El Creacionista #55. 2da part.

MI QUERIDA Y ADORADA CLAUDIA

ESCRITO POR:

BRUNA RADIJA K. BERMUDES.

Tal vez, sea un poco extraño estarte escribiendo una carta, aún más cuando nos vemos todos los días y mucho más cuando eres mi madre, vivimos en la misma casa y hablamos cada día; aun así, quizá para el día de las madres nos veamos separadas por el destino y por mucho más que el océano. No hay forma de describir mis sentimientos por ti, ni la profunda pena que me causa nuestra separación, nací y crecí en un ambiente muy cerrado, en un ambiente en donde mi única familia eras tú y un padre ausente que no puedo evitar detestar ni dejar de culpar por nuestra situación actual. Pero volviendo a lo que es importante, quizá, elegí expresar mi amor hacia ti por medio de una carta de amor, pues considero que es el medio más adecuado para que una persona tímida como yo pueda expresar la totalidad de sus sentimientos y es lógico que te amo, quizá no como a un hombre, pero el amor es algo tan diverso que no tiene que ser estancado ni catalogado como algo exclusivo de los amantes, tú me enseñaste eso, bueno… todo lo que sé del amor y del cariño lo aprendí de ti, después de todo no creo haber sido amada verdaderamente por nadie más. Siento, además, que tú eres mi primer y más grande amor, si me enamorado algunas veces y creo que conoces nombre y apellido de todas esos “enamoramientos” míos, he sentido afecto por amigos, pero ningún afecto o enamoramiento se ha comparado a mi sentimiento por ti, quien eres, no solo mi madre, sino lo único que tengo.

Nuestra relación no estaba escrita en las estrellas ni puede ser endulzada con palabras de afecto o llena de dobles intenciones, pues este amor es un amor limpio que nació antes de mi llegada a este mundo tan cruel. Fue un 25 de enero y a pesar de que suene como una tontería, yo te amé desde la primera vez que te vi, estando en tus brazos y siendo aún tan vulnerable, como poca discernida de esta vida; y es que nuestras almas están conectadas de un modo especial, quizá en mi vida pasada tú recorriste un mismo camino a mi lado Soy una niña solitaria, una niña problemática y agobiada por su propia sensibilidad, por ello creo que no fui la mejor hija, que quizá no hice el mejor esfuerzo por tratar de ser buena y perfecta, pero las peleas, los malentendidos siempre nos han unido y sé que has estado mi lado en cada paso para dejarme caer y ayudarme a levantarme así tal cuál como cuando era una pequeña. Una niña huérfana de un padre vivo y una mujer viuda de un marido que aún respira. Es en estos momentos que me doy cuenta de que siempre hemos estado solas y al mismo tiempo juntas, no entiendo porque jamás sentí ese peso y creo que se lo debo ni más ni menos que a ti, quien jamás me dejó sentir lo dolorosa que es la soledad y lo triste que es tener un padre, pero no tenerlo a la vez.

No puedo evitar mi odio ni mi rencor por esa persona, son demasiados momentos, demasiadas palabras que él dijo lo que me agobia, pero puedo decirte que jamás será tú culpa y que si hoy soy una persona decente es solo gracias a tu presencia, a tu amor, el cuál ilumina toda mi existencia. Por ello te dedico cada logro, cada deseo y sé que, sin ti a mi lado, ese esfuerzo no valdría la pena, pues tú amor es único e incondicional, porque eres madre y ante las adversidades, ante los dolores, ante las carencias supiste serlo de la mejor manera Si dudará alguna vez de la existencia de Dios, jamás dudaría de tu palabra ni de la calidez de tu presencia, creo que Dios reside en tu sonrisa, en tu mirada y en cada muestra de afecto. Él es la luna, el cielo pintado por Da Vinci, como tú siempre me decías y es que Dios para mí palidece ante lo que significa para mí tú existencia.

Con esta carta declaró mi eterno amor y asumo la veracidad de este incondicional sentimiento, esta carta es una carta de amor, el amor de una hija por su madre, una carta de devoción y también una carta que escribo para decirte gracias. Gracias por ser mi madre, gracias por sacrificar tú juventud, gracias por haber asumido mi crianza siendo una madre soltera con título de casada, gracias por haber sido fuerte ante la debilidad que me atormentó, gracias por ser mi heroína y sobre todo gracias por estar en mi vida. Yo te prometo que sin importar cuantas veces me enamore, cuántas veces me case y ame, te amaré por la eternidad, ya que si no fuera por ti yo siquiera sabría lo que significa amar a alguien más. Con mi eterno afecto y tuya por siempre, Little Bunny

Bruna Radija K. Bermudes (Little Bunny). Escritora brasileira residente en Bolivia, con una carrera recién iniciada a raíz de su debut literario en la revista digital radicada en España “Tiempo de Poesía” con su poema titulado “Palabras”, dicha publicación la llevó ha tener cierto reconocimiento mediático gracias al periódico Panorama Cultural y la revista Diafanís; en un año turbulento de logros y también rechazos por el intento de publicar su novela de manera tradicional, a logrado labrar su carrera y hacerse de un currículum literario que va en ascenso. Bajo el seudónimo de Little Bunny ha logrado cierta visualización con poemas gracias a Voxerosa, también gracias a Martín Girona, (escritor independiente de terror), quien recientemente ha publicado su cuento Louise en su antología La frontera, siendo también publicada por la revista Anacronías con su poema “Compás del miedo” y en NinfaEco con su micro cuento “Putrefacción Humana”, es parte también de la antología “Pesadillas bajo la tinta” del sello Verso Inefable con su cuento “Ojos verdes en la oscuridad” y parte del primer número de la Revista cultural Fragmentos con su poema Lost in the memory, publicada igualmente en la página Cósmica Fanzine en su edición navideña con el poema “2016 y una navidad que no puedo olvidar”, también en su edición de San Valentín con su poema “Deseo de solo sentir” y en la segunda edición de la Revista Iguales con su cuento titulado “La muerte te espera bajo un mar de árboles secos”. Habiendo sido, también, galardonada con un certificado del concurso El buen cruel en donde quedó en el ranking 72 a nivel global entre más de 100 participantes. De esta forma nos demuestra que poco a poco y con esfuerzo va logrando labrarse camino en este complicado mundo literario.

LLENA DE TI

ESCRITO POR: ROCIO PRIETO VALDIVIA.

Recuerdo el día que llegaste a casa con un bracito de la cactácea entre tus manos y sonreías.

Esa imagen siempre existirá en los recuerdos dentro de mi ser

Los días un huracán se ha llevado todo

La espiral de la vida nos devuelve la cordura.

Los aguijones seguirán ahí y tú nos sonríes, madre, dentro del follaje entre los cardos que acuchillan el corazón.

Y me vuelve otra, nos destrozan los días sin ti, sin tus llamadas de números que no reconocía.

Siempre buscando a la hija rebelde, a tu bebé arcoíris y yo no lo sabía.

Tantas veces me llené de coraje, cómo hoy lo hago amiga mía.

Tu

hija Olivia nunca te olvida.

PADRES

ESCRITO POR:

SONIA

GABRIELA AYALA CANO.

Mamá dime, ¿Por qué se mueren los padres? Los padres no son para siempre mi niña, cuando menos lo esperas ya no están, unos se van antes, otros después, todos algún día parten dejando un vacío inmenso, una gran soledad y mucho dolor.

Los padres son nuestros primeros maestros, ellos nos llevaron a la escuela, nos enseñaron las letras, nos enseñaron las cosas de la vida, nos alimentaron el cuerpo y el alma, nos dieron amor a manos llenas. No debemos dejarlos solos en su último andar, debemos cuidarlos como si fueran niños, cuidar su inocencia y darles paz, porque ellos nos dieron vida y libertad.

Cuando yo muera mis niños, siempre que miren las estrellas, el sol, la luna y las luciérnagas sabrán que su madre estará cuidándolos, y que cada soplo de viento serán mis brazos sobre su cuerpo, los abrazare en cada murmullo del silencio, cuando caiga la lluvia ahí estaré y en cada gota de agua les hablare para decirles cuanto los quiero. Cuando yo muera mis niños en un pedazo de tierra quedará mi cuerpo, en un cachito de cielo mi alma, en el universo mi vida entera y en sus vidas mi vida plasmada.

Sonia Gabriela Ayala Cano. Bióloga egresada de la Universidad Autónoma de Baja California con maestría en Manejo de Ecosistemas de Zonas Áridas y dedicada al manejo de la fauna silvestre, en particular del borrego cimarrón (Ovis canadensis cremnobates).

Y DE PRONTO, SE HIZO LA LUZ.

ESCRITO POR:

JAVIER ARTURO HUAMÁN QUEPUI.

En un cuarto oscuro, donde solo había una cama, sentí como las ratas, alimañas y demonios perturbadores, chillaban sus asquerosos dientes, acechándome y haciéndome correr de un lado a otro, impidiéndome encontrar la salida. Traté de mirarlos y solo pude ver el color rojo de sus ojos llenos de maldad, extasiados con mí sufrir.

En ese tenebroso lugar, dormía el ser que más amaba en esta vida, y para protegerla dejé de correr y me los enfrenté, tuve una lucha infernal con aquellos seres desgraciados que nos querían hacer prisioneros.

Al cabo de un rato, me sentía ya sin fuerzas, doblegada mi vida, a merced de esos seres demoníacos, resignadamente esperaba mi final, miré a mi costado y vi a mi madre que sufría y de seguro estaría siendo acorralada por los mismos seres infernales.

De pronto, apareció con un aura casi celestial en la habitación una mujer, aunque en ese momento no vi todo su rostro, pude percibir sus cabellos que le salían por un lado del velo color turquesa. Esta misteriosa mujer iba iluminando el cuarto y así pude ver como los demonios iban cayendo derrotados y desapareciendo ante la presencia de aquella mujer.

En el cuarto solo estábamos yo, mi madre y aquella mujer que no volteaba a mirarme, ¿quién será? ¿Y por qué ha venido? me pregunté con cierto temor y curiosidad, y fue en ese momento, cuando ella volteó su cuerpo, vi su rostro que inmediatamente me dió paz, me miró, y luego estrechó su cetro para que yo lo tocara. Nunca había visto algo así en mi vida, toqué el cetro, ella asintió con la cabeza en señal de conformidad, casi como un gesto maternal y sin decir nada se fue. Miré a mi costado y mi madre volvía a dormir tranquila como un bebé.

Desde esa vez, siempre me pregunté, ¿Quién era esa mujer que nos salvó de aquella pesadilla? ¿Será la Virgen María? son cosas que raras veces nos pasan en la vida y no sabemos cómo explicarlo

Hoy mamá ya no está con nosotros, y aunque actualmente vivo una crisis de fe, es esa señora que se me apareció en sueños, el hilo conductor hacia algo que está más allá de mi existencia, tal vez efímera o tal vez no.

Javier Arturo Huamán Quepui. Egresado de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escribe

Microrrelatos, Relatos y cuentos, algunos de sus trabajos han sido publicados en España como en la revista ESCRITA ESPOT con el pseudónimo "Bobby", también en la asociación cultural Poiesis y en la revista Caminante en madrid en su edición N°13.

NOTA PARA MAMÁ ESCRITO POR:

CÉSAR ROMERO.

"Soy su hijo y al decir madre digo algo verdadero."

António Lobo Antunez

Una madre cuida a su hijo cuando enferma y éste, cuando no se tienen más que siete u ocho años qué puede preguntar acerca de la enfermedad. Cuando convalece el infante se conforma con esperar, consciente del dolor, pero siempre bajo cuidado

Una mano en la frente siempre se recibe con dulzura. Es uno acompañado, como pocas veces en la vida, frente a una adversidad que puede ser sorteable en poco tiempo, o quizá frente una enfermedad peligrosa, pero hay alguien que aguarda cuando nos quedamos dormidos, y tenemos esperanza. Y la esperanza sigue allí cuando despertamos.

Decimos mamá y la tranquilidad se materializa. Mi padre hace poco expresó que al no poder estar con nosotros Dios inventó a las Mamás. Yo diría que es a la inversa, al no poder estar con nosotros las Mamás inventaron a Dios. Cuando nos demoramos en llegar a casa nuestras madres rezan. Están al pendiente y piden por nosotros. Si no hay divinidad que las escuche, al menos su corazón encuentra alguna calma.

Fui consciente del amor y la ternura que esto entraña cuando leí La madre de Máximo Gorki.

en un mundo que erige su maquinaria sobre la injusticia el arquetipo de la madre reluce como dador de esperanza Quién se puede compadecer del que sufre y más allá de esto ayudar en la organización de una rebelión. Quien puede contener la ira que por eones ha corrido por nuestra sangre, el hombre es un animal violento, capaz de destruir en un día lo que ha tomado siglos crear, dado que en estos lares hay más interés en aprender a manejar una nueve milímetros antes que un torno o un arado quién puede detener la avasalladora criminalidad que baña el dinero en sangre. Una madre que enseña la compasión y el respeto por los seres es hoy tan necesaria.

Nuestras madres parecen no resignarse, aunque el mundo está perdido, no pueden dejar de cobijar, de poner un plato de comida en la mesa y de salvarnos de la enfermedad.

Dioses de infortunio, de ojos ciegos, elevados e inamovibles, suspendidos en el hielo. Nadie nos escucha, lo único con lo que puedo hacer para pagar el amor de mi madre es soportar la vida al menos hasta que ella se haya ido y al fin esperar a la gran madre de todos.

REMINISCENCIA ESCRITO POR:

JAVIER ALBERTO RUIZ RAMÍREZ.

Estar frente al espejo como máquina del tiempo, en mis ojos veo los rasgos del niño que fui; la sonrisa llena de sueños del hombre que idealizaba, lo miro fijo a los ojos y la pregunta surge: ¿Estás satisfecho del hombre que te has convertido?

El niño interior con sabiduría inocente me invita a un viaje, la magia de hacer una introspección, como destino final “la infancia”, los recuerdos como película se proyectan en la memoria, fotografías como hojas en el álbum del pasado cobran vida.

No sé si retrocedí o el tiempo perdió su línea; estás tú aquí o yo estoy allá, ¿pasado o presente? Da igual, te extrañaba, hace una figura de hombre que no te veía. Hoy las travesuras y las ganas de jugar volvieron.

Pareciera que Nunca Jamás buscaba a mi yo niño, para cruzar a través del ropero a Narnia en busca de aventuras o ir al asteroide B 612 en una exploración galáctica entre cuentos, la fantasía es real en la imaginación en el País de las Maravillas.

La sensación del déjà vu es placentera y genialmente fantástica, los súper héroes se desempolvan, el robot aún tiene pila, el carro control remoto es lo máximo, la bicicleta es mi transporte, el Tamagotchi me pide de comer, y los patines ya traigo puestos

Todas las caricaturas de Disney son mi motor de creatividad, la cajita Sonrics, los tazos, estampas o cualquier colección tengo, los dulces son mi canasta básica para tener energía, Cri-Cri con sus canciones me enseñó a bailar.

En la calle los amigos me esperan para los juegos interminables, lo único que anhelaba ser era un Power Rangers o León-O de los Thundercats, las maquinitas eran el mejor vicio que he tenido, Mario Bros el reto a superar en cada mundo para presumir.

De vez en cuando es bueno viajar a la infancia, homenajear al niño que planeó lo que soy hoy. Mirarme al espejo, agradecerle por ser el cimiento que sostiene al hombre que diseñó en sus juegos, y que su respuesta sea: «Que orgulloso estoy del hombre que me convertí.

Mi nombre es Javier Alberto Ruiz Ramírez, soy originario de la ciudad de San Miguel el Alto, Jalisco Soy egresado de la Universidad de Guadalajara por la facultad de Derecho, tengo estudios en Filosofía, Tanatología y otros diplomados y cursos en las áreas de ciencias sociales y humanidades, actualmente estoy estudiando la maestría en Derechos Humanos y también me dedico a la docencia a nivel bachillerato, impartiendo diferentes materias en el área de la ciencia sociales y humanidades.

Se han publicado poesías de mi autoría en la antología “El despertar de un poeta I”, “El despertar de un poeta II”, “El despertar de un poeta III”, de la Editorial Amat, en la Revista Literaria Pluma, en Buenos Aires, Argentina, en El libro más grande del mundo, en la ciudad de Querétaro, en la antología 360 días de historias, en Buenos Aires, Argentina, en la revista El Creacionista, en la ciudad de Puebla, en el libro De palabras a poesía, Editorial ALICY, en la ciudad de Yucatán, en el libro Minificciones en el Invierno, Editorial ALICY, en la ciudad de Yucatán, en la Antología Poética Artivismo “El arte como espacio de resistencia”, Editorial RAÍCES, en EUA, Antología poética “Sueños de la Piel Desnuda”, en Chilpancingo, Guerrero, Antología poética “La amistad”, en España y en diferentes redes sociales literarias, como Facebook, YouTube, Twitter e Instagram Entre otros proyectos literarios en México, en América Latina, Estados Unidos y España. Cuentos en periódicos locales y revistas literarias, libro de cuentos en la cd. de México, artículos en revistas de publicación en la región de Los Altos de Jalisco y en la República Mexicana.

PUNTO ESCARLATA:

MI MADRE

ESCRITO POR: LORENA AVELAR.

Desde esta ciudad tan lejos de la mía, donde amanece tornasol y atardece con un intenso cielo rojo, pienso en la manera de soñar, cuando menos se piensa, cuanto más se siente, cuando el dolor no es más que gotas de río llegando al ancho mar y, pienso en mi madre.

Mi madre es una mujer de todos los tiempos. Guarda en su mirar la luz exquisita de un murmullo de viento y en sus manos la bondad del infinito campo donde echamos a correr con la avidez de un encanto.

Mi madre aprendió a vivir apretando los labios, el lamento y su legado, socios furtivos cómplices del más voraz acantilado.

Mi madre es sensación de calma en etapas de lunas o calendarios, quien consuela la ruina del desamor que desembarca y deja de apretar fuertemente las manos.

Mi madre es mi limbo, mi mundo, mi silencio, mío absoluto allá y aquí desde otra tierra y horario, es solo decirles que, si existen colores en el sigilo, sus pasos dejan destellos de fulgores desmedidos. Su voz es respiro, una nota musical que apacigua mi río, cuando las aguas suben hasta inundar mis estribos.

Mi madre es de valor erguido, no hay nada que amedrente su amor excesivo que me regala siempre, aunque lastime su sombra, con Punto Escarlata escribo en su corazón y en su coraza.

POESÍA

ESCRITO POR:

VERÓNICA SCHENNEL.

Mujer

Hay días en los que la naturaleza perfecta me recuerda que soy mujer, territorio fértil, cuerpo milagroso capaz de generar vida, hogar bendito que brinda calor y protección, nido de amor.

Mujer: Piel de seda, con alma de guerrera, delicada y suave como pétalos de rosas, pero con espíritu valiente y fuerte como una roca. Libre y ligera, decidida y aventurera.

VERÓNICA SCHENNEL.

De niña a mujer

El tiempo transcurrió, mi cuerpo cambió, pero aún conservo mi inocencia y mis ilusiones de niña. Esa niña que existe y vive en el fondo de mi ser, en lo más profundo, en mi interior…

Esa niña que por momentos aparece a través de risas a carcajadas, juegos, llantos y rabietas.

Esa a la que no le da miedo expresarse y hacer el ridículo, la que habla mucho y siempre tiene algo que decir, la que a veces le tiene miedo a la oscuridad y necesita sentir el calor de unos brazos conocidos.

La que juega con los animales, la que atesora cada detalle y disfruta cada momento aunque luego los olvide en su adultez.

De niña a mujer, en un mundo mágico de juegos, colores e ilusiones, en dónde los problemas no existen y las preocupaciones no tienen espacio

Corriendo descalza, bailando bajo la lluvia, haciendo piruetas en el viento con el cabello suelto que se mueve al ritmo de las hojas de los árboles.

La que a veces habla sola, piensa en el futuro, se mira en el espejo y sonríe.

La que sólo tiene ojos para ver el lado hermoso de la vida.

La que tiene sueños y una vida entera por delante llena de oportunidades para hacerlos realidad.

Esa niña que observa, escucha, siente y vive dentro de mí…

Madres

Madres, compañeras y amigas, cómplices y consejeras. Siempre con una sonrisa y un abrazo para alegrar los días tristes, siempre con las palabras acertadas para cada situación. Vientre bendito que nos dio calor, cálidos brazos que al nacer nos cobijó Dulce voz que muchas veces nos durmió, al leer un cuento o entonar una canción.

Ángeles de la vida, flores en el camino…

“Tus manitos y tus pies”

(Poema de una mujer embarazada a su bebé).

Hoy te veré llegar, la espera terminó. Me pregunto cómo serás, tan solo te imagino

Ya te he visto en sueños, hoy será en realidad, ya estoy prepara y tú vienes en camino.

Esta mañana salió el sol, acompañando mi dolor, es una mezcla extraña entre miedo y emoción.

Te veré, hoy tu carita yo veré. Te tendré, entre mis brazos te tendré, Besaré tus manitos y tus pies Me perderé, en tus ojitos me perderé.

Bienvenido al mundo, este será tu hogar, bienvenido a la vida, “Hola, yo soy tu mamá”

Esta mañana salió el sol, acompañando mi dolor, es una mezcla extraña entre miedo y emoción.

VERÓNICA SCHENNEL.

“Todo es por ti” (Poema de una madre a su hijo)

No sé cómo describir lo que siento al verte, si te digo que eres todo para mí, no sería suficiente.

Me faltan las palabras, me sobra el sentimiento, la vida no me alcanza, quiero detener el tiempo

Yo sólo quiero hacerte feliz, para mí tu sonrisa es lo que vale, quiero amarte y cuidarte, estar siempre junto a ti.

Ser tu ejemplo a seguir, que estés orgulloso de mí, quiero sacarte adelante, siempre lucharé por ti. Quiero hacer cosas grandes y dedicártelas a ti, eres mi logro más importante, todo es por ti

No sé cómo explicar lo que siento al verte, Tu sonrisa me da felicidad, tu mirada me llena de paz..

Me faltan las palabras, me sobra el sentimiento, la vida no me alcanza, quiero detener el tiempo…

Verónica Schennel Ottati. Directora Regional (Estado Miranda) de Iflac World Venezuela. Miembro de diversos Grupos y Movimientos Internacionales de Poetas y escritores. Obtuvo el 2do lugar en el Concurso Internacional de Poesía por la Paz. Recibió el “Premio Péndola Dorada” 2022 Obtuvo el 3er lugar en la categoría: “Crónica breve” en el Primer Concurso Literario Internacional (México 2023). Obtuvo el 3er lugar en la categoría: “Relatos por el Día de las madres” en el Concurso “Palabreando” (España, 2023)

Algunos de sus textos han sido publicados en blogs, redes sociales y revistas digitales en su país (Venezuela) y en otros países, principalmente México, Colombia y Perú. Participación activa en eventos nacionales (de manera presencial) e Internacionales (de manera virtual). Entrevistas en los diversos Medios de Comunicación. También se dedica al teatro, presentando obras de su autoría.

MADRE UNIVERSAL

ESCRITO POR:

ÁMBAR LATORRE HERMOSILLA.

Saludo a mi universo con los brazos abiertos, Para que me acepte como hija creciente Saludo a mi tierra con mi cuerpo friolento, Para que me abrace junto al sol naciente .

Ofrezco mi corazón como verso de invierno, Para cubrir con escarchas los tiempos perfectos Ofrezco mi razón como texto fraterno, Para que disfruten las raíces de cuentos .

Entregó mis memorias como vientos del cielo, Abriendo las manos en gratitud sanadora Conservo pensamientos de la tierra en consuelo, Entremedio de amapolas dulces sonoras .

Recibo abrazos regalados de la madre tierra, Agradeciendo la vitalidad sangrienta en mis venas Comparto la sensibilidad del beso que alegra, Como obsequió pausado de la noche y luna llena .

Ángel Atrapasueños .

Nace con el nombre Ámbar Francisca Latorre Hermosilla, una mañana lluviosa de otoño 21 de abril de 1988 en Santiago de Chile.

Técnico parvularia y escritora de Poesía de Terror y Crónicas Breves …

Participa en la versión Xlll y XV literaria social de la capital Santiago de Chile. “Mi Vida y mi Trabajo “en el año 2016 y 2017 con los títulos: “Mi vida normal y Paranormal.” Chile, Participa en el concurso literario internacional Diversidad Literaria” Porciones del Alma” Vlll año 2022 con el microrrelato “Besos Congelados" España.

Obtuvo dos reconocimientos literarios Convocatoria El Buen Cruel categoría Crónica Breve yPoesía ambos con certificados diciembre 2022 México En febrero 2023 , fue publicado el poema Cúpido Raptado en la Revista Digital Creacionista en el país de México , abril 2023 sale destacada como talento oscuro géneropoesía en la página digital Verso Inefable con el poema "Pacto de Versos " .

PUERTAS ABIERTAS

ESCRITO POR:

DILAN CHINO SANDOVAL.

Mi madre me mandó a morir al mundo, al medio día me llamaba para desayunar, preparaba

una sopa instantánea.

Miraba hacia arriba para encontrar su rostro, la miraba a la cara y no la encontraba, no me veía, su mirada está en otra parte, pasa el tiempo y no lo entiendo

¿por qué no me veía? ¿qué buscaba?

La escena fue dolorosa, ese mismo día llegué al colegio con una esperanza menos, la cara y el corazón desgajados. Me mandaron a morir un día que no conozco, iba a morir sin una sonrisa, sin una caricia. Todo era muy lento, el transporte avanzaba con desidia, sabía que llevaba a un grupo de sentenciados, era un niño con las entrañas de fuera, era un niño que no entendía que lo mandaron a morir.

La eternidad y el infinito le fueron arrebatados de tajo, de niño no tenía cartas para sortear el abismo, lo más hermoso de esa tarde era mirar cómo el tiempo se hacía, se desvanecía, se terminaba.

Moríamos de a poco, el regreso fue en paz, el corazón se rompió muy temprano y los restos no sirven para volver a vivir.

Dilan Chino Sandoval 28 años De la CDMX Oriundo de Xochimilco Ha colaborado en el podcast “Interno”, en más de 30 ocasiones en revistas digitales, en el festival POEMAN, en el festival internacional de poesía Xochimilco, en el II Encuentro de Poesía Xochimilco Tiene publicado dos libros, uno llamado “Intersticios en el desayuno” disponible en Amazon, y “Carnes, huesos y pellejos” en editorial Palabra Herida, ediciones Akera.

COSER Y CANTAR

ESCRITO POR:

CARLOS ENRIQUE SALDÍVAR.

Me abro paso entre la gente y miro los fallos cósmicos que ocurren en las calles y avenidas. En seguida recuerdo que el fin de semana me toca ir a Cusco, ahí también la zona necesita ser reparada. Me detengo en una vereda de San Juan de Miraflores, una parte conocida por su delincuencia, y procedo a coser las aberturas de la realidad. Poseo este poder desde niño, mi madre me enseñó los secretos de la costura, en las telas, con diferentes materiales; ahora todo irá bien por los lares donde me hallo Procedo a cantar, me fascinan los álbumes de las listas Billboard de los ochenta, allí encontré joyas como Tell it like it is de Heart, adoro esa banda de rock, mas no conocía ese tema. No puedo realizar mi trabajo sin entonar diversas armonías, van de la mano ambas funciones. He recorrido parte del mundo, y a mi edad, cuarenta años, sé que es necesario enseñarles mi magia a los herederos que merezcan aprender este don. Muchas veces ocurre que en la realidad se descosen sectores, los cuales se relacionan con el tiempo y el espacio, por allí el caos ingresa o la gente es absorbida, ello potencia la maldad de algunos y la locura de otros. Es mi obligación usar mis dedos como agujas y mis cabellos (estos crecen a gran velocidad cuando los utilizo) como hilos. Nadie me ve, soy invisible durante mi tarea He terminado, ya he cantado bastante, de la armonía musical viene mi poder. Regresaré con mi novia a mi casa y escucharé Just the two of us de Grover Washington Jr. y Bill Withers mientras le tejo una chompa. Ella conoce mi virtud, y es emocionante cuando entona canciones de su natal Puno, entre otras, compuestas por ella.

Carlos Enrique Saldívar (Lima, Perú, 1982). Codirector de la revista virtual El Muqui. Administrador de la revista Babelicus. Publicó los libros de cuentos Historias de ciencia ficción (2008, 2018), Horizontes de fantasía (2010), El otro engendro y algunos cuentos oscuros (2019) y El viaje positrónico (en colaboración, 2022) Compiló: Nido de cuervos: cuentos peruanos de terror y suspenso (2011), Ciencia Ficción Peruana 2 (2016), Tenebra: muestra de cuentos peruanos de terror (2017, 2018, 2021, 2022), Muestra de literatura peruana (2018), Constelación: muestra de cuentos peruanos de ciencia ficción (2021) y Vislumbra: muestra de cuentos peruanos de fantasía (2021).

Cuando era niño me entusiasmaba hacer, con mis pequeñas y torpes manos, el regalo de mamá para el diez de mayo. Los primeros días de ese mes, en la escuela trabajábamos en la elaboración del detalle que sería pagado por ella con un abrazo y un beso que venía desde su corazón. En preescolar hice un dibujo con triángulos, bolitas y rayitas, representaba a mamá tomándome de su mano. Lo enmarqué con pasta para sopa pintada en colores vivos. El horrible dibujo estuvo pegado en la puerta del refrigerador por largo tiempo.

Luego, en la primaria armé un portarretrato con palitos de paleta y, años más tarde, una “lamparita” formada por un cenicero, una copa y un vaso pequeñito, adornada con encaje y flores artificiales. Lo inexplicable era esa especie de brujería que hacía que todo trabajo manual irremediablemente se despegara de camino a casa.

Me entusiasmaba ahorrar el poco dinero que llegaba a mis manos para comprar… la clásica jarra acompañada de varios vasos, de plástico, por supuesto. Luego tuve el desatino de darle una plancha y una licuadora. Pero, así fuera eso o un tarro de crema para las manos, todo, todo era recibido como si hubiera sido el más grande de los tesoros.

Con más años en mi vida y más dinero en el bolsillo, llegó para mamá el momento de cosechar. El regalo del diez de mayo era un vestido a su gusto y talla, una comida o cena en el restaurante que ella elegía y la serenata en la que bellas melodías la hacían sonreír y hasta llorar.

Hoy, que la vida ha pasado, ya no tengo que pensar en qué darle a mamá el diez de mayo. Desde un tiempo para acá el regalo para mi madre es siempre el mismo: flores sobre su tumba y una oración para su descanso eterno.

Celaya, Guanajuato, mayo del 2023

Javier Alejandro Mendoza González nació en Celaya. En el año 2015 se integró al taller literario Diezmo de Palabras. En el 2016 participó en el Seminario para las Letras Guanajuatenses con la novela Volviendo al Ayer. En ese mismo año fue seleccionado para participar en la antología de narrativa Voces del Laja, con el cuento Alma, Vida y Corazón. En el 2018 fue uno de los participantes de la obra Umbral, Muestra de Escritores Celayenses, con el cuento Rosas en el Mar. En el 2019 participó en la antología La Risa, Cuentos de Humor, con el relato Aprendiz de Poeta. En el 2022 participó con varios escritos en la antología Cada quien tiene una manera. Ha colaborado con el prólogo de las obras: De Chile, de Mole y de Lalo, de Lalo Vázquez (21018), Las Gárgolas de mi Mente, de Soco Uribe (2019) y Cuentos y Leyendas de Celaya, de Carlos Javier Aguirre (2020). Sus escritos se han publicado en repetidas ocasiones en los periódicos El Sol del Bajío y AM Corredor Industrial, así como en las revistas físicas y digitales: MEUI, Fractal 75, Escritores del Círculo Literario, El Creacionista y Ecos Literarios.

EL ESPEJO DE LA ABUELA ESCRITO POR:

ANDREA GONZÁLEZ MEDINA.

Entrar al cuarto de la abuela siempre era una victoria, pues ella no dejaba que sus nietas y nietos entraran a su habitación, ya que a mi abuelo le molestaba. En realidad, siempre llegué a dudar del cariño que ambos sentían por su familia. Aún recuerdo una pequeña parte de la infancia cuando le decía:

-Abuela, ¿Puedo entrar?

Y mi abuelo respondía:

-No, vete de aquí.

Sin embargo, en las ocasiones en las cuales podía entrar a esa habitación, me resultaba asombroso ver el espejo de la abuela. Un espejo acompañado de un enorme tocador con todo tipo de productos de belleza que solían darle sentido a su feminidad Había esmaltes en colores mate Tenía sombras en colores oscuros que resaltaban su piel blanca. Por supuesto, no podía faltar el rímel para pestañas, ni una amplia colección de labiales color rojo. También solía tener un talco que espolvoreaba por su cuerpo después de tomar un baño prolongado. Poseía toda clase de perfumes que le otorgaban el olor a una mujer refinada. Todavía puedo percibir ese olor. Ni hablar de los productos que utilizaba para que su piel no se dañara y de todas las cremas para prevenir las arrugas. Siempre tuvo un miedo profundo a envejecer.

La abuela tenía una personalidad imponente. Por las mañanas, lo primero que hacía era ir a ese gran espejo, contemplarse y arreglarse. Antes de tomar el desayuno, la abuela ya estaba maquillada y con un espléndido traje sastre que denotaba su formalidad. La abuela nunca sonreía, pero tampoco parecía una persona infeliz. Aunque tal vez la abuela ocultaba toda esa desdicha con su maquillaje elaborado y estrepitoso vestuario.

La abuela siempre fue un enigma Era de pocas palabras La abuela nunca expresó una pizca de afecto, una muestra de amor o una expresión de ternura que dicen que las abuelas tienen. Nunca alcancé a descifrar las cosas que la atormentaban. Tal vez la abuela calmaba su ansiedad con esa cajetilla de cigarros delicados y ese cenicero parisino que la acompañaba a todos lados. Tenía la apariencia de un estuche de polvo para maquillar. Siempre anhelé tener uno igual. La abuela parecía tener una rutina socialmente aceptable como ama de casa, pero siempre me pregunté cuáles eran los demonios que la invadían y la hacían desbordarse en llanto cada que tomaba un trago. Y todo eso, me hace preguntarme si hubo una época en la que la abuela sonreía. Evidentemente, hubo una época en la que la abuela lucía bien, combinaba sus trajes, utilizaba joyas, se maquillaba y tenía toda una rutina para cuidar su rostro. Pero, ¿Acaso hubo realmente un momento en el que la abuela fue feliz? No lo creo. Con el paso del tiempo, la personalidad de la abuela se fue diluyendo poco a poco. Su hijo favorito pereció, al igual que su esposo. Así, fue como la abuela cambió. Porque la muerte siempre te cambia. A pesar de que una parte de nuestras vidas se va todos los días, siempre es difícil comprender un suceso tan abrupto. Mi abuela nunca superó la muerte. Mi abuela dejó de ser ella. Ya no era la mujer con buenos trajes. Ya no había joyas, ni maquillaje, ni rutinas para la cara. Simplemente un día dejó de hacer su vida. Ya no salía, no vivía.

Comenzó a consumir pastillas para dormir o, más bien, pastillas para no vivir La abuela siempre decía que no podía dormir. La familia nunca alcanzó a comprenderla. Todos decían que era una adicta. Pero, en realidad, eran todos esos pensamientos que rodeaban su cabeza y que se manifestaban en forma de ansiedad, los que llegaban a provocar su insomnio y hacían que consumiera esas pastillas. Pasaba los días durmiendo. Todos decían que era una floja, en realidad era la depresión. Mi abuela ya no cocinaba. La abuela ya no comía. A veces, le decían:

- ¿No piensas levantarte?

Ella respondía:

-Al rato.

Mientras su hijo manifestaba:

-Eres patética.

Aún recuerdo una visita al médico para poder establecer un diagnóstico Yo era muy pequeña, pero mi mente evoca una reminiscencia, donde mis padres y el médico discutían si en verdad tenía depresión. El médico dijo que no. Sugería que, si en verdad hubiese estado deprimida, hubiese intentado matarse. ¡Como si toda su cotidianidad no fuese más que una expresión de la insostenibilidad de su propia vida!

Todo mundo subestimamos lo que la abuela vivía. Nunca la alcanzamos a comprender. A veces me pregunto si ella estuviese viva de haber recibido un diagnóstico por parte de un psiquiatra o de una psicoterapeuta. Un día llegó la muerte para ella. Y entonces, por fin terminó con su existencia. Todo ese dolor y esa tristeza se esfumaron Por fin encontró la paz y el silencio que tanto le hacían falta. Mi abuela murió de depresión, la mató el día a día, esa incapacidad de soportar su propia existencia. Antes de morir, recuerdo que un día se levantó a las dos de la tarde con cara de somnolienta. Devastada en una sola palabra.

Yo le pregunté:

-Abuela, ¿Quieres comer?

Ella simplemente respondió:

-Al rato

Ese día me dije que nunca me quería ver así. Pero, un día desperté y era la abuela. Era yo fumando cigarrillos para disipar la ansiedad. Era yo arreglándome y pintándome los labios de rojo para maquillar lo rota que estaba por dentro. Era yo tomando pastillas para dormir. Era yo sin ganas de vivir. Era yo en ese espejo, en el espejo de la abuela.

Andrea González Medina (Puebla, México; 1993) es licenciada en Sociología y maestra en Filosofía por la BUAP. Docente de ciencias humanas y sociales e idiomas en la Universidad Mesoamericana y en el área CEU de la Facultad de Lenguas-BUAP. Cuenta con certificaciones en francés (DELF), portugués (CELPE-BRAS) y alemán (ÖSD). Dentro del ámbito académico, sus líneas de investigación son género y trabajo. Ha colaborado en los sitios electrónicos

El Puente y Neotraba. Ha impartido ponencias a nivel nacional e internacional como en Alemania, Uruguay, Costa Rica, Colombia, España y recientemente en el XXXIII Congreso Latinoamericano ALAS. Su publicación más reciente es el capítulo de libro (2022) “Trabajo y crisis reproductiva: ¿Es posible pensar en la reproducción de la vida en el contexto de pandemia desde el feminismo?” en la obra titulada Género, Rabia, Ritmo, Ruido, Risa y Respons-Habilidad publicado por el CIEG-UNAM.

La filosofía ha sido pensada como la madre de las ciencias desde tiempos inmemoriales, y es obvia la razón del por qué, ya que el pensamiento critico solo nace a partir de las preguntas que realizamos de manera profunda, ya sea por los fenómenos del mundo o por las condiciones humanas. De hecho, pensar sin cuestionar los fundamentos y las razones que originan las cosas, así como su devenir, su seidad y demás condiciones que hacen que las cosas sean lo que son parece el signo de nuestros tiempos, donde hemos otorgado una posición dogmática a las ciencias sin parar en la reflexión necesaria que no permita pensar, como lo hizo Kant en sus tres celebres criticas: ¿Cuáles son los limites de nuestra razón? En nuestra época, la bioética se pregunta por los limites de la ciencia, aunque poca o nula importancia pareciera tomar en la realidad; ¿Cuáles son los limites de mis acciones? Donde nos preguntamos por el limite de lo que podemos frente al otro, la otredad y la alteridad, aunque nuestros tiempos se preocupen por el individuo y el hiperegoísmo; y, por supuesto: ¿Cuál es el limite del porvenir? A saber, ¿qué me está dado esperar?

Si bien es cierto que estas preguntas fueron realizadas hace casi tres siglos, la realidad es que siguen siendo vigentes y de orden universal. Por supuesto, la respuesta puede diferir de las que fueron realizadas en su tiempo, o en otras épocas pasadas, sin embargo, es menester que estas preguntas sean actualizadas para entender nuestro existir.

Ahora bien, ¿por qué mencionar las preguntas anteriores si no es el objetivo del presente escrito el abordarlas? En primer lugar, porque debemos comprender que la filosofía se desarrolla de esta manera, es decir, se preocupa primeramente por si las preguntas enunciadas son correctas, y para ello se necesita de una reflexión que cuestione a las preguntas mismas, con la intención de comprender su profundidad para, posteriormente, determinar por vía de la lógica su veracidad. Este acto es de suma importancia, ya que las ciencias trabajan bajo otras vías, donde la pregunta es la que determina la importancia y veracidad de las preguntas, pero no su profundidad. En segundo lugar, la pregunta permite reflexionar, y para ello se hace necesario mantener un espacio de cavilación, un tiempo donde no se busque producir por producir. La filosofía busca que por medio del arte de la espera se puedan desentrañar lo que se esconde a los ojos comunes, que el mundo contiene misterios que solo por la vía del cuestionamiento pueden acontecer al mundo. En muchas ocasiones, el preguntarse es mucho más valioso que la respuesta.

LOS PERROS

Siguiendo con lo anterior, se hace más evidente la razón por la que se ha tomado la decisión de mantener abiertas estas preguntas, para que el lector pueda tener libertad de discernimiento o comenzar a cuestionarse dichas interrogaciones, aunque es evidente que dichas preguntas también serán abordadas por un servidor en trabajos posteriores.

Pero, volvamos a la situación que nos compete. La filosofía es madre del conocimiento en sentido estricto, y esto se debe a que el conocimiento se construye por medio de preguntas que se realizan con un interlocutor. No es que antes no existieran interrogantes sobre los sucesos acaecidos en la existencia, más bien, la pregunta que interroga por la esencia de las cosas, que busca tomarse el tiempo para pensar y reflexionar la duda, y la condición de realizarlo junto al prójimo cambia por completo lo que se había dado con anterioridad, ya que, si bien es cierto el hecho de la existencia de saberes que intentaban dar cuenta por los sucesos fenoménicos, pasando por las explicaciones de orden religioso, mítico y precientífico, solo en la mayéutica se desarrolló la capacidad de pensar en conjunto, por vía negativa y entendiendo la necesidad de crear un saber universal basado en el reconocimiento de la alteridad del prójimo, del ser de las cosas y del fundamento de los hechos. En este caso, el método mayéutico es un claro ejemplo de ello. La mayéutica socrática exige un reconocimiento junto al otro ser humano de nuestra ignorancia, es decir, de nuestros limites en cuanto al saber, para que, de esa manera, podamos comprender los confines de nuestra experiencia sensible y racional, oponerlo a otros y deliberar sobre el alcance de nuestro saber, con la intención de construir el conocimiento junto al otro, y no individualmente, lo que podría llevar a la erudición.

En suma, la filosofía es madre del conocimiento porque reconoce la necesidad de mantener las preguntas debido a una condición muy concreta, y esto es que las verdades absolutas difícilmente se alcanzan por una única vía. Más bien, como con la mayéutica, se da a luz a ideas nuevas que permitan la posibilidad de comprender mejor manera nuestro mundo y nuestra existencia, lo que nos lleva a movilizarnos a la necesidad de comprender cosas esenciales para nuestra existencia, bien que estas sean inútiles, como menciona Aristóteles en la Ética a Nicómaco, por que ellas no reportan ni honor, ni gloria ni una vida holgada en bienes materiales, si no que busca que ante la comprensión de lo esencial podamos dotar de mayor calidad a nuestro vivir, con la intención de vivir lo mejor posible. ¿Acaso no es esto lo que espera toda madre de sus hijos, una vida de calidad a pesar de las desventuras de nuestra existencia?

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