50 - El observador
Sabado 11 de junio de 2011 - Perfil
ismael viñas, un intelectual sin filtro
“Lo que pasó con Hebe de Bonafini era inevitable”
Referente de las ideas de la izquierda argentina por décadas, el hermano del fallecido David Viñas se exilió en 1976 y nunca regresó al país. Hoy lanza una
mirada impiadosa sobre el mundo cultural de la Argentina y la emprende con mitos como el Che Guevara o figuras como Hebe de Bonafini, cuyos problemas
con Schoklender cree que eran predecibles: una comunión entre un matricida y una mujer que ocupa el lugar de sus hijos es algo a analizar con cuidado. eduardo montes-bradley
Eduardo Montes-Bradley*
Hubo un tiempo en que los Viñas fueron dos, después quedó uno solo. David fue el nombre que perduró tras su regreso del exilio. Ismael, el mayor de los hijos del insigne juez, continuaba el viaje que acabaría cubriéndolo de misterio. A David uno podía cruzárselo por Corrientes; el contacto personal con Ismael requería mayor empeño. Resultado de este último fue un documental que hicimos hace diez años. Pero lo mejor, sin embargo, han sido las recurrentes charlas de café. Estas últimas son como paseos por las páginas de un diario prestigioso. Viñas se desplaza asistido por un andador que no lo demora: “Tiene marcha atrás”, asegura. Cuenta que acaba de terminar de corregir de sus memorias: “Se me ocurre que los aspectos biográficos son de menor importancia en este libro. La historia del fracaso político de una izquierda nacional es la que realmente cobra protagonismo”, dice. — Hubo alg una vez una izquierda nacional que respondía a ese mismo nombre, encarnada por (Abelardo) Ramos, de quien se dice discípulo Jorge Coscia, actual secretario de Cultura de la Nación. —No conozco a Coscia, pero Ramos era un amoral, un trepador y un oportunista. El “Colorado” carecía de respaldo intelectual y estaba destinado al olvido como Jauretche. En ambos casos el olvido sería un acto de justicia. Cuando lo arrestaron a Dominique Strauss-Kahn pensé en Ramos. El hacía esas mismas cosas, pero en hoteles baratos. Pero en todo caso Strauss-Kahn no pretendía ocupar el lugar del pontificador moralista, lo que sí caracterizaba a la izquierda nacional en general, no sólo a los herederos de Ramos. ¿Coscia habla mucho de moral? — Sí, bastante. Pero al respecto suele ser más explícita Hebe de Bonafini. —Creo que era inevitable que Bonafini terminase incrustada en el centro de un escándalo financiero. Quizá tan predecible como el caso de Strauss-Kahn. La idea de que un matricida acabe incrustándose entre las faldas de una mujer que virtualmente ocupa el lugar de sus hijos habla de una comunión que vale la pe-
na analizar con cuidado. — ¿Qué consideraciones te produce el fracaso de la izquierda en términos más amplios? —Por un lado me entristece, por otro confieso alivio. Lo que me cuesta creer es que todavía haya quien aliente esas banderas. Parece mentira, pero una remera del Che tira más que una yunta de bueyes. El esclarecimiento ideológico debería bastar para entender que la única alternativa revolucionaria del siglo XXI pasa por la construcción permanente de un capitalismo cada vez más humano. No hay alternativa al capitalismo. —¿Qué opinión te merecen los sucesos de los últimos meses en Medio Oriente? —Veamos: al igual que a muchos me preocupa la prédica fundamentalista; pero también la derechización de Israel. Pero lo importante parecerían ser las diferencias económicas entre los primeros y los segun-
“Cuando arrestaron a Strauss-Kahn pensé en Jorge Abelardo Ramos. El hacía esas mismas cosas, pero en hoteles baratos.”
en su reino. Viñas vive en el exilio desde 1976. Desde Estados Unidos analiza la realidad argentina.
“David era el último que pensaba” cedoc perfil
e.m.b.
Para Ismael Viñas, la muerte de su hermano David, en marzo pasado, es todo un símbolo de la pobreza cultural de la Argentina de hoy. “La muerte de David mereció el tratamiento de duelo nacional, y esto sólo se justifica por el hecho de que con él se moría uno de los últimos tipos que pensaban la cultura en términos reales. Hasta hubo una miserable pelea por ver quién se quedaba con el cadáver en la puerta de la morgue, o del hospital. Es curioso: en la medida en que mueren los viejos la sociedad queda con la sensación de que no hay reemplazo.
Ismael desprecia “la miserable pelea” que se produjo para ver quién se quedaba con el cadáver de David.
herman0.
Es como si estuvieran estallando los últimos cartuchos… Pienso que la muerte de Sabato en un hecho fundacional de ese vacío cultural. Lo que persiste es un rejunte trasnochado que reivindica posturas que ya en los años setenta estaban desprestigiadas. A quién se le ocurre pensar que porque la Feria del Libro tenga lugar en Buenos Aires deba ser un invitado argentino el que brinde un discurso de inauguración. Creo que con David se murió uno de los últimos tipos que pensaban la cultura, ya no en términos reales, pero que pensaba, que a decir por lo que trasciende es mucho pedir”. n
dos. Decenas de miles, millones de musulmanes son llevados a pensar que Israel más la democracia parlamentaria, la economía de mercado, la participación activa de la mujer en los asuntos de Estado son los responsables de todas sus calamidades. Esto, evidentemente, favorece a los sátrapas de turno que ahora se la ven cruda. Es un tema complejo, seguramente, y en esa complejidad Israel representa mucho menos de lo que se supone. Las rebeliones recientes responden al crecimiento de las capas medias seducidas por las oportunidades que ofrece la tecnología, la educación abierta. Una vez más: la revolución pasa por el desarrollo capitalista. Aunque vale la pena aclarar que la vanguardia en este caso son capas medias esclarecidas, insignificantes ante las masas de millones de pobres. Una cosa es tomar el poder, la otra es organizar un país donde las masas asumen que las epidemias, la mortandad, la inflación, la inestabilidad política, la inseguridad, la desocupación, la represión y hasta el sida son culpa de Israel.
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Perfil - Sabado 11 de junio de 2011 FOTOS: CEDOC PERFIL
ideas. Jorge Coscia, que se declara heredero de Ramos. Ernesto Sabato: su muerte es un hecho fundacional del vacío cultural de la Argentina. Hebe de Bonafini, una mujer que ocupa el lugar de sus hijos, junto a un matricida como Schoklender: tenía que terminar mal.
—Por un momento pensé que volvías al tema Argentina. — Cuando yo escribí sobre la Argentina en los años 50, aquel era un país con perspectivas de desarrollo. Hoy no soy tan optimista. Esa falta de perspectivas se debe en gran medida a la desaparición de los recursos materiales de desarrollo. Argentina, ya sea por falta de previsión, por vocación cortoplacista o por negligencia, evolucionó al margen de las corrientes dominantes. — ¿Qué me decís de Bin Laden? —No creo que a nadie deba caérsele una sola lágrima por la muerte de ese asesino. Y si en algún momento se supuso que el mundo se alzaría en un solo grito ante el acierto, no pasó absolutamente nada. Pero esto tiene una contrapartida en la verificación de que en efecto existe un imperialismo, que ese imperialismo está mutando y adaptándose con relativo éxito. Estados Unidos representa hoy un imperio con
múltiples frentes de conflicto. Bin Laden está muerto, pero las contradicciones siguen en pie y no faltan justificaciones para seguir alimentando los conflictos que surjan a partir de ahora. La muer te de Bin Laden no termina con el proceso histórico, lo renueva. Esto no es ni bueno ni malo, es un hecho. —Hablando de renovación: volvamos a las elecciones... —Es una disputa entre sectores del peronismo en la que al parecer no hay nadie dispuesto a participar. Es una interna sin candidatos. A pesar de eso, no creo que ni Kirchner y sus herederos puedan destruir un país. No son tan capaces. Pienso en Cuyo, por ejemplo, y me vuelve el alma al cuerpo. Un país no es una unidad monolítica. Tengo admiración por Mendoza. Creo que Mendoza es un país que sí tiene perspectivas de desarrollo y crecimiento al que sí me hubiera gustado volver alguna vez. n *Desde Hollywood, Florida.