postal, como que hasta era vendida por el correo– me comunicó recibo i prometió lectura i juicio. Esto fue allá, por… Más luego les envié el boletín resurgido de la hoguera que aun no se ha apagado; en él para su honor, iba la duodécima entrega de sus imponderables apostillas que lo prestigian, i que… se me han acabado, salvo tres o cuatro que por razón de armado no cupieron pero que irán con las próximas, si… las próximas –como yo espero, confío i tantísimo agradezco no se hacen esperar. No obstante esta segunda remesa, tampoco nada vino i seguimos inquietos, esperando. A poco más, le remití La Catedral de Alta Gracia –xilografía– de Laura Bustos Vocos,80 convenientemente acondicionada entre dos cartones; i… silencio. Qué pasa? Confiamos en que no sea más que una indolencia ranquelina, i en la súplica por que algo escriban para saberlos buenos, va la invariable afección que les profesamos envuelta en un cordial abrazo para todos.
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Membrete en el original, acompañado de una ilustración en tinta roja. El membrete se repite en varias de las cartas que siguen. 79
Montes i Bradley, R-E. “Resurrección de Lenzoni” con un florilegio. Semblanza de Marcos Lenzoni, poeta nacido en Gálvez (Santa Fe) en 1894. Murió en 1924. Una selección de sus poesías fue publicada bajo el título Mi ciudad, en la revista Transparencias editada por Roberto Giusti y Alfredo Bianchi. Otros poemas suyos –en los cuales algunos críticos han querido reconocer la influencia de Evaristo Carriego– aparecieron en las páginas de las revistas El Hogar, Nosotros, Atlántida, y Monos y monadas, entre otras. Marcos Lenzoni fue autor, además, de varias obras de teatro: Los murciélagos (1919), Un pobre diablo (1920), Las que pecan (1921) y Nuestras hermanas (1922). 80
Laura Bustos Vocos. Artista plástica cordobesa.
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Rosario, 18-VI-46. Juan Filloy. San Martín 176. RIO CUARTO Mi bueno i querido Filloy: Albricias! Recibí sus tan demoradas cuanto –por nuestra parte– ansiadas noticias. Aun no había visto a Bosch, quien a decir verdad me pidiera una semana antes de su ida a ésa, que le anunciase a Vd. su llegada i objeto de la visita que haría a Río Cuarto, habiéndoseme olvidado hacerlo, como corolario de un trajín arrítmico que me tiene absorvido aun a riesgo de la propia salud. Que él me disculpe mi involuntaria descortesía i que Vd. haya suplido –tal cual me imagino– con su atributiva cordialidad, la falta de presentación. Imagínese Vd. cuánto le estoi felicitando por sus desvelos culturales: cuánto desearía haberle podido escuchar su charla debussienne;81 cuánto celebro le gustara Resurrección de Lenzoni, modesta contribución al conocimiento de los meritorios precursores de esta región algo –bastante– inhóspita para las especulaciones espirituales; cuánto me reconforta que haya encontrado siempre laudable mi boletín; cuánto que le placiera la xilografía de la Bustos Vocos; cuánto que la actividad del museo no decaiga i se supere de más en más tal cual me lo dice el relato de sus aconteceres, i cuánto en fin, me angustia la suerte que su tan merecido ascenso, lo haya firmado quien lo haya firmado, lo revoque quien lo revoque… si lo revocan, que lo dudo. I bien; hoi sale con este correo, la otra entrega del boletín que confía en el generoso beneplácito de su más gen[e]rosa benevolencia. I aquí, i ahora mi ruego encarecido que no me olvide su página, que tantos, tantísimos lectores – para honor inoculto del director de la hoja– tiene ganados por esas tierras americanas. Le estimaré me envíe material para varias, tal cual lo hiciera siempre. De esta manera, yo puedo arreglar mejor el armado, adecuando a sus exigencias, el trueque de una apostilla por otra, como más de una vez lo he hecho, desde luego que con su autorización. Se vá haciendo el libro con este suculento material suyo. Ya van dadas doce entregas i confío que nunca se agote el venero lucubrante de su erudito autor, erudito i sensible, sensible y talentoso. A propósito, no le desagradó la inclusión de la foto?. Fué una pequeña desviación a lo convenido, a efectos de mover algo la presentación, para ponerla a tono de la nueva diagramación adoptada que, aunque veo no le
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Filloy, Juan. Conferencia sobre Debussy. Inédita.
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satisface plenamente, se imponía en razón de muchas causas: ritmo de época, etc. Pronto le enviaré otra xilografía que le complacerá, i que me permito obsequiar a su museo. Con respecto a la laca de Valdés M.82 podría Vd. estirarse hasta $300?. Paréceme que tendría Vd. una hermosa laca de este imaginista magnífico, si llegase a completar en base a esos doscientos, i aunque fuese con dos envíos. Si fuese viable, lárguese nomás con lo que tenga ahora. Le irá enseguida la obra, i luego podría enviar a su comodidad el resto. I más aun, si se anima a pagar el flete de las que no escogiese, podría Vd. tener allí para la elección dos o tres, de modo de hacerla a pleno paladar. No sería factible que Valdés M. hiciese una exposición ulteriormente?. Qué posibilidad habría de que cualunque “cogotudo” le adquiriese alguna para su “pinacoteca”? Me recuerdo ahora, que sin yo quererlo quedé vez pasada, mal con el buen amigo Longarini. Yo no estaba aquí cuando viniera. Dígale Vd. que lo sentí grandemente, por él, i por Vd. Ya sabe cómo soi para la amistad; me hubiera complacido tenerle, sentarle conmigo, conducirle, si acaso hubiera sido menester. Rodolfo le vió, según me dijo por indicación de Virginia, i le expresó esto, pero yo no me perdono de haber estado fuera, cuando su exposición que naturalmente no ví. Dígale a Paulina nuestros afectos, a los chicos dele nuestros cariños, i Vd. ya sabe que nos tiene en un grande abrazo.
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Rosario, 6-VII-946. Juan Filloy. San Martín 176. RÍO CUARTO Mi querido Filloy: Su carta del 23 está conmigo, i quiero contestarla en cada uno de sus párrafos, para que no quede nada por responderle. I esto digo, en la confianza que el “hijunagranputa” de su excelencia, se haya hecho la idea que Vd.
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Valdés Mujica, Carlos (1904-1961), laquista chileno a quien Filloy le dedicó un estudio, incentivado por Montes i Bradley que fue el editor-compilador de Las lacas y los dibujos de Carlos Valdés Mujica.
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lustraba el blasón cordobés, con su capacidad i su probidad de magistrado singular, qué diablos!. Confío en recibir las carillas prometidas pues aunque no hai grande urgencia, como irán en el número próximo, cuanto antes estén conmigo mejor. Me alegra que le guste el boletín, que ya sabe usted con cuanto cariño elaboro, i desearía sostener, aunque… a decirle verdad, no sé por cuantos números más podrá continuar apareciendo. Si hai que pagar jubilación a los gráficos –como se anuncia–, la nueva suba en su costo dará al traste con mis afanes, posiblemente. No he hablado con Bosch, aunque le parezca raro, todavía. Mi concurrencia al Instituto de Medicina legal, este año se ha resentido con la enorme tarea que me tengo impuesta, a fin de terminar en esta época examinatoria los doctorados en diplomacia primero i luego en ciencias políticas, i como tampoco se han iniciado las reuniones académicas del Círculo de Médicos legalistas a las que soi “habitué”, no le veo sino por casualidad, de acera a acera, o de mesa a mesa en la confitería. De tal modo que no le he escuchado sus impresiones riocuartenses. Ni bien sepa qué piensa a propósito del museo se lo diré. Furlong le lleva cuatro lacas de Valdés M. de las que Vd. escogerá la que más le guste para el Museo de Bellas Artes. Discúlpeme que le haga pagar los fletes. Me pescó en momentos en que la economía era forzosa. De las cuatro, si usted se queda con la grande, debe girarme trescientos pesos, tomándose el tiempo que necesite para el excedente de los doscientos que me dice dispone para la adquisición. De las otras usted puede escoger la que quiera por doscientos cincuenta en igual forma. Valdés M. me autoriza a ello, por tratarse de Vd. i del Museo. Las que deben venderse –si Vd. gentilmente encuentra compradores– a los siguientes precios: la grande a $700 para rebajar si fuese necesario a $600; la del marco hornacina a $600, para llegar de igual forma a $500; la otra virgen a $500, para llegar a $400 o $350 lo más, i la cuarta a $450 para alcanzar como mínimo de venta a $350. Yo quería enviarle ahora mismo el recorte de los últimos juicios críticos de Amador i Pagano83 en las columnas de La Prensa i La Nación respectivamente, pero más luego será. Ahora le envío el último catálogo de la Cuarta Exposición en Nordiska, que acaba de clausurar con grande éxito, para viajar a Córdoba donde inaugura el próximo 8, creo que en los salones de la Casa del Virrey, una primera muestra de sus trabajos (en Córdoba). Algo más, usted cree factible una muestra exitosa de Valdés M. en 83
Fernán Félix de Amador y José León Pagano (Buenos Aires, 1875-1964).
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Río Cuarto, realizada al término de la que realizará en “la docta”?. Con la compra que Vd. hace para el Museo, Valdés M. viajará allí a inaugurar la muestra, pero sería indispensable asegurarle aunque fuese conversando previamente con algunos “cogotudos”, la venta de otras que le compensen el viajar a los ranqueles. Se podría si Vd. lo cree factible, venderle previamente estas lacas que le envío, con el derecho a figurar en su exposición –a los compradores seguramente les agradará ver sus tarjetas figurando en la muestra–. De tal modo que la exposición aumentase la posibilidad de vender. Confío en que las tres “A”, al fin me proporcionen la codiciada oportunidad de visitarle en Río Cuarto.84 Vd. sabe que con poco me lleva, pero que ese poco sea suficiente a compensar mi ausencia improductiva de aquí, i mis gastos para permanecer allí. Yo no soi Bosch, que cura locos… Envíeme nomás las direcciones que crea convenientes para hacerles llegar el boletín a los “amigos del arte” en sus propios domicilios. No sé si me estará quedando algo en el teclado… o en el mate, pero estoi llegando al final de su carta. Ah! sí, no echo en saco roto mi promesa de agregar una nueva estampa xilográfica al stamparium. I creo será pronto. Dígame: tiene Vd. de Minturn Zerba,85 el rosarino ya premiado, elogiado últimamente i puesto al lado de Rebuffo i Nicasio por la crítica actuante en el salón de La Plata, cuya comisión provincial de bellas artes, le adquiriera no ha mucho, una de su[s] “suite” El Arroyo (que es el de Alta Gracia), de cuya serie yo reproduje también una en el boletín?. De Audivert86 tiene?. 84
Asociación Amigos del Arte. Entidad surgida en torno al Museo Municipal de Bellas Artes que Filloy fundara en 1933. Las “tres A” nucleaba a un grupo de intelectuales y artistas de la ciudad de Río Cuarto cuyo propósito era combatir el aburrimiento. Por ese motivo sus miembros solían traducir las siglas también por: “Asociación Anti-Aburrimiento”. Según testimonio del propio Filloy, las tres A se encargaba, en efecto, “de distraer a los escritores que venían de afuera, y (…) celebrar los éxitos de artistas locales”. En este sentido, el pedido de Montes i Bradley es totalmente apropiado porque muchas veces, “los escritores que venían de fuera” eran invitados por la misma asociación y alojados en casa de alguno de sus miembros. Hay que decir, sin embargo, que aunque tiene fecha de fundación (habría sido constituida el 18 de junio de 1945 en un restaurante legendario de la ciudad de Río Cuarto), la asociación adolecía de estatutos, reglamentos y sede. En términos de Franklin Arregui Cano –pintor riocuartense que en 1953 sucedió a Juan Filloy en la dirección del Museo– “no estaba regida por ningún estatuto, ni tenía sede: simplemente nos reuníamos a cenar en un bodegón que había frente a la plaza [Roca], que después se llamó ‘La Cabaña’ y se pasó a otro local. Esas cenas eran notables porque ahí iban todas las personas que tenían alguna inquietud por el arte, de cualquier naturaleza que fuera: pintores, escritores, músicos…” Entre esas personas hay que contar a Marciano Roque Longarini (cofundador del Museo), Valerio Gattari, Salvador Mastrángelo, Luis Gentile, Santiago Drago, Garófalo, Andrés Moreau, Humberto Zárate, C. Molina, Carmelo Pérez, J. Aristizábal, Luciano Subirachs (director del diario El Pueblo, en el que Filloy colaboró prácticamente toda su vida), Carlos Alonso, Miguel Vitulo, Roger Fabre, Delfino Quirici, Ico Durisch, M. Ferreyra, Vasco Zaccaría y los propios Franklin Arregui Cano y Juan Filloy. 85
Minturn Zerva, Santiago. Grabador rosarino nacido el 18 de noviembre de 1895 y fallecido el 12 de junio de 1964. Entre sus grabados abundan los paisajes, especialmente del puerto y los suburbios de Rosario y de las zonas serranas y rurales de Córdoba, donde pasaba sus vacaciones. 86
Audivert, Pompeyo. Grabador. Nacido en España el 17 de octubre de 1900. Audivert llega a Buenos Aires en 1911. Ilustró el libro de poemas de Jacobo Fijman, Molino Rojo (1926). En las décadas del ’30 y del ’40, su participación en muestras individuales y colectivas lo llevó a recorrer Europa y América. En
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Diga Vd. a Paulina cuanto la recordamos con Virginia i Rodolfo, a los chicos nuestros cariños mejores, i Vd. recíbanos invariablemente en este abrazo fuerte que le estoi dando.
♣ Rosario, 3/VIII/46. Dr. Juan Filloy San Martín 176. RÍO CUARTO Mi buen Filloy: Está conmigo su última carta i el giro anexado a ella. También los originales que mucho agradezco, i que irán próximamente; cómo entrega XIII del “De Watteau…etc.”?. Le ruego desde ya me conteste el interrogante. I bien; si es para bien suyo me alegro por su jubilación, que quizás le permita mayores ocios i producción más intensa para beneficio de sus ansiosos lectores, a los que, para decir verdad, tiene “requeteolvidados”. A los chicos i a Paulina, los felicitamos por la total adquisición.87 Con respecto a Valdés M., qué puedo decirle?. En Córdoba donde expuso i creo aun expone, no lo han tratado mui bien. Ya conoce Vd. la modalidad cordobesa i el egoísmo de sus artistas, celosos de la gloria agena desde el capitolio de La Cosechera. Con todo, entiendo, de acuerdo al tenor de sus cartas, que algo ha podido vender. Desde aquí nosotros le hemos dado una mano, mandándole compradores amigos. I algo por un lado, algo por otro, seguramente zanjará sus dificultades de forastero que ha de pagar la vianda – como diría el “hombre de la vaca”. Sus intenciones era[n] viajar i exponer en Río Cuarto, mas, yo le escribí diciéndole que no lo creía oportuno, i dándole a conocer su opinión de experto riocuartense, al par que noticiándole la venta
1951 regresó a la Argentina donde, por invitación de Lino Eneas Spilimbergo, ejerció la docencia en el Instituto Superior de Arte de la Universidad de Tucumán y siguió produciendo y exponiendo en museos de Buenos Aires y del interior del país. Falleció el 14 de enero de 1977 en una casona de Ramos Mejía que él mismo había construido. 87
Filloy no se jubilaría hasta 1964. En 1945 –y hasta 1955– fue, en realidad, cesanteado por sus desavenencias con el peronismo. En cuanto al olvido en que Filloy habría echado a sus lectores, es cierto: después del ritmo frenético de edición que mantuvo durante la década del ’30 –a razón casi de un libro por año con Periplo (1931), Estafen (1932), Balumba (1933), Aquende (1935), Caterva (1937) y Finesse (1939)–, el escritor se abstuvo de publicar nada en los siguientes treinta años, como no fuera en diarios y revistas. Ese silencio se interrumpiría, en efecto, recién hacia finales de los ’60 cuando Paidós reeditara Op Oloop (1967) y Estafen (1968) y cuando Filloy volviera a sus ediciones privadas con Ignitus y Yo, yo y yo (ambos de 1971 y por la imprenta riocuartense de los Hermanos Macció).
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hecha mediante su graciosa intervención al Museo, i la no menos grata exposición sui generis realizada desde los escaparates más “luminosos” para los “cogotudos” mas “oscuros”. I a propósito, ninguno mordió el anzuelo?. De Minturn Zerba i de Audivert, sin sobrarme le irán sendas xilografías, tan pronto me haga un solaz para embalárselas a buen recaudo de torpes burócratas postales, de aquellos que me traen a diario libros destrozados i revistas destruídas. Rodolfo acaba de llegar; encantado aunque algo fatigado por la gira, que para la correcta preparación de su “Fisiografía” materia incluida en el tercer año que cursa, convenía cumpliese, satisfaciendo los anhelos del “magister”. Nos relató el encuentro que tanto halagó su vista de encariñado con todo cuanto sea Filloy. Nada faltó en la narración, i menos la remarcada noticia de que le había invitado para el verano. Vd. lo sabe parco, pues imagíneselo haciendo desde ya cálculos para el futuro estío. El muchacho –como dice Vd.– promete, en efecto. Nosotros con Virginia, miramos transcurrir los días, mirándonos en él, en sus méritos, en sus afanes, en su responsabilidad i su constancia… i, qué joder, en su inteligencia que allana obstáculos i alcanza metas con ritmo de diligencia pero de fecundidez. Ahora mismo, recién tornado, ya está con un compañero “meta i ponga” porque el 10 debe rendir la última que le queda de segundo que dejó en marzo dado como estaba a “batallar por la democracia”. De modo que para noviembre correrá ágil las de tercero, que seguramente finiquitará entre entonces i marzo siguiente. Me alegra, nos alegra mejor, su juicio que agradecemos porque no viene de cualquiera sino de Vd., mi buen Filloy. Qué bueno su ensayo, aunque como Vd. dice sea breve, sobre la Caricatura.88 Mui bueno. Lo he leído, con inoculto interés i regreso de él con entusiasmo. Se leerá del mismo modo, seguramente, en el boletín. Ya se lee siempre así, su página, de la que muchos son avaros coleccionistas. Dé a Paulina nuestros saludos mejores, a los chicos todo lo que testimonie que les tenemos presentes, a Vd. un grande abrazo.
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Es sabida la afición de Filloy por la caricatura que, al margen de este ensayo desconocido y jamás vuelto a publicar, cultivó desde su temprana juventud. En conversación con Ana Da Costa recordaba el escritor a este respecto: “Siendo joven, muy jovencito, era muy partidario del fútbol. (…) Hacía caricaturas de los cuadros de fútbol de aquel entonces y todo eso yo lo publicaba en un diario que tenía amplia acogida: el diario La Voz del Interior. En ese diario han salido muchas caricaturas, muchísimas caricaturas de jugadores de fútbol. Pero también algunas políticas, entre ellas algunas del doctor Cárcano, que era gobernador de la provincia, y poco antes una que se hizo famosa, porque se trataba nada menos que del presidente de EE.UU., que en el año 1912 (...) visitó Córdoba: Theodore Roosevelt…”
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R-E MONTES i BRADLEY ABOGADO DOCTOR EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES LICENCIADO CONSULAR DOCTOR EN DIPLOMACIA
Rosario, 21 de abril de 1947 Dr. Juan Filloy. San Martín 176. RÍO CUARTO. Mi querido Filloy: Estoi convencido –ya lo sabe Virginia– que cuando Vd. escribía, yo le recordaba, i la prevenía con respecto a un próximo viaje mío (o nuestro) a Río Cuarto. I, lo que es más asombroso, es que, precisamente, no le escribía, esperando hacerlo en el momento de tener impresa la última entrega de mi boletín al que Vd. tan generosa cuanto cordialmente se refiere en su esquela, por tantos motivos para mí, tan apreciada. Ciertamente que esta vez nuestro silencio ha sido prolongado, casi me atrevería a decir, inusitadamente. Yo tengo conmigo los recibos de Valdés M. (original i duplicado) desde setiembre ppdo., i estando en Córdoba, de paso hacia Alta Gracia donde reposáramos unos días con Virginia, tuve el presentimiento que Vd. estaría en Mendiolaza i bajaría a la urbe, razón por la cual inquirí por Vd. repetidas veces, en la casa de Benito i en el negocio.89 Tenía tantos deseos de verle, mi buen Filloy. Paréceme que hace siglos no le veo, i la verdad que nunca como ahora hubiese tenido necesidad de su conversación cordial i hasta quizás de su conseja amistosa. Pensando así me hice la idea de viajar a su pago. Necesitaba un viaje que me sedara i me tornara de nuevo túrgido o… vaya a saber qué. No lo hice enseguida i aquí me tienen dejándome vivir. De todos modos con el año o mejor dicho la estación intelectual virgen no ha pensado Vd. en la factibilidad de una excursión mía por los ranqueles, a efectos de dar (este sería el pretexto) un par de conferencias (aquellas que me deben), en el Museo, i alguna otra en el círculo de la Presa, el Club Social o… donde fuere?. Yo iría gustoso, se lo aseguro, i pasaría (o pasaríamos) con Vds. una semana que me atrevo a 89
Filloy, Benito. Hermano mayor de Juan Filloy. El negocio al que hace referencia es el que éste tenía en la ciudad de Córdoba y del cual el escritor era por entonces, y hasta 1948, socio en comandita. La firma “Benito Filloy & Hijos” –de la que participaba también Manuel– se dedicaba a la venta de artículos de almacén, ferretería, máquinas agrícolas y cereales, incluido un producto para la alimentación de aves domésticas –el “Avipor”– cuya marca les pertenecía.
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pensar nos sentaría maravillosamente. Sólo le reclamo algún estipendio, indispensable como Vd. ya colige para que uno se mueva dejando una casa andando; i además, si ya quiere fijar fechas, un mes de anticipación para ordenar cuartillas. Como no quiero demorarle los recibos de Valdés M. –a quien Vd. habrá visto figurando “a todo trapo” en el último (nó, el de marzo) número de Atlántida– allí se los envío, mas, como están ya hechos, Vd. me dirá si quiere que los substituyamos con otros en que se deje constancia de la rebaja –desde luego mui cierta i plenamente justificada– por tratarse de una venta al Museo de Bellas Artes que Vd. dirige. Nada me cuesta i gustoso me brindo a complacerle escribiéndole a Valdés M. en ese sentido. Vd. tiene la palabra. I de paso, salúdemelo a Longarini. Vió bien el boletín. Qué tal lo suyo. Tengo ahora solamente, las páginas sobre el retrato i la caricatura, la caricatura i el humorismo, i la caricatura i la expresión. Magníficas páginas, eh! Irán en la próxima entrega que pueda ser no demore. Empero, convendría me mandase algunas cuartillas más, para contar con ellas ante presuntas dificultades del armado, etc. Cuánto le estoi agradecido por esta mano que me viene dando, tan cordial cuanto valiosa. He publicado para mi honor, trece páginas del boletín con sus eruditas, enjundiosas, inquietantes i bellas glosas estéticas, i pienso que Vd. debiera en algún momento recopilarlas o autorizarme a hacerlo, para que quedasen en volumen juntas i útiles estas marginalías que en Argentina no son muchos los que sapientemente pueden escribir. Muchos, por no decir ninguno. Yo le estoi, le repito, mui grato a esta prueba de afecto grande, que Vd. me ha dado, i que muchas veces me he preguntado, si mereceré. Discúlpeme no le haya preguntado aun por la gentil Paulina, gentil i fina Paulina i por los dos “cachorros”, tiernos cachorros Monique i Nancho, a quienes demás estaría decir, recordamos habitualmente con Virginia, ya que no con Rodolfo quien se encuentra desde el comienzo del año en Concepción del Uruguay, sometido a la tortura física i moral de la conscripción militar, menester degradante para quien alienta ideas pacifistas i cree todavía que sin clérigos i sin militares otra cosa sería la estirpe humana. I sobre el tema mejor no hablar o escribir, mi querido Filloy, porque nos abruma demasiado i aun no nos hemos hecho a la idea que sea menester atrasar en los estudios a un muchacho vocado para la paz, so pretexto de una presunta defensa patria, que no ha de hacerse ni mejor ni peor, porque el soldado haya sido educado cuarteleramente a pasar hambres, fríos, mugres, soportando la voz de mando acre, el calificativo 77
soez i la presencia ingrata de un superior (sic.) que no sabe serlo por la vía del respeto que surge espontáneo como reconocimiento a un valor determinado por su propia actuación. En fin… Vd. conoce a Rodolfo, i con nosotros, estoi seguro que lamentará que luego de un año perdido por la huelga universitaria, le hagan perder este otro, i aun, lo que es ya insólito, le amenacen con hacerle perder un tercero, al reincorporarle como suboficial, luego de este año de “prepararse para serlo”. Olvidaba decirle que tambien, cuando Vd. me dijo en setiembre 2 del año pasado que partía a Bs. As. lo busqué hacia fin de la semana en Florida 860, diciéndome allí que Vd. hacía dos días, antes de lo que esperaba había regresado a Río. No sé si olvido decirle algo. En verdad tendría tanto que decirle!. Ah! Sí. Mando el boletín a Moreu, Gattari, Longarini, Arregui Cano, Aguilera, Mastrángelo, Vitullo, Luque i Zacaría,90 de acuerdo a sus indicaciones que mucho agradezco. En cualquier momento que lo juzgue prudente i eficáz puede ampliar la nómina. Dele muchos i mui cordiales saludos nuestros a Paulina, cariños i cariños a los hijos, i Vd. ténganos en un abrazo como siempre.
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Rosario, 11 de nov. de 1947. Juan Filloy. San Martín 176. RIO CUARTO Mi querido Filloy: Recibí su tarjeta. El boletín que le enviara, era un número que creo no recibió Vd. Cuando se distribuyeron en fajas, los números que van a los colaboradores –que antes no se doblaban i eran de mejor papel– quedaron, vaya a saberse por que razón involuntaria: traspapelamiento en un mundo de papeles como es éste, o qué se yo, sin ponerse en el correo. Un buen día surgieron en alguna excavación, i, pensando que a lo mejor haya quien los coleccione, sin negar tampoco el derecho que tiene quien cede su labor a tan 90
Intelectuales y artistas de Río Cuarto nucleados en torno a “Las tres A”.
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“vil precio, como la gratuidad”, decidí, aunque bien tardíamente, remitírselo. Si le fué placentero recibirlo, como me lo dice, mejor que mejor. Me da un verdadero placer saberlo. Tengo en imprenta, dos entregas. Allí van sus metopas con respecto a la caricatura. No me canso de decirle mi gratitud, por su apoyo, al cederme esta exclusividad que soi el primero en valorar aunque bien franciscanamente. Ni bien estén impresos correrán a decirle mi ufanía por haber publicado un nuevo sumario con su nombre. Tomo en cuenta lo que me dice de un viaje a Río Cuarto. Pero… no le creo. Hace trescientos ochenta i nueve años que me dice lo mismo. Diga a Paulina nuestros mejores homenajes amistosos, a Nancho i Monique besos i besos, a Vd.?, ya sabe a Vd. qué le digo. Invariablemente
♣ Rosario, 25 de abril de 1984 Dr. Juan Filloy San Martín 176 – RIO CUARTO Mi querido Filloy: Voi a comenzar esta carta así: QUIERO IR A RÍO CUARTO. Me parece, francamente, que después de tantos años que nos conocemos, es imperdonable que no haya estado allí pronunciando una conferencia. Aún no conozco la casa de mi más grande i valioso amigo i su dilecta i gentil compañera. Ahora me he dispuesto a ir de todos modos. I entonces, le estoy rogando que vea la forma en que puedo hacerlo dentro de mayo próximo. Puedo dar dos conferencias si acaso pudieran redondearme un cachet honorable, siempre desde luego, cargando los gastos de viaje de estadía i viaje a cuenta de las entidades que me llevasen. Por esto mismo digo dos, porque podrían estudiarse el modo que entre dos entidades o más me auspiciaran la ida, permanencia i disertaciones. Vd. debe i puede hacer que yo me dé el gran, el inefable gusto de abrazarle en su rancho. I ya le estoy hablando con la máxima franqueza, le repito: QUIERO IR A RÍO CUARTO. Hágame cursar invitaciones por las entidades que me lleven –necesito los documentos para el pedido de la licencia,
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etc.–: el museo de Bellas Artes, el Colegio Nacional?, el Círculo de la Prensa, el Jockey Club?. Vd. dirá. Escríbame tan pronto pueda i recíbame –i conmigo a los tres– (i con Vd. los cuatro) siempre afectuoso i admirador. P.S.: Acabamos de regresar con Virginia de San Rafael i Mendoza. Fui allí llevado “a cuerpo de rei” por Mauleón i la buena gente sanrafaelina para inaugurar con una charla el excelente edificio propio del museo de bellas artes. Le esperan.
♣ 18-V-1948 ROSARIO Dr. Juan Filloy. San Martín 176 – RÍO CUARTO Mi querido Filloy: Nada sé de Vds. i me apena. Quizás mi última carta le produjo lesión. Lo lamentaría vivamente. La verdad es q’ me placería llegarme a la tribu ranquelina, pero… Ahora le molesto por dos cosas. Necesito con toda urgencia que me haga obtener una buena fotografía de la laca de Valdés M. i me la envíe, escribiéndole al dorso sus dimensiones i título, para hacerla reproducir en un catálogo mui especial que está imprimiendo el autor con motivo de una “exposición a todo trapo” que inaugurará aquí para el próximo día de san Pedro –esto es mera coincidencia, desde luego–. I también, preciso que me diga si acaso será factible, que luego de esta exposición que Valdés M. realizará en la sala central del Museo de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”, con asistencia de gobierno i pueblo (sic), puede efectuar otra en el museo de Río Cuarto, donde también Valdés M. quiere ir, alentado según me dice por el sólo deleite de conocer a Vd. I aún hai una cuarta. Necesito originales de sus metopas. Vd. lo sabe. No tengo ya ni una cuartilla. I el boletín saldrá en algún momento (pese a todo) i los necesitaré para su honor. Quiere mandarme algunos?. Gracias, desde ya.
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Le encarezco salude en nuestro nombre a Paulina, dé sendos besos a Monique i a Nacho, i a Vd. se tenga un abrazo que le dure cuanto deseamos, que es “mui mucho” como dicen por Nono i Yacanto. Estoi a sus noticias, i hasta pronto
♣ Rosario, 31 de mayo de 1948. Dr. Juan Filloy. Florida 860 – BUENOS AIRES. Querido Filloy: Luego del deleite que fuera para mí escuchar a Paulina i a Vd. telefónicamente –i tan bien que les oí– recibí ayer, estando en cama con una gripe miseranda, el envío suyo: la fotografía –excelente–, las metopas – exquisitas– i su esquela como siempre grávida de cordialidad. Ya he transmitido aunque mui lacónicamente –como que también tuve que valerme del teléfono– a Valdés M. –qué tantísimo anhela ir a Río Cuarto i tratar a Vd.– los buenos aires que trajera su esquela. Para qué decirle nada de su alegría!. De mi ida, no hablemos, please; ya Vd. dirá cuando haya cuajado. Ya sabe hasta por propia confesión lo que me placería viajar hacia el pago ranquel en lid de intelectual, pero… Yo nada digo. Con respecto al o los temas, paréceme lo mismo. Cuando aclare veremos sobre qué disertamos. Iré por Buenos Aires, en fecha bien pronta i le buscaré. Hace tanto qué no nos vemos! I a los chicos, ni qué decirlo! Pero, le ruego que tan pronto pueda, con noción de “YA”, me escriba i envíe esas paginitas sobre Valdés M. Será una recopilación agradable, donde se encontrará gente buena i amiga. Debe estar andando dentro de una quincena. Salud a todos, de los que no la tienen: Virginia, Rodolfo and I.
♣ Rosario, 8 de junio de 1984
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Señor Dr. Juan Filloy. Florida 860 – Bs. Aires. Mi querido Filloy: Sólo dos líneas para que tomen el tren. Le ruego no me lo tome a mal. Pero he calculado su inclusión en el hermoso opúsculo que reunirá una treintena de opiniones i juicios críticos mui buenos sobre Valdés Mujica, i tengo forzosa necesidad de tener conmigo sus originales. De tal modo que al recibo de ésta, salga Vd. a la calle –no desconcertando como el tango, quiere91– i póngame en el correo por expreso sus cinco carillas a propósito de este eximio laquista chileno. Irán las opiniones de José León Pagano, de Fernán Félix de Amador, de Luis Gudiño Krämer, de Mujica Lainez, de González Carbalho, de Anselmo Ballesteros, de Andrés Sabella –crítico de Chile–, de Marcelo Manasché, de Santiago José Chierico, de Edmundo Blanco Voeri –crítico santafesino–, de Antonio J. Bucich, de Dante Mantovani, de Santiago Bernardi, de Rafael B. Esteban, etc.92 Tómese la extensión que quiera, i si acaso quiere, o mejor dicho, ahí le envío una serie de fotografías –en prueba de imprenta– de lacas, para que le sirvan como elemento de juicio… Ya sé que lo tiene formado, empero yo sé lo que es escribir muchas veces, sin elementos de información, delante. Le ruego, sí que con los originales, me los devuelva, porque me son de utilidad en el taller. Salude a todos –a Paulina con el debido respeto y afecto, a los chicos con una palmada cordial–. Vd. ya sabe. Tiene todo mi corazón amical. Cualquier dificultad, hábleme por teléfono –44064– mañana 10, a las 18.30 ó más tarde. Mejor, le envío las fotos, cuya devolución es obvia. Gracias
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Alude a los versos del tango “La copa del olvido” (1921), con música de Enrique Delfino y letra de Alfredo Vacarezza. La segunda estrofa dice: “Salí a la calle desconcertado,/ sin saber cómo hasta aquí llegué/ a preguntar a los hombres sabios/ a preguntarles qué debo hacer…/ Olvide, amigo –dirán algunos– ,/ pero olvidarla no puede ser…/ Y si la mato, vivir sin ella,/ vivir sin ella nunca podré.” 92
Luis Gudiño Kramer (Villa Urquiza, Entre Ríos, 1899 – Santa Fe, 1973) Escritor, periodista y crítico de arte. José González Carbalho (Buenos Aires, 1899-1958) Escritor, periodista y profesor de literatura. Andrés Sabella (Antofagasta, 1912 – Iquique, 1989) Escritor, periodista y dibujante. Santiago José Chierico (La Plata, 1891 – Buenos Aires, 1974) fue escultor y retratista. Juan Antonio Bucich. Historiador. Manuel Mujica Láinez (Buenos Aires, 1910 – La Cumbre, Córdoba, 1984). No ha sido posible localizar datos de las restantes personalidades que menciona Montes i Bradley
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COLEGIO DE DOCTORES Y LICENCIADOS EN DIPLOMACIA REPÚBLICA ARGENTINA93 Rosario, 13 de junio de 1948 Dr. Juan Filloy. San Martín 176. RÍO IVº Mi querido Filloy: Excúseme. Fuí cargoso en la conjugación de la amistad. Por Valdés Mujica llegué frente a Vd. a tan lamentable extremo. Le confieso: sabía que Vd. gustaba de la labor del felíz imaginero. Sabía también que Vd. había sabido –la insistencia verbal, es intencional– escoger cuando decidió incorporarlo al museo riocuartense. I como que Valdés Mujica se presentará aquí segun entiendo, mui bien; i como que el opúsculo que se confecciona lleva la intención de protocolo con respecto a las opiniones mejores i más cordiales, las que llevará como tarjeta de presentación en sus viajes por América, pensé en Vd. i me dije: Filloy no debe faltar. Por ello lo hice pasible de un intenso bombardeo –según me doi cuenta ahora–. Felizmente para Valdés Mujica con éxito. La posición levantó bandera de parlamento. I lo celebro, como ya se imagina, porque sus cuatro cuartillas, valen un potosí. Le advierto; ante la urgencia de la uniformidad, las intitulé “Carlos Valdés Mujica y el arraigo temporal”, i las doi por publicadas (donde se publicarán, canejo!) en el Boletín de Cultura Intelectual –que aunque está en prensa, por razones de colección, llevará fecha pretérita. Si no le parece mal, las incluiré entre sus bien apreciables “metopas”. Si algo piensa en contrario, adviértamelo. Dichoso de Vd. que pudo escuchar al “Lener”.94 Yo, aunque vinieron aquí con la enfermedad de Virginia, esta vez no los oí. Por suerte que ella ya se levanta. Ojalá! se restablezca prontamente. Deseo que si acaso voi a Río Cuarto, me acompañe, para no privarla de la lisonja extraordinaria de convivir con Vds. Lo que lamento, i créame que grandemente, es habérmelo perdido al bueno i valioso de Mauleón Castillo. Vd. no se imagina mi buen Filloy, lo cordial, i cordiales por él que han sido con nosotros todos por allí. Llegaron a ser espléndidos. Este es el vocablo que cuadra asignarles a su fineza de huéspedes. Me había escrito que iría a Buenos Aires, i de allí se correría hacia aquí. Pero… Nada sé. I de haber sabido que no vendría, yo [me] 93
Membrete en el original.
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Léner, Jenö (1894-1948). Violinista del Léner Strings Quartet fundado en Budapest en 1918.
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hubiese llegado a Buenos Aires. Me preparaba a ir esta semana, con deseos de estar con Vd. i saludar a Paulina. Mas, debí postergar por razones de “artes gráficas”. El opúsculo de Valdés Mujica había que armarlo estos días pasados. I si uno no está presente, los gráficos que son peronistas, lo tiran a matar. Vd. me había dicho que iban a estar un mes, todo junio; i ahora de zopetón me dice: “El domingo partimos a Río Cuarto”. Su expreso llegó esta semana. Hoi es domingo, luego, Vds. están viajando ya. Se imagina mi pena?. Si Vd. Me hubiera avisado, yo me largaba aunque sólo fuese por un día. Que le conste que no es la primera vez que me defrauda. Claro, si es el autor de la incitación a la estafa: i todos los delitos, qué embromar, se encuentran en un tronco común. Confío ahora en poderles ver y gozar presto en el vivac ranquelino. Con respecto a ello, Vd. tendrá la palabra. I qué palabra! Salude a Paulina por nosotros, bese a Monique i a Nancho, i llévese el “apoyo” Vd., que es amarillito… Ah!... i muchas, muchísimas gracias. P.S: Le corregí “rebarbas” por “rebabas” ¿Va bien?
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Rosario, 4 de agosto de 1948.
Mi querido Filloy: Luego de una serie de problemas i soluciones más presuntivas que reales, me pongo a escribirle. Comenzaré por decirle cómo nos ha extrañado con Valdés Mujica su silencio en relación al obsequio que él resolviera espontánea i bien que alegremente hacerle a Vd. ni bien conoció el texto de su escrito. Nada menos que la laca que el más quería por razones varias; nada menos q’ la laca de la portada; nada menos que la laca reproducida en colores… i Vd. sin decir ni una palabra. Yo, le confieso que aún ahora no sé a qué se puede atribuir su actitud. Amistosamente, le digo, me agradaría que Vd. [de] motu propio le escribiese a Valdés Mujica –puede hacerlo aquí– sin referirse para nada a estas líneas (que
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él no conocerá), diciéndole cuanto le parezca bien con relación a fineza tan singular. Enseguida paso a decirle lo que se refiere a la exposición Valdés Mujica en Río Cuarto. Ya se imagina con cuanto entusiasmo Valdés Mujica ha recibido la idea de ser huésped de Vds. Encantado viajará allí i expondrá si acaso una treintena de lacas i dibujos, donde se le indique, siempre que no sea comercio sino museo o club. A mí me parece que debería ser el museo; i a Vd.?. Con referencia a sus pretensiones, habrán de ser bien sencillas. Nada más que seguridad de adquisición de una laca o un dibujo con un mínimo de quinientos pesos de costo, que alcanzarían a cubrir sus exigencias porteñas estando en viaje. Ahora, allí podría abonársele el hotel de los días que estuviese. El gasto del pasaje correría por su cuenta: seguramente alguna laca más se vendería i con su costo lo cubriría. No le parece bien esta módica condición?. El álbum que le adjunto que Vd. destinará ahora para el mejor uso destinado a lograr el cuaje de su viaje, dirá a los “decididores” la bondad de la empresa. Luego, una vez allí, la biblioteca “Mariano Moreno” i la “Aliance”95 tendrán sendos ejemplares para sus anaqueles. La exposición debería ser entre fines del mes corriente i el 20 o a más tardar el 25 de septiembre pues hacia esa fecha primera Valdés Mujica clausura su SEXTA exposición anual de Nordiska Kompaniet, i hacia la segunda, debe exponer en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Fe, en carrera final argentina, en cuya nómina mui lisonjero sería poder incluir a Río Cuarto. Vd. dirá. Tiene entonces la palabra. Ni bien me haga saber la decisión, irán algunas obras anticipadamente, a efectos de que retorne al museo la laca de su propiedad que tan deferentemente su director facilitara, i por lo cual Valdés Mujica le testimonia por mi intermedio su gratitud. Mi querido Filloy, salude le ruego, en nuestro nombre a Paulina, bese a Nancho i a Monique, i tenga nuestras diestras en la suya cordial. Ciao. P.S.: Naturalmente junto con la laca del museo viajará la suya.
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Filloy fue Secretario de la Biblioteca Mariano Moreno en 1922 y socio activo de la institución desde ese año hasta su regreso a Córdoba en 1988. De la Alianza Francesa Río Cuarto –creada el 28 de noviembre de 1948– fue fundador y primer presidente.
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Hoi 29-X-94896 Mi estimado Filloy: Recién hoy, sábado, después de 18 días, ha podido Valdés Mujica inaugurar su exposición aquí. Ya se imaginará usted lo que ha significado esta contrariedad. Una huelga de los empleados municipales tan extemporánea como estúpida, a pesar que parece –de lo que me alegro– favorece a los muchachos que desde este atalaya verdaderamente meritorio, trabajan por la patria–, se declaró la víspera fijada para la inauguración (o mejor dicho para la llegada a Santa Fe) i lo ha tenido varado, hasta hoi. Con todo se acortará el lapso de la duración, hasta el domingo 7, de modo de poder inaugurar el viernes 12 allí si es que usted no encuentra inconveniente. Es el único modo de poder hacerlo. Aquí Valdés hasta hubiese suspendido la muestra, pero las obras ya estaban remitidas i fuera de que no hacía cuenta volverlas a buscar, para llevarlas a su feudo, existen mui buenas posibilidades de que se adquieran algunas, de modo que hubiese sido penoso que sobre entrar en gastos, aún se hubiese desperdiciado la oportunidad favorable. De todos modos usted tendrá la gentileza de escribirme por expreso a casa, en forma definitiva, haciéndome conocer sus decisiones. Con respecto a mi conferencia si usted lo cree prudente podría darla el sábado o el mismo día viernes para después tal cual supongo cenar en el Rotary, previa invitación en “legal forma”. Pero con referencia a una otra, no quiero interferir de modo abusivo, su vida i gastar sus influencias. Además… Pero en fin… La nómina de las obras de Valdés corre adjunta. El título de la obra podría componerse en mayúscula i entre paréntesis el procedimiento. No le parece?. Esta es una copia a la disparada que tomaron las chicas empleadas de esta casa. Cuando hai un romano. La virgen de la leche -i- (laca). Valdés le envía sus cordiales saludos i gratitudes infinitas. Yo para usted, Paulina, Nancho i Monique los mejores sentimientos por más fervorosos e inalterables. Hasta pronto, le abraza.
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La fecha está manuscrita en el original.
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Salud Montes i Bradley:97 Francamente, a mí también me parece aberrante que usted no haya venido todavía a Río Cuarto. Participo así de su enconada congoja. De Santa Fe, por uno u otro albur, han estado Gudiño Kramer y Aisenberg.98 Luego, con su patrocinio potencial (estando yo ausente) han desfilado Pablo de Rokha y su hijo el pintor. 99 Todos, a mi criterio, y por lo que sé, deben recordarse bien de esta urbe. Veremos si con usted acontece lo propio. Yo estoy haciendo una vida un poco nómade. Me llevan de aquí para allá las circunstancias. Me quedé, empero, con ganas de ir a San Rafael. Allí hubiera pasado unos días lindos con ustedes y Mauleón Castillo. Pero estaba en las sierras. Y supe, por la correspondencia acumulada aquí, todo lo acaecido ex post facto. El treinta parto con toda la familia a Buenos Aires. Estaremos no sé cuantos días o semanas. El ortodoncista que trata a Nancho me anunció que será una etapa larga; pues debe removerle todos los aparatos que tiene en la boca y hacer una prótesis prolija. De tal suerte, junio está descartado para su visita. Mi opinión es que venga en septiembre u octubre. Es la época propicia de este Río Cuarto frígido. Para esa fecha podrá lucirse con una disertación en el Museo (cien pesitos de honorarios) y otra conferencia en la biblioteca Moreno. Esta suele abonar un cachet de doscientos. Por la estadía no se preocupe. Vendrá directamente a esta su casa. Tengo comodidad para el matrimonio amigo. Hace poco estuvo también pasando unos días otro diplomá[tico] (…)
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La carta de Juan Filloy a Montes i Bradley –una de las pocas de la serie– es una copia mecanografiada con papel carbónico de la que se conserva, lamentablemente, solo un fragmento. Podría datarse alrededor de mayo de 1948. 98
Gudiño Kramer. Escritor, dramaturgo y guionista cinematográfico (General Pico, La Pampa, 1918 – Buenos Aires, 1997). Fue, por caso, guionista de la adaptación que hizo René Mugica del célebre cuento de Borges, “Hombre de la esquina rosada”. Hacia fines de la década del ’30 y en los primeros años de la del ’40 mantuvo también él correspondencia con Filloy a quien supo recriminarle el trato que reservaba a los judíos en sus cuentos y novelas. 99
Pablo de Rokha. Escritor chileno nacido en Licantén en 1894. Es considerado uno de los cuatro grandes poetas de ese país, junto a Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Gabriela Mistral. Se suicidó en 1968. De sus nueve hijos, el pintor al que se refiere Filloy, se llamaba José.
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Rosario, 1º de diciembre de 1948 Dr. Juan Filloy. RÍO CUARTO Mi querido Filloy: Nos está pareciendo un sueño remoto esta inefable quincena que terminamos de pasar con ustedes en la amable, dulce i acogedora casa de San Martín 176. Te había escrito tantas veces allí sin saber cómo era tu casa, aunque imaginándomela de color de amistad, que ya me estaba resultando insoportable el sentir hablar de ella e ignorarla. Ahora ya la conozco, la conocemos, Rodolfo primero –grande honor el suyo–, luego nosotros con Virginia que acabamos de recibir una de las más deleitosas alegrías que jamás hubiéramos imaginado. Paulina irradiando simpatía las veinticuatro horas del día que para la atención fina, exquisita, infatigable de sus huéspedes (a los que no quiero calificar) le resultaba aún pocas; Eva cordial i atenciosa asimismo; Nancho i Monique, para qué decirte nada, si uno u otro no han hecho sino llevarnos de sorpresa en sorpresa, por su cariño inoculto hacia nosotros, su bonhomía de carácter, su despierta inteligencia en fin, i tú, tú mi buen Filloy campeón en la compañía amiga, en el servicio fraterno, en el fervor singular del dueño de casa dado a la tarea fatigosa de hacer que los huéspedes gocen un clima de agrado sin altibajos, auténticamente tierno i suave como él de las hosterías del Benelux donde pareciera que se crea para goce del mundo entero la dicha del vivir. Terminamos de regresar del paraíso, mi querido Filloy. I justo es que os lo diga, sin eufemismos ni perífrasis, ya, ahora que toca al espíritu volver a la fajina de los días no por queridos menos tediosos a raíz de la tribulación a que se somete al intelectual en esta tierra donde desatada está la lucha contra ellos. Ya dirá Virginia a Paulina cuántas emociones inefables, repito, les estamos debiendo. Más, que no quede para mañana, Filloy del alma, estas pocas líneas que a borbotones me está bombeando el corazón. Gracias por todo i por todo gracias. Por la acogida sin titubeos, por el agasajo colmado, por la prodigalidad exquisita, por la amistad Filloy que habéis conjugado a raudales, vos i con vos todos los vuestros, durante los muchos días que allí hemos estado, que a pesar de muchos, apenas nos han parecido brevedad de minutos. Las manos, las fuertes i jugosas manos nuestras, sean con ustedes en un apretón bien cordial. 88
P.S.: Saludos afectuosos a todos quienes vibraron con nos.
♣ Mi querido Filloy: Luego de habernos dado el gustazo de haberles oído y augurado en el “idem” un cordial año nuevo, pasada la baraúnda de cohetes, petardos, tiros i campanazos, le escribo en este 1°. de enero de 1949, nada más que para remitirle la copia de que hablara, del proyecto de decreto que le envié a Nolasco, así como también la de la carta con que se lo remitiera –esta quizás convenga reservarla como confidencia que le hago a usted–.100 Lamento deveras que no haya cuajado la iniciativa, por todos: por la ciudad, por los vocados, por Longarini, por Nolasco, i en primerísimo término por usted, a quien quería ciertamente dar una mano, para que se viera lo que es cierto: que usted no predica en el desierto. Dígale si acaso, a don Marciano, mi pena por el fracaso; enséñele a él i a quien a usted le parezca, el proyecto… i santas paces. Quedo como siempre, de usted, mui suyísimo. Rosario, 1. de enero de 1949.
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México, D. F., 1º de agosto de 1952 APARTAMENTOS ALTAMIRA ESQ. BALDERAS E INDEPENDENCIA MÉXICO DF101 Mi querido i gran Filloy: Hace tiempo que te debo una carta. I creo que la oportunidad no ha de ser nunca más propicia que la que me brinda el día de hoi, que si mal no recuerdo es el de tu cumpleaños.102 Naturalmente entonces, las primeras 100
La copia de la carta y del proyecto a las que se refiere Montes i Bradley no se conserva.
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Membrete en el original.
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Filloy nació el 1º de agosto de 1894.
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palabras que escriba serán las consabidas de la congratulación bien amical seguidas de las no menos rituales de los augurios mejores para el nuevo año que habrás de vivir. I al decir, o escribir todo ésto, naturalmente tambien, agrego que ambas cosas: congratulación i augurios se habrán de entender referidas a la breve tribu ranquelina que presidís con honda vocación de jefe. Quede establecido siempre en un lógico discurrir, que a las primeras como a las pósteras palabras, Virginia que me acompaña en México, i Rodolfo que nos asiste con su amor desde Argentina, no se adhieren, sino que están implícitos con el viejo e inquebrantable afecto que ellos, también, os profesan. México se nos ha adentrado no sin resistencias i tampoco sin reticencias…, mas, aquí estamos cumplidos ya el primer año de permanencia acuciada i de creciente entusiasmo por terminar el conocimiento de lo geográfico, lo histórico, lo etnográfico, lo social, lo jurídico, lo económico, i… anda mais: lo estético. I en el desgrane de días del primer año, seguido insensiblemente por los del segundo que ya ha marcado su primer cuatrimestre, apenas si hemos alcanzado a recorrer, eso sí, recorrer; los Estados de Veracruz, de Campeche, de Tabasco, de Yucatán, de Quintana Roo, de Morelos, de Puebla, de México, de Tamaulipas, de Querétaro, de Guanajuato, de Zacatecas, de Durango, de Coahuila, de Aguascalientes, de Jalisco i de Michoacán. Aún restan: los dos de Baja California –Norte i Sur–, el de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Colima, Nayarit, Guerrero, Hidalgo, San Luis Potosí, Nuevo León, Chiapas, Oaxaca, e Hidalgo para el que salimos ahora mismo aunque siempre regresando luego de cada periplo, a fin de alcanzarnos la ansiada correspondencia, arreglar los papeles de la ruta, coleccionar las fotografías, dejar algunos artículos en los periódicos capitalinos, i descansar algo con el mero cambio de tareas, ya que el distrito federal ofrece la necesaria visita a los amigos que son estetas, que son colegas, que son funcionarios o que son meramente burócratas o… que se yo. En estos días es cuando arreglo también libros i otras cosillas que gentilmente la Secretaria de Relaciones exteriores de quien en cierto modo dependo en mi carácter de cónsul, me hace favor de enviarme a vuestra casa rosarina en Córdoba 1530. Ni qué decirte Filloy, que a raíz de la realización de la Convención Internacional Rotaria, abrigamos la esperanza de veros por aquí.103 I si la idea nos alegró por las posibilidades deleitosas de horas comunes, no te oculto que 103
Filloy fue un activo rotario: participó de la fundación del primer Rotary Club de Río Cuarto, el 16 de septiembre de 1929 del cual fue además, secretario y, enseguida, presidente (entre 1949 y 1950). Desde junio de 1951 y por un año fue presidente del Distrito 137 del Rotary Club Internacional y el 22 de septiembre integró junto a Eduardo Daneri, Salvador Doncel, Juan Ramón Guevara, José Martorelli, Bernardo Movsichoff y Juan Antonio Zapata Day el Comité Consultivo del Distrito de San Juan.
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nos apenó i mui grandemente, tan pronto advertimos por noticiosos u averiguaciones especiales que no vendríais. El gozo al pozo pués, i a seguir viviendo en nuestra argentina soledad. Sobre el tema Argentina, mucho podríamos escribir i leer respectivamente. Sin embargo, tengo hecho el firme propósito de no disgustarme por las cosas que más debieran apenarme, i como de tiempo en tiempo, algo sucede que lo consuela a uno, i se abren con interrogantes, caminos de ensoñación venturosa, resulta a la postre que aunque todo lo patrio hiere il cuore, la esperanza, la esperanza, la esperanza, lo reanima. I nos decimos: ¡ojalá! que reviente la primavera con áureas i cohetes que nos llenen el pecho de bienestar por el bienestar anhelado para el país que es nuestra cuna i será nuestra sepultura. Volveremos entonces allá, cuando aquí terminemos de saber qué cosa es México. I ello será aunque amigos cordiales que bien nos quieren he inmerecidamente nos consideran, hacen lo posible por obtener nuestro consentimiento para obtenernos cátedra universitaria, i cargos de importancia, que bien alcanzarían a redondear la cantidad básica para poder vivir en este suelo, cuya vida, sincera i realmente me encanta pero… cuesta!. Cuesta fantásticas sumas de pesos que el comer i el vestir… no digamos el beber –que ese sí necesita de cajas bancarias! para realizarse– reclama con una impostergable urgencia, digna de mejor causa. Mientras tanto ello acaece, sabednos recordándoles con invariable simpatía, en medio de incesantes estímulos para olvidar todo: amigos i familia inclusive, que es mucho decir. Olvidar todo lo excéntrico para aprender esta desconcertante euforia paradojal mexicana, que brilla en el paisaje más singular, se exulta en el más diversos juego de provinciales voces, se connota en el choque más dramático del rico más poderoso con el más mugroso pobre, se deshace en pirotecnia de vanidades sociales e intelectuales, donde caben en gama inmensa desde la misantropía de auténtica catolicidad hasta la peste del farsante existencialismo, pasando por supuesto, por el repugnante fanatismo religioso, de tintas tan subidas que espantan, amedrantan i… desconsuelan, i en fin, se homologa en un ritmo progresista un tanto acrobático, otro heroico… i también algo irresponsable. Realidad al fin, que atrae, que enamora, que fascina, realidad que nos proponemos calar, hasta el meollo de su etiología que no es fácil de atrapar ni aun luego de dieciséis meses de perseguirla, con afán, con cariño, con celo i con el auspicio de todos los mexicanos que se brindan presto i afables a la indagación que a otros –a los nuestros, sin ir más lejos– irritaría. 91
Querido Filloy, váyate un grande, fuerte i sostenido abrazo. I saludos a Paulina; a Monique i a Nancho cariños. I buenos i sinceros acuerdos a tu padre político i a Eva. Tuyo.
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Dr. R.E. Montes i Bradley en el apartamento de calle 104 Sombrereros 9 (listo para una recepción). México 1952 - 1975
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Texto de puño y letra de su esposa Virginia Picot, en el reverso de la fotografía que se reproduce.
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HOTEL SIERRA GORDA C. VICTORIA, TAMPS., MEX. ENRIQUE BENÍTEZ GERENTE105 México, 10 de agosto de 1955 Mi querido Filloy: Aunque estoi en la metrópoli mexicana, como termino de llegar de recorrer el Estado de Tamaulipas (i además hacerme –bueno, hacernos– unas incursiones en Gringolandia) i conservo algunas hojas de papel de sus hoteles mejores, reciprocando tu “Gran Hotel Bolívar” de Lima, te escribo en hoja de “Hotel Sierra Gorda” de Victoria, Tamaulipas, México, que también tiene su cachet i se merece la publicidad de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo i albergarse en él… Ajá… I bien; hoy es tu cumpleaños, i no te faltará –aunque te llegue con alguna tardanza– ni nuestro recuerdo ni nuestras congratulaciones, aunque éstas habría que estregárselas a Paulina, Monique i Nancho, que son, quienes teniéndote viv…ito, pueden considerarse en cierto modo, bastante felices. Que tengan, pués salud, sin tequila, ya que no te complació su prueba, con lo que nos hemos reído en grande argentinos aclimatados i mexicanos de “pura cepa” a quienes les leímos tus impresiones sobre “la” tequila, que por cierto se ha resentido enormemente pués es bien varón, i como Jalisco, mui macho, i tú lo tratas equívocamente. Precisamente, de San Carlos, tierra de mezcal tamaulipeco, mui famoso (el mezcal, es pariente del tequila, como que es producto de una destilación –mui primitiva– de otro género de agave), termino yo de traer un garrafoncito de unos tres litros, puro, sin adulteración comercial, i mientras lo tomábamos comentábamos entre risas, tus impresiones tequileras. El pretexto fué bueno, para hablar (una milésima vez más) de tí, a los 105
Membrete en el original, acompañado de ilustración.
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contertulios, que no se explican como todos a quienes de tí platico, porqué publicas tus libros en ediciones privadas, i porqué, ahora, has dejado de publicarlos. (Recién me doi cuenta que estoi escribiendo sobre la impresión i que te daré trabajo al leerme; pero, paciencia!106) no me has mandado Trapalanda i quisiera me hicieras el favor de enviármela a la brevedad –todos sus números–. Sabes que me interesa, escribiendo tú en ella.107 En cuanto a mis envíos, qué bueno te ayudaran a bien pasar tu catarro. Te mandé más. I te seguiré enviando. Mas no te tomes obligación de reciprocarlos, pues no es esa mi intención. Además, vienen tan malos los periódicos i las revistas nuestras, que me dan grima con su sola presencia. De todas maneras en alguna oportunidad, tanto por no perder la idea de cómo están las cosas por allí ahí te recuerdas i le encargas al correo que me traiga algún pasquín. Pero Trapalanda sí, por favor, i enseguida. Volviendo al tequila, así le llaman en Jalisco. En Sonora a su congénere, le llaman bacanora; en chihuahua, Sotol; en Oaxaca, mezcal de olla; en Tamaulipas, Coahuila, etc., solamente mezcal; tezguino en la sierra Tarahumara (aunque destilado de maíz); tucsa (aunque destilado de palma) en Colima; etc., etc. Pero ni son calvados, ni armagaco, ni vodka, ni ginebra, ni aquae vitae, aunque tienen el mismo destino i parecida sequedad, si bien su procedencia es humilde hasta lo que no te imaginas: la mugre. Pero aquí se la toma, i tú tienes que tomarla, si no quieres desairar la gentileza del mexicano al invitarte. Eso sí, con salecita i limón, mas no con café. Cómo se han reído de tu prueba de “pasarlo” hasta con él. Sigo con otras noticias. Está aquí, con nosotros, Rodolfo. Lleva ya un mes. Llegó el 30 de junio, i, no sabe qué hará. Puede ser que vaya a Suiza pués como ingeniero civil le han ofrecido una beca q’ parece le conviene. Dos años i aproximadamente nueve cientos o mil francos mensuales. Si ésto se produce, nos tendremos con “madame” que regresar, porque la casa no puede quedarse sola. Ya veremos. Por lo pronto, estuvo cinco días en Habana, uno en Curazao, algunos en Brasil, seis primero i luego otros seis con nosotros o diez, en Gringolandia, i ahora los que llegue a integrar en México con mi versado ciceronato. Le aprovechará la salida. El muchacho, tú lo conoces, es callado, “non parla, ma se fica”.
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Sobre el margen izquierdo de la hoja hay una inscripción del papel del hotel: “Air Conditioned/ Clima artificial” y “100 cuartos 100 baños”. Montes i Bradley, en efecto, ha mecanografiado sobe ellas, acaso para aprovechar espacio. 107
Dirigida por el escritor Joaquín Bustamante, la revista Trapalanda apareció en Río Cuarto, entre 1953 y 1956 (primera época) y en 1959 (segunda época). En ella se dieron cita varios intelectuales y escritores de la ciudad. Filloy publicó en sus páginas muchos de los “monodiálogos paranoicos” que más tarde integrarían su Yo, yo y yo (1971).
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Que bueno que Nancho i Paulina recibieron nuestros mensajes de respectivas felicitaciones. Pero, también Monique debió recibirlo, como los dos i como tú ahora. Para ella, el 29 de mayo (mejor dicho, días antes)108 salió una hermosa postal en color; ¿No la recibió?. Nos apenaría. Me encanta la actividad cultural riocuartense. Saluda a Marciano i todas las gentes amigas: Vázquez Cañas, etc., i ya sabes que ni bien regresemos nos iremos a pasar con ustedes una quincena de intensa convivencia. ¿Nos recibirá Paulina?. Ah! Gracias por tus impresiones sobre “La espada de plata” que considero amables. Un abrazo enorme para los 4 de estos pobres 3. Ni pisco ni grapa.
♣ México, 9 de octubre de 1955 Mi querido Filloy: Estoi contentísimo por tu envío i por haber podido leerte. Porque a la verdad, es una pena que gente como tú esté silenciosa. Albricias pues, albricias, i que Trapalanda viva mucho para que en sus páginas permanezca Juan Filloy humanista cabal i amigo del alma. Antes que nada quiero suplicarte que me hagas el grandísimo favor de remitirme por correo certificado los números 1 a 7 inclusive de la revista. Advierte que te lo suplico. Debes eso sí mandármelos mejor ensobrados, pues como también te será fácil saber merced al adjunto marbete postal, las condiciones en que los dos que me has remitido –el 8 i el 9– llegaran, deja mucho que desear. Con respecto a tus dos colaboraciones en la publicación de marras, me han agradado, sobretodo “Yo y los anónimos” donde la solercia del iconoclasta que eres, alcanza brillos feéricos en erudición i gracia. “Zoraida” es cuento logrado en dinámia mui propia también, aunque su argumento no merezca el calificativo de original.109 Con Virginia te estamos profundamente gratos al recuerdo del envío i al calor de las dedicatorias. Empero, te repito, necesitamos los siete anteriores números de Trapalanda. Hoi te despacho por correo ordinario, un sobre conteniendo periódicos, programas de teatro, ballet, etc. I no recuerdo que otra cosa. A él seguirán otros. En relación a Trapalanda i Río Cuarto de veras me parece una 108
Montes i Bradley vuelve a escribir aquí sobre una inscripción del papel: “El mejor hotel en la carretera México-Laredo. A una jornada de México – A una jornada de la frontera”. 109
“Yo y los anónimos” es uno de los “monodiálogos paranoicos” de Yo, yo y yo (1971); el cuento fue incluido más tarde en Los Ochoa (1972).
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maduración digna de alabanza. Nadie podría imaginársela ni aún quienes conocemos la ciudad i su zona de influencia. El grupo merece toda clase de apoyo i, naturalmente de felicitaciones. Si llego, algún día como espero, a regresar, me será mui placentero darles una serie de pláticas sobre la Estética mexicana en el silo XX. I se las ilustraré con diapositivas a todo color. No creo que les interese una serie de notas sobre pintores de México, vg., debidamente ilustradas, pero si acaso me equivoco, avísame que con gusto les remitiré algunas. A ti, para que tú se las brindes. ¿Cómo estarán de grandes, Monique i Nancho?. ¡Qué ganas tenemos de verles!. A Paulina con los cariños más tiernos de Virginia, entrégale mis homenajes i tú, tanto de ella como míos, ya sabes, nuestras gratitudes i nuestro afecto cada día más hondo. Una palabra más, a Joaquín Bustamante i toda su tribu, SALUD! Apdo. postal 1613.
♣ Río Cuarto, agosto 23 de 1968. Apreciado Montes i Bradley:110
∗
Días pasados, al recibir sus dos tarjetas de fetiches de Panuco y Tlatilco,
un espejo cercano reprodujo mi rostro que ya es digno de un estudio antropológico. Por eso, su felicitación concerniente al primero de Agosto, acusó mi antigüedad en la amarga paradoja de tener un año más teniendo un año menos… Con todo, gracias por la intención benevolente que la inspira. ∗
Una circunstancia ineludible, fundada solamente en el deseo de tener
una voz orientadora en esa Tenochtitlán remota, me impulsó a dar su Apartado Postal a los doctores Lazcano Zinny y Bustamante, vecinos de esta ciudad. Conforme a la advertencia que me formula, me complazco que no le hayan encontrado. Por lo demás, creo que obtuvieron su propósito por sus propios medios. ∗
A propósito de medios. De tenerlo en disponibilidad decorosa, me
hubieran tenido, o nos hubieran tenido, para los juegos olímpicos. Me encantan sobremanera. Aunque no fuese, nada más para constatar si en México se
110
Carta de Filloy a Montes i Bradley mecanografiada con papel carbónico de la que se conserva un fragmento.
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vence la barrera de los diez segundos para los sprinters de cien metros; la de 2.30 para el salto con impulso; la de 3 minutos 50 segundos, para la milla, etc. ∗
Pero, nones. No me han liquidado todavía un pesos por los libros
editados. Y la jubilación magra, en moneda más magra aún, me veda la realidad de tan bellos espejismos.111 ∗
Ahora un pequeño favor, espero no le irrogue mucha molestia, dadas sus
vinculaciones en el ambiente local. Monique me pide que le obtenga y me mande un programa de estudios de la Facultad de Letras de la Universidad de México. Que le informe por mi intermedio si allí hay posibilidad de hacer cursos de post-graduados. En su caso, cuándo se inicia y termina el curso lectivo. Ítem más: cuáles son los requisitos para lograr desde aquí la inscripción en la universidad. El plan de ella y de su marido es conocer México. Ya presentándose a una beca de la OEA o por alguna otra, otorgada por el gobierno mexicano, cuyo otorgamiento
Usted
conozca
y
tenga
a
bien
darle
característica
y
reglamentación. Guillermo Horacio Capdevila, su esposo, es abogado, especializado en Derecho Laboral. Se lo expreso por si cuaja algo también en su beneficio. Sé que Paulina escribió hace poco a su mujer. Por tanto supongo enterado de su crónica. Bien, sólo me resta ext… […]
♣ México, 25 de junio de 1972 Mio Caro: Un “otro sí” con toda oportunidad recibí tu separata de Novelística: esencia y forma, i el Filme (hace años, así es la castellanización) documental: termas de río Hondo. Bravo por ambos. Aquí están entre libros i papeles por tuyos mui estimado[s] i bien queridos. Otro abrazo por este otro sí.112 31/VII/71
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Se refiere a los libros que le editara Paidós: hasta entonces, Op Oloop (1967) y Estafen (1968). Más tarde, aparecería por el mismo sello, La potra (1973). Filloy no percibió estipendio alguno en concepto de derechos por la publicación de esos libros según lo señaló en repetidas oportunidades. Por lo demás, estaba jubilado desde 1964. 112
Manuscrito en una tarjeta de presentación. Si, en tanto un “otro sí” acompañaba una carta de mayor extensión, ésta se ha extraviado. Por lo demás, Montes i Bradley acusa recibo de un ensayo que Filloy había publicado en la Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, Año II Nº 4-5 –dirigida por Santiago Montserrat– en 1961. En cuanto al “Filme documental…, a que se refiere Montes i Bradley no tenemos datos de su publicación. Filloy solía titular así a sus ensayos literarios sobre lugares que había visitado: “Filme documental”, por caso, es el título de muchos de los capítulos de Periplo (1931), su famoso libro de viaje.
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♣ Mi querido Filloy: Al fin pude tranquilizar mi espíritu –luego de meses i meses de conocer el hecho editorial de tus libros en las librerías– al recibir i leer Ignitus i Yo, yo y yo, que fueron los únicos que llegaron a mis manos –como ya te dije– i leímos con Virginia, a prisa i gozosos. Casi un año debimos esperar nuestra participación en acontecimiento tan trascendental. Los últimos periódicos ya comentan en gacetillas con fotografías las nuevas fajas de honor i la entrega de premios con la asistencia de Dardo Cúneo i otros colegas entre los que no te cuentas.113 Te había escrito pidiéndote la remisión de los otros ya editados, unos por primera vez, los demás por reiteración. Entonces te pedí una foto i te avisé que en México no se vendían tus libros, por el sencillo motivo que no fueron enviados por la editorial, que sin embargo remite muchos títulos i desde luego novelas entre las cuales del propio Verbisky.114 Leídas ya las dos obras tuyas desearía comentarlas en la prensa mexicana. Empero… Sigo pues creyendo que en parte depende de tí que se concrete este placer que no desearía dejar para mi regreso a Buenos Aires. Escríbeme entonces, i remíteme las obras, la foto i si acaso las críticas más ajustadas en acierto i calidad, que habrás recortado. Además luego de recibir un periódico con una anotación marginal de tu puño i letra en ocasión de tu plática rosarina, Rodolfo me informó que había mantenido un cordial e informativo diálogo contigo, respecto precisamente, a nuestro regreso i algún plan que alentaba, vinculado con él i mi nutrida i mui valiosa biblioteca, i que tú le prometiste escribirme directamente en relación a mis anhelos con los que tú podrías, si coincidente con ellos, resultar valioso i amable gestor ante la propia gente de que el susodicho Rodolfo te habló. Como hasta ahora no sé de ti de modo directo me resuelvo a interrogarte con verdadero interés como comprenderás, respecto al tema que trataras con él. Tus palabras al respecto, tu opinión son para nosotros mui valiosas. ¿No quisieras decírnosla?
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En 1971, Juan Filloy recibe el Gran Premio de Honor de la SADE por recomendación de Dardo Cúneo.
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Bernado Vertbisky. Director de la “Coleccción Letras Argentinas” de editorial Paidós donde aparecieron las tres novelas de Filloy: Op Oloop (1967), Estafen (1968) y La Potra (1973). Para la edición de Op Oloop, Vertbisky escribió un prólogo que es fundacional en la crítica sobre la obra y la figura del escritor acaso porque acuñó la expresión “el mito Filloy” para referir a ambas. Vertbisky había editado en esa misma colección sus propias novelas, entre ellas Villa miseria también es América (1967).
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Cuéntame algo respecto de la nueva Universidad que Río Cuarto bien merece.115 La semana pasada recibimos carta de nuestra amiga la Dra. Blanca Ramos, diciéndonos que terminaba de ganar un concurso docente para ella. Prestigiosa universitaria cumplirá su plan de dos años de perfeccionamiento en el Favrot Medical Center de Houston, en fecha mui próxima, e inmediatamente retornará a la patria, mui contenta por su triunfo i por trabajar entre sus paisanos (de hecho) riocuartenses. Ella es oriunda de Córdoba. ¿Está bien Paulina? ¿Tú? ¿Los hijos i los nietos?. Deseamos con madame que así sea. Excúsame el forzoso término de mi epístola. Te abrazo.
♣ Buenos Aires, 29 de julio de 1975 Mi queridísimo Filloy: Ya perdida la ilusión de dialogar “en vivo i en directo” (como dicen mui vanidosamente los especímenes de cierta fauna que tú también conoces116) no te saludaré – en ti a Paulina mui querida nuestra– telefónicamente como en los dos años anteriores con ocasión de tu día. Setecientos i tantos días de esperar tu arribo a la metrópoli, tu consiguiente telefonema i nuestro encuentro subsecuente hasta que se terminen las velas, parécenme muchos para que el milagro se produjese. Empero, suponemos que algún día ¡zás! Los veremos por aquí. ¡Qué así sea!. ¡Qué los cumplas mui felices inmerso en tu casa, con tu gente –Paulina directora de orquesta–; hijos i nietos en torno i… amigos transmitiéndote por el medio que sea sus enhorabuenas. Rodolfo que termina de telefonear desde Rosario, me encarece lo incorpore a los felicitantes con el cariño de toda su vida, hacia ustedes. Un abrazo pues, fuerte i el aval cariñoso para que negocies un año más a tu favor. De Virginia ni que decir. 115
Aunque en su Balance enfático de Río Cuarto (1966), Filloy había lamentado la falta de “la docencia universitaria en facultades tecnológicas” que acusaba la ciudad, él nada tuvo que ver con la fundación de la Universidad Nacional de Río Cuarto que se produjo el 1º de mayo de 1971. Casi veinte años más tarde, en 1989, la institución lo distinguió con el título de Doctor Honoris Causa. 116
Omar Isaguirre asegura que tras haber recibido el Gran Premio de Honor de la SADE en 1971 Filloy fue invitado al programa “Almorzando con Mirta Legrand”. En esa ocasión, compartió mesa con el sociólogo Adolfo Crito, la modelo Marisa Prado, el comentarista deportivo Alberto Hugo Cando y la actriz Olinda Bozán… En septiembre participó del programa “Territorio de escritores” que se emitía por la misma frecuencia.
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Tuyo afmo.
♣ Buenos Aires 9 de diciembre de 1976 Queridos Paulina y Juan Vuestro amigo Montes i Bradley el fiel y viejo amigo ha fallecido el 22 de noviembre inesperadamente tras una breve enfermedad. Se ha ido sin volverlos a ver como tanto lo deseaba, en este Buenos Aires donde la vida en lugar de acercarnos, nos separa. Parecíamos más lejanos y más ausentes que desde México. Quiero ser yo; mi propia voz quién les comunique su partida, en homenaje al cariño, a la amistad y a la admiración, que como amigo, hombre y escritor ha sido Juan Filloy a lo largo de su vida. Jamás dejó de ponerlo como ejemplo aquí y allá; y colocarlo en el nivel más alto que escritor alguno, ambicionara. Con el corazón deshecho tiendo a Uds. mis manos, asiéndome a vuestra amistad para compartir los recuerdos del ausente amigo y del amado compañero. Mi salud, muy resentida, y deseando que la de Uds. sea plena como también la de los hijos. Rodolfo y yo les enviamos un abrazo. Virginia Tucumán 944. 5° K Tel: 392.2.2.72 ♣ Río Cuarto, diciembre 21 de 1976 Señora Virginia Picot de Montes i Bradley Señor Rodolfo Montes Picot Tucumán 944 5° K. Buenos Aires. De nuestra mayor consideración: Hemos sido profundamente consternados por la infausta noticia del fallecimiento de Montes i Bradley. Imaginamos la enorme zozobra que apena al espíritu de usted y, desde ya, aun reconociendo el pobre lenitivo que son las 102
palabras en tales circunstancias, las vertimos conmovidos en aras de una amistad tan larga y tan pura. Como ustedes han podido evidenciar en la extensa radicación en México, la distancia no fue jamás un óbice para tejer en la vía epistolar esa fina tela que forman las ideas en urdimbres de afecto. Y cosa curiosa, estando ya de retorno en la patria, jamás pudimos cristalizar el encuentro. La vida y sus vicisitudes se encargan de vedar anhelos y propósitos. Parece mentira que, salvo un viaje apenas útil para tomar el avión a Río (en donde reside Nancho), desde hace tres años no vamos a Buenos Aires. De tal suerte, sólo la puntual gentileza de Ricardo, supo avivar con su voz ese vínculo que remonta a la universitaria. Nos consuela saber que el deceso no irr[…] sufrimiento a Ricardo. Y también, que la gener[osa] adhesión de Rodolfo aliviará a su lado las angustias de una separación irreparable. Por todo el […] al reiterarles nuestra condolencia, formulamos fervientes votos porque 1977 se remanse en el [cul]to a su memoria. Atentamente:
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Querido Filloy: hermosa tu carta, por la pasión intelectual que transportaba. Tus observaciones muy justas, le dan valor a lo positivo de tu experiencia sobre mi libro. Pero… nada me dices de tu obra. Me hablas mucho de la mía, pero nada de la tuya; y te aseguro que tengo verdadera sed de leer un libro tuyo. Todos [initeligible] exquisitos banquetes para mí ¿Cuándo publicas algo? y ¿Cuándo vienes?117
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Telegrama manuscrito cuya fecha (posterior a 1940, según se desprende del número impreso en el formulario) ha sido imposible establecer con precisión. Nos pareció oportuno dejarla al final siguiendo un criterio archivístico y acaso, también emocional. Aunque breve y urgente el telegrama deja al lector escuchar nuevamente la voz de Ricardo Ernesto con su habitual generosidad y avidez intelectual y con su cordial afecto hacia el amigo Filloy.
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