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EDITORIAL
Una banca responsable y sostenible
Cada vez más se ven proyectos de energía limpia apoyados por el sistema financiero, los cuales agregan valor y protegen el medio ambiente E l cuidado del medio ambiente, porque sin un ecosistema amigable para la salud de los seres humanos sería imposible el desarrollo social y económico, es una labor que merece todo el reconocimiento posible. Toda actividad humana, por más insignifi cante que parezca, tiene un impacto directo o indirecto en su entorno.
Cuando aún no se había pasado a la acción en cuanto a la protección del medio ambiente, o sólo era parte de la retórica de unos pocos, incluyendo países y sectores económicos preponderantes, el tema sí lo fue para organizaciones internacionales, incluyendo Naciones Unidas. Los efectos dañinos de la actividad económica son incuestionables. El calentamiento global acelerado es una demostración fehaciente.
La banca, como canalizadoras de recursos a los sectores productivos, ha entrado en una etapa que le agrega valor a sus actividades fi nancieras. Las instituciones bancarias no sólo han visto en la energía renovable la posibilidad de reducir costos operativos, ya que al utilizarla su facturación baja signifi cativamente. El sector, en su conjunto, también ha descubierto que puede hacer más de una cosa buena a la vez: proteger el medio ambiente porque demanda menos electricidad proveniente de combustibles fósiles y, al mismo tiempo, impulsa que otros agentes económicos, como son las empresas, reciban créditos para instalar sus propios sistemas de energía renovable.
Quiere decir, entonces, que lo que se inició como un proyecto particular para ser más efi ciente como empresa, ahora es una fuente importante para canalizar recursos fi nancieros con miras a impulsar la utilización de energías sostenibles. El mercado local, por ejemplo, también es testigo del fi nanciamiento de vehículos eléctricos o híbridos con condiciones o facilidades especiales de parte de la banca. Datos preliminares establecen que se han desembolsado alrededor de RD$100 millones para el incentivo de estos proyectos a través de la banca privada, principalmente vehículos y paneles solares. En este monto no se incluyen las inversiones que las mismas instituciones han hecho en sus instalaciones. Cada vez resulta más familiar ver techos cubiertos de paneles solares, los cuales fueron instalados vía algún fi nanciamiento que se hace a través de la banca formal y las empresas que venden esos paneles. Lo mismo sucede con los vehículos eléctricos o híbridos, los cuales han contado con el apoyo del sector fi - nanciero y empresas que ven el negocio más allá de la práctica mercantil.
Resta no sólo felicitar a la banca y las empresas que han entendido la necesidad de impulsar el uso de energía limpia en el país, sino también la iniciativa del Estado de ser un garante del desarrollo sostenible a través de leyes, como es la 57- 07, que concede incentivos fi scales para la promoción de las fuentes renovables.
VISIÓN EMPRESARIAL
Franklin Vásquez fevro@hotmail.com
Este próximo domingo 16 de febrero, se celebran en el país las elecciones para elegir a los alcaldes de las diferentes provincias, municipios y distritos municipales, entre una coctelera variopinta de candidatos y candidatos. Por el fervor de la contienda, y también por la gran inversión que se está
Contexto económico de las elecciones municipales
realizando a fi n de conquistar el favor de los votantes, parecería que lo que se busca es acertar al premio mayor. Por ejemplo, los munícipes del Gran Santo Domingo tienen la posibilidad de poner en manos de un alcalde elector más de 4 mil millones de pesos, así como miles de empleos que genera el cabildo. Lo propio ocurre con la Alcaldía de Santiago de los Caballeros, y de otras tantas que tienen importancia relativa a nivel de manejo presupuestario.
Lo que queda claro, sin embargo, es la ausencia de propuestas creíbles y realistas de los que tercian en el proceso electoral, y también la desfachatez de algunos haciendo promesas, en este último tramo, que parecen sacadas del imaginario que solo se puede describir en el “Amor en Tiempos del Cólera”. Eso de prometer la traída al país del Campeonato Mundial de Fórmula 1 (F1), no solo mueve a risa, sino que representa unos de los errores imperdonables de un candidato eterno a alcalde en el Distrito Nacional.
Pero eso no es nada, hay candidatos que no tienen ni idea de lo que se trata la municipalidad, ni el desarrollo local, ni los arbitrios, ni el presupuesto participativo; son ignorantes por derecho propio, porque lo único que le interesa es el presupuesto municipal, los empleos, los negocios de la basura y muchos otros contubernios que se pueden hacer desde esa posición de gestión pública. Esto es en general, salvo honrosas excepciones. Las alcaldías son gobiernos municipales con un rol fundamental en los procesos de descentralización de la gestión pública, los cuales iniciaron durante la década del 80. Convendría que supieran los candidatos a alcaldes que las funciones de un gobierno municipal son las de: 1) Prestación de servicios a los munícipes y resolver los temas locales vinculados a la educación, salud, agua y saneamiento, vivienda y recreación y deportes; 2) Ordenamiento y planifi cación del desarrollo económico, social y ambiental del territorio; 3) Control adecuado del manejo de los recursos naturales y protección al medio ambiente y, 4) promoción de la participación comunitaria y el mejoramiento del bienestar de los habitantes (FAO, 2003).
Por mucho tiempo, los gobiernos nacionales sustituyeron a los gobiernos locales, hasta que se dieron cuenta de su inefi cacia para administrar la cosa pública en zonas apartadas, además de la poca cantidad de recursos que podían disponer para ello, y los reducidos impactos que se tenían. Las alcaldías son gobiernos locales vinculados a la economía y a los mercados productivos, pero alguien tiene que decírselo a los candidatos a estas posiciones, aunque solo sea para que lo sepan.
EL AUTOR ES ECONOMISTA.
CARTA AL DIRECTOR
jseverino@eldinero.com.do
Un proceso en paz y con optimismo
Señor director, ahora que estamos en en medio de un proceso que infl uye indefectiblemente en nuestra economía, principalmente porque la estabilidad política tiene que ver con la dinámica económica, pido a los dominicanos que acudan a las urnas llenos de optimismo, en paz y seguros de que tomarán la mejor decisión para el país y su futuro inmediato.
Considero que el compromiso que tenemos como ciudadanos es lo que, al mismo tiempo, nos da el poder para ser dueños de nuestro futuro como país. Yo, que sólo soy un empresario dedicado a la producción de rubros para la exportación, soy optimista y apuesto a la paz, ya que ningún empresario va invertir en una economía llena de incertidumbre.
También pido a las autoridades encargadas de arbitrar los procesos electorales en este año, que por favor sean transparentes y contundentes en cuanto a tomar las deciones, a fi n de que una vea termine el proceso todos queden satisfechos.
El desguace como prueba de debilidad
El Ministerio de Hacienda invita, nuevamente, al desguace de más de 1,000 equipos incautados por la Dirección de Casinos y Juegos de Azar. Cada vez que vemos estos anuncios en la prensa surgen más de dos preguntas: ¿De dónde salen tantas máquinas tragamonedas? ¿Cuáles son los controles que hay con las que reemplazan los negocios autorizados? ¿De quién es el negocio? ¿Dónde falla la supervisión y por qué?
La entidad encargada de controlar y fi scalizar los juegos ilegales, como es la colocación de máquinas tragamonedas en colmados y bancas, entre otros negocios, está haciendo su trabajo cuando desguaza estos equipos. Sin embargo, algo no anda bien. Se supone que estos equipos, una vez son desechados, deberían ser realmente sacados del mercado, es decir, no deben seguir rodando y convirtiéndose en la fuente de muchos males en la sociedad.