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Palabras hacia la independencia
from Edutopía No.17
by Edutopía
independencia Pa l a b r a s h a c i a l a independencia
Por: Marcela Paredes Castillo Psicóloga Clínica Maestría en psicopedagogía y especialización en neuroaprendizaje
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El método Montessori fue creado hace más de 100 años y muchos modelos educativos actuales están basados en su filosofía. Sus principios siguen teniendo mucho peso a nivel educativo y están fundamentados científicamente. Uno de los objetivos principales de este método es que el niño alcance la independencia. Maria Montessori, en su libro Mente Absorbente, explica que el niño, por naturaleza, busca ser cada vez más autónomo hasta lograr la conquista de la independencia. En casa, puedes contribuir a esto hablándole a tu hijo de cierta forma.
“El instinto más grande de los niños es precisamente liberarse del adulto.” -Maria Montessori
Aunque no existe un lenguaje Montessori para hablarle y dirigirse a los niños, puedes utilizar algunas frases para alcanzar los objetivos de esta filosofía. Las palabras que decimos a los niños los impactan fuertemente y qué mejor que poder decirles algo que los lleve a cumplir metas.
Tú, puedes guiar a tus hijos y ayudarlos a ser cada vez más independientes, no solamente en actos concretos, sino también en sus pensamientos y toma de decisiones. Al final de cuentas, lo que buscamos es que los niños puedan desenvolverse en su ambiente de la mejor forma posible y, si desde pequeños los ayudamos a pensar de forma crítica e independiente, seguro les estaremos dando una herramienta para alcanzar el éxito más adelante.
“Ayúdame a hacerlo por mí mismo.” -Maria Montessori
¿Qué le puedes decir a tus hijos cuando les estás enseñando a hacer algo?
Menos es más; cuando en un aula Montessori se le presenta un material a un niño, la guía dice pocas palabras para que la atención del niño se focalice en los movimientos y pueda después imitarlos y lograr hacer el trabajo de forma independiente. En casa, cuando le estés enseñando a hacer algo a tu hijo, puedes probar hacer lo mismo. Dile frases como:
“Te voy a dar un ejemplo de cómo hacerlo para que tú lo hagas solo.” “Observa cómo lo hago.” “¿Te quedó claro lo que tienes que hacer?” Asegúrate que haya comprendido lo que tiene que hacer y, si es necesario, repite la demostración.
“La mejor enseñanza es la que utiliza la menor cantidad de palabras necesarias para la tarea.” -Maria Montessori
En Montessori, los niños aprenden haciendo. Como todo en la vida, el aprendizaje y la conquista de la independencia son un proceso. Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje distinto y como adultos debemos respetarlo. Cuando el niño está en el proceso de adquirir una habilidad, es normal que busque aprobación de un adulto. En este caso, puedes hacerle ciertas preguntas al niño para que reflexione sobre cómo está haciendo las cosas. Intenta preguntarle:
“¿Cómo te estás sintiendo con el trabajo que estás haciendo?” “¿Te sientes satisfecho con tu esfuerzo?”
Puedes también hacerle saber que te estás dando cuenta de su esfuerzo, y en lugar de elogiarlo, puedes decirle cosas como:
“Me he dado cuenta que te has esforzado en lo que estás haciendo.”
Lo mejor que puedes hacer es llevar al niño a la reflexión y que él encuentre respuestas y se sienta satisfecho de lo que ha logrado o está por lograr. De esta manera, el niño generará responsabilidad, tanto de sus logros como de sus errores.
Recordemos que los errores son una oportunidad para aprender. Si tu hijo se equivoca, no es necesario que tú señales con qué se equivocó o en qué puede mejorar. Llévalo a reflexionar sobre su trabajo y que sea él quien se dé cuenta de sus puntos de mejora.
“¿Cómo puedes mejorar lo que hiciste?” “¿Cómo crees tú que está el trabajo terminado?” “¿En qué parte puedes mejorar?”
En las aulas Montessori, cuando un niño cree que ya tiene dominado algún material, pero sigue cometiendo algún error, lo que se hace es volver a hacerle una demostración para que preste atención a los detalles. Si tu hijo todavía comete algún error, puedes decirle:
“Vamos a volver a hacerlo juntos y luego lo puedes hacer tú solo otra vez.” “Te voy a dar otro ejemplo para que prestes atención a cada paso.” “Mira cómo lo estoy haciendo… ahora hazlo tú solo.”
El hecho que nuestro objetivo sea criar niños independientes, no implica que no podamos ayudarlos. Lo importante es dejar que el niño intente hacer las cosas y no dárselas ya hechas. Por supuesto que, como adultos, necesitamos tiempo y paciencia, pero el esfuerzo de nuestra parte dará resultados muy satisfactorios. Cuando tu hijo te pida ayuda, pregúntale en qué parte del trabajo puedes ayudarlo. Esto contribuirá a que tú y tu hijo identifiquen en qué área está teniendo problemas y en dónde necesita algún refuerzo.
“La persona que es servida, en lugar de ayudada, es obstaculizada en el desarrollo de su propia independencia.” -Maria Montessori
Finalmente, si tu hijo ya dominó lo que le enseñaste o lo está perfeccionando, puedes felicitarlo y motivarlo a seguir logrando cosas nuevas. Es importante que hagas responsable a tu hijo de su esfuerzo y de sus logros. Le puedes decir algo como:
“¡Te felicito!” “¡Lo lograste!” “Esto es fruto de tu esfuerzo.” “Si lograste hacer esto significa que puedes lograr muchas cosas más.”
Evita halargarlo innecesariamente o comprometer el amor y afecto que sientes por tu hijo con sus resultados. No condiciones a tu hijo a recibir aprobación de un adulto por cada logro que alcanza; fomenta la independencia y ayúdalo a convertirse en su propio maestro y a perfeccionar su trabajo por motivación propia.
La independencia que puedes generar en tu hijo no se limita solamente a poner en práctica lo que le enseñas, sino también ayudarlo a ser independiente en sus pensamientos, sentimientos y decisiones. Con estas frases y preguntas reflexivas, inspiradas en el método Montessori, ayudas a tu hijo a encontrar una motivación intrínseca para hacer las cosas bien hechas y alcanzar el éxito.
“El niño que ha aumentado su propia independencia con la adquisición de nuevas capacidades, solo puede desarrollarse normalmente si tiene libertad de acción.” -Maria Montessori