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Baja morosidad, a pesar de las altas tasas de interés
La economía dominicana ha tenido dos años de constante recuperación luego de la pandemia. El 2020, sin duda, está marcado en la historia como el año de la gran prueba para todos, pero muy especialmente para los sectores productivos que tuvieron que resistir un cierre casi total.
Para mantener la economía a flote, las autoridades tuvieron que abrir la llave del dinero bajando las tasas de interés y permitiendo que los bancos dieran una especie de “amnistía” a sus clientes, a través de un mecanismo de gracia que permitía
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“saltarse” el pago de las cuotas de los préstamos para evitar caer en mora. La decisión fue correcta, toda vez que benefició a la población, pero también al sistema financiero que pudo mantener excelentes niveles de morosidad, una variable financiera que habla de la salud de la cartera de créditos.
Luego de iniciado el proceso de reapertura y normalización económica, incluyendo la no utilización de mascarillas y finalización de los programa de apoyo económica del gobierno, llegó la contraparte: una política restrictiva que llevó la tasa de interés de política monetaria (TPM) a niveles históricamente altos, al llegar al 8.50% anual. Así ha estado durante los últimos cuatro meses, pues el Banco Central ha asumido una postura conservadora respecto este instrumento de política monetaria en un contexto en que la inflación, al parecer, ha comenzado a ceder y la economía marcha a un ritmo aceptable.
En este contexto de tasas históricamente altas, comenzando por la TPM, se da un fenómeno especial. La morosidad promedio en el sistema financiero también ha alcanzado niveles históricos, pues está por debajo de 2.0%. En algunos casos, incluso, hay bancos que la tienen en 0.59%, lo que resulta en una sorpresa positiva si se parte de lo que ha de esperarse en un escenario de altas tasas de interés.
Hay varios aspectos que pueden ser analizados al escudriñar los bajísimos niveles de morosidad. El primero es que el promedio del sector sería más bajo si no fuera por lo altas que están algunas entidades en el promedio, tanto en la morosidad normal (vencida) como en la morosidad estresada, que ofrece información más amplia de la realidad de la cartera de créditos de la banca.
El promedio de morosidad por cartera vencida está en 1.89%, mientras que la morosidad estresada está en 5.98%. Hay que tomar en cuenta, también como punto de análisis, que el promedio afecta a todas, las que están en mejor condiciones y las que no, razón por la que este promedio sólo debería ser una referencia.
El otro aspecto es lo cuidadosos que son los clientes para no perder su crédito y, muy importante, el buen proceso que ejecuta la banca.