N úme r o 1 7. M a r. 2020
ISSN: 2683-2283
EL CREACIONISTA R e vi s ta l i te r a r i a d i g i ta l RICARD MILLÀS
MORE NARRATIVE
RICARDO DURÁN
A la sacerdotisa se le escapa el cuchillo. Cae de punta y se clava en la madera. Se busca acongojar a la sacerdotisa con un dios macabro. Un dios exultante y bello y algo mortífero.
CARLOS RYUTEN
NARRATIVA ELLA abrió la puerta del despacho y encontró “todo” apagado, excepto en donde ÉL tipeaba en su computador portátil, sentado en una silla roja frente a la mesa de madera.
FILOSOFÍA Nuestro tiempo ha estado plagado por una serie de amenazas, las cuales se han presentado tanto de manera natural, como resultado de las acciones del ser humano...
ELCREACIONISTA, año 1. No. 17, Marzo 2020, es una publicación electrónica mensual, editada por Alma A. C. Carbajal Guzmán, calle 42 Poniente , Tel. (222) 9455332, Puebla, Puebla, México, https://issuu.com/elcreacionistarevista/docs/el_creacionista, elcreacionista_@hotmail.com. Editor responsable: Alma A. C. Carbajal Guzmán. Reserva de Derechos: En trámite. ISSN: 26832283. Autor. Responsable de la última actualización de este Número, EL CREACIONISTA, Alma A. C. Carbajal Guzmán. Fecha de última modificación, 3 Diciembre 2020. El contenido y las opiniones expresadas por los autores no necesariamente ref lejan la postura del editor de la publicación, citando invariablemente la fuente sin alteración del contenido y dando los créditos autorales. El propósito de esta publicación es contribuir a la divulgación efectiva de las nuevas incursiones de la literatura y escritores contemporáneos de México y de otros países de habla hispana. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos o imágenes de la publicación sin previa autorización del autor y editora Alma A. C. Carbajal Guzmán.
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Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de El Creacionista. Al igual que licenciado bajo una Creative Commons Atribución-NoComercialCompartirIgual 4.0 Internacional que permite a otros compartir el trabajo con un reconocimiento de la autoría. Portada: ("La muerte niña" ©Patricia García).
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Si buscas compartir de forma literaria o artística puedes mandarnos un correo y estaremos gustosos de sumar tu trabajo a nuestra versión digital, así como en nuestro sitio web Ante todo queremos que artistas e inquietos literarios, busquen crear, imaginar y que se dejen llevar por todo aquello que las letras pueden ofrecer. El Creacionista extiende esta invitación a todas las artes. Si buscan otro espacio para darse a conocer y compartir información no dejen de escribirnos a: elcreacionista_@hotmail.com No aparentes, tienes mucho por escribir. Coordinador Editorial Responsable: Alma A.C. Carbajal Guzmán
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NOTA DEL EDITOR
Vivimos prisioneros más allá del encierro físico, buscamos ser incluyentes pero dejamos de lado a muchas voces cercanas a la nueva creación. Las letras nos salvan del castigo, de la rebelión propia, desde Hitler hasta Oscar Wilde buscaron en las letras un refugio, un lugar donde ser ellos mismos a pesar de las agitaciones de su tiempo. Se insta a los escritores a compartir sus ideas a pesar de lo azaroso de nuestras existencias cada día, pero por mucho en estos meses que corren con la información falsa a cuestas ya sea oficial o de otras fuentes. Escritor escribe para ti, escribe para otros en esta época de cautiverio ante la incertidumbre que nos presenta la propia naturaleza.
ALMA A. C. CARBAJAL GUZMÁN.
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CONTENIDO: NOTA DEL EDITOR P5
LA PALABRA Ricard Millàs P7
ELLOS Ricardo Durán P 12
DEL CORONAVIRUS AL FENÓMENO DEL AISLAMIENTO. UN ACERCAMIENTO SOCIAL A LO QUE OCULTA LA DESINFORMACIÓN Carlos Ryuten P 23
MICROFICTION DROPS P 29
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LA PALABRA Ricard Millàs
A la sacerdotisa se le escapa el cuchillo. Cae de punta y se clava en la madera. Se busca acongojar a la sacerdotisa con un dios macabro. Un dios exultante y bello y algo mortífero. Cae el dios al mirar demasiado a su creación. Los ríos de sangre nacen del tajo en el cuello y el condenado no pronuncia oración alguna hacia el cielo. La sacerdotisa se torna metal oscuro y ente física para los acólitos al espectáculo. Aun así siente respeto por su dios. De la imagen que se ha creado en la jaula de la inventiva cuando los otros le enseñaban LA PALABRA.
Photo by Blake Carpenter
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De repente, el recelo por ser todo lo contrario a lo que la han preparado signi ca la negación de su yo interior hacia el conocimiento de LA PALABRA. Piensa en escribir poemas para huir de sí misma. Piensa en sangre y contornos a lados a modo de única salvación. LA PALABRA la inventaron los que necesitaban el control absoluto. De ahí el nihilismo por parte de su zona cerebral cognitiva cuando la obligaron a leer viejos tratados y frases que, a pesar de la probable bondad de quien las decía, se convertían en violencia y cuchillos clavados. No existe el acto físico en nombre de cualquier dios. Solo este puede mover piezas en el tablero; cancelar amnistías, hacer prevalecer el orden.
A la sacerdotisa se la puede ver entre las cortinas que tapan su vergüenza. Cuelgan cuchillos de las paredes que contemplan su cuerpo desnudo, su entrepierna repleta de vello, la belleza de su redondez. Se busca a sí misma al otro lado del espejo. Trata de desdoblar su imagen, de viajar sin moverse de lugar, de escuchar el silencio en un cuerpo forrado en piel y rasgos suaves. LA PALABRA la riñe cuando le apetece tocarse frente al espejo e imaginar a hombres corpulentos y mujeres de carácter fuerte burlando a los mandamientos.
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Se reprime cuando el tratado forrado en piel la mira desde el atril de madera tallada a mano. LA PALABRA la observa. Puede sentir sus emociones. Le molesta la desnudez humana pero no la sangre. La sacerdotisa se quita las medias, lo único que le cubre la piel. Se tumba en la cama y usa el volumen sagrado como si fuera el objetivo de una cámara web. Necesita denostar su herejía para comprender el poder del dios. Romper con las normas. Requiere del desafío para poder comprender. Puesto que en varios años se ha limitado a clavar cuchillos y abrir gargantas mientras la sangre llenaba el interior de un cuenco. Ahora quiere saber el misterio de LA PALABRA. Ofrece su vagina al libro. Desafía al divino consorte mientras la or de carne rosa se abre y orece y el líquido es insípido en el interior de una boca hambrienta. Pero el dios no ve porque, quizá, no exista en la mente de otro, ¿te acuerdas del nal de Peter Pan? Si todos creen, la idea tomará forma. La sacerdotisa goza mientras comete crimen atroz a los ojos del puritano; el que obedece pero no es bondadoso. La idea de control imperante es un lazo invisible que trata de hurgar en las mentes de aquel que se cree prisionero. La civilización es solo un nombre. LA PALABRA prevalece ante todos mediante el horror inexistente. Os matará un dios vengador. Vendrán plagas y ríos de sangre y hombres subidos en caballos de fuego.
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Creed. La sacerdotisa moja la tela que cubre el colchón. Sonríe mirando al objetivo. Se relame los labios como si los hombres santos la estuvieran mirando. La cámara web es un invento para voyeurs sin necesidad de permanecer ocultos. Las largas piernas desnudas de la mujer se estiran relajando, posteriormente, la musculatura. La habitación huele a sexo individual; cápsulas de felicidad en formato breve y placentero. Sabe el desafío que ha cometido y ahora, con el cuerpo cubierto por las sábanas y un cigarrillo humeando hacia el in nito, espera la respuesta del supuesto dios que, en teoría, ha velado por ella durante toda su vida mientras dormía. Ha usado la masturbación como prueba de fuego; nada mejor que el calor que produce el cuerpo para demostrar que el ser humano es fuego, aire, agua y tierra. Termina el cigarrillo y no pasa nada porque le enseñaron que el dios que adora no necesita demostrar nada a nadie. Una buena excusa de los acólitos para no tener que montar un teatro de hilos de pescar. El mejor argumento para hombres de alta alcurnia con poca capacidad de inventiva espiritual. De ahí que la habitación siga en tinieblas y el espejo muestre a una mujer hermosa que ha degollado a dos docenas de personas.
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En su reunión con su dios, escupe infamias y vuelve a masturbarse con el mango del cuchillo que tantas vidas ha cercenado en lugar de seguir esperando; el tiempo pasa mejor cuando se hace desaparecer el segundero. Disfruta mucho provocando a la nada mientras imagina que se desnuda en el templo ante la visión de cientos de feligreses. “Miradme el alma a través de la vagina”, les dice. “El hombre es fuego, aire, agua y tierra, ¿por qué necesitamos un dios? Si creas algo bondadoso no hace falta que rindas cuentas a nadie”. Pero la realidad la muestra excitada y algo desilusionada; no ha aparecido ningún dios ni ningún tipo de antítesis que la regañe. Se busca en el re ejo del espejo para verse a sí misma perdiendo. Enciende otro cigarrillo mientras se da cuenta de que no se siente demasiado culpable por las personas que ha degollado.
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ELLOS Ricardo Durán ELLA abrió la puerta del despacho y encontró “todo” apagado, excepto en donde ÉL tipeaba en su computador portátil, sentado en una silla roja frente a la mesa de madera. Muebles que ELLA había comprado, por lo tanto eran de su propiedad. ÉL tenía puestos sus viejos auriculares blancos y escuchaba Día de tristeza, una triste versión de Andrés Cepeda y continuó escribiendo sin darle importancia a la luz que entraba de la puerta y de la presencia de ELLA. ELLA lo observaba aún de pie desde la puerta, sin interés alguno lo miraba entretenido. ÉL parecía que estaba muy concentrando por terminar de escribir lo que estaba por venir. ELLA encendió la luz de la habitación sin preguntar. Detrás de ÉL, había una jaula de metal mediana en donde cada tercer día guardaban un par de horas a sus gatos. Ya se encontraban dentro cuatro gatos que no hacían nada de ruido, lo único que hacían era escuchar lo que pasaba alrededor y observarlos. Cada gato era de raza distinta. Había un Bombay gordo, dos gatos persas de distinto color y una gata siamés pelo largo.
Photo by Michael Prewett
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— ¿Podemos hablar? Le dice ELLA sin dejar de ver cada movimiento de ÉL. ÉL sin voltear a verla le contesta y continúa escribiendo. — No te preocupes! Deja termino el mis cosas y me marcho.
nal del cuento y recojo
La ceja derecha de ELLA se arqueó bastante al saberse descubiertas sus intenciones de dejarlo y de correrlo de su casa. ELLA, no dijo palabra alguna y en ningún momento mostró sentimiento alguno por lo vivido en algún momento con ÉL. El alma de ELLA se re ejaba por medio su rostro, y lo que revelaba era repudio hacía ÉL. ELLA dio la media vuelta y a punto de salir del despacho y ÉL con el tono de voz cortada por el llanto, le interrumpió su salida. —
Los gatos te los dejo, yo me los llevo en la piel.
ELLA sin palabra alguna cerró la puerta por completo y sus pasos se dejaron de escuchar cada vez que se alejaba de ese lugar de la casa. A lo lejos se escuchó la voz de ELLA al abrir y cerrar la habitación principal. —
Tienen tres días para irse. 13
Photo by Justin Groep
Al fondo en la pared había varios cuadros, fotos y sombreros, pero de todo lo que hay colgado, lo que resalta es un lindo marco verde con una hermosa foto de ELLA y ÉL, felices posando para la cámara a poco de estar saliendo como pareja. Cuando eran ELLOS.
ÉL se limpió las lágrimas que aún le escurrían por el rostro y no puso atención a las palabras de ELLA. Su llanto era tan fuerte y pesado como el mar y, sin embargo continuaba escribiendo su cuento. FIN. — No, espera! Se dijo mientras paró de escribir. ÉL decidió borrar las últimas letras que acaba de escribir de la historia. F.. y terminó por borran por completo las letras FIN del cuento. Se quedó unos minutos viendo al frente de su pantalla y pensando lo que sabía que próximamente le esperaba a ÉL y a su cuento. — Mierda! Después de este Fin en el cuento y a empezar de nuevo. ¿Dónde se fueron las Promesas? ¿Dónde se va cada segundo compartido? Mierda! Agárrate los dos huevos y termina este cuento. Sus manos continuaron tipiando porque sus dedos nunca se separaron del teclado. Sus ojos estaban completamente rojos de tanto llanto, que pre rió poner punto nal a la su historia. FIN.
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PARTE II Esa noche, ÉL no se fue de la casa como lo predijo. Guardó su computadora y como siempre, le faltaron huevos para hacerlo. Apagó la luz y fue hacía la cocina. Abrió el refrigerador y sacó una cerveza y algunas cosas para preparar un sándwich. Mientras bebía su cerveza y le daba una mordida a su sándwich de jamón con queso Oaxaca, pensaba en dónde demonios ir a vivir sin dinero. Tenía tres meses sin trabajo. Nadie lo llamaba para trabajar y no es que fuese malo, al contrario, trataba de ser mejor profesional y dejaba en segundo plano su vida personal, y ahora que ÉL necesitaba de los del primer plano, estos ni se acordaban de ÉL. ¿Quién mierda era ÉL? ¿Cómo mierda se llamaba? ¿Qué mierda había hecho? Y el segundo plano, lo estaba dejando a ÉL en segundo plano. ¡Una mierda! Entretanto, masticaba su sándwich y seguía pensando a dónde ir sin dinero. ¿A dónde mierda me voy? ÉL tenía dos cosas claras; la primera era que no tenía trabajo ni dinero, y la segunda que no podía regresar fracasado a casa de su madre a los 44 años. Sabía que sería el peor de sus fracasos. A lo lejos se escuchó unos maullidos de una “pelea” entre gatos, que en realidad hacían mas escándalo del “daño” que se hacían.
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En uno de los rincones de la sala, estaban “La Flaca”, una linda y atlética gata de raza Savannah, que tenía arrinconada a “Chavela”, hermosa, arisca y temerosa gata Maine Coon. “La Flaca” soltó un zarpazo que “Chavela” esquivo y corrió hacía la torre de madera que tenían los gatos en el otro extremo de la casa, y que por supuesto había comprado ELLA. “Chavela” logró llegar a la parte superior de la torre y se supo segura en un mediano canasto de mimbre que tenían para descansar. Se sintió protegida mientras desde abajo “La Flaca”, no dejaba de observarla. Tras unos segundos no hubo ruido alguno en la casa. ÉL aún en la cocina, bebía otra cerveza y ésa pelea le hizo recordar que los gatos eran el problema principal su partida. ELLA no quería a “Chavela” y “Kubrick” los gatos de ÉL. La cerveza fría recorría su garganta al mismo tiempo que la presión aumentaba para ÉL, ya que había recordado un “pequeño” detalle; aquellas palabras de ELLA que se habían quedo en el “olvido”; tenían que irse en tres días. ÉL fue a la habitación de la reja de los gatos y la abrió. Regresó a la sala y llamó a las gatas y éstas sin dejarse tocar por ÉL, se fueron juntas corriendo directamente hacía la habitación. ÉL entró y cerró. Abrió la jaula y contó a los seis gatos que tenían. Los mismos seis gatos que ELLOS tanto amaban, eran gran parte de los motivos de su separación. ÉL salió de la habitación y fue directo a la habitación de ELLA. La habitación como de costumbre estaba entreabierta. Entró y sin hacer ruido fue directo al baño. Se quitó la ropa y tomó su playera para dormir, qué por suerte se la habían regalado a ÉL en algún proyecto. Se lavó los dientes y antes de salir y apagar la luz, volteó y se miró al espejo, y vio al mismo perdedor de siempre.
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Al día siguiente, ELLOS, se levantaron a las 7:00am, cuando el despertador se encendió automáticamente con la misma voz de la chica de las noticias que agradecía a sus radioescuchas por su preferencia a primeras horas de la mañana. — ¡Buenos días, son las siete de la mañana con tres minutos y estamos aquí desde las seis, las siete, las ocho, las nueve y hasta las diez de la mañana! ÉL durante muchos años se levantó a las 4:30am y salía a trabajar, y regresaba a su casa por lo menos 17 horas después. En otro momento para ÉL, las 7 de la mañana ya sería tarde. Ya se abría bebido unos cinco cafés, no habría desayunado y estaría viendo algunas cosas de su trabajo. ¿Y tarde para qué? ÉL se levantó y fue al baño. Mientras orinaba, alcanzó a escuchar a la conductora de la radio enviar un saludo para ELLA, ya que ELLA es gura pública. Ya tan temprano la vida le recordaba lo mierda que era. ÉL fue el primero en salir a las 8:23 de la mañana del lujoso departamento. Era una mañana gris y hostil y llovía un poco. ÉL decidió no sacar su pequeño paraguas que siempre carga en su mochila. Sabía que aún faltaba mucho para que se fuera la tormenta, así que dejó de pensar en todo por unos minutos y disfrutó caminar junto con la pequeña llovizna que le acompañó. Al llegar cruce de Periférico y Barranca del Muerto, ELLOS se encontraron casualmente. ELLA conducía su lujoso automóvil eléctrico y ÉL era uno más del montón de perdedores que caminaba por la misma acera que los llevaría hasta el metro Barranca del Muerto.
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PARTE III Esa tarde en la o cina, ELLA no se sentía bien anímicamente y decidió regresar temprano a su casa. Cerró su computadora portátil y desconectó el cable de la batería. Se levantó y tomó su mochila. Guardó su computadora y su cable, al igual que su monedero rojo. Caminó y tomó su lindo saco amarillo que vestía esa tarde y salió de su o cina sin dar explicaciones a nadie. ELLA jamás daba explicaciones a nadie. Era una mujer sumamente inteligente e independiente y segura de sí misma. Salió de su o cina y aún seguía lloviznando. Apresuró el paso por el gran pasillo de aquella casona y salió por la puerta principal como de costumbre. En el trayecto a casa condujo un poco más lento por la lluvia constante. Iba pensando sobre su vida a lado de ÉL y sonreía. ELLA sabía que podía ser la mujer más fuerte del mundo allá afuera, pero en la intimidad también amaba y sentía, y todo lo que sentía era por ÉL. En realidad, ELLA no quería que ÉL se fuera de su vida. Los tres años que llevaban juntos no habían sido nada malos. ELLA recordó el primer regaló que le hizo a ÉL, y fueron unas pantu as de color azul obscuro. Fue una de las primeras noches cuando ÉL iba a casa de ELLA y se quedaba a dormir. Aquella noche, ÉL llegó de trabajar a casa de ELLA a las 9 de la noche.
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Hace tres años, ÉL trabajaba en un almacén de calzado para dama, cuando se terminaban sus proyectos de edición literaria y no conseguía trabajo inmediatamente, recurría a su padrino José Guadalupe “Lupillo” Vargas, para que le ayudara a entrar a la fabrica de calzado. Su padrino era el jefe de piso en el sector de línea de pegado y montado y lame botas del Supervisor General y de vez en vez, del dueño del lugar cuando se dejaba ver por su negocio. Al poco tiempo de que ÉL comenzó su relación con ELLA, una casa productora le llamo por teléfono para ofrecerle trabajo para la edición literaria de una serie de 73 capítulos y aceptó. ÉL le dio las gracias a su tío y le explicó lo de su nuevo trabajo y “Lupillo” ya acostumbrado, sabía que lo tendría de vuelta en unos nueve meses. ÉL había dejado el o cio del Ensuelado para regresar a edición literaria, que era un lugar en que se desenvolvía bien, pero en donde no quería estar. ÉL quería estar con los escritores, con los guionistas y no revisando el trabajo de esos mamones. ÉL quería, sabía y podía crear buenas historias, pero nunca tuvo la oportunidad de probarse en el ámbito profesional. Siempre lo llamaron únicamente para corregir las cagadas de sus colegas. Después de tres semanas que ÉL había dejado la fábrica de calzado, secuestraron al dueño de ésta. Los secuestradores pidieron una suma de dinero impensable y los familiares mas cercanos se juntaron para decidir el futuro y el futuro les llevó a vender la fabrica para poder “rescatar” a su mentor. Citaron a todos los empleados de la fabrica para darles la noticia de la venta de la fabrica. Los dueños pagaron lo justo a cada empleado incluyendo a “Lupillo”.
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A la semana siguiente, “Lupillo” regresó al almacén por algunas cosas que había olvidado en su locker. Salió de la fabrica cabizbajo y pensando que su vida era una mierda. No quiso regresar a casa y se dirigió al bar donde solía ir todos los viernes, y justo era viernes. A una cuadra antes de cruzar la calle que le daría el acceso al bar, un metrobús de la ciudad se pasó un alto y “Lupillo” murió atropellado a las 3 de la tarde. A las 3:07 pm, siete minutos después los secuestradores cobran el rescate del dueño de la fabrica de calzado, éste fue entregado muerto.
ÉL llegó a la casa de ELLA. ELLA lo recibió con un regalo sobre la mesa, ÉL se acercó y lo abrió y vio unas lindas pantu as azules. ÉL le agradeció el gesto, pero ELLA se dio cuenta de que ÉL no había entendido el mensaje. — Son para que te sientas en casa. Estás en casa. Se abrazaron y se fundieron en un lindo abrazo. Mientras ELLA continuaba manejando, pensaba en las pantu as, las retinas de sus ojos comenzaron a ponerse rojizas y algunas lágrimas salieron de sus ojos cuando recordó que ÉL se tenía que ir de su casa y parecía muy decidido. Faltaba un día y no podía llegar a su casa y bajar la guardia, eso no iba con ELLA. Se limpió las lágrimas y busco una canción para cambiar de ánimo. No encontró nada interesante en las estaciones de radio a esa hora, y decidió poner su música. No puso nada en especial, simplemente escogió el modo aleatorio.
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ELLA desvió su camino y tomo otra ruta y por un largo tiempo no avanzó tanto quedándose atorada en el trá co. ELLA entró a su departamento y dejó su mochila sobre la mesa en donde estaba “Kubrick” recibiéndola y ronroneándole. ELLA logró cargar a un “Kubrick” pasado de peso y le dio cariño. A lo lejos, “Chavela”, acostada en su caja de mimbre la observaba. ELLA dejo al gato en la mesa y se acercó a la gata que ya le ronroneaba. ELLA no odiaba a los gatos de ÉL como parecía. ELLA, odiaba la situación de vivir entre “peleas” y orines de gatos por la casa, pero realmente quería a sus gatos. Se abrió la puerta principal de la casa y ÉL se sorprendió al verla acariciando a la gata, pero no dijo nada. ELLA dejó a “Chavela” y se acercó hacia donde estaba ÉL. — Necesito unos segundos de tu atención, por favor y sin pelear. ÉL dejó su mochila y caminó directo a sala en donde estaban todos los gatos y las dos perritas que también tenían. ELLA se acercó con regalo en mano y le extendió la mano. — Solo ábrelo y haz lo que tengas que hacer. ÉL se sorprendió por el obsequio y poco a poco comenzó a romper la envoltura. Su rostro se fue transformado y automáticamente le regaló una sincera sonrisa. Muy pocas veces se le veía reír a ÉL, y esa noche lo hizo al ver unas lindas pantu as nuevas.
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Mismo regalo de hace tres años, mismo modelo de pantu as que aún tiene en casa. Sin decir palabra alguna se abrazaron. Ya por la noche antes de irse a dormir, ÉL salió del despacho dejando ya a los seis gatos en la reja. Fue directo a la habitación principal. Entró y en la cama ya estaba ELLA acostada durmiendo, había tenido un día emocional muy fuerte. ÉL se acostó y se metió bajo las misas sábanas y edredón que ELLA. ÉL no supo cómo reaccionar en ese momento y ELLA se acercó a ÉL, lo abrazo y metió su mano bajo su playera para acariciarle su tibio pecho. Durante algunas horas se guardaron abrazados. No hicieron el amor, esa noche lo único que necesitaban era ese abrazo. ÉL se levantó a las 4:00 am y por primera vez conscientemente le había ganado a la chica de la radio que siempre lo despertaba a las siete de la mañana. Seguramente la periodista estará follando antes de ir a su trabajo, pensó mientras se levantó y se metió al baño. Cagó y después se lavó los dientes. Le bajó al retrete y se metió a bañar. No tardó tanto en el baño para no hacer mucho ruido. Salió del baño ya seco y se vistió. Al terminar de ponerse su suéter, se dirigió a la puerta principal de la habitación y volteo a verla por unos instantes y salió de la habitación sin decir nada. A lo lejos se escuchó abrir la puerta principal de la casa y nuevamente el ruido de la chapa. ELLA se quedó acostada en la cama y no se dio cuenta de que ÉL había salido. Se volteó y abrazo fuertemente a la almohada y siguió durmiendo, porque aún faltaban algunas horas para las siete de la mañana.
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DEL CORONA VIRU S A L FENÓMENO DEL A ISLA MIENT O. U N A CERCA MIENT O SOCIA L A LO QU E OCU LT A LA DESINFORMA CIÓN CA RLOS RYU T EN Nuestro tiempo ha estado plagado por una serie de amenazas, las cuales se han presentado tanto de manera natural, como resultado de las acciones del ser humano contra la propia naturaleza en su afán de explotación y dominio capitalista. Así, pasamos de con ictos bélicos a gran escala, a micro guerras para el aseguramiento de los recursos naturales de los países tercermundistas. De la intervención por la fuerza en países latinoamericanos con golpes de estado, al aseguramiento legal de los recursos -un claro ejemplo de esto lo tenemos en nuestro propio estado, donde compañías mineras canadienses han despojado de tierra y agua a los legítimos propietarios para explotar y contaminar nuestros recursos que deberían estar salvaguardados por nuestra soberanía-.
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CARLOS RYUTEN
Allende a todos estos problemas, en nuestra actualidad el fenómeno que se ha hecho más presente es el del estado de exclusión por la emergencia sanitaria del mal llamado COVID-19. Por todas partes escuchamos noticias alarmantes del alto grado de infección que conlleva este virus, donde las medidas cautelares son las de exclusión y aislamiento. Sin embargo, si profundizamos en la situación un poco más, podremos observar de manera clara una de las formas de control social más antiguas, a saber: el aislamiento social. Aislamiento como medio de control del pensamiento. Podemos suponer que, en nuestra “sociedad de la información” ya no es necesario acudir al dialogo personal con nuestro prójimo. Que las redes sociales, ahora, cumplen con la esencial acción de mantenernos “comunicados”. Sin embargo, olvidamos que la información que no pasa por un ltro de pensamiento critico solo queda en eso, información , la cual puede ser utilizada para coaccionar el pensamiento de las personas.
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CARLOS RYUTEN
Esto desemboca en un sinnúmero de opiniones que buscan tener tanto peso como aquellos juicios que se han realizado desde una perspectiva crítica. Así. Lo que encontramos en las rede sociales es un cumulo de mala información cuya intención es la de crear paranoia en la sociedad, con el n ultimo de invisibilizar los graves problemas a los que ha llevado el neoliberalismo. Mientras se someta a la sociedad aislada, bombardeada por todos los medios de comunicación de noticias falsas y ante la amenaza permanente de la muerte, la sociedad pierde control de sí misma para exigir la intervención de apoyos gubernamentales, o, en el peor de los casos, endeudamiento estatal con la intención de “salvaguardar” nuestra seguridad. Sin embargo ¿en qué sociedad moderna o antigua ha existido un estado de bienestar absoluto donde se encuentre garantizada la seguridad de nosotros como población? ¿No es, en ultima instancia, una forma en la que podemos hacernos conscientes de los graves problemas en que nos ha sometido la sociedad del cansancio, de la producción, de lo inmediato, en pocas palabras, el modelo capitalista siempre cambiante y que nos exige destruirlo de raíz para buscar otras alternativas? El problema de lo pornográ co y la falta del sentido de profundidad en los medios de comunicación.
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Por pornográ co, debemos entender en el presente escrito, lo que Byung Chul Han considera como inmediato y falto de ltración crítica. Nuestra sociedad, a pesar de tener elementos para acceder al conocimiento como lo son los buscadores web y ltrar la información mediante una critica a las noticias, artículos y opiniones que se vierten en estas, solo se dejan llevar -por motivo de pereza o falta de aprendizaje critico en los grados escolares pertinentespor lo inmediato. Así, tenemos noticiarios alarmistas que se han encargado de difundir noticias falsas con la intención de crear una paranoia social que desestabilice nuestra cotidianeidad. Entonces, el control social se vuelve visible, pero, a falta de profundizar en estos aspectos, se cree de manera inmediata lo que ciertos comunicólogos dicen. ¿Cuál es el trasfondo de esto? Crear una falsa consciencia de una sociedad informada que, debido a la paranoia existente, busque a un enemigo en común, alguien a quien culpar, y que, en nuestra sociedad mexicana, es el gobierno. Esto, por supuesto, ayuda a una confrontación entre la sociedad y el actual gobierno, donde resultan como ganadores los partidos de oposición, exigiendo lineamientos con la intención de regresar al poder. Entonces, lo que debemos apuntar es a una manera de identi car estos aspectos (noticias falsas) para tener un pensamiento más profundo. Profundizar en las condiciones de lo que nos ocurre es algo que se vuelve necesario, pues de esta manera tendremos mejores formas de discernir y podremos tomar mejores medidas.
CARLOS RYUTEN
Conclusión. Si bien es cierto que el presente escrito solo es un acercamiento al fenómeno del coronavirus desde el fenómeno de la paranoia social, la intención es permitir al lector, en un ejercicio de libertad, que saque sus propias conclusiones. Sabemos muy bien que los efectos catastró cos de la paralización de la sociedad conllevan a crear puentes de comprensión al otro. Lo que debemos buscar, entonces, es tener un criterio bien informado para poder movilizarnos de mejor manera ante esta situación. No se trata de minimizar lo que esta ocurriendo, pero si de buscar información veraz y seguir indicaciones de índole sanitaria primarias. Lo que debemos tomar en cuenta es que las medidas de exclusión son realizadas por otras circunstancias. En nuestro país, por ejemplo, cerca del setenta por ciento de personas viven al día, sin ahorros o previsiones que les permitan hacer frente a un aislamiento de treinta días. En consecuencia, lo que deja al descubierto es como las empresas se han enriquecido por medio del outsourcing, la falsa idea del emprendedurismo y la creación de una sociedad del precariado
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CARLOS RYUTEN
Con todo, podemos suponer que aun queda un faro de luz para salir de esta caverna platónica en la que nos encontramos, pues, la toma de conciencia de clase nos puede servir para instaurar nuevas medidas sociales que permitan un funcionamiento adecuado de las empresas y un respeto al sector laboral donde se garanticen sus condiciones vitales necesarias. Al nal, lo que queda en evidencia son las crueles contradicciones de un sistema capitalista moribundo, así como la manera en que estanos entrando en un nuevo paradigma del sistema capitalista. Esto nos lleva a prestar mayor atención a los eventos que ocurren a nivel mundial y local, púes nos permite tener una esperanza de disolución del capitalismo al hacer visible sus contradicciones, pero ¿acaso esta no será una mayor forma de control al hacernos pensar en el ideal de ruptura capitalista cuando las condiciones de una mejora social son imposibles? Por supuesto, debemos tener en cuenta la cuestión anterior, pero eso también nos lleva a volvernos más conscientes y responsables de nuestra sociedad con la intención de crear un lugar mejor, un mundo otro.
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Microfiction Drops Dos metros, un metro, un acercamiento que jamás tuvo sustento... al nal ella alzo el vuelo con un sólo beso. Caminábamos siempre por el mismo camino, yo no la conocía, ni ella me conocía. Eramos amantes de la misma avenida abarrotada de toda la semana. Pero esos días por la contingencia, la veía transitar por el otro lado de la calle. Nunca hubiera llamado su atención, hasta que un estornudo evidenció mi presencia. Ella sonrió irónica y con cara de asco, una mueca nueva creada a partir de la pandemia, un descubrimiento del cual yo fui el único testigo. Luego de intercambiar pañuelos, gel antibacterial y algunas con dencias libres de virus, nos hicimos amigos. La falta de contacto provocó que una noche hiciéramos el amor; el impulso quieto de la carne aceleró nuestros cuerpos, nos quitamos el cubre boca y sucumbimos al beso. Ella... más rápido que yo, jamás volví a verla. Photo by CDC on Unsplash
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Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Alma A. A. C. Carbajal Guzmán. El Creacionista ©. Al igual que licenciado bajo una Creative Commons AtribuciónNoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional que permite a otros compartir el trabajo con un reconocimiento de la autoría. .2020.