LOS CUATRO FANTร STICOS Luego de la derrota en Hurlingham, el histรณrico cuarteto de La Dolfina se recuperรณ y consiguiรณ su cuarto Campeonato Argentino consecutivo.
alejandro del bosco
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Abrimos la edición con ocho impactantes imágenes que dejó la conclusión de la Triple Corona, captadas por nuestros reporteros.
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La final del Campeonato Argentino Abierto fue una nueva edición del clásico del siglo XXI: La Dolfina contra Ellerstina.
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El Abierto tuvo importantes cambios, y uno de ellos fue la cantidad de partidos previos a la final: 16. Los repasamos, uno por uno.
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¿Qué polista con 10 goles de hándicap es fanático de un club de fútbol y lo demuestra en su vestimenta? ¡Enterate!
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Además del Abierto de Palermo, se jugaron otros torneos durante el cierre de la temporada. Los resumimos en dos páginas.
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Como ya es tradición, te mostramos cómo era el polo hace 50 años con la cobertura que El Gráfico hizo de la temporada 1966.
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Compartimos, minuto a minuto, cómo vivieron el Abierto los integrantes de la gran revelación del torneo: Cría Yatay.
por cualquier medio, sin el permiso por escrito de Revistas Deportivas S.A. Es propiedad de Revistas Deportivas S.A.
FOTO DE TAPA: Alejandro Del Bosco 3/pol o
GRANDES FOTOS
Alfredo Cappella Barabucci (Washington) parece ocultarse detrás de la bocha. Guillermo Caset (Alegría) la observa con atención.
Momentos Ocho espectaculares imรกgenes que nos regalรณ el final de la Triple Corona argentina. F O T O S : Alejandro Del Bosco
6/polo
GRANDES FOTOS
Adolfo Cambiaso muestra el valor de su caballada con un escape a toda velocidad frente a Diego Cavanagh, de Washington.
7/polo
Ignacio Toccalino (El ParaĂso) soporta la involuntaria embestida de Juan MartĂn Zavaleta (La Irenita).
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La camiseta de Adolfo Cambiaso con el escudo del club brasileĂąo Chapecoense y el luto, a modo de homenaje.
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El uruguayo David Stirling es tan fanรกtico del polo que no puede sacarse la bocha de la cabeza.
GRANDES FOTOS
10/polo
Izquierda: ¿Entró o no entró? El momento clave del polo, captado en el instante exacto: la bocha recorre la línea durante el duelo entre Cría Yatay y La Aguada-Las Monjitas. Para no dejarlos con la duda: no, no entró. Abajo: El cuarteto de La Irenita en un momento de festejo. Su esperanza llegó hasta los cuartos de final.
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GRANDES FOTOS
Antes del partido entre Cría Yatay y La Dolfina se realizó un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia del club Chapecoense de Brasil.
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NOTA DE TAPA
David Stirling intenta superar la marca de Gonzalo Pieres. Detrรกs, Pablo, Facundo y Mac Donough.
HISTORIA SIN F 14/polo
FIN
La Dolfina no solo coronó su cuarto título consecutivo y su décimo en el Campeonato Argentino. También confirmó que jugará tres años más con la formación que lo convirtió en leyenda. 15/polo
NOTA DE TAPA
TEXTO
Darío Gurevich FOTOS
Alejandro Del Bosco
L A C O S T U M B R E , esta vez, no mató al placer. La Dolfina y Ellerstina transformaron una final de tacos apretados, cobijada por el dramatismo, en un desenlace entretenido, divertido y apasionante, vibrante y cambiante, alimentado por errores y aciertos, reacciones asombrosas, jugadas de ensueño, definiciones soberbias, yeguas ligeras y clones veloces. La imagen que devuelve el podio, la foto de tapa de El Gráfico Polo que le baja la persiana a cada año, volvió a repetirse. Los de Cañuelas ganaron el Campeonato Argentino por cuarta ocasión consecutiva y por décima vez en la historia, lo que los lleva a estar terceros entre los máximos conquistadores del torneo, por debajo de Coronel Suárez (25) y de Hurlingham (15). Sin embargo, la figurita de la final no resultó la misma que en el año anterior: David Stirling coronó una tarde brillante al ser elegido el jugador más valorado. Al igual en 2014, se llevó la estatuilla en el bolso y abrió el juego decisivo. El uruguayo, que sin dudas es protagonista en el mejor equipo del mundo, encontró huecos donde parecía no haberlos y definió con la magia de los elegidos. De hecho, clavó dagas vitales para empardar dos veces (3-3 y 6-6). Si La Dolfina se fue al descanso largo solamente un gol abajo (6-7) se lo debió, en gran parte, a su número 2. El campeón no venía bien, no estaba fino. Si bien el juego no tenía un dominador, Ellerstina gravitó un poco más durante el primer tiempo. Facundo Pieres, que se plantó de 3 –como lo hizo en casi toda la temporada alta–, la rompió: jugó, asistió, convirtió y hasta paró un penal de Adolfo Cambiaso con el pescuezo de su yegua. Su hermano Nicolás anduvo en la misma sintonía: el back cerró una temporada sensacional en lo personal y denotó por qué ya es un
Pelón Stirling jugó otro partido de ensueño: marcó 6 goles e impulsó a La Dolfina al tetracampeonato.
10 de hándicap. Ambos metieron los siete goles de la Z en esos cuatros chukkers iniciales: cinco los anotó Facundo y dos, Nicolás. Lo asombroso ocurrió en el quinto período. Nicolás estiró la ventaja a
16/polo
8-6 y, en 130 segundos, La Dolfina lo dio vuelta: achicó Adolfo Cambiaso, que erró más de lo habitual (metió 3 de 7 penales); Juan Martín Nero, que tampoco lució en su esplendor, empató; y Pelón Striling
puso el 9-8. “¿Cuál es el secreto? Creer en cada uno. Cuando nos conectamos y estamos enchufados, somos un equipo fuerte”, explica el uruguayo. Rápido, la Z igualó, y el desarrollo y el resultado se repar- >>>
17/polo
NOTA DE TAPA
>>>
Si alguien no merecía quedarse con las manos vacías en la final fue Facundo Pieres: deslumbró con una maravillosa actuación, pero no le alcanzó.
tieron hasta el séptimo chukker. En ese momento, La Dolfina marcó la diferencia y sacó tres goles de distancia gracias a la repetición de caballos. Lo dijo Facundo Pieres, lo vieron miles de espectadores y lo reconoció Cambiaso: “Puede ser que haya sido por los clones”. En el octavo, Pelón apareció otra vez y el campeón sacó una máxima de cuatro goles (15-11). Así se encaminó a la victoria, que terminó congelada en 16-12, y coronó su cuarto título en fila en el Abierto. “Somos un equipo sólido; Pelón se destacó muchísimo y los demás pusimos cositas. Nos dimos cuenta de que tenemos equipo y, cuando hay funcionamiento, no se necesita jugar bien”, reconoció el 1 de La Dolfina.
L A S V O C E S D E U N T R I U N FA Z O Pablo Mac Donough se sube al podio, saca una estampita de su
La palabra de Gonzalo EL MAYOR de los hermanos Pieres no ocultó su frustración por haber perdido la tercera final del Abierto en fila, pero tampoco se clava puñales que no corresponden. “Jugamos bien, excepto en el séptimo chukker. Ahí se nos complicó. Tendríamos que haber sacado más diferencia al principio; solo nos fuimos un gol arriba al descanso largo. En el séptimo, nos metieron un parcial de 3-0 y nos mataron. Lamentablemente, no se nos dio, a diferencia de Hurlingham. Rescato que jugamos bien, que encontramos las posiciones en la cancha y que hicimos una buena temporada”, aseguró.
bolsillo izquierdo del pantalón, la mira y sonríe. El capitán de La Dolfina retoma la rutina en la premiación: espera que finalicen los discursos y las distinciones hasta que levanta la copa y se la entrega a sus compañeros. El 3 la sigue: llama a los suyos para la foto del cuarteto junto a sus familias, descorcha el champagne y le jura a Milo, su hijo mayor: “Mirame a los ojos: acá hay mucha gente, quedate con mamá y, cuando termine, yo mismo te voy a ir a buscar. ¿Dale?”. Pablo es tan gentil como sus compañeros: en medio de la euforia, cumple con la prensa que lo requiere, móvil en vivo incluido. “Tiene la cara de Francisco Mayer, un amigo que se murió –explica sobre la imagen–. En el Abierto, solo la llevé conmigo durante la final”. ¿La Dolfina gana los partidos con mucha facilidad? “No, no creo que sea así. Nos cuesta mucho ganar las finales; para los de afuera parece fácil, pero no lo es. Esto es mucho más de lo que soñé. Cuando empecé a jugar el Abierto, era complicado ganarlo siete veces. >>>
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E L G R A N D I A D E A D O L F I T O . Luego de la derrota en Hurlingham, Cambiaso se jugaba mucho en la final. Por eso, lo seguimos a sol y a sombra: en los ejercicios previos, una vez montado, en acción durante el partido y en los festejos posteriores, descorchando alegría y sonriendo junto a su compañera de vida, María Vázquez, y sus seres más queridos.
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NOTA DE TAPA
David Stirling muestra el premio al mejor polista de la final con uno de sus hijos en brazos. Y a la derecha, la banda oriental que lo sigue siempre y volvió a celebrar en La Catedral.
>>> Por eso, este momento hay que disfrutarlo”, sostiene. “Este es el décimo título del club en el Abierto; jugué seis clones en una final de Palermo. Esta era de los clones me pone muy contento”, se entusiasma Cambiaso. “Si somos diferentes es porque tenemos a un uruguayo en el equipo –bromea Stirling y se ríe–. Qué sé yo… La Dolfina no para de hacer historia y hay que tratar de seguir igual, para adelante”. A Juan Martín Nero tardará en írsele la sonrisa de la cara. “No tomé
consciencia de lo que logramos; ni de haber conseguido la tercera Triple Corona seguida el año pasado, ni de haber ganado por cuarta vez seguida el Abierto, ahora. Pero tampoco lo vivo como si fuera normal. Calculo que cuando tenga más tiempo, cuando me retire, tomaré la real dimensión de estos títulos”, supone. ¿Qué tuvo de diferente este Palermo respecto de los tres anteriores? “Las sensaciones son las mismas al ganar –responde–. Pero esta final se ganó bien, por más goles. Veníamos de perder en
La Dolfina marcó diferencias con la repetición de caballos y sacó tres goles de ventaja en el séptimo chukker. “Fue por los clones”, dijo Cambiaso.
20/polo
Hurlingham y estábamos dolidos. También eso nos hizo sacar un pesito de encima para pensar más en Palermo. Creo que fue el Abierto en el que más goles metimos”.
LA LEYENDA CONTINÚA Adolfo Cambiaso acaba de conquistar su título número 13 en el Campeonato Argentino y alcanzó a Alfredo Harriott en el cuarto puesto de los máximos ganadores del Abierto, registro que Juan Carlos Harriott hijo lidera con 20. El 1 de la leyenda, organización que él mismo fundó y con la que disputó 16 de las últimas 17 finales de Palermo, baja exhausto del podio y lanza la segunda noticia más importante del sábado 10 de diciembre: “Vamos a jugar tres años más juntos. Lo habíamos arreglado, más allá de si ganábamos o perdíamos
LA FINAL La Dolfina
16
Adolfo Cambiaso 10 (6, 3p) David Stirling 10 (6) Pablo Mac Donough 10 (1) Juan Martín Nero 10 (3) Total: 40 goles
Ellerstina
12
Facundo Pieres 10 (8, 3p) Pablo Pieres 10 Gonzalo Pieres 10 (1) Nicolás Pieres 9 (3) Total: 39 goles
Progresión: 1-2, 3-3, 5-6, 6-7, 9-9, 11-11, 14-11 y 16-12. Jueces: Daniel Boudou y Gastón Dorignac. Árbitro: Esteban Ferrari.
esta final. Cada vez voy a ser más grande, pero me podré adaptar a mis compañeros, que son más jóvenes, y pondré mi granito de arena en la organización y en el juego. >>>
21/polo
Durante la final, Pablo Mac Donough utilizó un objeto más que especial: la imagen de Francisco, un amigo que ya no está.
NOTA DE TAPA
Se terminó la temporada alta en la Argentina y hubo festejo repetido: La Dolfina invadió el podio.
Los últimos campeones AÑO 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
EQUIPO Indios Chapaleufú II Indios Chapaleufú I La Dolfina La Aguada Indios Chapaleufú II La Dolfina La Dolfina La Dolfina Ellerstina La Dolfina Ellerstina La Dolfina Ellerstina La Dolfina La Dolfina La Dolfina La Dolfina
FINALISTA La Dolfina La Dolfina Indios Chapaleufú II La Dolfina Indios Chapaleufú I Ellerstina La Aguada Ellerstina La Dolfina Ellerstina La Dolfina Ellerstina La Dolfina Alegría Ellerstina Ellerstina Ellerstina
>>>
Así que espero ganar algunas veces más el Abierto, porque tenemos equipo para lograrlo”. La declaración del mejor del mundo se celebra; resulta un mimo para los amantes del polo. “Es lindo que los equipos buenos continúen, como lo hicieron Coronel Suárez, La Espadaña y Chapaleufú en su momento. Además, creo que hacen mejorar a los demás. Para nosotros esta decisión es espectacular”, agrega Juan Martín Nero. La máquina, entonces, no modificará sus piezas y seguirá funcionando. No buscará ni la épica, ni la heroica, ni la fama, porque ya las consiguió. Pretende continuar, quizá solo para agigantar su historia y volver a vencerse en su propia competencia interna. Porque los cuatro fantásticos saben que todavía pueden dar más ●
22/polo
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El deporte vuelve a estar en su sitio
21/EG
PARTIDO A PARTIDO
123º CAMPEONATO ARGENTINO
RUMBO A LA FINAL Antes del duelo decisivo, hubo nada menos que 16 partidos en el Abierto, en los que Cría Yatay y La Irenita generaron grandes sorpresas. Aquí, el análisis.
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24/polo
Francisco Elizalde, pegado a las tablas, se escapa de Polito Pieres. Fue en el cierre de la Zona B: Ellerstina se impuso a La Aguada-Las Monjitas. 25/polo
PARTIDO A PARTIDO
TEXTO
Darío Gurevich y Martín Estévez FOTOS
Alejandro Del Bosco
L A 1 2 3 ª E D I C I Ó N del Campeonato Argentino Abierto presentó varias novedades, una de ellas muy visible e impactante: el cambio de formato. En lugar del modo ya tradicional (dos grupos de cuatro equipos, en el que el ganador accedía a la final), se crearon instancias intermedias. Los líderes de las zonas pasaron a semifinales, mientras que los segundos y terceros se clasificaron a cuartos, donde se cruzaron con los del otro grupo. Así, de los 13 partidos con los que había contado Palermo en los últimos años, pasaron a jugarse 17. Supersticiosos, abstenerse. Veamos qué sucedió en el transcurso del Abierto. ZONA A Faltan tres minutos para el final. Washington se repone de un parcial de 9-13 gracias a los goles de Facundo Sola, se acerca a uno en el resultado
La Dolfina
22
Adolfo Cambiaso 10 (12, 5p) David Stirling 10 (2) Pablo Mac Donough 10 (8, 1p) Juan Martín Nero 10 Total: 40 goles
Cría Yatay Guillermo Terrera 8 (2) Cristian Laprida 8 (3) Joaquín Pittaluga 7 (2, 1p) Ignacio Laprida 7 Total: 30 goles
(12-13) y ataca en busca de la heroica. Cría Yatay se planta, banca la avanzada y defiende la mínima diferencia como si fuese oro. El anteúltimo partido de la zona es electrizante. Nadie se mueve de la cancha 2. A esta altura, no se piensa en el choque entre La Dolfina y Alegría que decidirá el primer semifinalista, toda la atención la acapara esta definición. La acción continúa y Sola (encendido tras clavar los 12 goles de su equipo) sigue intentando. Ambos arriesgan. Y, de pronto, Yatay levanta los brazos en un partido parejo. Tanto, que estaba empatado al finalizar el cuarto chukker. Cría toca el cielo con las manos: consigue su primer triunfo en el Abierto, se clasifica a los cuartos de final y se asegura un lugar en la Triple Corona 2017. Ese triunfazo quedará para el archivo y resultó la noticia del grupo. No solo por lo positivo que generó en Yatay. >>>
Alegría
18
Guillermo Caset 10 (4) Hilario Ulloa 10 (10, 3p) Lucas Monteverde 9 (1) Frederick Mannix 8 (3) Total: 37 goles
7
Washington Diego Cavanagh 8 Ezequiel Martínez Ferrario 8 (2) Facundo Sola 8 (9, 6p) Alfredo Cappella Barabucci 9 (2, 1p) Total: 33 goles
26/polo
Ellerstina
17
Facundo Pieres 10 (7, 4p) Pablo Pieres 10 (3) Gonzalo Pieres 10 (3) Nicolás Pieres 9 (4) Total: 39 goles
13
La Irenita Juan Ruiz Guiñazú 7 (3, 2p) Juan M. Zavaleta 7 (1) Clemente Zavaleta 7 (2) Matías Mac Donough 8 (4, 2p) Total: 29 goles
10
LA-Las Monjitas
13
Alejandro Novillo Astrada 8 (5, 3p) Eduardo Novillo Astrada 9 (4) Miguel Novillo Astrada 9 Ignacio Novillo Astrada 9 (4, 1p) Total: 35 goles
El Paraíso Agustín Merlos 9 (8, 6p) Ignacio Toccalino 9 (2) Ignacio Heguy 9 Santiago Toccalino 8 (2, 1p) Total: 35 goles
Alegría
9
Guillermo Caset 10 (5) Hilario Ulloa 10 (2, 1p) Lucas Monteverde 9 (1) Frederick Mannix 8 (1) Total: 37 goles
12
Cría Yatay
La Dolfina
18
Adolfo Cambiaso 10 (6, 3p) David Stirling 10 (5) Pablo Mac Donough 10 (5) Juan Martín Nero 10 (2) Total: 40 goles
7
Guillermo Terrera 8 (1) Cristian Laprida 8 (3) Joaquín Pittaluga 7 (2, 1p) Ignacio Laprida 7 (1) Total: 30 goles
Washington Diego Cavanagh 8 (2) Ezequiel Martínez Ferrario 8 Facundo Sola 8 (5, 1p) Alfredo Cappella Barabucci 9 (1) Total: 33 goles
27/polo
8
Izquierda: Fred Mannix sacude el pasto en el debut de Alegría: triunfo 18-13 sobre Washington. Derecha: el que la lleva es Pelón Stirling y el que lo persigue es Facundo Sola. La Dolfina derrotó 18-8 a Washington.
PARTIDO A PARTIDO
Matías Mac Donough y toda su intensidad en el encuentro con el equipo de La Irenita, durante el gran triunfo contra El Paraíso.
>>> También, por la frustración deportiva que le deparó a Washington, que quedó eliminado demasiado pronto y, encima, tendrá que disputar la clasificación el año próximo. Alegría, por su parte, hizo los deberes de manera correcta. Venció con comodidad a Washington (18-13) y, con suspen-
LA-Las Monjitas
14
Alejandro Novillo Astrada 8 (8, 5p) Eduardo Novillo Astrada 9 Miguel Novillo Astrada 9 (2) Ignacio Novillo Astrada 9 (4) Total: 35 goles
La Irenita Juan Ruiz Guiñazú 7 (3, 1p) Juan M. Zavaleta 7 (2) Clemente Zavaleta 7 Matías Mac Donough 8 (5, 3p) Total: 29 goles
so, 9-7 a Cría Yatay. El equipo funcionó bien. Se destacó el binomio de ataque, conformado por Guillermo Caset e Hilario Ulloa. Además, Lucas Monteverde y Fred Mannix acompañaron y aportaron. Ya clasificados a los cuartos de final, no pudieron ante La Dolfina en el desenlace de la zona.
Ellerstina
13
Facundo Pieres 10 (8, 7p) Pablo Pieres 10 (2) Gonzalo Pieres 10 (1) Nicolás Pieres 9 (2) Total: 39 goles
10
El Paraíso Agustín Merlos 9 (4, 3p) Ignacio Toccalino 9 (1) Ignacio Heguy 9 (1) Santiago Toccalino 8 (2) Total: 35 goles
28/polo
8
Los de Cañuelas impusieron su condición de favoritos al ganar 20-10, consiguieron su 15° triunfo consecutivo en Palermo y se clasificaron para las semifinales. Su figura, Adolfo Cambiaso, agigantó su registro como máximo goleador del Abierto: llegó a 852 goles. ZONA B La acción en este grupo iba a comenzar el 12 de noviembre, pero la lluvia postergó el inicio para el lunes 14. En el primer partido, Ellerstina arrasó con La Irenita en los tres primeros chukkers y dejó 10-2 el marcador. El resto del juego sirvió para mostrar el orgullo de los derrotados, que no solo lucharon gol a gol, sino que consiguieron achicar la brecha y terminar a siete tantos: 17-10. El segundo encuentro prometía ser el más parejo, porque se enfrentaban dos cuartetos de 35 goles. La Aguada-Las Monjitas dominó el inicio y >>>
29/polo
PARTIDO A PARTIDO
consiguió una ventaja casi decisiva: 6-1. Casi, porque El Paraíso reaccionó y dio vuelta el resultado: 8-7 a su favor. El cierre fue equilibradísimo, y un gol de Ignacio Novillo Astrada a 20 segundos de final decretó el empate y el ckukker suplementario. Ahí apareció un gol de oro de Alejandro para el triunfo que >>>
Cría Yatay
13
Guillermo Terrera 8 (2, 1p) Cristian Laprida 8 (2) Joaquín Pittaluga 7 (8, 4p) Ignacio Laprida 7 (1) Total: 30 goles
Washington
12
Agustín Merlos 9 (7, 5p) Ignacio Toccalino 9 (2) Ignacio Heguy 9 (1) Santiago Toccalino 8 (2) Total: 35 goles
20
Alegría
10
G. Caset / A. Muzzio 10/8 (1/1) Hilario Ulloa 10 (6, 2p) Lucas Monteverde 9 (1) Frederick Mannix 8 (1) Total: 37 goles
14
Juan Ruiz Guiñazú 7 (11, 6p) Juan M. Zavaleta 7 (1) Clemente Zavaleta 7 (1) Matías Mac Donough 8 (1) Total: 29 goles
El Paraíso
La Dolfina Adolfo Cambiaso 10 (6, 3p) David Stirling 10 (6) Pablo Mac Donough 10 (6) Juan Martín Nero 10 (2) Total: 40 goles
Diego Cavanagh 8 Ezequiel Martínez Ferrario 8 Facundo Sola 8 (12, 5p) Alfredo Cappella Barabucci 9 Total: 33 goles
La Irenita
prácticamente le aseguró a La Aguada terminar entre los dos mejores del grupo. En la segunda fecha, los Novillo Astrada cumplieron su obligación con sufrimiento: La Irenita terminó el quinto chukker con un meritorio 8-8. El sexto período fue decisivo: parcial de 3-0 para La Aguada, con Alejandro en gran nivel.
Ellerstina
14
Facundo Pieres 10 (9, 1 e/c) Pablo Pieres 10 (1) Gonzalo Pieres 10 (3) Nicolás Pieres 9 (1) Total: 39 goles
12
LA-Las Monjitas Alejandro Novillo Astrada 8 (5, 4p) Eduardo Novillo Astrada 9 Miguel Novillo Astrada 9 Ignacio N.A./ F. Elizalde 9/7 (0/3) Total: 35/33 goles
30/polo
9
Ellerstina también padeció, pero menos tiempo. El Paraíso se puso 3-1 y le hizo partido solamente hasta el cuarto chukker (3-3), cuando un parcial de 4-0 de los Hombres de Negro liquidó el partido. La última jornada era decisiva para El Paraíso y La Irenita: el que perdía quedaba eliminado. La Irenita era el más débil en la previa, pero construyó uno de los triunfos más importantes de su historia con 11 goles de un Juan Ruiz Guiñazú al que los 7 goles de valorización ya parecen quedarle chicos. El Paraíso tuvo un pésimo sexto chukker y se fue de Palermo con las manos vacías. El último partido de la zona no tuvo sorpresas. Ellerstina pareció no jugar al máximo de sus posibilidades y mostró cierta dependencia de lo que pudiera hacer Facundo Pieres, pero aun así mantuvo el invicto sin problemas. La Aguada sufrió la lesión de Ignacio Novillo Astrada, pero se encontró con un reemplazante, Francisco Elizalde, suelto y certero: hizo tres goles. CUARTOS DE FINAL Alegría-La Irenita. Alegría era el gran favorito, lo dejaban claro sus 6 goles más de hándicap. Sin embargo, La Irenita llegó a estar 5-4 en ventaja y otro batacazo pareció posible. De a poco, con Hilario Ulloa intratable, Alegría fue sumando goles y se puso 12-8. ¿Partido terminado? No: La Irenita metió uno, metió dos, metió tres y quedó a uno sobre el cierre. Hilario, con un tanto >>>
Arriba: Cristian Laprida (Cría Yatay) lucha por la bocha contra Lucas Monteverde. Finalmente, Alegría se impuso 9-7. Izquierda: Eduardo Novillo Astrada le saca un pescuezo de ventaja a Gonzalo Pieres. Por el Grupo B, Ellerstina (vestido de blanco) derrotó 14-9 a La Aguada-Las Monjitas.
31/polo
PARTIDO A PARTIDO
Segunda semifinal del Abierto. Pablo Pieres impacta la bocha sin que Fred Mannix pueda impedirlo. Ellerstina derrotó a Alegría y llegó a otra final.
de córner, cerró el resultado: 13-11 y pase a semifinales para Alegría. Cría Yatay-La Aguada. Cría Yatay gestó lo inolvidable el martes 29 de noviembre en la cancha 1 de Palermo: se convirtió en el único semifinalista en la historia del Abierto que provino de la clasificación. El polo clásico, sumado a las bondades individuales y colectivas de sus intérpretes, y al orden táctico, dieron como resultado un triunfo histórico ante La Aguada-Las Monjitas. Desde el cierre del primer chukker, Cría se fue ganador (2-1). En el tercero, sacó la máxima diferencia: 5 goles (8-3) y la igualó en el séptimo (13-8). Cristian Laprida y Joaquín Pittaluga se impusieron como genios y figuras. El equipo de los Novillo Astrada (que padeció la ausencia de Ignacio) se puso a tiro en el juego durante el cuarto chukker >>>
(7-8), pero no pudo torcer el rumbo. El cuarteto debutante en Palermo jugó los últimos tres períodos con un aplomo que no sorprendió a propios, sino a
extraños. La emoción, las lágrimas, los abrazos y los aplausos abundaron en La Catedral: Yatay se había transformado en la revelación de la temporada.
CUARTOS DE FINAL
Alegría
13
Alejandro Muzzio 8 (2) Hilario Ulloa 10 (8, 2p) Lucas Monteverde 9 (2) Frederick Mannix 8 (1) Total: 35 goles
La Irenita Juan Ruiz Guiñazú 7 (7, 5p) Juan M. Zavaleta 7 (3) Clemente Zavaleta 7 (1) Matías Mac Donough 8 Total: 29 goles
32/polo
Cría Yatay
14
Guillermo Terrera 8 (1) Cristian Laprida 8 (4) Joaquín Pittaluga 7 (7, 6p) Ignacio Laprida 7 (2) Total: 30 goles
11
LA-Las Monjitas Alejandro Novillo Astrada 8 (4, 2p) Eduardo Novillo Astrada 9 (3) Miguel Novillo Astrada 9 (1p) Francisco Elizalde 7 (2) Total: 33 goles
10
SEMIFINALES La Dolfina-Cría Yatay. El defensor del título demolió a Yatay: 27-4. Desde el inicio, le tiró encima la jerarquía y la caballada.
Jamás le pesaron los diez días de inactividad; al contrario, sirvieron para darles descanso a sus yeguas. El goleo fue repartido: Cambiaso metió 10 goles, Nero
SEMIFINALES
La Dolfina
27
Adolfo Cambiaso 10 (10, 4p) David Stirling 10 (4) Pablo Mac Donough 10 (4) Juan Martín Nero 10 (9) Total: 40 goles
Cría Yatay Guillermo Terrera 8 (2) Cristian Laprida 8 Joaquín Pittaluga 7 (2p) Ignacio Laprida 7 Total: 30 goles
Ellerstina
15
Facundo Pieres 10 (6, 2p) Pablo Pieres 10 (8) Gonzalo Pieres 10 (1) Nicolás Pieres 9 Total: 39 goles
4
Alegría
11
Guillermo Caset 10 (2, 1p) Hilario Ulloa 10 (7, 2p) Lucas Monteverde 9 (1) Frederick Mannix 8 (1) Total: 37 goles
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clavó 9, y Stirling y Mac Donough (llegó con lo justo en lo físico) convirtieron 4. Teniendo en cuenta los antecedentes, la diferencia de 23 goles (tercera más abultada en la historia del Abierto) resultó lógica. La Dolfina accedió al lugar del que no se baja desde hace 12 años: la final de Palermo. Ellerstina-Alegría. Al final del quinto chukker, algunos escalofríos invadían a los jugadores de Ellerstina: perdían 9-7. Quedarse fuera de la final, después del título en Hurlingham, resultaba insoportable. Monteverde organizaba e Hilario Ulloa hacía desastres cerca de los mimbres, solo Polito Pieres rendía de acuerdo a su nivel en los Hombres de Negro. Pero en el sexto y séptimo chukkers se despertó Facundo, metió cinco goles en un parcial de 6-0, y Ellerstina se aseguró el triunfo. Le esperaba un gran desafío: su décima final en 12 años ●
Primera semifinal del Abierto. Guillermo Terrera alcanza la bocha con esfuerzo, con cinco espectadores de lujo a pocos centímetros. La Dolfina le sacó ¡23 goles! de ventaja a Cría Yatay, que de todas formas completó un magnífico torneo.
PALERMO ÍNTIMO
Las medias de Boca, la tradición de Caset Guillermo Caset jamás oculta su fanatismo y su amor por Boca. El 10 goles, que disputó el Campeonato Argentino para Alegría, tiene una sana costumbre, una cábala, cada vez que juega: utiliza las medias del equipo xeneize debajo de las botas. La foto de Alejandro Del Bosco, realizada antes de la victoria 9-7 frente a Cría Yatay en el Campeonato Argentino Abierto, certifica la curiosidad. “No sé hace cuántos años las uso, no llevo la cuenta exacta. A medida que el club renueva la indumentaria del fútbol profesional, me compro las medias nuevas. Soy fanático de Boca y, cuando no juego al mismo tiempo, lo voy a ver a la Bombonera”, admite el polista de 31 años ●
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TORNEOS
ESTO TAMBIÉN SUCEDIÓ ALEJANDRO DEL BOSCO
En el último tramo de la temporada 2016, además del Campeonato Argentino, hubo otros torneos importantes que merecen su espacio.
Alegría hizo honor a su nombre en la Copa Cámara de Diputados La Copa Cámara de Diputados es uno de los torneos más competitivos de la temporada argentina, solo por debajo de la Triple Corona, y sin nada que envidiarle al Clasificatorio, al Abierto del Jockey Club o al Abierto de San Jorge. En la edición de 2016 participaron dieciséis equipos de entre 23 y 29 goles
de hándicap, y el que se coronó campeón fue Alegría HPA (Julian Mannix, Francisco Elizalde, Alejandro Muzzio y Jaime García Huidobro). En la final, disputada el 10 de diciembre en la cancha 2 de Palermo, sorprendió a El Remanso, que tenía tres goles más de valorización y había sido el ganador en 2015.
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SERGIO LLAMERA
¿Tortugas? ¡Tortuguitas! El 2 de diciembre, el Tortugas Country Club vivió su primer Torneo de Polo de Menores, que contó con el apoyo de la AAP y puso en juego la Copa Etiqueta Negra. Compitieron ocho equipos integrados por jugadores de entre 8 y 14 años, con la limitación de que solo uno podía tener la edad máxima. El campeón resultó Puerta Abierta Chapaleufú, que en la final derrotó 3-2 a Etiqueta Negra. La entrega de premios tuvo a dos invitados muy especiales: Facundo y Pablo Pieres.
Finalizó el Circuito Polo Sur
La Aguada se llenó de Cocos MATÍAS CALLEJO
Se completaron todas las etapas correspondientes a los Circuitos Polo Sur (6 goles) y Circuito Polo Sur 2 (un gol, copa formativa). Y todo pasó durante noviembre: en Puesto Viejo (Cañuelas) ganó La Pintada; en Rancho Taxco (Ezeiza) fue campeón La Locha; en Greenville Polo & Resort (Hudson) se impuso el dueño de casa; y en La Pintada (Las Heras) celebró el conjunto de Haras del Sur. En ambos certámenes participaron más de 30 equipos.
Siempre La Dolfina Adolfo Cambiaso sigue acumulando títulos. Y no solo de la Triple Corona: cada tanto, se anota en otros torneos y también celebra. Eso sucedió el 16 de noviembre en la Copa Municipalidad del Pilar: La Dolfina (lo acompañaron Isidro Strada, Diego Cavanagh y Alejo Taranco) derrotó a Alegría HPA en la final.
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MATÍAS CALLEJO
La Aguada Polo Club suele organizar muchos y muy variados torneos durante cada temporada, pero el más tradicional es la Copa Julio Novillo Astrada. En la 13ª edición, que finalizó el 26 de noviembre, participaron cuatro equipos y el que festejó fue Los Cocos (Rafael Zubillaga, Valentín Novillo Astrada, Miguel Novillo Astrada y Tomás Lalor). En el partido decisivo, se impuso 12-9 a El Milagro.
HISTORIA
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Hace 50 años, Coronel Suárez ganaba el Campeonato Argentino por sexta vez consecutiva. La leyenda continuaba.
E l c u a r teto d e Co ronel Suárez en 1966: Daniel G o n z á l ez , J u a n Carlos Harriott, H o ra ci o He gu y y A l b e r to Pe d ro H egu y.
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HISTORIA
TEXTO Martín Estévez FOTOS Archivo El Gráfico
D E S D E E L A Ñ O 2 0 1 0 , en El Gráfico Polo sostenemos una tradición: recordar cómo era el polo cincuenta años antes. Más específicamente, de qué manera reflejó El Gráfico los principales sucesos. Llegó el turno de darle una mirada a la temporada 1966, en la que Coronel Suárez mantuvo su dominio y ganó por sexta vez consecutiva el Campeonato Argentino Abierto. Elegimos los dos artículos más importantes de aquel año. ¡ E L I M BAT I B L E CO RO N E L S U Á R E Z ! Ese fue el título de la nota escrita por Don Juan Manuel en el N° 2455, publicado el 25 de octubre. Se refería a un partido en el que el campeón argentino derrotó a la selección inglesa. “Inglaterra fue impotente ante la espectacular velocidad de este campeón de varias temporadas”, decía el subtítulo. Las fotos eran de Alfieri. Compartamos los principales extractos. “Cuantos nos hallábamos en Palermo bordeando el extendido cuadrilátero de la cancha 2 del Campo Hípico Militar, ex Campo Argentino de Polo y, digámoslo desde ahora, en cantidad impresionante por tratarse de una jornada laborable, tuvimos la impresión de que el título de ‘mejor del año’ que confiere a su ganador el campeonato abierto, había quedado dirimido y adjudicado. Los presentes asistieron a una dura y por momentos brillantísima batalla en la que se brindó con arrojo –en algún pasaje incluso excesivo– el cuarteto que llevaba las miras de perder, para sucumbir por amplio margen a
lo largo de un espectáculo que a pesar de ello mantuvo su indudable interés. Protagonistas del decisivo lance: Coronel Suárez (Los Indios) y la Selección Británica. Score final, a favor del team de Harriott y los Heguy, 19 a 6. Un margen lo suficientemente holgado para haberse impuesto tomando inclusive en cuenta la diferencia de handicap entre ambos equipos, cuyo cómputo hubiese convertido en un 19 a 14 igualmente amplio”.
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CORONEL SUÁREZ CONSERVÓ SU TÍTULO Una semana después, en la edición N° 2456, Juan Manuel Puente realizó la crónica de la final del Campeonato Argentino Abierto. La disputaron dos clásicos rivales de aquella década, las fotos fueron de Abaca y el subtítulo resumía: “Santa Ana fue un gran rival, vencido apenas por 12 a 10”. Veamos los principales párrafos del artículo. “No quedará esta final como >>>
Izquierda: el capitán de Inglaterra, Ferguson (5 goles de hándicap) se adelanta a Horacio Heguy. “Incluso lo desplaza hasta afuera”, decía el epígrafe original. Fue en el triunfo de Coronel Suárez contra los británicos. 43/polo
Arriba: magnífico testimonio de la final del Campeonato Argentino, en la que Coronel Suárez derrotó a Santa Ana. El perdedor formó con Teófilo Bordeau, Gastón Dorignac, Luis Lalor y Francisco Dorignac.
HISTORIA
>>> una
de las más brillantes de los últimos tiempos en lo que a la permanente calidad del juego se refiere. Se la recordará en cambio como una de las más emocionantes por el estrecho margen que separó en todo momento a los rivales. Además, hasta los minutos finales del penúltimo período, Santa Ana conservó incólume su esperanza de victoria, pareja con sus efectivas posibilidades, y esa situación de riguroso equilibrio inyectó al espectáculo el matiz de emoción que compensaría la relativa calidad del mismo. Esto no quiere decir que no se registraran jugadas de excepcional brillo, culminando este aspecto en el desarrollo punto menos que extraordinario de la sexta etapa, en la que seis tantos –logrados cinco de ellos como justo premio a velocísimas intervenciones, llenas de brío y de precisión– caracterizaron una espectacularidad pocas veces alcanzada entre los mismos protagonistas. Por otra parte, la inoperancia de algunas peripecias se basó precisamente en la singular destreza que los jugadores, perfectamente enterados de sus respectivas habilidades, se esforzaron por neutralizar, y esa tarea –si no lucida– se cumplió en el caso de Santa Ana con una precisión y una persistencia dignas
de encomio, puesto que hicieron posible su altísima performance en este nuevo choque con el ya casi tradicional adversario de tantas temporadas. Otro factor incidió también en la relativa decepción que pudieron constituir las primeras etapas: el rigor con que los jueces (que si pudieron cometer algunos errores, no parecieron importantes ni incidieron en forma apreciable en las alternativas del tablero) sancionaron las infracciones, rigor que ni siquiera puede ser calificado de excesivo, ya que teniendo en cuenta la impresionante velocidad a que se ajustaron las acciones, significó una previsión digna de encomio. Grave inconveniente fue para Coronel Suárez perder la cooperación de Alberto Pedro Heguy cuando apenas había transcurrido la mitad del segundo tiempo. Un tacazo de Luis Lalor le alcanzó en la mano durante una acción ocurrida cerca de las tablas, proximidad que permitió escuchar claramente desde la tribuna el grito de dolor que escapó, a pesar suyo, de la víctima del fuerte impacto. Habiendo sufrido la fractura del metacarpio del pulgar de la mano derecha, Heguy debió abandonar la partida, siendo sustituido por el norteamericano William Linfoot.
La imprevisible entrada de este nuevo contendor pudo afectar notablemente las probabilidades de un Coronel Suárez al que la vigorosa y rápida acción de un
Coronel Suárez igualó el récord de títulos consecutivos en el Campeonato Argentino: Venado Tuerto también había logrado seis entre 1944 y 1950.
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adversario momentáneamente más exacto en el taqueo había impedido ‘entrar en caja’ hasta ese momento. Excelente jugador por derecho propio, Linfoot iba necesariamente al sacrificio personal, en un puesto en que no se desempeña habitualmente, con caballos para él desconocidos y compañeros de equipo con los que jugaba por primera vez. Con todo, Coronel Suárez logró capear el temporal en lo que restó del segundo período, y en el transcurso del siguiente, en
el que lo favoreció el tablero, en parte por la precisión de que hizo gala Harriott durante casi todo el partido en la ejecución de los penales de 40 o 60 yardas (el único que erró, en los primeros instantes del último chukka [sic], fue ejecutado desde las 40 yardas, y con la meta descubierta), y también porque a la espectacular habilidad con que Bordeu puso en ventaja a Santa Ana (3 a 2), con un formidable shot desde más de 100 yardas, respondió González, igualando de nuevo
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posiciones con un tiro ceñidísimo de increíble trayectoria (…) Aunque Santa Ana siguió luchando brevemente hasta el último tañido de la campana, las posiciones –12 a 10– no pudieron ya ser modificadas. Coronel Suárez seguía siendo campeón. En todo caso, aunque con alguna baja sensible, el polo argentino estaba de fiesta porque había mantenido su standar (sic) de alucinante velocidad en el curso de una tarde que recordaremos cuantos la presenciamos” ●
Tres apellidos importantes en l a te m pora da 1966 y en la historia del pol o e n l a m i s m a i m a ge n : Harriott (que con t rol a l a boch a) , He gu y y Ta n oi ra .
LA REVELACIÓN
EL POLO SE OXIGENA
ESTILO YATAY Por primera vez, un equipo que provino de la clasificación terminó entre los cuatro mejores del mundo. Narración de una gesta épica, a pulmón e inolvidable.
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Cría y su estreno soñado en Palermo. Pittaluga, Ignacio y Cristian Laprida, y Terrera ríen de felicidad: fueron semifinalistas del Abierto.
LA REVELACIÓN
TEXTO
E S T A C R Ó N I C A carece de oportu-
Darío Gurevich
nismo. Intenta abordar, a través de diversos segmentos, aristas y voces, la primera temporada de Cría Yatay en el alto hándicap argentino. Aquí y ahora, cuando el Abierto ya se archivó, se habla también del triunfo de los más modestos, de una cierta renovación de protagonistas y de un cuarteto que logró un imposible: terminar entre los cuatro mejores del mundo tras correr la cancha desde la clasificación. La línea del exitismo es fina en el deporte y en la vida. ¿Qué hubiera pasado si Yatay perdía por dos goles ante Chapaleufú y no ingresaba por la ventana a Hurlingham y a Palermo? La sociedad, en general, influye negativamente. Muchísimas personas ridiculizan a los perdedores, los defenestran; fogonean que solo sirven los que ganan, y, lamentablemente, unos pocos levantan la copa. Nosotros, en cambio, elegimos ponderar el recorrido, el proceso de trabajo. Porque la victoria, en todo caso, es consecuencia de una construcción.
FOTOS
Alejandro Del Bosco
LA GÉNESIS Era diciembre de 2015; Cristian Laprida se había quedado afuera de Alegría y le ofreció a Ignacio, su hermano menor, armar un equipo para intentar meterse en el mejor polo del mundo. “Acepté de una –anticipa Iñaki, el benjamín de los dos Laprida–. Después, Magoo lo sumó a Joaquín Pittaluga, que es muy amigo de él, y yo sugerí a Lerín Zubiaurre para jugar de 1. Al principio no teníamos club, hasta que Nacho Figueras nos preguntó en julio, mientras estábamos en Nueva York, si queríamos jugar con el suyo: Cría Yatay. Obviamente, dijimos que sí”. El amanecer de la temporada resultó turbulento. La formación planeada (Valerio Zubiaurre, Cristian Laprida, Joaquín Pittaluga e Ignacio Laprida) duró apenas un partido: el estreno en
el Jockey Club. Valerio –conocido como Lerín– se quebró, se perdió el grueso de la temporada y hubo que buscar reemplazante. Lucas James entró en escena y se acopló bien. Bajo las órdenes de Ignacio Novillo Astrada, Yatay encontró funcionamiento y logró con angustia su boleto para Hurlingham y Palermo. Aquel penal convertido por Pittaluga en el desenlace de la clasificación le dio oxígeno y onda verde a Cría. Pero, para colmo de males, apareció un nuevo obstáculo: Lucas James no pudo eludir un compromiso laboral y se bajó del cuarteto, lo que motivó a recomenzar la búsqueda de un 1. Guillermo Terrera, que se había quedado afuera de las luminarias a manos de Yatay, se incorporó. Pero no sería el único. Porque Alberto Heguy, un emblema de Chapaleufú que también padeció a
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Guillermo Terrera (1) metió 8 goles en el Abierto. A la derecha: Cristian Laprida (2) fue el más desequilibrante de Yatay. Hizo 12 goles en Palermo y jugó por primera vez las semifinales.
Cría, se integró como coach (Ignacio Novillo se abrió del cargo porque debía jugar para La Aguada-Las Monjitas).
jugar y la dejo adentro de mi zapatilla derecha”, asegura. A Joaquín Pittaluga se lo notó concentrado y aplomado. Desarrolló su primeLA CONSOLIDACIÓN ra experiencia como titular en el AbierCristian Laprida es creyente y por eso to, pero aparentó haber disputado su rezó entre chukkers. El capitán (apoda- décima edición. Jamás se lo vio presiodo Magoo) tiene una costumbre: llevar nado. Su pegada fuerte y quirúrgica, y a los partidos un bolsito que usa hace su determinación hicieron que acertara 15 años. Como está gaspenales en cantidades indusro de ttriales tado, lo guarda dentro triales, incluso cuando las erboc otro bolso. Iñaki, su herbochas eran de fuego. Guille mano, besó una cruz llermo Terrera se desen–que atesora desde volvió con la enjundia Los partidos que Yatay disputó la comunión– entre y la solidez que lo entre Hurlingham y el Abierto. chukkers. También caracterizan. No es Solo ganó 2 (frente a Washington cree. “La he perdiun 1 natural, pero se y La Aguada-Las Monjitas en do cien veces y la he plantó de delantero, Palermo) pero entró en la encontrado siempre. aportó y rindió. historia. E Creo que muere conmi-El cuarteto jamás se ara apa go. Solo me la saco para apartó de su libreto. >>>
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Joaquín Pittaluga (3) fue el goleador de Cría en Palermo: 21 conquistas, 14 de penal. A la derecha: Ignacio Laprida (4) saca un cogotazo precioso. Iñaki aportó marca, juego y 4 goles.
LA REVELACIÓN
Postales de la tarde imborrable en la que Cría Yatay accedió a semifinales. La curiosidad: ante La AguadaLas Monjitas, Iñaki jugó con la camiseta número 4 pero llevó el 3 en su manga izquierda. A la derecha, la emoción de Terrera y el emotivo abrazo entre Pepe Heguy y Joaco Pittaluga luego de asegurarse un lugar entre los cuatro mejores.
>>> Primero, reinó la camaradería. “Lo más importante es la química, el feeling que existe entre los compañeros. Cuando hay conexión, está buenísimo”, refuerza Terre. Segundo, se planificó el Abierto para competir y no para participar; se pensó partido tras partido, y los protagonistas nunca se atrevieron a apostar, ni en broma, cómo saldrían. Tercero, denotaron una identidad de juego sostenida en un polo clásico. “En 2009, había ganado la Cámara de Diputados con un equipo que jugaba bien clásico: andar fuerte, ser ordenado y pegar. Me quedé con esa idea, porque además me divertí un montón, y la aplicamos. De entrada, Nacho Novillo nos ayudó. Después, seguimos con Pepe Heguy, que nos pidió que nos pasáramos más la bocha, que la tiráramos afuera al estar apretados, que buscáramos los lados, que nos tomáramos tiempo para pegarle bien y que jugáramos prolijo, porque nos enfrentábamos a equipos mejores”, dice Magoo. “Jugamos simple y, cuando pudimos, hicimos algo más”, resume Terrera. “La clave es que ninguno estuvo interesado en sobresalir”, opina Pittaluga. La organización de Yatay fue a pulmón. “Nacho Figueras se portó muy bien; nos dio lugar para practicar, consiguió sponsors, nos prestó caballos y es parte del equipo. Hubo más gente que nos dio una mano con la caballada: Magrini, Pablo Mac Donough, Hernán Agote, Adolfo Cambiaso... Arrancamos con muy pocos caballos y los petiseros hicieron un trabajo enorme para que las yeguas aguantaran bien”, admite Magoo. “Si repetíamos caballos contraLa Dolfina en el debut en Palermo, no llegábamos a las semis. Después, frente a Alegría, Washington y La AguadaLas Monjitas, armamos una lista muy corta. Era a matar o morir”, confiesa Iñaki Laprida a pura sinceridad. En Hurlingham, Yatay había avisado:
perdió ajustado ante El Paraíso (15-11) y contra La Aguada-Las Monjitas (13-11). A partir de ahí, la confianza y el convencimiento ganaron de mano. En el Abierto, esas sensaciones se potenciaron tras el partidazo realizado frente a Alegría. Es verdad: fue derrota por 9-7, pero sirvió para creer aún más porque Cría estuvo cerca de dar el golpe. “Si juegan bien, hay muchísimas chances de ganar”, decía una y otra vez Pepe Heguy. Así fue. Yatay no mermó en su juego y ganó dos partidos claves, los únicos triunfos en la Triple Corona 2016. Primero, 13-12 a Washington. Segundo, 14-10 a La >>>
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Alberto Heguy, el coach: “Yatay juega el polo que le gusta a la gente” “CRÍA YATAY desarrolla un polo clásico, juega espectacularmente bien: un polo abierto, el que le gusta a la gente. Ahora, que se cobran menos foules a través de las reglas nuevas, salen partidos más abiertos. Y ahí estos tipos son buenísimos. Encima, son jóvenes y tienen entusiasmo y unas ganas bárbaras. Se merecen todo lo que lograron. Para mí no son una gran sorpresa, porque siempre fueron un equipazo -explica Alberto Heguy, coach del cuarteto-. Es fácil dirigir a estos pibes porque son simples. Los flacos me parecen unos cracks. Hasta me dijeron: ‘Vos opiná, nosotros te escuchamos y hacemos lo que quieras’. Fue un honor ser su coach. ¿Qué pienso de cada uno? A mí no me interesa que Magoo le pegue con la caña
o con el cigarro, sino que vaya en velocidad. Ya no quedan números 2 como él. Es como Pelón Stirling, como Gonzalo Heguy lo era en su momento. Son jugadores que mantienen apurados a los demás en todas las jugadas, porque no paran. Magoo marca la diferencia en el equipo, por el ritmo que le mete. Terre deja todo siempre; no es un 1, pero le tocó jugar ahí y lo hizo muy bien. Por su despliegue y su entusiasmo, puede jugar en cualquier puesto. A Joaco Pittaluga lo conozco hace mucho porque jugué con él; es un 3 clásico, de antes: tiene visión, pegada y anticipación. Me llamó la atención la solidez de Iñaki; el tipo no erra nunca un backhander, saca perfecto y, cuando ataca, convierte. Es un jugador completo”.
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LA REVELACIÓN
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Aguada-Las Monjitas por 14-10. Por primera vez, un equipo que provino de la clasificación se mezcló entre los cuatro mejores del mundo. “Jugamos con intensidad; el equipo es un lujo. Cuando uno de sus integrantes se apaga un poco, los demás lo levantan. Esto es mucho más de lo que soñé”, asevera Pittaluga. “Esperaba un momento así; es una gratificación. No lo puedo creer, no sé bien qué decir. Se trabajó todos los días para lograr esto. Estuvimos a la altura”, enfatiza Terrera, tan emocionado como sus compañeros. Yatay aplicó el arte de superarse. Al principio de la temporada, pensaba cómo inmiscuirse en Hurlingham y en Palermo. Al final, fantaseaba cómo hacer el mejor partido posible ante el campeón en las semis del Abierto. “La Dolfina es más que los All Blacks. Hasta acá llegamos. Debemos hacer nuestro polo y no se lo vamos a enredar. Meteremos algún gol lindísimo, los muchachos se matarán en cada jugada, pero no le vamos a ganar”, adelantó Alberto Heguy, el coach. “Terre no se animó a raptar a Cambiaso y a Nero el día anterior al partido; una lástima, porque era la forma de tener alguna chance”, bromeó Magoo. Ni el entrenador ni el capitán se equivocaron. No hubo equivalencias entre la máquina y el debutante en el Abierto. Yatay nunca estuvo a tiro del triunfo y cayó 27-4. Sin embargo, se produjo una situación que conmovió. “Perdimos por 23 goles y la gente de la tribuna nos aplaudió en la cancha 1. Jamás lo imaginamos. De hecho, nos miramos y
nos preguntamos a quiénes ovacionaban. Pensamos que era a La Dolfina. Pero no: ellos ya estaban abajo de los caballos. Nos aplaudieron a nosotros, que somos unos ninjas tremendos. Fue emocionante”, describe Magoo. -Joaquín, ¿son una bocanada de aire fresco para el polo argentino?
“Si repetíamos caballos en el debut en Palermo, no llegábamos a semis. Después, armamos listas muy cortas. Era a matar o morir” (Iñaki Laprida).
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–Tampoco somos tan jóvenes (se ríe). Somos cuatro locos que le pusimos el corazón y buena actitud, y se nos dieron algunos resultados importantes con una cuotita de suerte. Sé que sorprendimos. Ni nosotros considerábamos que íbamos a hacer esta temporada, que los caballos aguantarían. Lucas James entró y se bajó; Terrera lo reemplazó y fue un animal. Jamás voy a desvalorizar el trabajo de mis compañeros y de la gente del equipo. Llegamos lejos con una organización que, por ahí, no era para clasificarse a las semifinales del Abierto. “Es un orgullo que se diga eso –agre-
ga Magoo–. Lo de La Irenita también me pareció increíble, porque se metieron en los cuartos de final y casi ganan. Es importante darle para adelante. Yo nunca había llegado a semifinales de Palermo, ni siquiera con un equipo más organizado. Fue una locura lo que pasó y hay que valorarlo”.
L A PA L A B RA S E R E S P E TA Antes de incorporar a Terrera, Cristian Laprida fijó la pauta: “Terre, si llegamos a andar derechos, vamos a seguir con Lerín para el año que viene. Porque habíamos armado el equipo con él, tuvo la mala suerte de que- >>>
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1 contra 1, cruce entre amigos: Terrera pelea ante Adolfo Cambiaso. La Dolfina aplastó a Cría, pero la imagen de Yatay en las semis del Abierto perdurará.
LA REVELACIÓN
La familia de Cría Yatay, feliz en Palermo. Abajo: Iñaki, Joaco, Magoo y Terre. Arriba, el segundo de la derecha: Nacho Figueras, dueño del club.
“La vara está alta y se nos exigirá un poco más. Igualmente, sabemos que somos un equipo chico. Eso no va a cambiar” (Cristian Laprida). brarse y se perdió esta temporada. Además, puso sus caballos y mucha onda”. El que fue el 1 de Yatay lo entendió y jamás reprochó nada. Al contrario: siempre tiró buena vibra. “Es una situación complicada porque los dos merecen estar. Como puede jugar uno solo, vamos a respetar lo que habíamos hablado”, sintetiza Magoo. Aunque para la próxima temporada alta falta una eternidad, Cría Yatay se ganó un derecho único: jugarla de manera íntegra. “Habrá que disfrutarla, más allá de los resultados. Nosotros vamos a poner todo, como lo hicimos en esta, y a tratar de mejorar. La vara está alta y >>>
se nos exigirá un poco más. Igualmente, sabemos que somos un equipo chico. Eso no va a cambiar”, concluye el mayor de los hermanos Laprida. Ahora, durante esta segunda quincena de diciembre, es tiempo de un balance positivo, de celebrar lo que se dio y de recargar energías para lo que vendrá. La organización de Yatay lo sabe; sus polistas, también. Los Laprida, Pittaluga y Lerín Zubiaurre afrontarán desafíos de mayor dificultad: disputar la Triple Corona 2017 de principio a fin e intentar mantenerse entre los seis mejores en el Campeonato Argentino, que es mucho, aunque no parezca ●
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