7 de OCTUBRE de 2018 FOTOARTE: DANIEL RAZO Y PAUL D. PERDOMO
DE REBELDÍA
Los Juegos
Habían pasado escasos 10 días desde la masacre en Tlatelolco, cuando México debió lavarse la cara e inaugurar la XIX edición de los Juegos Olímpicos. El país se revolvía entre la indignación y la emoción del evento deportivo mundial
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50 ANOS
OCTUBRE DE 1968
El CNH informa que ha conversado con las autoridades para preparar el diálogo público; sin embargo, antepone tres condiciones: libertad a los presos políticos, desocupación del Casco de Santo Tomás por los militares y cese de la represión. Hasta ese momento continúan las consignaciones.
DE REBELDIA
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Desde siempre el Movimiento Estudiantil contempló que si nos extendíamos hasta los Olímpicos, se suspendería toda actividad durante los Juegos para evitar una represión, pero aún así la hubo antes”
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RICARDO MÁRQUEZ DOCENTE Y EXESTUDIANTE DE LA UNAM
POR KATYA LÓPEZ KATYA.LOPEZ @HERALDODEMEXICO.COM.MX
II DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
Aún no sanaban las heridas cuando comenzó la fiesta deportiva. Los Juegos Olímpicos de México 1968, la justa de la paz, pulsaba entre los dolores de la masacre estudiantil. Los jóvenes vivieron la transición de la violencia represiva a la alegría olímpica, en pleno luto. “En la fotografía más vívida que está en mi mente de ese 2 de octubre, están sobre uno de los edificios los soldados parados, hincados y pecho tierra, tirando hacia la plaza. Entonces dije '¿qué es esto?'. Estaba fuera de toda la lógica del Movimiento y la plancha tapizada de cuerpos ¡tapizada! Luego de vivir ese shock quería uno olvidar tanto dolor”, dice con la voz entrecortada Ricardo Márquez, quien entonces era estudiante en la UNAM.
DE LAS LÁGRIMAS A LA EUFORIA En sólo 10 días, la juventud mexicana vivió el dolor de las pérdidas y el inicio de la fiesta olímpica
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iSe inauguran los Juegos Olímpicos. Los miembros del CNH que permanecían en el Campo Militar son trasladados a Lecumberri, acusados de delitos contra el Estado. “A falta de pruebas, entregaron actas de matrimonio de los convivios como evidencia de nuestros actos”, recuerda Félix Hernández.
El Ejército desocupa el Casco de Santo Tomás. Hay asambleas en las escuelas y se acuerda continuar con el Movimiento hasta la solución del pliego petitorio. Las brigadas distribuyen volantes en los que invitan al mitin que se celebraría el 31 del mes en curso en Ciudad Universitaria.
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VACÍO. Después del conflicto en la Plaza de las Tres Culturas, quedaron huellas.
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REFUGIO. Los jóvenes voltearon hacia los Juegos Olímpicos tras la represión.
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PAUSA. Con los Juegos, regresó la calma a las calles del centro de la Ciudad de México.
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CONCENTRADOS. Los deportistas mexicanos estaban metidos de lleno en su preparación.
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“Pasé del trauma de ese día a ver qué haría en los Olímpicos. Me tocó trabajar en el basquetbol y después me iba a ver las competencias de atletismo al estadio. En pocos días se tornó de la dolorosa experiencia a la fiesta”, comparte, afligido, el hoy docente en la Máxima Casa de Estudios, quien recuerda por qué el Ejército dejó las instalaciones unviersitarias. “El Ejército ocupó la UNAM desde el 18 y hasta el 30 de septiembre, y no se fueron por gusto, sino porque era totalmente necesario: la UNAM era sede olímpica, aquí entrenarían en la alberca y en el frontón todas las delegaciones y todo estaba saqueado, había que arreglarlo todo; se fueron por esa necesidad de los Juegos, porque del Instituto Politécnico (Nacional) no salieron en ese entonces”, agrega el también arquitecto de profesión. Cada uno vivió sus pérdidas entre dolor y festejo, con la frus-
la Santa Sede Participo El Vaticano envió un mensaje de unidad y paz; sin embargo por la separación Iglesia-Estado, no se transmitió dicha misiva. Además, la Santa Sede mandó dos mosaicos que se encuentran en la Catedral de la CDMX.
tración de recibir una educación pública que los involucró en los procesos sociales y les enseñó a pensar y valorar la justicia, la igualdad y la libertad, pero gobernados por un Estado intolerante que buscaba destruir los conocimientos que la juventud recién adquiría y deseaba aplicar en una nueva era del México contemporáneo. Otro lado de la juventud eran los atletas mexicanos que estaban por competir en los Juegos Olímpicos, como María Elena Ramírez, que entonces tenía 16 años y los últimos dos los pasó dedicada a la gimnasia. Para su preparación final se concentró en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) y, como muchos deportistas, vivía alejada de la realidad social que atravesaba la nación, dedicada de lleno en su prueba. Días antes de iniciar la justa, tuvo permiso de visitar a su familia, que vivía en Tlatelolco. Entonces lo supo todo.
Con Efecto retardado Después del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz continuaron las persecuciones y el encarcelamiento de líderes, en quienes sembraron crímenes, a otros los secuestraron y a muchos más los desaparecieron.
“El 4 de octubre nos permitieron ir a casa para despedirnos de nuestra familia. Para mí fue tremendo ver lo que pasaba: todo estaba acordonado, con Ejército, nadie entraba ni salía y yo debía regresar ese mismo día al CDOM, pero justo cuando iba de vuelta, mi mamá y yo vimos que había problemas en la plaza ¡la gente venía despavorida, corriendo pidiendo ayuda, queriendo salir! Personas que venían en sus autos se pararon a ayudar. “Yo estaba muy nerviosa y mi mamá me llevó a un coche que me sacó de ahí. Yo no quería dejarlos, estaba muy preocupada, pero mi familia me dio la confianza de irme a seguir mi sueño y los que creemos en algo más nos ponemos en manos más poderosas”, recuerda con nostalgia. La justa fue como una tregua olímpica entre el Estado y los estudiantes, pero al término de los Juegos, el 27 de octubre, el corazón del Movimiento estaba debilitado, abatido. “Para el fin de los Juegos, el Movimiento estaba casi muerto, aunque no nos rendimos ya había mucho temor por lo que podrían hacer, ya habían demostrado de qué eran capaces de hacerle a los estudiantes. Todo fue muy confuso, no se sabía qué pasaría ni qué se haría. Regresamos a clases hasta febrero de 1969”, agrega Márquez. El mismo movimiento olímpico se vio afectado. “Al terminar los Juegos todo se quedó en stand by. Salimos de la Villa Olímpica y no sabíamos qué pasaría, si a nuestros entrenadores los recontratarían, pero no sucedió, regresamos a entrenar hasta abril de 1969; fueron muchos meses de espera sin saber nada. Regresé a estudiar a la ESEF, aún había muchas movilizaciones, y aunque el deporte era un poco aparte, regresamos todos a hacer nuestro desarrollo, pero como todo en la vida: los vestigios de la realidad ahí están”, garantiza María Elena. En sólo 10 días, la juventud mexicana vivió entre el vaivén de la muerte y la censura, y la lucha y el duelo de los que se fueron y jamás pudieron encontrar; entre la euforia olímpica y la capacidad de ser un anfitrión a la altura de la justa, a pesar de que las lágrimas aún caían de sus mejillas.
Todo lo que pasó en 1968 fue una gran muestra de civilidad y mucho valor de los muchachos que no tenían voz, fue el despertar, pues querían que vieran que había demandas importantes por cumplir”.
MARÍA ELENA RAMÍREZ GIMNASTA EN MÉXICO 68
III DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
FOTOS: 1968: UN ARCHIVO INÉDITO
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50 ANOS DE REBELDIA
Fue un trabajo creativo conjunto. Los principales lugartenientes, sin orden de importancia, fueron: Pedro Ramírez Vázquez, Eduardo Terrazas y Beatrice Trueblood, ella tenía a un gran equipo, más de 250 personas, entre ellos diseñadores extranjeros, que vinieron a aprender y aportar, pero no vinieron a enseñarnos nada” JAVIER RAMÍREZ POSEEDOR DE LA COLECCIÓN MÉXICO 68.
IV DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
Las asambleas deciden continuar el paro y mantener la suspensión de clases hasta que se haya aceptado el pliego petitorio, conformado por seis puntos. Ante el apoyo recibido de distintos sectores de la sociedad, los líderes del Movimiento buscan reunirse con bases obreras y campesinas en busca de apoyo.
NOVIEMBRE DE 1968
ORGANIGRAMA
DIRECTOR DEL COMITÉ ORGANIZADOR Pedro Ramírez Vázquez
POR KATYA LÓPEZ KATYA.LOPEZ @HERALDODEMEXICO.COM.MX
La identidad de México 68 es una de las más innovadoras que ha visto el diseño olímpico y 50 años después se conserva vigente. Sin embargo, muchos mitos en torno a su creación siguen presentes, entre ellos, que el creador de este logo fue el estadounidense Lane Wyman. “Ciertamente hubo jóvenes que vinieron a aportar e hicieron un gran trabajo, pero no vinieron a enseñar nada, vinieron a aprender. Pedro Ramírez Vázquez siempre estuvo identificado con las raíces mexicanas y al desarrollar la identidad de México 68, él pidió que le pongan líneas paralelas, para evocar el arte huichol. “Todo salió de mexicanos, ningún extranjero tomó parte en la definición, pero sí en el desarrollo, aportaron y enriquecieron pero todas las soluciones fueron mexicanas”, explica Javier Ramírez, quien resguarda un amplio acervo en torno a la justa. Según Ramírez –hijo del director del Comité Organizador de los Juegos, Pedro Ramírez Vázquez–, el arquitecto Eduar-
DISEÑO URBANO Eduardo Terrazas
PUBLICACIONES OLÍMPICAS
PROYECTOS ESPECIALES
Beatrice Trueblood
Peter Murdoch
EVALUADOR DEL EQUIPO Manuel Villazón
IDENTIDAD VIGENTE Medio siglo después de los Juegos Olímpicos, los logos y pictogramas de México 68 son icónicos y hasta el movimiento estudiantil los usó en su lucha
2 vestidos para edecanes se diseñaron con los pictogramas.
do Terrazas contactó a Beatrice Trueblood, quien se convierte en la directora de Publicaciones del Comité Organizador de aquellos Juegos. Juntos visitaron el despacho de George Nelson, quien recomendó a jóvenes para apoyar la creación de la identidad olímpica mexicana.
19 modelos base conforman la línea total del concepto.
“Aunque no había diseñadores en México, pues existía más el diseño enfocado a lo industrial, eran en realidad artes gráficas, porque todo se hacía manualmente, sin ordenadores ni programas de ningún tipo”, explicó el también arquitecto. Por ello, para el trazo del icó-
FOTOS: ARCHIVO DE LA UNAM
17 El Consejo Universitario pide a los estudiantes no poner en peligro la existencia de la institución y que permitan el cumplimiento de sus funciones. Solicita evitar “escrupulosamente todo acto de provocación”. El CNH recomienda a los comités la suspensión de pintas.
disenadores
LANCE WYMAN
JOSÉ LUIZ ORTIZ
BEATRICE COLLE
JAN STORNFELD
los iconos
carteles
FOTO: ESPECIAL
EQUIPAZO. Pedro Ramírez Vázquez (anteojos) y sus colaboradores, satisfechos por su trabajo, en su estudio del Pedregal.
nico logotipo de la justa participaron cinco personas: el propio Ramírez, Vázquez con Eduardo Terrazas, Beatrice Trueblood, Mathias Goeritz y Lance Wyman. Este equipo creativo desarrolló una de las imágenes más destacadas del mundo y parte del momento que sentó el precedente para la revolución del diseño gráfico en el mudo. Tal fue el auge de este logo que apareció en el libro de la Historia del Diseño Gráfico de Philip Meggs, como uno de los más exitosos en la evolución visual. Además, se crearon los pictogramas del evento. Su objetivo era que, sin entender el idioma, al ver el dibujo fuera claro el de-
porte del que se trataba. “¡Nosotros inventamos el wazze de la época, era una maravilla! Obviamente entonces no había internet, pero la mejor forma de avisarle a la gente en dónde estaba el deporte que querían ver, era con rutas de colores: cada deporte tenía un color y si te ibas siguiendo ese color, llegabas a verlo. Así, cada pictograma y cada color fueron una innovación en la comunicación”, explicó Felipe Muñoz, quien ganó oro en los 200 metros pecho de natación en México 68. Al ser aquellos juegos los primeros que se transmitieron a color en la televisión, México 68 aprovechó este paso tecnológico para vestir de diferentes cromáticas la justa y aprovechar así el arte tradicional mexicano que es también colorido. Entre el diseño, por ejemplo, el basquetbol se vistió de rojo, el ciclismo de morado, el tiro de gris, el canotaje en azul, pero el remo en aqua y la gimnasia en rosa claro. Nunca antes, ninguna justa había hecho uso de tantos componentes. La edición anterior, Tokio 1964, se sirvió de los pictogramas, en la empatía de que su idioma sería muy difícil de entender para los visitantes, sin embargo, eran sólo las breves siluetas a blanco y negro de cada disciplina y cuatro años después, como anfitriones, los mexicanos marcaron la inflexión en la identidad de los Juegos. Sin embargo, el principal pictograma, que definió a los Juegos de México 68 fue la paloma en pleno vuelo que hacía alusión al irónico eslogan de la justa: “Los Juegos de la Paz”, mismo que el Movimiento Estudiantil utilizó durante su lucha, pero con una denuncia al centro: una herida sangrante sobre su pecho, como una tranquilidad mancillada por la violencia sistemática del Estado mexicano. Aunque el Comité Organizador de los Juegos buscaba promover una justa vestida de amistad y pacifismo, en un mundo que enfrentaba las divisiones y conflictos de la guerra fría y de la Guerra de Vietnam, sólo 10 días antes de inaugurar los Olímpicos, el país anfitrión mostró que iba en contra de los valores que promovían sus propios Juegos. Esa identidad también quedó grabada hasta hoy en la memoria del mundo.
Para mostrar El Museo Olímpico, en Lausana, tiene una exposición del desarrollo creativo de México 68, donde se establecen los créditos de los diseñadores que impulsaron la identidad de los juegos mexicanos.
Beatrice Trueblood, del Departamento de Publicaciones del Comité Organizador, busca celebrar el 50 aniversario de los Juegos con un libro sobre la identidad de la justa llamado Alcanzando el oro.
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FOTO: AP
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NOVIEMBRE DE 1968
Fidel Velázquez anuncia una asamblea de padres de familia obreros, para buscar la forma de que los estudiantes, hijos de esos trabajadores, vuelvan de inmediato a clases. Heberto Castillo declara que el Consejo Universitario, en su llamado para levantar la huelga, ha hecho “un sereno y certero análisis de los peligros que se ciernen sobre la Universidad”.
DICIEMBRE DE 1968
50 ANOS DE REBELDIA
El momento más her– moso fue la inaugura– ción. Cruzar el túnel y entrar con el aplauso de todos, fue una cosa maravillosa. Yo me escondía, escondía la cara para que los demás no vieran que estaba llorando, cuando vi que todos lloraban conmigo”. GUILLERMO ECHAVARRÍA NADADOR EN MÉXICO 68. TUVO EL RÉCORD MUNDIAL DE 1,500 M LIBRES.
VI DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
FOTO: AP
LA OTRA CARA. Miles de personas llenaron el inmueble durante la ceremonia; la mayor parte fueron extranjeros. FOTO: AP
PIONERA. Enriqueta Basilio fue la primer mujer en encender un pebetero olímpico. POR KATYA LÓPEZ KATYA.LOPEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
Aún estaba fresca la imagen de los soldados disparando contra estudiantes, aquella tarde del 12 de octubre al momento de inaugurar, irónicamente, los llamados "Juegos de la Paz", la primera justa olímpica que recibió América Latina, en el ensangrentado México 68. Tras años de preparación y de innovadores proyectos del Comité Organizador de los Juegos, México presentó su mejor cara al mundo esa tarde de otoño en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria de la UNAM. Aquella institución que en julio fue tomada por el Ejército y tres meses después era invadida por los atletas olímpicos, pero que aún tenía a sus estudiantes con lágrimas en el rostro por el dolor de sus muertos del 2 de octubre en Tlatelolco. “Yo hacía mi Servicio Militar a la vez de estudiar, y apoyaba al Movimiento Estudiantil”, recuerda Clemente Pérez Aguilar, en ese tiempo un estudiante de la vocacional Wilfrido Massieu del Instituto Politécnico Nacional.
CEREMONIA IRÓNICA Sólo 10 días después de la matanza en Tlatelolco se inauguraron los Juegos Olímpicos, bajo emociones encontradas en teotihuacan El fuego olímpico que salió de Atenas, Grecia, llegó el 6 de octubre de 1968 al Puerto de Veracruz. En ese lugar, 17 nadadores recibieron la antorcha y la llevaron a tierra firme. La flama recorrió distintos puntos del país, entre ellos, Teotihuacán, en donde una noche antes de la inauguración se realizó una ceremonia prehispánica, para luego seguir su camino rumbo a la Ciudad de México.
“No nos incluyeron para reprimir (en las manifestaciones) porque sabían que éramos estudiantes, pero nos pidieron apoyar en los ensayos del desfile, y ya en los Juegos Olímpicos me tocó hacer valla dentro del Estadio; fue bonito, pero entonces uno tenía la rabia del dolor por lo que
5,516 atletas participaron en la justa deportiva que se realizó en México.
FOTO: AP
4 En un mitin al que asisten unas cinco mil personas, el CNH informa la resolución de terminar la huelga. “Los miembros del Consejo que estábamos en Lecumberri no queríamos terminar con la huelga, el Movimiento estaba adquiriendo mucho apoyo, pero había muy mala comunicación”, recuerda Félix Hernández, miembro del CNH.
Había el temor de que los Juegos se truncaran por el conflicto estudiantil. Fue un orgullo ver cómo actuaron los muchachos, dieron muestra de que no tenían esa intención”. MARÍA ELENA RAMÍREZ GIMNASTA DURANTE MÉXICO 68
FOTO: AP
Hostilidad olimpica El propio mundo vivía en agitación continua, y aún antes de iniciar, hasta los Juegos Olímpicos tuvieron un episodio altamente hostil: ni en la inauguración, ni en ninguna competencia se presentó Sudáfrica, y no fue por deseo propio, sino porque México se negó a invitar a este país, por estar en contra del sistema de segregación racial del Apartheid, que dirigían la raza blanca de ese país.
Los sudafricanos garantizaron que enviarían una delegación "mixta" a México, de blancos y negros, pero los segundos sólo irían al servicio de los arios y no para competir, situación que causó disgusto entre los dirigentes mexicanos. El Comité Olímpico Internacional (COI) buscó persuadir al Comité Organizador de invitar a la potencia continental, pero México se negó, lo que provocó un profundo descontento entre el COI y los organizadores, que nada pudieron hacer para resarcir el daño a su aliado africano. Desde entonces es el COI el que se encarga de girar las invitaciones a las representaciones nacionales y no el país sede.
FOTO: AP
memoria Los atletas podían comprar boletos; 2 mil pesos costó la serie de gimnasia con la entrada a la ceremonia inaugural.
DETALLE. Cientos de palomas se soltaron en la inauguración de los "Juegos de la Paz", un papalote negro en forma de paloma surcó el aire como muestra de repudio. FOTO: AP
EMBLEMA. Los globos en forma de aros olímpicos los diseñó el arquitecto Eduardo Terrazas. había pasado… nomás de acordarse uno llora por todo lo que se vivió, es como si hubiese uno perdido a un hermano, y de qué manera”, explicó. Mientras Clemente lloraba de enojo e impotencia en plena inauguración olímpica, otros podían percibir las emociones
112 países en los primeros Juegos Olímpicos que se celebraron en Latinoamérica.
encontradas. “Era algo impresionante, vivir esos contrastes fue muy duro. Durante la inauguración de los Juegos, que fue una experiencia muy hermosa, la gente se manifestó y hubo una tremenda rechifla al presidente Gustavo Díaz Ordaz. Durante la ceremonia, en las gradas había pocos mexicanos, la mayoría eran extranjeros, pero los pocos que hubo sí se manifestaron ahí”, recuerda María Elena Ramírez, quien entonces compitió en la disciplina de gimnasia. Aquella tarde, el presidente Díaz Ordaz, altivo, dio la bienvenida a los cinco mil 516 deportistas de 112 países participantes, que al exterior del país dejaban una luz de esperanza a la fiesta deportiva. En 1968 se vivía en el mundo la Guerra Fría, la discriminación racial en Estados Unidos y diversos levantamientos sociales en Europa, además de la Guerra de Vietnam, que cimbraban la paz mundial, por ello, el papa Pío VI convocó a una tregua global para hacer de México 68 el reencuentro de la hermandad. Ese mensaje pacificador lo dio México al liberar miles de palomas en la inauguración. El arquitecto Eduardo Terrazas di-
Cadetes del Heroico Colegio Militar encabezaron las delegaciones de cada país, en vez de edecanes.
Averu Borundage, entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, pronunció su discurso en español.
El entonces maratonista Pablo Garrido dio el juramento olímpico a nombre de los atletas. Hoy tiene 81 años.
PRESENCIA. Soldados en el estadio de Ciudad Universitaria, durante la inauguración de la justa deportiva. señó unos globos con la forma de los aros olímpicos, que también surcaron el cielo. Enriqueta Basilio fue la primera mujer del mundo que encendió un pebetero olímpico, después de ascender 93 escalones desde el piso hasta el lugar en donde permaneció la llama olímpica. “Yo salí con mi ropa de entrenamiento, me puse una playera blanca, porque vivíamos momentos complejos en el país”, recuerda la exvelocista. Su imagen quedó grabada porque permaneció al pie del pebetero hasta que culminó la ceremonia, y aunque la logística mandaba que recibiría su uniforme deportivo, éste nunca llegó. “Se les olvidó llevarme mi uniforme, y ¡¿cómo iba a salirme en short entre la multitud?! Un señor muy amable de limpieza me regaló su uniforme de intendencia y me quedó perfecto, con ese me salí del Estadio”, expresó. Aún entre el dolor, los estudiantes no usaron los Juegos como un pretexto, ni se manifestaron en torno a las competencias. Ambos, gobierno y civiles, vivieron su propia tregua olímpica, tomaron un respiro y después continuaron, unos con su represión y otros con su lucha.
VII DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
50 ANOS DE REBELDIA DE
El gobernador
y cacique poblano Maximino Ávila Camacho fue quien impulsó su carrera política.
Irma Serrano
López Mateos
lo designó secretario de Gobernación, su mano derecha, negociador en su ausencia y virtual sucesor.
una de las actrices más famosas de la época, aseguró haber tenido un amorío con Díaz Ordaz.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
cha bien en la organización social de los pueblos (…) Así, es preciso oír y atender la voz de los estudiantes”.
ERMILO ABREU GÓMEZ PERIODISTA
VIII DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
durante su Informe aceptó la responsabilidad por los hechos del 2 de oct. de 1968.
TEMÍA UN GOLPE DE ESTADO
El presidente Díaz Ordaz optó por reprimir ante la fuerza y relevancia que tomó el movimiento estudiantil en 1968 Los jóvenes sienten algo que no mar-
1 de sept. de 1969
JOSE.CARRENO @HERALDODEMEXICO.COM.MX
De creer a los trascendidos y las afirmaciones que se han publicado a través de los años, uno de los principales temores de Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México 1964-70, era la posibilidad de un golpe de Estado en su contra y temeroso de conjuras comunistas. Podría atribuirse al sentido de sospechosismo de un mandatario mal informado por sus colaboradores, según el historiador Enrique Krauze. "En el marco de un sistema que concentraba el poder absoluto en el presidente, ambas condiciones –la paranoia y la distorsión– contribuyeron decisivamente a la tragedia", señaló Krauze. Algunos aseguran que se preocupaba por la posibilidad de una asonada militar. Otros, que uno de sus temores era que el movimiento estudiantil que sacudió México en 1968 fuera un vehículo para las ambiciones de dirigentes entre los que hace una década su hijo Gustavo Díaz Ordaz Borja mencionó a Marcelino Perelló o el ingeniero Heberto Castillo, en declaraciones a un diario capitalino. Al margen de las afirmaciones sobre el carácter y la formación disciplinaria y aun autoritaria del que fue presidente de un país que parecía en paz y en una economía pujante, las versiones son sólo al-
Gustavo Diaz ordaz Nació el 12 de marzo de 1911 en el municipio poblano de Chalchicomula.
En Puebla, ingresó al colegio del Estado. Se egresó a los 26 años de abogado.
Pasatiempo: el basquetbol y se obsesionó por armar rompecabezas. . Díaz Ordaz, fue señalado como responsable de la matanza del 2 de octubre.
Nuevo cargo
El expresidente fue designado embajador en España por José López Portillo.
Le hacen el feo
La CDMX retiró todas las placas conmemorativas que mencionaban a Díaz Ordaz.
gunas de las que a lo largo de los años han aparecido en diversos medios y que confirman de una forma u otra, al menos en el dicho. Un texto de Krauze, en la revista "Nexos" de octubre de 2008, consignó que Díaz Ordaz mantenía muchos temores y era un creyente de las teorías de la conspiración. Después de todo, acotó, en aquellos tiempos de la Guerra Fría "la intervención soviética pudo ser tan cierta como la de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), pero el selectivo lente presidencial sólo veía el complot comunista para apoderarse y 'cambiar a México'". Otra versión, adelantada por el propio Perelló, llegó a mencionar que "el 68" implicó un golpe de estado contra Díaz Ordaz, pero protagonizado por Luis Echeverría. El entonces Secretario de Gobernación no era cercano a su jefe y su designación como candidato oficial a la Presidencia implicaba un desplazamiento de poder, en opinión del fallecido Perelló. Otros creen que el poder estuvo verdaderamente en manos de los militares. Una versión atribuida a memorias nunca publicadas señala que una noche de septiembre, cuando el entonces general Marcelino García Barragán se presentó en Palacio Nacional, el mandatario temía que la visita fuera el anuncio de su deposición. La visita sólo fue para informar el parte del día. Roderic Ai Camp, un "mexicanólogo", doctor en Ciencias Políticas y Sociales especializado en historia de América Latina y de México, aseguró que "gracias a la lealtad personal de que gozaba Díaz Ordaz entre los oficiales de alto rango, no se dio un golpe militar, era preferible remilitarizar el país gradualmente y a través de canales institucionales". Cualesquiera que hayan sido las preocupaciones de Díaz Ordaz lo que se sabe de sus opiniones es por referencias. Sus memorias están escritas –una versión dice que son 215 páginas– pero guardadas. ILUSTRACIÓN: NORBERTO CARRASCO