EFICIENCIA Y
Sostenibilidad
ARTÍCULO TÉCNICO
El Sistema de Gestión Energética, ISO 50001 y su relación con la directiva de eficiencia energética Elena Santamaría García Responsable de Proyectos de Sostenibilidad de SinCeO2 Consultoría Energética
E
s habitual que las empresas cuenten con un sistema por el cual controlen el consumo energético, ya que es un coste directo contra la cuenta de resultados y se ha demostrado en numerosas ocasiones que existe la posibilidad de ajustarlo. El hecho de que este sistema de gestión sea reglado o no, esté certificado o no, sea más o menos sencillo, repercute directamente en la obtención de mejores resultados, normalmente debidos a una mayor implicación de toda la organización en la consecución de los objetivos marcados. Hoy en día estos sistemas de gestión energética han sido normalizados, es decir existe una norma ISO (International Organization for Standardization) que planifica, implanta, verifica y mejora las acciones que
una compañía lleva a cabo para el cumplimiento de sus obligaciones energéticas.
La ISO 50001 En este caso estamos hablando de la UNE-ISO 50001 sobre Sistemas de Gestión Energética. La evolución de esta norma hasta ISO en España comenzó con la UNE 216301 pasando por la norma europea EN 16001. La diferencia de la ISO 50001 respecto a sus antecesoras es que busca un perfil más detallado del análisis y seguimiento de los consumos energéticos, haciendo especial hincapié en los más significativos, así como los factores que influyen en dicho seguimiento. Esta norma se basa en un ciclo de mejora continua, PHVA (planificar-hacer-verificar-actuar), por ello es compatible con otros sistemas de
gestión, como el de calidad y el de medio ambiente. Los costes económicos y el tiempo de la implantación de la norma de energía se ven reducidos cuando una organización ya dispone de las normas ISO 9001 e ISO 14001 y similares. La diferencia fundamental con estas otras normas se basa en que exige una mejora continua no sólo del sistema implantado, sino también de mejora del desempeño energético de la organización. Otro parámetro a tener en cuenta, dentro del control operacional, es su implicación en los procesos de mejora por medio del Facility Management de la organización. Esta norma se puede aplicar a cualquier organización pública o privada, independientemente de su tamaño o actividad.
LA ISO 50001 y la Directiva de Eficiencia Energética A finales del 2012, se aprobó y publicó la Directiva de Eficiencia Energética. La transposición de esta norma al ordenamiento jurídico de cada país miembro debía ser antes de junio del 2014 (ya hemos cumplido un año de retraso y penalización). Entre otros aspectos, esta directiva establece que las empresas que no sean pyme tienen que realizar una auditoría energética por expertos cualificados y/o acreditados independientes a ella al menos cada cuatro años.
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Estas empresas no están obligadas a realizar esta auditoría siempre y cuando dispongan de un sistema de gestión energética o ambiental, este último con realización de auditoría energética, certificado por un organismo independiente. Ya se ha publicado un régimen sancionador por el que quedan definidas las sanciones que podrán recibir las empresas que no cumplan las exigencias a fecha de 5 de diciembre de 2014.
Importantes beneficios de la implantación de la ISO 50001 El objeto primordial de esta norma es establecer un marco para administrar la energía y perseguir una mejora continua en la gestión energética, por ello supone grandes ventajas para una empresa en todos los niveles: Condición obligatoria en la participación de algunos concursos públicos de la Administración Pública o la obtención de puntos en la valoración de los mismos. Mejora notablemente el control de costes: los ahorros energéticos suponen ahorros económicos. Cumplimiento legal de la organización en materia energética. Mejora de la vida útil de los equipos implicados y de su rendimiento, al incorporar en su control operacional un control sobre las labores de mantenimiento. Reducción del consumo energético y la intensidad energética. Mejoras competitivas y de imagen. Mejora de la eficiencia energética en los hábitos de trabajo. Aumento de la transparencia y el diálogo con las partes interesadas. Fomenta la innovación tecnológica. Reducción de las emisiones directas e indirectas de Gases de Efecto Invernadero.
Contenido y funcionamiento de la ISO 50001 Como hemos dicho anteriormente, esta norma se basa en un ciclo de mejora continua y es compatible con otras normas ISO, esto significa que su estructura documental y d e operación es similar a la ISO 9001 y a la ISO 14001. Una empresa que implanta la ISO 50001 tiene que establecer una política energética interna determinando el alcance de dicho sistema en su actividad y el compromiso de la misma en la mejora de la eficiencia energética, además de identificar, evaluar y cumplir con la normativa energética o requisitos legales que les sea de aplicación. La planificación energética, más características de la ISO 50001 y lo que la diferencia de otras normas por su componente técnico, ya que conlleva la realización de un estudio energético analizando el uso y consumo energético, especialmente los significativos, con mediciones la identificación de las fuentes de energía y los factores que influyen en el consumo energético. Todo este análisis tiene como objetivo la identificación de oportunidades de mejora de ahorro y eficiencia energética para establecer unos objetivos y metas en el tiempo dentro de un plan de acción. Además esta planificación también requiere el establecimiento de una o varias líneas base energética y unos indicadores de desempeño energético (IDEn) para conocer la evolución del consumo energético en el tiempo y la repercusión de los ahorros por las mejoras establecidas en el plan de acción. La norma también establece un procedimiento de medición para el control y seguimiento de los consumos energéticos y requiere la evaluación de la compra y servicios con criterios de eficiencia energética
Dentro de la necesaria implicación de toda la organización, se utiliza un vocabulario común a técnicos y gestores, buscando ratios/KPIs que permitan realizar un seguimiento por ambas partes. De la misma manera, gracias a la concienciación se consigue que cada empleado desde su puesto de trabajo detecte y proponga diferentes mejoras energéticas, derivando finalmente en una optimización global. El resto de puntos de la norma se comparten con las otras ISOs. Se requiere una comunicación, al menos interna, sobre el sistema de gestión energética, así como la formación y sensibilización a los agentes que intervengan en el desempeño energético de la organización. Además, el control operacional de la instalación y/o actividad, en y todas sus vertientes, tiene que considerar criterios de gestión y eficiencia energética. Como todo sistema de gestión tiene que estar documentado y registrado. El seguimiento y mejora continua del sistema se realizará a través de la revisión por la dirección y se establecerán auditorías internas del sistema para comprobar la efectividad del mismo y su cumplimiento con la norma. Si se quiere disponer de una conformidad del cumplimiento mediante un agente independiente se realizará una auditoría externa para la certificación del sistema de gestión energética en ISO 50001
Conclusión final La implantación y certificación de la norma internacional ISO 50001 en las empresas deriva en un mayor control de los consumos y procesos, con un objetivo necesario de mejora continua tanto en el propio sistema como en el rendimiento global de la organización. Además, su certificación permitiría cumplir con la exigencia europea de Eficiencia Energética.
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