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Mi trabajo en Eishel
from Jaim Jadashim #65
Soy Ingeniero en Sistemas de profesión, pero la vida me ha dado la oportunidad de desarrollarme en varios ámbitos; permitiéndome crecer de manera profesional pero más de forma personal, pasando por una etapa de reflexión, rendición y aprendizaje. En esta etapa de mi vida se me brinda la oportunidad y tomando la decisión en una llamada telefónica de aceptar las condiciones para ingresar a colaborar al Eishel en menos de dos días; por desgracia, pero afortunadamente esta pandemia me da la oportunidad de conocer dicha institución, su operatividad y aprender algo nuevo en mi vida.
Me gustan los desafíos e ingreso a laborar como “Supervisor COVID-19”. Pasando por un periodo de aislamiento de seis días de acuerdo con el protocolo que se tenía en su momento, empecé a trabajar con visitas cortas y llamadas telefónicas para entender y comprender los protocolos que se manejaban hasta ese momento. La persona con la que iba hacer equipo y me explicaría lo que se había implementado de protocolos, salió positiva en la última prueba y tenía que salir del Eishel, todo sería por vía telefónica.
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Después de ese periodo ingreso al Eishel y me sorprende el tamaño de área con la que se cuenta, número de residentes y de colaboradores, nunca me imaginé que fuera tan grande, ya que por fuera aparenta una dimensión más reducida.
Esas dos primeras semanas fueron intensas, debía entender con qué material Mauricio Ocampo
contaban, comprender que es lo que necesitaban y cómo lo podríamos adaptar, mejorar o complementar, conocer las instalaciones, empezar a relacionarme e integrarme a un equipo en su mayoría de muchos años en el Eishel, comenzar a encajar y demostrarles que venía a colaborar con el equipo, trabajar y sobre todo mi compromiso.
Como lo he dicho, no se descubrió el hilo negro, lo que se hizo en conjunto con el patronato fue identificar qué protocolos se habían tomado a nivel mundial en otros asilos, identificar e implementar y cuales eran nuestros requerimientos de infraestructura, compra de artículos para facilitar y mejorar el desempeño de las áreas; en conjunto con los administrativos y colaboradores determinar cómo hacían su trabajo en campo, estudiar los flujos que se tenían implementados y diseñar nuevos protocolos de una manera impresa y colocados en puntos clave del Eishel, enriqueciendo y fortaleciendo las medidas de seguridad al interior y, sobre todo la colaboración, disposición y actitud de todos los que aquí laboramos. A partir de los ajustes realizados, mantenemos cero casos COVID al interior del Eishel y, continuamos con las medidas de seguridad.
No es una situación fácil, considerando que esta pandemia nos ha cambiado la vida en todos los aspectos (laboral y personal) sin embargo, debemos analizar y adaptarnos a estos cambios.
Quiero reconocer la ardua labor que cada uno de ustedes ha hecho con la finalidad de
resguardar nuestra razón de ser: los residentes. Agradezco a los colaboradores, administrativos, residentes y patronato que me han permito formar parte e integrarme a un extraordinario equipo de trabajo y por confiar en mí para poder estar al frente de la Supervisión COVID. No identifico a la totalidad de residentes pero escucho historias e incluso he tenido la oportunidad de platicar con algunos, es fascinante oírlos y conocerlos pero sobre todo servirles.
Doy gracias a D’os y a la vida por darme la oportunidad de vivir, disfrutar y comprender éste presente profesional, personal y de crecimiento como ser humano.
En estos días coincidí con la señora Dalia y la señora Gloria en el pasillo y me detuvieron para darme las gracias por la labor que estoy haciendo como Supervisor COVID , les di las gracias, pero les mencioné que hay todo un equipo de trabajo junto a su servidor para poder llevar a cabo ésta ardua labor; me permito hacer extensivo el reconocimiento y agradecimiento de los residentes para el patronato, los administrativos y los colaboradores.
Consideremos que todo es cambiante y estamos en el proceso de mejora continua identificando siempre las fortalezas, oportunidades, identificando las debilidades y tomando en cuenta las posibles amenazas tanto como equipo de trabajo, de forma individual y como seres humanos.
A lo largo de las experiencias personales que he vivido, me permito compartir una frase que fui afinando con el paso del tiempo “No importa de dónde vengo, ni a donde voy, lo que importa es donde estoy”.
El día más desperdiciado es en el cual no hemos reído