20 de diciembre de 2015
¡Vayamos a Belén!
U
na antigua historia judía fue recordada y adaptada a nuestra sed de amor en Navidad, durante su homilía de Navidad en la Catedral de Nuestra Señora, Munich, el 25 de diciembre de 1980, por el cardenal Joseph Ratzinger: Se cuenta que un erudito que tenía miedo de perder la fe acudió a un hombre piadoso para pedirle consejo. El hombre piadoso, el jasid, no quiso entrar en discusión filosófica alguna y se limitó a orar varias veces con el erudito escéptico aquellas oraciones que éste había aprendido de memoria en su infancia. Eso fue todo. El piadoso no discute con el escéptico: reza con él. Reza las oraciones de su infancia, en las que el corazón se despertó para Dios. Fortalece el corazón. Exactamente eso quiere hacer la Iglesia con nosotros en Navidad. Hace con nosotros lo que aquel piadoso hizo con el escéptico: no discute con nosotros, reza con nosotros. Reza con nosotros las oraciones que aprendimos de memoria en nuestra infancia. Las oraciones en las que el corazón se despertó para Dios. Reza con nosotros para fortalecer nuestro corazón y de ese modo sanarnos. Esta Navidad, recobremos las oraciones de nuestra infancia; recordemos la infancia de Jesús: su nacimiento. Y recemos juntos con los que creen poco, con los que creen a medias, con los que no creen. Recemos por la paz, la reconciliación y el perdón. Despertemos de nuevo a Dios en el corazón, rezando juntos: «Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía»; «Niñito Jesús, sal del copón, da un brinquito y entra en mi corazón»; «Angelito de mi guarda...»; «Padre Nuestro...»; «Dios te Salve, María...».
Maité Urquiza y Jaime Septién
AÑO 21
PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA
No. 1067
$11.00
RECUERDO POR EL GALLO DE LA NOCHEBUENA JOAQUÍN ANTONIO PEÑALOSA
Nunca la noche tuvo tanta estrella como el incendio de estas plumas de oro, ni en su silencio tal metal sonoro, ni en su misa dalmática más bella. Disfrazado de arcángel sale al foro entre las alas que su canto sella, creyendo en la verdad, dudando de ella, si flor, si vuelo, si tenor del coro. El cielo baja por la campanada que en su puntual destino de profeta cita al Amor para la luna llena. Y, enhiesta flor la cresta deshojada, estalla en flor la cola de corneta, monumento a la Flor de Nochebuena.
Tomamos esta pieza de monseñor Joaquín Antonio Peñalosa de su libro Hermana Poesía, y recordamos así los primeros años de El Observador, cuando este magnífico escritor y poeta nos enviaba cuentos y poesías para el número de Navidad.
TEMA DE LA SEMANA
LA BENDICIÓN DE LA NAVIDAD
Para esta Navidad presentamos una serie de textos deliciosos, extractados del volumen La bendición de la Navidad, por Joseph Ratzinger. PÁGINAS 4-6