El Creacionista# 8

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2019 Jun.

El Creacionista

No. 8

Desconfía...

Relato : Morning to morning

Osada Narrativa:

Bernabé De Vinsenci

Dimitri Tarkov

Fernando Araiza Bolio.

Ficción renovadora El recurso de la ficción es un respiro para el escritor, que una y otra vez se cansa de buscar tras las puertas de los hechos, las virtudes concretas.

Photo by Pavel Nekoranec

Lejos de los contextos, este elemento que se derrama sobre la página de las experiencias revoca el hechizo latente que no deja al creador reponerse de una buena dosis letal de realidad, es entonces que la alternancia juega el papel simulativo de todo lo posible e imposible – si de fantasía se trata – no únicamente en la literatura se da un hondo respiro al texto, sino también en lo académico el escritor puede encontrar una vertiente nueva – ligada a la verdad – para poder renovar el análisis mismo. Alma Carbajal G.


Desconfía... Bernabé De Vinsenci Desconfía mi esclavo noctámbulo, desconfía de la vigilia. ¿Será que hemos masacrado el lenguaje? Y dime lente del insomnio, ¿soy tu lava del no despierto? Como tabaco, advertimos carbonizarnos en el licor de la colonia, y en el azúcar nos adormecemos. Todo esto huele a té frío, pero más duele el deber de tomarlo.

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Photo by Charles ǵǭ o


Morning to morning Dimitri Tarkov “Lo siento por las personas que no beben. Cuando despiertan por la mañana, se sienten tan bien como se van a sentir el resto del día.” Frank Sinatra

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Los despertares son eternos, cuando el que se repite en tu consciencia no alcanza a levantarte de un dejavu impuesto, eterno. Me encuentro de pie, frente a frente con mi reflejo; el baño está desprovisto de cierta decoración churrigueresca, lo cual indica que no hay una mujer a mi lado. Continuó mirándome más allá del espejo, no hay nada, excepto el frio sollozo inevitable que me eleva de la cama cada mañana; tal vez de la misma forma impuesta e inquebrantable tengo que ser sumiso ante las ideas moratorias del pasado, por mucho que quisiera seguirlas dormitando.

Veo la gota caer al lavamanos y me formulo un infinito de preguntas, situaciones que van a mil por hora en mi cabeza, la gota cae y comienza una nueva y gloriosa explosión alquímica de pensamientos. El mal humor se extiende, cuando lo dejo estirar como sabana de hospital – y lo digo porque es precisamente un organismo que no se contagia más que por mi propia decisión – al igual que todo lo demás: amor, enojo, superstición, euforia… la lista sería interminable, así que creo, que lo adecuado podría ser que terminara en la palabra…yo.


ELa barba crece, se desarrolla entre el tumulto de labios, que como delgada cordillera se cierne ante unas cuantas sonrisas ambiguas; resultado: 10% de estas son sinceras, lo demás es pura especulación diplomática expresiva.

Ahora solo soy el tullido reflejo de lo que alguna vez fui, o es que… en este preciso momento acabo de descomponerme, siendo atraído por la inercia de mis propias indecisiones; ya no las considero, tan solo son ponencias de un corazón que se cansó de profanar la belleza y la inexactitud de mujeres; de una sola en realidad, aquella que podría quebrantar mi espíritu y hacerlo reptar de éxtasis entre el cielo y el infierno. Cepillo, dentífrico, agua, arriba, abajo, círculos, lengua, izquierda, derecha, enjuague, inodoro. Por hoy no hay nada más importante que decirme.

Photo by Jen Theodore


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Lina es un excelente nombre, ¿Les parece? Bueno sí no les parece lo siento, no lo tomaré en cuenta, es mi historia. Bueno; Lina tiene 17 años, ¡no! no... Mejor tiene 19 una buena edad porque ya entró a suficientes discos y tuvo suficientes crudas para medirse. Ok Lina tiene el cabello rojo, rojo carmesí. Lina odia el rojo carmesí pero de ese color tiene el cabello y no es realmente nuestro asunto. Lina tiene un corta uñas y lo está usando; tiene las uñas cafés porque aunque las prefería negras odia que la gente estúpida la trate como a una loca depresiva por pintárselas de negro. Lina ríe mucho, adora las piñas coladas del bar 21 a la vuelta de su universidad. Lina estudia ciencias de la comunicación pero Lina detesta hablar con gente que no conoce. Lina es delgada a pesar de que diario se come un chocolate semi – amargo con nuez. Lina lloró está tarde, porque Lina no quiere volver a lo mismo. Lina recuerda muchas cosas está noche y Lina piensa que Lina es la persona que más le ha hecho daño. Lina se apellida Lebroc, porque la mamá de Lina se fue a embarazar de un "gringito caliente" entonces Lina no conoció a su papá y creemos que la mamá no se acuerda ni de cómo era él.

¿Qué nos plática Lina? Fernando Araiza Bolio.

Photo by JoelValve


¿Qué nos plática Lina? Fernando Araiza Bolio.

Lina fuma mota con sus amigas de la escuela; Lina detesta el sabor y el olor de sus puros pero Lina lo hace porque Lina siempre se siente sola si sus amigas no están. Lina sigue llorando porque Lina siente que no puede hablar con nadie. A Lina no le gusta escuchar historias tontas de gente que siempre está triste. Lina odia perder el tiempo en lo que no quiere perderlo. Lina odia que le repitan las cosas. A Lina Lebroc le están quedando sombras debajo de los ojos miel por llorar tanto. Lina Lebroc es una perra con sus amigas, pero Lina Lebroc es una amiga de verdad. Lina es algo arrogante porque a Lina Lebroc le gustaba leer libros complicados desde los 7 años, Lina es muy inteligente pero Lina prefiere hacerse a la tonta.

Photo by Rodolfo Sanches Carvalho


¿Qué nos plática Lina? Fernando Araiza Bolio.

Lina sigue llorando... Lina es la persona menos indicada para darse un consejo; pero Lina Lebroc tiene muchas fiestas, muchas notificaciones y mucho que hacer, pero Lina realmente no tiene a quien pedirle un consejo. Lina prefirió ahogar su miedo con una botella de Moët & Chandon. Ahora Lina Lebroc ni siquiera se acuerda que estaba llorando una hora antes. Lina Lebroc vive en Coyoacán, Distrito Federal, pero Lina siempre hubiese preferido vivir en una colonia de gente menos artificial. Lina Lebroc odia la televisión. Lina Lebroc escribe en el espejo con su labial rojo carmesí, y sigue odiando el rojo carmesí "No permitas Dios que me hagan más daño, ni siquiera por mí misma".

Lina Lebroc siempre quiso escribir un libro aunque no se hiciera famosa. Lina no es más que una Lina Lebroc sencilla. Lina tiene un novio que es futbolista, el novio de Lina se llama Eduardo; pero a Eduardo sólo su Mamá lo llama así, porque en la escuela todo el mundo le dice Daryl. Lina piensa que "Eduardo" y "Daryl" son dos nombres muy distintos, pero Lina ha querido dejar de pensar en eso y mantenerlo simplemente como algo que no entiende porqué es así. Lina cree que "Eduardo" y "Daryl" tienen personalidades distintas aunque sean la misma persona; a Lina le gusta escribirle postales a Eduardo pero cree que cuando Eduardo es Daryl no las valora. Lina está enamorada de Eduardo pero cuando necesita contarle algo es Daryl quien le responde. Lina sigue llorando y ya no tiene dinero para otra botella de Moët. Eduardo tiene 25 años y a Eduardo no le gusta fumar mota; Eduardo trabaja en una cafetería famosa cerca de la Universidad de ciencias de la comunicación; entonces es fácil adivinar que Lina y Eduardo se conocieron una tarde que Lina quería tomar un café sola cerca de su escuela.


¿Qué nos plática Lina? Fernando Araiza Bolio.

Eduardo y Daryl aman a Lina, pero Eduardo la hace ser feliz y Daryl sólo la lastima. Daryl tiene la misma arma que posee la persona por la que Lina no ha dejado de llorar en la historia; es como si Lina viera a una persona sufrir por que se oculta el Sol, y Lina pasa tanto tiempo consolándola que cuando Lina termina, observa como se oculta el Sol para ella también y se ponga a llorar, pero la otra persona ya no está para ella. Lina siempre ayuda a gente que cuando está bien se terminan yendo. Lina llora sobre la tumba de la persona que fue demasiado lastimada con el arma que tanto teme; pero Lina sabe que aunque Eduardo siempre está para ella, Daryl tiene un arma igual a la del asesino que tanto pánico le hace sentir ¿Entonces qué debe hacer Lina? Lina Lebroc no es una persona cobarde, pero Lina Lebroc no tiene con quien hablar de todo porque Eduardo no es Eduardo cuando Lina Lebroc necesita que sea Eduardo. Lina está muy enamorada de la persona que comparte el mismo cuerpo de quien más se asimila a la persona que Lina más teme. Ahora Nancy, Nancy que se apellida Maloney, está algo triste, no tanto como parece pero si algo; porqué Maloney es una canadiense que es racista y simplemente se lleva con Lina porque Lina parece Americana. Nancy Maloney tiene unas flores hermosas en la mano, pero aunque Nancy es muy bella como Lina no son flores que le regalo un enamorado. Nancy tiene 21 años de edad, pero a Nancy le gusta decir que tiene 24. Nancy Maloney se agacha lentamente y deja las flores en el piso. Nancy Maloney se despide de Lina, De Lina Lebroc y piensa detenidamente ¿Era demasiado tarde? ... Lina Lebroc no se despide pero se queda igual de fría en lo profundo del piso. Lina Lebroc ya no llora, pero para ser sinceros tampoco volverá a reír.


Microfiction drops

Photo by Gaelle Marcel

PASSIONATE A.C. Notas de alegría, lágrimas rosadas de angustia, un par de ojos en la neblina densa del deseo compartido. Eran solo dos cuerpos en la habitación, regidos por la incandescencia de la tarde muerta, muerta de invierno. Ella quería elevarse sobre el infierno, él quería caer sobre la benevolencia de su espalda, a su diestra. Al final la batalla se prolongó por once horas, hasta que la manecilla de la razón surcó las tres de la mañana… la despedida abrió un capítulo nuevo entre dos, que hasta hace unos días eran personajes extraños en la historia del otro.


El Creacionista 2019 Alma Carbajal ©


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