Leer nuestra vida
Una novedosa catequesis ha emprendido el papa Francisco. Con enorme tino jesuítico –aunque no se trata de revivir los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola, pero sí de seguir sus enseñanzas—el pontífice argentino está tocando una ausencia medular de nuestro tiempo: el discernimiento.
A partir de este número, en las páginas de El Observador vamos a publicar las catequesis íntegras. Pueden servir a padres de familia, jóvenes, sacerdotes y religiosas, a todo aquel que quiera saber cómo discernir. De la mano del Vicario de Cristo sabremos qué significa y cuáles son los elementos del discernimiento (la familiaridad con el Señor; conocerse a sí mismo; el papel del deseo; el libro propio de la vida…); además, de qué forma podemos ir construyendo un camino de salvación a partir de saber tomar decisiones que nos acerquen con ventura a la “otra orilla”.
No es fácil. Tendemos a echar culpas cuando nuestras decisiones resultan erróneas y a erigirnos como los únicos artífices cuando resultan exitosas. En general, preferimos no tener que decidir. Que otros decidan por mí (para poder criticarlos y para lavarme las manos, como Pilatos). Pero, como dice el Papa en su habitual estilo coloquial, no hemos recibido la vida “empaquetada”. Estamos obligados a decidir. Y la oración nos capacita para leer el libro de nuestra propia vida. Corroborar que es un bello libro, que se puede compartir: que tiene sentido.
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de Muertos o Conmemoración de los Fieles Difuntos?
Por eso la Iglesia, que es Madre y Maestra, insta a los fieles vivos a interceder por los fieles difuntos mediante oraciones, ayunos, Eucaristías, penitencias, mortificaciones, limosnas, indulgencias parciales o plenarias, etc.
Número
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El recuerdo de los muertos ha sido parte de la cultura y religión de numerosos pueblos de todo el orbe en las más variadas épocas.
Los antiguos romanos, por ejemplo, acostumbraban enterrar a su gente a lo largo de los caminos para que los caminantes, al ver las lápidas, los tuvieran en su pensamiento. Dicho recuerdo —como en la película Coco— les permitía a los difuntos continuar “existiendo”, pues de otro modo terminaban por “desaparecer”.
Tal creencia contradice la divina Revelación, puesto que el alma, independientemente de su destino final —Infierno o Cielo, generalmente pasando antes de este último por el Purgatorio—, es inmortal (Mateo 10, 28), y no afecta si los muertos son olvidados.
Aun así, estas ideas han llegado hasta la sociedad contemporánea. Por ejemplo, en el México católico no es nada raro escuchar hasta en algunas homilías de las Misas de funeral: “Nuestro hermano Fulano no ha muerto porque su recuerdo permanece vivo en nuestros corazones”.
Y hay otro cliché aún más extendido: “Ya está descansando”. Obviamente hay gente buena y responsable que, por haber vivido y muerto en franca adhesión a Jesucristo, es muy difícil que se haya condenado, aunque estas cosas sólo Dios las sabe. Pero incluso una de estas almas buenas puede necesitar algún tipo de purificación (Purgatorio) antes de ingresar al Cielo, conforme a la enseñanza divina (Apocalipsis 21, 27).
Se trata, entonces, de algo distinto al popular Día de Muertos mexicano, que suma tradiciones antiguas, como la eleboración de calaveritas de azúcar (de alfeñique) surgidas en el siglo XVI, los altares de muerto de origen prehispánico, o los epitafios humorísticos originados en el siglo XIX y conocidos como calaveritas literarias, junto con la invención de ideas muy nuevas como es que las mujeres se disfracen y pinten el rostro como La Catrina Garbancera, del caricaturista mexicano José Guadalupe Posada, quien la creó en 1910 como crítica a los indígenas vendedores de garbanzo que, siendo pobres, aparentaban ser ricos y menospreciaban sus orígenes y costumbres.
El Día de Muertos entra en la categoría de fiesta popular, mientras que la Conmemoración de los Fieles Difuntos no es para gozo y jolgorio sino para acelerar su entrada en el Paraíso.
Y para que ninguno de sus muertos quede fuera de los efectos de la Gracia, ha establecido un día para pedir por todos ellos: la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
Un poco de historia sobre tres escenarios
Todos Santos Fieles Difuntos Día de Muertos
• La Solemnidad de Todos los Santos es la celebración de la memoria no sólo de los santos ca nonizados por la Iglesia, sino tam bién de las innumerables personas que ya han llegado al Cielo y que, por tanto, son verdaderos santos (santos anónimos).
• Desde la Iglesia primitiva se veneraba la memoria de los márti res en el aniversario y lugar de su martirio. Pero debido a que llegó un momento en que eran tantos los mártires que resultaba difícil con memorar a todos de manera indi vidual, surgió la necesidad de una fiesta en común, la cual se comenzó a celebrar a partir del siglo IV, aun que en diferentes fechas.
• El 13 de mayo del año 609 el Papa Bonifacio IV consagró el Pan teón en Roma a la Santísima Vir gen y a todos los mártires, dándole un aniversario.
• Tras establecerse el proceso de canonización, ya se agregaron a la lis ta de campeones de la fe a santos que no fueron mártires.
• En el siglo VIII, el Papa Grego rio III consagró una capilla a todos los santos y arregló que se celebrara ahí su memoria cada 1 de noviembre.
• Y, en el siglo IX, el Papa Grego rio IV extendió la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia universal de rito romano.
• La Iglesia católica de rito bizan tino celebra Todos los Santos el pri mer domingo de Pentecostés.
• La Solemnidad de Todos los Santos es una celebración litúrgica de primer rango, por lo que es fiesta de guardar para la Iglesia universal, si bien los obispos de México la elimi naron como día de precepto.
• La práctica de rezar y hacer penitencias por el eterno descanso de los fieles fallecidos se remonta entre los cristianos a la Iglesia primitiva. Pero su antecedente viene del Antiguo Testamento:
Judas Macabeo y su ejérci to enterraron a los muertos en el combate, encontrando que éstos llevaban ídolos en sus túnicas; así que “hicieron una oración pa ra pedir a Dios que perdonara por completo el pecado que habían cometido (...). Después [Judas] recogió unas dos mil monedas de plata y las envió a Jerusalén, para queseofrecieraunsacrificioporel pecado. Hicieron esto con miras a la resurrección, pues si no hubie ran creído en que los compañeros muertos iban a resucitar, hubiera sido innecesario e inútil orar por ellos” (II Macabeos 12, 39-45)
• Fue en el año 998 que el mon je benedictino san Odilón introdujo en Cluny (Francia) el 2 de noviem bre como día especial para pedir por los difuntos, y esto se extendió a otros monasterios.
• En el siglo XVI esta Conme moración de los Fieles Difuntos fue adoptada por Roma, y en el XIII se convirtió en parte del calendario de la Iglesia universal.
• La Conmemoración de los Fieles Difuntos no posee litúrgi camente el rango más elevado, por ello no constituye un día de precep to. Sin embargo, en México se le da tanta importancia al 2 de noviembre que ha terminado por convertirse en día no laborable.
• El Día de Muertos tiene sus orígenes en la época prehispánica.
• En el ritual azteca existían dos fiestas dedicadas al culto a los muertos: Miccailhuitontli o Fiesta de los Muertos Pequeños, que se ha cía alrededor del 16 de julio y recor daba a los niños fallecidos; y Uey micailhuitl o Fiesta de los Muertos Grandes, que tenía lugar en torno al 5 de agosto y en la que se realizaban ofrendas y sacrificios humanos.
• Fray Diego Durán cuenta que, a pocos años de la Conquista, los indígenas trasladaron sus fies tas, de manera que el 1 de noviem bre ponían ofrendas para los niños muertos, y el 2 de noviembre para los difuntos adultos, y que de este modo trataban de disimular la cele bración de sus festividades paganas, aparentando que festejaban las cele braciones cristianas.
• Al parecer las calaveritas de azúcar, a pesar de ser elaboradas con una técnica traída por los espa ñoles, se inspiran en el tzompantli, un altar en forma de bastidor donde se exhibían en hileras, a manera de trofeos, los cráneos de las personas sacrificadas a los dioses.
• Aunque muchos sostienen que el pan de muerto tiene su ori gen en los panes rituales de los aztecas, hechos de amaranto y sangre humana, en realidad son la adaptación en México de los “pa nes de ánimas” que antiguamente se preparaban y bendecían en Es paña el 1 y 2 de noviembre, y que en el siglo XVI se colocaban como ofrenda sobre las sepulturas, junto con vino y flores, y, antes de co merlos, se rezaba un Padrenuestro por las almas de los difuntos.
• Acepta que hemos de morir, que sólo una vez hemos de morir, y que no hay cosa más importan te que ésta, porque del trance de la muerte dependen la eterna felici dad o la desdicha.
• Ten en cuenta que de vivir bien o mal procede el tener buena o mala muerte. Se vive mal porque no se piensa en la muerte.
• Hagamos ahora lo que en ese trance quisiéramos haber he cho ¡Oh, qué tormento traerá la memoria del tiempo perdido! ¡Qué angustias nos dará el pensamiento de que ya no es posible hacer pe nitencia, ni frecuentar los sacra mentos, ni oír la Palabra de Dios, ni visitar en el templo a Jesús Sa cramentado, ni hacer oración! Lo hecho, hecho está.
Adaptado de los escritos de san Alfonso María de Ligorio
Los santos y la muerte
• “Oh muerte, yo no sé quién puede temerte, ya que, por ti, la vida se abre para nosotros”.
San Pío de Pietrelcina
• “Para el cristiano, la muerte no es la derrota sino la victoria: el momento de ver a Dios; la muerte para hallarlo, la eternidad para poseerlo… La muerte para el cristiano no es el gran susto, sino la gran esperanza”.
San Alberto Hurtado• “Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero”.
Santa Teresa de Ávila
• “La muerte os espera en todas partes; pero si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros”.
San Bernardo• “No morirá de mala muerte el que oye devotamente y con perseverancia la Santa Misa”.
San Agustín• “Cuando se ha partido de aquí, de esta vida, ya no es posible hacer penitencia y no tiene efecto la satisfacción. Aquí se pierde o se gana la vida”.
San Cipriano
• “En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo”.
Santa Teresa de Calcuta
• “Muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna”.
San Francisco de Asís
• “Una sola Misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil Misas celebradas por la misma intención, después de la muerte”
San Anselmo
• “Para mí la Vida es Cristo y morir una ganancia”.
San Pablo
Misterios de la Biblia Los fantasmas
La creencia en los fantasmas es tan antigua como universal. En todas las épocas el ser humano se ha topado con fenómenos extraños, inmateriales, que no encajan en las leyes naturales. Y esos fenómenos llegan a ser tan parecidos en todos lados, que no asombra que hasta en la Biblia se mencione a los fantasmas: En el libro de Job, escrito unos 500 años antes de Cristo, Elifaz le describe al patriarca un encuentro nocturno que tuvo con un fantasma (Job 4, 12-19); el rey Saúl, acudiendo a la bruja de Endor, tiene un encuentro con el espíritu del profeta Samuel, que ya había muerto (I Samuel 28, 4-25); Judas Macabeo tuvo una visión de dos fallecidos: el sumo sacerdote Onías, al que ve orando por los judíos, y el profeta Jeremías, y ambos hablaron con Judas(II Macabeos 15,11-16).
Los discípulos de Cristo dos veces llegaron a pensar que el Señor era una figura fantasmal: la primera, cuando navegaban y Jesús fue hacia ellos:
Ydabangritosdeterror”(Mateo 14, 26).
La segunda, cuando, después de la Resurrección, Cristo se les apareció y ellos creían ver de nuevo un fantasma. Pero Jesús les dijo: “¿Porquéestánturbadosyselespresentanesas dudas?Mirenmismanosymispies,soyYomismo.Tóquenme y vean. Un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que Yotengo” (Lucas 24, 37ss).
La palabra fantasma viene del latín phantasma, que a su vez es de origen griego y significa “aparición”.
El protestantismo, como niega el Purgatorio y la Comunión de los Santos, supone que toda aparición fantasmal verdadera es necesariamente una manifestación demoníaca.
En la Iglesia católica no existe una enseñanza oficial sobre el tema, pero no se descarta que entre estos fenómenos pueda haber efectivamente algunos de origen diabólico; sin embargo, siguiendo a santos como los doctores de la Iglesia san Gregorio Magno, san Agustín o san Juan de la Cruz, otras veces se trata de almas condenadas, o de ánimas del Purgatorio que Dios permite que vengan a pedir la ayuda intercesora de la Iglesia militante, o incluso puede haber casos de “almas perdidas”.
A la beata Ana Catalina Emmerick le fue revelado que “hay almas que no están ni en el Purgatorio, ni en el Infierno ni en el Cielo”, y que suelen deambular “en lugares desiertos, en las tumbas, en edificios ruinosos o en lugares donde se han cometido malas acciones o delitos”. La experiencia de los exorcistas vendría a confirmar todas estas categorías de “aparecidos”.
“Losdiscípulos,alverloandarsobreelagua, seespantaronydecían:‘¡Esunfantasma!’El tránsito de san Francisco. / Foto: Dominio público
Seamos empáticos con los demás
No
Por Mónica MuñozImaginemos que vamos por la calle y nos damos cuenta de que sucede un accidente pocos metros delante de nosotros. Es la hora pico del tránsito y hay mucha gente, sobre todo los que se han arremolinado alrededor de las personas que están sobre el pavimento, heridas y sin que nadie haga nada por ayudarlas. Nosotros tenemos mucha prisa y lo único que podemos pensar es: “¡pobres!, ojalá pronto llegue la ambulancia para que se los lleven al hospital”, y seguimos nuestro camino, olvidando el suceso minutos después.
Esta escena no la imaginé, una amiga me platicó que, efectivamente, ella pasó por esta lamentable situación, incluso alcanzó a ver que la gente sacaba sus celulares para tomar fotos y video de ella y su esposo, volcados en su automóvil, sin ningún tipo de consideración por la desgracia ocurrida. Sinceramente, me detengo a pensar si nuestra sociedad ya ha llegado al máximo de la deshumanización, ¿o es que todavía falta? Me siento impotente cuando descubro que los jóvenes ya no se sorprenden ante el dolor ajeno, y, como a muchos adultos, les ocurre que solo hasta que son víctimas es que levantan la voz.
Definitivamente, necesitamos recuperar la cordura y ver más allá de lo que nos afecta solo a nosotros y a nuestros seres queridos, porque no queremos darnos cuenta de que lo que estamos sembrando,
cosecharemos. En algún momento de nuestra historia personal, todo lo que hayamos hecho con otros se nos regresará, sea bueno o malo, porque todos nuestros actos merecen una recompensa.
PONERNOS EN LOS ZAPATOS DEL OTRO
Por esta razón, creo importante recordar el significado de la palabra “empatía”, que, de acuerdo con el diccionario, quiere decir “participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona”. Dicho de otra manera, es imaginar que estamos en la misma situación de alguien más y sentir lo que él o ella experimentaría.
No es sencillo, sobre todo porque, por nuestra educación, origen, experiencias, temperamento, carácter, personalidad y otros factores, vemos un mismo panorama con ojos distintos.
Por eso, hay gente que siente mucho cualquier desaire y otra que apenas presta atención, algunos se emocionan en exceso ante una sencilla manifestación de aprecio y otros más ni se inmutan.
Pero, sin importar el grado de dolor o alegría que podamos experimentar, bien podemos hacer ese ejercicio de conmiseración por el
hermano, lo que no significa que sintamos lástima, desde un punto de vista soberbio o con ínfulas de superioridad, nada de eso, conmiserar quiere decir “ver con misericordia” la pena ajena.
Y no solo lo comento por lo que vemos en la calle o pasa cerca de nuestra casa, también por lo que se publica en las redes sociales. Debido a la facilidad y al acceso casi ilimitado que tenemos para comunicarnos a través de las populares plataformas, sucede que abunda la comunicación imprudente en todos los sentidos: desde los medios importantes que lo único que quieren es llegar a un mayor número de público, hasta particulares que replican información sin ninguna reflexión o filtro personal para exhibir a gente reconocida y criticarla, atribuyéndose un derecho que nadie les ha concedido, y que, aunque no nos demos cuenta, va dejando una huella de dolor y confusión entre toda la gente que se entera del caso.
Por eso, reitero, hay que ver con empatía a los demás, pues no sabemos que está pasando realmente por sus cabezas o si lo que manifiesta su comportamiento es a causa de algún sufrimiento y requieren de nuestro apoyo y comprensión. No olvidemos que nuestras obras no solo deben evitar hacer el mal, sino, sobre todo, realizarse para hacer el bien a los demás, de esta manera nos estaremos asegurando de recibir lo que merezcan nuestros actos. Ánimo, hagamos con nuestras actitudes un mundo mejor.
los demás o si lo que manifiesta
nuestro
y
¿Amarte y respetarte...?
Por Alejandro Cortés González-BáezNo cabe duda que gran parte de los problemas matrimoniales, y fuera de la familia, comienzan y terminan por defi ciencias en el respeto. Hablamos pues de respeto deficiente; respeto defectuoso con tendencia a desaparecer.
Al escribir esto siento que estoy rizando el rizo, es decir; repitiendo cuatro veces una idea bastante simple, arriesgándome a molestar a mis lectores como si dudara de su capacidad intelectual, por lo que me apresuro a declarar -con un término incorrecto pero claro y tajante- que “nuncamente” ha sido ésta mi intención. Lo que pretendo es no dar nada por supuesto, sobre todo en uno de los temas más importantes de la convivencia entre los hombres. El respeto es la primera consecuencia del reconocimiento de la dignidad del ser humano en cuanto tal.
Cada día vemos como crece la cantidad y tono de las groserías en los medios de comunicación, así como en el trato entre los jóvenes y niños -sin hacer distinciones de sexos- y en todos los ámbitos de las relaciones interpersonales. Por otra parte, se exhibe la intimidad de los deportistas, políticos y artistas bajo el argumento de ser personas famosas y afirmando que el público tiene derecho a la información. El error fundamental consiste en confundir “el derecho a la información” con el “derecho a todo tipo de información”.
Conviene aclarar que la prerrogativa a estar informado se limita por principio a todo aquello que tenga que ver con la propia existencia y, en especial, al conocimiento de las obligaciones y derechos, de los posibles daños y peligros sobre cada persona, su familia, sus bienes, sus labores y su comunidad; pero no sobre la intimidad ajena, pues en ese caso dicha intimidad dejaría de ser tal.
Qué difícil resulta la sana convivencia entre los esposos cuando quizás, ya desde antes de casarse, no supieron exigirse en
los detalles de respeto al otro y así mismos. Con razón en ocasiones afirmamos que: “la confianza da asco”.
Otro de los factores que influyen en los atentados contra de la urbanidad hacia los demás es la costumbre de hacer bromas e, incluso burlas, de realidades buenas y nobles como el matrimonio, el sexo, las autoridades civiles, la religión, las personas de la tercera edad... En este ambiente no resulta raro que los comediantes consigan hacer reír con más facilidad recurriendo a al chiste fácil
y vulgar, y lo peor de todo es que mucha gente suele festejar y fomentar este tipo de humor.
De vez en cuando conviene hacer un repaso para descubrir si los padres de familia no incurren en errores graves dando mal ejemplo a sus hijos, cuando al mismo tiempo les exigen una actitud positiva hacia sus hermanos, sus abuelos y demás personas mayores. Como una posible práctica sobre este tema valdría la pena tratar de recordar si en la conversación diaria se llegan a deslizar términos como: sangrón, ridículo, pedante, torpe, aprovechado, injusto, lambiscón, ratero, payaso, arrastrado, fodongo, abusivo, amargado, prepotente, inútil; sin contar con otros calificativos vulgares y soeces.
Para poder educar a los hijos adecuadamente resulta indispensable que en el hogar se vivan virtudes básicas como la comprensión, y la tolerancia, en definitiva: el respeto a la persona, sus ideas, sus costumbres y sus gustos, siempre que éstos no afecten a los demás. Por principio, las faltas de respeto no deberían tolerarse en el ambiente familiar. Una vez conseguido lo anterior, habremos de insistir en la aplicación de estas mismas virtudes en los ámbitos externos como son: el trabajo, la escuela y la vecindad. Cuán importante es que tal actitud se viva con las personas que trabajan en servicio doméstico.
Si todo ello va acompañado del espíritu de servicio y el cariño...: ¡Qué chulada!
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¿Ha entrado en declive la Iglesia en América?
En América el porcentaje de católicos ha aumentado, pero no así el número de sacerdotes. Estadísticas que ponen en crisis este ministerio
Por Jaime SeptiénDesde hace 96 años se celebra la Jornada Mundial de las Misiones y en el marco de esta, la Agencia Fides, órgano de información de las Obras Misionales Pontificias, publica las estadísticas de la Iglesia católica en el mundo.
Extrapoladas del último Anuario Estadístico de la Iglesia (actualizado al 31 de diciembre de 2020), los datos son una estupenda herramienta para componer la presencia católica en un mundo que cada vez se encuentra más lejano a Dios y más cercano a la violencia.
Sin que sea una debacle, lo cierto es que la presencia católica en el continente americano comienza a evidenciar una serie de problemas que podrían ser el preámbulo del declive del llamado “Continente de la Esperanza”; un continente que acaba de darle a la Iglesia su primer Papa y que alberga, aún, el mayor número de católicos del mundo.
ALZAS QUE SON BAJAS
Las estadísticas pueden ser un retrato de lo que está sucediendo al interior del continente cuya población total es de mil 22 millones de habitantes y en el que
los católicos alcanzan el 63.90 por ciento de la población (653.6 millones de personas).
Mientras en 2022 la población en América aumento en 8.5 millones de seres humanos, los católicos crecieron en 6.4 millones. Y en términos de porcentaje de la participación católica en el total de la población, apenas subió marginalmente 0.1 por ciento.
Sin embargo, en la importante relación de habitantes católicos por sacerdote la tendencia es al alza. En 2022 los católicos a los que
tiene que atender un sacerdote en el continente crecieron en 117 personas, de tal suerte que a cada sacerdote le es conferida la atención de 5.435 católicos.
MINISTERIO
SACERDOTAL EN CRISIS
Donde los timbres de alarma comienzan a encenderse es en el número de obispos, sacerdotes y diáconos permanentes que presentan las estadísticas para América del dossier de la Agencia Fides a cuyo cargo se encuentra Stefano Lodigiani.
En cuanto al número total de obispos (2.022 del total mundial de 5.363) aumentaron en 16. El informe muestra que hay una tendencia al alza en los obispos diocesanos (+25), los obispos religiosos sufrieron una drástica caída (-9).
Una caída muy relevante en América se encuentra en el número de sacerdotes. Del total mundial de 410.2019, corresponden a América 120,272. Si el mundo perdió en este período 4.117 sacerdotes, América contribuyó con esa pérdida con 1.421, de los cuales 364 son diocesanos y 1.057 religiosos. Diáconos permanentes, América perdió 46.
EL CORAZÓN DE LA DIÓCESIS COMIENZA A FALLAR
Todos los papas de la segunda mitad del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI han sido enfáticos en señalar que el seminario es el corazón de una diócesis y que las vocaciones sacerdotales se encuentran en crisis por la invasión generalizada del secularismo.
América se está convirtiendo en el continente donde mejor se refleja esa pérdida. Los seminaristas mayores (diocesanos y religiosos) bajaron en 2.203 personas en todo el mundo. De ellos 1.261 pertenecen a América (524 diocesanos y 737 religiosos).
Lo mismo ocurrió con los seminaristas menores (diocesanos y religiosos). Del total que perdió el mundo (1.592), al continente americano le corresponde mucho más de la mitad (1.049), lo que demuestra que la vocación religiosa está cada vez menos presente entre los jóvenes.
NOTA Publicada 23/X/2022
(Se reproduce por convenio con la Agencia de Noticias Aleteia)
Así se lo pedimos a Dios cuando nos persignamos.
¿Pero quiénes son nuestros enemigos?
A veces pensamos que es nuestro vecino con qui en no nos llevamos bien. He allí que su perro gruñe mucho cuan do pasamos frente a su casa y he allí que a veces el hombre pone su basura en nuestro contenedor. Nos enfada.
Pensamos tal vez en nuestros parientes políticos, no hablemos de nuestra suegra, quienes nos echan una mirada glacial cuan do nos tomamos un tequilita y se desbordan en gestos de com pasión con nuestra esposa por no aportar nosotros el suficiente in greso para que los acompañe ella cada tercer día de compras al Pa lacio de Hierro.
¿O acaso son los del equipo contrario, quienes siempre meten el último gol con que “nos roban” el campeonato? ¿O el negocio, el político, el buscador de empleo que compite con nosotros y nos quita clientes, el triunfo en las elecciones, la oportunidad de tra bajo porque es mejor, o más bien, tramposo (sí, eso, eso)?
Y muchas veces no nos cabe ninguna duda de gobernantes, empresarios y líderes corruptos; de carteristas, ladrones, asaltan tes, secuestradores, mafiosos que aterrorizan el país; de pervertidos que persiguen a niños; de depra vados que ensucian sus concien cias; de mujeriegos que aban donan a muchachas preñadas; de abortistas que se proclaman benefactores de la humanidad; de tiranos insaciables de poder y de riquezas, que inician guerras, destruyen pueblos, esclavizan na ciones, borran su patrimonio cul tural, cometen genocidio.
De nuestros enemigos, líbranos Señor
No falta que identifiquemos como enemigos a quienes persi guen a la Iglesia, ya con doctrinas falsas, ya con cárcel a sus pastores y sus fieles, ya callando su mensaje de salvación, ya fomentando divi siones e inquinas entre nosotros, ya prohibiendo el culto y marti rizando a los confesores, ya sem brando simplemente la duda entre los sencillos, ya haciendo desma yar a los flacos con malos ejemplos.
Ni falta tampoco que consi deremos como máximos enemi gos a la miseria, la enfermedad, el hambre y la muerte. Quizás lo sean, pero no tanto, pues san Pablo exclama tras el triunfo de Cristo: “¿Dónde está, oh muer te, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?”
Los verdaderos enemigos
Sin perder de vista el triunfo de Cristo para no desesperar, hay que recordar de cualquier manera estos
verdaderos enemigos: el diablo, la carne y el mundo. Del mundo Cris to nos advierte que “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. De la carne en especial dice: “Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre, porque de den tro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, frau des, desenfreno, envidia, difama ción, orgullo, frivolidad, todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro”. Y san Pablo es claro sobre el verdadero enemigo nuestro, Satanás y sus secuaces: “nuestra lucha no es contra enemi gos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, con tra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio”.
Recordemos esto porque en emigos nuestros no son ninguno
Foto: Ohmydearlife / Pixabayde nuestros hermanos, aunque nos maltraten. Calles, que persiguió a los cristeros, se convirtió al final de su vida. Voltaire sobre la Igle sia dijo: “Aplastad a la infame”, pero acabó en su seno y recibió los sacramentos en el último mo mento. Napoleón hizo prisioner os a dos papas y, en gran medida, causó la muerte de uno de ellos.
La misericordia de Dios aun así alcanzó al corso, pues también se convirtió y recibió finalmente los sacramentos. Recientemente leí que el pervertido, asesino y caníbal Jeffrey Dahmer se arrepintió de su monstruosidad, se bautizó y pidió perdón antes de morir. También Jesús se compadeció de él, como lo hace con todos nosotros, quienes, reconozcámoslo, no somos nin gunos angelitos. No condenemos, pues, ni consideremos enemigos a otros hermanos porque nos hacen mal. Pidamos por su conversión y su salvación. La necesitan. Y no lo olvidemos: también nosotros.
POR MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN OBISPO EMÉRITO DE QUERÉTARO
Servir la mesa de la palabra
1 “Es triste que así sea” , dice el Papa Francisco, refiriéndose a “los muchos reclamos que se dirigen en relación con este ministerio -la predicación de la homilíay no podemos hacer oídos sordos”, pues los fieles le dan mucha importancia a este “gran ministerio”, pero “los ministros ordenados ponen poco cuidado en cuanto a su preparación”.
A ésta el Papa enfoca su preocupación porque, “un predicador que no se prepara, no es ´espiritual´; es deshonesto e irresponsable con los dones recibidos” al frustrar las esperanzas legítimas de la comunidad. Ya el Concilio había advertido que los ministros sagrados que no estudian y meditan la palabra, corren el riesgo de “volverse predicadores vacíos de la palabra, que no la escuchan por dentro” (DV 25).
2 La seriedad de estas advertencias las acentúa el Papa Francisco en la veintena de páginas que dedica a reflexionar sobre la naturaleza de este ministerio, su capital importancia, la metodología que debe seguirse y la necesidad de dedicar un tiempo, sin excusa pastoral que valga, a su preparación. Añádase a esto el “Directorio Homilético” que el Papa mandó publicar, amén de las múltiples y variadas exhortaciones de sus predecesores. Esto, quizá, nos haga ver que no se trata de un simple descuido, de un solo no saber cómo, sino de una deficiencia “estructural”, el clericalismo todavía
imperante con pérfida tenacidad (el querer apropiarse en exclusiva de la salvación), al que se opone tan radicalmente la sinodalidad (el aceptar que la salvación es obra de todos), que ahora el Concilio y el Papa, junto con nuestros obispos, nos invitan a reactivar.
3 “La Palabra personalizada” y “el Oído puesto en el pueblo” son dos pilares que el Papa expone en su exhortación para construir la homilía. a) La Palabra de Dios leída, meditada, asumida y personalizada en la vida del presbítero, y b) el Oído atento y vigilante sobre las voces del Espíritu que resuenan en la comunidad, son los dos elementos que se deben conjuntar y unir en la homilía para que la salvación de Dios llegue, en el Hoy de la celebración, a hacerse vida en el mundo.
4 La preparación de la homilía auténticamente sinodal, debe envolver y nutrirse de la acción fecunda del Espíritu Santo que actúa no sólo en el presbítero, sino en su comunidad de fi eles. Pretender preparar la homilía sólo con el comentario o el diccionario bíblico, o con una homilía preconcebida por un autor selecto, son recursos válidos, pero insufi cientes, sujetos al riesgo de ser interpretados y discernidos sólo, única y exclusivamente, por el presbítero , que necesariamente se verán marcados por sus intereses, su criterio y su personalidad, pero no serán la “ voz sinfónica ” del Espíritu que resuena en el mundo, ni la palabra encarnada que necesita su comunidad. Serán homilías académicas, salpicadas de anécdotas, hasta de humorismo, pero empobrecidas por la autosufi ciencia, que contentan pero que no alimentan.
No rinden “culto a la verdad”, dice el Papa Francisco. Esto equivale, en defi nitiva, a “utilizar algo sagrado para el propio benefi cio y trasladar esa confusión al Pueblo de Dios”. El Papa advierte “no olvidar que a veces ´ el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz´ ”.
5 Los fieles laicos deberán contribuir con su experiencia secular a enriquecer la mirada de su Pastor de modo que toda la comunidad reciba, en la homilía dominical, la sabiduría cristiana que necesita para desempeñar sus propias tareas, según el designio salvador de Dios.” ¡Qué bueno que sacerdotes, diáconos y laicos se reúnan periódicamente para encontrar juntos los recursos que hacen más atractiva la predicación!” concluye, esperanzado, el Papa su exhortación.
EL INDOCRISTIANISMO DE AYER Y HOY
Astronomía y astrología en Mesoamérica
Adivinaresundeber delosquepretendendirigir. José MartíEntre la “ciencia que trata de los astros, de su movimiento y de las leyes que lo rigen” (astronomía) y el “estudio de la posición y del movimiento de los astros como medio para predecir hechos futuros y conocer el carácter de las personas”, existe todavía una mezcla de ambas que es la astrología judiciaria o “estudio de la posición y del movimiento de los astros” gracias a la cual la primera nace de la segunda.
En otras palabras, de “la obser vación de los astros y de la construc ción simbólica de la vida cósmica” se origina la transición del pensamien to pre científico al que ya merece el rango de rama del saber humano. Eso pasó entre las culturas y civili
zaciones mesoamericanas respecto a los ciclos de las estaciones y de los fenómenos astronómicos de los que dependía la vida cotidiana, la jorna da, el temporal y la subsistencia, a las que ligaron a las constelaciones rela cionándolas con animales y plantas.
Acumulando durante siglos conocimientos astronómicos estas culturas crearon en el período pre clásico medio un calendario que des cansaba lo mismo en la observación de los astros que en las matemáticas,
derivando de ello un espacio-tiempo simbólico asociado tanto a los cua tro puntos cardinales como al es pacio y al tiempo, pues de aquellos depende la rotación de cualidades de este se pudo vincular una fecha o un acontecimiento a una dirección del universo, siendo el calendario “una topografía simbólica característica peculiar” de cada período. Así, por ejemplo, los días se asociaban por su nombre a un punto cardinal y gracias a eso a un significado mágico.
Los signos del oriente eran el cocodrilo, la serpiente, el agua, la caña y el movimiento, con lo que a este viento se asociaban la fecundi dad vegetal y el sacerdocio. Los del norte eran viento, muerte, perro, jaguar y pedernal, y estaban en con traste con el primero, al que se le consideraba árido, frío y opresivo. El septentrión era “la parte nocturna del universo, como la morada de los muertos”, y se le asociaba con el pe rro (xoloitzcuintle), cuyo oficio con sistía en acompañar a los difuntos al inframundo. Signos del oeste serán la casa, el venado, el mono, el águila y la lluvia, por lo que se le asociará a la vegetación o ecosistema de las tie rras altas templadas, a la lluvia delga da y al cambio de estaciones.
Finalmente, los signos del sur serán el conejo, la lagartija, la hier ba seca, el zopilote y la flor, rela cionados con el sol luminoso y ca liente del mediodía y con “la lluvia repleta de bebida alcoholizada”, de donde su símbolo principal, el co nejo, pase a ser socio de los agricul tores y del pulque.
Así armaron las culturas me soamericanas su riquísima, variada y no caprichosa ‘geografía simbó lica’, útil, en primer lugar, para el emplazamiento de sus centros ce remoniales y el rango que a ellos se dio respecto a las comarcas y zonas ocupadas por estos pueblos y sus ritos y ceremonias habituales y periódicas.
Por Tomás de Híjar ornelas, Pbro.
Winston Churchill: un liderazgo decisivo
Por Raúl Espinoza AguileraEn estos tiempos de dramática ausencia de líderes, en que -por ejemplo- observamos a un Presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, tibio y dubitativo frente al confl icto de Rusia y Ucrania; a un México -cara a las elecciones presidenciales del 2024- sin líderes fuertes de la oposición que hagan frente a los precandidatos del Partido Morena, etc. Debido a ello, me ha parecido conveniente repasar las características de uno de los líderes más influyentes de la Historia Contemporánea. Me refiero al célebre, Primer Ministro Inglés, Winston Churchill (1874-1965), quien tuvo la valentía y fi rme determinación de enfrentarse a Adolfo Hitler cuando la Gran Bretaña se encontraba sin el apoyo de las fuerzas Aliadas.
En aquella época las tropas nazis habían invadido gran parte de Europa. Desde Polonia, aquel trágico 1 de septiembre de 1939, que provocó el estallido de la Segunda Guerra Mundial en que murieron millones de personas.
Pero Hitler tenía ambiciosos afanes expansionistas y, a continuación, ordenó la llamada “Guerra Relámpago” (Blitzkrieg) en la que Alemania tomó por sorpresa al Viejo Continente. Sin embargo, no pudo derrotar a
Gran Bretaña ya que estaba protegida por el Canal de la Mancha y la Marina Real Británica. Fue entonces cuando Adolfo Hitler decidió lanzar un demoledor ataque aéreo sobre Londres.
Winston Churchill ya estaba esperando esta reacción y preparó muy bien a la Real Fuerza Aérea (RAF). Se libró un tremendo combate por aire en la llamada “La Batalla de Inglaterra”.
Es interesante observar que este Primer Ministro Inglés, después de cada bombardeo alemán, saliera a las calles a brindar apoyo moral a su pueblo. En cierta ocasión, bajó al Metro londinense de forma inesperada, se subió a uno de los vagones para hacer una encuesta de primera mano. A los obreros, empleados, amas de casa y demás personas que viajaban en ese medio de transporte les fue preguntando, uno a uno:
“- ¿Cómo debe de actuar Gran Bretaña frente al asedio aéreo alemán? ¿Rendirse o Resistir?
Cada uno de los pasajeros fue respondiendo, sin titubeos:
¡Resistir! (…); ¡Dar la batalla! (…); ¡No acobardarse ante Hitler! (…); ¡Dar la vida en defensa de la Patria!
Una niña de unos doce años, que miraba la escena con atención, le respondió con determinación:
¡Vencer o morir!, Señor Churchill.
Acto seguido, el Primer Ministro agradeció a los pasajeros sus valiosas aportaciones y se despidió amablemente. En la siguiente Estación del Metro, Churchill se bajó y se dirigió al Parlamento que ya lo esperaba y les comentó sobre esta valiosa encuesta.
Es atrayente el modo cómo Churchill infundió en los políticos, los militares y en la ciudadanía ese espíritu de resistencia y valentía ante el injusto agresor. Les transmitió su firme determinación y fe en la victoria final, cuando muchos políticos preferían un tímido acuerdo de paz con Hitler.
Eran momentos particularmente duros porque Franklin D. Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos, no se decidía a unirse a Winston Churchill porque le parecía que el pueblo de Norteamérica no deseaba entrar en otra Guerra Mundial. Pero en la mañana del 7 de diciembre de 1941, Japón decidió bombardear a Pearl Harbor, base naval estadounidense en Hawai. Fue un ataque sorpresivo en que las fuerzas japonesas destruyeron barcos, aviones, portaviones, aeropuertos, con un saldo de más de 3,500 norteame-
ricanos muertos y heridos. En ese lamentable día, a Franklin D. Roosevelt no le quedó más remedio que declarar la guerra al Eje Tokio-Roma-Berlín.
A partir de ese día, el Presidente de los Estados Unidos brindo todo su apoyo militar a Inglaterra. Había concluido la terrible etapa de una Gran Bretaña que luchaba sola contra el gigante alemán.
Luego se unió Rusia como aliada y otros países más. De este modo, los Aliados se unieron en forma compacta y eficaz hasta derrotar a Adolfo Hitler y a sus tropas, logrando su rendición incondicional el 7 de mayo de 1945. Una semana antes, el 1 de mayo, Hitler ofuscado por sus estrepitosas derrotas -tanto en el frente Oriental como en el Occidental- tomó la desesperada decisión de suicidarse.
El pueblo inglés aclamó la victoria de la Segunda Guerra Mundial junto a su líder, Winston Churchill, en el Whitehall de Londres, el 8 de mayo de 1945, recordada como “El Día de la Victoria en Europa”. Los Aliados habían vencido y, a la vez, había surgido la leyenda de este héroe de las libertades en los países del mundo occidental.
Haití: El país se hunde en la violencia ante la indiferencia del mundo
la calle. Es de verdad un horror”, explica la misionera con voz pausada y serena, a pesar del drama que describe.
Dos semanas después atacaron la catedral en la capital haitiana. Incendiaronla catedral e intentaron matar a los bomberos que llegaban para apagar las llamas. Después con un camión, intentarondestruir los muros de la catedral.
Pero los ataques y asaltos a edificios y organizaciones religiosos se han dado no sólo en la capital, Port-au-Prince, sino también en otros puntos del país. En Port-de-Paix o Les Cayes, y en otrasciudades del país, atacaron los edificios de la Cáritas llevándose todo lo que había, todas las ayudas humanitarias que llegan ydestruyendo las oficinas de sus empleados.
Por: Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN-MéxicoEl pequeño país antillano está viviendo una situación sin precedentes. Con el puesto de presidente vacante desde el asesinato de Jovenel Moïse, en julio del año 2021, y sin una fecha para nuevas elecciones, la lucha por el gobierno de la nación y la falta de liderazgo ha desatado protestas, caos y violencia extrema en las calles, en un país azotado por pobreza ycatástrofes naturales.
Es toda una pelea horrible. Y el que más sufre es el pueblo. La ciudad está en las manos de las bandas. La gente pasa hambre. Las escuelas están cerradas. No hay trabajo. Los hospitales están cerrando porque no tienen gasolina y diésel para los generadores
de corriente. Es imposible vivir enestas condiciones.
Sor Marcela es una misionera que llegó a Haití en 2006 y asegura que lo más doloroso es la indiferencia del mundo que no sabe lo que está pasando y lo que está sufriendo el país.
En Haití, la Iglesia también está siendo atacada; el 25 de juniode 2022 asesinaron a sor Luisa del Orto, religiosa italiana que llevaba 20 años en ese país: “No se sabe todavía por qué la mataron. Inicialmente hablaron de que era un robo, pero estoy convencida que alguien pagó para matarla en
Desde agosto Sor Marcela se encuentra en Italia, donde estaba de visita cuando se recrudecieron los ataques. La situación le impide regresar a Haití y eso la llena de dolor: “Me pidieron que no volviera que era mejor esperar un poco. Entre otrascosas porque hace dos meses que mataron a sor Luisa. No quieren otra hermana mártir en este país. Así me he quedado a la espera. Es muy difícil para un misionero estar fuera de su país. Eso es muy duro”.
En estos momentos difíciles, no podemos dejar abandonado al pueblo de Haití y a su Iglesia que lucha por su gente. Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN se une en oración y sigue enviando ayuda de emergencia, al pueblo que sufre en Haití. Te invitamos a unirte en oración y solidaridad por nuestros hermanos haitianos. Visita: https://acn-mexico.org/ayudemosahaiti
“El discernimiento es agotador pero indispensable para vivir”
después de terminar sus
Redacción
En esta primera entrega, Francisco, resalta “que el discernimiento es un acto importante que concierne a todos, porque las elec ciones son una parte esencial de la vida. Uno elige la comida, la ropa, un curso de estudio, un trabajo, una relación. En todos ellos se realiza un proyecto de vida, y también se concreta nuestra relación con Dios”.
CondiCiones
para una buena eleCCión Francisco presenta el discerni miento “como un ejercicio de in teligencia, y también de habilidad y también de voluntad, para apro vechar el momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Es necesario inteligencia, habilidad y también voluntad para hacer una buena elección”.
Además, dice que si queremos que el discernimiento sea opera tivo, debe tener un costo. Y pone como ejemplo el oficio del pesca dor, que tiene en cuenta la fatiga, las largas noches en el mar y el descarte de una parte de las cap turas, aceptando una pérdida de ganancias por el bien de los desti natarios. Situaciones inesperadas e imprevistas en las que es impres cindible reconocer la importancia y la urgencia de una decisión que hay
que tomar. “Cada uno debe tomar sus decisiones; no hay nadie que las tome por nosotros”.
disCernir genera alegría
El discernimiento, según el Evan gelio, involucra otro aspecto im portante: los afectos. “El que ha encontrado el tesoro no siente ninguna dificultad en venderlo to do, tan grande es su alegría (cf. Mt 13,44).”, recuerda el jesuita.
El término de la alegría, conti núa, “aparece en muy pocos otros pasajes del Evangelio, todos ellos referidos al encuentro con Dios. Es la alegría de los Magos cuando, tras un largo y penoso viaje, vuelven a ver la estrella (cf. Mt 2,10); es la alegría de las mujeres que regresan del sepulcro vacío tras escuchar el anuncio de la resurrección por parte del ángel (cf. Mt 28,8). Es la alegría de los que han encontrado al Señor”.
Tomar una bella decisión, una decisión correcta, dice el Papa, siempre “te lleva a esa alegría final; quizás en el camino tengas que sufrir un poco de incertidumbre, pensar, buscar, pero al final la decisión correcta te beneficia con la alegría”.
comenzó el ciclo de catequesis sobre
de los
que caracterizan
una relación filial con dios
que hemos de vivir: ¡No! Tenemos que decidirlo todo el tiempo, según las realidades que se presenten. Dios nos invita a evaluar y elegir: nos ha creado libres y quiere que ejerzamos nuestra libertad. Por lo tanto, discer nir es arduo”.
agotador pero indispensable
un enCuentro Con el eterno
El Papa argentino recuerda que en una “decisión buena, correcta, se encuentra la voluntad de Dios con nuestra voluntad; se encuentra el camino presente con el eterno. To mar una decisión correcta, después de un camino de discernimiento, es hacer este encuentro: el tiempo con lo eterno”.
Y vuelve a remarcar que “el conocimiento, la experiencia, el afecto, la voluntad: son algunos elementos indispensables del discernimiento”.
El discernimiento —como lo ha mencionado— “implica un esfuerzo. Según la Biblia, no encontramos an te nosotros, ya empaquetada, la vida
El hombre, a diferencia de los ani males, prosigue Francisco, “pue de equivocarse, puede no querer elegir correctamente. La Biblia lo demuestra desde sus primeras pá ginas. Dios da al hombre una ins trucción precisa: si quieres vivir, si quieres disfrutar de la vida, recuer da que eres una criatura, que no eres el criterio del bien y del mal, y que las elecciones que hagas ten drán una consecuencia, para ti, para los demás y para el mundo (cf. Gn 2,16-17); puedes hacer de la tierra un magnífico jardín o puedes con vertirla en un desierto de muerte”.
El discernimiento, sentencia, “es agotador pero indispensable para vivir. Requiere que me conoz ca a mí mismo, que sepa lo que es bueno para mí aquí y ahora. Sobre todo, requiere una relación filial con Dios. Y Dios también quiere que seamos hijos y no esclavos: hijos libres. Y el amor sólo puede vivirse en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y pa ra ello es necesario discernir”.
observacatholic
ADIVINANZAS
Tengo dos agujeros. Para usarme necesitas los dedos. Hago pequeñas las cosas largas. Conmigo, lo que está junto separas.
RESPUESTA:Lastijeras.
Dame madera y viviré, dame agua y moriré; si tienes frío te ayudaré, si está oscuro también.
RESPUESTA:Elfuego.
Ave soy, pero no vuelo; mi nombre es cosa muy llana: soy una simple serrana, hija de un hijo del suelo.
RESPUESTA:Laavellana.
TRABALENGUAS
Historia es la narración sucesiva de los sucesos que se sucedieron sucesivamente en la sucesión sucesiva de los tiempos.
PREGUNTA DE NIÑOS
Si Dios es bueno, ¿por qué castiga?
Todos, como niños, nos hemos portado mal alguna que otra vez, ya sea en casa, en la escuela, en el templo o donde sea; y, por lo mismo, seguramente mamá o papá nos han reprendido o dado algún tipo de castigo.
Aunque suban mucho la voz y se vean muy pero muy enojados, no nos odian sino que nos aman, y es por eso que nos han tratado de corregir.
Cuando nos ordenan: “Recoge lo que tiraste”, “Deja de pegarle a tu hermano”, “Hoy no vas a salir a jugar porque no has hecho la tarea”, etcétera, lo único que buscan es que nos volvamos responsables y respetuosos; o sea, que nos convirtamos en buenas personas.
Pues con Dios es igual. La Biblia habla numerosas veces del castigo de Dios, y hay quienes se asus-
tan porque confunden “castigo” con “venganza”, y entonces dicen que, como Dios es Bueno, entonces no puede castigar a nadie.
Al contrario, porque Dios es Bueno, cuando ve que lo necesitamos nos corrige para que nos alejemos del pecado y caminemos hacia la santidad:
“Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo” (I Corintios 11, 32). “Porque el Señor corrige al que ama y castigaatodoaquelquerecibepor hijo.Siustedestienenquesufrires parasucorrección” (Hebreos 12, 6-7).
CHISPITAS
En la ferretería pregunta un cliente:
— Buen día, señor, quería saber si tiene serrucho. — No. — ¿Y sierra?
— Más o menos a las 8:00 de la noche.
¿Qué hace un mudo bailando? Una mudanza.
En una entrevista de trabajo:
—¿Habla francés?
—Oui.
—Traduzca “mono borracho”. —Champangsé.
—Ahora traduzca
“tuve cien hijos”. —Parisienne.