Jon Carlo, el hombre que salió vivo del Bronx Página 9
6 de agosto de 2017
PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA
AÑO 23
No. 1152
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TEMA DE LA SEMANA PÁGINAS 2 A LA 7
A
lbert Einstein –padre putativo de la investigación que desató la bomba atómica– decía que no podía vislumbrar cómo iba a ser la Tercera Guerra Mundial, pero sí la Cuarta: a pedradas. Una conflagración nuclear con el armamento acumulado por estadounidenses, rusos y chinos bastaría (y sobraría) para destruir miles de veces la vida sobre la Tierra. Dejaría piedras que, eventualmente, tomarían los hombres del futuro para guerrear entre sí… Qué tremenda condición de violencia la nuestra. La revolución que introdujo Cristo no ha querido ser entendida por
en
VENTANA ABIERTA Jaime Septién
A pedradas sus hermanos los hombres. Mucho menos los hombres del poder. Tomemos por ejemplo a Rusia y Estados Unidos. Son como el pleito de chiquillos: «suéltame»; «suéltame tú primero»… Y permanecen trenzados de las greñas. Nada más que aquí el pleito, si uno se cansa, se lleva entre las espuelas a toda la humanidad.
El Observador
Cuatro santos que se enfrentaron a dictadores Página .8
Nuestro único mexicano Premio Nobel de la Paz, Alfonso García Robles, lanzó una iniciativa en la década de los sesenta del siglo pasado (el Tratado de Tlatelolco) que es, todavía, signo de lo que puede hacer el hombre si de verdad quiere la paz: no caer en la tentación de la tecnología nuclear. Muchos disfrazan la inversión nuclear
PESOS Y CENTAVOS
CUIDADO, CADA DÍA HAY UNA NUEVA ESTAFA Página 19
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observacatholic
en producción de energía. Pero lo que hay (o puede haber) detrás es el apetito por las armas nucleares. El que las tiene puede amenazar para sacar raja (económica, política, ideológica, de poder…). Ahí está el asunto de Corea del Norte, por citar un solo ejemplo. Como tantos otros avances, la energía nuclear pudo haber sido un gran empujón para el desarrollo humano integral. Pero, como en tantas otras cosas, incluso en el ámbito doméstico, el egoísmo y «la parte del diablo» acabaron ganando la partida. A 72 años de Hiroshima y Nagasaki no hemos aprendido nada.
El reto de las parábolas Por Mons. Mario De Gasperín
elobservadorenlinea .com
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