EL PAPA DENUNCIA EL TRABAJO MAL PAGADO Y LA INJUSTICIA CONTRA TRABAJADORES PAG. 14
8 de marzo de 2015
AÑO 20
PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA
No. 1026
$11.00
VENTANA ABIERTA Por Jaime Septién jaimeseptien@gmail.com
Otro pastor cercanísimo a la gente
Q
uerido Fidencio: la madrugada del lunes pasado supimos tu nombramiento como nuevo obispo de San Andrés Tuxtla. Era el día en que el Nuncio, Christophe Pierre, celebraba, junto con toda la diócesis de Querétaro, los 150 años del Seminario. Noté al Nuncio muy contento por tu nombramiento. Al igual que el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes, vienes de la pastoral social. La van a armar en grande en Veracruz. Enhorabuena por esa porción de la feligresía mexicana, especialmente la población indígena. Como los migrantes, como los pobres, tendrán en ti un hermano. Y un constructor de puentes. La mano del Papa Francisco se siente, se siente… Vamos a ver: se trata de una Iglesia en estado de Misión Continental permanente. Tú y Lalo Cervantes la coordinaron con monseñor Faustino Armendáriz. Conoces los gestos del Papa Francisco, los aplicaste muchos años antes de que lo nombraran Papa. Sabes mirar al que tiene necesidad de ser mirado. Y sabes muy bien contemplar sin prejuicio la dimensión humana de la fe. Eres, además, un catequista natural; un narrador de historias; un escrutador de imágenes. Los vitrales que mandaste hacer en tu última parroquia, los del padre Prisciliano Hernández, son eso: el reto de hacer transparente la verdad. Y de hacer que la verdad llegue hasta los humildes. Tú amas a los humildes. Sentados a la mesa, el día de tu nombramiento, el padre Israel Arvizu me dijo algo conmovedor: «Esta es la Iglesia». Sí, ésta es. La de la comunidad de los bautizados. La buena madre que nos enseña, nos alivia, nos cobija y nos detiene de caer en el abismo del egoísmo. La Iglesia que quiere Francisco. Hoy, a dos años de su pontificado, contigo, mi buen Fide, lo confirma. PÁGINA 3
elobservadorenlinea.com
Valores del futbol también llevan a Dios
Vivimos en una sociedad donde la escala de valores cambia al ritmo de las computadoras. Esto hace que jóvenes y viejos en más de una ocasión sintamos tambalear nuestros principios y nos olvidemos de lo que realmente vale la pena. El técnico de futbol, Víctor Manuel Vucetich y el sacerdote Ricardo Garduño han escrito un libro donde recurriendo a experiencias y metáforas del balompié, nos recuerdan cómo ser mejores humanos; nos muestran cómo actuar ante la victoria, el fracaso, los desánimos, los rivales, etcétera. Y nos muestran que Dios también está en la cancha, que la combinación de deporte, valores y evangelización nos puede llevar a nuestra plenitud como seres humanos. Próximamente de venta en El Observador
OPINIÓN
El verbo «mexicanizar» JORGE TRASLOSHEROS PÁGINA 12
Mujer, la sonrisa de Dios Te presentamos algunos de los retos que enfrentan las mujeres del siglo XXI. PÁGINAS 2,4-6
observacatholic