EN CAMINO HACIA EL 1 DE JULIO
COLECCIONABLE 9
10 de junio de 2018
P. 9
AÑO 23
PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA
No. 1196
$13.00
VENTANA ABIERTA Jaime Septién Un abrazo a Guatemala
M
aité, mi esposa, suele caracterizar lo que sucede en América Latina con el Mito de Sísifo. Sísifo fue condenado por los dioses griegos a llevar una piedra hasta la cima de un monte, tan solo para verla rodar de nuevo. En nuestra región, la geografía del desastre, monótonamente, coincide con la geografía de la pobreza. Y buena parte de la geografía de la pobreza tiene que ver en su conformación con la corrupción gubernamental y social que nos muerde desde adentro. Guatemala, nuestro vecino, vive horas de angustia. La explosión del Volcán de Fuego, uno de los volcanes en activo más peligrosos del llamado «Anillo de Fuego», ha provocado enorme mortandad, sobre todo en cuatro comunidades pobres que se habían establecido en zona de peligro: El Rodeo, La Reina, La Libertad y San Miguel Los Lotes, del Departamento de Escuintla. La explosión se dio a las tres de la tarde del pasado domingo tres de junio. Las aldeas, que continuaron con su vida cotidiana, jamás fueron avisadas del peligro inminente, pese a que a las seis de la mañana el Volcán de Fuego ya había dado su primer aviso. «Estaban acostumbrados»... En fin, es inútil buscar culpables. Ya conocemos el cóctel mortal resultado de sumar pobreza, corrupción, ausencia de cultura de prevención (lo hemos vivido en México) y abulia gubernamental. Ahora es tiempo de orar por nuestros hermanos y de ayudarlos en esta emergencia. Hay que hacerlo con el espíritu del cristiano, recordando a Charles Péguy: «cristiano es el que da la mano; el que no da la mano, no es cristiano». Desde México lo podemos hacer a través de Cáritas. Es la forma más segura de darle la mano a los guatemaltecos en desgracia. Y comenzar a voltear hacia el sur. No nada más en días de desastre, sino para empezar a construir la Patria Grande -la América del corazón- que tanto anima al Papa Francisco.
AYUDA A LOS DAMNIFICADOS
DE GUATEMALA
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TEMA DE LA SEMANA
ACTUALIDAD
CADA SEMANA CON FRANCISCO
LA INQUISICIÓN:
FE Y DEPORTE: “IR MÁS ALLÁ DEL RESULTADO”
CRISTO Y EL DEPORTE
MITOS Y REALIDADES Págs. 2-6
P. 14
POR MARCELO CAMBRONERO P. 18
FOTO: JOHAN ORDONEZ / AFP
CÁRITAS MEXICANA IAP
TEMA DE LA SEMANA
La Inquisición fue un instrumento de investigación jurídica instituida por la Iglesia para acabar con las herejías en tierras cristianas. La Inquisición sólo tuvo competencia sobre personas que se habían bautizado como católicas. Fue establecida en 1184, por petición del pueblo, mediante la bula Ad abolendam , del Papa Lucio III, buscando hacer frente a los herejes albigenses (cátaros) y valdenses de Francia, pero sin los abusos que cometían los poderes civiles contra éstos; el Pontífice determinó entonces que fueran los obispos los que juzgaran a los sospechosos de herejía y, de ser éstos hallados culpables, los excomulgaran y enviaran a la potestad civil para ser castigados en caso de no querer retractarse.
LA INQUISICIÓN: MITOS Y REALIDADES 10 de junio de 2018 / AÑO 23, No. 1196
REFERENCIA SENCILLA DE UNA HISTORIA DIFÍCIL Los castigos para los declarados culpables se pronunciaban en una ceremonia pública y podían consistir en una peregrinación, cargar una cruz, una multa, la confiscación de sus bienes, la cárcel o un suplicio público que podía incluir la pena capital.
Una vez que los albigenses estuvieron bajo control, la actividad de la Inquisición disminuyó tanto que a finales del siglo XIV y durante el siglo XV poco se supo de ella.
En 1542 el Papa Paulo III estableció en Roma la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, popularmente conocida como Santo Oficio, que sustituyó la institución eclesiástica medieval, dedicándose a mantener y defender la integridad de fe, examinando y proscribiendo errores y falsas doctrinas. De forma oficial la Inquisición española se abolió definitivamente en 1834, pero desde 1821 ya no estaba vigente. En poco más de
Ante el surgimiento de falsas acusaciones, el Papa Bonifacio VIII determinó que los inquisidores castigaran, incluso con cárcel temporal o perpetua a los acusadores mentirosos. En 1231, por acuerdo del emperador de Alemania con el Papa Gregorio IX, la Inquisición se introdujo en Alemania e Italia.
En 1249
se implantó también en el reino de Aragón.
Albigenses
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A partir de 1252 la Inquisición dispuso del derecho a someter a tortura a los presuntos herejes, ya que ése era el proceder común judicial de la época. Pero los tribunales eclesiásticos siempre fueron más benignos que los tribunales civiles.
Escudo de la Inquisición española
600 AÑOS
de duración, la Inquisición ejecutó
ALREDEDOR DE
En 1476 se estableció la Inquisición en Sevilla, para ocuparse del problema de los falsos judíos conversos. Cuando los reinos de Aragón y de Castilla se unieron, los Reyes Católicos pidieron al Papa en 1478 permiso para reorganizar la antigua institución inquisitorial. En 1484 fray Tomás de Torquemada, Inquisidor General de la Corona de Castilla y Aragón, redactó las instrucciones que normarían la llamada Inquisición española.
3,000
PERSONAS (un promedio de cinco por año)
En 1908 el Papa san Pío X rebautizó la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, como Sagrada Congregación del Santo Oficio. En 1965 el Papa Paulo VI reorganizó el Santo Oficio transformándolo en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
¿Y EN EL VIRREINATO MEXICANO? Antes de que el Santo Oficio se estableciera en lo que hoy es México, hubo entre 1522 y 1533 una inquisición monástica, es decir, realizada por miembros de congregaciones religiosas. La Corona española fue alertada por excesos cometidos por la inquisición monástica en Oaxaca y Yucatán, y amonestó a fray Juan de Zumárraga (inquisidor de 1535 a 1543, período en que examinó 183 casos de acusaciones de herejía contra españoles e indígenas) tras que en 1539 condenara a la hoguera a don Carlos Ometochtzin, hijo de Nezahualpilli y cacique de Texcoco. Entonces el Emperador Carlos I y el Inquisidor General prohibieron la inquisición contra los indígenas por tratarse de neófitos, es decir, de conversos principiantes, que apenas estaban aprendiendo a dejar sus costumbres paganas y a comprender la fe cristiana. En 1544 el visitador e inquisidor Francisco Tello de Sandoval llegó a México para imponer las Leyes Nuevas de 1542, que delimitaban con claridad los alcances de la jurisdicción inquisitorial, protegiendo a los indígenas de ésta y además prohibiendo que se les esclavizara.
En 1569 se expidió el real decreto por medio del cual se instituyó el Santo Oficio de la Inquisición en la Nueva España, pero el tribunal no fue establecido hasta 1571. Escudo virreinal de la Inquisición Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tras estudiar los procesos del Tribunal del Santo Oficio en la Nueva España, reportan que: Se juzgó a poco más de
300
de las cuales 43 fueron condenadas a la hoguera:
PERSONAS
17
SIGLO XVI
25
SIGLO XVII
1
SIGLO XVIII
0
SIGLO XIX
tema de la semana
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Pormenores de una «Leyenda Negra»
E
n1820 fue clausurado definitivamente el Tribunal de la Inquisición en México. El decreto se firmó el 31 de mayo, pero el aviso no llegó a la Nueva España hasta el 10 de junio del mismo año. Así que se están cumpliendo 198 años del final de un capítulo de la historia que ciertamente tiene mucho de reprobable pero que los enemigos de la Iglesia se han encargado de agrandar a niveles fabulosos mediante mentiras deliberadas.
Entender la Inquisición en su contexto histórico La Inquisición actuó en una época en la que todos los tribunales civiles, penales y de otras religiones utilizaban la tortura y la pena de muerte, de modo que esta característica no es privativa de la Inquisición y sería injusto achacársela de forma exclusiva.
Imaginario popular
Tan efectiva ha sido la desinformación inoculada a lo largo de siglos en la población mundial, que difícilmente alguien puede escuchar la palabra «inquisición» sin dejar de imaginarse un panorama como éste, que se denuncia en el artículo «La Inquisición: la bandera de guerra de los ignorantes», publicado en el portal Religión en Libertad:
«Una cárcel oscura y tenebrosa; en las paredes, instrumentos de tortura; tres curas sentados tras una mesa, de ser posible bien gordos, disfrutando cómo torturan a un hombre en el potro, o cómo se le quema la planta de los pies». También muchos católicos se lo creen. Ya señalaba el intelectual Léo Moulin, profesor de Historia y Sociología en la Universidad de Bruselas, agnóstico muy cercano al ateísmo, y que militó en las logias masónicas: «La obra maestra de la propaganda anticristiana es haber logrado crear en los cristianos, sobre todo en los católicos, una mala conciencia, infundiéndoles la inquietud, cuando no la vergüenza, por su propia historia».
Exigencia del pueblo
Por su parte, el periodista e investigador Vittorio Messori señala que, «entre las deformaciones más vistosas de cierta historiografía está la imagen de un ‘pueblo’ que gime bajo la opresión de la Inquisición y espera con ansia la ocasión de liberarse de ella. Pero ocurre justamente lo contrario: si a veces la gente se muestra intolerante con el tribunal, no es porque sea opresivo con personas como los herejes que, si hemos de atender a la vox populi, no merecen las garantías y la clemencia de la que los dominicos hacen gala. Lo que en realidad querría la gente es acabar con el asunto de prisa, deshacerse sin demasiados preámbulos de aquellas personas». La realidad histórica es que la Inquisición no nació contra el pueblo, sino para responder a la petición que el pueblo estaba haciendo al Papa y a la jerarquía de la Iglesia para que hicieran algo más que campañas de predicación para atraer a los herejes a la fe; porque el pueblo lo que clamaba era que se acabara de tajo con las herejías.
Los que hasta entonces actuaban contra los herejes eran los tribunales civiles. Y cuando las autoridades temporales se hacían de la vista gorda, la sociedad era la que actuaba. Escribe el arqueólogo Diego Álvaro García:
«La impopularidad social del hereje medieval, que solía ser linchado por las turbas sin juicio alguno, fue uno de los factores que obligaron a la Iglesia a crear un tribunal competente, propio, que juzgara esos casos con las debidas bases teológicas». El hecho, pues, es que fe y vida estaban estrechamente unidas en el pensamiento del hombre común de la Edad Media; así, podía comprender que se tuviera tolerancia con los paganos, pues no habían tenido los medios para conocer la revelación; pero le resultaba difícil tolerar que alguien, habiendo abrazado primero la fe católica, después apostatara de ella. En aquel entonces no se había desarrollado la idea social de la «tolerancia»; ni entre ateos, ni entre judíos, ni entre musulmanes, ni entre herejes y tampoco entre las masas de cristianos. Querer juzgar acontecimientos históricos sin entender primero los criterios que en aquellos tiempos prevalecían en la humanidad es ya, de entrada, un gran error.
Origen de la leyenda negra
Repetir una mentira no la hace una verdad, pero es el sistema que los enemigos de la Iglesia suelen usar, dando lugar a la
aparición de las leyendas negras. La leyenda negra de la Inquisición católica empezó a gestarse a mediados del siglo XVI, cuando escritores protestantes empezaron a exagerar sus rasgos negativos a fin de difamar a la Iglesia. Entre ellos se puede mencionar al inglés John Foxe (1516– 1587), con su libro The Book of Martyrs, y a Casiodoro de Reina y Antonio del Corro, autores de Sanctae Inquisitionis Hispanicae Artes, libro traducido al inglés, francés, holandés, alemán y húngaro. La leyenda negra de la Inquisición se convirtió en un arma ya no tanto de fines religiosos sino políticos, presentando a España como la gran enemiga mundial de la libertad, la productividad y el progreso. Con este fin la utilizaron Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Y en los siguientes siglos las exageraciones sobre la Inquisición provenían ya no sólo de los protestantes, sino también de la masonería y el comunismo, y, en la actualidad, también de los movimientos feministas y de la ideología de género.
PETICIÓN DE PERDÓN
Las más rigurosas investigaciones históricas han comprobado unánimemente que es falso que la Inquisición fuera responsable de la muerte de «millones de personas», como popularmente se asegura. Murieron pocos miles. Sin embargo, es verdad que ninguna persona debió ser torturada ni sentenciada a muerte por herejía. Por ello, en el año 2000, el Papa Juan Pablo II pidió perdón en nombre de los hijos de la Iglesia «por los errores cometidos en el servicio de la verdad usando métodos que no tienen nada que ver con el Evangelio».
La Iglesia ahora favorece la libertad religiosa y de conciencia, pero en la época del auge de la Inquisición española esos principios apenas empezaban a descubrirse y plantearse. Es una verdad triste, sin duda, pero no podemos reprochar seriamente a los hombres de aquella época que no hayan pensado como lo hacemos ahora. No todo acusado era un condenado seguro a la hoguera, como supone la gente. Infinidad de casos se cerraban sin que el acusado tuviera siquiera que comparecer; muchísimos acusados salían con una pena equiparable con la penitencia que le habría asignado cualquier confesor, y muchos otros, con cargos más graves, eran condenados a destierro o reclusión, frecuentemente en un convento. Sólo en un porcentaje bajísimo se aplicaba la pena de muerte; pero no la ejecutaba la Inquisición, sino que los reos eran entregados al poder judicial. La facilidad con la que alguien saca a relucir la consigna: «recuerden los horrores de la Inquisición», es directamente proporcional a la ignorancia que tiene sobre el tema. No hay que exonerar a la Inquisición de sus muchas y graves culpas, pero sí hay que conocer realmente cuál fue la verdadera Inquisición, no la imaginaria, la de la leyenda negra. D. A. G.
tema de la semana
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La verdad histórica de la Inquisición, en preguntas y respuestas ¿La Inquisición fue una institución única?
No.
Hubo varias Inquisiciones católicas, algunas presididas por los obispos, otras por el Papa y sus delegados, y la Inquisición española, la más famosa, que aunque estaba formada por miembros del clero, era como una secretaría del gobierno. Pero no sólo existió la Inquisición católica: hubo inquisiciones protestantes e inquisiciones judías. El primer modelo de inquisición o averiguación sobre el mal comportamiento religioso de alguien, junto con el castigo posterior, viene de los israelitas del Antiguo Testamento: en Deuteronomio 17, 2-7 se determina cómo debían ser los juicios en Israel para quien ofendiese a Dios de palabra o de obra, ordenando una indagación o inquisición, un juicio y la correspondiente condena. Este mismo sistema lo aplicaron los judíos a Jesucristo, que fue condenado por los sacerdotes y autoridades (ver Mt 26, 57-66). La inquisición
judía distinguía tres grados de condena: la separación (niddui), la excomunión (herem) y la muerte (schammata); y a Jesucristo lo condenaros al schammata, entregándolo a los romanos para que lo mataran. La inquisición judía se ve también en los Hechos de los Apóstoles (8, 1-33 y 9, 1-30), donde se narra la persecución que realizaban contra los primeros cristianos y cómo el Sumo Sacerdote envió a Saulo hacia Damasco para averiguar si los judíos de Siria se habían hecho cristianos, y en ese caso traerlos encadenados a Jerusalén para castigarlos. Cuando en el siglo XIII se estableció la católica Inquisición papal, aún seguía existiendo la inquisición judía, y se mantuvo vigente en Europa (en Ámsterdam, por ejemplo) hasta por lo menos el siglo XVII. La inquisición judía castigaba a los que, después de haber abrazado la religión de Moisés, renegaban de ella o profesaban un judaísmo heterodoxo.
¿consideraba culpables a todos los acusados?
No.
La mayor parte de las denuncias que se presentaron ante el Santo Oficio no concluyeron en nada. Muchas denuncias no eran ratificadas por el denunciante, de modo que el caso se daba por cerrado. Otras tantas veces los inquisidores consideraban que no había causa suficiente para pasar adelante con el proceso. En muchas ocasiones sí se abrió una investigación, pero el caso acabó olvidándose, sin llegar a conclusión alguna. Y cuando el acusado sí era procesado, muchas veces se dio el caso de que los jueces declararan inocente al reo, de modo que sólo una fracción de los acusados ante el Santo Oficio resultaron declarados como culpables.
¿Inquisición o «santa» inquisición?
Quizá
como forma de burla, es muy común que los enemigos de la Iglesia hablen de «la Santa Inquisición» en lugar de, simplemente, «la Inquisición». Y esto también ha alcanzado a católicos que fueron instruidos en la escuela con postulados que son parte de la leyenda negra antiespañola y no de la realidad histórica.
No existió una institución llamada «Santa Inquisición». Los distintos nombres que la Inquisición católica tuvo fueron: «Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición», «Congregación del Santo Oficio», «Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición» o «Tribunal del Santo Oficio».
¿la gente odiaba o temía la inquisición?
No.
Los documentos de la época revelan que la mayoría de la población española y novohispana veía con agrado la implantación del tribunal del Santo Oficio, pues la consideraba protectora de la ortodoxia católica y de las buenas costumbres.
¿Eran comunes las falsas acusaciones?
No.
Además los inquisidores no tomaban las denuncias por ciertas sin investigar antes al denunciante, y lo castigaban duramente si había mentido. Los falsos testimonios fueron escasísimos. Por cierto, como nota curiosa, un falso denunciante en México, Juan Márquez de Andino, fue condenado a un leve pero notable suplicio: lo enmielaron y emplumaron de la cintura para arriba y estuvo así, expuesto al público, por tres o cuatro horas.
¿LAS PENAS SE DABAN EN LOS aUTOS DE FE?
¿LA inquisición fue culpable del genocidio indígena?
No.
El rey Felipe II de España, por cédula real, estableció el Tribunal del Santo Oficio en la Nueva España en 1569, que comenzó a operar en 1571, sustrayendo de la jurisdicción inquisitorial a los indígenas. En ello Felipe II siguió a su antecesor y padre, el emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico y I de España, que ya había prohibido que los procesos inquisitoriales que antes de la existencia del Santo Oficio llevaban a cabo
frailes, pudieran seguir juzgando a indígenas americanos por cuestiones de fe. Ciertamente hubo una disminución acelerada de la población nativa americana, pero no por genocidio —definido por la Real Academia Española como «exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad»—, sino a causa de epidemias: viruela, sarampión, influenza, peste bubónica, difteria, tifus, escarlatina, varicela, fiebre amarilla y tosferina, venidas accidentalmente de Europa. Como los indígenas carecían de inmunidad incluso contra enfermedades que para los europeos eran benignas (la gripe, por ejemplo), éstas diezmaron la población americana hasta en un 90% en algunas zonas. La Inquisición nada tuvo que ver.
No.
Un Auto de Fe era una ceremonia litúrgica impresionante, a la que solían asistir todas las autoridades civiles y eclesiásticas locales. Durante el acto se presentaban ante el público los condenados y se leían las
sentencias. Cuando había condenados a muerte, éstos eran llevados a lomo de mula a otra plaza, al terminar el Auto, para aplicarles el castigo.
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¿ES VERDAD QUE La Inquisición FUE la que inventó y usó LAS MÁS sádicas torturas de la historia?
No.
Ciertamente el Santo Oficio podía contar con una gran variedad de suplicios, pero en realidad usó pocos, siempre los mismos, que databan de las épocas romana y medieval:
La Inquisición española y la novohispana emplearon tres: el tormento del cordel, el tormento del agua y el potro. Y muy rara vez la garrucha. No utilizaron vivisecciones, la «cuna de Judas», la rueda, la sierra, la «doncella de hierro», la pera, la araña de hierro, la «hija del carroñero», cinturones de castidad ni tantas otras que los museos fijos y las exposiciones itinerantes de «la Santa Inquisición» exhiben achacándole su uso al Tribunal del Santo Oficio.
Una exposición en México con instrumentos de tortura cuyo uso equivocadamente se le adjudica a la Inquisición. Pero eran de uso civil, no eclesiástico.
¿La Inquisición TURTURABA A TODOS LOS ACUSADOS?
No.
La tortura se aplicaba cuando el acusado no confesaba a pesar de que había numerosos o fuertes testimonios en su contra, pero esto era mucho menos frecuente de lo que se supone. Todos los historiadores profesionales que se han dedicado al estudio del Santo Oficio de México han señalado que la tortura fue muy poco usada; por ejemplo, Edmundo O’Gorman, que no fue parcial hacia el catolicismo, escribió acerca del tormento en la Inquisición novohispana: «Este inhumano procedimiento era de uso común en todos los tribunales de la época y en todos los países de Europa; pero por el ambiente de misterio y secreto que rodeaba a los de la Inquisición, y por ser ése uno de los principales de la ‘leyenda negra’, el tormento ha sido errónea y popularmente considerado como lo propio y característico de los tribunales del Santo Oficio.
«La prueba del tormento era excepcional, puesto que se reservaba para casos graves, bien por la enormidad del delito, bien por la contumacia del reo. Debe desvanecerse la idea, muy generalizada, de que en todos los casos se usaba esa prueba. «Pero, además, cuando se estimaba que un reo debería someterse a ‘cuestión de tormento’, era necesario que el fiscal presentara petición expresa y debidamente fundada y que el reo fuera previamente notificado para darle oportunidad de evitarse tan espantosa prueba». En cambio, las investigaciones históricas revelan que en las naciones protestantes y en los tribunales judiciales de la época sí eran de uso común diversas y sofisticadas torturas.
Esos eran tormentos empleados por tribunales civiles de la época, no por los tribunales eclesiásticos. El uso que hizo la Inquisición del tormento es, sin duda condenable, pero nunca fue con la intención de matar a los sospechosos (a los que condenaba a muerte los remitía a la autoridad civil para ser ejecutados) sino de arrancarles la verdad. Es por ello que el Tribunal del Santo Oficio tampoco empleó sistemas penales para matar reos por inanición o por encierro, tales como oubliettes, jaulas suspendidas, emparedamientos, etc. Otro dato histórico importante es que la tortura no podía ser aplicada más que en una ocasión al acusado, y no debía exceder de una hora. En promedio la tortura sólo se usó en un 2% de los casos, y nunca por más de quince minutos.
¿a cuÁntos procesó la Inquisición?
E
n el Archivo Histórico Nacional de España se conservan los informes que anualmente debían remitir todos los tribunales locales. Consultando las relaciones de todas las causas desde 1560 hasta 1700 se contabiliza que:
La Inquisición española realizó un total de 49 mil 92 juicios en Europa. De todas las personas procesadas por la Inquisición, sólo el 1.9% fue quemado en la hoguera. En números, eso significa que en Europa el Tribunal del Santo Oficio dio muerte a unas 490 personas aproximadamente.
En el caso de la Inquisición en la Nueva España (o sea en lo que hoy es México, Centroamérica y parte de Estados Unidos), los historiadores serios, incluidos los del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), analizando los expedientes del Archivo General de la Nación, encontraron que fueron procesadas aproximadamente 300 personas a lo largo de los casi 300 años que duró (o sea más o menos una por año; y que fueron condenadas a muerte 43 de éstas. Muy lejanas están, pues, las verdaderas cifras de las que la leyenda negra ha inventado asegurando que hubo miles o millones de procesados y condenados a muerte por la Inquisición católica.
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La comunidad eclesial Queridos hermanos y hermanas:
Continuamos la reflexión sobre la confirmación considerando los efectos del don del Espíritu Santo en quienes reciben este sacramento. El Espíritu nos mueve a salir de nuestro egoísmo y a ser un don para los demás. La recepción de la confirmación nos une con mayor fuerza a los miembros del Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia. Tenemos que pensar en la Iglesia como un organismo vivo, compuesto de personas que caminan formando una comunidad junto al obispo, que es el ministro originario de la confirmación y quien nos vincula con la Iglesia. Esta incorporación a la comunidad eclesial se manifiesta en el signo de la paz con el que se concluye el rito de la confirmación. El obispo dice a cada confirmado: «la paz
esté contigo». Estas palabras nos recuerdan el saludo de Jesús a sus discípulos en la noche de Pascua y expresan la unión con el Pastor de esa iglesia particular y con todos los fieles. Recibir la paz a través del obispo nos impulsa a trabajar por la comunión dentro y fuera de la Iglesia, a mejorar los vínculos de concordia en la parroquia y a cooperar con la comunidad cristiana. La confirmación se recibe una sola vez, pero su fuerza espiritual se mantiene en el tiempo y anima a crecer espiritualmente con los demás.
Palabras del Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles 6 de junio de 2018
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¿cómo castigaba La Inquisición A LOS CULPABLES?
«Sambenitos», castigos que se daban en España y en México
L
a condena a muerte fue poco frecuente: el reo era quemado vivo en la hoguera; pero si se arrepentía podía en algunos casos salvar la vida, o por lo menos conseguir que se le matara por estrangulamiento antes de ser quemado. Y con frecuencia la condena a la hoguera no la padecían los condenados sino imágenes de madera en su representación. Los que eran castigados con encierro temporal o perpetuo podían ser enviados a las cárceles celulares, que eran circuitos cuadrados con casillas, donde debían habitar los penitenciados a cárcel. Por indicación de Torquemada las cárceles celulares debían ser construidas en cada pueblo por el Tribunal del Santo Oficio. Pero cuando no se contaba con estos sitios, los reos penitentes eran conducidos a conventos, y otros más quedaban confinados en su propio hogar bajo la advertencia de que recibirían otro castigo si salían de ella. Los encerrados en las cárceles celulares contaban con tres comidas al día, cama, ropa limpia, mesa, silla y algunos libros devotos. No la pasaban tan mal, pues sus celdas no eran oscuros, profundos y húmedos calabozos, como la leyenda negra inventa; por eso en 1812 el padre Alvarado, en su Carta Apologética, señalaba: «Muchísimos pobres inocentes quisieran para habitar de continuo las estancias que sirven a la seguridad de estos culpados». También denunciaba el padre Alvarado: «Han sido demasiado frecuentes los atentados de algunos reos [del orden civil] que, por redimirse de las vejaciones de la cárcel o del
presidio en que los tenían, han tomado el abominable arbitrio de hacerse reos de la Inquisición, prorrumpiendo en blasfemias heréticas, escupiendo la Sagrada Forma, o cometiendo otras tales atrocidades. Por ellas han sido llevados al Tribunal, donde, averiguada la cosa de raíz, se ha visto que el nuevo atentado ha sido solamente hijo de la aprehensión (esto es, del encarcelamiento), por donde el reo ha esperado encontrar en el nuevo Tribunal la humanidad y compasión que echa de menos en el que lo juzga o castiga». Alvarado comentaba sobre otros castigos: «Suponen asimismo algunos escritores que a los presos se oprimía con grillos, esposas, cepos, cadenas y otros géneros de mortificación; pero tampoco es cierto, fuera de algún caso raro en que hubiese causa particular. Yo vi poner esposas en las manos y grillos en los pies, el año 1790, a un francés, natural de Marsella; pero fue para evitar que se quitase por sí mismo la vida, como lo había procurado». Por su parte, la historiadora mexicana Consuelo Maquívar, del INAH, señala que entre las penas que sí aplicaba el Santo Oficio era la «vergüenza pública» o «sambenito», que consistía en llevar una túnica burda con una cruz de San Andrés y un gorro llamado «capirote». También establecía el destierro (temporal o perpetuo), multas o incluso la condena a galeras, que se cumplía en los galeones (embarcaciones) de la flota española, además de que en los procesos se procedía a la incautación de bienes.
Con información de: 1) Diego García Bayardo: «Las historias de México: Respuestas ciertas a preguntas clásicas sobre la inquisición» y «El problema de las brujas y la Inquisicion»; 2) Joseph Pérez: «Los judíos en España»; 3) José Luis Martínez Sanz: «La Inquisición de la Iglesia y la justicia del Rey». 4) «Diez razones que desmontan el genocidio indio en la conquista de América», http://www.historiadelnuevomundo.com. 5) «Despejan mitos de la Inquisición en la Nueva España», http://www.inah.gob.mx 6) Antonio García-Molina Riquelme: «El régimen de penas y penitencias en el Tribunal de la Inquisición de México». 7)) Ricardo Cappa, SJ: «La Inquisición española».
Dilemas Éticos
La Inquisición y su contexto Por Sergio Ibarra
L
a herejía, cuyo significado etimológico del latín herectus, significa opción, fue empleado en Persa por primera vez por los «inquisidores de la fe» en 1229 y daría lugar a lo que se denominó Tribunal del Santo Oficio cuyo propósito era destruir cualquier signo que atacara a la religión católica. Es pertinente señalar que durante esos mismos tiempos se llevaron al cabo las batallas de las cruzadas, batallas de origen religioso en donde los ataques se daban entre católicos y otras religiones. Sin embargo, la Inquisición no desapareció con las cruzadas. En México, en 1535, el inquisidor general de España y arzobispo de Toledo, Alfonso Manrique, expidió el título de inquisidor apostólico al primer obispo de México, Juan de Zumárraga. A partir de aquel momento se cometieron actos contra indios. En 1571, el doctor Moya de Contreras, inquisidor mayor de la Nueva España estableció el Tribunal de la Fe, que a la postre se ha considerado como el establecimiento del Santo Oficio en México. Fray Tomás de Torquemada desarrolló las reglas más crueles y estrictas, entre las que se encontraban el secreto a testigos, el tormento y la confiscación de bienes. Las consecuencias que esto trajo tuvo que ver con denuncias entre familiares, entre padres e hijos. El edificio de la Inquisición durante la Colonia posteriormente fue la Escuela de Medicina. Durante los 235 años, aproximadamente, que duró el Santo Oficio en México se pronunciaron 51 sentencias; sin embargo, es una cifra que distintos historiadores han cuestionado de distintas formas. Lo mas probable es que sí existieron mas de 51 sentencias en un período tan prolongado. Las sociedades tienen una característica común que atañe al ser humano: son evolutivas, es decir, al paso del tiempo cambian, cambian sus usos, sus costumbres, sus formas de comportamiento e inclusive sus valores, de tal forma que, cuando uno mira la historia, aparecen fenómenos que pareciesen inexplicables y por momentos absurdos y hasta brutales, como lo fue la Inquisición. Sin embargo, no fue gratuito hubo causas y situaciones que la historia quizás no alcanza a explicar. Evidentemente que en una sociedad como la que nos toca vivir, en donde las Derechos Humanos y la libertad son asuntos primordiales para la convivencia civilizada, esta práctica está fuera de lugar. Es probable que la Inquisición haya nacido como una defensa a los ataques y persecuciones que también sufrieron los católicos durante las cruzadas o por qué no, a infiltrados o a traidores. Luego las cosas cambiaron y se volvió un instrumento represivo.
“El rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezcan en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del Corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor”. Beato Pablo VI
en
El Observador
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EL OBSERVADOR DE LA ACTUALIDAD
¿Ayudas a los demás con lo que tienes o con lo que te sobra? La viuda pobre que da una buena lección a los ricos POR CÉSAR NEBOT
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enemos una tendencia pasmosa a simplificar erróneamente los mensajes de una forma infantil. En el evangelio de San Marcos 12-41,44 tenemos el interesante pasaje de la ofrenda de la viuda pobre. «Jesús estaba una vez sentado frente a los cofres de las ofrendas, mirando cómo la gente echaba dinero en ellos. Muchos ricos echaban mucho dinero. En esto llegó una viuda pobre, y echó en uno de los cofres dos moneditas de cobre, de muy poco valor. Entonces Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: —Les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros que echan dinero en los cofres; pues todos dan de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir». La teoría subjetiva del valor considera que la dimensión profunda de la valoración de un bien no es intrínseca al objeto
sino que se deriva de las preferencias y necesidades del sujeto que éste bien puede satisfacer. Por eso, desde este punto de vista, Jesús señala para sorpresa de los ricos, que el valor de las dos monedas de la viuda pobre era mayor que las opulentas ofrendas que estaban brindando. En este pasaje se muestra que lo importante y honesto no es un valor externo objetivo sino la valoración personal y subjetiva. Esto nos adentra en una con-
ciencia económica de orden personal y no tanto de orden del colectivo. Esto es importante porque tendemos a desentendernos de las responsabilidades económicas individuales esperando que el mercado nos exculpe nuestras faltas. No son pocos los que, siendo cristianos, parecen dejarse los valores en la puerta de la empresa, en sus relaciones económicas y laborales, escudándose de que el mercado es así y buscando un ego te absolvo.
Pero lejos de aprovechar este pasaje de Jesús para asumir esa conciencia de responsabilidad económica de orden personal, tendemos a interpretar que la ayuda debe ser de lo que uno no tiene porque de esa manera parece que se confía más en la providencia del Señor. Pero entonces, ¿qué es mejor: ayudar disponiendo de una buena rentabilidad de los dones que se nos han confiado o ayudar desde lo que no se tiene? Parece que en otros pasajes Jesús se pone un tanto terco con el tema de hacer rendir aquello que se nos da. Por lo tanto, entre las dos opciones tendría más sensatez evangélica luchar por rendir y así ayudar, siendo consciente de que disponemos de una responsabilidad económica individual. Sin mirar ni exculparnos en la valoración colectiva en suma farisea. Porque «Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará» (Mt 6,6)
El Papa «en tres meses cambió la historia» de los abusos en Chile Habla el sacerdote chileno, experto en abusos, que fue recibido en Santa Marta
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inco sacerdotes y dos laicos fueron invitados por el Papa Francisco a pasar tres días en casa Santa Marta, residencia en el Vaticano, iniciando su visita el pasado 1 de junio. Los sacerdotes celebraron con el Papa la misa en la pequeña Capilla de Santa Marta y después del almuerzo tuvieron una reunión de grupo, contó el sacerdote Francisco Javier Astaburuaga Ossa, experto en abusos y quien fue parte del grupo de clérigos.
Esperanza desde la fe El también profesor de derecho canónico, que acompañó a Juan Carlos Cruz en su calvario de denunciar los abusos de Fernando Karadima, invitó a ver esta bús-
POR ARY WALDIR RAMOS DÍAZ queda de la verdad por parte del Papa y la Iglesia como una esperanza en la fe. «Creo que el Santo Padre está llevando adelante gestos muy manifiestos que son una invitación a resucitar, a asumir el conflicto, mirarlo de frente, como dice él, y también animarlos en la esperanza. Sin duda alguna, hemos salido renovados en la fe». Luego dirigió un llamado personal a la Iglesia en Chile: «Yo quisiera decir a los católicos que abramos el corazón a esta dinámica de la esperanza. El Santo Padre nos invita a renovar nuestra fe, a caminar en la fe y poner en el centro a Jesús». Respecto a los conflictos, sostuvo que no deben ser obstáculos para que prevalezca la desesperanza. «Esta es una oportunidad
para ver las cosas que hemos hecho mal y cómo hay que mejorar. Eso lo agradecemos al Papa». El sacerdote también indicó que conversó con las dos víctimas de Karadima que encontraron al Papa recientemente: Juan Carlos Cruz y James Hamilton. «Sí, ellos están muy agradecidos y han mandado muchos saludos al Santo Padre».
a todo el pueblo de Dios para que sea copartícipe y corresponsable en la transformación». «Eso implica – continuó- una gran participación del laicado. Me parece excelente. Es una carta muy pastoral y muy del corazón del Papa y él asume la dificultad de los problemas que hay. Nos invita a todos a ser corresponsables en la solución del problema».
La carta del Papa al Pueblo de Dios de Chile
Experiencia en acompañar las víctimas de abusos
«Lo que queremos es aportar y el Papa nos quiere escuchar», dijo a prensa en Roma el sacerdote Astaburuaga Ossa, escuchado durante la misión especial del obispo maltés Scicluna a Chile en febrero. Respecto a la carta papal enviada al pueblo de Dios de Chile: «El Santo Padre hace un invitación
En referencia a su experiencia de acompañar a las víctimas de abusos, indicó: «nunca perdí la esperanza. Acompañar durante estos años, significa mucha paciencia, confianza en Dios, una fe profunda también para salir de las grandes dificultades y complejas».
El sacerdote Astaburuaga Ossa destacó que «en tres meses cambió la historia» de los abusos en Chile, en referencia a las acciones concretas realizadas por el Papa Francisco y sus colaboradores.
«Después de veinte años, jamás me iba a imaginar que un día podría estar conversando con el Santo Padre» sobre el tema. «Dios siempre nos sorprende; eso es lo maravilloso de la fe, la apertura del corazón, dejarse sorprender por Él», reiteró.
en
El Observador
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EL OBSERVADOR DE LA ACTUALIDAD
El Papa a médicos católicos: primero el paciente y sus derechos
El Pontífice ha recibido a los miembros de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) POR ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
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l Papa Francisco animó a los médicos católicos a seguir trabajando en favor del paciente y su dignidad con sus derechos inalienables, sobre todo el derecho a la vida. Lo hizo en la audiencia a los miembros de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), a quienes recibió en la Sala de los Papas del Vaticano a finales de mayo. «La defensa de la dimensión personal del enfermo es esencial para la humanización de la medicina, incluso en sentido de la ecología humana. Por ello, que sea vuestro compromiso en sus respectivos países… y a nivel internacional, cuidar este aspecto, interviniendo en ambientes especializados, pero también en las discusiones que se refieren a las legislaciones sobre temas éticos sensibles, como por ejemplo la interrupción del embarazo, el final de la vida y la medicina genética», sostuvo.
Gestos y profesionalidad «Sus palabras, sus gestos, sus consejos, sus opciones tienen un eco que va más allá del campo profesional y se convierte, si es coherente, en un testimonio de fe vivida. Por ello, los animo a seguir con alegría y generosidad el camino asociativo, en colaboración con todas las personas y las instituciones que comparten el amor a la vida y se comprometen en servirla en su dignidad y sacralidad», dijo el Papa.
Formarse siempre y ser misioneros El Papa subrayó el calificativo de «médicos católicos» que «los compromete a una permanente formación espiritual,
El escalofriante testimonio de un padre con hijo con parálisis cerebral
moral y bioética con el fin de poner en acto los principios evangélicos en la práctica médica, partiendo de la relación médico-paciente hasta llegar a la actividad misionera para mejorar las condiciones de salud de las poblaciones en las periferias del mundo». «Su obra es una forma peculiar de solidaridad humana y de testimonio cristiano; su trabajo, de hecho, esta enriquecido por el espíritu de fe», añadió.
Colaborar con otras religiones por la vida «La Iglesia está a favor de la vida y su preocupación es que nada esté contra la vida en la realidad de una existencia concreta… Ser médicos católicos es sentirse operadores sanitarios que desde la fe y de la comunión con la Iglesia reciben el impulso para hacer siempre más madura la propia formación cristiana y profesional, incansable la propia dedicación, inagotable la necesidad de profundizar y conocer las leyes de la naturaleza para servir mejor la vida».
No a la adoración del poder Entretanto, el Papa destacó la fidelidad de las Asociaciones que forman parte de esta Federación, manteniendo la propia fisionomía de católicos, actuando el magisterio de la Iglesia y las directivas en campo médico-moral. «Esta fidelidad requiere esfuerzos que, en particulares circunstancias, pueden exigir mucha valentía. Continúen con serenidad y determinación por este camino acompañando las intervenciones magisteriales en los ámbitos de la medicina con una mayor conciencia de sus implicaciones morales».
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POR BLANCA DE UGARTE
Creo que tenemos algunas cosas en común». Así se dirige por primera vez José Manuel Roás a Andrés Aberasturi. El periodista y escritor español estaba siendo entrevistado por Risto Mejide en Chester, un programa del canal Cuatro, donde transmitió la cruda realidad que vive a diario con su hijo Cris, con parálisis cerebral, una dura enfermedad que ha forjado la visión de la vida de su padre. A continuación, Risto quiso presentar a José Manuel, conocido por correr maratones con su hijo Pablo, quien acudió al programa para explicar cómo vivía él la enfermedad de su hijo y transmitir que Pablo, al igual que Cris para Aberasturi, es su pasión.
Estos dos padres saben qué es el sufrimiento: «Cuando tienes un Cris, cuando tienes un Pablo, hablar de sufrimiento es una obviedad. ¡Quién no es capaz de entender el escándalo del sufrimiento de los inocentes!», explica Roás. En ese instante Aberasturi le preguntó si sabría dar respuesta a ese sufrimiento, a lo que Roás le contestó que la encuentra en lo práctico, en el día a día.
Le expuso tres momentos claves en su vida. El primero, una señal por la que entró en pánico y cambió el rumbo de su vida. El segundo, llamado para él, «el imposible», cuando descubren la enfermedad de su hijo Pablo que transformó por completo su realidad. Y el tercer momento: «el ver que lo imposible se ha hecho posible.
«No sé explicar por qué, resulta que el sufrimiento y la felicidad van unidos». Confiesa que, en medio de esa realidad, consigue dar gracias a Dios por haber actuado en la debilidad. Y añade, «cuando yo lo veo en carreras, cuando lo acompaño en primera línea y lo veo reírse, cualquiera sabe que tiene delante a la persona más feliz del mundo. Y yo tengo el privilegio de ser su padre», expresó. Tras escucharle emocionado, el periodista le indicó: «Estoy de acuerdo absolutamente contigo en casi todo excepto por el agradecimiento, yo no doy las gracias, pero ojalá pudiera contagiarme de eso», le indicó el periodista.
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Recomendaciones para ejercer un
4.- Si es posible pregunta de manera directa a tus candidatos, acerca de:
Con este propósito te presentamos cinco puntos que te ayudarán a cuidar el sentido de tu voto.
Su disposición para promover políticas públicas con perspectiva de familia. Su opinión sobre quiénes son los responsables de la educación y formación de los niños. Su punto de vista sobre cual es el primer derecho del ser humano. Su postura respecto al aborto. Su posición acerca de la familia, el matrimonio y la adopción.
1.- Identifica a los candidatos de tu Estado y/o Distrito Electoral. 2.- Busca información acerca de su trayectoria personal, profesional y política. 3.- Indaga sobre sus posturas públicas en temas fundamentales, como:
5.- Decide. Toma en cuenta propuestas, valores y experiencia.
Vida, Familia y Bien Común, son la mejor decisión
Vida Dignidad de la Persona Familia y matrimonio Derechos de los Padres Libertad Religiosa. @VotoCatolicoMexico
Diseño Voto Católico MX
¡Transformemos la cultura! ¡Participa para transformar la sociedad! ¡Busquemos el bien posible!
#VotoRazonado #VotoCatólico Infórmate y decide. Ingresa a www.votocatolico.mx/Elecciones2018
POR UNA PARTICIPACIÓN RAZONADA
VOTAR SEGÚN LA PROPIA CONCIENCIA
exige conocer, en la medida de lo posible, las propuestas y plataformas de los partidos y candidatos contendientes, otorgarles nuestro voto no por posibles beneficios personales, sino para fortalecer a la comunidad toda. CARDENAL ADOLFO ANTONIO SUÁREZ RIVERA
DEJEMOS LA CONFRONTACIÓN POR LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ DIRECTOR DE VOTO CATÓLICO
Participar en las elecciones es un deber moral de todo ciudadano, en el caso de los católicos nuestra participación debe estar encaminada a buscar el bien posible, para lo cual es necesario emitir un voto razonado y reflexionado.
@VotoCatolicoMex
REFLEXIONEMOS,
INGRESA a: ESCOGE la opción correspondiente al cargo que te interese conocer:
www.votocatolico.mx
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ELIGE la opción ELECCIONES 2018 o da click en el Estado que te interese
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Presidente de la República, Gobernador, Senadores, Diputados Federales, Diputados Locales.
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sta campaña electoral, que vive ya sus últimas semanas, se ha caracterizado por ser una contienda en la que no sólo los candidatos a la Presidencia de la República han privilegiado los agravios, la descalificación y denostación, por encima de las propuestas y argumentos que nos permitan vislumbrar un horizonte de futuro para nuestro país. Los ciudadanos también han hecho suyo el rumor, los discursos de división, encono, rencor y miedo, que hoy tienen confrontada a la población. Actualmente la competencia política ya no es únicamente entre quienes aspiran a gobernar los destinos de nuestra nación, sino que se ha convertido en una lucha entre hermanos, muchos de los cuales identifican en cada uno de los proyectos políticos, la expectativa de varios Méxicos, uno mejor, uno malo y otro indeseable para algunos, pugna que de no frenarse a tiempo podría producir una herida cultural que difícilmente sanara. Los católicos y personas de buena voluntad tenemos la responsabilidad de convertirnos en factores de unidad, de propiciar el entendimiento, necesitamos escuchar, reflexionar, no tratar de imponer a los demás lo que pensamos y creemos, sino compartir nuestras inquietudes, lo que llevamos dentro, con el propósito de que surja el verdadero diálogo y no la confrontación de ideas que nos separan y polarizan. El desarrollo democrático radica en la capacidad de los electores para analizar objetivamente y de frente a sus principios y convicciones personales, la trayectoria, posturas y plataformas electorales de cada uno de los aspirantes a cargos de elección popular, en la posibilidad de reflexionar individualmente y en familia sus planteamientos y proyectos de gobierno. Se materializa en la posibilidad de decidir de manera libre y sin injerencias por la mejor opción para la comunidad, para el bien de todos. Las elecciones de 2018, son una magnífica oportunidad para reconstruir la sociedad, para renovar los paradigmas en que se ha sustentado el desarrollo nacional, para buscar el bien posible, nunca el mal menor. Pero, sobre todo, para sentar las bases de una nueva cultura política alejada de la mentira, la confrontación, la intolerancia y el odio por quienes piensan diferente; que en los años porvenir promueva en su lugar el compromiso de participar para transformar, que privilegie el voto razonado y en conciencia, producto de un riguroso discernimiento personal y familiar, en favor de los principios y valores fundamentales, que sostienen, dan sentido y rumbo a la organización social, como: derecho a la vida, dignidad humana, fortalecimiento de la familia, derecho de los padres a educar a sus hijos y libertad religiosa. México está llamado a ser un pueblo fraterno, en justicia y en paz. Para lograrlo es necesario sumarnos y dejar de confrontarnos.
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SER JOVEN
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El ego, mal consejero En el mundo moderno existe un terrible enemigo que destruye la paz interior, las aspiraciones y los sueños del hombre: se llama ego Por: Mary Velázquez Dorantes Twitter: @mary_dts
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l capitalismo ha masificado la idea del éxito basado en las clases sociales, el dinero, la fama y el poder; sin embargo, estas formas están muy alejadas de la tranquilidad y la felicidad interna. Con el ego hasta el tope los individuos comienzan a perder confianza en sí mismos, se destroza el equilibrio emocional y la ambición crece en sus formas más desmedidas.
El egocentrismo ha sido el arma letal para el hombre actual. El hecho de estar peligrosamente centrado en sí mismo y no tomar en cuenta a los demás, sólo para utilizarlos con fines personales, ha demostrado que el daño que produce es más fuerte que una bomba atómica de forma metafórica. En el interior de las personas donde el ego domina hay una terrible necesidad por querer ser mejor que otros a toda costa, una distorsión de la realidad y grandes problemas que no son resueltos por sí mismo, sino que buscan culpar a los demás de sus errores. Una persona egocéntrica tiene una falsa autoconfianza, sus acciones están relacionadas con la falta de afecto, deseos de grandeza y autoestima frágil. El ego es una voz que dicta que somos mejores de lo que realmente somos, rechaza la humildad, la amabilidad y la resiliencia.
LA ERA DE LOS EGOMANÍACOS
¿Qué distingue a una persona egocéntrica de otra que no lo es? El exceso de grandeza y la falta de humildad. Los llamados egomaníacos suelen estar rodeados de personas que sólo les proveen de prestigio, con ambiciones y fantasías de poder; no manifiestan sentimientos, emociones o afecto por quienes les rodean, dado que sólo buscan el halago propio. Los expertos en psicología afirman que una persona dominada por el ego es incapaz de crecer en habilidades o incluso que su propio crecimiento es inhabilitado, dado que están concentrados en no salir de ellos
mismos. Otro factor que caracteriza a estas personas es la fuerte envidia que sienten por los demás, dado que no permiten que otros se desarrollen con talento y creatividad diferente a la de ellos. El exhibicionismo es la fuente central de una personalidad egocéntrica. Los egocentristas siempre desea buscar tener la atención y el deseo excesivo ante el colectivo; la mayoría de ellos padece de un narcisismo patológico, creyendo que son lo único que existe. El impacto psicológico de estas personas puede producir terror cuando descubren que existen otros seres humanos que sobresalen a ellos. La manipulación es su arma preferida, dado que buscan rodearse de personas que son vulnerables a sus «encantos», produciéndoles intolerancia a las críticas.
PREMIO A LA VANIDAD
El egocéntrico vive en una realidad diferente y distorsionada, todo es imaginario en él, creyéndose omnipotente como un mecanismo de defensa. La vanidad es clave en ellos y la falta de empatía para con los demás es el entorno en el que prefieren desarrollarse. Lo contrario a la vanidad egocéntrica es la humildad; sin embargo, quien padece de exceso en egolatría no busca espacios de convi-
vencia sana o sencilla, la comprensión es carente. Los expertos señalan que el siglo XXI está lleno de mensajes donde se premia el lujo, se adoptan las posiciones clasistas, prevalece el mundo de las marcas, la ostentación y la belleza en su expresión de grandeza. Estas realidades donde se mueven los individuos han activado intereses por vivir de una imagen, la existencia se distorsiona porque predomina una cultura donde lo que interesa es «cómo nos vemos» y no lo que somos.
El mundo de las apariencias es persuasivo y seductor. Las exhibiciones económicas y las etiquetas sociales ganan cada vez más terreno; por lo tanto, las personas suelen acostumbrarse prontamente a los elogios, el poder y la gloria. Se trata de una sociedad donde las responsabilidades sociales no existen, dado que los intereses individuales predominan.
CONSEJOS PARA NO SER UN EGÓLATRA ► Reconoce que cada persona tiene
habilidades diferentes.
► Resiste a la vanidad en exceso. ► Escucha a los demás
y no creas que eres único. ► Aprende a dar, antes que recibir. ► Aprende a pedir ayuda. ► Acepta tus propias limitaciones. ► Práctica la compasión. ► No busques ser complacido en todo momento. ► Desarrolla la autocrítica. En el campo de la psiquiatría el ego en exceso es considerado el nuevo trastorno mental, dado que los pensamientos de quienes lo padecen mercantilizan a todos los que los rodean; la falta de principios morales y el bien común son suprimidos.
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SER JOVEN
RESEÑA Marlo (Charlize Theron) y su esposo Drew (Ron Livingston) tienen dos hijos: Sara (Lia Frankland) y el pequeño Jonah (Asher Miles Fallica) que tiene una «condición» que la escuela asume como «extravagante». Aparentemente esa condición tiene que ver con algún grado del espectro autista. Está por nacer el tercer hijo y Marlo está agotada. Su hermano Craig (Mark Duplass), quien goza de una situación financiera favorable, le ofrece como regalo de maternidad pagar una niñera de noche para que ella pueda descansar al menos algunas horas de sueño. Marlo se niega alegando que no va a permitir que su bebé desarrolle con una extraña el vínculo que le corresponde a ella. Pero cuando el cansancio, la baja autoestima y el estrés aumentan, decide llamarla y así es como llega por la noche Tully (Mackenzie Davis), una joven agradable que comienza a arreglar el desorden acumulado. ¿VALE LA PENA? El director Jason Reitman vuelve a hacer equipo con la escritora Diablo Cody, quienes ya en el 2007
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Tully
FICHA TÉCNICA TÍTULO ORIGINAL: Tully DIRECCIÓN: Jason Reitman INTÉRPRETES: Charlize Theron, Ron Livingston, Mackenzie Davis, Mark Duplass EDAD APROPIADA: 18 +
DENSIDAD DE CONTENIDOS LENGUAJE OFENSIVO: MEDIO VIOLENCIA: BAJO SEXUALIDAD O DESNUDOS:MEDIO VICIOS Y ADICCIONES: BAJO
entregaron Juno. Ahora entregan otra comedia irreverente para mostrar la realidad maravillosa, pero también extenuante, de la maternidad. La actuación de Charlize Theron es fantástica como una mujer buena y atenta con sus hijos, que se esfuerza por rodearlos de cariño e infundirles hábitos de
orden, estudio y buena educación, a pesar de vivir en la estrechez económica. Pero también está cansada, pues llega a afirmar: «sólo vestirme resulta agotador». Por otro lado, su autoestima maltrecha le hace sentir que aún con todo lo que hace «no es una buena mamá». La historia incluye algunas
situaciones chocantes y de mal gusto, típicas de Cody. A pesar de eso, la cinta es un homenaje a la maternidad e invita a dejar de cargar fardos pesados en las espaldas de la mujer (trabajo doméstico, trabajo profesional, educar a los hijos, chofer, y un largo etcétera). Una madre no es de hierro y aunque tenga gran capacidad de resistencia también se puede quebrar. Justo porque su quehacer es el más importante de todas las actividades humanas, debe recibir ayuda, cariño, elogios y mucho apoyo. El resto del reparto también hace un buen trabajo actoral. Actualmente disponible en cartelera
GRANDES FRASES «La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda es hacer feliz a los demás»
Cantinflas
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ser joven
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¿Es posible juntar castidad y libertad? Es importante recordar que la castidad es una virtud que consiste en el recto uso de nuestra sexualidad. Con esta virtud valoramos el verdadero significado del acto sexual conyugal.
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ivir la castidad es hermoso, es realmente una aventura dirigida por el amor verdadero, pero para vivirla es importante tomar acciones concretas. En la siguiente lista verás algunas de las acciones que te ayudarán a vivir esta hermosa virtud en tu relación.
Tengan un mismo objetivo.
Amar es mirar juntos hacia una misma dirección. Ser una pareja casta consiste en ser un buen equipo juntos, es saber que ambos quieren lo mismo y de la misma manera. Insisto, los dos están en el mismo equipo, tienen la misma camiseta y van hacia delante con la misma meta: vivir un amor auténtico.
Sean sinceros
Es importante que tengas la libertad de ser tú mismo frente a tu pareja, expresar con respeto y confianza lo que te gusta y lo que no, cómo te sientes y cuáles son tus emociones. Esto los ayudará muchísimo, pues así podrán identificar con mayor facilidad qué cosas y momentos no los ayudan a vivir la virtud de la castidad. Si en algún momento están juntos y sientes un deseo que puede atentar contra la castidad, es mejor que se lo digas a tu pareja y evites contacto físico en ese momento.
Además, es conveniente salir a caminar o pasar un rato al aire libre. Recuerda que el amor es verdad y la clave es ser tú mismo. Si tu pareja te ama, entenderá que en ese momento lo mejor no es demostrarse amor con besos ni abrazos, sino que la mejor prueba de amor es el respeto y el no consentimiento de deseos impuros. Sean creativos
Hace poco leía el libro Amor sin límites, escrito por Nick Vujicic y su esposa Kanae, una historia extraordinaria sobre el poder del verdadero amor, y encontré lo siguiente: «Kanae me cocinaba a menudo cuando éramos novios y, como resultado, en muy poco tiempo tuvo más de mí para amar ¡Subí tres kilos! Es una excelente cocinera y considera que prepararme de comer es una forma de mostrarme su amor. «A cambio, yo le escribía canciones y poemas, la llevaba de paseo, la sorprendía con regalos y flores y planeaba pequeñas
aventuras de tal manera que pudiéramos estar juntos, pero sin caer en tentación”. El amor no se limita a besos y abrazos. Éstos son parte de demostrarse el amor y también son importantes porque son manifestaciones del amor que experimentamos, pero debemos ser honestos: cuando éstos se dan con mucha pasión y consintiendo el deseo sexual, pueden ser la puerta de entrada a relaciones sexuales prematrimoniales.
Sean prudentes
Una recomendación es no estar a solas con el novio o la novia en ninguna de sus casas. Tampoco deben ir a lugares oscuros ni donde hay poca gente. Por el contrario, busquen el aire libre, caminar por la playa o parques, comer cosas que a ambos les gusten, conocer nuevos lugares. Conversen muchísimo y sean buenos cómplices. Así la relación se vuelve mucho más bella y menos monótona. Si alguien realiza esos pequeños sacrificios por ti, significa que de verdad te ama. Y todos los sacrificios que se hacen cuando vivimos la virtud de la castidad son pequeños al compararlos con la inmensa alegría que da vivir un amor auténtico. Construyan amistades sanas y formen vínculos de amistad con parejas que tengan el mismo norte que ustedes.
Tengan a Dios en el centro
«Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además la cuerda de tres hilos no es fácil de romper» (Eclesiastés 4,12). Los matrimonios más sólidos y felices son aquellos que están profundamente comprometidos y conscientes de lo que el matrimonio significa, son en los que Jesús es el protagonista de su relación.
No podemos amar si estamos lejos de la fuente del amor, que es el mismo amor de Dios, un Dios que es Padre y que cada mañana te mira y dice: tu felicidad es la mía. Permite a Dios ser tu mayor cómplice y guía en la relación. Él está más interesado que tú en que puedas experimentar el amor verdadero. Si lo tienes a Él como Padre, nunca más mendigarás amor y tu dignidad será elevada para que así puedas elevar la dignidad y cuidar el corazón de la persona que amas. Con información de La Opción V
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Nueve estrategias de los santos para combatir la pereza ¿Quién no ha caído alguna vez en las manos arrebatadoras de la pereza? MARIA PAOLA DAUD
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n estos tiempos es muy fácil caer en la pereza, en la ociosidad, la flojera, la desidia e, incluso, en la negligencia. ¡Son tantas las distracciones innecesarias que tenemos al alcance de la mano! Nuestro smartphone está siempre cerca, dispuesto a distraernos con una notificación de noticias, un dé mensaje de WhatsApp, un email, jueguitos, etcétera, etcétera. Suena una notificación y, sin darnos cuenta, le prestamos más atención de lo debido, perdiendo así un instante precioso en nuestra vida.
San Juan Bosco, con una frase, recuerda lo que algunos Padres de la Iglesia anteriormente expresaron: «La pereza es madre de todos los vicios», porque ésta, con el debilitamiento de la atención que provoca, abre la puerta a otros vicios que nos oprimen. Lo contrario a la pereza es la diligencia, la constancia, la laboriosidad, la responsabilidad. Y, aunque no lo parezca, vencer la pereza es bastante fácil. Sólo hace falta tomar la decisión de hacerlo y poner en práctica estos sencillos consejos que nos traen los santos:
1. Ponerse metas, fijar prioridades
«Cuida el orden para que el orden te cuide a ti» - Agustín
de Hipona.
Ponte metas, diarias, semanales, anuales y, por qué no, de «vida». Trata de cumplirlas. Sé ordenado y si ves que no lo consigues, revalúalas y fija una nue-
va meta, quizás más realizable. Una buena organización con metas de cumplimiento puede ayudar a erradicar la pereza.
2. Minimizar las grandes tareas
«Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible y de pronto estarás logrando lo imposible» - San
Francisco de Asís.
A veces vemos demasiado grande una cosa para hacerla y la evitamos por su espesor, diciendo «es demasiado, nunca lo lograré». La estrategia en este punto consiste en dividir una gran tarea en tareas pequeñas, emplear varios ciclos para lograrlo. Simplemente sigue el consejo de san Francisco, comienza poco a poco.
3. Ser disciplinado «Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no de-
bemos de dejar de ponerle aceite». - Madre Teresa de Calcuta. Ponerle un horario a todo y tratar de seguir con lo establecido nos ayuda a ser disciplinados y a no caer en la pereza.
4. Ejercítate
«Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo». - San
Francisco de Sales.
Imita a los grandes deportistas: si fallas inténtalo de nuevo y no decaigas hasta lograrlo.
5. Elimina distracciones «Las distracciones en la vida pueden ser internas y externas. Si uno está distraído en su interior es más probable y posible que quede en condiciones de mayores fragilidad frente a lo exterior» – San Juan Pablo II Las distracciones deben claramente ser combatidas desde lo interior para no llegar a exteriorizarlas.
6. No te sobrecargues de responsabilidades «Busca lo suficiente, busca lo que basta. Y no quieras más. Lo que pasa de ahí es agobio, no alivio; apesadumbra en vez de levantar». San Agustin. No intentemos hacer miles de cosas a la vez, eso del «multitasking» está científicamente comprobado que no funciona. Es mejor hacer una cosa bien y no diez a medias para no caer en el agotamiento.
7. Ser entusiasta con los demás
«El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos». - Santa Teresa de Ávila.
El dejar el ensimismamiento para llegar al que está a mi lado y me necesita, nos aleja sin dudas del vicio de la pereza.
8. Lo primero es lo primero
«Haz todo por amor y para el amor, haciendo buen uso del tiempo presente, y no estés ansioso sobre el futuro» - San Francisco de Sales.
Deja de lado la procrastinación y no postergues las obligaciones. «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy».
9. Descansar no es pereza «…porque el descanso no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo». – San Josemaría Escrivá de Balaguer. Y a no confundir descanso con pereza, después de una ardua tarea, de la satisfacción por una meta alcanzada. Es bien merecido tomarnos un descanso, para activar las energías y continuar produciendo.
ACTUALIDAD
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El Observador de la actualidad
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Fe y deporte: «Ir más allá del resultado»
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«Dar lo mejor de uno mismo», es el título de este documento elaborado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; presentado el 1 de junio en la Oficina de Prensa de la Santa Sede
Cuando una persona da lo mejor de sí misma, experimenta la alegría del deber cumplido. Todos quisiéramos poder decir un día, con San Pablo: ‘He peleado hasta el fin el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe’. (2Tim 4,7)», con estas inspiradoras palabras comienza el primer documento de la historia de la Iglesia que ofrece una perspectiva cristiana del deporte y de la persona humana; elaborado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; y presentado el viernes 1 de junio, a las 11 de la mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Primer documento sobre la relación del deporte y la fe
Un documento que consta de cinco capítulos con los que pretende ayudar al lector a «entender la relación entre dar lo mejor de uno mismo en el deporte y a vivir la fe cristiana en todos los aspectos de nuestra vida».
En la presentación intervinieron el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Antonella Stelitano, investigadora, miembro de la Sociedad Italiana de Historia del Deporte, Patrick Kelly, S.I., Profesor Asociado de Teología, Universidad de Seattle, EE. UU., y Santiago Pérez de Camino, Responsable de la Oficina Iglesia y Deporte del Dicasterio. Poner al centro a la persona humana
La atención al deporte no es algo nuevo para la Iglesia, que siempre ha manifestado un interés especial por
todas las actividades cuyo centro es la persona humana. En el centro está, en efecto, el ser humano, en su unicidad hecha de cuerpo y espíritu; está la necesidad de que todas sus actividades, incluida la deportiva, estén acompañadas por un bagaje de virtudes y buenas cualidades que le permitan elevarse y no caer nunca en los peligros que pueden acechar cualquier actividad humana.
Dar lo mejor de uno mismo
En este sentido, el título del documento revela la esencia y la razón del interés y del compromiso de la Iglesia con el deporte: «Dar lo mejor de uno mismo», es decir, «hacerlo lo mejor posible»; una frase que el Papa Francisco pronunció en su discurso dirigido a las asociaciones deportivas el 7 de junio de 2014 en la Plaza de San Pedro, con motivo del setenta aniversario del Centro Deportivo Italiano y que, además, el Pontífice ha citado repetidamente en muchos de sus audiencias e intervenciones, invitando sobre todo a los jóvenes a «no conformarse con un empate» en la vida.
El deporte, en definitiva, se asienta en este valor del esfuerzo, del sacrificio, en la idea de superar el propio límite trabajando duro, sin trampas, persiguiendo la victoria - aunque no a toda costa y sin límites- y, al mismo tiempo, aprendiendo a gestionar la derrota sin dejarse abatir.
Así nació la idea del documento
El documento se remonta a un proyecto ya iniciado por el entonces Consejo Pontificio para los Laicos, al que san Juan Pablo II había confiado la tarea de ser un punto de referencia para las organizaciones deportivas a nivel internacional y nacional y sensibilizar a las iglesias locales acerca de la atención pastoral en los ambientes deportivos. Tal y como explicó, el cardenal Farrell durante su intervención, el escrito presentado «no pretende responder a todas las preguntas y desafíos que plantea hoy, el mundo del deporte, sino que quiere contar la relación entre el deporte y la experiencia de la fe; a la vez que ofrece una visión cristiana de la práctica deportiva».
Se trata, en definitiva, de un documento cuyo punto fuerte es la universalidad; un aspecto que caracteriza a la esencia del deporte practicado en todo el mundo, es decir, su capacidad de ir «más allá de la búsqueda de un resultado»; y que, al mismo tiempo, ofrece una serie de reflexiones que pueden ser de gran ayuda, no sólo para los clubs o las asociaciones deportivas, sino también para cada deportista y atleta individual. La relación «deporte y fe» en cinco capítulos
A lo largo de cinco capítulos, el documento va profundizando sobre la relación entre la fe y el deporte, haciendo hincapié en la visión cristiana de la práctica deportiva. Con información de www.vaticannews.va
PUNTO DE VISTA
El Observador de la actualidad
10 de junio de 2018 / AÑO 23, No. 1196
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CARTAS DEL LECTOR Por María T. Trinidad
CARTAS DEL LECTOR Por Arturo D’Acosta Esquivel
¿Los católicos tenemos la obligación de votar?
E
l voto es parte de la ayuda al prójimo. Nuestra obligación como ciudadanos es actuar dentro de la sociedad lo mejor posible al respecto y como católicos con mayor razón.
A los que piensan que el 50% de lo mal que estamos es por lo que ha hecho el gobierno y el otro 50% por lo que ha dejado de hacer, les pregunto:
DIRECTORIO
¿Y tú, qué? ¿Qué haces por remediar los muchos problemas que tiene nuestro país, a más de criticar y criticar, con o sin razón? Somos muy buenos para diagnosticar, pero ¿qué hacemos para remediar los males y problemas que diagnosticamos? Y si hacemos algo, ¿es todo lo que en conciencia podemos hacer? Invito a hacer una seria reflexión al respecto y no solamente a seguir siendo críticos. Hay que actuar dentro del pequeño o gran círculo social de nuestro entorno; es nuestra obligación, como buenos católicos, el ayudar al prójimo y por lo mismo el ir a votar. Sí, es nuestra
obligación; entonces hagámoslo y promovamos el que los demás también lo hagan. Ahora viene la principal pregunta: ¿por quién votar para Presidente de la República? ¿Por quienes para presidente municipal, senadores y diputados? Primero que nada informémonos sobre los antecedentes de los candidatos, sobre quienes los acompañan en sus campañas y en sus equipos de trabajo. ¿Sus propuestas están acordes con las necesidades y realidades del país o de nuestra región? ¿Acordes con esta increíble y dinámica evolución científica y tecnológica en que ya estamos y que vamos a vivir y vivirán nuestros niños y jóvenes? No estamos en una época que requiere de cambios, la realidad es que la época ya cambió y debemos actuar acordes a esta nueva época. Dentro de la «Doctrina social-católica» y muy concretamente como base de la misma, la encíclica Rerum novarum de SS León XIII plantea un socialismo cristiano y se opone al socialismo marxista antirreligioso, lo cual creo que debemos de tomar muy en cuenta cuando reflexionemos sobre «justicia social», tan necesaria pero también tan deformada en su filosofía y aplicación.
El Observador de la actualidad
DIRECCIÓN GENERAL: Jaime Septién Crespo DIRECCIÓN GENERAL ADJUNTA: Maité Urquiza Guzzy PROYECTOS ESPECIALES: Francisco Septién Urquiza
Sacerdote para siempre
C
omo cada año, el Jueves Santo hemos renovado la conciencia del gran regalo que son nuestros sacerdotes. Ellos, que han sido tomados de entre sus hermanos, ungidos y destinados a ser luz en medio de tanta duda y de tanta oscuridad, guía segura para el que yerra y consuelo para el que sufre. Cómo no recordar, como dice santa Teresita en su oración por los sacerdotes, a todos los que han sido instrumentos para recibir o renovar la gracia de Dios a través de los sacramentos. Por esto, hoy quiero, a nombre mío y de todos los que han sido bendecidos por algún sacerdote alrededor del mundo, decirte: gracias, padre, bendigo a Dios por tu presencia. Gracias por acompañar a tantos jóvenes inquietos haciéndoles descubrir a Dios en su alegría. Gracias por tu paciencia que nos hace ver al Dios de la ternura y de la compasión. Gracias porque sé que cumples cuando ofreces pedir a Dios por mis problemas. Gracias por tu entrega a tu ministerio, pues impulsa e inspira mi testimonio como cristiano. Gracias por tus consejos en la confesión, ahí donde no puedo engañar a nadie y miro sinceramente los errores que debo corregir. Gracias por compartir con mi
CONSEJO EDITORIAL: Mariano Azuela Güitrón, Francisco Prieto Echaso, Jorge E. Traslosheros Hernández, Padre Tomás de Hijar Ornelas, Felipe de Jesús Monroy González, Juan Carlos Moreno Romo CONSEJO EDITORIAL INTERNACIONAL: Alberto Ivern, Daniel Cabaña, Inma Álvarez, Jesús Colina, John Elson, José Antonio Varela, Miguel Aranguren, Orlando Márquez
familia momentos alegres y momentos dolorosos. Gracias por robarle tiempo a tu descanso para confesar a mi padre en su agonía. Gracias por visitar a mi madre, triste por su enfermedad. Gracias por tu entusiasmo aun cuando sé que también sufres. Gracias por esas manos consagradas que me transmiten paz cuando al orar las impones sobre mí. Gracias porque en el nombre de Dios tú me liberas de la fuerza del mal cuando me oprime. Querido sacerdote: también quiero agradecerte por recibirme en la confesión con el «Ave Maria purísima», pues me hace saberme protegida por la Santísima Virgen, mientras escuchas y perdonas mis pecados en el nombre de Jesús. Gracias porque después de absolverme me despides con un: «Vaya con Dios», «vaya en paz» o un: «Dios le bendiga», pues me hace sentir nuevamente en amistad con Dios. Finalmente, te agradezco la devoción con que elevas la Hostia y el Cáliz en el momento de la Consagración; son, para mí, momentos de Cielo en los que presento ante Jesús a mis almas del purgatorio y a toda persona por quien quiero interceder. Gracias, Dios, por los sacerdotes cuyos nombres guardamos cada uno de nosotros en nuestro corazón.
GERENTE DE EDICIÓN: Rogelio Hernández Murillo, CORRECCIÓN Y ESTILO: J. Jesús García y García, EDITORES: Diana R. García Bayardo, Rubicela Muñiz Patiño, DISEÑO: Octavio Espinosa Murillo, Rosa María López Martínez, REDES SOCIALES Y REPORTERO: Jesús Valladares Picón
El Observador de la actualidad. Publicación semanal de Clip Art de Querétaro, S.A. de C.V. Reforma No. 48, Centro histórico, C.P. 76000, Santiago de Querétaro, Qro., Tels. (442) 214-1842, 224-1454 y 214-5475.Correo electrónico: mensaje@elobservadorenlinea.com - Número de Certificado de Licitud de Título 9598.- Número de Certificado de Licitud de Contenido 6695.- Número de Reserva al Título en Derechos de Autor 1080200/2001.- Permiso de publicación periódica, autorizado por Sepomex Núm. PP22-0001.- Los artículos firmados son responsabilidad del autor.
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Cómo ser un BUEN CIUDADANO Por Antonio MAZA PEREDA
Elecciones 2018:
¿Existe el mayor bien posible?
A
l inicio de la campaña presidencial que estamos viviendo, la Conferencia Episcopal Mexicana exhortó a no buscar el voto por el mal menor, sino por el mayor bien posible. A pocas semanas de las elecciones, parece difícil encontrar ese mayor bien en las propuestas presidenciales y en la miríada de otras elecciones que se definirán el primero de julio.
El concepto, para los no iniciados, parece un juego de palabras. El menor mal, para la mayoría, nos parece muy equivalente al mayor bien. Un buen filósofo trató de demostrarme que sí hay una diferencia. Inútilmente. De seguro por mis limitaciones. Para muchos ciudadanos, es difícil ver algún bien en las propuestas partidistas. Hace varios meses se comentaba que éstas serían las elecciones de la democracia contra el autoritarismo. A estas alturas, todos los candidatos se han mostrado autoritarios. Sea en lo personal, en el modo como impusieron su voluntad a su partido, o en el historial del partido con el que pretenden gobernar. Hablamos de evitar el populismo y, en la práctica, todos han hecho propuestas populistas de subir salarios por decreto, bajar precios de la gasolina, de ofrecer salarios básicos a toda la población o a las mujeres, de
dar servicios gratuitos. Parecería una subasta en que los asistentes compiten para ver quién da más. Se propone acabar con la corrupción, y en sus equipos hay personas notoriamente corruptas. Se piden propuestas viables, y nadie dice cómo llevará a cabo sus ofrecimientos ni, mucho menos, de donde saldrá el dinero para pagar sus costosas propuestas. Muchos pensamos que esos ofrecimientos saldrán de nuestros bolsillos y que los candidatos no lo dicen para no asustarnos. En fin, la ciudadanía está muy confundida. De hecho, no es de extrañarse que más de la cuarta parte de los votantes sigan indecisos. Dadas las ofertas de campaña, sería de esperarse mucha mayor confusión. Y, con
tal cantidad de indecisos, el resultado puede ser muy diferente del que marcan las encuestas, lo cual bien podría llevar a acusaciones de fraude y a conflictos post electorales. Sí, la clase política nos ha quedado a deber. Si esos son los mejores exponentes que nos pueden ofrecer, esta caballada flaca que menciona Gabriel Zaid, da verdadero terror cómo serán sus equipos de trabajo a un nivel menor. De fondo, lo que hay que replantear es el sistema político. Un sistema que sea profundamente democrático, pero que no sea rehén de la clase política. Que tenga tantos contrapesos como haga falta, dada la incapacidad de los políticos de limitarse a sí mismos y entre ellos.
La ciudadanía tenemos que replantearnos el modo de tener representantes que verdaderamente nos representen, mandatarios que verdaderamente gobiernen en nombre de nosotros. Hoy por hoy, es casi imposible decir dónde está el mayor bien entre los partidos y candidatos. Está, estoy seguro, en la ciudadanía. Pero, desgraciadamente, la ciudadanía no está a votación en las campañas electorales.
ACTUALIDAD
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Arturo A. Szymanski:
«Nadie se pregunta si va a llegar,
sino si ya llegó»
El pasado martes 29 de mayo, en la ciudad de San Luis Potosí, el obispo emérito Arturo A. Szymanski Ramírez, a sus 96 años, partió a su encuentro en la vida eterna con Cristo. Fue recordado en los medios locales porque era muy querido en la arquidiócesis de San Luis Potosí, así como reconocida su labor pastoral aún por el mismo gobierno que en vida le ofreció un gran homenaje. También la noticia de su muerte circuló por los medios nacionales y extranjeros por ser un sobreviviente de los obispos que participaron en el Concilio Vaticano II.
E
n el 2011 publicamos «Confesiones de una obispo emérito», una conversación de don Arturo con el director de El Observador, Jaime Septién. De este libro hemos tomado algunas anécdotas que nos ayuden a recordar a este decano de los obispos de México, pastor fiel a la Iglesia que con su sabiduría y caridad sirvió a su grey.
En el epílogo del libroentrevista, don Mario De Gasperín, obispo emérito de Querétaro, comenta que don Arturo le brindó su consejo pastoral, y que «su presencia y participación generosa y solidaria en los acontecimientos significativos de los hermanos obispos y de sus respectivas diócesis, es proverbial: nadie se pregunta si va a llegar, sino si ya llegó». También hoy nadie se pregunta si va a llegar al Cielo, sabemos que ya llegó. SU VIDA EN ANÉCDOTAS de niño: El catecismo y el beisbol
¿Nunca se dio una escapada por ahí?
Algún domingo me fui al beisbol a ver al equipo Alijadores de Tampico, del que desde niño fui devoto. Por cierto, una de esas veces, al siguiente domingo, me encontré con la sorpresa de que el señor obispo, antes de darnos la plática, me preguntó, desde el púlpito, por qué no había ido al catecismo el domingo anterior. Tuve que decirle: «Me hice la pinta para ir al beisbol», confesión general que causó risa en los catequistas y en mis compañeros. Hice entonces el propósito firmísimo de no faltar al catecismo, pero más de alguna vez no cumplí…por culpa del beisbol.
Los estudios en el seminario
Según sé, usted se formó, más tarde, en los Estados Unidos, ¿no es así?
CONÓCELO ► Ordenado sacerdote a los 25
años. ► Consagrado obispo a los 38 años. ► Participó en el Concilio Vaticano II a los 40 años. ►
39 años ejerció su ministerio episcopal
en San Andrés Tuxtla, Tampico y San Luis Potosí.
►
► Es verdad. Después de cuatro largos años potosinos, se me indicó que mi obispo me deseaba que fuera al Pontificio Seminario de Montezuma, en Nuevo México. Me dijeron, de un día para otro, que tenía presentar todos los exámenes del primer curso de filosofía y, a pesar de que me dio únicamente un día para prepararme, gracias a Dios los aprobé, con lo que me reafirmé en aquello de «non valet studere sed studuisse» (no sirve estudiar, sino haber estudiado).
El seminario de Montezuma y la Segunda Guerra Mundial
¿No hubo algo de racionamiento de comida en el seminario?
Sí, pero las monjitas alemanas que nos atendían lograron que tuviéramos siempre en las grandes bodegas del colegio cantidades notables de papas con las que, al menos, nos llenaban el estómago. Las papas las sabían preparar de muchas maneras y los viernes nos daban a comer camote. No perdiendo el buen ánimo de mexicanos, cuando rezábamos la letanía del Rosario en latín, había un compañero grandote, que comía como tal y le decíamos que él, en la letanía de los viernes respondía, en lugar de «ora pro nobis», «ahora hay camote».
La noticia de ser obispo
¿Aceptó usted de inmediato?
Me dijo el delegado: «La diócesis de San
Andrés tiene un obispo muy anciano y el Papa quiere que usted vaya a ayudarle como obispo coadjutor con derecho a sucesión». Yo me atreví a proponer nombres de varios sacerdotes a los que yo conocía y admiraba. El delegado me contestó: «El Papa sabe que existen esos sacerdotes, pero quiere que vaya Szymanski a poner en práctica todo lo que ha estudiado y enseñado…». Yo me quedé frío, se me acabó el piso y él me preguntó: «¿Quiere ir al oratorio a pensarlo?». Estaba tan atarantado que no se me había ocurrido ir a orar. Fui al oratorio y ante Dios vi los «pros», un honor para la diócesis, para los sacerdotes de Tampico, para mi familia, etcétera, pero, ¿y los «contras»? No los digo, pero se los puede usted imaginar.
Cuando se acompañaba de una mujer
Su madre se ha de haber puesto muy alegre. Ya sabe, las más siempre quieren que sus hijos estén con ellas. Más si son sacerdotes.
A mi madre, mujer muy religiosa, todos los días la llevaba conmigo a las seis de la mañana, a la Misa de la catedral. Mi casa estaba bastante lejana, y alguien dijo que a tempranas horas de la mañana me veía todos los días en un carro acompañado de una mujer… ¡Y así era! Creo que, además de la Virgen, mi mamá fue para mí la mujer más digna que me podía acompañar. Cuando se aclaró quién era esa mujer, los
19 años fue obispo emérito. 71 años ejerció su ministerio sacerdotal.
bonos de mi madre y míos subieron en la opinión pública y seguí la costumbre de llevar conmigo a mi madre a la Misa.
Su santo chofer en el Concilio Vaticano II
Tuvo usted, lo sé, una relación bastante estrecha con Karol Wojtyla. Después de todo usted era el único obispo «polaco» en México.
Con él fuimos compañeros y amigos desde que éramos obispos y jóvenes; lo anecdótico es cómo nos conocimos. He aquí la anécdota. En la primera sesión del Concilio, sucedió que habiendo invitado el cardenal Wyszynsky, primado de Polonia, a todos los obispos de apellido eslavo a comer con los obispos de Polonia, yo fui el único que me presenté, y el cardenal, a la hora de la comida, me sentó a su derecha y a su izquierda estaba Lolek, joven obispo auxiliar de Cracovia. Al terminar la comida, preguntándome el cardenal que si yo había llevado carro para regresar a mi casa, le respondí que me había ido en taxi. Entonces le dijo a Lolek que me llevara en un «cinquecento», un auto muy pequeño que usaba el pueblo italiano como automóvil utilitario. En este me llevó Lolek, haciéndola de chofer. Por eso, yo he podido presumir que el Papa Juan Pablo II fue mi chofer.
actualidad
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Cada semana con Francisco
Cristo y el deporte Marcelo López Cambronero
C
risto enseña al hombre lo que es el hombre y es el centro de la vida y el núcleo mismo de la realidad. No hay ningún acto humano, ningún anhelo, ninguna aspiración que no tenga que ver con el Señor.
Dios no se ha quedado confinado a las sacristías, a los espacios litúrgicos ni a lo «sobrenatural». Se ha mezclado con nuestros huesos y con nuestra carne, se ha hecho hombre y lo ha dado todo por nosotros, enseñándonos el camino de la santidad en cualquier lugar o circunstancia en la que nos encontremos. En el deporte, incluso en el deporte de alto nivel con sus cámaras, focos y peculiaridades, también estamos llamados a la santidad. La competición no es un obstáculo para crecer en nuestra cercanía al Señor, como no lo es el deseo de victoria. Los cristianos no somos mojigatos ñoños que despreciemos la vida. La amamos con pasión, sabedores de que es un regalo bañado por la misericordia de Dios, y nos entregamos a ella para abrazarla en la victoria y también en el fracaso y en el sufrimiento.
El Vaticano ha elaborado un documento sobre las relaciones entre la fe y el deporte que lleva por título «Dar lo mejor de uno mismo», y el Papa, con motivo de la presentación del mismo, ha escrito una carta expresando su alegría por esta iniciativa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En ella explica cómo la práctica deportiva aúna a personas de distinta raza, condición, religión o ideología en torno a un esfuerzo y unos fines comunes, compartiendo las alegrías y las derrotas y haciendo un camino humano que contrasta con el individualismo que impera por doquier. Y efectivamente es así. Hace unos años enseñaba Ética en una licenciatura dirigida a la práctica deportiva y contaba entre mis alumnos con medallistas olímpicos y jugadores de distintas disciplinas, muchos de ellos famosos y reconocidos, y pude ver cómo el espíritu de unidad que se extendía entre ellos despertaba el anhelo de una vida más grande y más plena de la que puede proporcionar el éxito o el dinero. Nadie conoce tanto lo efímero de la gloria como quien la alcanza y puede levantarse al día siguiente preguntándose: «¿Y qué?» Porque Cristo, sólo Cristo, aquí, allí y en cualquier lugar, es la respuesta al corazón del hombre.
familia
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Educa en la fe a tus hijos antes de que el mundo los «deseduque» Por Silvia del Valle
a educación en la fe es un tema que para muchos ya está pasado de moda o es de poca importancia, sin darse cuenta de que de esto depende la salud espiritual de nuestros hijos y la tranquilidad que puedan tener a lo largo de su vida, ya que les permitirá tomar las cosas que se les presenten confiando en la providencia y misericordia divinas; o las pueden tomar con angustia y estrés, como lo hace la mayoría. Por eso aquí les dejo mis 5Tips para educar en la fe.
Desde pequeñitos acostumbremos a llevarlos a la Iglesia y a enseñarles cómo se deben comportar ahí. Es bueno también buscar algún templo en donde haya Misa para niños ya que las personas que asisten ya saben que encontrarán ruidos, llantos y juegos de los niños, y puede ser más fácil para nosotros. También desde pequeños enseñemos a nuestros hijos a persignarse y algunas de las oraciones básicas como el Padrenuestro o el Avemaría. Para esto existen ahora publicaciones con dibujos grandes y representativos para que nuestros hijos asocien esas imágenes con lo que les vamos diciendo.
PRIMERO: Siempre es mejor desde pequeños
SEGUNDO: Edúcalos con el ejemplo
L
@SilviaMdelValle @ smflorycanto
La mejor educación es la que se recibe desde que los niños tienen conciencia, ya que la van viviendo cotidianamente y esto hace que los conocimientos se queden impregnados. También en las cosas de la fe.
Es importante que nuestros hijos aprendan de nuestras acciones más que de nuestras palabras. Ellos nos observan todo el tiempo; ven cómo reaccionamos ante los problemas, y se dan cuenta cuándo ponemos
S
a Dios al frente de nuestra vida y nuestro tiempo.
TERCERO: También en la adolescencia
Hay muchas personas que dicen que cuando los hijos tienen entre los 14 y 18 años es necesario dejarlos libres para que ellos escojan en qué quieren creer. No se dan cuenta de que es precisamente a esta edad cuando nuestros hijos adolecen de la falta de una conciencia clara y que es aquí cuando debemos redoblar las enseñanzas y vivencias de una fe encaminada a hacer la voluntad de Dios. Así podrán decidir después, con una conciencia bien formada, qué estilo de vida quieren tener. Si la influencia de los amigos es tan fuerte, busca que tengan amistades afines a su forma de vivir y de pensar.
CUARTO: Enséñalos a que den testimonio de su fe
Que nuestros hijos sean valientes y no les de pena demostrar que son
católicos. Y para esto es importante que vean que a nosotros tampoco nos da pena tener esas manifestaciones públicas de la vivencia de la fe. Es hermoso ver que los niños y jóvenes asisten a Misa, rezan el rosario, asisten a grupos católicos de formación y convivencia. Pero también es hermoso ver que nuestros hijos pueden defender lo que piensan frente a algún profesor o algún compañero de la escuela que les diga que lo malo es bueno.
Y QUINTO: Si no te hacen caso, reza por ellos
En toda familia, nunca falta un hijo que pase por una etapa rebelde o de falta de fe, y nosotros, como papás, debemos estar al pendiente de ellos. Resolvamos las dudas que tengan, y aconsejemos cuando tengan problemas. Pero cuando las cosas se salen de nuestras manos es ahí donde debe entra la oración, pues sólo Dios puede hacer que nuestros hijos vuelvan a la fe.
La virtud del orden en la formación de los hijos
i se entiende el orden en la familia como algo necesario para conseguir la convivencia adecuada entre padres e hijos, es muy diferente que considerarlo como una especie de manía obsesiva y escrupulosa de los papás. El desarrollo del orden nunca debe alcanzar unos límites en que no cabe la vida espontánea de amor; en que cada uno de los hijos se sienta en un clima de libertad y comprensión (cfr. David Isaacs, La educación de las virtudes humanas y su evaluación). Si se pide a los miembros de una familia que cuiden una serie de detalles de orden, deben entender que, ante todo, se trata de una virtud que les ayudará a mejorar como seres humanos. Y que, con el tiempo, repercutirá en su rendimiento académico y, después, en su futuro desempeño profesional. Esta virtud la considero como la base de las demás virtudes, ya que el orden de la persona repercute en: a) Su armonía. b) Su equilibrio interior.
Por Raúl Espinoza Aguilera c) La moderación. d) El autodominio, es decir, el desarrollo de la fuerza de voluntad y en la forja de un carácter firme y determinado. Además, existen otra serie de virtudes relacionadas con el orden: 1) La austeridad. 2) La serenidad. 3) La higiene y limpieza personal. 4) El sentido de economía y del ahorro. (cfr. Gerardo Castillo, Los adolescentes y sus problemas). Pienso que lo primero que hay que pedirles a los hijos es que tengan un horario definido, un plan de sus actividades diarias y semanales, que contemple:
1) Horas de clases; 2) Horas de estudio y de realizar trabajos manuales o de investigación; 3) Tiempo de convivencia familiar; 4) Tiempo de esparcimiento y deporte; 5) Encargo material en la casa.
Para los niños, o incluso los preadolescentes (de 10 a 13 años), es fácil inculcarles la idea de que ser ordenado puede convertirse en un juego divertido o entretenido. Recuerdo que me conmovió la humildad de mi amigo Reynaldo, cuando me comentó que cierto día les dijo a sus hijos: «Los felicito porque todos están luchando con empeño por cuidar el orden en sus habitaciones y en las zonas comunes de la casa. Pero, habrán visto que la ropa de mi closet no está bien ordenada. Por favor, díganmelo con claridad, porque yo también quiero luchar en este importante tema». Y les añadía: «¡Ustedes son mis mejores aliados para crecer en esta virtud!». Claro está que cuando los hijos observan esta actitud sencilla y humilde de su padre o de su madre, se ganan el respeto y la admiración de ellos. Y lo consideran como un miembro más de la familia que está luchando, con naturalidad, por mejorar cada día como persona.
EL OBSERVADOR
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DE LA ACTUALIDAD
Actividad
DUENDE JARDINERO Busca y colorea en el dibujo completo las figuras que se encuentran a la derecha
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LA FLOR MÁS BELLA
e cuenta que allá por el año 250 A.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador; pero, de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío. Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: — ¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. Y la hija respondió: — No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz. Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: — Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses, será escogida por mí como esposa y futura emperatriz de China. La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de
aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, fueran costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que, sin importar las circunstancias, ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado: Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma, el príncipe explicó: — Ella fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles.