FERMร N ALVIRA La escala de los รกngeles
FERMÍN ALVIRA La escala de los ángeles
Del 8 de marzo al 31 de mayo de 2013 Sala de Exposiciones del Sario Universidad Pública de Navarra
Universidad Pública de Navarra
Catálogo PDF
Rector Julio Lafuente López
Edición y difusión on-line elcuboblanco
Vicerrectora de Proyección Universitaria Eloísa Ramírez Vaquero
Diseño elcuboblanco
Sección de Actividades Culturales
Texto Miguel Pueyo
Jefa de Sección Iranzu García Iriarte
Programa de exposiciones www.unavarra.es/cultura/programacion/exposiciones
Fotografías Larrión & Pimoulier
Exposición Organiza Universidad Pública de Navarra Sección de Actividades Culturales Coordinación Iranzu García Comisariado Miguel Pueyo Gestión, transporte y montaje elcuboblanco Señalética Rótulos Lizarraga
Derecha Supermán. (2013) Transfer sobre tabla
Tenía ganas de soltarse la melena, Fermin, lleva ya unos años.
De más joven, que ya va peinando canas aunque en espíritu siga siendo un chaval, tuvo greñas, cogidas en coleta, muy de artista, de lo que se llevaba entonces, que ahora con el rollo del artista merchandising-emprendedor-marketiniano parece que ya no se lleva tanto, si eso sólo como parte del marketing, y en contadas ocasiones. Luego, con los años, se volvió ya buena gente, de pelo corto y gorrico y buena planta, no tanto como para jersey por los hombros, pero buena gente, al fin y al cabo. Eso, y que va perdiendo pelo, también, que ya no es cosa de dejarse coleta en lo físico, pero sí de soltarse la melena en lo, digamos, espiritual, en el arte.
Lo espiritual juega, no invento el agua templada, un papel importante en su vida y en su obra. Tiene un Kandinsky espiritual en el arte como libro de cabecera, no es que sea un tocho grande, apenas 120 páginas y a buen tamaño de tipografía, pero le da de sí al hombre, que se lo lee y relee, y de tanto releerlo se nos ha vuelto espiritual y todo. Lo tiene amortizado el libro, que aunque está gratis en internet, está la cosa de no respetar los derechos de autor, y entre eso y que Alvira es poco de las nuevas tecnologías y lo del PDF no le va mucho, lo tiene todo roñoso y manoseado, con las esquinas dobladas y alguna mancha de zumo de naranja, un libro vivido, que da mucho gusto tener cosas así por casa, que se nota que han calado hondo. Le pregunté, preparando este texto, si quería que hablara de algo en concreto, de Kandinsky, me dice sin pensar, y de la pintura como método de refugio y trascendencia, y como me ha hecho el trabajo lo voy a dejar así, literalmente su frase, que creo que se resume bien y pronto, y para qué extendernos más, si lo tiene clarinete.
De sus años de facultad le vienen las reminiscencias de pelos largos y el aire jipi que se resiste a perder del todo, y de sus viajes también a Sudamérica el gusto por los colores
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bien mezclados, en la paleta, pero también en la ropa, en las bufandas, en unas alpargatas rosas que son de perder el eje, y en el papel de las paredes, si vierais que casa tiene, Almodóvar en estado puro, años 60 y bien puesto de psicotrópicos. De sus años en facultad y en el Perú, restaurando iglesias viejunas le viene, decía, la casta al galgo, porque es y era infatigable trabajador y se lo curró, su dominio del oficio, ese conocer el pincel, las gamas, los tonos y semitonos, las fusas y semifusas, los soportes, los lienzos, las maderas y los papeles, los medios a su alcance, la fotografía, luego hablaremos un buen rato de ella, y el óleo, al agua ahora, al aguarrás ya no, que es tóxico y huele mal y hay una niña en casa, y cuidar el medioambiente, que también me preocupa, al agua digo, pero que se comporta muy parecido al otro, aunque resbala en la superficie, y en contacto con el agua se desintegra molecularmente hablando, se desmenuza, se descompone, pero luego lo agarras con el pincel y cuaja, y el efecto es el mismo que el del óleo tradicional, decía, no hace mucho, hablando con Jesús Lapuente y Adriana Lorente, los tres entusiasmados, y yo les miraba como una vaca ve pasar el tren, que no entiendo nada de pintar y esa es la verdad. Y es que es verdad, se juntan los pintores y hablan de estas cosas, de agarres y aguarrases, y tonos y matices, y no entiendes nada, pero da gusto oírles.
Al parecer es importante el tema de cómo desliza la pintura por el lienzo. Hay un sempiterno tema con las melenas de las chicas en sus cuadros, sedosas siempre, cuidadas, llenas de brillos y de matices, de chicas preciosas de espaldas, llenas de matices y de cuidados brillos. Chicas preciosas, nos imaginábamos, que luego nunca se sabe, siempre van de espaldas y siempre sugiriendo, más que enseñando, porque Alvira es prudente en todo lo que hace, y lo es en el enseñar pero también en el mirar. O era, el muy sinvergüenza, que se está soltando la melena, ya os decía, y nos lo estamos pasando en grande con sus nuevas obras y sus confidencias entre horas. Sugiere, asomando, y ahora hace al revés, en las Trianas por ejemplo, nos captura a tres chicas por la calle, distraídamente fotografiadas y les corta la cabeza ¡Que le cooooorten la cabeza! que decía la reina de corazones. No sugiere ahora ya, sino todo lo contrario, evidencia sus
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Triana. (2013) Mixta sobre lienzo. 162 x 114 cm.
cuerpos de frente, dejando sus cabezas de lado, guillotinadas, ¿serán mujeres-gamba, le preguntaba yo al artista con sorna mal camuflada, de las que se come todo menos la cabeza?, y sonreía, Robespierre, sin decir esta boca es mía.
Cuadro satélite de Foto. (2013) Óleo sobre tabla 15 x 15 cm. En esta exposción, Fermín Alvira ha jugado a extraer de sus pinturas lo que el llama cuadros-satélite, pequeños fragmentos de la obra grande que, en un formato mucho más pequeño, aislan un único punto de atención. Contrapunto a los grandes formatos que ha elegido para la muestra, con ellos nos señala que tenemos que dejarnos impresionar por las dimensiones de la obra, pero también fijarnos en los pequeños detalles que las pueblan
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Anda jugando ahora mucho con las escalas y los encuadres. En-cuadrar, meter en cuadro, (ojo, también meter al ganado en la cuadra) término fotográfico que Fermín adapta a sus pinturas, usando los lienzos como mero soporte en el que plasmar, las más de las veces, momentos que captura por la calle. Anda detrás de captar el instante pasajero, dice, que hay belleza en algunos instantes, y lo dice y se le ve que se lo cree de verdad, no es pose, que vas con él por la calle, o conduciendo, el cristal del coche le sirve de encuadrador, por lo visto, y se va fijando en detalles, mira aquí, mira allá que chulo, algún día nos vamos a chocar. El otro día cruzaba una clase entera de críos por un paso de cebra, todos de la mano, en fila, agarrados a una cuerda, escena cotidiana y un punto americana, es cierto, llena de ternura, y ya estaba Alvira rebuscando en el móvil para abrir la cámara y capturar el instante, iba a decir detener la belleza, pero creo que no es exacto, él busca capturar el sentimiento, si me permiten así decirlo, porque la estampa de los niños no es que fuera bella, pero tenía un sentir hondo por ahí debajo, que yo creo que es lo que le mueve, será influencia espiritual de su amigo Wassily.
Algo tienen que ver los ángeles y las marinas en ese exaltar del sentimiento, la belleza y la joie de vivre, ahora que las chicas ya no están siempre de espaldas, ahora que están de frente o de perfil, porque son sus chicas preciosas, mamá y la nena, y ahora ya no tiene que cazarlas por la calle, de espaldas, a escondidas, por pudor y prudencia, o por mero voyerismo, por disfrutar de la caza y captura, buscando los motivos de sus pinturas, porque ahora son sus chicas y las pinta donde y cuando quiere, aunque su pequeña Marina, (hemos de agradecerle que no le pusiera Figura o Paisaje a su nena, nada es casual), ya no esté tan posando como a él le gustaría, atacando sus óleos y sus pinceles en ese pequeño redil del arte que tiene montado en su casa, la pequeña a sus anchas.
Foto. (2013) (Y satĂŠlite) Mixta sobre lienzo. 40 x 100 cm.
Break 4.2. (2013) (Y satĂŠlite) Mixta sobre lienzo. 130 x 97 cm.
Hasta ahí llega su amor por el arte, que a su nena le ha puesto nombre de lienzo. Pequeño secreto de autor que el otro día me confesó, divertido, está la mano de Marina en alguno de sus cuadros, al parecer la nena quiere ser artista y su padre que le deja, locura de padre que se le cae la baba, pequeños garabatos inocentes camuflados en fondos brutos y aparentemente descuidados que él mira con los ojos arrebolados, si es que los ojos se pueden arrebolar.
E 1:11. (2011) 54 x 74 cm.
E 1:61. (2011) 54 x 74 cm.
Y aún y así, con los mejores modelos en casa, y siempre a su disposición y a un precio inmejorable, que no le cobran por posar ni nada, y cómo le sigue gustando al tío la fotografía, y salir a cazar por la calle a aumentar su colección de fotos robadas, aunque le suponga alguna que otra charla encontrada con Carlos Cánovas, en torno a un buen plato en el Ábaco, qué es eso de ir cazando fotos sin permiso, le decía Carlos, la foto ha de ser respetuosa, y todos venga a discutir, y lo pasábamos en grande, cada uno con su opinión y todas valen, esa es la grandeza de las artes y la desvergüenza de los artistas. Ya en los setentas decía Susan Sontag que la fotografía comparte cierta lógica con la afición coleccionista, porque pilla lo espontáneo y se lo queda para sí, para siempre, su tesoro, y eso también le gusta, lo que se guarda y no está estudiado, lo imprevisto, la fila de críos aquella. En Lágrima de Plomo, una expo de hace unos años, vino con fotos - fotos, que de eso iba la expo, de traer precisamente rarezas de artistas, de lo que no suelen enseñar en las salas, y había de todo en el batiburrillo, un Jokin Manzanos fotógrafo, un Salaberri extraño y popero, un Fermín Díez de Ulzurrun pasado por el tamiz de la cultura y las manos populares, y a nadie nos sorprendía la rareza de Fermín, que le pasa como a otros artistas, que se les nota que pintan desde la foto, porque quieren captar el instante, porque les gusta el helado de un determinado momento, en ese gestus, decía Jeff Wall, y les da igual lo que pase en el fondo, si les sirve el gesto y la escala, que ya estaban presentes por aquel entonces, recuerdo el título de los cuadros, pero era algo así como 1:11, o uno es a mil o algo así.
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Arriba Pintando en el estudio Detrás de Alvira el fondo del lienzo “Ana”
Derecha Ana (2013) Mixta sobre tabla entelada. 200 x 200 cm.
Y aún y así, me contaba, ¡que peleas con Antonio López!, no le gusta a Antonio, al de verdad, no al chanante, el tema de la fotografía, y claro, como dicen en el pueblo, venga a de pelear y de pelear, porque Fermín la foto la usa, y en abundancia, y el otro, Antonio, erre que erre, que no, que pintes del natural, y le decía Alvira, que sí maestro, que ya pinto cosicas del natural, pero hombre, no todo, que el mundo es grande y hay poco tiempo ¿Cómo no vas a usar la fotografía, con lo perverso que es hacer fotos de gente que pasea por la calle, cazados con la cámara, sin que se den cuenta, de espaldas, ahí López y Cánovas parece que están de acuerdo? Pero si yo busco eso, lo mismo, ¿No pretenderás, hombre, que se acerque a una pareja y les diga: chicos, ahí, quietos, cual membrillos, un par de semanas o mejor tres meses, sin moverse ni marchitarse, que os quiero pintar? Que ya sé, que se nota, que no es lo mismo, lo que pasa es tú crees, pero yo no, que además de no ser lo mismo, es peor, pero yo digo que es otra cosa, ni mejor ni peor, luego abres la caja fuerte de Ingres y te encuentras fotografías y de todo, y eso que él decía, Ingres, vade retro satanás. Hombre, la gente tiene cosas que hacer, no sé si mejores cosas que hacer, pero cosas, y no estoy yo aquí para descubrir nada, pero no lo voy a ocultar, y en esta expo voy, y a unas pobres chicas, les corto la cabeza. Lo que viene a ser re-encuadrar, vamos.
Autor: PELLO AZQUETA Niñas (1976) Óleo sobre lienzo 130 x 97 cm. Col. Museo de Navarra 16
Cómo le gusta a Fermín jugar con las texturas, aquí pinto mármol, aquí pelo, aquí pantalón vaquero. Un muestrario, un alarde de dominio, perfecto conocedor del mundo en el que se mueve, enseñando en sus pinturas su otra faceta profesional, la de profesor, maestro a la antigua usanza, con bata blanca, paleta de dedo gordo al aire y caballete, el de Pello Azqueta tiene en el estudio, se lo dio Pello, cógelo Fermín y dale buen uso, qué buena gente es Pello, acaba de inaugurar un exposición en el Museo de Navarra que te saca los colores, que cálida es su pintura.
Normalmente pinta Fermín fondos con texturas, de rocas, de barros, de óxidos, simplemente manchados, y luego elementos por encima, a veces posados, otras flotando,
No break. (2012) (Y satĂŠlite) 130 x 97 cm.
a veces dejando sombras, a veces no. Se soltó también con los fondos, de pronto, olvidándose del fondo blanco néutrex que venía enseñándonos. Haciendo el guarro, dice él, manchándose los tres, el lienzo, él y su circunstancia, si le vierais como venía el otro día a tomar un café al Anaita (voy indecente, me avisaba por sms 10 minutos antes, lo que eres, le contesté), y le veo llegar con unos vaqueros que tenían manchas de pintura en las manchas de pintura, que no me ha dado tiempo a cambiarme y ahora me da vergüenza acompañarte a ciudadela me dice, prudente siempre, pero luego se vino y tan campante, es lo que tienen los artistas jipis y desvergonzados, mucha boca y a la hora de la verdad, les encanta ser artistas. Me lo he pasado como los indios, se reía, he pintado 4 fondos en una mañana, ahora habrá que limpiar la bajera! Me acuerdo que me contaba también, otro día, he tirado unos lienzos en el garaje, y todos los días les paso por encima con el coche, y les cae grasa y de todo, y luego, cuando estén para tirar, voy a pintar encima y a ver qué pasa. Aún, aquellos fondos garajeros pasaron por el filtro del control pre-soltura-de-melena, y les añadió una mancha aquí, una pincelada allá, y los pervirtió para traerlos, precisamente, a la Lágrima de Plomo, porque algunos elementos del fondo interrumpían lo que él quería mostrar, no estaba aún tan maduro como ahora, que le da ya igual todo, y su obra es más de verdad, más como que qué más me da lo que pienses, si yo pinto lo que quiero, y me sale de muy adentro.
Tenía ganas de liberarse, Alvira.
Tuvo durante unos años un contener el pincel y no soltarlo, pincelada corta, superficies blancas impolutas, de néutrex decíamos, impecables, en las que los seres y las cosas flotaban etéreos en sus cuadros, aquí una persona, ahí una manzana, allá una sombra oscura que las hacía aterrizar, pero no llegaban a posarse.
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Los de ahora tienen como más vida, esencia, humor, qué se yo, humor de risas, pero también ese humor de bilis, de líquido de organismo vivo, como de globo ocular estallado. Empezó soltando el pincel, y su pincelada controlada desapareció, y empezaron a surgir matices más brutos, más plásticos, más refinados. Recuerdo con agrado los “Habitantes”, un lienzo no muy grande, en el que unos personajes se movían y se cruzaban sobre un fondo muy texturizado, con relieve real, unos personajes de escala muy reducida, paseando a lo Giacometti, como sin mirarse a la cara, sin que se crucen los caminos de los unos y de los otros, una plaza a vista de pájaro en la que no cabía el pincel fino y el control, y los pintó entonces él con cuatro trazos descarados, no me importa que pasa aquí, y tenían vida propia, esos seres. Eran de cerca manchones informes y asquerosos, y de lejos personicas, figurines, y me da que es en ese momento cuando el tema de las escalas empieza a calar profundo en él, y se da cuenta de cómo al controlar el proceso de representación de los objetos que pinta daña el resultado, y al pintar sensaciones, sin preocuparse demasiado del resultado, es cuando le sale de verdad el pintor que lleva dentro.
Hay mucho humor ahora, en las escenas de sus lienzos, desde hará cosa de 18 meses, que es como se cuenta la edad de los nenes, no se dice un año y medio, para facilitar la vida a los que somos padres, no, se dice 18 meses para complicar nuestra existencia, ya nos costó pasar del duro al euro, y siguen erre que erre a cambiarnos cosas, con la de claves que hay que recordar para internet. Hay mucho humor, decía, aparece de repente, antes eran chicas o manzanas, y ahora son chupetes, botes de crema o paquetes de supermán. Tengo en casa un lienzo suyo, a lo Martin Kippenberger, de una calavera rosa, diría que requemada, y en el otro lado del díptico un bote de aftersun, que me parto la caja, relaciones evidentes entre el no te cuides nada y el y ya verás que te pasa. Nos fuimos de cena para hablar de esta exposición con otro artista tocayo, Fermín Díez de Ulzurrun, y para hablar también de la de éste, que se inaugurará en breve, si el tiempo y el respetable lo permiten, y cenamos, y nos tomamos unas cervezas y arreglamos un poco el mundo, aunque no lo hayan notado ustedes nada, y salía todo el rato el tema del humor, será cosa de la cerveza, pero no se sabe muy bien cómo, si por
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Habitantes. (2011) 60 x 60 cm.
Joya. (2012) 30 x 30 cm.
Pink Vanitas. (2011) 100 x 100 cm.
Crรกneo de un รกngel (2013) Mixta sobre tabla. 29 x 122 cm.
dicha o por desdicha, acabamos hablando del paquete de supermán, que parece que es el cuadro recurrente de esta expo, siendo como es poco más que una anécdota divertida. Venía la conversación de las escalas, de jugar a separar fragmentos de los cuadros, variando la escala, haciendo referencias siempre a lo real, sea 1:1 como uno es a mil, y para facilitarnos las cosas nos ha puesto el artista, a la entrada de la exposición, un metro colgante tipo IKEA, con las escala 1 es a diez es 1 cien, pero ojo que no es para coger, que está pintado al óleo sobre tabla, mucho ojito, y es obra de arte o guiño.
Escala 1:? Cuadro satélite. (2013) Óleo sobre tabla 15 x 15 cm
Fermín es un buen Bob Esponja, como los son todos los buenos artistas, y allí donde va, se empapa de lo que ve, y ve si le encaja y estuvo en Bilbao viendo las frías sonrisas poperas de Alex Katz y claro, vino sifón y botella de rón, y como había en la bajera unos lienzos majos, como de 2000 x 2000 mm que le venían que ni al pelo, pues para qué quieres arroz, catalina, a pintar bien grande a Ana, que dice que ahora ya puede envejecer tranquila, que con semejante lienzo ya todo le da igual, tan guapa que se ve, tan guapa que es. Creo yo que tan harto estaba de reducir siempre las cosas para que le entraran en los lienzos, siempre demasiado pequeños, que me entren en el ascensor, que me entren en el coche, que me entren por la puerta, que ahora que anda desbocado, ha dicho Hala!, bien grandes, a escala uno es a uno y más, y si grande Ana, grande Marina, , y si no entran las cabezas se cortan, y si quiero hacer una cabeza inmensa, la hago, y a escala cien es a uno, como son las cosas de las artes, una escapada tonta al Guggen y a pintar como un poseso. Anda detrás del azar en el arte, y por eso los excesos de trabajo, los encargos, los retratos, las exposiciones apuradas y las prisas le vienen que ni pintadas, las manchas caprichosas que le van dejando los materiales pictóricos en los lienzos, que mezclados con la investigación en las técnicas, la mezcla de técnicas en la misma obra nos lleva nuevamente a imaginarnos un Alvira al volante de su coche, pasando una y otra vez por encima de los lienzos para ver qué pasa, o tirados los lienzos por el taller, todo lleno de pintura, en un le doy importancia al momento
Derecha. La escala de los ángeles. (2013) 97 x 130 cm. 24
Escala 1:1. La escala de los ángeles (2013) (y satélite) Mixta sobre lienzo. 160 x 100 cm.
La modelo de Ghirlandaio. (2013) Mixta sobre lienzo. 50 x 50 cm.
Serie รกngeles y monstruos. (2013) Mixta sobre tabla y tabla. 29 x 122 cm.
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creativo casi por encima del resultado final, en esos lienzos grandotes que le vemos que tienen las esquinas como si se hubieran oxidado, y son experimentos que le funcionan, que hacen cuadros enguarrados y al mismo tiempo tan limpios, con el tema central tan claro…
Anda de gárgolas y de ángeles por las escaleras. Los ángeles son sus chicas, nos imaginamos o nos queremos imaginar, aunque eso de cortar las cabezas (parece que es un tema recurrente) y poner los cráneos es un tema morbosillo. El rosa, dice, es el cráneo del ángel, esperemos que no vaya por ahí, y le veamos un día en sucesos, en vez de en cultura, en los diarios. Me decía que no sabía si la calavera rosa había de ser la nº 5 o la 6, de la serie de siete; no tienen tele en casa, Ana, Marina y Fermín, y se dedican a hablar de estas cosas, la gente tiene mucho tiempo libre. Claro, me decía, y con razón, no puede ser la cuarta, es la del medio y la simetría es el recurso del tonto, y no puede ser la sexta, porque entonces la séptima pasa a ser importante, también, que se queda sola y descolgada, ha de ser la quinta, cuatro por delante, dos por detrás, da para una tarde la conversación, si te tomas unas pastillas. Lo tiene así en el boceto, no en el cuadro, que raros son estos artistas, de verdad.
Las gárgolas, parece mentira, vuelven a tener que ver con la escala, creo que el tema es lo de menos, aunque ya veíamos por ahí Samotracias y le encajan en la estética. Jugando a tomarnos el pelo, nos preguntó un día no recuerdo a quién y a mi cuánto creíamos que medían los angelotes, para pillarnos, que tiene la Catedral en lo alto de la fachada, qué se yo, medio metro o metro, se ven chiquitos, y me dice que miden más de tres metros, que le tiene fascinado el tema de las escalas, también de las esculturas del
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Anotaciones manuscritas y bocetos de los paneles para la distribución de la exposición en la sala
Patio de Gigantes, las del Ayuntamiento de Pamplona, por aquello de que se ven pequeñas a pie de calle, pero son inmensas, y por eso anda pintando detalles, agrandando, o empequeñeciendo, según el viento que le dé. De ahí las gárgolas, lo bien que le funcionan dejando amplios espacios libres, para que nos hagamos una idea de lo que son, pero no de lo que miden, hay un dibujo de una gárgola con un batman chiquitillo que tiene mucha gracia, que si el batman es tamaño persona, serán grandes las gárgolas, digo yo.
Se ha tomado esta expo muy en serio, me dice; el montaje, el tema central, la distribución, los detalles, los guiños, en serio, me decía, que se entienda como un todo, que no me importa si se entiende mejor o peor cada cuadro por separado, o si pierdo un poco la línea comercial y me los como con patatas riojanas, he hecho lo que me ha dado la gana, con estos cuadros, y estoy contento. Y se le nota la alegría, en los cuadros, que los ha disfrutado, en el concepto, en el boceto, en el proceso y con el resultado, y nos gusta lo que sale, lo que vemos. Ha crecido Fermín, en esta expo. Que la disfruten Miguel Pueyo, Pamplona, 2013.
Retablo de ángeles guardianes. Detalle. (2012) 29 x 122 cm. 31
Retablo de ĂĄngeles guardianes. (2012) (y satĂŠlite) 29 x 122 cm.