Adaptaciones curriculares, una necesidad imperiosa
Nombre: Natalia Andaur Pérez Asignatura: Diseño y Adap. Curricular Profesor: Jorge Miranda Ossandón Fecha: 20-01-2012
Adaptaciones curriculares, una necesidad imperiosa
A partir de la Declaración de Salamanca, realizada en junio de 1994, se ha pretendido unificar y hacer eficiente la enseñanza centrada en el alumno con necesidades educativas especiales, en los centros educativos comunes. Debido a
ello, se ha propuesto una
pedagogía capaz de satisfacer éstas necesidades, por medio de apoyos, que incluyen: la participación de los padres, la comunidad, servicios asistenciales, y, también comunidades internacionales, que actúen y colaboren con el aprendizaje de los niños, jóvenes y adultos con N.E.E. Recordemos que, en nuestro país anteriormente los alumnos con N.E.E eran excluidos del sistema escolar; de las aulas comunes, lo que provocaba una segregación discriminatoria en la escuela y luego en la sociedad. Sin embargo, se han comenzado a implementar en las escuelas los Proyectos de Integración, cuya finalidad está en incluir en las aulas comunes a estos alumnos. Esto permitió que los colegios adecuaran sus propios proyectos educativos, atendiendo a la diversidad. Pero, ¿qué se entiende por adaptaciones curriculares?, según García Vidal (1996), las define como el conjunto de medidas destinadas a satisfacer las necesidades educativas de un alumno, que continúan siendo especiales tras haber flexibilizado convenientemente la planificación del colegio y del aula; una respuesta específicamente dirigida a un alumno y que combina tanto su participación en los contextos y experiencias educativas comunes, como ciertas medidas estrictamente individuales. ¿Tiene sentido realizar las adaptaciones curriculares? Claro que sí, la estrategia de ajuste debe introducir medidas que sean capaces de flexibilizar el diseño curricular en sus niveles de concreción, es decir, que las adaptaciones curriculares son estrategias y recursos educativos específicos, que emplean los docentes y equipos de apoyo a la integración escolar, para así posibilitar el acceso y progreso de un alumno con N.E.E, tanto de carácter transitorio como permanente.
En este sentido, es preciso reconocer que es a través de las adaptaciones curriculares se genera un punto de partida para reflexionar sobre las adaptaciones que son necesarias a realizar para mejorar la práctica y dar
una respuesta adecuada. Estas promueven
aprendizajes tan equivalentes como sea posible a los establecidos en el diseño curricular, ya sea por su temática, profundidad y riqueza. Otro punto a favor, consiste en que son realizadas por docentes de educación especial, educación común y equipo de profesionales, para un alumno y su grupo clase, en un determinado contexto, de acuerdo a las N.E.E identificadas. De este modo, no pueden ser copiadas ni transferidas sin el ajuste correspondiente. Pero… ¿hasta qué punto se llevan a la práctica en los colegios las adaptaciones curriculares? Si fijamos nuestra atención por ejemplo en la asignatura de matemáticas nos damos cuenta que muchos alumnos continúan con una verdadera aversión a esta área del currículum. ¿Será que los profesores continúan su enseñanza con prácticas demasiado añejas, sin cambios metodológicos que permitan que el aprendizaje llegue a todos los alumnos ¿ Y tendrán ellos la conciencia de que si no lo logran, están vulnerando el derecho a aprender que tienen todos en la sala de clase? Adecuar significa ofrecer otras herramientas, salir de la mentalidad “homogénea” del quehacer docente, para incluir a los que tienen otras capacidades y diversidad de inteligencias. Se deben entonces, adecuar los contenidos objetivos y metodologías para llegar a hacer de las aulas un espacio democrático de aprendizaje, que no rotule, que no siga tildando de “porros” a quiénes que con las estrategias tradiciones “no rinden”. Sin duda, la asignatura de matemáticas es una de las áreas del currículum que más dificultades provoca en muchos estudiantes chilenos, y su nivel de importancia es tal, que a los ojos de muchos, ser bueno o malo para las matemáticas clasifica los estudiantes como “tontos” o “inteligentes”, “flojos” o “aplicados”. Para quienes esta asignatura fue una verdadera piedra en el zapato, mientras estuvimos en básica o media, el estigma de “malo para las matemáticas” no resulta fácil de superar.
Al preguntarnos el porqué, recordamos a nuestros profesores y sus tradicionales métodos de enseñanza. Ellos, frente al pizarrón escribiendo con pésima letra, explicando rápido, problemas que entendían un 5% de la clase; eran los “secos pa’ la matemática”, los que por cierto no compartían sus conocimientos con nadie. Por cierto que era imposible, así sentados unos detrás de otros, mirándonos solamente las espaldas… ¿Pero qué podemos hacer? ¿Cómo respondemos a esta necesidad educativa? , ¿De qué forma las adaptaciones curriculares pueden hacer una educación más inclusiva? Sin duda, será cada unidad educativa la que organice sus propias directrices, y consciente de las necesidades educativas de sus alumnos, en su contexto, elabore planes, estrategias, contenido y objetivos, que permitan concretizar el derecho constitucional de aprender que tiene cada uno de los estudiantes en las aulas comunes de Chile. Todas las herramientas pedagógicas están dadas sólo falta tomarlas para ejercer una pedagogía innovadora que esté acorde a la realidad del siglo XXI.
Bibliograf铆a
Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales: acceso y calidad (1994). Declaraci贸n de Salamanca y marco de acci贸n para las necesidades educativas especiales. Extra铆do el 19 de junio 2011 de: http://www.unesco.org/education/pdf/SALAMA_S.PDF