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PAULA laura tremari
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I
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ntenta encontrar las palabras para explicarle por qué es imposible continuar por ese camino. Sin embargo, reflexiona unos segundos, y desiste, porque sabe que no la escuchará. Nunca lo hace.
Paula conoció a Marcos hace ya algunos años. Al verlo la primera vez sintió que su corazón se aceleraba, y todas esas historias de amor que escuchó desde pequeña, se le cayeron encima cual lluvia torrencial, empapándola de ilusión y romanticismo. ¿Y si finalmente había encontrado a su alma gemela? Al principio sintió que se encontraba viviendo una gran historia de amor. Sin embargo, pasado un tiempo las cosas no eran tan simples. Ni tan románticas. Ni tan amorosas. Ni Marcos era un príncipe. Ni ella era feliz. Se sentía sola. Vacía. Golpeada de muchas maneras. Y extrañaba a su familia, de quién se había alejado por vergüenza de tener que explicarles por lo que estaba pasando. Sabía que era una cuestión de tiempo para que todo termine. Solo esperaba no salir más lastimada.
Siendo sus vacaciones de verano, Marcos resolvió realizar un viaje en familia. Aunque Paula no se encontraba con ánimo de hacerlo, guardó silencio y aceptó.
En la ruta él se dió cuenta que no estaban llegando en el tiempo que había calculado y decidió cambiar el camino, creyendo que ese cambio sería ideal para lograr su objetivo. Paula rápidamente notó que no iban a llegar ni a tiempo, ni al lugar que Marcos planificó. El camino nunca debió ser ese. Nunca.
Y sucedió lo que ella temía... Estaban perdidos. Perdidos, ella en silencio y él gritando. Enojado. Golpeando. Luego llorando. Y disculpándose. Perdidos en una nada.
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Perdida ella, en silencio. Perdido él, negando la situación. Completamente perdidos. Paula se desprendió el cinturón de seguridad, bajó del auto y empezó a caminar, ignorando que Marcos no dejaba de insultar y suplicar... Ya era hora de hacer su propio camino.
LAURA TREMARI Argentina
Instagram: @cuentos.breves
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