FREE//GRATUITO
PUBLISHED BY ACCIÓN LATINA
Vol. 50 No. 10
May 21-June 3, 2020
TRANS COMMUNITY FACES UNIQUE HEALTH CHALLENGES AMID PANDEMIC LA COMUNIDAD TRANS ENFRENTA DESAFÍOS PARA SU SALUD FÍSICA Y MENTAL DURANTE PANDEMIA Sam Moore
El Tecolote
*Editor’s note: Sam Moore is a journalism students in SF State’s Journalism 575 Community Media this spring. Taught by professor Jon Funabiki, the class is a collaboration with El Tecolote
J
acob Cook, a 22-year-old retail employee from Orange County, was on track to start hormone replacement therapy last month—until his clinic ran out of testosterone. “When I arrived, I had to wait for two and a half hours just to be told I wouldn’t be receiving treatment. All the testosterone had expired and no one had noticed or checked,” he said. “All backorders on T had been cancelled because of COVID-19.” After waiting for nearly three hours, he said, he was sent home with no prescription. Cook isn’t alone: as the coronavirus pandemic continues to upend almost every part of the healthcare system, many trans and gender non-conforming people are faced with the daunting task of pursuing increasingly inaccessible gender-affirming medical services—services which, for many, weren’t easy to access in the first place. “I’m going to be off testosterone for the next month because of delayed shipping, and since my pharmacy doesn’t have a physical location I can’t go pick it up,” said Ace Gimeno, 19, who works as a barista in Fairfield and attends Solano Community College. Since the pandemic started, he said, he’s been unable to find alcohol prep pads for his testosterone injections, and has been using incorrectly-sized needles since the size he normally uses hasn’t been available at any drugstore. “I’m worried about mental and emotional changes, since my body will be adjusting to not having that amount of testosterone in my system,” Gimeno said. “My mental health is my biggest concern there.” Setbacks like this are happening across medical lines, from lupus patients unable to access hydroxychloroquine after it was approved by the FDA as an emergency coronavirus treatment, to patients with chronic illnesses facing increasing shortages of sedatives, anesthetics, painkillers, and muscle relaxants, all of which are used to treat people on ventilators. But to a community intimately familiar with how an inequitable society can enable a dangerously inadequate healthcare system, these sort of challenges sting especially hard. “The most extreme or dangerous thing there is suicidality, when there are people who are at a point of feeling like it’s life or death,” said Danny Schnittman, who works as a family See TRANS HEALTHCARE, page 10
Illustration: Valeria Olguín nero, cada vez más inaccesibles, serEl Tecolote vicios que, para muchos, no fueron fáciles de acceder desde el inicio “Voy a estar sin testosterona du*Nota del Editor: Sam Moore es estudiante de periodismo, de la clase rante el próximo mes debido al retraMedios de Comunicación Comuni- so en el envío, y como mi farmacia tarios. Impartida por el profesor Jon no tiene una ubicación física, no pueFunabiki, la clase es una colabora- do ir a recogerla”, dijo Ace Gimeno, de 19 años, que trabaja como barista ción con El Tecolote. en Fairfield y asiste al Solano Comacob Cook, un empleado mino- munity College. Desde que comenrista de 22 años del Condado de zó la pandemia, dijo, no ha podido Orange, estaba en camino de co- encontrar compresas de preparación menzar la terapia de reemplazo hor- de alcohol para sus inyecciones de monal el mes pasado, pero su clínica testosterona, y ha estado usando aguse quedó sin testosterona: “Cuando jas de tamaños incorrectos ya que el llegué, tuve que esperar dos horas y tamaño que usa normalmente no ha media para que, finalmente, me di- estado disponible en ninguna farmajeran que no recibiría tratamiento. cia. “Estoy preocupado por los camToda la testosterona había expirado bios mentales y emocionales, ya que y nadie se había dado cuenta”, dijo. mi cuerpo se adaptará a no tener esa “Todos los pedidos pendientes en T cantidad de testosterona en mi sistehabían sido cancelados debido a CO- ma”, dijo Gimeno. “Mi salud mental VID-19”. Después de esperar casi es mi mayor preocupación allí”. Hay retrocesos como este en las tres horas, dijo, lo enviaron a casa sin líneas médicas, desde pacientes con receta. Cook no está sola: a medida lupus que no pueden acceder a la que la pandemia por el coronavirus hidroxicloroquina después de que continúa afectando a casi todas las fue aprobada por la FDA como un partes del sistema de salud, muchas tratamiento de coronavirus de emerpersonas trans y género no binario se gencia, hasta pacientes con enferenfrentan a la difícil tarea de buscar medades crónicas que enfrentan una servicios médicos para afirmar el gé- escasez creciente de sedantes, anesSam Moore
J
tésicos, analgésicos y relajantes musculares, todos utilizados por ahora para tratar a pacientes conectados a ventiladores. Pero para una comunidad íntimamente familiarizada con la forma en que una sociedad inequitativa puede permitir un sistema de salud peligrosamente inadecuado, este tipo de desafíos son especialmente difíciles. “Lo más extremo o peligroso es la tendencia suicida, cuando hay personas que están en un punto de sentir que es de vida o muerte”, dijo Danny Schnittman, quien trabaja como terapeuta familiar y coordinador de admisión en el Centro Pacífico para el Crecimiento Humano, un centro comunitario LGBTQ + en Berkeley que opera la única clínica de salud mental de escala móvil para personas LGBTQ + en el condado de Alameda. “Lo más importante, creo, es solo el bienestar general y los aspectos de salud mental del aislamiento, de no tener atención afirmativa o validada, no tener acceso a algo que potencialmente puede cambiar la vida de alguien”. Las tasas más altas de suicidio en las comunidades trans, junto con los sentimientos de aislamiento e inaccesibilidad de la atención de afirmación
de género provocada por la pandemia, podrían causar una afluencia de desafíos de salud mental entre las comunidades trans, dijo Schnittman. “Las cirugías (de afirmación de género) no están sucediendo en este momento”, dijo. “A las personas se les ha retrasado indefinidamente la fecha de cirugía. No saben cuándo van a poder someterse a una. Podrían haber estado en una lista de espera durante mucho tiempo. Existe esa desesperanza e impotencia, ¿cuándo puede suceder esto?” La pandemia ha afectado el propio lugar de trabajo de Schnittman: desde que se puso en vigencia la orden de confinamiento en el hogar, el Pacific Center ha transferido la mayoría de sus servicios a un formato en línea y ha dejado de recibir nuevos pacientes. Los terapeutas han reducido el costo de sus sesiones y han ofrecido algunas sesiones gratuitas para acomodar a los pacientes que han experimentado una pérdida de ingresos. Aquellos que asisten a los grupos y programas de apoyo del centro, especialmente los jóvenes trans, enfrentan sus propios desafíos, dijo Schnittman. “Co-facilito un grupo trans preadolescente que regularVea SALUD, página 10