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El permiso de paternidad será de cuatro semanas a partir de 2011 P. 42
Jueves, 28 de mayo de 2009
Concierto. El grupo de Chicago se entrega en su estreno en Granada La banda liderada por Jeff Tweedy emocionó a un Palacio de Congresos desangelado por el fútbol z Los norteamericanos ofrecieron un concierto lleno de voltaje. Por Eduardo Tébar. Granada
Wilco pierde con dignidad
LES TOCÓ JUGAR EN LA NOCHE MÁS DIFÍCIL Y CUMPLIERON DE SOBRA A PESAR DE LA FALTA DE PÚBLICO. WILCO, LA FORMACIÓN MÁS IMPORTANTE DEL ROCK ALTERNATIVO EN EE UU, DEBUTÓ ANOCHE CON SOBRESALIENTE. Anoche, la ciudad se paralizaba con la antena puesta en Roma. Los granadinos contemplaban absortos la suerte del Barça de Guardiola en la Champions. Todos, excepto los pocos cientos de prosélitos que acudieron en plan ‘clase particular’ al Palacio de Congresos para disfrutar del directo de Wilco. La banda de Jeff Tweedy triunfa alrededor del globo con uno de los espectáculos de rock más apabullantes del planeta. Efectistas, modernos y enraizados a la vez. La formación de Chicago logra convencer a todos los perfiles melómanos con una propuesta atractiva tanto para el público de Radiohead como para los coleccionistas de grabaciones de Gram Parsons. Akron Family, sus vecinos de Pen-
silvania, ejercieron de digno hilo musical mientras un tercio escaso del Palacio tomaba sus asientos. No aparecían anunciados en los carteles y con la misma discreción desaparecieron tras derrochar una generosa lección de rock desbocado. Desde luego, no se trataba de una velada de suerte. Eso debió pensar Tweedy cuando se enteró de que se disputaba la gran final y que la mitad de las butacas del Cervantes de Málaga las ocuparon fans granadinos hace dos noches. Paisajes sonoros. Cuesta encasillar a Wilco. Los vaivenes estilísticos del combo en los últimos tres lustros modelan un ‘collage’ de lo más heterogéneo. ¿Pop? ¿Rock? ¿Folk independiente? ¿Country alternativo? Poco importan las etiquetas cuando sus seguidores adoran las canciones emblemáticas de un repertorio abultado y recio. Al menos, lo suficiente para extasiar a la audiencia durante dos horas sin fisuras en la selección. Desgreñado, con el tormento a sus espaldas y ‘look’ vaquero, Tweedy cruzó el escenario tras un preceptivo silencio de la banda. El com-
«Hoy se han ido todos a ver el partido. ¿Alguien sabe cómo van?», bromeó Jeff Tweedy en medio del concierto en el auditorio positor y cabecilla único del proyecto no posee una voz ostentosa, pero su tono melancólico y desvaído provoca auténticos episodios de fervor entre la cola de admiradores. Ojo, hinchas de ‘hooliganismo’ moderado, respetuosos y atentos a las narraciones en primera persona del jefe. La gran mayoría reconocidos músicos de la ciudad. El contrapunto al salvajismo de los ultras que ocupaban las calles al mismo tiempo. El combo repasó los momentos más lúcidos de su discografía, con paradas obligatorias en pasajes de ‘Being there’, ‘Yankee Hotel Foxtrot’ y ‘A ghost is born’. Revisiones aupadas por un combo versátil y multifuncional. Más de uno babeó –literalmente– con la pedal-steel de Nels Cline, que regaló auténticas muestras de digitación. Y es que a los miembros de Wilco les gusta ju-
Jeff Tweedy repasó los grandes éxitos de Wilco a su paso por el Palacio de Congresos de Granada.
gar con guitarras serpenteantes de la escuela Byrds y Roger McGuinn. Por instantes, uno rememoraba a los originales volando ‘cinco millas a lo alto’.
RUIZ DE ALMODÓVAR
Modernidad y tradición. Wilco integran el folclore norteamericano en la cosmética de la modernidad. Así, el barniz añejo de The Band se funde en la cacharrería electrónica y las piruetas sónicas de, por ejemplo, John Cale en sus embates más alocados. Su flamante ‘Wilco, The Album’ se puede escuchar desde hace un par de semanas a través de su web. Sin embargo, Tweedy optó por clásicos como ‘Handsnake drugs’, ‘Misunderstood’ o ‘Impossible Germany’ para ganarse a los melómanos granadinos en la noche copera. “Hoy se han ido todos a ver el fútbol. ¿Alguien sabe cómo van?”, bromeó Jeff Tweedy. Luego le soplaron el resultado y lo celebró con el público. Después de todo, su fama de genio apocado no se ajusta tanto a la realidad. Dicen que los grandes saben perder con deportividad. En eso, Wilco rebosaron estilo y categoría en Granada. b