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CLAUDIA ANDUJAR Claudia Andujar y la lucha Yanomami

Por Mariano Barrientos, corresponsal en París

Desde hace ya cincuenta años, la fotógrafa Claudia Andujar, brasileña por adopción, se enamoró de los indios yanomami del Amazonas, quienes la aceptaron e incluyeron en sus cacerías colectivas, sus hogares y hasta en sus ritos ceremoniales. Sus imágenes se han convertido en un arma en la lucha para el reconocimiento de sus derechos. El Gran Otro se hizo presente en la Fundación Cartier de París para concienciar sobre conflictos actuales de la comunidad Yanomami, pero también para explorar ésta tribu desde lo más profundo.

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Cuando nació la idea, “Esta exposición debía ser un homenaje a una mujer extraordinaria, una fotoperiodista y una artista que también se convirtió en activista”, explica Thyago Nogueira, curador de la exposición. Pero el proyecto fue superado por la historia, cuando Jair Bolsonaro fue elegido presidente de Brasil en 2018, siendo en la actualidad, el aspecto político del trabajo de Claudia Andujar el que se pondera. Los Yanomami se encuentran actualmente amenazados por la deforestación y los garimpeiros (buscadores de oro).

Durante los primeros años, Andujar compartió la vida de los Yanomami en el bosque, relatando con sus fotografías hasta lo más íntimo. En el sótano de la fundación Cartier, nos deleitó una larga serie de magníficos retratos de niños, hombres y mujeres. Tomados con luz natural, en la oscuridad de sus casas y jugando con las sombras en sus rostros.

En el primer piso de la exposición, vimos como Andujar se alejó de la práctica documental, para un enfoque más artístico. La fotografía se utilizó para traducir toda la riqueza de la cultura de los yanomamis, o al menos lo que percibió de ella. Utilizó efectos para crear imágenes que no son un simple informe de la realidad, sino que integraron la dimensión espiritual y sobrenatural a la que se sintió cercana, para captar, tal vez, otra realidad. Su trabajo sobre reahu, ritos funerarios y ceremonias de alianza con otras comunidades, que pueden durar días, es fascinante. Con velocidades de obturación lentas, flashes, lámparas, imágenes superpuestas, la artista hizo sentir desde la intensidad de los bailes hasta los trances causados por la inhalación ritual de la yakohana, una planta alucinógena que permite entrar en comunicación con los espíritus, los xapiris.

Un video en la exposición mostró la condescendencia del presidente de Brasil por estos indios del Amazonas. ¿Puede el arte cambiar el mundo, a través de estas fotos tomadas en el bosque, con muy poca luz y técnicas precarias que dan aspecto de ensueño? Claudia Andujar da vuelta la pregunta con una sonrisa mordaz “¿Qué es el arte? Dímelo. No sé lo que significa ser artista. Quiero testificar, mostrar otras formas de vida, decir que existe. Salvar a los Yanomami, como si me estuviera salvando a mí”.

Las fotografías son gentileza de Mariano Barrientos.

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