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Miguel Sánchez Martínez
PREPAREN, APUNTEN ¡FUEGO!
Miguel Sánchez Martínez.
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Jorge, de seis años de edad, sonreía al mirar por la ventana. Afuera, en el campo, un niño corría. Llevaba en lo alto la mano izquierda, con la cual empuñaba el cordel de un papalote. En las milpas del lado derecho de la vereda, una parvada de garcillas había detenido su vuelo sobre éstas, apenas levantándose del suelo.
Se oían los cantos de aves sobre los pinos. Jorge, tras la ventana cerrada, estiraba el cuello para identificar a los causantes de aquellos trinos. Era común el transitar de los jinetes. El pequeño seguía, maravillado, cada paso de los cuadrúpedos.