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PUBLISHED BY ACCIÓN LATINA
July 28-August 10, 2022
Vol. 52 No. 15
FUERTE PROGRAM PROVIDES MENTAL HEALTH EDUCATION FOR ARRIVING IMMIGRANT YOUTH FUERTE, PROGRAMA EDUCATIVO SOBRE SALUD MENTAL PARA JÓVENES MIGRANTES RECIÉN LLEGADOS Mara Cavallaro El Tecolote Mara Cavallaro is El Tecolote’s Report for America Corps Member who reports on mental health and healthcare inequality in the Latinx community.
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very year, about 500 newcomer immigrants enroll in San Francisco public high schools, according to district data. Of those 500, well over half come from Honduras, El Salvador, and Guatemala. Another eight percent come from Mexico. Among recent immigrants, linguistic, academic, social, financial, and now, pandemic stress is common. Latinx newcomer youth are at increased risk for traumatic stress and behavioral disorders, according to research done by the William T. Grant Foundation. They are also less likely than their white counterparts to have access to and use mental health care services. Fuerte, a semester-long mental health education program for Spanish-speaking Latinx newcomer immigrants in the San Francisco Unified School District (SFUSD), seeks to change that. It has served over 350 youth since its inception in 2015, it has survived the pandemic, and its current iteration is being evaluated by UCSF researchers for impact on mental health literacy, linkage and access to mental health services, and social connectedness. According to Dr. William Martinez, the principal investigator, the study is an opportunity to demonstrate the tangible impacts of mental health programs like Fuerte on immigrant youth. “If we can demonstrate this program is beneficial to this population, we can get funding to sustain it [and] disseminate it to other places around California,” he explained. As of now, the San Francisco program has been guaranteed funding for at least two
more years, thanks to the Mental Health Services Act Innovation fund, which has been financed by a one percent income tax on annual personal incomes of over one million dollars since 2004. In addition to recognizing the unique mental health needs of newcomer immigrant students, Fuerte is groundbreaking in that it emphasizes the importance of preventative care. Martinez and his fellow clinicians first recognized the need for a preventative mental health program in 2013, when they began seeing “a lot of [Central American] kids coming in [to the UCSF clinic] with a lot of trauma,” he said. “Newcomers were coming in … when they were already a lot more acute, [with] a lot more behavioral health problems.” The psychological impact on immigrants of the United States’ inhumane family separation policies and detention centers, its criminalization of immigration, and its racist rhetoric at both national and interpersonal levels cannot be understated here. Part of Fuerte’s programming, therefore, is a screening meant to identify mental health care needs and link students to services sooner. However, structural barriers to access remain. Conversations with Latinx newcomers in the program revealed that most youth were not available outside of school hours. “Most of our kids are working after school and a lot of them are working 20+ hours a week,” Martinez told El Tecolote. “We have workforce turnover … for the same reason — it’s so expensive,” he said. A shortage of Spanish-speaking mental health clinicians in San Francisco means that care is frequently delayed for patients who need bilingual services. Erik Martinez, SFUSD focal services supervisor, said that for newcomer students “there’s a critical need for mental health [support]. There are waitlists for See FUERTE, page 10
William Martinez, médico y director de Salud Mental Pediátrica para la Iniciativa de Salud y Derechos Humanos del UCSF, es el investigador principal de Fuerte, un programa de prevención dirigido a jóvenes inmigrantes recién llegados en riesgo de sufrir problemas de salud conductual. Dr. William Martinez, Director of Pediatric Mental Health for the UCSF Health and Human Rights Initiative, is the principal investigator of the Fuerte program, a school-based group prevention program targeting newcomer immigrant youth at risk of behavioral health concerns. Photo: Anna Hoch-Kenney Mara Cavallaro El Tecolote Mara Cavallaro es miembro del Cuerpo de Reporte para América de El Tecolote que informa sobre la salud mental y desigualdad en salud en la comunidad Latinx.
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ada año, aproximadamente 500 inmigrantes de reciente llegada se inscriben en las instituciones públicas de San Francisco, según datos del Distrito Escolar Unificado de San Francisco (SFUSD, por sus siglas en inglés). De esos, más de la mitad proceden de Honduras, El Salvador y Guatemala; otro ocho por ciento, de México. Entre ellxs es común el estrés lingüístico, académico, social, financiero y, ahora, pandémico: lxs jóvenes latinxs recién llegadxs corren un mayor riesgo de sufrir estrés traumático y trastornos de conducta, según una investigación realizada por la Fundación William T. Grant. También es menos probable que tengan acceso a, o hagan uso de los servicios de salud mental que sus homólogos blancos. Fuerte, un programa de educación en salud mental de un semestre de duración dirigido a inmigrantes latinos de habla hispana que recién se incorporan al
SFUSD, pretende cambiar esta situación. Ha atendido a más de 350 jóvenes desde su creación en 2015, ha sobrevivido a la pandemia y su actual iteración está siendo evaluada por investigadores de la UCSF para comprobar su impacto en la alfabetización en salud mental, la vinculación y el acceso a los servicios de salud mental y la conectividad social. Según William Martínez, médico e investigador principal, el estudio es una oportunidad para demostrar los impactos tangibles de programas de salud mental como Fuerte entre lxs jóvenes inmigrantes. “Si podemos demostrar que este programa es benéfico para esta población, podremos conseguir financiación para mantenerlo [y] difundirlo a otros lugares de California”, explicó. A partir de ahora, el programa tiene garantizada su financiación durante al menos dos años más, gracias al fondo de innovación de la Ley de Servicios de Salud Mental, que se financia con un impuesto del uno por ciento sobre los ingresos personales anuales superiores a un millón de dólares desde 2004. Además de reconocer las necesidades únicas de salud mental entre la comunidad estudiantil inmigrante de reciente llegada, el programa Fuerte es innovador al hacer hincapié en la importancia de la atención preventiva. Martínez y sus cole-
gas reconocieron por primera vez la necesidad de un programa de salud mental preventivo en 2013, cuando empezaron a ver “muchos niños [centroamericanos] que llegaban [a la clínica de la UCSF] con muchos traumas. Los recién llegados venían... cuando ya eran mucho más agudos, [con] muchos más problemas de salud mental”. El impacto psicológico de las inhumanas políticas de separación de familias y centros de detención de los EEUU, la criminalización de la inmigración y su retórica racista tanto a nivel nacional como interpersonal no puede ser subestimado. Por lo tanto, parte de la programación de Fuerte incluye un examen para identificar las necesidades de atención a la salud mental y poner a las y los estudiantes en contacto con los servicios con mayor rapidez. Sin embargo, siguen existiendo barreras estructurales para el acceso. Las conversaciones con lxs recién llegados latinxs al programa revelaron que la mayoría no estaba disponible fuera del horario escolar. “La mayoría de nuestros chicos trabajan después de la escuela y muchos de ellos trabajan más de 20 horas a la semana”, compartió Martínez a El Tecolote y agregó: “Tenemos rotación de personal... por la misma razón: es muy caro. La escasez de médicos de salud Vea SALUD MENTAL, página 11