Un lugar en calma y con todos los servicios

CASTRILLO-TEJERIEGO

HAY lugares que llaman a la calma allí donde el epíteto añadido para España es ‘vaciada’. Uno de esos sitios es Castrillo-Tejeriego que, a pesar de esos pesares que sufren tantos municipios de la región, mira hacia el futuro queriendo ser optimista. Después de que la pandemia de covid dejara de arreciar, hay quien entendió que la tranquilidad de pueblos pequeños como este era para él. Así, varias son las familias que empezaron trasladándose debido a la presión que sentían en las ciudades durante aquellos tiempos y ahora se han establecido de forma permanente en el remanso de paz que las gentes de siempre ya sabían que era la localidad.

A lo largo de estos últimos cuatro años, al municipio ha llegado la fibra óptica, un apoyo para los unos y los otros, para los que estaban y los que llegaron, puesto que ayuda a permanecer en el municipio durante más tiempo; a veces, para teletrabajar, y cuando no, para pasar ratos de ocio. Por esta mejora en las comunicaciones y en los servicios viene trabajando el Ayuntamiento que, después de 40 años, consiguió tener unas piscinas municipales, que ofrecen una alternativa para el tiempo libre durante el buen tiempo. Eso son, en definitiva, los equipamientos públicos como este o como los bares: sitios de reunión para conjugar el ocio con la vida del pueblo de siempre.

Ese ‘siempre’ no da la espalda a la modernidad, y por eso, desde hace ya algunos años, ha habido cambios en el alumbrado público, con el fin de aumentar la eficiencia energética.

RAÚL TORRES MARTÍN

Alcalde de CastrilloTejeriego por el PP desde 2011

Durante el confinamiento, Castrillo-Tejeriego demostró ser el lugar ideal para vivir en tranquilidad y armonía, algo que ya era y que ha seguido siendo, tal y como han visto aquellos que nos han elegido para establecerse en nuestro municipio. Para una localidad pequeña como la nuestra, las comunicaciones se antojan fundamentales, a fin de poder mantener a esas personas que han venido y que ya estaban. El acceso a la fibra, por ejemplo, puede dar mucha vida a lugares como nuestra localidad.

En los últimos tiempos hemos visto cómo la piscina ha sido un atractivo, que se une a otros servicios que tenemos y a la paz que hay en nuestras calles y en nuestros parajes. Nos encantaría poder crecer, pero desearíamos por lo menos poder mantener la población que tenemos, hoy envejecida. Para ello, es necesario destinar recursos, tanto a nivel municipal como por parte de instancias mayores como son la Junta y la Diputación. El futuro, en un lugar como Castrillo-Tejeriego, depende no solo de las acciones que hagamos, sino también de aquello que sucede y se hace a nuestro alrededor; por eso, demandamos más medidas que ayuden a los vecinos a vivir más en el pueblo, porque, seamos sinceros, los pueblos contamos con un gran atractivo como es la calidad de vida que ofrecemos.

Ir a dar un paseo por las tardes por sitios tan maravillosos como la ribera del Duero o el Valle del Esgueva nos ayudan a ver el pueblo como solución para nuestra vida diaria. Aquí tenemos libertad, tenemos tranquilidad y esas pequeñas cosas que nos da el paisaje o hablar con los vecinos a pie de calle. Por eso intentamos hacer que el municipio sea atractivo para los jóvenes; por eso nos gusta que recibir a hijos y nietos del pueblo, porque queremos que piensen en el pueblo, que lo vean como no lo han hecho nunca y que mantengan sus raíces. Yo pienso que tuve suerte al criarme en un pueblo. Ojalá, con la ayuda de todos, muchos más puedan hacerlo en el nuestro.

Valladolid Castrillo-Tejeriego

Retos Y Futuro

 Eficiencia energética Luminarias LED y placas solares.

 Mejoras y retos La intención es aumentar el atractivo para que continúe la apuesta de los vecinos por, al menos, la segunda residencia.

 i castrillotejeriego.com

Con este afán, está proyectado que en algunos edificios municipales se acometan inversiones en placas solares para el autoabastecimiento, así como en la mejora del asfaltado, ya comenzada. Estos arreglos y mejoras tienen la intención de aumentar el atractivo del municipio, donde hay casas vacías y habitables, y donde las bodegas, hoy algunas en situación de abandono, pueden llegar a ser uno de los grandes atractivos.

Eso mismo había sucedido con algunas dependencias de la localidad, con casas que han estado durante tiempo deshabitadas o en unas condiciones mejorables. De un tiempo a esta parte, sin embargo, sobre todo tras la apertura de la piscina municipal, son unos cuantos quienes se han sentido atraídos por Castrillo-Tejeriego para fijar, cuanto menos, su segunda residencia, y que han hecho remates en sus viviendas a fin de pasar en ellas, por lo menos, periodos estacionales. A este mayor flujo ansía poder colaborar el Ayuntamiento, con mayores ayudas que puedan permitir una dinamización más elevada de la economía de la localidad y fijar población, lo que tantas veces es ‘El Dorado’ para nuestro rural.

CASTROMONTE

EN la difícil travesía por los páramos de los Montes Torozos se encuentra Castromonte. Un pueblo de fuerte personalidad e indiscutible belleza, protector de sus tradiciones. Son las palabras con la que se inicia un video reciente de promoción turístico de la localidad en el que se muestra la transformación de la localidad en los últimos años dentro del gran el proyecto de diferentes actuaciones que el Ayuntamiento de la localidad está llevando a cabo para mejorar la calidad de los vecinos. Una transformación que el viajero que llegue a la localidad no tarda en percibir al pasar por la carretera de circunvalación que rodea el casco urbano evitando de esta manera el tránsito de vehículos, en especial los pesados, que cruzaban el pueblo por todo su centro, a través de calles muy estrechas, reduciendo de esta manera el riesgo de atropellos, la polución y la contaminación, tanto de gases como acústica.

Junto a esta variante, el gran proyecto social de Castromonte de las últimas décadas han sido las piscinas municipales, las primeras que existen en la localidad. Con la piedra como principal elemento con el fin de que se integre en un pueblo en el que la piedra