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Innatos digitales Nuevos estudiantes universitarios
Innatos d g tal s nuevos estudiantes universitarios
Dra. Laura Pérgola
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El avance de la tecnología ha generado cambios que no solo se manifiestan en las interacciones sociales, sino también en la adquisición de nuevas habilidades comunicativas.
Algunos autores han denominado a las nuevas generaciones, en permanente contacto con lo digital, como generación D (Prensky, 2014). Para Piscitelli (2008), la migración digital “tiene como protagonistas a dos tipos totalmente diferentes de sujetos, por un lado, ‘hablantes nativos’ del lenguaje digital de los ordenadores, los videojuegos e Internet” y, por el otro, “aquellos de nosotros que no nacimos en el mundo digital, pero que, en algún momento más avanzado de nuestras vidas quedamos fascinados y adoptamos muchos o la mayoría de los aspectos de la nueva tecnología somos, y siempre lo seremos en comparación con ellos, inmigrantes digitales”.
Sin embargo, el avance de la tecnología ha sido tal que Effrón y Pérgola (2013) consideran que los profesores se enfrentan en sus aulas no con “nativos digitales”, sino con “innatos digitales”, ya que toman en cuenta lo que señala Chomsky acerca de que la lengua es innata por la velocidad con la que es adquirida. Por lo tanto, los estudiantes que habitan las universidades son “innatos digitales”, ya que han adquirido el lenguaje digital a tal velocidad que la educación tradicional no logra adaptarse a los cambios producidos. El problema reside en que no solo no se pueden detener los cambios, sino en que es imposible adaptarse rápidamente a ellos. Los docentes universitarios deberán acelerar su proceso de adaptación para integrar los conocimientos que adquieren sus alumnos, por la inmediatez de Internet, y para aprovechar las imágenes virtuales y reales que circulan en la red. Según Mariana Maggio, “enseñar aprovechando estas enormes oportunidades implica pensar, especialmente, en su sentido didáctico, de modo tal de acercarnos a la creación de propuestas originales clase a clase, a la enseñanza de abordajes teóricos actuales, a planteos que permitan pensar al modo de la disciplina, a mirar en perspectiva y conmover a nuestros alumnos, a la vez que dejar huellas perdurables”.
Seguramente, en un plazo no muy lejano, las universidades públicas deberán incorporar en sus aulas pantallas inteligentes que les permitirá incorporar nuevas herramientas a la enseñanza. En el caso de Medicina, por ejemplo, ver en tiempo real una cirugía o un parto complementará toda la descripción teórica que un docente puede exponer. En una clase de Derecho, ayudará a tener en pantalla un fallo para facilitar la comprensión de una explicación.
Como bien señala, Piscitelli, “si Heinz von Foerster tiene razón cuando insiste en que el pecado de toda epistemología es que ‘no vemos que no vemos’, en el caso escolar la cosa se agrava infinitamente, y el principal problema es no ver que los estudiantes de hoy (los milenaristas) han cambiado de forma radical y no son los sujetos para los cuales el sistema educativo fue diseñado durante siglos y que querría tenerlos como población nativa”.
El problema reside en que los inmigrantes digitales no manejan la lengua digital como lo hacen los innatos digitales y el tiempo aún no les ha permitido lograr ser “bilingües digitales”, no han podido aprender este nuevo lenguaje durante su infancia. Para Prensky, “los inmigrantes digitales que se dedican a la enseñanza están empleando una ‘lengua obsoleta’ (la propia de la edad predigital) para instruir a una generación que controla perfectamente dicha ‘lengua’”.
Estas diferencias que apreciamos en la actualidad entre los docentes, poseedores de un saber aunque no el digital, y de los estudiantes, innatos digitales, no debe ser un impedimento para la enseñanza. Hay que asumir que las tecnologías han provocado un profundo cambio social al que habrá que adaptarse. En reconocidas universidades de Bogotá (Colombia), los profesores decidieron renunciar a sus cátedras porque no se sentían capaces de estar al frente de un alumnado diferente al de otros tiempos. Tal es el caso del profesor Camilo Jiménez de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Javeriana quien renunció a su cátedra porque “los nativos digitales no tienen capacidad de reflexión” y le resultaba imposible “empatar intelectualmente con ellos dada su facilidad para atender de forma simultánea bloc, celular, tableta, clase y novia”. Este profesor consideraba que no podía interactuar con alumnos que no se concentran, no reflexionan ni deducen como sucedía en otras épocas.
Posiblemente, este docente haya crecido con otra concepción del estudio y de la adquisición del conocimiento. Para las generaciones de inmigrantes digitales suele ser impensada una educación sin biblioteca, sin libros impresos en papel. Por lo tanto, ante la impotencia de no lograr captar la atención de los estudiantes en clase, deciden abandonar las aulas. No es esa la mejor decisión.
Hymes (1971) acuñó el concepto de competencia comunicativa para nombrar el conjunto de conocimientos y habilidades de una persona que abarca no solo el conocimiento de la gramática, sino también los usos de una lengua. Todo hablante normal adquiere una competencia que le permite, entre otras cosas, saber cuándo hablar y cuándo no, de qué hablar, con quién, de qué forma. A estas competencias, Effrón y Pérgola consideran que hay que incluir la competencia digital que alude a la habilidad para organizar, estructurar y seleccionar los saberes acordes con cada especialidad. Esta nueva competencia necesita que los docentes acompañen y orienten a los estudiantes en su proceso de adquisición de los conocimientos y de su posterior profesionalización.
Edith Litwin (2008) resumió el vínculo entre los docentes y los estudiantes al sostener: “Desde las perspectivas comunicacionales, las nuevas tecnologías ofrecen que nos ayudemos unos y otros en esos recorridos, promueven el reconocimiento de las ópticas diferentes, las dificultades o las soluciones a las que otros arriban (…) Necesitamos desde las aulas enseñar a caminar con el otro, distinto a nosotros, ponernos en su lugar, aprender a apurar el paso y a detenernos”.
Es importante reflexionar acerca de la necesidad del docente de interactuar con el innato digital. Para ello, se deberá utilizar formatos que les resulten amigables a los estudiantes. Será necesario asumir que los innatos digitales tienen una forma asociativa de aprendizaje y que no logran aprender con modelos tradicionales.
El docente, inmigrante o analfabeto, en muchos casos, digital, deberá acercarse al innato digital usando los “mediadores tecnológicos intergeneracionales” (Piscitelli, 2009) o las “interfaces o formatos amigables” (Rosler, 2014) para mejorar el proceso de aprendizaje y no tener que abandonar las aulas.
Bibliografía
• Ávila, Fernando, “Los nativos digitales”, en Ámbito Jurídico, 2012 [en línea] http://www.ambitojuridico.com/ BancoConocimiento/N/noti-120119-27_los_nativos_digitales/noti-120119-27_los_nativos_digitales.asp [Consultado 28 de junio de 2015]. • E rón, Dalila y Laura Pérgola, “Hacia la profesionalización de competencias digitales”, Ponencia presentada en el I Congreso en Docencia Universitaria, UBA, Buenos Aires, 17 y 18 de octubre de 2013. • Hymes, D. H., “Acerca de la competencia comunicativa”, en Llobera et al., Competencia comunicativa. Documentos básicos en la enseñanza de lenguas extranjeras, Madrid, Edelsa, 1995. • Las ra, Belén y Emilio Muñoz (coord.), Culturas científicas e innovadoras. Progreso social, Buenos Aires, Eudeba, 2014. • Litwin, Edit , “De caminos, puentes y atajos. El lugar de la tecnología en la enseñanza”, Conferencia inaugural Segundo Congreso Iberoamericano EducaRed. https://iredany.files. wordpress.com/2008/10/edith-litwin.pdf [en línea] [Consultado 28 de junio de 2015]. • Maggio, Mariana, Enriquecer la enseñanza. Los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad, Buenos Aires, Paidós, 2012. • Piscitelli, Alejandro, “Docentes de nativos digitales”, en Colombia Aprende, 2008 [en línea] http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-228187.html [Consultado 28 de junio de 2015]. • Piscitelli, Alejandro, Nativos digitales, Buenos Aires, Santillana, 2009. • Prensky, Mark, “Nativos digitales, inmigrantes digitales”, 1º ed., MCB University, 2001 [en línea] http://www.marcprensky.com/writing/Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20DIGITALES%20(SEK).pdf [Consultado 28 de junio de 2015]. • Rosler, Roberto, “Principios neurocognitivos para la enseñanza de nativos digitales”, Asociación Educar, 2011 [en línea] https://www.youtube.com/watch?v=WPRKd0uRsQ4 [Consultado 28 de junio de 2015]. • “Tecnología + Salud = Sistema de Información”, en [I]Salud, Volumen 9, Nº 45, Buenos Aires, Publicación de la Universidad ISalud, 2014.