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Desarrollo de la Sociología Médica
Laura Moratal Ibañez y Federico Pérgola 1
Resumen
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La sociología de la medicina o de salud comenzó a desarrollarse hace ya más de 100 años. Los sociólogos encontraron que el comportamiento llevado adelante por los profesionales de la salud y por la propia sociedad, en relación a las enfermedades, presentaba un campo de estudio amplio e interesante. Los médicos, a su vez, vieron que la inclusión de la sociología les permitía una mayor comprensión de los sucesos en la población y elaborar conductas de acción más efectivas. Straus, un reconocido sociólogo abocado a la salud, distinguió según el abordaje de estos estudios entre “sociología de la medicina” de la “sociología en la medicina” . Le correspondía a la primera opción el estudio del quehacer médico desde una mirada sociológica y, también, la estructura organizativa de sus instituciones o el comportamiento de la sociedad respecto a las enfermedades y la segunda, a la investigación de cuestiones relacionadas con la salud considerando conceptos de ambas disciplinas para su resolución. Los organismos internacionales como la OMS y la OPS, ya desde mediados del siglo pasado, empezaron a valorar los aportes de la sociología y otras ciencias sociales en la formación de los profesionales de la salud de Latinoamérica.
Summary
The sociology of medicine or health began to develop more than 100 years ago. Sociologists found that the behavior carried out by health professionals and by society itself, in relation to disease, had a wide and interesting field of study. Doctors, in turn, saw the inclusion of sociology allowed greater understanding of events in the population behaviors and develop more effective action. Straus, a renowned sociologist doomed to health, distinguished according to the approach of these studies between “sociology of medicine” of “sociology in medicine. Was up to the first choice to study the medical task from a sociological perspective and also the organizational structure of its institutions or societal behavior regarding the disease and the second to research health issues considering concepts of both disciplines for resolution. international agencies such as OMS and OPS, and since the middle of last century, they began to appreciate the contributions of sociology and other social sciences in the training of health professionals in Latin America.
El término “sociología” fue creado por Augusto Comte, en 1839, al unir dos palabras: socius (sociedad en latín) y logia (estudio profundo o serio, en griego). Es una ciencia social cuyo objeto de interés es la sociedad humana y más concretamente, las diversas colectividades, asociaciones, grupos e instituciones sociales que conforman los hombres. La sociología aparece como aquella rama del conocimiento interesada en la dimensión social de lo humano. Presenta dos miradas diferenciadas, por un lado la escuela europea eminentemente teórica, abstracta y globalizadora de los hechos sociales, se inclina más por definir la sociología como el estudio de la totalidad social, frente a la orientación de la visión norteamericana, dedicada más a la investigación empírica y a la descripción y corrección de problemas concretos y particulares de la vida social: pandillas juveniles, actitudes de los consumidores, votantes, etc. Mientras la primera corriente está más preocupada por el desenvolvimiento social e general a la segunda le interesan mucho los aspectos particulares y aislados de la sociedad.
A esta división de aplicaciones diferentes de dos geografías se le debe agregar una subdivisión filosófica que particulariza a las corrientes sociológicas como representativas del positivismo, del culturalismo o del marxismo. Las primeras corrientes hacen hincapié en los elementos externos, medibles, cuantificables de los hechos sociales; las segundas, consideran más relevantes los aspectos ideales, los valores de la sociedad para su interpretación y comprensión y, por último las terceras, dentro de una diversidad de subdivisiones en que se encuentran, conciben la realidad social como un todo, cambiante y contradictorio, en cuya transformación interviene en mayor o menor medida la voluntad del hombre, considerando además a la sociología desde una perspectiva de clase social.
La expresión Sociología Médica se encuentra por primera vez en la literatura, en un texto publicado en 1894, sobre la base de una disertación presentada por Charles Mc Intire (5 de junio de 1893) en la Academia de Medicina en Milwaukee (EEUU) cuyo título fue: “The importance of the study of medical sociology” 2 . Allí define a la Sociología como la ciencia que trata de los fenómenos sociales y las leyes y estructura de la sociedad humana. También hacía la pregunta retórica si podía existir una rama de la sociología que mereciera llamarse Sociología Médica, en base a si tenían alguna particularidad los fenómenos sobre los que actuaban los miembros de esta profesión que se distinguiera de aquellos relacionados con las personas ajenas a la misma. Luego de una reflexión llegaba a la conclusión de la existencia de muchos problemas sociales que solo podían ser abordados desde ambas mirada y por eso era necesario la reunión de esta dos disciplinas en la Sociología Médica.
Otro artículo importante de este autor fue “The Expanse of Sociologic Medicine”, publicado en el Journal of Sociological Medicine, revista que no era editada por una asociación de sociólogos, sino por la Academia Americana de Medicina. Esta revista, con su particular y específico título y además con su origen en
una institución médica, tuvo una corta existencia de solo cuatro años (1915-1919). Luego la Asociación Americana de Salud Pública organizó una sección de Sociología por un período de tiempo un poco más largo, desde 1909 a 1919, pero que también tuvo un final similar.
Elizabeth Blackwell, la primer mujer recibida de médica en EEUU, publicó, en 1902 el libro: Essays in Medical Sociology, donde abordaba temas sociales muy delicados para esa época, como aquellos relacionados con conductas sexuales y enfermedades médicas. James P Warbasse, reconocido cirujano, pero a su vez interesado en los temas sociales relacionados con la medicina, escribió en 1909 el libro Medical Sociology: A Series of Observations Touching Upon the Sociology of Health and the Relations of Medicine. También publicó dos artículos sobre este tema: “The Socialization of Medicine” (1914) y “Conserving Health versus Exploiting Disease” (1917) 3 .
Lawrence Henderson, fue un científico con una formación completa en todas las áreas de la medicina desde las ciencias básicas a la sociología. Así como sus más famosos trabajos se relacionan con la descripción de un sistema biológico y su equilibrio, también extendió esta idea a un sistema social. Escribió The phisician and patient as a Social System (1935). Había dictado un curso abierto con un título similar a los alumnos de primer año de medicina, llamado A phisician and a patient make up a social system. En 1941 publicó The study of man, donde contrasta los procedimientos de la medicina y de la sociología 4 .
A comienzos de siglo XX ya se encontraban dentro del área médica personas interesadas en una mirada social de la salud y de la práctica de la medicina. A estas acciones se le debe agregar posteriormente las ideas vertidas por Sigerist, con su propuesta sobre una historia social de las ciencias médicas, quien, en 1959, escribió el libro Historia y Sociología de la Medicina. También fue importante el aporte realizado por la Escuela de Chicago con sus estudios de los factores socio-culturales relacionados con la salud humana, que comenzaron en la década del 30 con los trabajos de Faris y Dunham y los estudios epidemiológicos y antropológicos realizados por la Universidad de Yale
3 Brown, T M, “James Peter Warbasse”; en: Am J Public Health, 1996; 86
(1), p 109-10.
4 Cannon, W B.
Biographical Memoir of Lawrence Joseph Hender
son.1878-1942. National Academy of Sciences of The United States of America, Biographical Memoirs. Vol XXIII Second Memoir. 1943. Disponible en: http://www.nasonline.org/publications/biographical-memoirs/ memoir-pdfs/henderson-lawrence.pdf
En muy pocos años se realizaron grandes avances en esta nueva disciplina en forma concomitante en Europa y en América por lo que sería difícil dividir geográficamente los esfuerzos en ambos continentes sobre esta temática. Desde la teoría sociológica general se hicieron aportes significativos al estudio de los problemas relacionados con la salud y la enfermedad de individuos, familias y comunidades. En este caso se encontraban los trabajos realizados por Carlos Marx (1844), Emile Durkheim (1897), Talcott Parsons (1951) y Erving Goffman (1961). Algunos señalan que no tan solo fue importante su influencia en el desarrollo de la sociología de la medicina, sino también al papel de varias universidades como Columbia, Chicago y Yale, y finalmente la contribución de fundaciones como la Rusell Sage, Milbank y la Commonwealth Fundation 5 .
Quizá el aporte central en la definición de este campo teórico lo constituyó el análisis que hizo Talcott Parsons, reconocido sociólogo norteamericano, sobre la relación entre el médico y el paciente, como si se tratara de una estructura social. El capítulo de su libro El sistema social (1951) dedicado a ese tema tuvo un gran impacto, tanto por su difusión y relevancia, como por ser una construcción teórica desde el campo de la sociología y no desde la perspectiva médica. Ciertamente este capítulo se funda en un estudio previo hecho por el médico Lawrence Joseph Henderson, citado anteriormente, a quien el propio Parsons reconoce al inicio del texto. Parsons ubica el tema dentro de la teoría de los roles y la desviación, tratando de mostrar cómo ser paciente o ser médico son roles sociales impuestos que tienen un conjunto de comportamientos que cumplen con las expectativas de la sociedad. El rol del enfermo libera al paciente de sus responsabilidades sociales y no lo culpabiliza de sus faltas o errores pero al mismo tiempo le impone un conjunto de obligaciones como: desear mejorar, buscar quien trate su enfermedad y seguir cuidadosamente las indicaciones dadas por ese profesional. La enfermedad le permite retirarse a una relación de dependencia, donde se utiliza la incapacidad como legitimidad de esta pretensión.
Por otra parte es la sociedad a través del médico, quien tienen la capacidad de darle una legitimidad a ese rol, pues no se trata de estar enfermo físicamente, sino de ser socialmente reconocido como tal, por una decisión del sistema médico. Este mismo hecho es interpretado por Parsons en su visión de la desviación en la sociedad: el rol paciente es un rol desviante y al igual que las otras desviaciones cumple una función social importante, pues refuerza los comportamientos prescitos de los no-desviantes de la sociedad 6 .
Este análisis de la relación médico-paciente publicada a inicios de los años cincuenta, cambió la situación del campo teórico de las ciencias sociales, la salud y la medicina y abrió un novedoso terreno para investigaciones en las universidades
5 Claus, L M y Nuyens, I, “La enseñanza de la Sociología de la Medicina en
y, de manera muy especial, en las carreras de sociología. A partir de ese momento no se trataba de un asunto tratado por médicos en las escuelas de medicina, sino que tenía legitimidad propia para la generación de cursos e investigaciones en los departamentos de ciencias sociales 7 .
Una primera aproximación de construcción del campo teórico estuvo muy marcada por el estudio de la profesión médica y sus distintas facetas, en tanto la construcción del rol de médico como de la manera por la cual los estudiantes de medicina se iban adaptando a las nuevas exigencias de su desempeño: por un lado con los vínculos sociales que debían establecer con los pacientes y sus familiares, como con el resto de personal médico y paramédicos; y por el otro, con sus propios sentimientos, es decir, con cierta “insensibilidad” que debían desarrollar para no sucumbir ante el sufrimiento ajeno.
Robert K Merton, junto a G Reader y P Kendall publicaron, en 1957, un estudio que trataba sobre los mecanismos de socialización de los estudiantes de medicina, en el cual se aplicaron todos los desarrollos que la teoría funcionalista que el propio Merton había desplegado. Esta tradición continuó con un estudio muy importante llevado a cabo por Howard Becker, junto a B Geer, E Hughes y A Strauss sobre el mismo tema, pero con una metodología completamente distinta. El resultado fue publicado, en 1961, en un libro Boys in White, el cual representó un importante avance por la fuerza de su descripción y porque echó las bases a desarrollos teóricos y metodológicos de gran relevancia.
También fue de interés estudiar cómo la formación profesional y la estructura del sistema de salud podía incidir en el adecuado tratamiento que debe proporcionar un médico. Se trabajó mucho sobre lo que se denomino la “teoría del etiquetado”, que se desarrolló a partir de los años 60 en EEUU para los delincuentes. Este tema se extendió luego a los enfermos y la atención que recibían cuando ya eran etiquetado como tal, cuestión que fue muy desarrollada desde la sociología de la desviación, la cual tenía un componente explicativo y uno predictivo del comportamiento de los individuos. Al etiquetar a un individuo su comportamiento tendía a reproducirse o, inclusive, aumentaba la conducta desviada que había dado origen a la etiqueta, pues, al fin y al cabo, si ya era considerado “malo o deficiente”, no tenía sentido cambiar y era lógico continuar siéndolo igual o más que antes.
Se realizaron muchos estudios, no ya sobre la relación del paciente con el médico, sino con toda la sociedad y la estigmatización que producían en cierta clase de pacientes, por ejemplo de enfermos con lepra y leishmaniasis muco-cutánea, enfermedades que pueden producir deformaciones y que, con independencia de la gravedad de la lesión, obligaba a los individuos a una muerte social mucho antes de la física, pues el estigma los inhabilitaba socialmente aunque pudieran continuar llevando una vida normal desde el punto de vista de su salud. Se pudo ver que, no era tan solo un deseo de la sociedad
7 Briceño-León, R, “Las ciencias sociales y la salud: un diverso y mutante
el que continuaran en un aislamiento protector, sino que el mismo paciente no quería dejar su reclusión en un sanatorio y enfrentarse a la vida social, perdiendo así los beneficios secundarios que le proporcionaba su condición de enfermo recluido.
El primer programa de doctorado de Sociología Médica, se inició en la Universidad de Yale, en 1954, después de tres años de negociaciones dirigidas por August B Hollingshead, quien siguió la tradición iniciada en 1930 por Leo Simmons, que ya había enseñado Sociología de la Salud en Yale y que, junto con Harold Wollf, escribió en 1954 el libro de texto: Social Science in Medicine.
Robert Straus, un reconocido sociólogo norteamericano, intentando definir esta disciplina dijo: “este campo está cambiando muy rápidamente, tanto que cualquier tentativa de describirlo corre el riesgo de una temprana obsolescencia”. Este reconoció a Bernard J Stern como su mayor influencia, para tomar la decisión de dedicarse a estudiar los factores asociados con el desarrollo de los servicios de salud pública en su tesis doctoral y en su elección de la sociología médica como una carrera. Fue el más importante impulsor de la fundación del Comité de Sociología Médica de la American Sociologycal Society, fundado en 1956.
Un año después, publicó su trabajo The Nature and Status of Medical Sociology donde propuso distinguir entre “sociología de la medicina” de la “sociología en la medicina 8 - 9 . Allí indicaba que se dedicaban a la primera opción aquellos que estudiaban el quehacer médico desde una mirada sociológica y también la estructura organizativa de sus instituciones o los sistemas de comportamientos, considerando su sistema de valores y rituales propios. Los que se dedicaban a la sociología en la medicina eran aquellos que enseñaban o investigaban en forma colaborativa con los profesionales de la salud, permitiendo la integración de conceptos sociales involucrados en la medicina.
En 1959, Robert Straus creó el primer Departamento de Ciencias del Comportamiento en la Universidad de Kentucky y, en 1970, ayudó a fundar la Association for the Behavioral Sciences and Medical Education. Para Straus, las ciencias del comportamiento (behavioral sciences) reflejaban la intersección de la sociología, la antropología y la psicología médica y por lo tanto representaba una disciplina que relacionaba a las ciencias sociales de una manera única y trascendente. Este campo de estudio se estableció rápidamente, y entre 1960 y 1970, se desarrollaron en un número importante de Escuelas de Medicina. Cuando los departamentos y programas de ciencias de la conducta comenzaron a crecer en número y tamaño, se terminaron aliando los profesionales de la psiquiatría y de la medicina comunitaria para montar una contraofensiva contra los sociólogos y poder restablecer el control sobre los domi
8 de Miguel, J M, “Sociología de la medicina versus sociología en la medici
na”; en: Revista española de la opinión pública, 1974, 38, p 45-54.
9 Duarte Nunes, E, “Straus: the two medical sociologies”; en: Rev. Saúde
nios de los conocimientos médicos que una vez había sido de su competencia exclusiva. En la actualidad, quedan pocos departamentos de Ciencias del Comportamiento en EEUU.
Dentro del ámbito de la medicina el desarrollo de estos abordajes fue más tardío, aunque tempranamente hubo profesores que hablaron de la importancia de enseñar este tema en la formación profesional. En 1911, Charles Russell Bardeen, primer decano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin, publicó un extenso artículo en la revista Science, titulado “Medicine and Sociology”, donde hizo una detallada explicaron de la necesidad de estos conocimientos para entender la relación de los problemas sociales y su incidencia en las enfermedades. Declamaba inclusive, que estos aspectos sociales influyentes en la salud, no comenzaban su acción desde el nacimiento, sino antes, desde la concepción, por eso un individuo joven y con vida sana podría tener los efectos del alcoholismo o los vicios de sus padres. Hablaba también de la diferencia del pronóstico entre un niño que nacía en un hospital limpio o en las manos de un comadrona sucia, insistiendo que muchos de los casos de ceguera de los asilos se debían al haber tenido un buen cuidado de los ojos del niño recién nacido. Insistía con múltiples ejemplos sobre la importancia de tener esta visión de la salud y de enseñar estos conocimientos al profesional médico 10 .
A pesar de la defensa temprana de estos conocimientos, ya avanzado el siglo XX esta materia seguía sin formar parte fácilmente de los currículos de la carrera de medicina, solo a veces se ofrecía como materia opcional, dependiendo mayormente su dictado de la facultad de sociología o de docentes sociólogos. Esta situación persiste en la actualidad en muchos países.
Se puede decir que la Sociología de la Medicina es un caso típico de profesionalización acelerada de una disciplina con un cuerpo teórico limitado. El enfoque de las ciencias sociales en el campo de la sanidad fue aceptado apresuradamente cuando planificadores y gobernantes se dieron cuenta de que, a pesar de los importantes descubrimientos médicos de este siglo en el campo diagnóstico y terapéutico, la reducción de la mortalidad se debía fundamentalmente al desarrollo de la higiene pública, educación de la población, urbanización y desarrollo económico. Algunos inclusive postulan que en el último siglo las ciencias sociales han contribuido a salvar más vidas que las ciencias médicas.
Otra explicación de la aparición de especialistas en este área, tanto sociólogos, como médicos, fue la transformación social operada en muchas sociedades al principio de la década de 1940. Muchos psiquiatras tuvieron que enfrentarse con variables de tipo social ocasionadas durante los procesos de rehabilitación de los soldados que volvieron de la guerra.
Las ciencias sociales también se ocuparon de los hospitales y del sistema de salud, y las perspectivas fueron muy diversas. A veces desde críticas muy frontales, como las que desarrolló Foucault en su libro sobre El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica (1973) cuando dice “El conocimiento de las enfermedades es la brújula del médico; el éxito de la curación depende de un exacto conocimiento de la enfermedad;
la mirada del médico no se dirige inicialmente a ese cuerpo concreto, a ese conjunto visible, a esta plenitud positiva que está frente a él, el enfermo” 11 o como lo hizo Iván Illich en su libro Némesis médica. La expropiación de la salud (1975), donde postulaba que la “medicina institucionalizada” se estaba convirtiendo en una grave amenaza para la salud, lo mismo que la “colonización médica” como él la llamaba, ambas sustentadas por un proceso político que apoyaba una “medicalización de la vida” 12 .
Por esta incesante ampliación de temas, algunos autores consideraron que el término de Sociología Médica quedaba un poco estrecho y era más lógico denominar al campo disciplinar como: Sociología de la Salud o Sanitaria o de la Sanidad, etc., ya que no involucraba solo el estudio de la intervención médica en esta problemática, sino también el papel de la sociedad y su relación con la enfermedad.
Se han presentado diferentes temas que se fueron abordando desde la Sociología de la Salud que demuestran que, sin duda, esta disciplina ha demostrado su validez en el estudio de los procesos vinculados a la salud y la enfermedad, al llevar un conjunto de conceptos de su teoría general a este campo. Muestra como la sociología médica fue creciendo y ampliando su campo de estudio dentro de la salud, con aportes que se fueron adquiriendo desde ambas vertientes: la médica y la sociológica.
Dentro de esa última área, ya en 1960, la Sociología de la Medicina fue aceptada como una sección de la American Sociological Association (ASA), la que actualmente confiere varios premios a este campo disciplinar: el Leo G Reeder Award, que se otorga en forma anual por una contribución distinguida en este campo disciplinar y el Eliot Freidson Outstanding Publication Award que se concede en años alternativos a un libro o a un artículo publicado sobre el tema. El Louise Johnson Scholar, que es una beca que se recibe en base a los méritos académicos y la calidad de los trabajos relacionados con la sociología médica. El Simmons AwardNominations, en honor a Roberta Simmons en base a la elección de un artículo que no haya sido publicado previamente y por último, el Howard B Kaplan Memorial Award para aquel estudiante que haya realizado un trabajo relacionado con las áreas de trabajo que distinguieron la carrera del doctor Kaplan 13 .
Estos premios llevan el nombre de sociólogos pioneros en esta temática. Leo G Reeder, fue a su vez profesor de Salud Pública y de Sociología en dos facultades diferentes de la Universidad de California, donde trabajó hasta su fallecimiento
11 Focault, M. El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada
médica. Bs As, Siglo XXI editores, 2001, p 24.
12 Illich, I. Némesis médica. La expropiación de la salud. Barcelona, Barral
en 1978. En la Escuela de Salud Pública jugó un papel decisivo en el inicio de la unidad didáctica de
Ciencias del Comportamiento. En el Departamento de Sociología demostró su interés por la Sociología de la Salud, lo cual quedó reflejado por sus cursos y por la dirección de tesis doctorales sobre el tema. Fue miembro fundador de la sección de Sociología Médica de la Asociación Americana de Sociología y presidente electo. Coautor junto con Howard Freeman y Sol Levine del Handbook of medical sociology publicado en 1963.
Otro premio de la ASA se estableció en honor a Elliot Freidson, otro pionero en la temática. Sus críticos y admiradores en el campo médico y sociológico reconocen la valía de su trabajo. En los comienzos de vida laboral trabajó en lo que ofrecieron, hasta que en 1955 se encontró sin empleo y dada la situación aceptó una invitación para unirse a un equipo interdisciplinario de investigadores externos a la Fundación Russell Sage, para participar en lo que se llamó la “residencia de las ciencias sociales” en el Hospital Montefiore en Nueva York. Esta experiencia cambió su trayectoria profesional dramáticamente. Había encontrado un interesante objeto de estudio, la medicina, profesión alrededor de la cual empezó a hacer cada vez análisis más profundos. El director del Montefiore Martin Cherkasky era muy progresista. En ese momento la medicina americana era predominantemente tradicional conservadora y anti-sociológica, pero él le permitió a Freidson a pesar de las oposiciones, desarrollar sus investigaciones con total libertad con un fuerte apoyo institucional 14 .
Esta experiencia influyó poder obtener el puesto de profesor asistente de sociología en la Universidad de Nueva York, donde trabajó desde 1956 hasta 1961. En esta institución, continuó la investigación y la publicación del emergente campo de la sociología de la medicina y de las profesiones. En su primer libro publicado en 1961 Patients’ views of medical practice, acerca de los estudios realizados en el hospital de Montefiore, le agradece a la directora y el jefe de la División de Medicina Social el haberle proporcionado un contexto inusualmente libre y estimulante en el que hacer la investigación, pensar y escribir. Dos años más tarde, en base a las mismas experiencias publicó The hospital in modern society. Aunque su trabajo en Montefiore duró sólo un año, dejó marcas permanentes en su carrera.
La publicación de estos libros llevó a que rápidamente fuera reconocido como un erudito en la Sociología de la Medicina. Los signos de este reconocimiento se hicieron cada vez más visibles durante la década de 1960, cuando fue invitado
14 Pereira Neto, A, “Eliot Freidson: progression and constraints in the
biography of an intellectual”; en: Hist cien saude-Manguinhos [en línea], 2009, 16 (4), p 941-60, [consultado 9 mayo de 2014]. Disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104- 59702009000400006&lng=en.
a coordinar una encuesta nacional de amplio alcance sobre los médicos, en virtud del régimen de pago anticipado de los Institutos Nacionales de Salud. También estaba empezando a ser valorado por sus pares siendo elegido presidente de la Sección Sociología de Medicina de la Asociación Americana de Sociología, en 1963, y vicepresidente del Subcomité de Investigaciones sobre la Sociología de la Medicina de la Asociación Internacional de Sociología, en 1964. Se convirtió en profesor asociado en la Universidad de Nueva York (1964) y publicó su obras más importantes en 1970: Profession of Medicine: A Study of the Sociology of Applied Knowledge 15 . Ocupó algunos de los cargos más prestigiosos en las instituciones académicas y gubernamentales en EEUU y en el extranjero. En 1972 fue admitido en el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias.
Como puede verse la Asociación Sociológica Americana, con los premios que otorga, recuerda los esfuerzos de los iniciadores en el campo académico. Pronto el número de interesados en el área fue aumentando y en 1966 se funda el Journal of Health and Social Behaviour (JHSB) como una de las revistas oficiales de la ASA. Hacia 1972 había en los Estados Unidos 47 universidades que enseñaban Sociología de la Medicina a nivel de estudiantes graduados. En muchas sociedades de sociología del mundo, sobre todo en los países anglosajones, la sección de Sociología Médica es una de la que tienen el mayor número de miembros 16 .
En octubre de 1969 los participantes del seminario de la OMS, que versaba sobre el tema de Las ciencias sociales en la educación médica, señalaron que hasta muy recientemente los sociólogos, que habían estudiado los sistemas de conducta, la política, la economía, ignoraban casi totalmente el sistema sanitario y médico, ya que las ciencias sociales reflejaban la tendencia global de la sociedad a dejar a la medicina aparte, una actitud tradicional de las sociedades humanas que estaba asociada con el status médico. Pero ya en esos años comenzó una creciente incorporación de los científicos sociales al campo de la sanidad.
La sección de Sociología Médica de la American Sociological Association (ASA) que se fundó tempranamente en 1960 y ha tenido un gran desarrollo. La European Society for Health and Medical Sociology (ESHMS) fue fundada recién a principios de 1980. Dos fueron los miembros fundadores más importantes: Magdalena Sokolowska, profesora de medicina de Varsovia y Raymond Illsley, el ex director de la Unidad de Investigación de Sociología Médica de Escocia. Ambos tenían estrechos vínculos con la Oficina Europea de la OMS, en un momento en que el programa “Salud para todos 2000” abrió la puerta para el asesoramiento sociológico.
Jesús de Miguel, reconocido sociólogo español, en su artículo “Fundamentos de la Sociología Médica” expresa: “a pesar de la corta historia de la Sociología de
15 Valle Flores, Á, “Profesión, ocupación y trabajo: Eliot Freidson y la con
la Medicina se pueden distinguir diversas generaciones de profesionales. Los primeros que se interesaron por la sociología de la medicina o de la sanidad fueron los sociólogos, quienes utilizaban inclusive los datos de las instituciones médicas para demostrar teorías sociológicas. Los casos mis conocidos son los de Hollingshead, Faris, Parsons, Becker, Merton …. Esta primera generación se vio dividida pronto en dos grupos: aquellos que se integraron en equipos pluridisciplinares conservando su status de sociólogo y aquellos que se vieron cooptados por instituciones médicas. Estos últimos fueron los que crearon y desarrollaron la sociología en la medicina. A partir de ese momento surgieron dos nuevos grupos profesionales: médicos psiquiatras interesados en sociología de la medicina; y médicos o sociólogos en equipos de “consulting” de sociología de/en la medicina”.
Desarr oll o en Latin oam érica
Los países latinoamericanos, se limitaron durante largas décadas a reproducir los temas y los modelos de investigación tomados de los europeos y más tarde los norteamericanos, aunque muchas veces estos no correspondían a problemas relevantes en estas sociedades. Poco a poco se fueron diferenciando y realizando una producción propia desde dos corrientes de pensamiento; una, más politizada y macrosocial y otra, alejada de la política y dedicada a los estudios microsociales y acciones comunitarias desde las oficinas de gobierno o las empresas.
Brasil inició en la Universidad de San Pablo sus actividades de investigación social por la década de 1930, pionera en el campo en la región 17 , si bien México tuvo amplios antecedentes en el desarrollo de la Medicina Social, no sucedió igual con la Sociología de la Salud, que recién fue impulsada desde el Instituto Nacional de Salud Pública a partir de su fundación en 1987. Uno de los pioneros en realizar un estudio sociológico de la profesión médica en México fue Julio Frenk, quien realizó un trabajo muy interesante, donde expuso la relación entre el origen social de los médicos, la universidad que elegían para estudiar, la especialidad que posteriormente desarrollaban y el tipo de institución que luego los contrataba.
Al fundarse el Instituto de Salud Pública, Frenk estimuló la realización de trabajos desde un enfoque sociológico, diferente a los impulsados por Asa Cristina Laurell o Eduardo Menéndez quienes desde las áreas de la Medicina Social y la Antropología Médica tenían una perspectiva más crítica. Se generaron debates altamente politizados durante los años de 1980 entre estos dos grupos, los cuales continuaron sobre todo cuando México tomo las propuestas de Invertir en Salud del Banco Mundial y comenzó a defender la idea de reformar y privatizar los servicios o al menos a generar la intervención de capitales privados. Por supuesto, desde la medicina social, esta idea no era aceptada ya que consideraban que los únicos beneficiarios
iban a ser estos grandes capitales privados. Los sociólogos de la salud en cambio se abocaron a estudiar cómo podía resultar adecuado ese pasaje, sin menoscabar los ideales de igualdad y equidad 18 - 19 .
Si bien muchos trabajos expresaron una crítica al poder médico o a los saberes dominantes dedicados al estudio de la medicina tradicional, otros lo hicieron en forma más constructiva trabajando para darle más poder a la gente, valorizando sus propios saberes y conocimientos. En los noventa aparecen otros temas de investigación con aportes desde el orden teórico, tales como estilos y calidad de vida, salud reproductiva, estudio en base a perspectiva de género, violencia, etc.
En la Argentina, es necesario recordar los trabajos de Gino Germani, quien creó en 1957 la Carrera de Sociología en la Universidad de Buenos Aires 20 . Germani se proponía además dar a las ciencias sociales un carácter sociopsicológico, donde la convergencia entre la sociología y la psicología formaba parte de un proyecto político cultural que buscaba conectar el desarrollo de las ciencias sociales con un programa de intervención práctica sobre el mundo social. En el área de la salud se trataba por una parte de comprender los cambios que se generaban con el proceso de urbanización y modernización que se daban conjuntamente y poder intervenir en los comportamientos, los hábitos y las normas sociales, a fin de adecuar las poblaciones rurales a esa nueva realidad urbana. Esa fue una de las tareas a la cual se dedicaron los pocos sociólogos que trabajaban en los ministerios de salud de la región.
La revolución cubana cambió este panorama y politizó la sociología, no se trataba de modernizar, sino de transformar radicalmente la sociedad y la labor del sociólogo debía ser el compromiso y la acción. Por eso Camilo Torres, sacerdote y sociólogo, decide irse a la guerrilla y el investigador y sociólogo Orlando Fals Borda propone la tesis de la investigaciónacción. En el área de la sociología de la salud, este movimiento tiene un desarrollo importante gracias a la obra del médico argentino Juan César García 21 , que se había formado en sociología en Chile y tenía un cargo importante en la OPS y una gran influencia en los organismos internacionales, desde donde respaldó intensamente la inclusión de las ciencias sociales en la formación de los profesionales de la salud de Latinoamérica 22 .
18 Castro, R, “Criterios para la enseñanza de sociología médica en el ámbito
de la salud pública”; en: Salud Pública de México, 1992, 34 (6), p 670-7.
19 Castro, R, “Sociología de la salud en México”; en: Política y Sociedad,
2011, 48 (2), p 295-312.
20 Damiano, F, “Enseñando a investigar: Gino Germani y la sociología cientí
fica”; en: Trab soc [en línea] diciembre de 2009, nº 13 [consultado 9 de agos
to de 2014]. Disponible en http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S1514-68712009000200008&lng=es&nrm=iso
21 Duarte Nunes, E, “Las contribuciones de Juan César García a las Ciencias
Sociales en Salud; en: IIª Jornadas de Atención Primaria de la Salud. Bs As, 30
de abril al 7 de mayo de 1988 [consultado el 1 de octubre de 2014]. Disponible
En la Argentina, esta disciplina se ha extendido más por el trabajo de los sociólogos dedicados al área de la salud que por la inclusión de los médicos a estos estudios. En la carrera de Sociología que dicta la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, el estudiante puede optar por diferentes orientaciones entre ellas la de Sociología de la Salud. Es además una materia regular en muchas carreras de sociología del país.
Dentro del área médica poco a poco están surgiendo algunas propuestas interesantes. En la formación de grado es una materia de segundo año de la Carrera de Medicina en la Universidad del Salvador y en otras facultades se dictan algunos temas sociológicos dentro de disciplinas relacionada con las ciencias sociales.
En la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires cuando se resuelve que la estructura quedaría conformada por departamentos, se propone (mediante el expediente 507589/84 del Consejo Directivo de la Facultad), el de Sociología Médica donde quedaban incluidas las materias Historia de la Medicina y Medicina Legal. Esta era solo una propuesta que podría modificarse. Posteriormente en 1991 (por el expediente nº 307232/91) se reorganizan los anteriores y se decide que Medicina Legal junto con Toxicología y Deontología Médica conformarían un departamento aparte y se crea el Departamento de Humanidades Médicas, donde, a partir de ese momento, quedarían integrada las disciplinas humanísticas y sociales. En él dicta, a partir de 2008, la materia Socio-antropología Médica.
Es muy alentador ver que están surgiendo propuestas de trabajo conjuntas entre estas disciplinas. La Universidad Nacional de Santiago del Estero ha creado la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud, donde se dictan las carreras relacionadas con todas estas áreas y realizan muchas practicas integradoras 23 .
Por otro lado hace ya varios años se ofrece en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires la Residencia Interdisciplinaria de Educación para la Salud, a la que pueden acceder graduados de las siguientes disciplinas: medicina, odontología, licenciaturas en enfermería, sociología, antropología, trabajo social, psicología, psicopedagogía, educación y comunicación. La formación está orientada al desarrollo de las acciones en salud con eje en la prevención de las enfermedades, promoción y educación para la salud en el marco de la Salud PúblicaColectiva y la estrategia de la APS. Esta residencia publica su propia revista llamada Población y Salud 24 .
Estos son avances importantes en el reconocimiento de la necesidad del trabajo conjunto entre los profesionales de la salud y aquellos graduados de las ciencias sociales que seguramente llevarán a estrategias más efectivas en beneficio de la población.
23 Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud.Universidad
Nacional de Santiago del Estero. Pagina Web [consultado el 9 de octubre
de 2014]. Disponible en: http://fhu.unse.edu.ar/index.html
24 Residencia en Educación para la salud. Revista Salud y población. Página