EL CREACIONISTA
Artes, Cultura y Literatura SEPTIEMBRE 2021
ISSN: 2683-2283
OPEN YOUR EYES POESÍA NARRATIVA COLUMNA FILOSOFÍA CULTURA
EL CREACIONISTA, año 2. No. 35, Septiembre 2021, es una publicación electrónica mensual, editada por Alma A. C. Carbajal Guzmán, calle 42 Poniente. Tel. (222) 9455332, Puebla, Puebla, México, https://issuu.com/elcreacionistarevista/docs/el_cr eacionista, elcreacionista_@hotmail.com. Editor responsable: Alma A. C. Carbajal Guzmán. Reserva de Derechos: En trámite. ISSN: 26832283. Autor. Responsable de la última actualización de este Número, EL CREACIONISTA, Alma A. C. Carbajal Guzmán. Fecha de última modificación, 3 Diciembre 2020. El contenido y las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación, citando invariablemente la fuente sin alteración del contenido y dando los créditos autorales. El propósito de esta publicación es contribuir a la divulgación efectiva de las nuevas incursiones de la literatura y escritores contemporáneos de México y de otros países de habla hispana. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos o imágenes de la publicación sin previa autorización del autor y editora Alma A. C. Carbajal Guzmán.
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Si buscas compartir de forma literaria o artística puedes mandarnos un correo y estaremos gustosos de sumar tu trabajo a nuestra versión digital, así como en nuestro sitio web Ante todo queremos que artistas e inquietos literarios, busquen crear, imaginar y que se dejen llevar por todo aquello que las letras pueden ofrecer. El Creacionista extiende esta invitación a todas las artes. Si buscan otro espacio para darse a conocer y compartir información no dejen de escribirnos a: elcreacionista_@hotmail.com No aparentes, tienes mucho por escribir. Coordinador Editorial Responsable: Alma A.C. Carbajal Guzmán
CONTENIDO Nota del Editor
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LA INDEPENDENCIA; EL PODER DE LA ESCRITURA, ES UN ACTO FIEL A NOSOTROS MISMOS, A LA LUCHA QUE INICIAMOS EN EL PENSAMIENTO Y QUE SE TRANSFORMA PARA SOLO TERMINAR EL ÚLTIMO DÍA DE NUESTRA EXISTENCIA.
Adán Echeverría
LECTURAS DE ENERO
Lalo Vázquez
POETRY
Alfredo Acuña
ENTRE GARRAS
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Javier Mendoza
ROSAS EN EL MAR
Lorena Avelar
PUNTO ESCARLATA: LA PATRIA
Juan Carlos Pérez Castro
LA CAÍDA DE TENOCHTITLÁN
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DEL EDITOR La independencia; el poder de la escritura, es un acto fiel a nosotros mismos, a la lucha que iniciamos en el pensamiento y que se transforma para solo terminar el último día de nuestra existencia. La libertad puede ser un mero espejismo, que altera nuestros sentidos para poder sentir que tenemos cierta licencia en este mundo. La libertad comienza donde podemos expresarnos sin dañar la creación de otros, sumando al acto del pensamiento y no suprimiendo las ideas, que por más simples que parezcan, pueden eventualmente llevar al desahogo de una frase, una historia, el alzamiento de la palabra con vistas al futuro, por más descabellada que parezca una opinión, puede ayudarnos a ensalzar ese conocimiento, y a tener apertura a la tolerancia, a la escucha y a la reflexión, que siempre son banderas indispensables tanto para el escritor como pare el buen pensador.
ALMA A. C. CARBAJAL GUZMÁN
MAGAZINE COVER COVER PHOTO COURTESY ARTIST MITHUN DASGUPTA, INDIA.
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mithunrock20@gmail.com
LECTURAS DE ENERO 2021 ESCRITO POR ADÁN ECHEVERRÍA.
Tres han sido los libros con los que empecé el año 2021: “Dichosos como una piedra” (Creativa Centro, 2018), del escritor colimote Avelino Gómez Guzmán (1973); “El traidor. El diario secreto del hijo del Mayo” (Grijalbo-Penguin Random House Grupo Editorial, 2020, séptima reimpresión), de Anabel Hernández (1971); y “El cuerpo en que nací” (Anagrama y Editorial Océano de México, 2019, 2da. edición), de la narradora chilanga Guadalupe Nettel (1973). Debo decir que los tres me parecen atractivos, pero el que más disfruté ha sido el de Avelino Gómez. Es la historia de un burócrata de la cultura que, con por invitación de “El mejor poeta vivo de Colima”, decide hacerse pasar por escribidor de versos y acudir al festival de poesía de Tonaya. La novela es hilarante.
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Avelino logra hacer una crítica socarrona de los personajes mexicanos dedicados al arte poético, así como de las “tradiciones”, y demás comportamiento y actuares de los poetas mexicanos: sus mediciones de ego, aplausos al amigo, crítica feroz y ramplona al enemigo (sobre todo si el enemigo es algún poetastro de provincia que se ha animado a criticar a poetas ganadores de premios, que han llegado a formar parte del Olimpo de Poetas Mexicanos, donde se les aplaudirá, se les sobará el lomo, abrazará como parte de la Cofradía, y se les prometerá que nadie osará jamás hablar mal de sus textos, so pena de que todos los Poetas Mayores —sitio al que ahora pertenecen—, le retiren la palabra, lo abandonen a su suerte, le apliquen la ley del hielo de los poetas mexicanos: no acceder a los presupuestos nacionales: no premios ni becas nacionales, no invitaciones a encuentros ni a dar talleres; expulsarlo de las revistas y portales en donde los integrantes del gremio logren ser directores, editores; porque esos sitios están destinados exclusivamente a los integrantes del Club de los Poetas Buenos). Así, en su novel, Avelino Gómez nos cuenta que a Carlos Dapuente (El mejor poeta vivo de Colima) nunca le otorgarán el Premio Estatal de las Artes, por haberse acostado con la esposa del dueño del periódico de la región, mecenas de varios artistas locales; un hombre con poder político y social, protector de las bellas artes colimotas, y que además —por encargo del gobernador— preside el Consejo Estatal de Reconocimientos Artísticos; también nos señala que un burócrata cultural puede perder el empleo por andar de hocicón: “Pobre burócrata, lo despidieron por pagarme una puta”.
Van unos momentos más de la novela, a manera de ejemplos de sus intenciones: —¿De verdad eres escritor? —Sí, pero no mucho. Se supone que soy poeta, por eso estoy aquí. ******* Ahí terminaron mis delirios de poeta; las musas no sólo me rechazaron, también me dejaron de hablar. “Sáquese a la chingada con sus poemitas”, me dijeron. ******* … me hice poeta gracias a la rabiosa necesidad que dicta el instinto de conservación. *******
Hasta acá algunos de los muchos ejemplos en los que Avelino decide retratar, con muy buen acento, a muchísimos de los personajes que pululan en los muchísimos Encuentros de Escritores, de Poetas, de Narradores, de escribidores, que ocurren cotidianamente en nuestro México. Con este trabajo, Gómez Guzmán ganó el Premio Internacional de Narrativa Ignacio Manuel Altamirano 2012.
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La Casa de la Cultura era poco más grande que un aula escolar. (…) El comité lo conformaban las Tres Primeras Damas del Ateneo de Tonaya. (…) la esposa del presidente municipal y, las otras dos, viuda adineradas… ******* … los dos pasaban hambres, sin embargo querían ser escritores, mezclarse con las vacas sagradas de la literatura nacional…
El libro de Anabel Hernández solamente nos confirma lo que he comentado desde el 2010 en mis columnas de opinión, que México es un Narco Estado. Para que las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas tengan tanto armamento, cuenten con tácticas, empresas para lavar dinero, han tenido desde hace más de 50 años (desde el sexenio de Luis Echeverría), relaciones con los gobiernos federal, estatales y municipales. Cada día la Sin Clase Política, han decidido ser más y más cínicos. Al grado de que justamente esta semana en que inicia febrero tenemos que soportar en las noticias que el violador Félix Salgado Macedonio haya logrado ser considerado el Candidato del partido Morena (partido del actual presidente de México) al gobierno de Guerrero. ¿Qué podría salir mal? Lo que me ha agradado del libro de Anabel Hernández, es que se comporta como una verdadera periodista, y no se dedica a cuidarse la pluma para quedar bien con ningún partido político, con ningún personaje de la política, de ningún país. Tal como debieran hacer todos los periodistas del mundo.
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Todo lo contrario, al mamotreto publicado recientemente por Olga Wornat “Felipe, el oscuro”, que fue liberado en PDF y lanzado por todas las grajas de bots cibernéticos que coordina Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia. En dicho libro la autora no solo evidencia su clasismo y su racismo, sino que, además, durante medio libro se dedica a hacerse la víctima y no presenta fuentes de nada de lo que señala. En cambio, el trabajo de Anabel Hernández es muy pulcro en ese aspecto. En cada capítulo va presentando las referencias para que el lector pueda ampliar información.
El tercer libro fue el de Guadalupe Nettel. Está muy bien narrado, y es muy ameno. En la obra no pasa absolutamente nada más que una serie de anécdotas. La autora habla de cierta parte de sus memorias (de los 3 a los 15 o 16 años), agregándole algo de ficción, y retrata así mismo, la CDMX, y parte de su vida llevada a cabo en cierta región de Francia durante aquellos años 70 y 80s. Sin embargo, a veces cuesta mucho dedicarse a leer y encontrarse estos "errores" en novelas de autores que han obtenido prestigio, como Nettel; en libros de editoriales que se anuncian como lo mejor del mercado, como Anagrama. Al iniciar el libro, en la página 14, justo cuando la autora nos va presentando al personaje señala: "Mis padres y yo visitamos oftalmólogos en las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y Boston pero también Barcelona y Bogota, donde oficiaban los célebres hermanos Barraquer."
¿Entonces fue a Europa por sus problemas en el ojo cuando era más pequeña o no? Tal vez, debió escribir París en vez de Europa, pero no lo hizo. ¿Quién es responsable del error, la autora, la editorial, el corrector de estilo? Todos, pero claro.
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Sin embargo, más adelante, página 102, la autora escribe, desde la voz de su personaje: "Tenía once años recién cumplidos y era la primera vez que iba a Europa."
Uno podía incluso pensar en Barcelona, ciudad de Ecuador. Pero cuando lee sobre los hermanos Barraquer, entiende que se trata de Barcelona, Cataluña, España, la ciudad a la que Nettel se refiere. Igual uno se encuentra con el nombre del personaje, del título de la novela de García Márquez, mal escrito: ponen Eréndida por Eréndira. Esto sí, definitivamente debe ser responsable de los editores, de los correctores de estilo. Se trata de libros que no cuestan dos pesos. De autores de los que se habla las mil maravillas, Editoriales que se señalan de prestigio, pero que ni una ni la otra cuidan los detalles. Dato curioso: En la novela de Avelino Gómez Guzmán, aparecen como personajes Arlette Luévano y Juan Carlos Quiroz, poetas de Aguascalientes; en la novela de Nettel aparece como personaje Alejandro Zambra. Cada quien sus amistades literarias. ¿No creen?
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Referencias. 2018. Avelino Gómez Guzmán. Dichosos como una piedra. Novela. Editorial Creativa Centro. México. 119 pp.
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2019. Guadalupe Nettel. El cuerpo en que nací. Novela. Anagrama. Narrativas Hispánicas. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. Libro escrito con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores de Arte. México. 196 pp . 2020. Anabel Hernández. El traidor. El diario secreto del hijo del Mayo. Ensayo periodístico. Séptima reimpresión. Penguin Random House. Grijalbo. México. 374 pp.
POETRY ESCRITO POR LALO VÁZQUEZ
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Casa con aroma a soledad tenue descuido total una telaraña aquí una más allá polvo que abraza paredes, muebles y cortinas miles de huellas en el piso de un constante ir y venir. Un hombre de edad avanzada se gasta los días sentado a la mesa tomando café de agua hervido por centésima vez no le importa el tiempo. Algún día escribió prosa aprisa versos de amor versos con rima para enamorar a su amada María Te escribo estos versos vida mía Para que sepas que algún día
Tuviste entre tus manos mi corazón Y lo despreciaste sin motivo y sin razón. No me importa el tiempo querida pues ya no estás más en mi vida cargaré conmigo este dolor hasta volver a encontrar tu amor. Tuvo prisa por vivir vivir para escribir para crear para publicar para hacer libros crear frases fue su anhelo todo dedicado a María. El poeta de pelos largos canosos y desaliñados y hablaba con su María María, se había ido hace nueve años o más.
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volteaba a la pared
ENTRE GARRAS
ESCRITO POR ALFREDO ACUÑA C.
Me descuelgo de la noche como un gato verbal. Peleo con el lenguaje violento me araña la garganta. Se encienden luces. Ladran los perros de la autocritica. Van mordiendo mi cola
Sangra sangra
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cantan sus colmillos. Subo por los bordes de la hoja. Me quedan siete líneas siete versos para atrapar el poema como un canario
Palpita su corazón al ritmo de mi aliento acelerado feroz. Vuelvo a la noche con su cuerpo entre garras entre líneas que se aferran. Tendido en la página sangra tinta se escribe este poema.
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ROSAS EN EL MAR ESCRITO POR JAVIER MENDOZA
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Como de costumbre, acompañada por la brisa y el volar de gaviotas, la voluptuosa figura de Rosa se abría camino entre la gente del puerto. A cada paso sus pequeños pies se enterraban entre la inestable y cálida arena, mientras eran refrescados constantemente con el resto de las olas que acariciaban la playa.Su pelo suelto era jalado constantemente por el aire, mientras que sin esfuerzo ella cargaba un pequeño canasto con flores. Margaritas para ser deshojadas, diademas de buganvilias, tocados para el pelo y ramos de rosas que declararan amor, eran ofrecidos con un lindo gesto a los paseantes que jugaban entre la espuma del agua, así como a los muchos marineros que desembarcaban en el puerto.
Con su cara coqueta y una sonrisa de ángel, por unas cuantas monedas Rosa colocaba entre su clientela, collares de coloridos pétalos y pulseras que se marchitaban con el alba. Nadie era capaz de resistir a sus encantos de niña y sus formas de mujer. Un alto y fuerte marinero, quien en lo ancho de su brazo presumía un ancla tatuada, no fue la excepción. Al tocar tierra quedó cautivado por la morena que reinaba entre las flores y el mar. En total correspondencia ella reconoció en los latidos de su corazón, que el hombre que acababa de llegar sería el dueño de su vida. Para hacer cierta la mítica creencia del amor a primera vista, con seguridad el marinero se acercó a Rosa. Al tomar del canasto una corona florida la hizo su reina.
partida, Rosa juró esperarlo. En ese puerto que fue testigo de su pasión aguardaría, siempre fiel, siempre hermosa.
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La tarde se consumió entre risas y charla; la noche fue un momento de fantasía en una playa desolada. Caminaron sin un fin mientras fueron bañados por la luz de la Luna. Cuando llegó la madrugada sólo fueron ellos dos. El mundo quedó afuera de una palapa en donde los besos y caricias suplicaron que el tiempo se detuviera, para que un segundo fuera algo infinito. Fue un deseo no cumplido. Inevitablemente el amanecer se presentó, con ello el marinero tuvo que partir. No lo hizo sin antes abrazar con cariño a la rosa del mar, con la promesa de volver.La verdad se sentía en sus palabras y el amor en la mirada. Sin poder detener sus lágrimas o la
Desde ese día la muchacha de las flores se colocaba a la orilla de la playa. Luego de tomar un ramo de rosas lo estrechaba con ternura, para impregnarlo con su aroma, mientras que con un susurro les decía: —Vayan con él. Díganle que lo estoy esperando. Díganle que soy su Rosa. Díganle que sigo hermosa. Con gran esperanza abría sus brazos para que las flores cayeran al agua salada y en todas direcciones buscaran a quien juró volver. Las rosas en el mar se convirtieron en un signo del puerto, pues pasaron los días; pero el marinero esperado no volvió. De él sólo estaba su promesa y el recuerdo.
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Las semanas se hicieron meses, con la chica enamorada en espera y las flores a la deriva. Rosa se mantuvo firme en sus sentimientos. No hubo ocasión en la que faltara a la playa, tampoco en la que, cautivados por su belleza, los hombres y sus reinos se pusieran a sus pies; pero ella reservaba su cuerpo y alma para un marinero que tenía que volver.
Así pasaron muchos años, con sus guerras y tormentas; pero el navegante esperado no regresó. Quizás estaba atrapado en alguna marejada o entre los brazos de otra mujer, si es que seguía vivo, si es que alguna vez existió. Pese a los insoportables gritos de la razón, sin falta alguna, todos los días una vieja lenta y marchita arrojaba un puñado de rosas al mar. La gente decía que estaba loca porque aún aguardaba a quien nunca regresó; porque en secreto le hablaba a las flores, diciéndoles siempre lo mismo: que seguía esperando, que seguía hermosa. Y sucedió que esas olas —que como manos del destino, sin descanso llevan y traen—, cierta mañana acercaron un pequeño navío a la costa, para que de él desembarcara un débil marinero que escondía en su brazo, ya flácido y seco, los restos de un tatuaje. Pese a la distancia y una nube en los ojos, sin ninguna duda Rosa lo reconoció. Era aquel de quien por unas horas fue reina y corcel. Al verlo en su realidad reconoció que el insensible tiempo había hecho estragos en los dos. Con asombro contempló sus manos y tocó su piel. La EL CREACIONISTA | PÁGINA 23
vergüenza hizo que bajara la mirada. Sus mejillas estaban arrugadas y las extremidades huesudas y pecosas; ya no eran las lozanas que con tanto amor lo acariciaron.
Sin dar tiempo a más reacciones el marinero se colocó frente a ella. Con una pregunta hizo que Rosa levantara la vista: — ¿Tú eres mi reina? Así me lo han dicho las rosas en el mar. En respuesta la anciana dijo a media voz: —Se equivoca, señor. Esa a la que busca es una flor leal y hermosa… que no sé a dónde se fue; yo sólo soy una vieja loca que le habla a las rosas. Dando media vuelta, lentamente se retiró, segura de que sus palabras confundieron al hombre que una vez tanto la amó.
Con sólo dos pasos el marinero la alcanzó para, con una sonrisa de cariño preguntarle:
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—Si usted no es la joven que me aguardaba, ¿no podría ser la compañera para el resto de mi vida?
Al instante ofreció su brazo como bastón, que al ser aceptado borró toda vergüenza dejada por el devastador paso de los años. Con la calma de su edad un par de ancianos se fue caminando rumbo a un nuevo horizonte. Concluida la espera no hubo más rosas en el mar, sólo en las sienes de una mujer que por fidelidad y paciencia volvió a ser tratada como toda una reina.
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PUNTO ESCARLATA:
LA PATRIA
ESCRITO POR LORENA AVELAR
La patria es un istmo con rumores de mares, con los cielos azules. Huele a mesquite, a maíz trigueño, que ondula los vientos en rítmicos giros. Esta tejida con la linfa de huesos, llanto, tumulto y se proyecta fuera y dentro, en toda nuestra carne y en la pulpa carmín de toda nuestra sangre; es el inmenso llano, el río, el charco, el pantano, la pradera, el nevado y el altivo volcán erosionado.
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La patria es la espiga dorada, la creencia, la tumba callada de los héroes que vieron la aurora con el sol naciente. Es el flujo que corre por las venas, que ahoga injusticias y rompe las cadenas. Es la lengua de insólitos prodigios, que permite pintar esquelas entre signos y mitos.
La Patria es una tonada y una canción; es polen, propiedad, raza y grandeza. Es casta, lucha y concepto; es solidaridad de las voces en los peores momentos. Es la risa del agua, el tapir, el caimán, la temible fiera; la sombra del rebozo y la enagua. Es el iris, la luz y el prisma, tejida con un hilo de oro para siempre en la conciencia.
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La Patria es el recuerdo, los pedazos de vida; la palma rumorosa, la música invocada, los senderos recorridos y sellados con Punto Escarlata en el huerto con flores, con frutos relucientes y hojas con verdor. Patria titánica que cabes entera debajo de la mente y dentro del corazón.
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LA CAÍDA DE TENOCHTITLÁN
EL PRIMER TRAUMA QUE FORJÓ A LA SOCIEDAD MEXICANA. UNA REFLEXIÓN DESDE LA DIMENSIÓN FILOSÓFICA DE LA SOCIEDAD MEXICANA ACTUAL
ESCRITO POR:
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
.
Cuando hablamos de la identidad mexicana, nos vienen a la mente las tradiciones, festivales, artesanías, ropajes, fechas, etc., que, si bien podemos aceptar que ahora forman parte de nuestra cultura, debemos identificarlas de manera concreta con el sincretismo erigido durante la conquista. Sin embargo, la realidad es que un gran numero de personas carecen de conocimiento objetivo sobre la historia de nuestro país. Esto lo vemos de manera más clara en la poca o nula información en los planes de estudio básico, donde se han escondido los valores y tradiciones prehispánicos y se ha fomentado una cultura que olvida sus raíces, su historia y su folklor.
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
Entonces, nos cabe preguntarnos: ¿Dónde radica la identidad del mexicano en nuestros
tiempos
si
desconocemos
nuestra
historia?
¿Por
qué
razón
los
conocimientos implicados en la educación básica, media y media superior no observan los fenómenos con objetividad? ¿Cómo podemos presumir de una identidad como
mexicanos
cuando
olvidamos
nuestras
raíces,
nuestras
caídas,
nuestro
levantarnos, la unidad creada por medio del mestizaje, los traumas que han originado nuestra condición como mexicanos? ¿Cómo entendemos que somos producto de dos mundos, y que negar alguno de estos universos significa negarnos a nosotros mismos? Los Tlamatinime. El pensamiento filosófico que se origino antes de la conquista tiene su máxima expresión en la figura de los Tlamatinime o sabios, cuyas ideas se expresaban por medio de lo que denominaban como “flor y canto”, es decir, la poesía. A diferencia de la filosofía originada en occidente, cuyos aspectos habían preponderado en la lógica y el teísmo, la filosofía Tlamatinime exploraba la condición dual de la existencia y sus principios ontológicos, a saber: se preguntaban por la esencia de la existencia y por los principios que determinaban la realidad. Esto es de suma importancia para
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comprender el desastre ocurrido después de la caída de Tenochtitlan, pues, la cosmovisión que determinaba un modo de ser, de pensar y de actuar que no estaba determinado en el ejercicio del poder y del terror, cambio para instaurarse en el sometimiento de un grupo por otro.
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
Por supuesto, debemos reconocer que el pueblo Mexica sometió a otros grupos humanos de quienes obtenían recursos por vía de los tributos, sin embargo, la caída de Tenochtitlan significo un profundo trauma al eliminar la historia, idiosincrasia, moral y religión de los pobladores de la ciudad conquistada en 1521, e, incluso, la iglesia tardo en reconocer casi 16 años después que los indígenas de las Américas tenían alma y eran seres humanos.
Despojo de humanidad y el principio de explotación sin culpa.
Si Tenochtitlan había caído, y la ciudad más imponente y densamente poblada en su época a nivel mundial era ahora solo escombros, lo que restaba a los conquistadores era despojar de su gloria y orgullo a la ciudad para realizarlo posteriormente con los conquistados.
Uno de los principios que rigen las guerras de conquista, desde el aspecto europeo, (pues debemos entender y recordar que en el mundo nahua y en el mundo árabe se permitía que los conquistados mantuvieran sus ídolos, idioma, etc.) es el de eliminar todo aquello que pueda traer un recuerdo de épocas pasadas con la intención de eliminar toda posible revuelta o insurrección, manteniendo en completa sumisión a
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los conquistados.
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
Allende a lo anterior, el trauma originado al observar la barbarie, las violaciones, la burla y la humillación, se acrecentaron al no ser reconocidos en un principio como seres humanos con alma. Esto implico que los conquistadores pudieran cometer prácticamente cualquier atrocidad sin sentir remordimiento o culpa, pues, estos “seres recién descubiertos” no eran humanos, pues se desconocía a cuál de las tribus de Israel pertenecían o si acaso pertenecían a alguna de estas. Este aspecto continuo, hasta cierto punto, durante del periodo conocido como “Colonia”, donde el indígena era explotado por una miseria de paga, la cual, evidentemente, no satisfacía las necesidades básicas, y por lo cual debía de endeudarse para poder sobrevivir. La deshumanización aquí juega una aspecto preponderante, pues la explotación siempre va emparejada con la disminución o eliminación de la condición humana del otro, el cual, al encontrarse sometido a una coacción absoluta por medios ideológico-teístas, esta impedido de adquirir conciencia de su propia condición y asume el papel dialectico de esclavo dentro de la sociedad.
Podemos indicar en este momento que, en efecto, no todos los indígenas sufrieron de estas situaciones en un principio, pues, aquellos que ayudaron a los conquistadores
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fueron premiados con territorios, aunque después fueran despojados de ellos o se vieran reducidos sus derechos.
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
El mito de la traición y la búsqueda de un enemigo en común.
Uno de los aspectos más desesperanzadores que observamos en nuestra realidad actual, es la falta de compromiso con nuestra libertad, lo que conlleva a una nula responsabilidad en nuestro devenir. Buscamos en todo momento a un culpable de nuestras desgracias señalamos con el dedo antes de las causas que originaron nuestros problemas, y nos sumimos en la comodina actitud de señalar a un culpable. Esto lo vivieron los tlaxcaltecas, que han sido denominados como los grandes traidores de nuestra patria (la cual aún no existía) al ayudar a los conquistadores. Sin embargo, nada más alejado de la realidad. Debemos comprender que este pueblo había sido sometido por el pueblo tenochca, y esto los orillo a crear una alianza, junto a otros pueblos también sometidos por los Mexicas, a realizar una alianza que les permitiera liberarse del yugo al cual se hallaban encadenados.
sino una búsqueda por ejercer una posibilidad de liberación aunque esto condenara al pueblo tenochca a su caída.
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Entonces, algo que nos debe quedar claro es que no existió ninguna traición,
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
De alguna manera, esto explica una de las vocatividades que aun aparecen en el horizonte de pensamiento actual, que hay un enemigo publico que detenta la imagen, el signo y el símbolo del mal, y que cualquier acción realizada contra esta figura es válida, aunque de suyo sea una situación totalmente distinta. Nuestra actualidad plantea como enemigos públicos a la política, el gobierno y, en un modo muy subconsciente al “otro”, que amenaza siempre con encadenarnos a una sumisión total aunque no percibamos que ya nos encontramos coaccionados por el poder al pensar de esta manera.
Conclusiones La caída de Tenochtitlan nos permite entender el olvido histórico al que hemos sometido a nuestros antepasados. Cuando pensamos en este trauma desde una perspectiva actual, entendemos la razón por la cual no se enfatice como un tema determinante en la construcción de la identidad mexicana, pues representa un espacio inexistente, un no-lugar que se manifiesta como símbolo del deseo por un
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pasado perdido que jamás existió para nosotros, y que solo emerge como fantasma. Y menciono que no existió para nosotros por que solo conocemos una historia contada desde diversos pensamientos y múltiples interpretaciones, de las cuales muchos hacen uso para explicar su procedencia o su negación social.
JUAN CARLOS PÉREZ CASTRO
Sin embargo, debemos recordar que la vocativización del trauma es un síntoma que nos permite dar cuenta por la existencia del trauma que se origina por un paraíso perdido al cual ya no se puede acceder y que termina, en el peor de los casos, en una juissance que impide tomar conciencia por la construcción de nuestra cultura.
La caída de Tenochtitlan nos debe permitir pensar en un mundo perdido que jamás podremos recuperar, pero que se vuelve menester conocer para pensar en modosotros de pensamiento en el proyecto que nos significa, desde lo particular el conocimiento de sí-mismo, y desde lo social la construcción de una nación más allá del trauma.
La posibilidad que nos abre el reconocimiento del pasado debe ser una posibilidad transformadora, no para volver a un tiempo anterior idílico, sino para mostrarnos que solo por medio de una responsabilidad ante nuestra libertad es como podemos permitir la emergencia de un mundo-otro, que permita reconocer la alteridad, el sufrimiento y el dolor de los pueblos originarios permitiendo que su existencia no se
aquello que nos aparece como un horizonte incomprendido, desconocido y extraño, y realizando una unidad nacional con la intención de crear una verdadera identidad mexicana.
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encuentre permeada por nuestra cultura actual, posibilitando un entendimiento de
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