La aurora intermitente

Page 1

urora la aintermitente ESPECIAL FERIA DEL LIBRO

www.aurorafundacion.org info@aurorafundacion.org

Publicación anarquista. Permitida la reproducción total o parcial sin ánimo de lucro de este ejemplar.

H

ace 75 años numerosos trabajadores y trabajadores de España mostraron al mundo la viabilidad de un modelo productivo justo y eficaz, las colectividades, alejado por igual del de los modelos capitalista y estatista, identificados ambos en su desprecio hacia la persona considerada tan solo en función de su entrega a abstractas entidades con nombres de empresa, nación, estado o partido. El esfuerzo, sea este intelectual o manual, no ocupa lugar para economistas y analistas de moda, si no es dinerario o competitivo. O te mueves por ganar más o por superar al otro, profesional o trabajador, que de compañero se transforma en enemigo, impidiendo así que emerja lo colectivo que resurja la clase. Las colectividades mostraron la capacidad productiva de las personas cuando son deñas de su propia existencia en el trabajo, manifestándose integralmente como productoras, consumidoras y gestoras. Quienes las llevaron a cabo, pese a su aparente analfabetismo, recogían un profundo conocimiento económico y político de la realidad de 1936, adquirido por el estudio y el debate abierto en los círculos anarquistas y libertarios desde inicios del siglo pasado. Hoy, que todo se apuesta al cambio del modelo productivo en España y a su reforma, no viene de más recordar que más allá del mercado y del estado otro modelo es posible acercándonos a las razones que si entonces lo hicieron posible hoy lo hacen viable. Aquello que ha dado en llamarse anarquismo, pero que en cualquier momento podría adoptar otro nombre, no olvidemos que hasta Bakunin recelaba del mismo por la facilidad de manipulación, se asienta sobre la conciencia de la responsabilidad y capacidad de todo ser humano. Quienes asumieron este pensamiento no exigían, sino que hacían, no atacaban sino que eran los atacados por los mentores de un estado, una educación y una economía que se desaparecería si el impulso hacedor de las gentes libertarias en la educación, la producción y la convivencia se seguía desarrollando. Esa práctica de vivir cada cual por sí mismo, de hacer sin delegar, es lo conocido

Recuperar la memoria para apoderarnos del presente

por acción directa, de cuyo resultado surgirá a la par una nueva persona y sociedad. Para su construcción era necesario el saber, de ahí la importancia concedida a la ciencia, y una ética de la responsabilidad y del compromiso, fundamentada en el máximo

respeto al ser humano y en la suprema necesidad de conciliar siempre los fines y los medios. Su ética hacía de las instituciones el objeto de su lucha, nunca de las personas, que creían sometidas, pese a su innata bondad, a entidades, como era el estado, creadas para su opresión.

Nunca como hoy esto se evidencia al contemplar el sometimiento de todo político a un sistema que conculca cualquier promesa, cualquier intención, incluso considerándola sincera. Son sin embargo los más, quienes en los parlamentos saben de esa imposibilidad mutando esos

foros de debate en un mero teatrillo del engaño. La libertad, como máxima aspiración del anarquismo, se entiende desde su ética como libertad responsable en su ejercicio hacia las demás personas, pues la mía comienza termina donde termina la del otro. Ética de la responsabilidad que los condujo al naturismo extendiendo el respeto hacia su propio cuerpo y hacia la naturaleza, de cuyo sostenimiento se sentían responsables. Mal podrían respetar a los demás si no comenzaban por respetar su propio cuerpo. A diferencia del actual ecologismo, el anarquista se expresaba como parte de su vida, manifestación de la nueva persona que estaban creando en sí mismos. Su compromiso naturista era otra faceta de su compromiso obrero, de su compromiso científico, de su compromiso ético. Pero en esta su ética se escondía su debilidad como la del indígena que se conduce siempre con la verdad por delante frente al colono que hace de la mentira su guía. Masacrados por el franquismo, vilipendiados por la iglesia, difamados por los partidos, todavía hoy, en una gran mayoría, son anarquistas quienes yacen en la cunetas de nuestros caminos. Es nuestra obligación, si queremos mantener la etiqueta de civilizados, sacarlos de las tumbas recuperando en ello la memoria de sus personas y de sus obras. ¿Cómo defenderse hoy en día desde una ética de la verdad y el compromiso ante el engaño instaurado en todos los ámbitos? La ciencia, la tecnología y la ética viene de nuevo en nuestra ayuda. El hactivismo abre la via a los nuevos movimientos que desvelan la verdad del mentiroso. Si sus acciones se han limitado al ámbito de lo político pronto revelaran las mentiras de las empresas refugiadas en paraíso fiscales con la aquiescencia de los gobernantes. La ética de la responsabilidad y de la honradez sirve para desenmascara al falsario. Por eso la educación, el conocimiento y la difusión del libro anarquista sobre cualquier soporte, digital o papel, o en cualquier formato, comic, novela o película, es el compromiso que año tras año la Fundación asume con el motivo de la Feria del Libro. Fundación Aurora


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.