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RETOS SOSTENIBLES EN PRODUCTOS AGRÍCOLAS
HUELLA DE CARBONO Y HUELLA HÍDRICA ELENA SANTAMARÍA Responsable de Proyectos Sostenibilidad de SinCeO2, Consultoría Energética
La reducción de emisiones, la gestión y la eficiencia energética y el ahorro en agua son factores importantes para la reducción de costes, y por lo que muchas compañías están apostando para ser más competitivas. La sostenibilidad pisa fuerte en el mercado del sector agroalimentario. Estas herramientas suponen un elemento comercial y de marketing, permitiendo el acceso a licitaciones, concursos y subvenciones, ayudando al cumplimiento de normativa, mejorando la imagen de la empresa frente a los agentes interesados y contribuyendo a la reducción del impacto ambiental.
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ás del 75% del agua que se consume en España está destinado para uso agrícola y se espera que a nivel mundial, en el año 2050, este consumo aumente un 19% por una mayor necesidad de alimentos por el crecimiento demográfico. El Cambio Climático, es uno de los problemas ambientales que más preocupan a la sociedad. La concentración de Gases Efecto Invernadero (GEIs) en la atmósfera, generados principalmente por la acción humana, están provocando importantes consecuencias a nivel ambiental, social y económico. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), la actividad agrícola supuso un 11,1% de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEIs) totales que se generaron en España en el año 2012. La realidad de estos datos implica que los gobiernos de diferentes países y las organizaciones apues-
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ten por políticas y herramientas sostenibles en el sector agrícola. Algunas de estas herramientas y normativas más relevantes se van a tratar a continuación. Además, los consumidores están cada vez más concienciados con los temas ambientales y exigen productos más respetuosos con el medio ambiente.
LA HUELLA DE CARBONO Antes de establecer un plan de reducción de emisiones es importante conocer las emisiones que genera una organización o producto, para ello se utiliza la huella de carbono. Las actividades económicas, conscientes de su impacto al medio ambiente, utilizan la huella de carbono como herramienta de medición para conocer las emisiones de gases efecto invernadero que emiten. El objetivo es comunicar y reducir esta huella de carbono a través de diferentes acciones de sostenibilidad para minimizar su impacto y aumentar su competitividad. De hecho, el sector agroalimentario es pionero en la cuantificación de emisiones de CO2 a nivel de producto. El cálculo de la huella de carbono se ha convertido en una
¿QUÉ ES LA HUELLA DE CARBONO EN EL SECTOR AGRÍCOLA? Se define como la cuantificación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) que son liberadas a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de la actividad agrícola, del servicio agrícola, de los productos agrícolas, de una empresa agrícola, etc.
ventaja competitiva en el mercado internacional agrícola, en muchos casos esta competitividad ha surgido por exigencias normativas de otros países en temas de exportaciones o por que el cliente final lo ha exigido. El caso más conocido es el de Francia a través de su Ley Granalle. Esta ley, en 2011 supuso la obligatoriedad sobre los exportadores, de que calculasen y comunicaran en los envases de sus productos la cantidad de emisiones producidas a lo largo de su ciclo de vida. Además algunos de los supermercados más importantes de Europa y Estados Unidos exigen a sus proveedores que tengan calculado la huella de carbono de sus productos. Entre las metodologías más utilizadas para el cálculo de la huella de carbono se destacan a nivel de producto la PAS 2050 y la ISO 14067; además se han creado otros estándares específicos para determinados productos agroalimentarios. Para el cálculo de la huella de carbono de una empresa se suele emplear el GHG Protocol, la ISO 14064 y la reciente ISO 14069 Las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEIs) generadas son consecuencia de las actividades que conlleva el manejo del cultivo y la recolección, el consumo de la maquinaria agrícola, la producción (transformación, manipulado y envasado), el consumo del transporte para su distribución, principalmente por las emisiones que provienen del consumo de combustible de los vehículos, etc. La identificación de fuentes emisoras de gases así como la cuantificación de emisiones dependerá del alcance y los límites establecidos. Como se ha comentado al principio, la huella de carbono es el primer paso establecer una política de reducción de emisiones, ejecutando diferentes actuaciones. Existen diversas acciones para reducir emisiones en el sector agrícola, como la reducción de uso de fertilizantes, medidas de ahorro y eficiencia energética, uso de tecnologías sostenibles y eficientes, buenas prácticas agrícolas, adquisición de envases “verdes, gestión de residuos adecuada, optimización del proceso productivo, etc. El cálculo de la huella de carbono supone múltiples ventajas para
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una empresa y sus productos, especialmente para el sector agrícola, entre las que se destacan:
APOYO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARA LA REDUCCIÓN DE EMISIONES
• Adecuarse a las diferentes regulaciones e iniciativas internacionales. • Aumentar su competitividad en el mercado aportando una imagen sostenible. • Permitir definir políticas de reducción de emisiones efectivas a lo largo de la cadena de suministro. • Ampliación del alcance de venta a nuevos países y mercados. • Identificar oportunidades de ahorro de costes. • Fomento de una cultura sostenible, en la que los consumidores están mejor informados de lo que compran. • Consolidar la imagen de la compañía. • Ayudar a sus clientes a completar sus huellas de carbono • Demostrar a terceros compromisos de responsabilidad empresarial y medioambiental.
La Convocatoria de Proyectos Clima del Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2) es una iniciativa que pretende fomentar la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en aquellos sectores no regulados por el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS) en España, entre los que se encuentra el agrícola (las denominadas emisiones de “sectores difusos”, como son el sector del transporte, residencial, residuos, etc.). Los proyectos seleccionados serán invitados a formalizar un contrato con el FES-CO2, en el que se les paga por las reducciones verificadas generadas en los proyectos durante los cuatro años siguientes a la firma del contrato. Hasta el momento han existido tres convocatorias de estos proyectos, 2012, 2013 y 2014. En mayo del 2014, entra en vigor el “Real Decreto 163/2014, de 14
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de marzo, por el que se crea el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono”. Con esta normativa la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) busca reducir las emisiones de GEIs con el fin de cumplir los objetivos nacionales, estimulando a las empresas, para que calculen, reduzcan y calculen su huella de carbono. En octubre del 2014 el Gobierno presenta su Hoja de Ruta hasta 2020 con 43 medidas para reducir emisiones de CO2 en los sectores difusos, entre los que se incluye el sector agrícola y ganadero. Nueve de estas medidas son destinadas al sector agrícola y ganadero, que incluyen mejoras en fertilización. El objetivo de reducción, con esta Hoja de Ruta, es del 10% de emisiones en este ámbito en 2020 respecto a 2005. Durante todo el año 2014, está vigente el Programa “PIMA TIERRA” para ayudas para la renovación del parque de tractores agrícolas. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha publicado esta convocatoria a lo largo de todo el año 2014 (fin plazo 31 Diciembre de 2014), buscando fomentar la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
LA HUELLA DEL AGUA La adecuada gestión de un recurso cuya demanda mundial está en aumento, mientras su disponibilidad es escasa en algunos lugares, hacen de la huella hídrica una herramienta necesaria. Según la Water Footprint Network, que cuenta con su propia metodología, para producir un vaso de vino (125 mL) se requieren 109 L de agua, para cultivar un kilo de aceitunas en España se necesitan 2.750 L de agua y para un kilo de naranjas 560 L. El conocimiento de estos datos implica que compañías alimentarias y de bebidas ya cuentan con su hue752 Agricultura - NOVIEMBRE´14
volumen de agua dulce utilizada para producir productos y servicios de una actividad económica, y/o el consumido por dicha actividad. La ISO va más allá e implica la cuantificación de los potenciales impactos ambientales relacionados con el agua. Al igual que la huella de carbono, la huella hídrica supone grandes y variados beneficios, entre los que se destacan:
lla hídrica calculada para intentar reducirla. Un sector como el agrícola y alimentario, gran consumidor de agua, supone conocer su consumo de agua para actuar con medidas de ahorro, eficiencia y gestión hídrica. Para ello, la huella hídrica, no tan conocida como la huella de carbono pero que ya está empezando a coger fuerza especialmente en sectores con gran consumo de agua, implica una buena herramienta métrica. Además esta herramienta implica identificar los puntos o actuaciones donde existen los consumos de aguas. El pasado 3 de Junio la Organización Internacional de Normalización (ISO) aprobó la primera norma internacional sobre Huella Hídrica, la ISO 14046; que establece los principios, requisitos y directrices para una correcta evaluación de la huella de agua de productos, procesos y organizaciones, a partir del análisis de su ciclo de vida. Hasta ahora la huella hídrica se definía como la cuantificación del
Antes de establecer un plan de reducción de emisiones es importante conocer las emisiones que genera una organización o producto, para ello se utiliza la huella de carbono
• Primer paso para establecer una estrategia de reducción de consumo de agua, por tanto, una reducción en el consumo energético y en los costes económicos. • Analiza los impactos de las actividades de la organización o del ciclo de vida de un producto respecto al agua siguiendo un marco común. • Ventajas competitivas en el mercado nacional e internacional. • Consolidación de la imagen de la empresa. • Fomento del mercado e iniciativas sostenibles. • Demostrar a terceros su compromiso social y medioambiental. • Complemento de la huella de carbono, e integrante de la huella ambiental. Ambas huella están interrelacionadas, según datos del Instituto de la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) la gestión hidrológica y la demanda agraria podrían llegar a suponer el 4% -5% de consumo energético en España, por ello una reducción de la huella de carbono en muchos casos puede suponer una reducción en la huella hídrica, y viceversa. n
Bibliografía Encuesta sobre el Suministro y Saneamiento del Agua. Año 2010. Instituto Nacional de Estadística (INE) Encuesta sobre el uso del agua en el sector agrario 2010. Instituto Nacional de Estadística (INE) UN Water (ONU) Inventario Nacional de Emisiones a la Atmósfera 1990-2012. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Cambio Climático. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Prensa. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Water Footprint Network Instituto de la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE)