Seis décadas después
Se cumplieron 60 años del inicio del Concilio Vaticano II. El 11 de octubre de 1962, el papa san Juan XXIII abrió las ventanas de la Iglesia al mundo…, y le entró un ventarrón. El ventarrón del cambio, de la novedad, de los excesos, pero también de la alegría.
Una vez más la Iglesia católica –hoy mismo lo estamos experimentando con Francisco—no es que se adecuara al mundo, sino que hacía que el mundo se adecuara a ella mediante el Evangelio expresado con nuevo ardor, con nuevos métodos y un nuevo lenguaje, pero con el mismo mensaje de salvación.
Aquella noche hubo en la Plaza de San Pedro una procesión popular de antorchas que simbolizaba la esperanza con que iniciaba el Concilio, El “Papa bueno” se asomó al balcón e improvisó el famoso “discurso de la Luna”. Igual que el pasado 11 de octubre de 2022, brillaba la Luna llena (la “Luna del cazador”).
Fiel a su origen campesino, el papa Roncalli dijo que se asomaba a ver la conmoción de la Buena Nueva. Y terminó pidiendo a los romanos que al regresar a su casa llevaran “la caricia del Papa” a los niños y a los enfermos.
¡Esa era la Iglesia querida por el papa Juan hace 60 años! Una Iglesia en el corazón del mundo. Con la misericordia como insignia. Con la compasión como bandera. Seis décadas más tarde: ¿sigue vigente en ti y en mí ese mensaje?
16 de octubre de 2022 / AÑO 28 www.elobservadorenlinea.com PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA No. 1423 / $13.00 observacatholic TEMA DE LA SEMANA Págs. 3-5 Foto: Roger Casco Herrera / Pixabay Sabiduría antigua para la incertidumbre de hoy P. 10 ENTREVISTA REDACCIÓN UN SOPLO IMPETUOSO DEL ESPÍRITU SOBRE LA IGLESIA
JAIME SEPTIÉN
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La sabiduría del Antiguo Testamento
tanto la enseñanza intelectual, si no proponer una guía útil para los más variados aspectos de la vida, a fin de que todo ser humano pueda andar en el camino Dios.
Es decir, no se va tras una sabiduría de eruditos, sabidu ría humana, sino hacia esa otra de la que luego hablaría nuestro Señor Jesucristo:
En la forma más clásica en que la Iglesia suele orde nar los 73 escritos que conforman la Biblia, hay siete libros del Antiguo Testamento que se agrupan bajo la categoría de “libros sapienciales”, es decir, relacionados con la sabiduría.
Se trata de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico.
No faltan los exégetas —intér pretes de la Biblia— que conside ran que estos libros son la “sabidu ría popular” de Israel, transmitida de padres a hijos, del mismo modo que cualquier otro pueblo o cultu ra del planeta ha tenido la suya y la ha pasado a las siguientes genera ciones, sobre todo a través de di chos y refranes.
Pero al hablar así se corre el riesgo de despojar a estos libros de su carácter sagrado. La Iglesia ya se ha pronunciado en diversas ocasio nes respecto de que es Dios Espíri tu Santo quien ha inspirado todos
y cada uno de los 73 libros bíbli cos. El concilio de Trento, el día 8 de abril de 1546, señaló con fuerza y claridad: “Y si alguno no recibie ra como sagrados y canónicos los libros mismos íntegros con todas sus partes (...), sea anatema”.
PArA qué son
Entonces, no es que la sabiduría de los libros sapienciales fuera algo común al pueblo de Israel, o parte de su idiosincrasia, sino más bien que diversas personas fueron ad quiriendo —de Dios, porque Él es el autor de la sabiduría (Proverbios 8, 22)— un conocimiento más pro fundo capaz de dar respuesta a las grandes preguntas que la humani dad se hace; por ejemplo, el libro de Job evalúa la cuestión del sufri miento humano. Y luego el Espíri tu Santo empujó a tales personas a transmitir esta sabiduría —dentro de su cultura particular— y a que se pusiera por escrito.
Hay libros sapienciales que también contienen numerosas luces para actuar con tino en las cuestiones cotidianas. Es que el propósito básico de éstos no es
Y también san Pablo: “Dioslos hallamadoapesardequepocosde ustedessonsabiossegúnloscrite rios humanos,(...). Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene pornecios” (I Corintios 1, 26-27).
Algo más
A pesar del carácter de estos libros, eso no quita que el Espíritu Santo se mueva en ellos también a otros niveles, por ejemplo, entregando mensajes proféticos, tal como ocu rre con las 22 profecías mesiánicas cantadas en el libro de los Salmos.
Es Palabra de Dios, pero esta literatura se manifiesta al mismo tiempo como profundamente hu mana. Así la describió Juan Pablo II en su encíclica Evangelium vi tae: “Es una reflexión que se de sarrolla de modo particular en los libros sapienciales, partien do de la experiencia cotidiana de la precariedad de la vida y de la conciencia de las amenazas que la acechan. Ante las contradic ciones de la existencia, la fe está llamada a ofrecer una respuesta”.
tema de la semana www.elobservadorenlinea.com 316 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
“Tealabo,Padre,(...) porhaberocultadoestas cosasalossabiosyalos prudentesyhaberlas reveladoalosqueson como niños” (Mateo 11, 25).
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Una riqueza olvidada que hay que rescatar
Dios inspiró los libros sapienciales del Antiguo Testamento pensando no solamente en la gente de aquel tiempo, pues su doctrina es perenne, porque Él, dado que es Perfecto, no cambia para congraciarse con las modas y exigencias del mundo.
“Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. No se dejen engañar por novedades y doctrinas extrañas a la fe” (Hebreos 13, 8-9).
Por tanto, es tiempo de que la escuela que se encuentra dentro de las páginas del libro de los Proverbios, del Eclesiástico, etc., deje de permanecer en el olvido y vuelva a usarse como orientación.
Aquí hay algunos ejemplos, por temas, a fin de descubrir la riqueza de estos libros de las Sagradas Escrituras:
LOS GOBERNANTES
• “NopidasalSeñorel poder, nialreyunpuesto dehonor(...).Noaspires alpuestodejuez,nosea quenopuedaserradicar lainjusticia,teacobardes anteelpoderosoypongas unamanchaenturectitud” (Eclesiástico 7, 4-6).
LA DIGNIDAD DEL TRABAJO
• “Sé fiel en tu deber y dedícate a él, y envejece en tu tarea” (Eclesiástico 11, 20).
• “Nodesprecieseltrabajo duro,nilalabranza,pues loscreóelAltísimo” (Eclesiástico 7, 15).
EL TRATO HACIA LOS TRABAJADORES
• “No maltrates al criado que trabaja fielmente, ni al jornalero queponeelalmaensufaena.Ama alsiervointeligentecomoatimismo, y no le niegues la libertad” (Eclesiástico 7, 20-21).
• “Mataasuprójimo quienlerobaelsustento; quiennopagaelsueldoal jornaleronodifieredelque derramasusangre” (Eclesiástico 34, 22).
• “Si tienes un criado, trátalo como a un hermano, porque lo necesitas como a ti mismo” (Eclesiástico 33, 32).
LA CARIDAD
• “No niegues un favor a
quienlonecesita,siestáentumano concedérselo. Si tienes, no digasalprójimo:‘Anda,vete;mañana te lo daré’” (Proverbios 3, 27-28).
LOS HIJOS
• “No te goces de tener hijos impíos. Aunque sean muchos, no te alegres si no tienen temor del Señor. (...) Que más vale uno que mil, y morir sin hijos que tenerlos impíos” (Eclesiástico 16, 1-3).
• “Los hijos nacidos de unionesilegítimasenelJuiciotestificaránlamaldaddesuspadres”(Sabiduría 4, 6).
LA ANCIANIDAD
• “Noteburlesdel anciano,puestambién nosotrosenvejeceremos” (Eclesiástico 8, 6).
• “Unavejezvenerablenoson los muchos días, ni se mide por el númerodeaños,pueslascanasdel hombresonlaprudencia,ylaedad avanzada, una vida intachable” (Sabiduría 4, 8-9).
LAS PROMESAS
• “Si haces una promesa a Dios,notardesencumplirla,pues Diosnosecomplaceenlaspromesas necias: cumple lo que has prometido. Más vale no hacer promesas que hacerlas y no cumplirlas” (Eclesiastés 5, 3-4).
EL ÉXITO DE LOS MALOS
• “Noenvidieselaugedel pecador,puesnosabescuál serásufataldesenlace.
Notedejesfascinarpor eléxitodelosimpíos, recuerdaquenollegarán impunesalabismo” (Eclesiástico 11, 11-12).
• “No te unas a la multitud de pecadores, recuerda que la ira no tardará. Humíllate profundamente, porque el castigo del impíoesfuegoygusanos” (Eclesiástico 7, 16-17).
LA MUERTE PREMATURA
• “No te alegres de la muerte denadie,recuerdaquetodosmoriremos” (Eclesiástico 8, 7).
• “Agradó a Dios y Dios lo amó, vivía entre pecadores y Dios selollevó.Loarrebatóparaquela maldadnopervirtierasuinteligencia,nilaperfidiasedujerasualma. (...)ComosuvidaeragrataaDios, seapresuróasacarlodelamaldad. La gente lo ve y no lo comprende, nilescabeestoenlacabeza”(Sabiduría 4, 10-14).
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Guía para casos concretos
Cuando se pasa por momentos especiales en la vida, no sólo en el Nuevo Testamento se puede hallar luz; los textos de los libros sapienciales del Antiguo Testamento también suelen brindar mucha fuerza para elevar el espíritu y seguir adelante en toda clase de circunstancias.
Si haS Sido reprendido por el Señor, lee:
• Job 5, 17-18
• Eclesiástico 21, 6
Si dioS perMiTió QUe perdieraS algo o a algUien, lee:
• Job 1, 21
Si Te SienTeS TriSTe, lee:
• Eclesiástico 30, 21-23
• Salmo 139, 7-10
Si Te SienTeS Solo o aBandonado, lee:
• Salmo 27, 10
• Salmo 139, 7-10
Si SienTeS iMpaCienCia por la llegada de algo, lee:
• Eclesiastés 3, 1-8
Si BUSCaS reafirMar TU Confianza en dioS, lee:
• Salmo 4
• Salmo 16, 7-8
• Salmo 23
Si SienTeS Miedo, lee:
• Salmo 23, 4
• Salmo 27, 1-3
Si eSTÁS BUSCando la Verdadera feliCidad, lee:
• Proverbios 16, 20
• Salmo 1, 1
• Salmo 119, 1-2
Si eTe enCUenTraS BaJo el aSedio del Maligno, lee:
• Salmo 18, 1-14
• Salmo 34, 1-8
• Salmo 91
Si eSTÁS enferMo, lee:
• Salmo 147, 2-4
• Eclesiástico 2, 5-6
• Eclesiástico 38, 9-13
Si dioS Te ha perMiTido reCoBrar la SalUd, lee:
• El Salmo 30, 1-4
Si QUiereS pedir a dioS loS BieneS MaTerialeS adeCUadoS, lee:
• “Nomedesnipobreza niriqueza.Damesólomi racióndepan.Porqueconla abundanciapodríadejarte ydecir:‘¿Pero,quiénes Yahveh?’.Yenlamiseria podríaponermearobar, ¡loqueseríadeshonrarel NombredemiDios!”
(Proverbios 30, 8-9).
Misterios de la Biblia
El maná
Liberados de la esclavitud de Egipto, los hebreos se halla ron en zona desértica sin alimentos, así que reclamaron a Moisés y a Aarón: “Noshantraídoaestedesiertoenque todo ese gentío morirá de hambre” (Éxodo 16, 3).
Entonces Dios les envió bandadas de codornices para que comieran carne por la tarde, mientras que por la mañana “apa reció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como gra nos, parecida a la escarcha. Cuando los israelitas vieron esto, sedijeronunosaotros:‘¿Quéesesto?’,puesnosabíanloque era.YMoiséslesdijo:‘ÉsteeselpanqueYahvehlesdapara comer’” (Éxodo 16, 14-16).
Y se le quedó el nombre de maná, pues viene del hebreo manhu, que significa “¿qué es esto?”. Por décadas los hebreos se alimentaron del maná, hasta que entraron en Canaán, la tierra prometida, y se alimentaron de los productos del lugar (Josué 5, 12). La Sagrada Escritura explica que “el maná era parecido a la semilla del cilantro” y que la gente “lo molía o machacaba,ylococíaolopreparabaenformadepanes” (Nú meros 11, 7-8).
Algunas versiones de la Biblia dicen que tenía un color amarillo (“color como de bedelio”), y otras que era blanqueci no; y mientras unas traducen que “sabía a tortas de harina con aceite”,otras especifican que los panes de maná “sabíandulces comotortashorneadasconaceitedeoliva”, y unas más que su sabor era parecido a “hojuelasdemiel”
El hecho es que el misterio biológico del maná no se ha re suelto. Según algunos, pudo ser la resina del árbol del tamaris co, muy abundante al sur del desierto del Sinaí, y que es dulce y aromática, de color amarillo sucio; pero sería muy difícil con vertirla en tortas o panes. Se han propuesto otras cosas: que si el maná era el liquen Lecanora esculenta, o el líquido exudado por el tronco del fresno, o la secreción anal azucarada de la cochinilla Trabutina mannipara, o el hongo psicotrópico Psi locybe cubansis que quita el apetito. Pero nada de lo anterior explicaría que se pudieran recoger a diario tanto como 3.88 litros —un gomor (Éxodo 16, 16)—de maná para cada hebreo, y esto por cuarenta años. Eso sólo es posible con un milagro.
¿QUé Tiene QUe Ver eSTo Con noSoTroS?
El maná es bíblicamente una prefiguración de la Eucaristía. Yah veh dijo a Moisés refiriéndose al maná: “Harélloversobreuste despandelcielo” (Éxodo 16, 4). Y ya en el Nuevo Testamento el mismo Jesús hace la comparación entre el maná y su Cuerpo: “Enverdad,enverdadlesdigo:NofueMoisésquienlesdioel pandelcielo;esmiPadreelquelesdaelverdaderoPandelCie lo;(...)YosoyelPanquehabajadodelCielo”(Juan 6, 31-56). Y de esta forma el verdadero Maná ha llegado a nosotros.
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Lourdes, la película para creyentes y no creyentes
La película documental dirigida por Thierry Demaizière y Alban Teurlai, ya está en México para mostrar la historia de los peregrinos y su sentir en este recorrido hasta los pies de su Madre. Lucía González-Barandiarán, fundadora de Bosco Films, nos da los detalles de esta nueva apuesta del cine católico.
Por Rubicela Muñiz
Lucía, ¿quiénes producen y dirigen Lourdes?
Los alcances de Lourdes
▶
R Lourdes está dirigida y produ cida por dos directores (Thierry Demaizière y Alban Teurlai) que tienen una mirada completamente nueva con respecto a este lugar y a quienes se acercan. Ellos se de claran agnósticos, pero les vino la curiosidad a raíz de que a una muy buena amiga de ellos le detectaran una enfermedad grave, seria, y fue a Lourdes y, al regresar, le vieron un gran cambio. No sanó, como la gran mayoría de las personas que van a Lourdes, pero sí volvió trans formada interiormente.
Esto les hizo querer investi gar. Son dos directores franceses, especialistas en documentales, y les picó mucho la curiosidad de querer ver qué es lo que pasaba allí y qué motivaciones llevaban a las personas a este pequeño lugar, a este pequeño pueblito de Francia donde tantas cosas están pasando y al que acuden 3 millones de per sonas cada año.
¿En qué historias nos sumerge Lourdes?
▶ R Ellos viajaron a este puebli to sin saber con lo que se iban a encontrar, pero se quedaron muy sorprendidos de que les abrieran las puertas allá por donde pasa ban. Es la primera vez, por ejem plo, que graban dentro de las piscinas de Lourdes, que es lugar donde se bañan los enfermos y es un lugar muy privado, y les per mitieron entrar ahí.
Está el caso de un hombre que intentó suicidarse dos veces y se quedó en silla de ruedas. Y luego hay otras historias, de otro tipo de sanaciones, mentales y espiritua les. Una adolescente que sufre bu llying en el colegio y que ha estado ahorrando durante un año, junto con su padre, para poder hacer es te viaje a Lourdes; un hombre que está metido en la prostitución, que reconoce que le hace daño, pero no lo puede cambiar. Cada vez que lo intenta vuelve a caer y dice que la única persona por la que se siente realmente amado es la Virgen María.
» 250 mil personas han visto la película en Francia.
Está el caso de un padre que tiene dos niños pequeños, los dos muy enfermos, y va con el mayor de ellos a pedir por el que tiene dos años y le queda muy poco tiempo de vida.
Estas son las historias con las que se van encontrando, las que ellos filman sin ninguna intención de convencer, sino únicamente tu vieron la suerte de que estas perso nas les abrieran su corazón.
¿Cuál es el poder del testimonio?
▶ R Yo creo que para ciertos te mas, y especialmente en el cine o en el entorno audiovisual, es mu cho más poderoso el testimonio que ver una película de ficción, y este es el caso de Lourdes.
Acabamos de estrenar hace tres semanas en España y nos están llegado testimonios preciosos de gente creyente, pero especialmen te de gente no creyente, y eso es algo que me llama mucho la aten ción. Está ayudando a muchas per sonas y creo que ese es el poder de la Madre, el poder del testimonio.
Cuando tú escuchas a una persona y le ves a los ojos y ves có mo actúa, cómo se mueve, te das cuenta cual es la verdad de su vi da y no es un actor, no es ficción, es realidad. Esta película tiene ese poder, las películas testimoniales tienen ese poder y creo, conforme a la experiencia que he tenido es tos 15 años distribuyendo cine con trasfondo y valores católicos, que muchas veces es gracias a esos tes timonios donde hay más fruto. Hay otras que no, que es mejor contar las en ficción con actores, con di rectores, con todo.
¿Por qué este santuario sorprende a creyentes y no creyentes?
▶ R Puedo conforme a esto con testar lo que les escuché decir a los productores: “No somos cre yentes”. Ellos se quedaron sor prendidos por el lugar, porque al final es una cuevita. Es una cueva donde la Iglesia dice que se apa rece la Virgen a una niña que no sabía ni leer ni escribir, una ni ña que vivía prácticamente en la indigencia con su familia y que tenía una fe muy grande y sabía rezar el Rosario.
Lourdes es un lugar que atrae porque es un espacio muy peque ño, un lugar donde ocurren cosas y donde, si abres los ojos, vas a cono cer la verdad de cada persona. Ellos decían que estaban impresionados de cómo ahí todo el mundo vive en verdad, cosa que no sucede cuando sales al mundo. Como dice uno de los peregrinos: “En Lourdes pode mos ser nosotros mismos”.
cinewww.elobservadorenlinea.com6 16 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
» El 13 de octubre se estrenó en los cines de México, Argentina, Ecuador y Paraguay.
»
53 ciudades de México exhiben la cinta a través de las pantallas de Cinemex.
Por Mónica Muñoz
Redefinamos nuestra escala de valores
“
Pues mira, la situación está muy fea, ciertamente, pero mientrasa no me afecte, que el mundo ruede”, decía una persona durante una conversación en la que se planteaba el tema de la crisis de valores. Y aunque parezca una exageración, muchas personas están en la misma postura. Creen que no importa lo que ocurra a su alrededor, mientras a ellas no les toque la desgracia.
Hago mención de este tópico porque desde hace algunos años estamos contaminados de ideologías que han inyectado en la sociedad una feroz rebeldía contra las reglas, las autoridades, las instituciones y nos han pregonado una falsa libertad, males que se han infiltrado a través de los medios de comunicación, que trajeron consigo programas de escaso contenido edificante, permisivo en todos los aspectos, atentando contra la moral, las buenas costumbres, el respeto a la familia y a los mayores, y, de manera destacable, propagando un severo desprecio por la vida, lo que ha dado como resultado que un gran sector de la sociedad se haya perdido en el maremágnum de la apatía y la escasez de principios éticos, morales y religiosos.
REPLANTEAR
LA ESCALA DE VALORES
Por eso, es vital que replanteemos nuestros intereses y sobre todo, la
escala de valores que rigen nuestros actos. Porque muchas veces lo que queremos y cómo deseamos conseguirlo, no concuerdan. Y, aunque parezca un tema repetitivo y gastado, es necesario recalcar que nuestro país no cambiará mientras nosotros no lo hagamos. Eso me hace recordar la actitud de todos los que se sorprenden cuando se enteran de que alguien devuelve algún objeto de valor, como si se tratara de un acto heroico. Es cierto que tiene mucho mérito, pero no debería causar extrañeza. Lo que pudiéramos encontrar tirado en la calle u olvidado en un sitio concurrido, tiene dueño y le afecta su pérdida.
Creo que nos comportamos de acuerdo a los valores que se nos inculcaron en casa, pero también influye en nosotros el ambiente en el que nos desenvolvemos.
Pero, indudablemente, otro aspecto determinante para nuestra formación personal está en las amistades de las que nos rodeamos, que tienen gran ascendiente en nuestras actitudes. No por nada, la sabiduría popular reza “dime con quién andas y te diré quién eres”, o ese otro refrán que dice “el que con lobos anda, a aullar se enseña”. Todos tenemos algún conocido que se ha dejado llevar por sus amigos para hacer algo de lo que después se arrepintió, si no es que nosotros mismos fuimos víctimas de esas malas compañías, o peor aún, nosotros pudimos ser la mala influencia para otras personas.
Sencillamente, hay que replantear en nuestra vida la cuestión de los valores, llámeseles humanos, religiosos, civiles o de cualquier otra manera, siempre
van a mirar a las relaciones con nosotros mismos, con nuestros prójimos y, por supuesto, con Dios, en caso de las personas que creemos en Él. Porque nadie está exento de su influjo, y todos quisiéramos ser tratados con respeto, dignidad, igualdad, justicia, amabilidad y tantos otros atributos, simplemente por ser personas que sienten y desean ser reconocidas por los demás. Por eso, ¿por qué será que nos negamos a dar lo mismo que queremos recibir? ¿Acaso no merecen lo mismo los demás?
RECONOCER LO QUE HACE FALTA
Es obvio que tendremos que hacer un gran esfuerzo para reconocer lo que nos hace falta, pero más aún tendremos que aplicarnos en cambiar lo que no está bien en nuestra vida. Si deseamos respeto, hay que respetar, si queremos buenos amigos, hay que comenzar con ofrecer una amistad sincera, si buscamos honestidad, debemos empezar a ser honestos, si demandamos que se nos trate con justicia, tenemos que ser justos con toda la gente con la que nos relacionamos.
Si todos comenzáramos a transformar nuestro comportamiento, la situación de terror que se vive en nuestro mundo cambiaría de inmediato, pero nos hace falta humildad y amor al prójimo, y lo crean o no, Dios dará a cada uno lo que merezcan sus obras.
FAMILIA www.elobservadorenlinea.com 716 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
Hay que replantear en nuestra vida la cuestión de los valores, llámeseles humanos, religiosos o civiles.
Foto: Марина Вельможко/ Pixabay
La “oración de las 3 bendiciones”
El sacerdote Guillermo Serra, influencer con más de un millón de seguidores en Facebook, explicó que cuando un joven se siente lejos de Dios, triste, ansioso, deprimido y considera que la vida no tiene sentido, es fundamental que sus padres lo abriguen con amor y le recuerden no tener miedo porque Dios tiene muchas formas para manifestarse y estar con ellos.
Su consejo va dirigido a las nuevas generaciones para que al final del día hagan la “oración de las tres bendiciones”, pero ¿cómo se hace?
“Recuerda, repasa tu día y piensa cuáles han sido las tres bendiciones más grandes que Dios te ha dado, y después de reconocerlas, por escrito, dile a Dios ‘te agradezco por esta bendición…’, dile por qué y qué significaba para ti”.
“Si haces ese ejercicio todos los días, te aseguro que abrirás la puerta de tu corazón y Dios va a entrar porque vas a ver con los ojos de tu alma cómo Dios sí se hace presente”, aseguró.
Y a los padres les recuerda: “Acérquense a Jesús, aunque sea en silencio, aunque no sientan que no les dice nada, y también a María, porque esa compañía, así como ustedes tienen que acompañar a sus hijos, también ustedes se tienen que sentir acompañados”, puntualizó.
Cabe mencionar que desde hace siete años el padre Guillermo Serra inició un proyecto de evangelización digital que ahora se ha convertido en una parroquia virtual, donde personas de todo el mundo reciben la palabra de Dios y se forman para ser mejores cristianos.
www.elobservadorenlinea.com8 16 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
Con información de Nayeli Torres Desde la fe
Foto: Gera Juárez / Cathopic.com
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El jueves 11 de octubre de 1962, al anochecer, más de cien mil personas se reunieron en la plaza de San Pedro del Vaticano. Los gritos de la gente llegaron hasta la habitación del Papa, Juan XXIII, que impresionado se acercó a la ventana y vio una multitud de personas con antorchas. Les diri gió estas palabras improvisadas:
Una jornada de paz «Queridos hijitos, queridos hijitos, escucho vuestras voces. La mía es una sola voz, pero re sume la voz del mundo entero. Aquí, de hecho, está representa do todo el mundo. Se diría que incluso la luna se ha apresurado esta noche, observadla en lo alto, para mirar este espectáculo. Es que hoy clausuramos una gran jornada de paz; sí, de paz: “Glo ria a Dios y paz a los hombres de buena voluntad”.
Es necesario repetir con fre cuencia este deseo. Sobre todo, cuando podemos notar que ver daderamente el rayo y la dulzura del Señor nos unen y nos toman, decimos: He aquí un saboreo pre vio de lo que debiera ser la vida de siempre, la de todos los si glos, y la vida que nos espera para la eternidad.
¿ d e dónde vienen?
Si preguntase, si pudiera pedir ahora a cada uno: ¿de dónde ve nís vosotros? Los hijos de Roma, que están aquí especialmente re presentados, responderían: “¡Ah! Nosotros somos vuestros hijos más cercanos; vos sois nuestro obispo, el obispo de Roma”. Y bien, hijos míos de Roma; vo sotros sabéis que representáis verdaderamente la Roma caput mundi, así como está llamada a ser por designio de la Providen cia: para la difusión de la verdad y de la paz cristiana.
El “discurso de la Luna” de san Juan XXIII
de gozo, de paz y también, un poco, de tribulación y de tristeza, acoged con buen ánimo esta bendición del padre. En este momento, el espectá culo que se me ofrece es tal que que dará mucho tiempo en mi ánimo, como permanecerá en el vuestro.
En estas palabras está la res puesta a vuestro homenaje. Mi persona no cuenta nada; es un her mano que os habla, un hermano que se ha convertido en padre por voluntad de nuestro Señor.
Fratres sumus. La luz brilla sobre nosotros, que está en nues tros corazones y en nuestras con ciencias, es luz de Cristo, que quie re dominar verdaderamente con su gracia, todas las almas. Esta maña na hemos gozado de una visión que ni siquiera la Basílica de San Pedro, en sus cuatro siglos de historia, ha bía contemplado nunca.
Una época
qUe necesita de lo alto Pertenecemos, pues, a una época en la que somos sensibles a las vo
ces de lo alto; y por tanto deseamos ser fieles y permanecer en la di rección que Cristo bendito nos ha dejado. Ahora os doy la bendición. Junto a mí deseo invitar a la Virgen santa, Inmaculada, de la que cele bramos hoy la excelsa prerrogativa.
He escuchado que alguno de vosotros ha recordado Éfeso y las antorchas encendidas alrededor de la basílica de aquella ciudad, con ocasión del tercer Concilio ecumé nico, en el 431. Yo he visto, hace algunos años, con mis ojos, las me morias de aquella ciudad, que re cuerdan la proclamación del dogma de la divina maternidad de María.
Pues bien, invocándola, elevan do todos juntos las miradas hacia Je sús, su hijo, recordando cuanto hay en vosotros y en vuestras familias,
cUando vayan a casa Regresando a casa, encontraréis a los niños; hacedles una caricia y decidles: ésta es la caricia del papa. Tal vez encontréis alguna lágrima que enjugar. Tened una palabra de aliento para quien sufre. Sepan los afligidos que el papa está con sus hijos, especialmente en la hora de la tristeza y de la amargura. En fin, recordemos todos, especialmente, el vínculo de la caridad y, cantan do, o suspirando, o llorando, pe ro siempre llenos de confianza en Cristo que nos ayuda y nos escu cha, procedamos serenos y confia dos por nuestro camino.
A la bendición añado el deseo de una buena noche, recomendán doos que no os detengais en un arranque sólo de buenos propósi tos. Hoy, bien puede decirse, inicia mos un año, que será portador de gracias insignes; el Concilio ha co menzado y no sabemos cuándo ter minará. Si no hubiese de concluirse antes de Navidad ya que, tal vez, no consigamos, para aquella fecha, de cir todo, tratar los diversos temas, será necesario otro encuentro. Pues bien, el encontrarse cor unum et anima una, debe siempre alegrar nuestras almas, nuestras familias, Roma y el mundo entero. Y, por tan to, bienvenidos estos días: los espe ramos con gran alegría».
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Un soplo impetuoso del Espíritu sobre la Iglesia
Por Jaime Septién
El 11 de octubre de 1962, el papa san Juan XXIII cambió la historia de la Iglesia católica. El Con cilio Vaticano II abrió sus puertas a una nueva era. El obispo emérito de Querétaro (México)
Mario De Gasperín, con ocasión del sesenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, refiere lo que fue para la Iglesia católica esa fecha emblemática y lo que en los siguien tes años significó el acercamiento de las manecillas del reloj de la Iglesia a la hora del mundo.
Don Mario, ¿Sabía el papa Juan XXIII lo que se le venía encima?
▶ R Al papa Juan XXIII correspon de el mérito de haber convocado el Concilio Ecuménico Vaticano II, aunque su realización y feliz tér mino le tocó al papa Pablo VI. Del papa Juan se dice que abrió las ven tanas de la Iglesia para respirar aire fresco, pero que lo que entró fue un ventarrón. Lo cierto es que sopló el aire nuevo impetuoso del Espíritu y que, después de más de medio si glo, sigue vitalizando a la Iglesia y haciéndola florecer.
Un Concilio Ecuménico no es cualquier cosa, y menos en medio de la «Guerra Fría»; de la década de la revolución sexual, los hippies, los anticonceptivos…
Es lo menos que se puede decir. Del Concilio de Trento (1563) al Vatica no I (1870) transcurrieron más de 300 años, y éste tuvo que suspender se por la ocupación de Roma por las fuerzas del reino de Italia. Lo decla ró clausurado el papa Juan XXIII en 1959. Quedó así despejado el campo para un nuevo Concilio, pero convo car a más de dos mil obispos disper sos por el mundo en tiempos de la «Guerra Fría», era cosa de pensar.
¿Ya había algunos antecedentes o fue solamente cuestión del papa Juan?
▶ R Algunos espíritus inquietos ya hablaban de la posibilidad e inclu so de la necesidad de una asamblea conciliar, como era el caso del pa dre jesuita Ricardo Lombardi, gran predicador y amigo personal del papa Pío XII.
puso las bases con sus enseñanzas y con las reformas emprendidas: la reforma del Triduo Pascual sobre la Liturgia, su magisterio sobre la Palabra de Dios sobre la Sagrada Escritura, la Mystici Corporis sobre la Iglesia, el diálogo con el mundo y sus mensajes sobre la paz.
Sin embargo, la figura del «papa bueno» se engrandece, ¿es así?
▶ R El ambiente era de expectación, pero nadie se atrevía a comprome terse con una empresa tan arriesga da. Se necesitaba la fuerza y el poder del Espíritu que sostiene y guía a la Iglesia. El hombre indicado se lla maba Juan; pero la manera y el lugar donde lo hizo, causó desconcierto, si bien encendió la esperanza.
Les hizo esta confesión: «En el corazón de este humilde sacerdote, a quien una manifiesta inspiración de la divina providencia condujo, pese a su indignidad, a la altura del Sumo Pontificado, con resolución humil de y decidida tenía que hacerles una propuesta: Un Concilio Ecuménico para la Iglesia universal».
La muerte intempestiva del papa Juan XXIII conmovió al mun do y deparó, en el designio de la Providencia, al papa Pablo VI la continuación y conclusión feliz de la magna Asamblea Eclesial.
¿Cómo llegó y qué frutos tuvo el Concilio en nuestro continente?
▶ R A América Latina el Concilio nos llegó por una providente y genial «adaptación» mediante las Asam bleas Eclesiales del Episcopado Lati noamericano –preludios del Sínodo actual– celebradas en Medellín, en Puebla, en Santo Domingo y en Apa recida, cuyo redactor final, el carde nal Jorge Mario Bergoglio, sería ya elegido papa Francisco, para difun dir su riqueza en la Iglesia Universal.
¿Qué nos queda del Concilio Vaticano II?
▶ R La enseñanza central del Con cilio se concentra en cuatro Cons tituciones que pueden sintetizarse así: La Iglesia de Cristo (Lumen Gentium), escucha fielmente la Palabra de Dios (Dei Verbum), ce lebra los misterios de Cristo para la Gloria de Dios (Sacrosanctum Concilium), para la Salvación del Mundo (Gaudium et Spes).
▶
R En efecto, la realización de un Concilio Ecuménico es cosa seria.
Al Papa Pacelli le hubiera gusta do convocar un Concilio. La Segunda Guerra Mundial y después la «Gue rra Fría» no se lo permitieron; pero
En una visita realizada a la Basí lica de San Pablo, en Roma, después de una catequesis al pueblo, el papa Juan XXIII se dirigió a los señores cardenales, y les expuso de manera concisa la situación mundial y lo que se esperaba de la Iglesia.
Siguieron tres Declaracio nes, nueve Decretos; y, poste riormente, según los deseos del mismo Concilio, la reforma del Código de Derecho Canónico y el Catecismo de la Iglesia Católica. Toda una riqueza con que el Espí ritu Santo ha adornado a la Espo sa de Cristo, la santa Iglesia. Artículo originalmente publicado en Aleteia
entrevistawww.elobservadorenlinea.com10 16 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
Si tu meta es el cielo, no blasfemes, no peques
Por Arturo Zárate Ruiz
En cursos de periodismo nos explican que los insultos no sólo son inmorales sino inclusive prohibidos por la ley. Nos advierten, además, que consisten no sólo en injurias (palabrotas) y calumnias (o mentiras), también en difamaciones o la divulgación indebida de verdades deshonrosas, por ejemplo, difundir en televisión cómo el vecino se tropezó y cayó de bruces. No es éste un asunto público, sino privado.
Podría decirse que quien insulta es quien se rebaja, no el insultado. Y hay mucho de cierto en eso. Pero no deja de ser palpable, en los asuntos humanos, que quien es insultado vea dañada su reputación, y eso lo perjudica socialmente a él y sus próximos. Por eso la prohibición.
Con todo, a veces podríamos preguntarnos por qué Dios detesta la blasfemia, los insultos contra Él.
¿En qué pueden afectarle, si, siendo perfecto, nada, ni la peor de nuestras groserías, puede restarle a su grandeza? De hecho, tampoco nuestras alabanzas le agregan nada. No las necesita ni nos necesita para sí. Él se basta. Él es la suma Verdad, Bondad y Belleza misma, y lo es desde toda la eternidad para siempre. En Él, no hay ya ningún más que le falte, ni ningún menos que pudiese sufrir.
DIOS LA PROHÍBE
LA BLASFEMIA
Hay varias razones para la prohibición suya de la blasfemia y, en general, del pecado.
Primero, los insultos contra Él afectan a su pueblo. No pocas persecuciones ha sufrido la Iglesia tras sus enemigos despotricar contra Dios, por ejemplo, cuando los comunistas y ateos lo presentan como “opio”, o cuando los musulmanes, arrianos y similares niegan la divinidad de Jesucristo. Cuando insultan así a Dios, es su Iglesia la que sufre, y con muchos mártires. Segundo, Dios no quiere que quienes lo insultan y, en general, quienes pecan se pierdan. De hecho, si Dios no puede jamás padecer por su trascendencia,
sí se compadece de cada uno de nosotros. Por eso murió por nosotros en la Cruz, para que nos salvemos. Cada vez que blasfemamos o, en general, pecamos, rechazamos el poder salvífico de su Sangre, y, si no nos arrepentimos, nos perderemos.
Hay una tercera razón que quiero subrayar. Por lo regular los mandamientos de Dios no ordenan lo que debemos hacer, sino lo que no debemos hacer para evitar perdernos: no matar, no robar, no fornicar, etc., por eso el no tomar el nombre de Dios en vano, lo que
incluye el no blasfemar. Ésos son los mínimos para no ir al Infierno. Pero nuestra meta es el Cielo y allí nuestro gozo no consistirá en simplemente evitar el no odiar y evitar el no ser egoístas. Nuestro gozo consistirá amar, amar, amar, y hacerlo henchidos con el Espíritu de Dios, sin límite.
Así, nuestro ir al Cielo no se puede reducir a no blasfemar. Consistirá en prorrumpir en alabanzas, bendiciones y acciones de gracias a Dios. Y no es que Dios requiera de nuestros aplausos. Como dije, Él se basta. Es que nuestro gozo ante Dios consistirá en un interrumpido estallido de alegría. Y lo que quiere Dios es nuestro gozo sin fin. Pero para gozar hay que prepararnos a hacerlo en esta vida.
Por ejemplo, monseñor Pope, de la Arquidiócesis de Washington, relata el caso de una feligresa muy buena, muy propia en todo, pero racista. No le gustaba sentarse, durante la misa, junto a personas de “color”. El padre Pope le advirtió entonces que, si continuaba obrando así, no entraría ella al Cielo pues, de no querer sentarse ahora con gente de “color”, tampoco lo querrá hacer allá en la Gloria, donde son admitidos, por supuesto, hombres y mujeres de todas las naciones y todas las razas. Dios, añadió el sacerdote, no podría forzarla a sufrir ese “disgusto”.
Del mismo modo, Dios no puede forzar a los blasfemos al “disgusto” de alabarlo, ni al pecador forzarlo al “enfado” de amar y portarse bien. Para evitar dichas “contrariedades” está el Infierno, para quien prefiera ir allí.
Por tanto, los que queramos ir al Cielo no sólo no blasfememos ni pequemos, alabemos a Dios, amémoslo a Él y al prójimo, portémonos bien. Entonces estaremos preparados para gozar sin interrupción de la Gloria, del Paraíso, del mismo Dios.
PUNTO DE VISTA www.elobservadorenlinea.com 1116 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
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El consumismo y lo superfluo
Raúl Espinoza Aguilera
Con frecuencia nos encon tramos con conocidos que presumen, por ejemplo, de usar un reloj caro. Y nos suelen explicar algu nas de sus funciones, como son: que mide los pasos de quien lo usa, da información del pulso cardiaco, de la presión arterial, de la temperatura del cuerpo, etc.
El consumismo tiende -me diante el “bombardeo” publicita rio- a crear falsas necesidades. Y hay que aprender a reflexionar si en realidad necesita de ese produc to o se está dejando llevar por un mero impulso de compra.
En otras ocasiones, nos en contramos con amistades que nos dicen: “Estaban en oferta estas chamarras y me compre dos, a pre cios regalados”. Y cuando, por la amistad que nos une, le cuestiona mos en confianza: -Pero si tú ya tienes una muy buena chamarra.
Nos responde: -¡Es verdad! Ya veré a quién se la regalo.
Nos estamos enfrentando a una sociedad que no considera con calma las compras que va a realizar y muchas de ellas las realiza irre flexivamente. En numerosas oca siones, cuando llega la cuenta de la tienda, vienen esas caras de sorpre sa y arrepentimiento.
¿Cómo fue posible que hiciera esta compra tan absurda? ¡Si en realidad no necesitaba de esas prendas de vestir!
Me resulta inolvidable la anéc dota de aquella joven señora que observé su conducta en un conoci do centro comercial. Ella vio en el
escaparate de una tienda una pelu ca que le gustó mucho. Y dijo:
-¡Yo la quiero, a como dé lugar!
Y la amiga que la acompañaba le decía:
Pero si ya tienes tres pelucas. ¿Necesitas más?
¡A mí me vale; yo me la llevo! Entró a la tienda, de inmediato se la probó y la compró.
La verdad es que me dio pena esa mujer que se mostraba esclava de sus impulsos por adquirir toda clase de prendas que le agradaban.
El consumismo lleva a sobreva lorar las necesidades inmediatas y a no sentirse satisfechos con nada.
Como dicen los psiquiatras, esas personas sufren de “la inme diatez”, es decir, de querer adquirir el objeto deseado “cuanto antes, aquí y ahora”.
Algunos de esos compradores compulsivos requieren de atención médica adecuada. Como decía un joven profesionista, soltero: “Cuando me encontré un enorme kayak anaranjado y diver sos objetos deportivos -que no ne cesitaba- en la puerta de mi depar tamento que me había enviado una tienda, llegué a la conclusión que requería de atención psiquiátrica, porque no tenía la menor noción
de cuándo había comprado dichos objetos. Y claro, en esas compras precipitadas se iba buena parte de mi sueldo”.
Vivimos inmersos en una so ciedad de consumo, donde todo se va haciendo desechable, y a la vez, muy accesible porque objetos que anteriormente resultaban bastante caros, ahora cada vez son menos costosos y de mayor calidad.
Por ello es importante apren der a distinguir entre lo que es realmente necesario y lo superfluo. De lo contrario nos vamos rodean do de bienes que, en estricto senti do, no los necesitamos.
Por ello es conveniente que los hijos sean educados en estos con ceptos que resultan clave para que ellos mismos se persuadan de las ventajas de vivir sobria y templada mente, partiendo del buen ejemplo de sus padres.
De lo contrario, se convierten en hijos irresponsables y capricho sos, que gastan dinero sin control alguno -y como de ordinario no trabajan- desconocen lo que cues ta ganar esas grandes sumas, que ellos malgastan.
Por otra parte, es necesario que sean solidarios con las ne cesidades materiales de las per sonas que viven en extrema po breza y necesitan de su ayuda. Es muy formativo que colaboren en labores sociales y asistenciales y que perciban, de primera mano, las dramáticas necesidades del prójimo. Más ahora, en nuestro atribulado México, que pasa por una grave crisis económica, que los hijos sean conscientes de las necesidades de los demás y ten gan la iniciativa de ayudarles en aspectos muy concretos.
PUNTO DE VISTAwww.elobservadorenlinea.com12 16 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
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Por Fernando Pascual
Lo han dicho diversos autores: todos somos sustituibles en la vida laboral, pero somos insustituibles como seres humanos.
En la oficina, en el taller, en las tareas agrícolas, quien deja un puesto puede ser fácilmente sustituido por otro.
El que ocupa ese puesto que ha quedado vacío lo hará mejor o peor, pero siempre aparecen candidatos para sustituir a los que ceden su lugar.
En cambio, nadie nos puede sustituir en esa historia personal y única que tuvo inicio desde nuestra concepción.
Lo que rompimos y lo que construimos, lo que encontramos y lo que perdimos, lo que lloramos y lo que reímos: nadie puede hacerlo como nosotros.
Somos insustituibles en la familia, porque ninguno ha tenido los padres que nosotros hemos tenido, ni las peleas con los hermanos, ni los abrazos para pedir perdón.
Somos insustituibles en tantas relaciones de amistad: ninguno es capaz de sustituir a un amigo verdadero cuando la muerte nos ha separado.
Insustituibles
Somos insustituibles en esa biografía escrita poco a poco: cuando ayudamos a un anciano a cruzar la calle, cuando dimos fuerza a un enfermo con una donación de sangre, cuando visitamos a una persona deprimida y le ofrecimos palabras de cariño y apoyo.
Somos insustituibles, sobre todo, en el corazón de Dios. Nos amó de modo único y personal al crearnos. Nos amó con el gran regalo de la salvación. Nos amó en tantos encuentros con su misericordia.
Llegará un día en que dejemos una silla de oficina o unas herramientas, y otro ocupe nuestro lugar. Pero nunca llegará el día en que otro sustituya lo que somos en tantas relaciones que establecimos aquí en la tierra.
Esas relaciones nunca terminan, pues todo lo que sembramos en el amor tiene algo de eterno. Ha quedado escrito en el corazón de Dios y de tantas personas que encontramos en este camino único, insustituible, que cada uno recorre a lo largo de su existencia humana, y que nos acerca diariamente a la patria de los cielos.
PUNTO DE VISTA www.elobservadorenlinea.com 1316 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic
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de local.
Un
el Rosario puede cambiar el mundo
de niños
Este 18 de octubre como cada año, Ayudaa la Iglesia Necesitada (ACN) invita a parroquias, movimientos, escuelas y familias a participar en la iniciativa “Unmillón de niños rezando el rosario”. El objetivo de la campaña de oración es pedir por la paz y la unidad en todo el mundo yanimar a los niños a confiar en Dios ante las dificultades.
Ante la situación de guerra, violencia y profunda pobreza que prevalecen en países como Ucrania, Nigeria, Myanmar o
Pakistán, así como en las regiones de Latinoamérica, Medio orientey del Sahel en África, ACN quiere encomendar a las manos poderosas y amorosas del Padre divino y a la poderosa intercesión de la Madre deDios de manera especial todos esos lugares en los que la gente no puede vivir en paz.
Ayuda a la Iglesia Necesitada valoró muy positivamente la respuesta de los distintos países en las pasadas campañas. En 2020, incluso el Papa Francisco animó,
durante el rezo del ángelus, a unirse a la iniciativa.
Algunas de las reacciones más positivas que recibimos proceden precisamente de regiones donde la paz es muy necesaria. Saber que hay niños de Irak, Siria, Bielorrusia o Myanmar rezando con los que se reunieron en Fátima, Portugal, en Canadá o Estados Unidos, es especialmente conmovedor y nos da la esperanza de que el amor que proviene de la fe puede triunfarsobre la violencia.
La página web de ACN proporciona material gratuito para rezar en parroquias, colegios, grupos de niños o familias. El paquete disponible contiene instruccionessobre cómo rezar el rosario, material didáctico, un poster y una carta invitación para unirte a nuestra iniciativa. Visita: https://acn-mexico.org/un-millon-deninos-rezando
Reza con nosotros el día 18 de octubre, estaremos transmitiendo desde nuestro Facebook, el rezo con los niños a las 10:00hrs., 17:00hrs y 19:30hrs. Teesperamos en: https://www.facebook.com/ ainmexico
La iniciativa “Un millón de niños rezando el rosario” remonta sus orígenes al año 2005, cuando un grupo de niños rezaban el rosario en una ermita de la capital venezolana de Caracas y varios de los presentes recordaron las palabras del padrePío: “Cuando un millón de niños recen el rosario, el mundo cambiará”. La campaña se extendió rápidamente por todo el mundo.
Recibe un Rosario de Belén
Hecho a mano por cristianos de Tierra Santa
www.elobservadorenlinea.com14 observacatholic 16 de octubre de 2022 / No 1423REVISTA DE PRENSA CATÓLICA
millón
rezando
TARJETA DE CRÉDITO/DÉBITO, CARGO ÚNICO O RECURRENTE www.acn-mexico.org/quiero-donar www.acn-mexico.org · info@acn-mexico.org · Tel. (55) 4161 3331 · WhatsApp: 55 39279875 BANCOMER CUENTA 0196372457 CLABE 012180001963724576 OXXO Depositando a tarjeta Inbursa 4658 2858 0031 1056 Todo depósito a nombre de Ayuda a la Iglesia que Sufre A.C. Contáctanos para darte tu referencia personalizada e identificar tu donativo INBURSA CUENTA 50028265021 CLABE 036180500282650219 REFERENCIA 11111114 DONA https://acn-mexico.org/afrusrosariobelen Una Iglesia con voz y esperanza
y comparte con los que más necesitan Entra a: Por: Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN-México
www.elobservadorenlinea.com 1516 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic PubliciDAD PUBLICIDAD PAGADA
PREGUNTA DE NIÑOSADIVINANZAS
Lo que me enseñes te mostraré: si sonríes, sonreiré: si te entristeces, yo también. Pero mi derecha es tu izquierda por más vueltas que des.
RESPUESTA:Elespejo.
Subo llena, bajo vacía; si no te apuras la sopa se enfría.
RESPUESTA:Lacuchara.
¿Por qué no todos creen en Dios?
Hay millones de personas que no creen o dicen no creer en Dios. Alegan, por ejemplo:
nuestras oraciones; pero sólo Él sabe cuál es el momento de llamar a una persona a su presencia.
CHISPITAS
Dos niños conversando:
— Mi papá conoce tres lenguas a la perfección.
— El mío conoce muchas más. — ¿Es políglota?
También existen personas que se creen muy sabias, entre ellas muchos científicos, y dicen absurdamente que el universo se hizo solito, o sea que no hay Dios.
Cambio todo el rato de color. Si me enfado, tú paras. Si de verde me visto, tu andas. Si como el sol me ilumino, ten precaución.
“Si Dios existiera, no habría tanto mal en el mundo”; “Si hay un Dios y es tan bueno, ¿por qué permite que mueran los niños?”; “No creo que Dios exista, porque yo recé mucho para que mi papá regresara con nosotros y no sirvió de nada”; etc.
— No, es dentista.
En un restaurante el cliente llama al mesero:
RESPUESTA:Elsemáforo.
TRABALENGUAS
O sea que la razón de fondo casi siempre es una desilusión. Es que se nos olvida que Dios nos hizo libres, y que entonces podemos elegir el mal aunque con eso causemos dolor a otros. Así que Dios no tiene la culpa de las cosas feas que suceden.
Pero, como dice la Biblia: “Todo lo que se puede conocer de Dios lo tienen ante sus ojos, pues Dios se lo manifestó. Lo que es y que no podemos ver ha pasado a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo desueternidad,desupoderydesu divinidad.Demodoque notienendisculpa” (Romanos 1, 19-20).Nadie manda como Amanda manda. Y si alguien manda como Amanda manda, fue que Amanda le enseñó a mandar.
Y, sobre todo, se nos olvida que, tras la muerte, lo que sigue es la vida eterna. Es muy doloroso cuando muere un niño o uno de nuestros seres queridos, pero eso no significa que Dios no exista o que no escuche
— ¡Camarero, hay una mosca en mi plato!
— Es el dibujo del plato, señor.
— ¡Pero si se está moviendo!
— Es que se trata entonces de un dibujo animado.
— Doctor, ¿cómo salió la operación de mi familiar?
— ¿Operación? ¿No se trataba de una autopsia?
www.elobservadorenlinea.com16 16 de octubre de 2022 / No. 1423 observacatholic