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Suspirosde
Antología de versos del mar y la infancia
Rodolfo Fonseca
David Huerta
Antología
Prólogo
Aleida Ocegueda Ilustraciones
Para Pablo, Alejandra, Fiona y todos los Fonseca Para María, Karla y Sheila, mis tres brujas
Dirección editorial
Ana Laura Delgado Cuidado de la edición
Sonia Zenteno Ximena Gironella Diseño
Ana Laura Delgado Elba Yadira Loyola © Rodolfo Fonseca, por la selección de textos © Aleida Ocegueda, por las ilustraciones Primera edición, 2005 Primera reimpresión, 2007 D.R. © 2007. Ediciones El Naranjo, S. A. de C. V. Av. México núm. 570, Col. San Jerónimo Aculco, Delegación Magdalena Contreras, C. P. 10400, México, D. F. Tel/fax. +52 (55) 5652 9112 y 5652 6769 elnaranjo@edicioneselnaranjo.com.mx www.edicioneselnaranjo.com.mx
ISBN 968-5389-13-6 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin el permiso por escrito de los titulares de los derechos. Impreso en México • Printed in Mexico
Rodolfo Fonseca
David Huerta
Antolog铆a
Pr贸logo
Aleida Ocegueda Ilustraciones
Desde el mar color de vino
Para el poeta Homero el mar color de vino es el Mediterráneo, agua vasta y poderosa de la poesía en el amanecer de la civilización occidental. Desde entonces —desde hace 25 siglos—, el mar ha estado unido a la poesía. Es uno de los grandes temas de los poetas y es como un manantial planetario para la imaginación artística, una fuente inmensa de inspiración y de aliento. A veces el mar presenta su otra cara, su faz destructiva: adquiere la forma de un sepulcro insondable; es una cifra de misterio y de evocaciones melancólicas. Del padre griego, Homero, a los trabajadores del mar en las composiciones épicas del francés Victor Hugo, las aguas oceánicas se forman y se transforman sin cesar en la
mente y la imaginación de los poetas, y se derraman, se extienden, se iluminan o se ensombrecen en sus versos. No sería posible entender la historia de la poesía sin el mar: es un tema grandioso, una presencia, una obsesión; es un motivo capaz de dar a los poetas sugerencias incontables, imágenes infinitas. No hay casi ningún poeta capaz de evitar la fascinación —verdadero hechizo de las potencias de la naturaleza en estado puro— de los oleajes, las tempestades, los huracanes y también de las aguas en calma, sombrías o reflejantes. El mar está hecho de distancias enormes, de superficies descomunales, de honduras cósmicas. Pues el mar mismo es una especie de cosmos, opuesto al caos de las errantes o laberínticas vidas humanas. Los poetas buscan en el mar claves y respuestas, explicaciones de la soledad y claridad sobre el sentido de la existencia. A sus orillas meditan y fantasean; en medio del formidable espejo de sus extensiones se sienten solos a veces, y en ocasiones se funden con el mundo
entero gracias a la vecindad o el contacto con el inmenso reino de Neptuno. En Suspiros de mar, este precioso y compacto libro de testimonios marinos, encontrarás un puñado de textos poéticos capaces de despertar tu curiosidad y de darte momentos de contemplación. En estos versos se ha depositado una porción de las brisas y los vientos, de las arenas y los acantilados, de las navegaciones y los naufragios: léelos con cuidado, con gozo y con atención —así hay que leer la buena poesía— y trata de recoger en sus palabras todo aquello que el mar depositó en sus frases imborrablemente. Es posible que te inspiren, te intriguen, te despierten emociones, sentimientos y sensaciones que hasta ahora no conocías o que no habías explorado aún. Es posible que te abran los ojos ante los poderes de ese otro mar infinito: el lenguaje, en una de sus expresiones más altas y extraordinarias. David Huerta
Te reconozco aquĂ, mar de mi infancia hecho a mi propia imagen inocente, mar alumno, luciendo el uniforme. Rafael Alberti
Pero no hablaré de los gatos [que poblaron mi infancia. Hablaré del mar. Lo conocí desde el vientre: [soy tierra y agua: Mar. Víctor Manuel Cárdenas
Con el milagro de tu verso, he visto mi infancia marinera, que yo también, de niño, ser quería pastor de olas, capitán de estrellas. Antonio Machado
La niĂąa frente al mar crea plazas circulares viento de murallas Serpiente que se enreda y se devora La niĂąa frente al mar es la distancia [de la arena a las nubes La misma luz solar toca su corazĂłn [y el centro de la tierra. Iliana Godoy
El mar era entonces sólo un niño y la espuma aprendiz de esbeltos pasos rompía en tus pies, dorándolos apenas. Vicente Quirarte
Para Jóvenes Lectores
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Como decía la adorable Clarice Lispector, el olor del me invadía, me mareaba… en esta antología encontramos poemas, fragmentos y pensamientos de poetas, escritores y filósofos, quienes han escrito y delirado sobre ese monstruo viviente llamado , el cual nos hace sentir alegres, tristes, pensativos, melancólicos y saudadosos, es decir, nos trastoca con sus colores, fuerza, olores, movimientos, sabores, gritos y amores. Los versos aquí reunidos hablan de esas sensaciones en el contexto de la infancia y el .
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Pablo de María
Rodolfo Fonseca nació en la Ciudad de México. Ha antologado a poetas como Fernando Pessoa, sor Juana Inés de la Cruz, Ramón López Velarde, Efraín Huerta y José Juan Tablada, entre otros, para ediciones de libros infantiles y juveniles. Poeta y editor creativo desde hace más de quince años.
Aleida Ocegueda nació en Nayarit en 1981. Estudió Diseño y Comunicación Visual en la unam. Ha colaborado en diversas revistas y editoriales. En 2003 obtuvo mención honorífica en el Concurso Anual Alas de la enap, y fue seleccionada en el xiv catálogo de ilustradores de publicaciones infantiles y juveniles 2004.
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9 789685 389136 ISBN 968-5389-13-6