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LASO LASO
La fundación que extrapola el amor hacia los animales
Lorenny Solano es una “portavoz” de respuesta a temas socioinvisibles como donación de sangre
Dicen que quien ama a los animales no sólo entiende sus miradas, sino que está en completa armonía con el universo. Tal es el caso de Lorenny Solano, una joven comunicadora, escritora y empresaria que desde muy corta edad sabía que su propósito de vida iba muy ligado a proteger a las mascotas, especialmente a aquellos perros mestizos o “viralatas”, como popularmente se les conoce.
“Cuando aparecía o encontraban un perrito abandonado decían: ‘¡llévenselo a Lorenny!’”, recuerda la productora de televisión sobre cómo era en sus años de estudio en el colegio semiprivado “La Hora de Dios”, en el sector Buenos Aires de Herrera, Santo Domingo Oeste. Ese amor, que no se limitó a esa especie, sino que se extrapola a lo humano, hizo que en 2017 constituyera la Fundación LASO, una organización sin fines de lucro que trabaja para promover la educación de calidad; el respeto, rescate y auxilio a los animales, y la inclusión activa de la mujer.
Desde entonces, la visión de la entidad se ha diversificado, pero sin perder su esencia. “Empezamos con una olimpiada de lectoescritura, pero cada día se sumaba algo nuevo, pues la fundación no solo es de animales.
Accionamos a favor de la sociedad”, subraya la también presidente de LASO Films a elDinero Mujer.
Su evolución y conexión entre trabajar con una problemática social u otra es una: salvar vidas, tanto de los animales a los que se le irrespete sus de- rechos, como de los jóvenes que no están en ningún programa deportivo, o mujeres que son maltratadas.
Mientras que la educación es el hilo conductor de todos sus proyectos. “Porque la educación nos ayuda a crear ciudadanos con mayor criterio y más responsables con su entorno y con el medio ambiente”, expresa.
Solano, activista por los derechos de los animales y vicepresidenta de la Federación Dominicana de Protección Animal (Fedopra), es consciente de que hace falta “lo que le da al ser humano la humanidad”: empatía.
“Esa forma de decir yo estoy aquí. Estamos en un mundo muy egoísta, en donde nos hemos divorciado de lo que el otro necesita y solo nos enfocamos en lo que yo necesito”, sostiene.
Salvando vidas
El programa más reciente de la Fundación LASO es la Red de Donantes de Sangre en República Dominicana. Una plataforma digital que busca salvar vidas a través de la donación de sangre voluntaria y recurrente para abastecer la demanda diaria a nivel nacional.
Esta iniciativa, que ha ido ganando visibilidad en amplios sectores privados y del Estado, viene con una experiencia muy personal. “Hace unos años mi padre estuvo a punto de morir debido a una septicemia. En el cuadro más delicado, solicitaron varias pintas de sangre, y a pesar de que había muchas personas con voluntad para donar, no todas calificaban”, comenta.
Su padre consiguió la sangre, pero Lorenny pensó en las muchas personas que no corren con la misma suerte. “Empecé a investigar, a hacer un levantamiento”, evidenciando “un déficit de unas 300,000 pintas al año”, agrega. Su meta es que haya más voluntarios, así como una mayor canti- dad de bancos de sangre disponibles. “Me he propuesto luchar para evitar muertes por falta de sangre, bajo la firme posición de tocar todas las puertas necesarias hasta alcanzar la meta y que esa meta se convierta en una ley”, enfatiza.
Esa curiosidad, propia de una periodista, ha hecho que durante los poco más de cinco años LASO se destaque por su estrategia de investigación previa de temas sociales puntuales y planificación constante.
“Soy de las que cree en que se delegue. Aquí en la empresa y en la Fundación todo el mundo es cabeza de algo. Todo el mundo tiene una visión de ser jefe de algún departamento”, expresa sobre la manera en que ha echado andar varios proyectos de forma concomitante.
La mujer detrás
Toda persona tiene su “motor de impulso”. El de Lorenny ha sido su madre, Julia Ortega. “Mi madre ha sido mi piedra angular y me siento muy orgullosa de ella porque es una mujer que viene de un campo, que junto con la visión de mi abuela Lorenza, decidieron salir (hacia Santo Domingo) para buscar mejores oportunida- des de estudio y crecimiento para sus hijos”. Cuenta que su progenitora de costura logró sustentar a su familia con su trabajo y pagarle la matrícula universitaria. Ese sacrificio tuvo sus frutos cuando en 2010 Lorenny se graduó magna cum laude de Comunicación Social. En lo adelante todo ha sido cosechas, aunque aún sigue sembrando.
“Mami ha sido todo en cada uno de mis pasos. La que me hace la ropa, la que me dice que sí o que no, la que me motiva y la que me apoya”, recalca la también creadora de LASO Textil, empresa de diseño y confección de ropa femenina que opera el Atelier Julia Ortega.
De igual forma, invita a las personas a aportar desde su posición. “Todos podemos ser parte de la transformación del mundo y el mundo es el área en donde tú te desenvuelves. Hay muchas formas de ayudar”, expresa.
Proyección
La meta inmediata de Lorenny a través de la Fundación LASO es materializar un sueño que lleva consigo desde el 2008: construir un refugio de animales abandonados a través de la captación de apoyo del sector privado.
Destacado
Cuando me enfrento a un reto: me desafío a lograrlo.
Si pudiera volver a los comienzos de LASO, me diría a mí misma: tú puedes.
El mejor consejo que me he dado es: prepárate, tengo que superarme a mí misma.
Si tuviera un solo deseo, pediría: salud para mi familia.